RECUERDA SER FELIZ

Jamás desistas

A veces no tienes tiempo para darte cuenta,
Las cosas pasan en segundos, todo cambia.
Estás vivo, estás muerto y el mundo sigue adelante.
Somos delgadas como papel.
Puedes quedarte en la cima de una montaña.
Meditar durante décadas y no cambiará nada.
Puedes cambiarte a ti mismo y acostumbrarte a ello.
Pero tal vez esto también está mal.
Quizá pensemos demasiado. Sentir más, pensar menos.

Puedes tener defectos, estar ansioso y vivir irritado algunas veces, pero no te olvides que tu vida es la mayor empresa del mundo.
Solo tú puedes evitar que ella vaya en decadencia.
Hay muchos que te aprecian, admiran y te quieren.

Me gustaría que recordaras que ser feliz, no es tener un cielo sin tempestades, camino sin accidentes, trabajos sin cansancio, relaciones sin decepciones.

Ser feliz es encontrar fuerza en el perdón, esperanza en las batallas, seguridad en el palco del miedo, amor en los desencuentros.

Ser feliz no es solo valorizar la sonrisa, sino también reflexionar sobre la tristeza.
No es apenas conmemorar el éxito, sino aprender lecciones en los fracasos.
No es apenas tener alegría con los aplausos, sino tener alegría en el anonimato.

Ser feliz es reconocer que vale la pena vivir la vida, a pesar de todos los desafíos, incomprensiones, y períodos de crisis.

Ser feliz no es una fatalidad del destino, sino una conquista para quien sabe viajar para adentro de su propio ser.

Ser feliz es dejar de ser víctima de los problemas y volverse actor de la propia historia.
Es atravesar desiertos fuera de si, más ser capaz de encontrar un oasis en lo recóndito de nuestra alma.
Es agradecer a Dios cada mañana por el milagro de la vida.

Ser feliz es no tener miedo de los propios sentimientos.
Es saber hablar de si mismo.
Es tener coraje para oír un “no”.

Es tener seguridad para recibir una crítica, aunque sea injusta.
Es besar a los hijos, mimar a los padres, tener momentos poéticos con los amigos, aunque ellos nos hieran.

Ser feliz es dejar vivir a la criatura libre, alegre y simple, que vive dentro de cada uno de nosotros.
Es tener madurez para decir ‘me equivoqué’.
Es tener la osadía para decir ‘perdóname’.
Es tener sensibilidad para expresar ‘te necesito’.
Es tener capacidad de decir ‘te amo’.

Usar las pérdidas para refinar la paciencia.
Usar las fallas para esculpir la serenidad.

Usar el dolor para lapidar el placer.
Usar los obstáculos para abrir las ventanas de la inteligencia.

Jamás desistas de las personas que amas.
Jamás desistas de ser feliz, pues la vida es un espectáculo maravilloso.

Que tu vida se vuelva un jardín de oportunidades para ser feliz…

Que en tus primaveras seas amante de la alegría.

Que en tus inviernos seas amigo de la sabiduría.

Y que cuando te equivoques en el camino, comiences todo de nuevo.

Pues así serás más apasionado por la vida.

Y descubrirás que ser feliz no es tener una vida perfecta.

Sino usar las lágrimas para regar la tolerancia.

(Los textos son de autor desconocido, fueron copiados y recontados por Adonis)

 

¿POR QUÉ GRITAMOS?

El tono de voz

Un día un maestro preguntó a sus discípulos lo siguiente:
– ¿Por qué la gente se grita cuando están enojados?
Los discípulos pensaron unos momentos:
– Porque perdemos la calma, dijeron.
Pero, ¿por qué gritar cuando la otra persona está a tu lado?, preguntó el maestro. ¿No es posible hablarle en voz baja? ¿Por qué gritas a una persona cuando estás enojado? Los discípulos dieron algunas otras respuestas pero ninguna de ellas satisfacía al maestro.
Finalmente él explicó:
– Cuando dos personas están enojadas, sus corazones se alejan mucho.
Para cubrir esa distancia deben gritar, para poder escucharse. Mientras más enojados estén, más fuerte tendrán que gritar para escucharse uno a otro a través de esa gran distancia.
Luego el maestro preguntó:
– ¿Qué sucede cuando dos personas se enamoran? Ellos no se gritan sino que se hablan suavemente, ¿por qué? Porque sus corazones están muy cerca. La distancia entre ellos es muy pequeña.
El maestro continuó:
– Cuando se enamoran aún más, ¿qué sucede? No hablan, sólo susurran y se vuelven aún más cerca en su amor. Finalmente, no necesitan siquiera susurrar, sólo se miran y eso es todo. Así es cuando están cerca dos personas que se aman.
Luego el maestro dijo:
– Cuando discutan no dejen que sus corazones se alejen, no digan palabras que los distancien más, porque llegará un día en que la distancia sea tan grande, que no encontrarán de nuevo el camino de regreso.

Así anunciamos nuestra llegada al mundo: con un grito. Después, gritamos muchas veces en la vida. Lo hacemos cuando algo nos sorprende o nos asusta. También cuando la felicidad nos desborda o cuando la desesperación no cabe en el pecho. Y, por supuesto, aprendemos a gritar para imponernos, para agredir a otros, para intimidarlos.

Al revés el silencio llama a la relajación, el grito es una expresión destinada a poner en alerta. A veces sobre algo positivo, pero casi siempre sobre un hecho poco agradable. Un grito expresa descontrol, desbordamiento de las emociones. Levantar la voz es un recurso al que casi siempre quienes están más interesados en “hacerse oír” que en escuchar al otro.

Gritamos al comienzo de nuestra vida porque es la única forma de plantarnos en el mundo como alguien que existe y que necesita de los demás. Queremos que los otros detengan algún sufrimiento que estamos experimentando. Sentimos frío y queremos ser cobijados. O sentimos hambre y necesitamos que nos alimenten. El grito es, ante todo, una expresión de la necesidad que tenemos de que otros reconozcan nuestras carencias y las atiendan.

Si pudiera decirse, bastaría con organizar una frase y comunicarla. Pero en este caso, la persona no puede establecer del todo la naturaleza ni el alcance de su necesidad. Por eso grita, para dejar en claro que hay algo más allá de las simples palabras.

Se grita porque no se encuentra, o no se quiere encontrar, otra manera de expresar lo que se siente o lo que se desea. En circunstancias felices, el grito es liberador. Permite dar rienda suelta a un sentimiento, sin una razón diferente a la satisfacción de expresarlo. Ahí gritamos para hacer catarsis, para quitarle el tapón a una presión, sin agredir a otros. El ejemplo típico de ello es el gol, ese momento único en donde hay un grito de júbilo casi siempre compartido.

En cualquier caso, el grito en lugar de aclarar la comunicación, lo que consigue es romperla. Quien grita hace notar el tono de su voz, mucho más que el mensaje que quiere transmitir. Lo que comunica, más bien, es que alguien está a punto de perder el control por completo y que el otro debe medir sus acciones antes de continuar. En este caso, el grito cumple una función de anular al otro. Nace del miedo y de la carencia, pero su efecto es llenar ese vacío por la vía de la imposición.

(Los textos son de autor desconocido, fueron copiados y recontados por Adonis)

EL SABER NO OCUPA LUGAR

He aprendido…

Aprendí que crecer no solo significa hacer el aniversario…
Que el silencio es la mejor respuesta cuando se siente una estupidez…
Que trabajar no solo significa ganar dinero…
Que los amigos se conquistan mostrando quién realmente somos…
Que los verdaderos amigos están con nosotros hasta el final…
Que las cosas peores a menudo se esconden a través de una buena apariencia…
Que la naturaleza es lo más bonito de esta vida…
Que cuando creo que lo sabes todo aún no sé nada…
Que un solo día puede ser más importante de muchos años…
Que se puede conversar con las estrellas…
Que se puede confesar a la luna…
Que se puede viajar en el infinito…
Que es sano escuchar buenas palabras…
Que también a ser amable es bueno para la salud…
Que hay que soñar…
Que se puede ser niños toda la vida…
Que Dios no prohíbe nada en nombre del amor…
Que juzgarse no es importante cuando realmente importa es la paz interior…
Que no se puede morir para aprender a vivir.
Aprendí que la vida son buenas y malas rachas
Que conoces a mil personas pero una te marca
Que mil aciertos se borran y un fallo deja mancha
Que lo que más daño te hace es lo que más te engancha
Que el rencor y la envidia solo es un veneno
Que nunca estarás bien si te lo guardas todo adentro
Que hasta de lo malo puede sacarse algo bueno
Que hay personas que se odian porque un día se quisieron
Que el más listo se coma al fuerte lo aprendí en la calle
Que me lo hacía yo solo o no lo iba hacer nadie
Que si me pasa algo jodido, sufro y me lo callo
Que basta que confíe en alguien para que me falle
Que intento perdonar, no sabes, pero no me sale
Que prometer no vale, que todavía duele
Que me sigo rayando cuando estoy solo
Que engañarse no sirve de nada, nunca se olvida del todo
Aprendí a tirar para adelante cuando las cosas se tuercen
A no rendirme, a ser consecuente
A confiar en mí mismo y a quererme
A que si algo no sale quizás sea por el destino
A perder, pero no a darme por vencido
A que hasta el más fuerte llora.
Con el tiempo aprendí que mi edad no se refleja en mis años
Que estos ojos han visto demasiado
Demasiada rabia y odio acumulado, te dejan tocado
No he nacido fuerte me ha hecho fuerte lo que me ha pasado
Nos hicieron fuertes circunstancias si he tenido problemas
Aprendes cuando pierdes lo que apuestas
Que te acaricie cuando llores
Aprendí que no existe nadie capaz de rellenar este vacío
Que lo siento todo más bajo la lluvia con el frío
Que mi corazón es mío
Que los que callamos el dolor somos los únicos que lo vivimos
Arrasando con lo que se ponga en medio
Cuando has vivido tanto se te olvida el miedo
Aprendimos que todo se va pero antes se te clava
A valorar las cosas cuando ya no estaban
Nuestros familiares, el amor, las ganas
Las cosas más bonitas de esta vida son las que se acaban
Aprendimos que todo se va pero antes se te clava
A valorar las cosas cuando ya no estaban
Nuestros familiares, el amor, las ganas
Las cosas más bonitas de esta vida son las que se acaban.
(Los textos son de autor desconocido, fueron copiados y recontados por Adonis)

TODO DEPENDE DE TI

¿Que es la sabiduría?

“¿Qué es la sabiduría? El arte de vivir, no el arte de hacer cosas; el arte de vivir… ¿Para qué estamos vivos? Estamos vivos para vivir”.

El arte de vivir. No el arte de hacer cosas, el arte de vivir… Se puede vivir sin hacer muchas cosas, y se puede hacer muchas cosas sin saber vivir. La mayoría de la gente que ahora uno ve por la calle sabe hacer muchas cosas, se mueve todo el día, está agitada todo el día, y no sabe vivir.

Hoy, en gran parte, el hombre de una ciudad civilizada y urbanizada es un servidor del sistema y de las máquinas, porque cuando tiene que ocuparse del coche, de la lavadora, de lo otro y de lo de más allá, se pasa el día alimentando cosas y sosteniendo cosas, cuando sencillamente podría vivir mejor. Porque lo que no está claro son los fines. ¿Cuáles son los fines de la vida?, ¿para qué vivimos?, ¿para qué estamos vivos?

Estamos vivos para vivir para realizarnos, para dar de cada uno de nosotros todo lo que puede dar, porque así tendrá todo lo que pueda recibir. Pero para que esto empiece hace falta libertad. Y para tener libertad, no libertad de expresión, lo que hay que tener es libertad de pensamiento, porque si usted no tiene libertad de pensamiento, da igual que hable o diga lo que quiera.

Nuestra vida es un arte

El gran arte de la vida es hacer de la vida una obra de arte.
Aunque no escribas libros, eres el escritor de tu vida.
Aunque no entiendas de cine, ni de cámaras, tu existencia puede transformarse en un film primoroso con Dios de director.
Aunque cantes desafinado, tu existencia puede ser una linda canción,
Aunque no entiendas de música, tu vida puede ser una magnífica sinfonía
Aunque no hayas estudiado en una escuela de comunicaciones, tu vida puede transformarse en un reportaje modelo.
Aunque no tengas gran cultura, puedes cultivar la sabiduría de la caridad.
Aunque tu trabajo sea humilde, puedes convertir tu día en oración.
Aunque tengas cuarenta, sesenta o setenta años, puedes ser joven de espíritu.
Aunque las arrugas ya marquen tu rostro, vale más tu belleza interior.
Aunque tus pies sangren en los tropiezos y piedras del camino, tu rostro puede sonreír.
Aunque tus manos conserven las cicatrices de los problemas y de las incomprensiones, tus labios pueden agradecer.
Aunque las lágrimas amargas recorran tu rostro, tienes un corazón para amar.
Aunque no seas un santo, ni un ángel, en el cielo tienes reservado un lugar.

Debemos intentar conseguir ver aquello que poseemos, con la misma mirada como lo estaríamos mirando si alguien nos lo quitara; sea lo que sea, posesiones materiales, trabajo, salud, amigos, familia, pareja y/o hijos, la mayoría de las veces solo sentimos su valor después de haberlos perdido o deseándolos, pero jamás ya que se tienen.

Al mirar todo aquello que no tenemos solemos pensar “¿cómo sería si eso fuese mío?”, y de este modo llegamos a sentir la falta. En lugar de ello, ante las cosas que poseemos deberíamos pensar a menudo “¿cómo sería si perdiera esto?”.

Muchas veces pasa algo que se sale de tus planes y parece como si todo se nublara. Debemos pensar, arreglar, disfrutar, sufrir cada cosa en su momento, espacio y en su medida, sin preocuparnos de todo lo demás; tener, por así decirlo, cajones para nuestros pensamientos y emociones donde abrimos uno y cerramos todos los demás. La preocupación por un asunto grande no alterará en todo momento la preocupación por cien asuntos pequeños.

