EL AQUÍ Y AHORA

Desconéctate

Los seres humanos tenemos un  gran desafío y es que en muchas oportunidades nos pasamos gran parte de nuestro tiempo pensando en situaciones negativas que nos ocurrieron cuando éramos niños o adolescentes o pensando en situaciones que pudieran ocurrir en el futuro  generándonos ansiedad.

Muchas veces solemos vivir  con nuestra mente «viajando», pero lo que realmente tenemos que vivir y disfrutar no lo hacemos por dejar que nuestros pensamientos se vayan al ayer o al mañana. Perdiéndose la oportunidad  de estar  en “el aquí y el ahora”

Si nos las pasamos pensando permanentemente en el pasado y el  futuro, seguramente nos perdemos oportunidades que están ocurriendo por nuestra vida en el  tiempo presente. Por ejemplo, dejamos de disfrutar nuestra familia,  (mamá, papá, esposo, hijos, otros familiares y amigos) esos momentos de intercambio afectivo, de escucharnos o de simplemente compartir  un paseo, una comida o momentos juntos.

Hay quienes desearían tener a ese familiar y amigo con vida en este momento y no lo tienen.  Los que tenemos la dicha de tenerlos vivos ahora, no perdamos la oportunidad de compartir, expresarle lo mucho que los amamos y lo que significan para nosotros. No queremos lamentarnos luego de lo que no pudimos compartir teniendo la oportunidad.

Recuerda que el agua hay que dejarla correr… Deja que las cosas tomen su curso. Hay cosas que no podemos cambiar, lo que es para ti, lo será y lo que no, es por alguna razón. Tiempo al tiempo.
Deja que las cosas se rompan, deja de esforzarte por tenerlas pegadas.
Deja que la gente se enoje.
Deja que te critiquen, su reacción no es tu problema.
Deja que todo se derrumbe y no te preocupes por él después.
¿A dónde iré, qué haré…?
Nunca nadie se perdió por la calle, nadie se quedó sin refugio.
Lo que está destinado a irse se irá de todos modos.
Lo que tenga que quedar, aun así quedará.
Demasiado esfuerzo, nunca es buena señal, demasiado esfuerzo es señal de conflicto con el universo.
Entrega todo a la Tierra y al Cielo, riega cuando puedas, reza y danza, pero luego deja que florezca lo que debe y que las hojas secas se desprendan solas.
Lo que se va, siempre deja espacio para algo nuevo: son las leyes universales.
Y nunca pienses que ya no hay nada bonito para ti, solo que tienes que dejar de aguantar lo que hay que dejar ir.
Solo cuando tu viaje haya terminado, entonces terminarán las posibilidades, pero hasta ese momento, deja que todo se derrumbe, suelta

Disfruta y vive intensamente la ilusión que provoca el amor, sea pasajero o permanente, no pienses demasiado, solo siente.

Construir la felicidad

Trata de disfrutar con todos los sentidos el momento que estás viviendo. Al hablar escucha atentamente, si mientras te hablan piensas en qué vas a responder, ya dejas de prestar atención, dejas de vivir el momento para viajar al futuro. Vive, experimenta, siente con toda la atención posible.

Si te concientizas, puedes darte cuenta cuando estés con tus pensamientos en el pasado, entonces podrás llamarte la atención y regresar al presente. El pasado no lo podemos modificar. Revivirlo constantemente no te permite vivir plenamente, te roba momentos que deben ser más importantes para ti, porque es lo único real, pues es lo que está sucediendo y lo que si puedes modificar.

Tener recuerdos del pasado es adecuado para  aprender de las experiencias negativas y positivas,  aprender a perdonar y reconocer cuánto hemos madurado. Tener pensamientos sobre el futuro también es adecuado para soñar, visualizar, proponernos metas y proyectos y evaluar cómo vamos en el logro de dichas metas. Lo inadecuado es perdernos de vivir el  presente, por estar siempre en cualquiera de los dos extremos.

Es bueno planificar nuestra vida, ponernos metas y objetivos, sin embargo vivir viajando al futuro no es la mejor forma de lograrlo, para lograrlo debemos vivir el proceso, disfrutar cada paso que damos para lograr lo propuesto.

