ERES UN SER HUMANO ÚNICO

No pierdas tiempo

Existen muchas situaciones que pueden poner freno a nuestra autoestima, sin embargo, todo cambia cuando tomas conciencia de que eres un ser único e irrepetible, es decir, no existe nadie igual a ti en todo el universo. Tus talentos y virtudes son tu mejor marca personal, te definen en esencia como una persona con una infinita capacidad de superación. No pierdas la capacidad de recordarte a ti mismo que eres alguien único e irrepetible. No esperes a que lleguen momentos de dificultad para decirte este mensaje que puedes darte también en las alegrías e ilusiones. ¿Qué es lo que te hace diferente a los demás? ¿Cuál es tu vocación profesional y vital?

Los humanos cometemos con frecuencia el error de no expresar sentimientos que sentimos hacia los demás, ya sea por pudor o incluso, por el miedo de que el otro no sienta lo mismo. Sin embargo, ser más libre a la hora de expresar los afectos te permite sentirte mejor contigo mismo y recordar que eres un ser único e irrepetible.

Tu presencia aporta luz a la vida de otras personas que te quieren. Ser consciente de ello aporta amor propio y confianza. Tu presencia deja huella en la vida de otras personas que se alegran por los momentos que comparten a tu lado. Es decir, tu compañía es un regalo.

¿No crees que sería bueno hacer un inventario de los bienes que has recibido, para así vivir con mayor alegría y optimismo?
¿Por qué llorar mientras voy andando, si otros ríen y no tienen pies?
¿Por qué vivir pensando en el 10 % de las cosas que nos hacen sufrir, y no recordar el 90 % que nos hacen felices?
En tu cuerpo hay 800 mil millones de células trabajando continuamente en perfecta armonía y coordinación en tu favor…
En tu cerebro tienes 13 mil millones de neuronas trabajando tan sabiamente, que si las quisieras reemplazar por la computadora más perfecta del mundo, ocuparía el sitio de un edificio de setenta pisos de alto…
Tienes un corazón, que es una maravilla de la naturaleza. Bombea hora tras hora, 36 millones de latidos, año tras año, despierto o dormido, impulsando la sangre a través de 100 mil kilómetros de venas y arterias, que llevan… Más de 2 millones de litros de sangre al año…
Te puedes mover, pasear, correr, bailar o hacer deporte. Para ello, tienes 500 músculos, 200 huesos y 7.000 nervios, sincronizados para obedecerte y llevarte a donde quieras…
En tus oídos hay 24 mil millones de filamentos que vibran con el viento, el reír de los niños, la suave música, con el trepidar de las aguas espumantes y al escuchar las palabras amables de las personas que aprecias…
En tus ojos, Dios ha depositado 100 millones de receptores que te permiten gozar de la magia de los colores, la luz, la simpatía de las personas y la majestad de la naturaleza…
Tus pulmones son los mejores filtros del mundo. A través de 600 millones de alvéolos, purifican el aire que reciben y liberan a tu cuerpo de desperdicios dañinos.
Eres un ser humano único, capaz de crear, descubrir, inventar, pensar, soñar, imaginar, comunicarte, hablar, tranquilizar, animar, estimular, inspirar, perdonar… Capaz de sentir, disfrutar, recibir amor y decir… Te amo.
Tu sangre es un formidable tesoro. Son apenas 4 litros pero allí hay 22 millones de células sanguíneas. En cada célula hay muchas moléculas y en cada molécula hay un átomo que oscila más de 10 millones de veces por segundo…
Cada día mueren 2 millones de tus células y son reemplazadas por 2 millones más, en una resurrección que ha continuado desde el día que naciste…
En tu cerebro hay 4 millones de estructuras sensibles al dolor, 500 mil detectores táctiles, y 200 mil detectores de temperatura…
¿Crees que vale la pena tu vida?
Dedicamos mucho tiempo pensando en lo que nos hace falta y casi nunca nos detenemos a recordar y agradecer a Dios lo que nos regala día a día…
No te entristezcas por lo que no pudiste ser, agradece por los dones que Dios puso en tu vida, tu familia, tus amistades y las oportunidades de ser alguien importante…
Cada persona tiene un camino distinto, anímate a recorrer el tuyo con la sabiduría que te da la experiencia del propio vivir.
Cuenta tus bienes y tus alegrías. No pierdas tiempo en “pensamientos pesimistas” y “recuerdos tristes”
¿Y sabes por qué? ¡Porque vales mucho! para Dios no tienes precio.
( Los textos son de autor desconocido, fueron copiados y recontados por Adonis)

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