Tú eres dueño de tu cuerpo, de tu cerebro y de los pensamientos que generas a través de él. Si tú decides pensar positivo así será. El humor, por ejemplo es un tiempo de pensamiento y actitud que ayuda a que las circunstancias desfavorables se lleven mejor. Las situaciones no producen nuestra felicidad o nuestra amargura, más bien es nuestra manera de asumirlas lo que genera nuestro estado de ánimo. Para bien y para mal es mucho menos importante lo que le sucede a uno en la vida que la manera en que lo experimentamos. Para la felicidad de nuestra existencia, el estado y la condición de la conciencia es absolutamente lo principal.

(Los textos son de autor desconocido, fueron copiados y recontados por Adonis)

BENDICIONES

Cada día…

Cada momento que pasa, debemos estar contentos con lo que tenemos, pues es lo que Dios nos ha dado, nuestros alcances, valores y metas, además de los sueños y esperanzas que ponemos en ello. Es a partir de los sueños, que forjamos todo nuestro mundo de realidad, dependiendo de nuestras fuerzas y de nuestros pies en la tierra, es que podemos obtener, lo que deseamos con todo el corazón.

Unos tienen más bendiciones que otros, los más afortunados debemos recordar a los menos afortunados, porque nunca sabemos cuando podríamos ser nosotros los menos afortunados.
Comparte un poco de tanto que tienes y serás más rico porque habrás aprendido a valorar más que eres afortunado.
Por eso te invito a llenar tu corazón de agradecimiento a Dios por todo lo que nos ha dado porque las bendiciones las da a quien hace mérito en su corazón para merecerlas.
Nosotros podemos hacer que estas y más bendiciones sean parte de nuestra vida haciendo merito para hacernos acreedores a una vida buena.
Son excelentes las bendiciones que Dios nos ha dado en este momento, nuestra familia, nuestros amigos, nuestra posición económica, social, pero eso sí, para querer aumentar esas riquezas, que ya de por si tenemos, primero, hay que estar consciente que hay que valorarlas con toda nuestra alma, mente y corazón, para que así de lo poco que tengamos podamos tener muchas cosas más, infinitas, que también sepamos valorarlas y tenerlas a nuestro lado, pues el que ama lo poco, también sabe apreciar lo mucho.
Cada día que tenemos vida, es una nueva oportunidad para aprender a valorar lo que tenemos:
Cada día que tenemos a nuestros seres amados a nuestro lado, es una bendición.
Cada día que tenemos comida en nuestra mesa, es una bendición
Cada día que tenemos trabajo, es una bendición.
Cada día que tenemos un techo donde vivir, es una bendición.
Cada día que tenemos una cama donde dormir, es una bendición.
Cada día que tenemos agua para bañarnos, es una bendición.
Cada día que traes ropa limpia, es una bendición.
Cada día que puedes ver lo que te rodea, es una bendición.
Cada día que oyes toda clase de sonidos, es una bendición.
Cada día que tienes brazos y piernas, es una bendición.
Cada día que tienes salud, es una bendición.
Cada día que tienes como cubrirte del frío, es una bendición.
Cada día que tienes como quitarte el calor, es una bendición.
Cada día que tienes agua para quitarte la sed, es una bendición.
Cada día que tienes quien se preocupe de ti, es una bendición Cada día que tienes amigos, es una bendición.

La vida es dura pero muy bella
Abre los ojos mira las estrellas
Sueña cada día y cumple tus metas

Y no lo cura una inyección
Ni una pociones de la vida
Dentro de tu corazón
Porque la magia vive muy dentro de ti
La vida es bella
Para ti y para mi

(Los textos son de autor desconocido, fueron copiados y recontados por Adonis)

NADA ES CASUALIDAD

Las casualidades no existen

 El azar no decide sobre qué o quién llega a tu vida, en qué momento o de qué modo. Ni la suerte. Ni ningún tipo de bendición, excusa o capricho al que te quieras aferrar. Que no hay ningún destino escrito ni varitas mágicas para ocasiones especiales que te saquen de un aprieto o te den aquello que más quieres.

Que hay quienes llegan y entran por la puerta grande. O por la trasera. Con fuegos artificiales. O apenas de puntillas. Que, quienes han de llegar, llegan. Que no hubieran podido llegar de ninguna otra manera. Ni en ningún otro momento. Que hay cosas que no se pueden jamás anticipar o prever.

Durante muchos años he pensado que las cosas me pasaban por casualidad. Que me encontraba a la gente, que me surgía un trabajo, que conocía a alguien…

Todo pasa por algo y ESE ALGO te hace crecer. Gracias a ESE ALGO que llamamos casualidad somos quienes somos.

Podríamos hablar de causalidad, porque cuando algo pasa el universo está moviendo sus hilos para que eso suceda. Y tiene sus motivos, unos motivos que nosotros desconocemos y lo vemos como casualidad, cuando en realidad es que tenía que ser así. Suceden porque algo hemos hecho para que ocurran, todo tiene una causa.

A nuestro alrededor pasan muchas cosas de las que no nos damos cuenta porque nuestro foco quizá no esté ahí o porque aún no estamos preparados para verlas. Cuando estamos preparados el maestro aparece y pensamos que eso es casualidad.

Aprovecha lo que te ofrece la vida, porque si te lo está ofreciendo será por algo.

En ocasiones, llega lo que más falta te hace. Lo que más puede ayudarte. Lo que puede sacarte del pozo, de casa, de un mar repleto de dudas. Cuando sientes que no sabes por dónde salir, hacia dónde mirar o por dónde empezar. Cuando toca mover ficha, cambiarte de zapatos o decidir entre dos salidas.

Si alguien te busca

Si alguien te busca con frío…Es porque tienes abrigo. Si alguien te busca con alegría…Es porque tienes una sonrisa. Si alguien te busca con lágrimas…Es porque das consuelo. Si alguien te busca con versos….Es porque tienes música. Si alguien te busca con dolor….Es porque tienes el remedio. Si alguien te busca con palabras…Es porque sabes escuchar. Si alguien te busca con hambre…Es porque tienes con que alimentar. Si alguien te busca con besos….Es porque tienes miel. Si alguien te busca con dudas…Es porque sabes el camino. Si alguien te busca con orquesta…Es porque tienes la fiesta. Si alguien te busca con fantasías…Es porque tienes la realidad. Si alguien te busca con desespero…Es porque tienes serenidad. SI alguien te busca con entusiasmo…Es porque tienes fe. Si alguien te busca con secretos…Es porque inspiras confianza. Si alguien te busca con sed…Es porque tienes agua. Si alguien te busca con miedo….Es porque tienes amor. Si alguien te pide oración…Es porque tienes a Dios. Nada llega por casualidad.

HABÍA UN TIEMPO…

Tenemos todo, menos tiempo

 Había un tiempo donde el cielo brillaba más y era la luna, la que nos mandaba a dormir y las horas de silencio durante el día, era la de la siesta. Había un tiempo que el sol blanqueaba las sábanas, tiempo donde se iba andando o en bicicletas a los sitios y por las noches, las aceras se llenaban de sillas ocupadas por familias enteras, tomando el poco aíre que corriera y viendo a sus hijos jugar y al cuidado de que no se cayeran o riñeran con algún otro niño. Hubo un tiempo, que si llovía, las mujeres sacaban los cubos para llenarlos de agua de lluvia… Porque decían que era muy buena para “todo”. Había un tiempo que nuestro despertador era nuestra madre o el canto de los pájaros o del gallo, tiempos de merendilla de mortadela, de coleccionar cromos, de vestir a las muñecas de cartón. Era un tiempo donde no sobraba nada, excepto el tiempo, que teníamos mucho, para estar con la familia, los amigos y disfrutar de los pequeños detalles de la vida. Ese era realmente el tiempo de 24 horas al día, donde eras tú, la que manejabas las agujas del reloj y ahora… “El tiempo”, nos echa de menos, porque tenemos de todo, menos tiempo.

Tengo una rutina para la mañana y otra para la noche, mantengo presente que grandes mañanas es igual a grandes días y si uno esos grandes días terminaré con una vida realmente grandiosa. Tener una rutina matutina es importante porque marca el tono para todo el día.

Entonces, hablemos de algunas maneras simples en que puedes hacer que tus mañanas sean increíbles. Simplemente programando algunas tareas rápidas y fáciles cada mañana, puede mejorar tu perspectiva, productividad y felicidad en general. Programa un tiempo cada mañana para hacer algunas cosas pequeñas que mejorarán tu día y te traerán alegría, incluye algunas cosas a las que siempre has querido dedicar más tiempo en tu vida, pero en realidad nunca le has encontrado el momento, eso si recuerda que tu rutina también debe ser realista.

Sabiendo seguro que nuestra mente nos llamará al orden por ese tiempo precioso que estamos perdiendo. Aunque, si lo midiéramos con exactitud, nos daríamos cuenta de dos cosas. La primera es que el tiempo perdido es insignificante. La segunda es que disminuir el estrés nos hace ganar en sensación de tiempo aprovechado

Yo me apunto a cambiar mi experiencia del tiempo desde el que parece ser su verdadero origen: mi mente.

(Los textos son de autor desconocido, fueron copiados y recontados por Adonis)

TU ALMA GEMELA

Cuestión de piel

La mitología celta cuenta que al principio de la vida había una sola alma, la cual fue dividiéndose en muchas otras para llenar el mundo. Cada alma emprende su camino, va absorbiendo conocimientos y crece en sabiduría.

Sin embargo, aquellas que nacieron juntas y son almas gemelas en el amor siempre desean reencontrarse en su paso por la Tierra. Según los celtas, solo las almas que aprenden lo suficiente consiguen estar de nuevo juntas.

Pero, ¿qué es un alma gemela? Un alma gemela es la que complementa a una persona en una etapa determinada de su crecimiento personal y evolución espiritual.

Las almas gemelas sienten lo mismo porque existe una profunda afinidad y compatibilidad entre ellas, lo que conlleva que la comunicación sea muy enriquecedora y que el amor fluya, a pesar de los problemas existentes.

Es posible encontrar más de un alma gemela a lo largo de la vida. Dependiendo del nivel de evolución en el que la persona se encuentre, un alma gemela puede serlo durante una etapa y dejar de serlo más adelante.

Encontrar tu alma gemela no será posible sin encontrarte previamente a ti mismo. Para ello es preciso realizar un profundo análisis interior que permita definir con claridad estas tres cuestiones fundamentales: saber quién eres, qué deseas y qué te identifica.

No hay que obsesionarse en cómo encontrar a tu alma gemela. Al contrario, el primer paso es liberarse del estrés cotidiano, apreciar cada momento y descubrirse a uno mismo. Aquellos que aprenden a disfrutar del camino y se aman de forma plena descubren quiénes son y lo que merecen, además de mostrarse más receptivos con todo lo que les rodea. De esta forma reconocerán las señales del destino en el amor.

Es importante ser emocionalmente maduro a la hora de encontrar un alma gemela. No se trata de buscar a un ideal imposible ni a alguien para combatir la soledad, que llene el vacío que dejó otra persona y con quien curar las heridas del ayer. Hay que apostar por un amor maduro y responsable.

Cada individuo tiene que confiar en sus habilidades y en su propia valía, en aquello que lo hace especial entre todos los demás. El positivismo aporta equilibrio y felicidad a la vida y, por otro lado, eso puede atraer más rápidamente a tu alma gemela.

Tu amor verdadero te inspirará a ser una mejor persona, pero tu alma gemela te romperá el corazón para que te conviertas en alguien mejor. Cuando encuentres con quien pasar el resto de tu vida aprenderás que esa persona es quien impide que la realidad te sofoque; en cambio, tu alma gemela es quien en algún momento sentirás que te ahoga y por ello –en algún punto– te verás en la necesidad de escapar de ella.
Es verdad que tu alma gemela te hará vibrar como nunca antes lo has sentido; no obstante, muchas cosas en la vida podrían provocarte tal emoción. El amor es único, no se intenta, no se busca ni se demanda; se siente, encuentra y recibe sin prejuicios ni pretextos. Así que cuando encuentres a tu “otra mitad” no dejarás de sentirte arropado, conmovido y hasta agobiado por un montón de sentimientos, pero cuando te topes con el amor de tu vida desearás una sola cosa: pasar el resto de tus días a su lado.

 Deja de preocuparte por encontrar el verdadero Amor.
No busques, porque vendrá en el momento menos esperado, sacudiéndote el piso y las memorias.
Te abrazará tan fuerte que olvidarás el tiempo ausente y de un suspiro detendrá tu corazón.
Te dará en un beso todo el cariño y la ternura que guardó sólo para ti.
Y podrás reconocer dentro de lo imposible, sólo las posibilidades más hermosas.
Deja de buscar con afanes, pues cuando llegue no habrá marcha atrás.
Puede pasar casi una vida, pueden haberse roto tus ilusiones, puedes tener incluso una familia, una vida hecha.
Y entonces llegará.
Sin importarle tu edad, tu condición o tu apariencia.
Porque ella sólo recordará tu alma y regresará al tiempo en el que prometió sanar a tu lado, reencontrarse y amarse aún en las adversidades.
No puedes ir contra el destino o romper promesas de vidas atrás, no puedes siquiera imaginar que eso no es para ti, que ese día nunca llegará o que no lo mereces.
Ten y toma paciencia que cuando vuelva para decirte todo lo que ha pasado y esperado por ti, no habrá dolor, no habrá angustia, no habrá ausencia que no haya compensado la soledad antes vivida.
No la busques, deja de insistir a la vida con impaciencia y amores efímeros.
Cuando llegue solo podrás abrir tus brazos, sonreír, recibirle, compartirle y amarle con locura.
No importa si el reencuentro dura un momento o una vida más, la espera NO habrá valido la pena, habrá valido el AMOR.
El amor es único, no se intenta, no se busca ni se demanda; se siente, encuentra y recibe sin prejuicios ni pretextos.
(Los textos son de autor desconocido, fueron copiados y recontados por Adonis)

VIVIR MEJOR

Atraer la alegría

La sensación de paz, el encuentro tranquilo con la vida, es un buen ingrediente para empezar a construir proyectos que salgan bien. Ahora, ¿cómo lograrlo?