Siente la emoción presente

Si en el aquí y el ahora estás pasando por un momento difícil, doloroso, triste o de cualquier índole negativa, no lo evites, vívelo y siéntelo aunque  te parezca difícil. Si bloqueas la emoción  no terminas de vivir o procesar la situación, debes vivirla para que lo puedas asimilar y trascender, de lo contrario nunca terminarás de cerrar ciclos lo cual puede afectar tu bienestar emocional, generando  secuelas como la depresión.

Concéntrate en las cosas positivas del hoy. El día de mañana tendrá sus propias angustias. ¿Amaneciste vivo hoy? ¿Te alimentaste? ¿Tuviste dónde dormir? ¿Esa persona que quieres está viva hoy? ¿Por qué torturarnos por el pasado que no podemos cambiar o angustiarnos por el mañana que no ha llegado?

Agradece

Agradece lo que tienes y no te frustres con lo que no tienes. Centrarnos en las cosas buenas que están ocurriendo en este momento en nuestra vida, nos  genera tranquilidad y nos ayuda  a disminuir los niveles de estrés en este mundo tan convulsionado.

No nos angustiemos por el mañana, porque mañana tendrá sus propias inquietudes. Estoy feliz de tener la oportunidad de compartir este tema con ustedes en el aquí y el ahora de mi vida. Un abrazo para todos y muy agradecida. Si a pesar aplicar estas recomendaciones, persiste la sensación de miedo o ansiedad por el futuro o rabia, frustración y/o depresión por tu pasado  te invito a contactarme

Mientras el ser humano se sienta atraído exclusivamente por cosas tan efímeras como la belleza, el mundo estará lleno de insatisfechos.

  • ( Los textos son de autor desconocido, fueron copiados y recontados por Adonis)

 

 

 

¿TE CONOCES?

 Detrás de la máscara

Observa durante unos instantes tu reflejo ante el espejo…¿eres capaz de decir a quién ves?
Más allá de tu sexo, tu edad o el color de tu piel.. Más allá de la profesión que ocupes, de los roles que desempeñes, de tu estatus social y las muchas o pocas posesiones que tengas,  ¿quién es en realidad esa persona a la que ves? Las personas somos como cebollas, para llegar al centro debemos despojarnos de las capas que nos envuelven.

La mayor parte de nuestro tiempo dirigimos nuestra mirada hacia el resto. Al cabo de los años podemos llegar a conocer muy bien a nuestra pareja, nuestros hijos, a amigos incluso a compañeros de trabajo…Pero ¿llegamos a conocernos con la misma profundidad a nosotros mismos? La respuesta acostumbra a ser no.

Llegar a conocerse a sí mismo significa saber cuáles son los valores, los deseos y las motivaciones reales que rigen nuestra vida, pero también ser conscientes de las creencias que nos condicionan y las debilidades que nos limitan, y explorar en esta dirección no siempre resulta ni fácil ni agradable. Entonces, ¿por qué es importante el autoconocimiento?

6 RAZONES PARA CONOCERSE A UNO MISMO

  1. Vas a vivir contigo el resto de tu vida. Muchas personas entrarán y saldrán de tu vida, pero lo que es seguro es que tú siempre estarás contigo, así que si vas a vivir contigo el resto de tu vida, ¿qué mejor motivo para conocerte?
  2. Tomar tus propias decisiones. Si no te conoces a ti mismo, es más fácil que otros decidan por ti y que acabes viviendo una vida que responda a las expectativas  de los demás y no a las tuyas propias.
  3. Relativizar la opinión de los demás. Cuando no te conoces, la opinión de los demás sobre ti adquiere protagonismo porque a través de ella ocupas el vacío del desconocimiento. Si te conoces a ti mismo tu confianza se refuerza y lo que opinen los demás pierde peso.
  4. Aprovechar el tiempo. Si sabes quien eres te resultará más fácil saber lo que quieres y cuáles son las prioridades de tu vida y, por lo tanto, en que cosas debes invertir realmente tu tiempo y cuáles son esfuerzos innecesarios.
  5. Refuerza tu autoestima: No se puede amar aquello que no se conoce, por ese motivo las personas que no se conocen a sí mismas suelen tener problemas de autoestima y se valoran a sí mismas en función de la valoración que reciben de los demás.
  6. Mejora el bienestar. Conocerse a uno mismo es liberador porque nos ahorra el esfuerzo de ser alguien que no somos y nos permite romper con falsas ataduras.