La primera clave para vivir más tranquilo es aprender a discriminar lo que es realmente importante de lo que no lo es. En principio, lo fundamental es que identifiques las pequeñas cosas que te molestan y las coloques en el lugar en el que en realidad están: fuera. Hay tonterías molestas que quitan energía y ocuparte de ellas no vale la pena.

La rigidez no es una buena consejera. En cambio, ampliar tu visión y estar abierto a todo, en particular a los cambios, es algo que te va a ayudar significativamente a vivir más tranquilo.

Buena parte de las preocupaciones provienen de todo aquello que no ha ocurrido y quizás nunca ocurra. Pensar en el peor escenario y dibujarlo como más probable en tu cabeza va a desgastarte inútilmente.

Busca todos los medios para simplificar cualquier aspecto de la vida, si quieres vivir más tranquilo. Obsequia lo que no uses, deshazte de aquello que no sea necesario, busca métodos para hacer más en menos tiempo. En suma: vuelve a lo simple.

Si tienes una gran preocupación o hay muchas cosas bailando en tu cabeza, una buena opción es destinar un par de horas en el día para ocuparte de ello. La condición es que fuera de ese lapso también quede fuera de tu mente. Si no te obsesionas, vas a ver las cosas con mayor claridad y todo fluirá de una manera más natural.

A veces pensamos demasiado y actuamos poco. Si bien razonar es muy necesario en algunos momentos, también es importante dejarte ser.

Diez consejos

1.- DOMINA tu lengua. Di siempre menos de lo que piensas.
2.- PIENSA antes de hacer una promesa y luego no la rompas, no importa cuánto te cueste cumplirla ni el tiempo que tardes, pero cúmplela.
3.- NUNCA dejes pasar la oportunidad de decir algo alentador a una persona, o algo bueno acerca de ella, siempre es agradable escuchar palabras estimulantes.
4.- TEN interés por las personas que te rodean, por sus familias, sus hogares, sus sueños. Acompaña a los que ríen sanamente y conforta a los que lloran; ellos necesitan de ti.
5.- SÉ alegre. Ríete de las buenas historias y aprende a contarlas. Trasmitir alegría es un don que todos podemos tener, solo tienes que poner atención en ti mismo para lograrlo.
6.- CONSERVA una mente abierta para todas las cosas. Recuerda que no hay verdades absolutas. Y que es una virtud poder discrepar y conservar la amistad del oponente.
7.- DEJA que tus virtudes hablen por si mismas y rehúsa hablar de las flaquezas y faltas de los otros. Condena las murmuraciones, en especial las malintencionadas, hacen mucho daño a todas las personas.
8.- TEN cuidado con los sentimientos de los demás. Es más fácil herir que reparar luego.
9.- NO hagas caso de habladurías sobre tu persona. Vive de forma que nadie pueda darles crédito y acabarán por olvidarlas, cuando una persona destaca entre las demás por su nobleza, eso puede crear envidias, así que, solo sé tu mismo.
10.- NO seas excesivamente celoso de tus derechos. Trabaja, ten paciencia, conserva la calma, cree en ti mismo, ten firmeza y recibirás tu recompensa, ya que cerca de ti tendrás a esa persona que sabrá decirte lo que tú eres para ella.
Estas pequeñas técnicas para vivir más tranquilo no te exigen tanto, pero a cambio sí te aportan mucho. Sin paz interior es muy difícil disfrutar de todo lo bueno que hay en tu vida o que llega a tu vida. Construye la paz y ella te acercará a la felicidad.
El paso del tiempo debe ser una conquista y no una pérdida, así que vive la vida segundo a segundo porque es lo que hoy puedes tener.
(Los textos son de autor desconocido, fueron copiados y recontados por Adonis)

NO TODO ES AMOR

¿Qué es el amor?

El amor se expresa mediante una serie de emociones y sensaciones que llenan el alma de paz, alegría y pasión. Puede ser sinónimo de aprecio, cariño, calidez, resguardo, preocupación y respeto. Incluso, se dice que la persona que ama se siente plena y llena de vida.

El amor es una necesidad afectiva de compañía y satisfacción sexual que está determinada por diversas variables. En primera instancia, el ser humano es un ser social, es decir, necesita de la interacción constante con otros.

El amor es el resultado de la intimidad, la pasión y el compromiso. Estos tres aspectos forman un fuerte vínculo entre dos personas que se expresan aceptación, confianza, deseo, admiración y fidelidad.

Eso no es amor…

Cuando decimos que amamos a alguien… ¿Estaremos en lo cierto? ¿Cómo saberlo?
He aquí algo para reflexionar:
Ante la presencia de la persona supuestamente amada…
Simplemente…¿ Te sudan las manos, tu corazón se acelera y no te sale la voz?
Eso no es amor… Es nerviosismo
Simplemente… ¿No puedes quitarle tus ojos ni tus manos de encima?
Eso no es amor… Es lujuria
Simplemente… ¿Sientes orgullo de que te vean a su lado?
Eso no es amor… Es suerte
¿Quieres a esa persona solo porque siempre “está allí”?
Eso no es amor… Es soledad
¿Estás a su lado porque sabes que eso es lo que ella y todos quieren?
Eso no es amor… Es lealtad
¿Estás a su lado solo por que te prodiga cariño o toma tu mano?
Eso no es amor… Es confianza
¿Permaneces con ella porque dice amarte y no quieres herirla?
Eso no es amor… Es lástima
¿Estás con ella solo porque al verla, sientes que te da un brinco el corazón?
Eso no es amor… Es pasión
¿Perdonas sus errores sólo porque ella te importa?
Eso no es amor… Es amistad
¿Le dices todos los días que ella es la única persona en tu mente?
Eso no es amor… Es una mentira
¿Sientes estar dispuesto a dar todas tus cosas materiales por ella?
Eso no es amor… Es caridad
Entonces…

¿Cuándo estás realmente enamorado?

Cuando… La tristeza de la persona amada… Te hace sufrir. Su pena, aunque ella sea fuerte… Te hace llorar.
Sus ojos son capaces de ver tu alma y de tocarla tan profundamente, que… Duele. Una ciega e incomprensible conexión te atrae y te mantiene a su lado sin echar de menos a otras que simplemente te atraen.
Cuando escojas a alguien hazlo no con quien puedas vivir, sino sin quien no podrías vivir. Su ausencia te sume en la melancolía, darías por ella tu corazón y tu vida.
Sí, esto es amor…
¿Por qué amamos? ¿Por qué el amor es lo que más buscamos en la vida? ¿Por qué deseamos tan vehemente estar enamorados?
La respuesta es sencilla…
Cuando el amor es correspondido, no sientes pena, agonía ni tortura, deseas a la persona amada, ella exalta tu pasión; sientes orgullo de tenerla a tu lado; te encanta saberla “allí”, no concibes tu vida sin ella; cuando no está a tu lado, el solo pensar en ella… Te hace sonreír con ternura; cuando te acaricia o toma tu mano, te transmite tal confianza que te sientes capaz de conquistar el mundo; el saberla a tu lado y de tu lado
Te hace soñar en el futuro, llena tu vida de ilusiones.
Ese divino cóctel de sentimientos es el AMOR. Te hace vivir una sensación tan sublime… Que hace de él un sentimiento ADICTIVO y…Solo cuando lo pierdes… Como en cualquier otro tipo de adicción, el vacío que deja… Te tortura… Te causa una profunda agonía… Una honda pena…
(Los textos son de autor desconocido, fueron copiados y recontados por Adonis)

RELACIÓN DE PAREJA

El amor es compartir

El amor compartido nos hace más grandes por dentro que por fuera. Porque es así como todo cobra sentido, porque es así como se cuidan y se fortalecen las relaciones positivas.

Todos merecemos ser amados y respetados. Si a día de hoy cuentas con una o más personas que te aportan todo esto, no las dejes escapar. Pues, esto es lo que todo ser humano necesita en este mundo.

Amar es, ante todo, saber comprender y ver a los demás como a uno mismo. Todos sabemos que el desprecio duele, que el no saber respetar causa sufrimiento y que vetar el espacio personal es limitar ese crecimiento interior que todos merecemos.

El no saber atender las necesidades del otro y, por tanto, no ofrecer un amor que invite a la persona a crecer, a sentirse parte de algo y tener raíces, nos aboca al desamor o al denominado “amor tóxico”. Y, por tanto, a permanecer junto a una persona que nos mantiene desnudos de ese afecto, que no nos ofrece una base de seguridad y de reconocimiento.

Una relación de pareja no es lo que la mayoría piensa que es.
No se despierta uno cada mañana para hacer el desayuno y comer juntos.
No son abrazos eternos en la cama y palabras dulces hasta que los dos se duerman.
No es una casa limpia llena de risas y amor todos los días.
No es perfección.
Una relación de pareja es alguien que roba todas las cobijas en la madrugada y ronca, es a veces un portazo, mal genio y palabras duras.
Es estar de pronto y obstinadamente en desacuerdo, aceptar los momentos silenciosos hasta que los corazones se curen y perdonen.
Es llegar a casa y encontrar a la misma persona todos los días, es monotonía.
Es ropa sucia y camas sin hacer.
Es orgullo cuando se trata de razones.
Es tragarse las molestas palabras en lugar de decirlas en voz alta para no lastimar al otro.
Pero en esas amargas experiencias se encuentran los más bellos regalos; una relación de pareja es tener en tu vida a alguien que se preocupa por ti a pesar de que y quien eres, a pesar de tus errores e imperfecciones.
Es alguien que ayuda en este duro trabajo de la vida, es colaboración mutua, hacerse la cena entre los dos y sentarse juntos, a una hora tardía, porque los dos tuvieron un día loco. Es tener una crisis emocional y que tú pareja se acuesta contigo y te sostenga y te diga que todo va a estar bien. Y tú le crees.
Se trata de seguir amando a alguien a pesar de que a veces te vuelve absolutamente loco.
Amar a alguien que no siempre es fácil, si no a veces es muy difícil. Pero es increíble y reconfortante, en síntesis una de las mejores cosas que alguna vez vas a experimentar en la vida.
Una relación de pareja, siempre será una hermosa flor que si se sabe cuidar, se sabrá entonces cosechar y hacer florecer incluso en el frío invierno.

Una relación basada en el amor correspondido puede durar años, sin embargo, para mantener y conservar el amor sano, es importante cuidarlo día a día y evitar que se desgaste o se convierta en amor tóxico y dependiente. Normalmente, cuando sentimos este tipo de amor todo surge con más facilidad, el curso de la relación e incluso los pequeños baches se superan practicando el trabajo en equipo. Sin embargo, esta constancia del sentimiento implica un trabajo por ambas partes, en donde no solo existe sentir, sino también, mucha razón, fuerza de voluntad y un compromiso alimentado de forma consciente.

Si sentimos que no somos capaces de mantener ese sentimiento y nuestros esfuerzos terminan en reproches hacia los demás, podemos terminar viviendo una crisis entre ambas personas. En el caso de estar en una relación de pareja será necesario trabajar las actitudes que han llevado a sentirnos mal y, en casos extremos, debemos tomar una decisión en común para evitar infidelidades o males mayores. El bienestar emocional es primordial para mantener el amor correspondido, por esa misma razón debemos querernos y hacer caso a lo que nos haga sentir mejor, una relación tóxica terminará por intoxicarnos y hacernos daño.

Los que han aprendido a amar no dependen de la persona amada, ni permiten que ella dependa de ellos, crean un espacio de libertad para la persona amada.

(Los textos son de autor desconocido, fueron copiados y recontados por Adonis)

EL AMOR NO ES 2+2

La sopa instantánea

¿Has probado las sopas instantáneas? Un poco de agua, revolver, y… Listo!
Bien… Nos han hecho creer que el Amor también es así: instantáneo.
Dos que se atraen en los primeros diez minutos de la película, transitan cuatro días o dos meses con encendidas miradas que se cruzan… Y ya está.
Entonces se dicen las ineludibles palabras: “TE AMO”. No, no, no.
Corte, señor Director. Ese guión está mal escrito.
El Amor no es una sopa instantánea: es una comida compleja, de cocción muy, muy lenta.
Es más: nos han hecho creer que “cuando el Amor aparece” es como si estuvieras ante una mesa con mantel blanco y velas encendidas, y un alguien anhelado te lo fuera a servir en bandeja de plata.
 No te lo dan así: la vida te trae solo una cesta rústica con muchos ingredientes.
Y tendrás que trabajar arduamente con ellos: llorar pelando cebollas, mascar amarguras, quemarte, equivocarte en la mezcla y tirarla una y cien veces.
Hasta que quizás logres cocer el manjar.
Y puede que tenga fecha de vencimiento.
Pero puede ser, en cambio, que hayas logrado gestar con el otro un alimento imperecedero.
A medida que corta, pela, revuelve… Cada cocinero se va transformando
Pues es más que cocina: es alquimia.
Y eso tiene un valor extraordinario, porque aunque lo cocido, al final, no fuera comido ya por nadie, hay algo que justifica plenamente esa tarea: que el cocinero pueda salir del vínculo más maduro, más crecido… Más sabio.
En ese caso, la experiencia que haya desarrollado implicará una pericia que le quedará disponible para sí mismo, pues se podrá perder o arruinar el objeto de Amor, pero el Amor, jamás: es una habilidad que queda dentro de uno.
Sí: saber amar requiere de entrenamiento.
Y cuando se dé una nueva ocasión es posible que ese cocinero, antes torpe, compruebe que se ha ido convirtiendo en un verdadero chefs: sabe distinguir mejor los ingredientes nobles de los potencialmente tóxicos, sabe descartar una mala poción a tiempo, sabe, cuando el potaje es bueno, tenerle paciencia al fuego lento para que no se arrebate con demasiada intensidad…
Todos lo sabemos en relación a la amistad: para que uno diga “Es mi mejor amigo”, ¿cuántos años tienen que haber pasado? ¿Cuántas pruebas superadas juntos?
Entonces: si decimos que una pareja es “más que una amistad”, ¿cómo puede uno afirmar a los quince minutos de iniciada su propia película “Es el hombre o la mujer de mi vida”?
Esa falta de realismo produce inevitablemente dolor. Pero ese dolor puede hacer que comprendamos que el amor no es como nos lo dijeron.
Que necesitamos tirar a la basura nuestras insensatas creencias sobre lo que es el Amor.
Que ese raro manjar solo puede elaborarse con TIEMPO y con TRABAJO INTERNO: explorar un vínculo nuevo hasta conocerlo, y, sobre todo, CONOCERSE A SÍ MISMO A TRAVÉS DE ESE VÍNCULO.
(Los textos son de autor desconocido, fueron copiados y recontados por Adonis)

LA VIDA

El tren de la vida

La vida se asemeja a un viaje en tren. Con sus estaciones y cambios de vía, algunos accidentes, sorpresas agradables en algunos casos y profundas tristezas en otros…

Al nacer, nos subimos al tren y nos encontramos con nuestros padres, creemos que siempre viajarán a nuestro lado…Pero en alguna estación ellos se bajarán dejándonos seguir el viaje, de pronto nos encontraremos sin su compañía y su amor irreemplazable…

No obstante, muchas otras personas que nos serán muy especiales y significativas se irán subiendo al tren de nuestra vida… Nuestros hermanos, amigos y, en algún momento, el amor de nuestra vida…

Algunos tomarán el tren para realizar un simple paseo. Otros, durante su viaje, pasarán por momentos de oscuridad y tristeza. Y siempre encontraremos quienes estén dispuestos ayudar a los más necesitados… Muchos, al bajar, dejan un vacío permanente, otros pasan tan desapercibidos que ni nos damos cuenta que desocuparon sus asientos.

Es curioso ver como algunos pasajeros, aún los seres queridos, se acomodan en coches distintos al nuestro. Durante todo el trayecto están separados, sin que exista ninguna comunicación.

Pero en realidad, nada nos impide que nos acerquemos a ellos si existe buena voluntad de nuestra parte.  De lo contrario, puede ser tarde y encontraremos a otra persona en su lugar.

El gran misterio para todos, es que no sabremos jamás en qué estación nos toca bajar. Como tampoco dónde bajarán nuestros compañeros de viaje, ni siquiera el que está sentado a nuestro lado.

La vida no se mide

La vida no se mide anotando puntos, como en un juego.
por el número de amigos que tienes, ni por cómo te aceptan los otros, según los planes que tienes para el fin de semana o por si te quedas en casa solo.
Según con quién sales, con quién solías salir, ni por el número de personas con quienes has salido, por las personas que has besado.
por la fama de tu familia, por el dinero que tienes, por la marca de coche que manejas, ni por el lugar donde estudias o trabajas.
por lo guapo o por lo feo que eres, por la marca de ropa que llevas, ni por los zapatos, ni por el tipo que música que te gusta.

La vida se mide según:

A quienes amas y a quienes dañas.
La felicidad o la tristeza que proporcionas a otros.
Los compromisos que cumples y las confianzas que traicionas.
Lo que dices y lo que haces y de lo que quieres decir o hacer, sea dañino o benéfico, los juicios que haces, porqué los haces y a quién o contra quién los comentas.

A quién ignoras a propósito.

Los celos, el miedo, la ignorancia y la venganza que albergas.
El amor, el respeto o el odio que llevas dentro de ti, cómo lo cultivas y cómo lo riegas.
Cómo usas tu vida para alimentar el corazón de otros.
Tú y solo tú escoges la manera en que vas a afectar a otros.
La vida se mide por esas decisiones.

“Vivamos de manera que cuando llegue el momento de desembarcar, nuestro asiento vacío deje bonitos recuerdos a los que continúan viajando en el Tren de la Vida”

(Los textos son de autor desconocido, fueron copiados y recontados por Adonis)

¿QUÉ ES EL TIEMPO?

DEJA QUE CAMBIE…

El tiempo pasa y nunca vuelve atrás. Vivimos en constante cambio, en constante evolución, sumidos en rutinas estresantes, viendo cómo el tiempo se nos escapa de las manos sin que seamos plenamente conscientes de ello.

El tiempo es la divisa de tu vida. Es la única divisa que tienes, y solo tú puedes determinar cómo será gastada. Sé cuidadoso y no permitas que otras personas la gasten por ti

¿Qué es el tiempo? Si nadie me lo pregunta, lo sé. Pero si tuviese que explicárselo a alguien no sabría como hacerlo

Deja que cambie el tiempo, con los años aumenta la sabiduría. Deja que cambie tu rutina, así la vida será más interesante. Deja que puedas equivocarte, así podrás elegir mejor en el futuro, ábrete a nuevas amistades, puede ser que te enseñen algo nuevo. Deja que tu voz se oiga, es la única forma de hacer valer tus opiniones. Deja que cambien tus sueños, quizás sean más intensos y verdaderos los que tienes ahora. Toma los cambios de tu vida como parte tuya, como parte de tu evolución. A veces los cambios cuestan ser asimilados, pero cada uno de ellos significa un nuevo crecimiento que fortalece nuestro espíritu. Deja que cambien tus pensamientos, es la única manera de crecer.
No es el tiempo el que pasa, pasamos todos nosotros.
No perdáis el tiempo ni en llorar el pasado ni en llorar el porvenir. Vivid vuestras horas, vuestros minutos. Las alegrías son como las flores que la lluvia mancha y el viento deshoja.

PERDÓNATE Y ÁMATE

Sufrir es una pérdida de tiempo

Hay tantas cosas para gozar y nuestro paso por la Tierra es tan corto, que sufrir es una pérdida de tiempo. Además. Cada mañana es una buena noticia. Cada niño que nace es una buena noticia, cada cantor es una buena noticia, porque cada cantor es un soldado menos, por eso hay que cuidarse del que no canta porque algo esconde.

Aprendí que nunca es tarde, que siempre se puede empezar de nuevo, ahora mismo, le puedes decir basta a la mujer (o al hombre) que ya no amas, al trabajo que odias, a las cosas que te encadenan a la tarjeta de crédito, a los noticieros que te envenenan desde la mañana, a los que quieren dirigir tu vida, ahora mismo le puedes decir “basta” al miedo que heredaste, porque la vida es aquí y ahora mismo. Que nada te distraiga de ti mismo, debes estar atento porque todavía no gozaste la más grande alegría ni sufriste el más grande dolor.

Vacía la copa cada noche para que Dios te la llene de agua nueva en el nuevo día. Vive de instante en instante porque eso es la vida.Se gana y se pierde, se sube y se baja, se nace y se muere. Y si la historia es tan simple, ¿por qué te preocupas tanto?.

No te sientas aparte y olvidado, todos somos la sal de la Tierra. En la tranquilidad hay salud, como plenitud dentro de uno. Perdónate, acéptate, reconócete y ámate, recuerda que tienes que vivir contigo mismo por la eternidad.

Borra el pasado para no repetirlo, para no abandonar como tu padre, para no desanimarte como tu madre, para no tratarte como te trataron ellos, pero no los culpes porque nadie puede enseñar lo que no sabe, perdónalos y te liberarás de esas cadenas. Si estás atento al presente, el pasado no te distraerá, entonces serás siempre nuevo.

Tienes el poder para ser libre en este mismo momento, el poder está siempre en el presente porque toda la vida está en cada instante, pero no digas “no puedo” ni en broma porque el inconsciente no tiene sentido de humor, lo tomará en serio y te lo recordará cada vez que lo intentes.

Si quieres recuperar la salud abandona la crítica, el resentimiento y la culpa, responsables de nuestras enfermedades. Perdona a todos y perdónate, no hay liberación más grande que el perdón, no hay nada como vivir sin enemigos. Nada peor para la cabeza y por lo tanto Para el cuerpo, que el miedo, la culpa, el resentimiento y la crítica que te hace juez (agotadora y vana tarea) y cómplice de lo que te disgusta.

Culpar a los demás es no aceptar la responsabilidad de nuestra vida, es distraerse de ella. El bien y el mal viven dentro de ti, alimenta más al bien para que sea el vencedor cada vez que tengan que enfrentarse.

Lo que llamamos problemas son lecciones, por eso nada de lo que nos sucede es en vano. No te quejes, recuerda que naciste desnudo, entonces ese pantalón y esa camisa que llevas ya son ganancia. Cuida el presente porque en él vivirás el resto de tu vida. Libérate de la ansiedad, piensa que lo que debe ser, será, y sucederá naturalmente.

Quiérete mucho y cuando lo estés haciendo, quiérete aún más. Nunca será suficiente. No es egocentrismo, es amor propio, es mucho más. El mundo está dispuesto a sacarnos mil defectos, a criticar nuestras actitudes, nuestro físico, a decir cosas que no son. No te permitas mal vivir, la vida es muy bonita como para perderla en cosas tan insignificantes.
Hace poco me dijeron que las críticas te llegan cuando estás dónde muchos quisieran estar y desde entonces, es una de mis frases favoritas. Aplicable a cualquier situación, a cualquier momento o instante. Envidiarán lo que tienes, lo que eres o como eres, te criticarán por ser una persona abierta o por ser un amante de la soledad, por lo que llevas, por lo que tienes y por lo que no, te llamaran delgado, gordo, feo… Y nunca será suficiente.

(Los textos son de autor desconocido, fueron copiados y recontados por Adonis)

AGRADECER

Abre los ojos al mundo

Muchas veces vivimos la vida sin prestar atención a las pequeñas buenas cosas que nos suceden porque las más “espectaculares” son más evidentes y llaman más la atención.

Sin embargo, si piensas un poco, verás la cantidad de cosas positivas que hay en tu vida. Es fundamental reeducarnos para aprender a pensar en positivo y ver todo lo bueno que vivimos cada día.

En momentos difíciles, o cuando pierdes a alguien, es muy importante ser agradecido con lo que todavía tienes y por las oportunidades que aún se te presentan.Se trata de no enfocarse solo en lo que consideramos malo y buscar lo positivo de cada situación. Porque siempre hay algo favorable, aunque en un principio nos cueste descubrirlo.

Gracias…

A todos los que conocimos y olvidamos,
a los que nos conocieron y nos olvidaron,
a los que recordamos y nos recuerdan,
a los que amamos y ya no,
a los que aún nos saludan cuando los vemos,
aunque ya no nos hablemos.
“Gracias” es una de esas maravillosas palabras que siempre la guardamos para nosotros.
Muchas veces cuando las personas hacen algo por una damos por hecho que ya agradecimos lo que han hecho por nosotros, pero no es así, es importante dar las gracias por cada gesto de bondad que recibimos.
Debemos estar agradecidos cuando alguien nos llama por teléfono para preguntarnos cómo estamos. ¿Quién obliga a una persona llamar a otra? Nadie, solo lo hacen porque nos quieren y nos aprecian.
No seamos personas ingratas y sepamos dar las gracias a cualquier persona que haga algo por nosotros.
Un ejemplo muy claro es que cuando vamos a un salón a tomar un té pagamos la cuenta, rara vez dando las gracias a quien nos estuvo atendiendo lo mejor que pudo.
Yo siempre agradezco, hasta a la persona que trabaja en el supermercado y nos muestra el producto, es un gesto amable y hay que agradecer.
Cuando nos despertamos y abrimos los ojos ¿damos las gracias a Dios por el solo hecho de respirar? Bueno, eso que cada cual lo responda en su interior.
Debemos dar las gracias a los amigos que hemos conocido por Internet, que muchas veces son mejores amigos que los que tenemos a nuestro lado, siempre ofreciéndonos su apoyo.
Cuando vas por la calle, alguien te reconoce, y se acerca para hablar contigo; da las gracias por el hecho de que te hable y sea tu amigo.
Esa palabra tan maravillosa
“Gracias”
Es muy corta pero poco usada.
Siempre demos las gracias.
No lo olvidemos, no cuesta nada dar las gracias.
Al contrario, te hace más grande.
Nunca des las cosas por sentadas, di con palabras lo que sientes, muchas veces por perezosas no llamamos a la casa o a nuestros amigos y cuando llamas ya es tarde pues esa persona ya no está y lo peor es que ya no volverá, como cuando alguien que amamos se va de este mundo y no pudimos hablarle.
No dejemos nada para mañana, muchas veces puede ser demasiado tarde, hoy mismo agradece todo lo que han hecho por ti y empieza por decirle a Dios “muchas gracias Señor por darme un día más para enmendar mis errores” y después, a todas esas personas que hemos dejado de lado…

 Esta debe ser una de las primeras palabras que muchos padres le enseñen a decir a sus hijos. Es una cuestión de modales y todo el mundo parece estar de acuerdo en seguir la costumbre de fomentarla. Cuando nos dan el recibo después de echar gasolina, nos dicen buen provecho o ‘salud’ después de estornudar.

Nos gusta mucho que nos agradezcan, incluso cuando hacemos cosas que nos corresponde hacer. Sentirnos apreciados nos motiva. Por eso es importante hacerle saber a los demás cuando nos gustaría que se nos reconozca lo que hacemos y así no correr el riesgo de sentirnos menospreciados.

(Los textos son de autor desconocido, fueron copiados y recontados por Adonis)

MI VERDAD, TU VERDAD Y LA VERDAD.