MANERAS DE CONOCERSE MEJOR

Conocerse a uno mismo más que un destino es un viaje. Un viaje apasionante que dura toda la vida pues siempre tendremos cosas que descubrir y aspectos a mejorar. En  este viaje es importante hacerse dos pregunta:

¿Quién soy?

  •  Identificar tus valores. Las personas somos el resultado de la genética, pero también de la educación que hemos recibido y de las experiencias que hemos vivido. Identificar cuáles son los valores que priorizas en tu vida te acercará a conocerte más.
  •  Observar cómo te comportas. Date cuenta de la manera en como te relacionas con los demás, en como reaccionas y cuál es la intención positiva que hay tras ello. Si por ejemplo siempre quieres ayudar a los demás quizás pienses que eres una buena persona. Seguramente es cierto, pero también puede ser porque necesites sentirte querido por los demás. Indagar en cuál es la intención positiva que hay detrás de nuestros comportamientos nos ayuda a conocernos mejor.
  • Silencio. Si eres de los que enciendes la tele o la radio nada más llegar a casa, cambia de hábito. Conocerse a uno mismo requiere momentos de silencio y tranquilidad, lejos de estímulos externos como el móvil. Basta con regalarte 10 minutos al día para estar contigo a solas, ya sea paseando por el parque o tumbado en el sofá, lo importante es que no hagas nada que evite fluir tus pensamientos libremente y cuanto estos aparezcan, no te quedes atrapado en ninguno de ellos, simplemente observa que pensamientos vienen a ti, a que le estás dando importancia y que te dices a ti mismo cuando piensas en ello.
  • A través de las personas que nos rodean también podemos conocernos más. No tanto por lo que ellas digan de nosotros sino más bien por el reflejo de nosotros que vemos en ellas. Por ejemplo, cuando algo me molesta de alguien, ¿de qué me doy cuenta, por qué me molesta, a qué le estoy dando importancia para que eso me moleste, quién quiero ser?
    Conocerse a uno mismo no tiene sentido si no va acompañado de la voluntad de mejora. Resignarnos a ser como somos, aunque no nos guste, es mantenerse en la zona de confort y resignarse a no estar mejor, ni siquiera intentarlo.
    Si identificamos en alguien esa cualidad o comportamiento que nos gustaría desarrollar en nosotros podemos modelar, es decir, prestar atención a qué y cómo hace esa persona para conseguir ese resultado que nos gusta. Por ejemplo. Si nos gustaría hablar como determinada persona, podemos fijarnos en el tono de voz utiliza,  la gesticulación que acompaña a las palabras… no se trata de imitar a la persona, sino de aprender de los demás aquello que nos gustaría desarrollar en nosotros.
  • ( Los textos son de autor desconocido, fueron copiados y recontados por Adonis)

VIVIR DEPRISA

No puede controlarse todo

Vivir de prisa casi es no vivir. El contacto que tienes con cada experiencia es mínimo, casi como si no la vivieras. Apenas te queda tiempo para saborear cada vivencia. La rapidez más bien te lleva a eludir, a pasar por una situación sin realmente pasar
Cuando vives a alta velocidad, difícilmente encuentras tiempo para pensar. No hay lugar para que te detengas a reflexionar sobre lo que estás haciendo o en la que estás viviendo. Simplemente tienes que pedalear más rápido, tratando de alcanzar ese segundo inmediato, para que no se pierda.
Tienes que detenerte de vez en cuando.
Y si no puedes… Tal vez nunca sea fácil
Darse un descanso, baja la velocidad.
Cierra los ojos, toma aliento del viento.
Mira hacia atrás…no para lamentar
 solo para darte cuenta de todo el camino que has recorrido.
Tienes que detenerte de vez en cuando.
Olvidarte de todo y de todos.
Tienes que parar de vez en cuando
y retomar el sueño de donde lo habías dejado.
O tal vez abandonado o perdido.
Empieza de nuevo allí.
Anda con el alma despeinada.
Tómate el tiempo que necesites
Y, ya que estás ahí…
Toma también un poco de felicidad
y ponla delante de los ojos.
Mira lo que te estabas perdiendo.
Ten la certeza de existir y de saber escucharte
Amándote en voz baja.
Paseos por dentro donde otros no saben llegar.
Agárrate fuerte.
No hay nadie capaz de enseñarte eso.
No hay nadie mejor que tú a saber hacer eso.