SABIAS…

Que siempre existen tres enfoques en cada historia: mi verdad, tu verdad y la verdad.
Que toma mucho tiempo llegar a ser la persona que deseas ser.
Que es más fácil reaccionar que pensar.
Que podemos hacer mucho más cosas de las que creemos poder hacer.
Que no importan nuestras circunstancias, lo importante es cómo interpretamos nuestras circunstancias.
Que no podemos forzar a una persona a amarnos, únicamente podemos ser alguien que ama. El resto depende de los demás.
Que requiere años desarrollar la confianza y un segundo destruirla.
Que dos personas pueden observar la misma cosa, y ver algo totalmente diferente.
Que las personas honestas tienen más éxito al paso del tiempo.
Que podemos escribir o hablar de nuestros sentimientos, para aliviar mucho dolor.
Que no importa qué tan lejos he estado de DIOS, siempre me vuelve a recibir.
Que todos somos responsables de nuestros actos.
Que existen personas que me quieren mucho, pero no saben expresarlo.
Que a veces las personas que menos esperamos, son las primeras en apoyarte en los momentos más difíciles.
Que la madurez tiene que ver más con la experiencia que hemos vivido, y no tanto con los años que hemos cumplido.
Que hay dos días de la semana por los que no debemos de preocuparnos: ayer y mañana, el único momento valioso es ahora.
Que aunque quiera mucho a la gente, algunas personas no me devolverán ese amor.
Que no debemos competir contra lo mejor de otros, sino competir con lo mejor de nosotros mismos.
Que puedo hacer algo por impulso y arrepentirme el resto de mi vida.
Que la pasión de un sentimiento desaparece rápidamente.
Que si no controlo mi actitud, mi actitud me controlara a mí.
Que es más importante que me perdone a mí mismo a que otros me perdonen.
Que no importa si mi corazón está herido, el mundo sigue girando.
Que la violencia atrae más violencia.
Que decir una verdad a medias es peor que una mentira.
Que las personas que critican a los demás, también me criticarán cuando tengan la oportunidad.
Que es difícil ser positivo cuando estoy cansado.
Que hay mucha diferencia entre la perfección y la excelencia.
Que los políticos hablan igual en todos los idiomas.
Que es mucho mejor expresar mis sentimientos, que guardarlos dentro de mí.

Cada persona capta la realidad desde su propia realidad individual y desde su manera personal de construir su visión de la vida y del mundo. Y en esta captación y construcción de la realidad hay que tener en cuenta, como mínimo, la cultura donde hemos nacido, si tenemos alguna limitación física, psíquica o sensorial, si eres niño, joven, adulto o anciano, si eres hombre o mujer, si eres rico o pobre, si donde vives hay guerra o paz.

Nuestra verdad no es la verdad de los demás aunque haya aspectos en común e incluso podamos compartir verdades muy parecidas. Nuestra verdad es el resultado de nuestra propia experiencia y de nuestra manera concreta de acercarnos a la realidad de las cosas, situaciones y personas. Cada persona vive la vida a su medida, saca sus propias conclusiones y a partir de aquí concibe la verdad como algo seguro y concreto.

(Los textos son de autor desconocido, fueron copiados y recontados por Adonis)

 

LA LUZ DEL MUNDO

Brilla para dar brillo

Cierto día, el fósforo le dijo a la vela:

• Hoy te encenderé.
• ¡Oh no!, dijo la vela, tú no te das cuenta que, si me enciendes, mis días estarán contados; no me hagas una maldad de esas.
• ¿Entonces tú quieres permanecer así toda tu vida? ¿Dura, fría y sin haber brillado nunca? preguntó el fósforo.
• ¿Pero tienes que quemarme? Eso duele y además consume todas mis fuerzas, murmuró la vela.
Entonces respondió el fósforo:
• ¡Tienes toda la razón!. Pero esa es nuestra misión. Tú y yo fuimos hechos para ser luz y lo que yo como fósforo puedo hacer es muy poco, mi llama es pequeña y mi tiempo es corto. Pero si te paso mi llama, habré cumplido con el propósito de mi vida; yo fui hecho justamente para eso, para comenzar el fuego.
Ahora, tú eres una vela y tu misión es brillar. Todo tu dolor y energía se transformará en luz y calor por un buen tiempo.
Oyendo eso, la vela miró al fósforo que ya estaba en el final de su llama y le dijo:
• ¡Por favor, enciéndeme!
Y así produjo una linda y brillante llama.

Así como la vela, a veces, es necesario pasar por experiencias duras, experimentar el dolor y sufrimiento para que lo mejor que tenemos surja, sea compartido y podamos ser luz.
Recuerda que “mar calmado no hace buenos marineros”, los mejores son revelados en las aguas agitadas.
Entonces, si tuvieras que pasar por la experiencia de la vela, recuerda que servir y compartir el amor es el combustible que nos mantiene vivos.

¡Eres la luz del mundo y tu misión es irradiar esa luz!

Nunca olvides que siempre debemos ser luz. Una luz que guíe, no que opaque o ciegue.

Ser luz significa comprometerse con el hermano, convivir, perdonar, servir, hacer que la vida en familia sea un oasis de alegría y apoyo recíproco.

El perfume de una vida plena es la humildad. Hay gente que encandila pero no mira a nadie porque solo quiere brillar ella. Otra gente tiene luz interior y la contagia con su actitud y atrae a los demás. El magnetismo de una persona se basa en su humildad. De nada sirve ser luz si no vas a iluminar el camino de los demás.

Toda la oscuridad del mundo no puede apagar una vela.

A la oscuridad no se la combate con guerras, sino con la luz que podamos aportar desde nuestro interior.

Y por eso hay que mirar dentro de uno mismo. Cuando estoy en mi centro, tengo vivencias y elijo el poder del amor y sé compartir; cuando salgo a la periferia sólo sobrevivo y opto por el amor al poder, a querer controlar todo y competir.

En la medida en que trabajemos sobre nosotros, mejoraremos nuestros vínculos con los demás.

La humildad es  el valor clave y que se antepone a todos los demás.

Y la humildad lleva al agradecimiento. Como agrado del ser, no como cortesía. O soy agradecido o no soy agradecido. O se es agradecido o se vive instalado en la queja. Dime cuanto agradeces y te diré cuanto aprendiste a vivir. Si vives agradeciendo, las personas se te acercarán. Si vives en la queja, se alejarán

Los regalos auténticos de la vida no vienen envueltos con lacitos. Por eso cuesta tanto reconocerlos. El agradecimiento es la memoria del corazón

El amor y el entusiasmo con que las personas hacen su trabajo no se puede comprar.

(Los textos son de autor desconocido, fueron copiados y recontados por Adonis)

 

AMAR

¿Que sientes?

Por amor se sufre, se lucha y es el motivo más grande para vivir. El amor complica la vida, pero es muy difícil vivir sin ser amado.

Unos sufren porque no son amados como esperan, otros sufren porque no son correspondidos y otros simplemente no saben ni siquiera qué quieren del amor.

El amor es un lazo emocional que crea conexiones profundas, por esta razón es necesario y, al mismo tiempo, es tan doloroso.

Alguien que te ama de verdad pone tus necesidades antes de las suyas, quiere que seas feliz  y tu felicidad es suficiente para hacerla feliz, quiere hacer las cosas que tú quieres y no se queja de tus intereses o aficiones, incluso si no le gustan las mismas cosas que a ti, una pareja que realmente te ama te permitirá salir y hacerlas, sin recurrir a la culpa. Eres la persona más importante para alguien que te ama de verdad. Te trata como si disfrutara estar cerca tuyo y quisiera que tú te sientas bien. Así es como pone tus necesidades por delante de las suyas.

Cuando eres verdaderamente amado, te sientes feliz y contento. En una relación amorosa, no te sientes rebajado, deprimido, triste ni ansioso. En cambio, una persona que realmente te ama te hace sentir seguro, adorado, emocionado y cómodo. Una pareja que te ama te alienta a que te sientas bien acerca de quién eres y te motiva a querer superarte, no te detiene, no te hace sentir inseguro, ni daña tu autoestima. El verdadero amor de una pareja se trata de hacer que te sientas mejor que nunca. Alguien que ama de verdad no obstaculiza tu sentido de ti mismo, sino que saca a relucir lo mejor de ti y te ayuda a sentirte bien acerca de quién eres.
Alguien que ama de verdad no es celoso, no trata de herir tus sentimientos, no te avergüenza intencionalmente ni se burla de ti. Cuando una pareja realmente te ama, respeta tus sentimientos y te permite tener una vida más allá, no es controlador, grosero, hiriente, ni rencoroso. Una pareja amorosa es aquella que quiere que seas feliz, incluso si eso significa dejar de lado su propia felicidad. Alguien que te ama de verdad quiere lo mejor para ti, porque sientes que es lo mejor para ti, no para él. Él te da libertad para tomar tus propias decisiones y es compatible con esas decisiones lo mejor que puede. Puedes sentir el amor de alguien que realmente te ama porque te hace sentir como una mejor persona.
Puedes saber si alguien te ama de verdad por la manera en que se contactan contigo.

Si tu pareja te besa amorosamente, te toca de una manera que te hace sentir bonito, te abraza con fuerza y te mira como si estuviera sorprendido por ti, lo más probable es que realmente te ama. Pero gran parte de esto ocurre durante el primer año de las citas por lo que si tu pareja no hace más estas cosas no quiere decir que no te ama sinceramente. Esto significa que se siente cómodo contigo. Una persona que realmente te ama te lo mostrará en lugar de simplemente decirlo. Es posible que te sonría a través de una habitación, te haga un plato para ti en la cena, o incluso levante los platos de inmediato para que no tengas que hacerlo. Estos también son signos de que una persona realmente te ama. El verdadero amor viene de mostrarlo, no decirlo. Así que escucha lo que tu pareja está diciendo a través de sus acciones para saber si realmente te ama.

(Los textos son de autor desconocido, fueron copiados y recontados por Adonis)

MENTE SANA

 Vivir el aquí y ahora

Eres soltero y te falta compañía.
Estás en pareja y te falta libertad.
Trabajas y te falta tiempo.
Tienes demasiado tiempo libre y te gustaría trabajar.
Eres joven y quieres crecer para hacer las cosas de los adultos.
Eres adulto y te gustaría hacer las cosas de los jóvenes.
Estás en tu ciudad pero te gustaría vivir en otro lugar.
Estás en otro lugar pero te gustaría volver a tu ciudad…
Tal vez es hora de dejar de mirar siempre a lo que nos falta y empezar a vivir en el presente, realmente apreciando lo que tenemos.
Disfruta el aroma de tu hogar antes de abrir la puerta y salir a buscar los perfumes del mundo.
Porque nada se da por sentado, y todo es un regalo.
Dale valor…

Solo fracasan quienes no lo intentan. Intentar vivir el presente, hacerlo con nuevas experiencias, cambiar la forma de pensar y, en definitiva, poner el foco de atención en lo que vemos, oímos, sentimos y hacemos, es la clave de la felicidad.

El ahora es el momento en el que podemos hacer cambios en nuestra vida, no el pasado. Es ahora que podemos elegir cómo sentirnos, cómo pensar, y cómo actuar. El presente es lo que existe y podemos controlarlo. El pasado y el futuro son cosas que no están, que no existen.

Cuando somos capaces de focalizar nuestra atención en el presente, nuestra mente se ve liberada de pensamientos negativos pasados o futuros. Cuando la concepción de lo que somos se basa en los recuerdos malos, cosas que, ojalá, no hubiéramos vivido, vivimos en un sufrimiento continuado. Por ese motivo debemos aceptar nuestro pasado como un aprendizaje, no como un determinante de nuestro presente.

Pienso que la felicidad es una actitud, que se puede aprender y entrenar. Que no depende de mi entorno, ni de lo que tengo o de lo que me pasa, que depende más de cómo gestiono yo todo eso.

la felicidad es individual

 Cada uno posee el secreto de su propia felicidad, no a todos nos hace feliz lo mismo. No reside en obtener cosas o cosechar éxitos, es decir, no es la meta lo que me hace feliz, es el camino. 

La felicidad es un estado de bienestar psicológico, una sensación de sentirse bien con uno mismo y con lo que tiene, sin importar lo que falta o lo que tiene el otro. Es llenarse de momentos agradables y saberlos disfrutar, sean breves o largos, requieran un esfuerzo o no. Es un estado de satisfacción plena conmigo y con mi vida.

Si buscas felicidad en el diccionario te saldrá algo parecido a esto:“Estado de ánimo de la persona que se siente plenamente satisfecha por gozar de lo que desea o por disfrutar de algo bueno.”

Al final todo es transitorio en la vida, todo está de paso, nada perdura inmóvil. Unas cosas vienen y otras se van y yo debo aprender a aceptar todo esto sin aferrarme a las cosas ni a las personas, sabiendo que todo pasará, tanto lo bueno como lo malo, nada perdura para siempre

Cuando pases un mal momento en tu vida recuerda: esto también pasará. Pero cuando estés pasando por uno bueno piensa: esto también pasará. El primero te servirá para relativizar el dolor, el segundo para no aferrarte a las cosas.

Puedo aprender a ser feliz y además solo depende de mí. No depende de lo que tengo o de quién me rodea, solo de mí. Así que voy a empezar a hacerme responsable de mi felicidad desde hoy.

Pues para tener una mente sana y sentir ese bienestar que da la felicidad también toca trabajar:

Hay que atreverse a sacar partido a tu energía sin que esta tenga que tener un plazo idílico para aparecer. Piensa que solo explorando la que ya tenemos encontraremos nuevas fuentes para cargarnos de ella. La vida se va componiendo de etapas y todas tienen un encanto especial que muchas veces solo apreciamos cuando las vemos en retrospectiva.

(Los textos son de autor desconocido, fueron copiados y recontados por Adonis)

APRENDE A VIVIR

No te culpes

Nunca enseñes nada a nadie. Aunque sepas con certeza que tendrás razón. Recuerda cuánto te molestó una vez. Y tú mismo…¿Seguiste el consejo de tus mayores?
No trates de ayudar si no se te pide. No le impongas a nadie. No trates de proteger a tus seres queridos de todas las desgracias del mundo. Solo ámalos.
¡No te quejes! De tu salud, de tus vecinos, del gobierno, de tu fondo de pensiones. No te conviertas en una vieja pelea en el banco en la entrada.
No esperes gratitud de los niños. Recuerda: no hay hijos desagradecidos, hay padres estúpidos que esperan gratitud de sus hijos.
No digas frases como: Yo a tu edad.. Te he dado los mejores años…′ Soy mayor, así que lo sé mejor… Esto es insoportable.
No desperdicies tu último dinero en tratamientos anti edad. Es inútil. Mejor gastarlo en un viaje.
No te mires al espejo y no te maquilles en una habitación oscura. No te adueñes a ti misma. Y trata de lucir lo más elegante posible. Precisamente elegante, no juvenil. Créeme, es mejor así.
Cuida a tu pareja, aunque se convierta en rugoso, indefenso y gruñón. No olvides que una vez fue joven, fuerte y alegre. Recuerda que una vez fue joven, flaco, guapo. Y tal vez sea el único que realmente te necesita ahora…
No trates de mantenerte al día a toda costa: para entender las nuevas tecnologías, para seguir las noticias de forma obsesiva, para estudiar constantemente algo nuevo, para no quedarte atrás con los tiempos. Esto es divertido. Haz lo que quieras.
¡Cuanto logras!
No te culpes por nada. Lo que sea que haya pasado con tu vida o con la vida de tus hijos, hiciste todo lo posible.
Haz lo mejor que puedas, esto es muy importante. Y recuerda, si sigues viva, alguien te necesita.

Lo que sirve para unos no sirve para otros. Pero, imagínate esta situación…imagina que, vas caminando por la calle, dando un paseo con un amigo tuyo. Pero, empiezan a molestarte los zapatos. Son nuevos y te hacen rozaduras por varias partes del pie. Cada vez te molestan más, y cada vez necesitas caminar más despacio porque te hacen daño y cojeas.

Se lo dices a tu amigo y este, que lleva dos tallas menos de zapato que tu, te dice. “Toma, ponte los míos, yo tengo otro par en mi mochila. Póntelos, son muy cómodos, yo los tengo hace tiempo y nunca me han molestado. Caminarás perfectamente con ellos”.

Bien pues, esto exactamente es lo que ocurre con los consejos que damos o que recibimos. Lo que sirve para una persona, cabe la posibilidad de que no sirva para otra.

Filosofía de vida

— La mejor filosofía para vivir en la vida, es vivir con amor… Con amor por nosotros mismos y por los demás, a pesar de todo lo que suceda.
— Acepta a cada quien como es y no permitas que nadie cambie tu esencia, tu estado de ánimo, ni tus valores.
— No hay venganza como el olvido.
— Ama siempre un poco más a quien lo merece, porque quien te ama, te cuida, te protege, está allí para hacer tu vida, más armónica y placentera. Está contigo para apoyarte, para hacerte reír, para recordarte que la vida es bella.
— Entrega todo lo que puedas, pero no esperes nada de nadie. Mejor deja que te sorprendan y no que te decepcionen.
— No te sientas culpable por hacer lo que te haga feliz, si con eso no haces daño a otra persona.
— Tu felicidad no depende de la aprobación de nadie, solo depende de ti.
— Trata de hacer el bien, pero si no puedes hacerlo, por lo menos no hagas daño. Nunca te adaptes a lo que no te hace feliz, la vida siempre te tendrá algo diferente.
— Lo que tu corazón te dice a gritos, no trates de ignorarlo por miedo o por temor.
— No necesitas competir con nadie, porque la única competencia es contigo mismo.
— Si te preocupa lo que otros piensan de ti, siempre serás su prisionero. Odiar es gastar energía en alguien que no merece ni ser recordado. No tienes que herir para enseñar y no tienes que ser herido para aprender.
— El perdón es la llave que abre la puerta del resentimiento y las esposas del odio. Es un poder que rompe las cadenas de la amargura y abre los candados del egoísmo.
— Ser una buena persona no depende de tu estatus, tu religión, tu raza, el color de tu piel, ni de tus ideas políticas. Mucho menos de tu cultura o tu educación. Ser una buena persona depende de si tratas bien a los demás.
— Serás verdaderamente valioso, cuando no necesites defender tu importancia. El fracaso es parte de la vida; si no fracasas no aprendes y si no aprendes, no cambias.
— Cuando vuelvas a pensar que te pides demasiado, vuelve a considerar cuanto te mereces.
— Si no trabajas para cumplir tus sueños, alguien te contratara para que trabajes por los suyos.
— Mientras te preocupes por lo que otros piensen de ti les perteneces.
— Hay personas que alegran la piel, otras los oídos o la vista, pero muy pocas alegran el corazón.
— Inteligencia es guardar silencio, cuando el ignorante hace ruido.
— La gente inteligente habla de ideas, la gente común habla de cosas, la gente mediocre habla de gente.
— Para entender el corazón y la mente de una persona, no te fijes en lo que ha hecho no te fijes en lo que ha logrado sino en lo que aspira a hacer.
— No puedes obligarte a ti mismo a sentir algo que no sientes, pero si puedes obligarte a hacer el bien, a pesar de lo que sientes.
— Saca de tu vida todo aquello que te envenena el alma, los sentimientos más negativos que no aportan la luz que deseamos sumar a nuestra existencia.
— Un hombre se puede equivocar muchas veces, pero no se convierte en un fracaso hasta que empiece a culpar a otros por sus propios errores.
— Si piensas que el silencio no es una respuesta… Aún te falta mucho por aprender.
— Con una mentira suele irse muy lejos, pero sin esperanzas de volver. Proverbio judío.
— Sé valiente y aprende a darle a tu vida las ausencias que necesitas, porque resultan un verdadero triunfo.
— El silencio es el único amigo que jamás traiciona.
— El perdón no es un regalo que demos a otro, nos lo ofrecemos a nosotros mismos.
— Dominar a otros es fortaleza, dominarnos a nosotros mismos es el verdadero poder. La mayor de las batallas es con nosotros mismos, con nuestros temores y debilidades.
— Cuando las expectativas de uno se reducen a cero, uno aprecia realmente todo lo que tiene.
— Es preferible agitarse en la duda, que descansar en el error.
— Los únicos límites de nuestros logros del mañana, son nuestras dudas de hoy.
— Tu mente es una casa de tesoros que debes abastecer bien y es la única parte de ti donde el mundo no puede intervenir.
— El que tiene salud tiene esperanza, y el que tiene esperanza es dueño de todo.
— El primer síntoma de que estamos matando nuestros sueños, es la falta de tiempo.
— La única cosa que compramos y nos hace más ricos, es viajar.
— Hay dos formas de ver la vida: una es creer que no existen milagros, la otra es creer que todo es un milagro.

No está la felicidad en vivir, sino en saber vivir. Ni vive más el que más vive, sino el que mejor vive.

(Los textos son de autor desconocido, fueron copiados y recontados por Adonis)

SI VOLVIERA A VIVIR…

¿Cambiaría alguna cosa?

Si pudiera vivir nuevamente mi vida.
En la próxima trataría de cometer más errores.
No intentaría ser tan perfecto, me relajaría más.
Tomaría muy pocas cosas con seriedad.
Sería menos higiénico

Correría más riesgos, haría más viajes, contemplaría
más atardeceres, subiría más montañas, nadaría más ríos.
Iría a más lugares adonde nunca he ido, comería
más helados y menos habas, tendría más problemas
reales y menos imaginarios.
Por si no lo saben, de eso está hecha la vida, solo de momentos;
no te pierdas el ahora.

Yo era uno de esos que nunca iban a ninguna parte sin termómetro,
una bolsa de agua caliente, un paraguas y un paracaídas;
Si pudiera volver a vivir, viajaría más liviano.

Si pudiera volver a vivir comenzaría a andar descalzo a principios
de la primavera y seguiría así hasta concluir el otoño.

Si tuviera mi vida para volver a vivir, hubiera querido menos y escuchado más.

Me habría sentado con las patas de cruz en el césped con mis hijos y nunca me había preocupado por las manchas de hierba.

Yo hubiera llorado y reído menos mientras veo la televisión. Y más mientras ves la vida real.

Yo hubiera comido menos queso de casa y más helado

Si volviera a vivir escucharía más para saber la verdadera intención de los demás en vez de hablar como un loro sin parar.

Si volviera a vivir prestaría más atención a lo que dice mi corazón que suele tener la razón en vez de seguir con lo que dicen los demás.

Si volviera a vivir jugaría con cada objeto y cada idea que pasa por mi vida para sacar provecho de todo en vez de experimentar muy poco.

Si volviera a vivir amaría con más intensidad arriesgándome al ridículo de parecer muy bobo en vez de solo querer sentirme seguro.

Si volviera a vivir cometería más errores tomando el camino menos transitado en vez de aquello que está más pisado.

Si volviera a vivir disfrutaría más de cada instante viendo la maravilla de cada cosa en vez de vivir con tanta cotidianidad.

Si volviera a vivir prestaría más atención al ciclo mágico de la vida que nos envuelve en vez de tomar todo por dado.

Si volviera a vivir seguiría las verdades que naturalmente ofrece la vida en vez de moldear y crear la verdad solo de mi propia verdad.

Si volviera a vivir expresaría mi amor a aquellos que amo con más frecuencia en vez de esperar aquél día cuando sería solo un añorar.

Si volviera a vivir respiraría con más intención sintiendo le energía de la vida en vez de succionar aire a diario sin prestar ninguna atención.

Si volviera a vivir estaría más consciente de generar buenas preguntas sobre mis dudas en vez de generar solo respuestas a cada pregunta.

Si volviera a vivir utilizaría más tiempo para pensar y contemplar en vez de llenar mi mente con tanto bombardeo del mercadeo y de los medios.

Si volviera a vivir tomaría más en cuenta los ancianos escuchando sus cuentos y su sabiduría en vez de echarles a un lado para seguir mi camino.

Si volviera a vivir me rodearía con aquellas personas que se centran en la paz y la armonía en vez de aquellas que son ruidosas y fanfarronas.

Si volviera a vivir estaría pendiente de cada amanecer y cada atardecer que crean una obra de arte en vez de andar sin estar consciente del ambiente.

Si volviera a vivir iría a vacaciones imaginarías a los lugares más mágicos de mi mente con más frecuencia en vez de esperar sólo ir en físico.

Si volviera a vivir llamaría a más amigos y conocidos para expresar mi amor en vez de dejar de llamarlos para otro día que tal vez jamás venga.

Si volviera a vivir tendría más plantas y mascotas que representan una parte importante del ciclo de la vida en vez de vivir en un ambiente infecundo y estéril.

Lo más maravilloso de todo eso es que ahora me he dado cuenta que he vuelto a vivir porque cada día es un nuevo nacer que me da la oportunidad de volver a vivir…

(Los textos son de autor desconocido, fueron copiados y recontados por Adonis)

QUÉDATE CON TU TENEDOR

Lo mejor está por venir

¡Después de escuchar esta historia, nunca volveré a mirar un tenedor de la misma manera!

¡Quédate con tu tenedor!
Había una mujer joven a la que le habían diagnosticado una enfermedad terminal y le habían dado tres meses de vida. Así que mientras estaba poniendo sus cosas ‘en orden’, se puso en contacto con su pastor y le pidió que fuera a su casa para discutir ciertos aspectos de sus deseos finales.

Ella le dijo qué canciones quería que se cantaran en el servicio, qué escrituras le gustaría leer y con qué atuendo quería ser enterrada. Todo estaba en orden y el pastor se estaba preparando para irse cuando la joven de repente recordó algo muy importante para ella.

“Hay una cosa más”, dijo emocionada.
“¿Que es eso?” fue la respuesta del Pastor.
“Esto es muy importante”, continuó la joven. “Quiero que me entierren con un tenedor en la mano derecha”.

El pastor se quedó mirando a la joven, sin saber muy bien qué decir.
“Eso te sorprende, ¿no?” preguntó la joven.
“Bueno, para ser honesto, estoy desconcertado por la solicitud”, dijo el pastor.

Explicó la joven. “Mi abuela me contó una vez esta historia, y desde ese momento siempre he tratado de transmitir su mensaje a los que amo y a los que necesitan aliento. En todos mis años de asistir a eventos sociales y cenas, siempre recuerdo que cuando los platos del plato principal estaban siendo retirados, alguien inevitablemente se inclinaba y decía: “Quédate con tu tenedor”. Era mi parte favorita porque sabía que vendría algo mejor … Como un pastel de chocolate aterciopelado o un plato hondo con tarta de manzana. ¡Algo maravilloso y con sustancia! ”

“Entonces, solo quiero que la gente me vea allí en ese ataúd con un tenedor en la mano y quiero que se pregunten …” ¿Qué pasa con el tenedor? “Entonces quiero que les digas:” Quédate con tu tenedor … Lo mejor está por venir.”

Los ojos del pastor se llenaron de lágrimas de alegría mientras abrazó a la joven y se despidió. Sabía que esta sería una de las últimas veces que la vería antes de su muerte. Pero también sabía que la joven tenía una mejor comprensión del cielo que él. Tenía una mejor comprensión de cómo sería el cielo que muchas personas que le doblaban la edad, con el doble de experiencia y conocimiento. Sabía que se avecinaba algo mejor.

En el funeral la gente pasaba junto al ataúd de la joven y vieron el manto que vestía y el tenedor colocado en su mano derecha. Una y otra vez, el pastor escuchó la pregunta: “¿Qué pasa con el tenedor?” Y una y otra vez sonrió.