Nos cuesta aprender la lección

Necesitamos de vez en cuando, o durante periodos más largos, encontrar un ambiente donde predomine la calma para que nuestro organismo descanse y se renueve. Hay también un apaciguamiento psicológico, un estado que evita o mantiene a raya la agitación mental que impide a la postre pensar con claridad.

Nos cuesta aprender la lección de que tras la noche llega el alba y nos aferramos al miedo ante lo desconocido, a lo que el futuro pueda depararnos. Y esa inquietud impide justamente vivir y disfrutar el presente.

El miedo reside en la imaginación. Como cuando éramos niños y en la oscuridad de la habitación creíamos escuchar ruidos misteriosos o vislumbrar sombras fantasmales en la ventana.

No puede controlarse todo; lo pretendemos, porque así creemos eliminar lo azaroso de la vida, pero resulta imposible: es una lección que debemos aprender. Por eso vivimos en una casa que nos protege de las inclemencias del tiempo, sin estar pensando que algún huracán o terremoto la puede destruir.

Hay que prevenir posibles acontecimientos, pero al mismo tiempo vivir con cierta despreocupación. Solo hay que temer al miedo.

Cada noche, antes de adentrarnos en el sueño reparador, podemos rememorar los buenos momentos pasados durante la jornada, pedir que se nos perdone lo que quizá hicimos mal respecto a otras personas y desear que mañana sea un buen día para todos.

Es una manera de tener presente lo bueno de cada día, no dejarse llevar por lo negativo y extender los buenos deseos a los demás.

( Los textos son de autor desconocido, fueron copiados y recontados por Adonis)

¿TE SIENTES SOLO?

Soledad

Hay una epidemia que se extiende como la pólvora y que no se cura con pastillas. Hay un sentimiento que encoge el alma, que quita las ganas, que nos sume en la tristeza, y que no es fácil de combatir. Cada vez la veo más y en personas más jóvenes. No sé si son las redes sociales, por eso de que a veces damos más importancia a un like que un abrazo, o a hacer una foto bonita más que a disfrutar el momento. No sé si serán estas ciudades de cemento y dinero, que enfrían las relaciones y las complican, que nos tienen con prisas y sin tiempo. Que, a veces, nos hacen olvidar lo importante, nos cambian las prioridades.

Así que lo primero que quiero decirte a ti, si te sientes solo es que te comprendo y que no eres el único. Hemos sido o somos tantos los que nos sentimos así, que en esa soledad, por extraño que te parezca, no estás tan solo. Y, desde aquí, espero que sientas el apoyo de todas las personas que se están sintiendo identificadas leyendo estas letras, como tú. No va a hacer que te sientas genial, pero es un comienzo. Desde ahora, tu comienzo.

 Para unos, la soledad se asocia con sentimientos de aislamiento, aburrimiento, tristeza, desilusión, dolor… Para otros, en cambio, la soledad se relaciona con tranquilidad, conexión con el entorno o con uno mismo, reflexión… Del mismo modo que el mismo alimento entusiasma a unos y desagrada a otros, 

¿Cómo estar solo y sentirse bien?

Mejor estar solo que mal acompañado dice el refrán… La realidad es completamente al revés, muchas veces preferimos estar mal acompañados que estar solos. ¿Qué ocurre con esto de estar solo? Hay gente que le da miedo estar solo, en su casa, por ejemplo. A otros quizás les da miedo estar solos a nivel de pareja, tienen miedo a envejecer solos sin alguien a su lado que les acompañe durante el camino. Incluso hay personas que aún estando acompañadas se sienten solas. Una cosa es vivir la soledad cuando nos apetece, y la otra es encontrarse cara a cara con la soledad y no poder sostenerla.

Hay que diferenciar entre la soledad física y la emocional, ambas pueden ser incómodas pero son diferentes.
La soledad física, la mayoría de veces la huimos no queremos estar solos, ocupamos nuestra agenda y nuestra actividad diaria de muchas cosas para no tener que quedarnos sin compañía  o para no sentir ese sentimiento de soledad. La soledad emocional se puede dar mientras estás en el centro de la ciudad rodeada de gente, es una vivencia interior. Cuando no tenemos más remedio que afrontar la soledad incómoda, nos podemos cuestionar si no es perder el tiempo, esto de estar solo. ¿Qué es lo que tanto incomoda de la soledad? Esta incomodidad puede ser señal del miedo a encontrarnos con nosotros mismos, miedo de escuchar la voz interior, miedo de enfrentarnos con la propia verdad. Preferimos seguir deslizándonos por la superficie de la existencia, no ir a fondo para no comprometernos, no sea que después no pudiéramos echar marcha atrás. No podemos escapar de nuestra soledad, porque va implícita con nosotros. Bueno sí, en cierta forma sí que podemos, y de hecho lo hacemos cuando ocupamos nuestro tiempo, ponemos la tele para sentirnos acompañados o escuchamos música para sentir que no estamos solos. El ruido, la interacción, las muchas imágenes nos dispersan y nos evitan pensar en aquello que realmente nos puede hacer sufrir.

La soledad que apetece

Hay momentos que nos apetece estar solos y no encontramos el momento ni lugar. Pero cuando lo conseguimos, es un instante de goce y disfrute, como si algo se pudiera calmar en nuestro interior. Si escogemos pasar un momento de soledad, está bien poder aprender de ella, vivirla con toda su plenitud, si la vivimos de esta manera, nos permite tomar distancia, pensar, observar y reflexionar sobre nosotros mismos y sobre nuestra vida. ¿Quién no ha buscado un lugar tranquilo para pasear, una playa desierta para poder reflexionar consigo mismo y relajarse? Si podemos gozar de la soledad, luego será mucho más fácil disfrutar también de la compañía. Podemos buscar momentos del día, íntimos, donde podamos hacer un paréntesis,  momentos para nosotros mismos que nos permitan darnos cuenta de la vida que llevamos, de qué necesitamos, de qué cosas queremos y qué cosas estoy evitando o rechazando sin darme cuenta.

Recuerda que hay que aprender a estar solos de vez en cuando. A estar cómodos con nuestro silencio, a saber cuándo tenemos que dedicarnos tiempo y estar en soledad. Hay momentos que lo único que necesitamos es estar en nuestro mundo, así que vete a él de vez en cuando.

( Los textos son de autor desconocido, fueron copiados y recontados por Adonis)

CONTRA EL PESIMISMO

BOFETÓN DE ESPERANZA.

Guarda toda esa fuerza que tienes dentro para luchar contra las adversidades, no contra las personas. No malgastes tu optimismo con quien nunca estuvo preparado para recibirlo. Y es que seguramente se les olvidará advertirte de que no lo saben utilizar. Así que reserva un espacio en tu burbuja de alegría para quien sepa entrar en ella alimentándola de esperanzas, y no de frustraciones.

Quien te diga que algo en lo que crees es imposible, que te diga si alguna vez tuvo sueños, y pregúntale dónde perdió su fuerza de voluntad. Recuérdale que no existe un manual de la vida, que el libro de instrucciones lo escribe cada uno, y que seguramente nunca vaya a salir a la venta, porque con cada experiencia nuestro libro se va reeditando.

Pregúntale en qué momento decidió dejar de ser un niño, en qué momento se transformó en la falsa imagen de un viejo sabio que ni siquiera sabe dónde empiezan ni dónde terminan sus lecciones de moral. Pregúntale dónde perdió la personalidad y quién se la hizo perder, porque todos hemos tenido sueños, y quienes nos los niegan no hacen más que ponernos constantemente a prueba.

Demuéstrale que tu inteligencia vive de esos sueños, de los que te hacen avanzar hacia adelante y a lo que algún día te dijeron que no podrías hacer. Recuérdale que cuando sus teorías pesimistas se lavan la cara, solo dejan un puñado de miedo entre las manos. Amenázale con un bofetón de esperanza si vuelve a intentar que tu ilusión acabe en sus zapatos, pues no debes permitirle ni siquiera por un segundo, que te hagan dudar de ti mismo por culpa de sus propias inseguridades.