Durante su mensaje, el pastor le contó a la gente sobre la conversación que tuvo con la joven poco antes de su muerte. También les habló del tenedor y de lo que simbolizaba para ella. Le dijo a la gente que no podía dejar de pensar en el tenedor y les dijo que probablemente tampoco podrían dejar de pensar en él.
Él estaba en lo correcto. Así que la próxima vez que alargues la mano para coger el tenedor, deja que te recuerde, muy suavemente, que lo mejor está por llegar. Los amigos son una joya muy rara, de hecho. Te hacen sonreír y te animan a triunfar. Aprecia el tiempo que tienes y los recuerdos que compartes. Ser amigo de alguien no es una oportunidad, sino una dulce responsabilidad.
Comparte esto con todos los que consideres AMIGOS … y apuesto a que será un mensaje que recordarán cada vez que tomen un tenedor.

Y recuerda … ¡quédate con el tenedor!

(Los textos son de autor desconocido, fueron copiados y recontados por Adonis)

ALGUIEN MUERE…

Sigue cerca de ti

Cuando alguien muere, no se va solo. Se lleva parte de tu alma para confeccionar sus alas, de esta manera logra volar junto a ti. No se va solo. Se lleva tu voz y escucha con atención, de esta manera logra guiarse en el camino.
Se lleva los recuerdos, de esta manera se ríe durante el camino para no aburrirse.
Cuando alguien muere, no te deja solo, te deja parte de su alma, de esta manera sabrás que está bien. No te deja solo, te deja su voz, de esta manera será tu conciencia. No te deja solo, te deja los recuerdos, de esta manera reirás con él.

Cuando alguien muere, sucede algo mágico, un tanto inexplicable, no se quiere alejar, entonces cambia de cuerpo para estar contigo. Busca en los demás un fragmento de él, busca bien y lo encontrarás; hay mucha gente que falta por conocer, muchos de ellos tendrán parte de él, ábrete a gente nueva, haz más amigos, llénalos de amor, llora y ríe con ellos, que sean dos cuerpos y una sola mente.

Cuando alguien muere, no se quiere alejar. Cuando se te nubla la vista, es él que pasa frente a ti; cuando te dan escalofríos, es él que te abraza; cuando tienes frío por la noche, es él quien toma la cobija; cuando te tropiezas, es él quien te mete el pie para reírse un poco; cuando no te puedes peinar, es él quien se burla de lo mal que te ves; cuando te ríes de la nada, es él quien te cuenta un chiste y ni cuenta te diste.

Cuando alguien muere, no es para que te pongas triste, es difícil de entender pero es verdad: Él está mejor allá y quien mejor que él para guiarte mientras llega el momento que te toca partir, pues espera con ansias ver tu rostro y reírse a carcajadas contigo de nuevo…

¿A dónde va la gente cuando muere?

Mucha gente cree que, cuando alguien muere, lo único que muere es su cuerpo. Es como cuando una botella llena de agua se rompe y pierde toda utilidad. El recipiente se ha hecho trizas, pero lo que había dentro el agua perdura. La parte de la persona que perdura tras la muerte del cuerpo a menudo se denomina “alma” o “espíritu”. Algunas personas creen que el alma es la parte del ser humano que ama, siente y crea; es la parte que nos convierte en quienes somos.

¿Qué es el duelo?

Cuando perdemos a un ser querido, lo pasamos mal. Nos entristece pensar que esa persona dejará de estar a nuestro alrededor, que no podremos hablar con ella ni pasárnoslo bien juntos. Esa ausencia deja un profundo hueco en nuestras vidas. Tal vez tenías una mascota en casa que murió. ¿Te acuerdas de las primeras veces que entraste en casa tras la muerte de tu gato o de tu perro? Te extrañó no encontrarlo allí y lo echaste de menos. Si lloraste, está bien. Necesitamos expresar la tristeza y lamentar la pérdida de los animales u otros seres queridos cuando les llega la muerte.

Pero, como cuando te pelas la rodilla, el intenso dolor inicial desparecerá con el tiempo. La herida tardará un tiempo en curarse, pero te irá doliendo un poco menos cada día. Cuando alguien muere, ocurre lo mismo. Eso no significa que olvidemos o dejemos de echar en falta a la gente que ha muerto. Al cabo de un tiempo, podemos proseguir con nuestra vida, sin dejar por ello de querer al fallecido y recordándolo siempre.

Recordar a las personas fallecidas que queremos es una forma de mantenerlas vivas en nuestro recuerdo. Las fotos nos ayudan a hacerlo. Mirar un álbum de fotos puede ayudarnos a recordar los momentos felices que compartimos con esas personas. Muchas familias entierran los cuerpos de sus seres queridos en un cementerio. Luego pueden ir a visitar sus tumbas. No es que crean que las personas muertas están allí; solo se trata de un lugar especial para ir a pensar en lo mucho que significaron esas personas para ellos.

Cada persona marca su propio ritmo para sentir que ha despedido como merece a quien ya no está. Los actos pueden quedarse cortos por lo que la forma en la que cada cual gestione su duelo y tome su tiempo para despedirse deben ser respetados.

La mejor forma de acompañar el duelo es el respeto, la cercanía y la comprensión

(Los textos son de autor desconocido, fueron copiados y recontados por Adonis)

LA VIDA ES UN REGALO DEL UNIVERSO

Disfruta del paseo de vivir

Ver todo lo que tienes en tu vida podría ayudarte a reconocer que realmente tienes todo lo que necesitas en este momento. Toma un inventario mental de todo en tu vida… Tu familia, amigos, hogar, o trabajo. Si te imaginas que cada una de estas cosas es un regalo del universo, es posible que te sea más fácil ver lo afortunado que eres. Las gracias al universo a lo largo del día podría ayudarte a valorar lo que tienes aún más.
Nuestras vidas son un regalo del universo. A pesar de que puede parecer que todo lo que tenemos es algo por lo que hemos trabajado, es el universo que nos otorga tan buena fortuna. Pensar en las situaciones en las que nos encontramos al azar y las oportunidades que suceden a nuestro camino nos permiten ver la mano del universo en nuestras vidas. Agradeciendo al universo hoy demostrará su comprensión de los tesoros que son las bendiciones en tu vida y te harán apreciar todo lo que tienes

Lo que tienes que hacer es disfrutar del paseo mientras estás en él. Piensa en positivo, sé positivo, y las cosas positivas van a suceder. No estropear lo que tienes al desear lo que no tienes. Disfruta de tus bendiciones ahora mismo. Recuerda que lo que tienes ahora, fue una vez entre las cosas que solo habías esperado. Date cuenta de esto… Trabaja en ser tan agradecido y feliz que cuando los demás te miran, se vuelven un poco más felices también.

Empieza a ser más agradecido. Aprende a centrarse en las cosas que suceden en tu vida que puedes estar dando por sentado. Aprecia a los amigos que tienes, la familia que tienes, los artículos materiales que tienes, la comida que tienes y cualquier otra cosa que tengas. Aprecia todo. Sé agradecido y realmente lo significa. Toma un momento ahora mismo para empezar a apreciar las cosas que te rodean. Hay un montón de cosas a tu alrededor en todo momento por las que puedes estar agradecido. Haz de esto un hábito constante y te vas a sentir genial darte cuenta de todo lo que hay que estar agradecido.

Haz lo mejor de donde estás… Acepta la situación en la que te encuentres y uso como una base sobre la que puedes construir la vida que estás soñando. Pasa más tiempo haciendo las cosas que realmente te gusta hacer, con la gente que aprecias. Valora cada momento de tu vida, apreciar como un regalo precioso y recuerda que nunca sabes cuánto tiempo te queda. No permitas que tu vida sea dominada por el miedo o la preocupación, sino que en cambio ten el valor de ponerse de pie y tomar un riesgo. Aprende a ser feliz con lo que ya tienes, en lugar de hacer que tu felicidad depende de influencias externas, como la riqueza y las cosas materiales. Ten compasión por los demás y mira si puedes dar algo de vuelta, creando un valor para los demás. Deja que tu creatividad fluya, mira a dónde te lleva y nunca permita que las excusas se quede entre tú y la vida que aspirar.

Cada uno andamos diferentes caminos, todos tenemos montañas separadas para escalar. Esa no es la diferencia, sin embargo, la diferencia es lo que hacemos cuando llegamos a la cima. Algunos lo hacen con gracia y amablemente llegar y ayudar a otro. Algunos se vuelven privilegiados y piensan que son mejores que los que están en el fondo, algunos nunca llegan a la cima, pero siempre están en una lucha infinita. Espero que si alguna vez llego a la cima de mi montaña, que tenga la gracia y la bondad en mi corazón para ayudar a alguien a subir el suyo.

(Los textos son de autor desconocido, fueron copiados y recontados por Adonis)

NO EXISTE LAS PAREJAS PERFECTAS

Amores reñidos, amores queridos

Hemos oído desde siempre expresiones como “amores reñidos amores queridos”, o “quien bien te quiere te hará llorar” y son más peligrosas e irracionales de lo que a simple vista parecen. Ya no digo la influencia de las canciones, del cine etc donde se considera amor a sentimientos que muchas veces no tienen que ver con esto. Aun cuando exista el amor no es suficiente si faltan otros ingredientes esenciales como el respeto, la confianza, la pasión, el apoyo … He oído a muchas personas maltratadas tanto físicamente como  expresar “es que le quiero” “es que en el fondo él me quiere” cuanto error y cuantas vidas destrozadas. Si alguien te merece no te hará sufrir. Piensa que eres realmente importante como para poder prescindir de una persona que consciente o inconsciente te haga daño. Que amar excesivamente a alguien que no te hace bien, es quitarte amor hacia ti mismo/a, anularse…Que el amor no implica sufrimiento, cansancio, forzar las cosas. Que el apego y la dependencia no es amor.

Independientemente del amor idealizado que se transmite en los cuentos, y que el final suele ser el principio de la relación, todos los cuentos terminan con el príncipe y la princesa que se casan y son felices y comen perdices, pero nunca es el final del cuento sino el principio. A veces comen perdices y otras veces las perdices se los comen a ellos.

Sentir amor no es suficiente en una pareja, y es la justificación que muchas veces usamos para no romper una situación que nos hace daño. Tal vez han sido demasiadas veces las que has tenido que romper a pesar de los sentimientos, pero cuando eso ocurre es porque realmente la relación poco tiene que ver con el amor.
Es fácil saber cuando una relación se torna en algo irracional, fácil verlo y fácil auto engañarse. No importan los sentimientos si tienes que mendigar por amor, no importan los sentimientos si esa persona consciente o inconscientemente te hace daño.
Además hay que saber que el amor real es el natural, el que suma y no resta, en el que hay un equilibrio por las dos partes, no tiene uno que sacrificarse por el otro, ni faltarse el respeto hacia sí mismo.
Puede que parezca complicado y doloroso alejarse de una persona por la que se tienen sentimientos, pero tiene que prevalecer el más importante que es el amor hacia uno mismo. Si algo te hace daño se hace urgente despertar, y preguntarnos que queremos y si merecemos estar donde no tenemos que estar. Cambia la concepción de lo que es el amor, porque nada tiene que ver con el sufrimiento.
Si esperas a que la persona cambie, es porque esa persona no es realmente la que puede hacerte feliz.Y seguro en algún lugar hay alguien que estaría feliz de estar contigo, Y si la casualidad o la vida no lo ponen a tu vera, más vale una soledad digna que una pareja a medias.

No existen las parejas perfectas, todos somos diferentes y cuando estás conociendo a alguien puede haber muchos aspectos de su personalidad que no te agradan, pero hay ciertas conductas que no se pueden permitir. Los celos infundados son un virus, atacan a la persona y no habrá ninguna explicación que calme a la persona celosa.
Los celos son inseguridad, y ataca a uno de los aspectos más importantes de la pareja la confianza. Si tú decides iniciar una relación de pareja es fundamental la confianza, y asumir que puede ser natural sentir celos pero todo lo que no se vea objetivamente es un invento de la mente.
Si tu pareja sufre de celos y tu sabes bien que no haces nada para que pueda sentirse así, puedes perdonar una vez pero si ves que es constante, lo que querrá decir esa situación es que esa persona no puede tener una relación y que al final acabara anulándose y destrozándose como persona. Huye si estas a tiempo, los celos no son un halago, son un tipo de maltrato.

(Los textos son de autor desconocido, fueron copiados y recontados por Adonis)

DALE TIEMPO A DIOS

 Dios te responde

A veces nos preguntamos: “Señor, ¿por qué tenemos que pasar por todos estos quebrantos y dificultades?”
Pero hay muchas cosas que el Señor no te puede revelar por adelantado, pues aún no listo para ellas. Tienes que pasar por diversas pruebas desconociendo lo que hay en el futuro para ver de qué eres capaz, para que se demuestre tu lealtad y tu fortaleza, para medir tu fidelidad, ¡para ver si estás dispuesto a hacer lo que sea que Dios te pida!
Si desde el principio el Señor te contara el final, todo sería demasiado fácil; sería como darte la solución a una adivinanza o como armar el rompecabezas por ti. Eso no sería una prueba.
A pesar de que en cierto sentido le duela, a Dios le gusta ver cómo sales adelante a pesar de todas las pruebas y dificultades. ¡Disfruta al verte ganar la carrera, soportar la aflicción y la batalla, luchar hasta el final y vencer!
Si aguantas la prueba y la superas, Dios podrá hacer por tu intermedio cosas aún mayores que antes, al estar en el centro de Su voluntad, donde Él sabe que encajas mejor, realizando esa labor específica que te tiene reservada, lo que Dios más quiere que hagas.
Cuando llegan, de golpe o poco a poco, los diversos problemas de la vida, buscamos ayuda.
Esa ayuda puede ser especializada, puntual: si me duele la cabeza voy con un médico. Otras veces se trata de una ayuda más compleja, de tipo humano: si el jefe de oficina me crea dificultades veo si es posible encontrar una solución con el director ejecutivo de la propia empresa.
Si el problema es familiar, debido a tensiones por temas económicos o por conflictos que separan y hieren a unos de otros, es hermoso poder recurrir a alguien para pedir consuelo, luz, consejos con los que sea posible afrontar la situación y vivirla, si no hay soluciones inmediatas, al menos con un poco de paz interior.
En los problemas del alma, ante la pena que produce reconocer los propios pecados, cuando abro los ojos ante ese egoísmo que me carcome, si el espejo empieza a denunciarme esas injusticias con las que he herido a otros, ¿a quién recurro?
Nos damos cuenta, entonces, que la medicina de los corazones solo puede venir de Dios. Porque los familiares y amigos, los médicos y los psicólogos, el jefe de personal y el encargado de la oficina del banco, llegan solo hasta cierto punto, pero nunca pueden ofrecer lo más esencial para el alma.
Sí: solo Dios tiene la solución de los problemas más íntimos del hombre. Sólo Dios sabe lo que llevamos dentro. Solo Dios perdona los pecados. Solo Dios consuela cuando los médicos se rinden. Solo Dios escucha cuando a nuestro alrededor no encontramos a alguien con paciencia para acogernos.

Él te habla

Si tienes un problema muy agobiante, una necesidad muy grande en tu vida; tal vez el problema es que monopolizas toda la plática con Dios y no le estás escuchando a Él para nada.
¡Deja de hablar tanto y toma tiempo para escuchar!
Escucha la Palabra de Dios.
Quédate en silencio y deja que Él te hable.
Cuando estés en silencio esperando en Él, escucharás un susurro, una suave voz.
Alguien llamó a eso “un impulso divino”, pues es una impresión en tu corazón indicándote que tienes que hacer algo en particular.
Él responderá.
Algunos creen que orar significa seguir pidiendo y pidiendo, seguir hablando y rezando y rogándole al Señor con una gran palabrería y una gran insistencia para convencerlo de que nos conceda lo que queremos.
Este tipo de oración no demuestra mucha fe, ni confianza en que Él va a responder. Todo lo contrario, demuestra tu falta de fe e incredulidad, pues dudas que Él ya te oyó y que la respuesta está en camino.
Cuando ores, no necesitas seguir pidiéndole lo mismo e insistir con tantas palabras tratando de expresar lo que quieres. Lo que en verdad necesitas es seguir ‘creyendo’, y ‘esperando con fe’.
¡Espera que Dios te responda! La respuesta está en camino, ¡Dios responderá!
¿Sabías que el sentido más sublime de la oración no es insistir o demandar a Dios? Es entrar en comunión con Él, remontando todo nuestro ser hacia los cielos y esperando con fe la respuesta divina.
Si has orado mucho y aún no recibes la respuesta a tus peticiones y sientes como si los Cielos están cerrados y Él se ha hecho el sordo a tus ruegos y oraciones, recuerda esto:
Ninguna oración sincera a nuestro Padre Celestial ha sido ignorada o no ha sido respondida.
Pero también es verdad que Dios tiene Su tiempo para el cumplimiento de Su propósito. Él sabe lo que es mejor para Sus hijos y a veces usa formas extrañas para disciplinarnos y enseñarnos y eso lleva tiempo.

(Los textos son de autor desconocido, fueron copiados y recontados por Adonis)

MERENDAR CON DIOS

El amor al prójimo

Un niño pequeño quería conocer a Dios. Sabía que tendría que hacer un largo viaje para llegar hasta donde Él vivía, así que guardó en su maleta pastelitos y refrescos y comenzó su andadura.

Cuando había caminado unas horas, se encontró con una mujer anciana. Estaba sentada en un banco del parque, sola, contemplando en silencio algunas palomas que picoteaban migajas de pan que ella les arrojaba.

El niño se sentó junto a ella y abrió su maleta.

Comenzó a beber uno de sus refrescos cuando notó que la anciana le miraba, así que le ofreció uno de ellos. Ella agradecida lo aceptó y le sonrió. Su sonrisa era muy bella, tanto que el niño quería verla de nuevo, así que le ofreció entonces uno de sus pastelillos. De nuevo ella le sonrió. El niño estaba encantado, y se quedó toda la tarde junto a ella, comiendo y sonriendo, aunque sin hablar una palabra.

Cuando oscurecía, el niño se levantó para irse. Dio algunos pasos, pero se detuvo; dio vuelta atrás, corrió hacia la anciana y le dio un abrazo.

Ella después de abrazarlo, le dedicó la más grande sonrisa de su vida.

Cuando el niño llegó a su casa, su madre quedó sorprendida de la cara de felicidad que traía, y le preguntó:
-Hijo, ¿qué hiciste hoy que te hizo tan feliz?.

El niño le contestó:
-¡Hoy he merendado con Dios en el parque!

Y antes de que su madre reaccionara, añadió:
-¿Y sabes? ¡Tiene la sonrisa más hermosa que había visto jamás!

Mientras tanto, la anciana, también radiante de felicidad, regresó a su casa. Su hijo se quedó sorprendido de la expresión de paz que reflejaba en su cara, y le preguntó:
-Mamá, ¿qué hiciste hoy que te ha puesto tan feliz?

La anciana le contestó:
-¡Hoy he comido pastelitos de chocolate con Dios en el parque!

“Amo a Dios”

El Amor al prójimo no es amar al que siempre está en la buena contigo, es también amar a los enemigos, sí, a esa persona que tú no le hablas o que siempre discute contigo debes de amarla.

El amor al prójimo se deriva necesariamente del amor de Dios, y no puede haber verdadero amor de Dios sin el prójimo, a la hora de la verdad la religión se convierte en realidad cuando uno dice que ama a Dios y ama a su prójimo.

Si alguno dice: “Amo a Dios”, y aborrece a su hermano, es un mentiroso; porque el que no ama a su hermano a quien ve, no puede amar a Dios a quien no ha visto. Y nosotros tenemos este mandamiento de él: El que ama a Dios, ame también a su hermano.

¿Quién es tu prójimo?, es todo aquel que está alrededor de ti. No importa su condición social, si es pobre o rico, siempre hay una persona que necesita ser amado.

El verdadero amor está dispuesto a odiar lo que es malo y ama lo que es bueno para manifestación de la verdadera justicia.

El amor genuino al prójimo se expresa en los hechos, y no solo con palabras. Se expresa a través de lo que uno realmente hace en la vida.

Se manifiesta en la preocupación por los demás a través del habla con amabilidad y demostrar generosidad con las posesiones materiales dadas por Dios.

Debemos mostrar el amor a al prójimo para que la violencia no merme nuestra sana manera de vivir. El amor al prójimo nos hará verdaderos seres espirituales que desea Dios.

(Los textos son de autor desconocido, fueron copiados y recontados por Adonis)

LA ILUSIÓN ES VIDA

La ilusión es futuro

Que la vida no permita que se pierda el ROMANTICISMO aún sabiendo que las rosas no hablan.
Que no se pierda el OPTIMISMO aún sabiendo que el futuro que nos espera puede no ser tan alegre…

Que no se pierda las GANAS DE VIVIR aún sabiendo que la vida es en muchos momentos, dolorosa…
Que no se pierda las ganas de TENER GRANDES AMIGOS aún sabiendo que con las vueltas de la vida, ellos se terminan yendo…
Que no se pierda las ganas de AYUDAR A LOS DEMÁS aún sabiendo que muchos son incapaces de ver, reconocer y retribuir esta ayuda…
Que no se pierda el EQUILIBRIO aún sabiendo que innumerables fuerzas quieren que me caiga…
Que no se pierda las GANAS DE AMAR aún sabiendo que la Persona que se ama pueda no sentir lo mismo por ti…
Que no se pierda la LUZ Y EL BRILLO DE LA MIRADA aún sabiendo que muchas de las cosas que ves en el mundo oscurecerán tus ojos…
Que no se pierda la GARRA aún sabiendo que la derrota y la pérdida son dos adversarios extremadamente peligrosos…
Que no se pierda la RAZÓN aún sabiendo que las tentaciones de la vida son innumerables y deliciosas…
Que no se pierda el SENTIMIENTO DE JUSTICIA aún sabiendo que el perjudicado puedas ser tu…
Que no se pierda un ABRAZO FUERTE aún sabiendo que un día los brazos estarán débiles…
Que no se pierda la BELLEZA Y LA ALEGRÍA DE VER aún sabiendo que muchas lágrimas brotaran de los ojos y se escurrirán por el alma…
Que no se pierda el AMOR POR LA FAMILIA
aún sabiendo que ella muchas veces exigirá esfuerzos increíbles para mantener su armonía…
Que no se pierda las ganas de DAR ESTE ENORME AMOR que existe en el corazón aún sabiendo que muchas veces será sometido y aún rechazado…
Que no se pierda las ganas de SER GRANDE aún sabiendo que el mundo es pequeño…
Y por encima de todo…
Que jamás olvidemos que vivir merece la pena
Que la alegría es capaz de cambiar y de transformar cualquier cosa.
LA VIDA se construye a base de SUEÑOS  y siempre se sustenta EN EL AMOR.

No pierdas…

Que no se pierda la ilusión de vivir. Vivamos el aquí y el ahora que nadie nos lo cuente. O nos arrepentiremos. Vivamos el futuro perfecto y hasta el más lejano.

Que no se pierda la ilusión de soñar en grande y por todo lo alto o soñemos a pequeña escala y dejémonos sorprender. Que la grandeza a veces se oculta en la pequeñez.

Que no se pierda la ilusión por las personas. Por las que pararías el reloj para que no corriera el tiempo. Por las reuniones planeadas y los reencuentros improvisados. Por esos cafés que nunca se acaban. Por las sobremesas que se juntan con la cena. Y las cenas que terminan en copas.

Que no se pierda la ilusión por la familia. Esa que se reúne año tras año. Todo por arañar unos días para regresar a lo suyo. A lo nuestro. A nuestros orígenes y raíces,aquellos que no se pierden por muchos años que pasen. Abuelos cuyos abrazos valen por mil. La mirada de orgullo de unos padres que lo dan todo por sus hijos. La inocencia de los niños, los que te arrancan una sonrisa con los gestos más simples.

Que no se pierda la ilusión de amar. Porque jamás se recibe sin dar, sino que recogemos lo que sembramos. Que con amor las penas se encogen y las alegrías se engrandecen. Con amor, todo va a más. Todo lo bueno. Crecemos nosotros y nuestro entorno.

Que no se pierda la ilusión ni hoy ni mañana. Venga lo que venga.

Que la esperanza nos acompañe y sea cierto eso de que es lo último que se pierde.

(Los textos son de autor desconocido, fueron copiados y recontados por Adonis)

OLVIDA EL DRAMA

Cura la tristeza

La tristeza es la emoción que nos avisa de que hemos perdido algo importante o de que nuestra necesidad de amor y afecto no está atendida.

Esta emoción tiene dos caras muy interesantes: la primera es que a muchas personas sentir esta emoción le hace querer despojarse de ella lo más rápido que pueda (aunque a veces requiere tiempo). La otra cara es que existen muchas otras personas que parece que les gusta este sentimiento y es como si lo abrazaran y no les gustara desprenderse de él.

No hagas un drama de todo lo que te sucede en la vida. Deja de poner la atención en todo lo que es malo, de lo que puedes compadecerte o conseguir simpatía. Deja también de dar tanto a los demás, en lugar de dártelo a ti mismo. Antes que nada, llena tus propios agujeros vacíos. Mientras estás en ello, deja de leer todo el drama de los medios de comunicación que no tiene nada que ver contigo. No hay nada más que pueda ayudarte con el drama que detenerlo. El drama basado en el miedo no da la felicidad.

Así que para curar la tristeza hay un elixir maravilloso: empieza por hablar contigo, por comunicarte con la persona desconocida que eres para ti, aprende a estar solo, a no tener siempre que llenarte de algo o alguien para estar bien. Las personas que más tristes se sienten es porque son unas desconocidas para si mismas.

Deja de buscar la felicidad, y empieza a vivir 

Cuando te sientas triste, pregúntate:

¿Qué puedo hacer hoy para hacerme más feliz? ¿Qué quisiera dejar atrás? ¿Qué cosa no he conocido en esta vida que me gustaría conocer? ¿Habrá algo más grandioso en la vida que lo que hasta ahora he experimentado?

Para curar la tristeza es necesario aprender a ver la vida con nuevos ojos. Dice un refrán en la física cuántica: “Cambia la forma de ver las cosas y cambiara la realidad“. Si miras la vida con un cristal gris y empañado, no podrás disfrutar y profundizar en toda la maravilla que es vivir, y te costara conectarte con quienes amas, porque de alguna forma no estas conectado contigo mismo.

Eres digno de ser feliz, ¡créelo!

A veces se espera otra desgracia. Se preocupan por ser demasiado felices, porque creen que los duendes de la miseria pronto le recordarán su mala suerte en la vida. Si eres de esas personas que tienen fobia acerca de la felicidad, como si tuvieras que luchas contra los titanes y sufrimiento en la vida antes de considerarte digno de ser feliz, recuerda que eres digno ahora, ahora mismo, ¡ tal y como eres!

La Felicidad es una elección 

Mis pensamientos son los que me hacen sentir feliz o depre, no mis circunstancias.
Sé capaz de cambiarte  y el mundo cambiará contigo…
Recuerda que lo único que puedes controlar en el mundo son tus pensamientos…
Aunque cuando se está verdaderamente enamorado, hay razones del corazón que la razón desconoce y se niega a aceptar

La vida es una sola y demasiado corta para que esperemos ingenuamente ese momento perfecto, en el cual creemos que la felicidad bajará de algún cielo, e ingresará a nuestra vida en forma de dinero, oportunidad, persona, etc. Y que simplemente con abrazar ese instante, juntaremos la fuerza para: ¡empezar a ser feliz!.
La felicidad es un viaje mucho más largo que ese, más profundo, y más reconfortante.

(Los textos son de autor desconocido, fueron copiados y recontados por Adonis)