No des tantas oportunidades al que te falló en una segunda oportunidad. La primera vez será por su culpa, la segunda será por la tuya. No mantengas a tu lado a aquellas personas que te hagan daño. Si lo estás haciendo actualmente pregúntate… ¿Qué consejos te darías a ti mismo si no fueras tú mismo? Pues empieza a aplicártelos uno por uno. Quiérete como si fueras tu mejor amigo, porque de hecho, serás la única persona con la que tendrás que vivir toda tu vida. Y si alguien te acusa de ser un poco egoísta por pensar de este modo, acúsale tú de ser muy poco inteligente.

¿En qué momento habremos decidido alejarnos de nosotros mismos? ¿En qué momento nos habrán convencido de tener menos derechos de los que tenemos? ¿En qué momento nos habremos quedado ciegos? Existen muchos más motivos por los que sonreír cada día que por los que lamentarse. Y no, querido amigo, esto no son tan solo frases, son formas de pensar, y así es como uno empieza a cambiar el mundo, su mundo.

Siente pasión en cada cosa que hagas, sé sincero contigo mismo y con las personas que te hayan demostrado que merecen la mejor parte de ti. Y si quieres ir por buen camino, empieza a hacer substituciones. En lugar de frustración, esperanza. En lugar de tristeza, alegría. En lugar de lágrimas, sonrisas. En lugar de pesimismo, optimismo. En lugar de pasividad, iniciativa. En lugar de competitividad, superación de uno mismo. En lugar de retos, objetivos. En lugar de odio, indiferencia.

¿Y en el lugar del miedo? ¿Qué se te ocurre?

La felicidad está al alcance de todos y de todas las circunstancias. Tú eliges el papel que quieres en la película de tu vida, tú eliges si ser el protagonista y el principal responsable de tu felicidad o el actor secundario que depende del resto. Tú decides si eres una víctima o un héroe.

Por lo tanto, no tienes excusas compañero, solo depende de ti. Desde este momento te darás cuenta de que existen dos tipos de personas: las que se plantean el «SI…» condicional como posible reto (si hago esto, puede que me acerque más a mi objetivo. Por lo tanto, lo hago), y las que lo usan para esconderse constantemente entre sus límites y miedos (si lo hago, puedo fracasar).

Así que yo digo… En lugar de miedo, sueños.

( Los textos son de autor desconocido, fueron copiados y recontados por Adonis)

LAS BUENAS PERSONAS

 Personas que brillan

Las personas buenas saben madrugar con el sol, saludan con amor cada amanecer; están alegres, activas y optimistas; hablan poco y con sencillez; no hablan mal de nadie; elogian, estimulan y sirven sin interés, tienen para los demás un buen deseo; no hablan de sí mismos, saben perdonar, no maldicen, no mienten, no engañan, no exageran, ni tergiversan.

Las personas buenas procuran ser pacientes y humildes; hacen algo por la felicidad de otros, conceden la razón y no disputan; reconocen sus errores y sus limitaciones; no se creen sabios ni poderosos, ni mejores que los demás; no humillan, ni acusan, ni subestiman, ni censuran la moral ajena.

Las personas buenas son sinceras, leales y agradecidos; no revelan secretos ni propios ni ajenos; no ridiculizan, ni maltratan; saben mirar y sonreír como los niños; no ponen acechanzas ni subyugan, no gritan ni amenazan; saben usar sus manos solo para aliviar, enseñar y bendecir.

Las personas buenas tienen la capacidad de compartir su vida con los demás. Son gente honesta, tanto en las palabras como en los hechos; son sinceros y compasivos, y siempre se aseguran de que el amor forme parte de todas las cosas que hacen.

Las personas buenas tienen la capacidad de brindarse a los demás y ayudarlos frente a los cambios que enfrentan en la vida.

No temen mostrarse vulnerables; creen en su singularidad y están orgullosos de ser lo que son. Las personas buenas se permiten el placer de acercarse a los demás y preocuparse por su felicidad.

Nunca esperan nada a cambio ni ven en sus actos obligación alguna. En ocasiones, hay quien dice de ellos o ellas que son algo ingenuos, que dan demasiado de sí mismos y que cualquier día, les pagarán con una decepción.

Las buenas personas en realidad saben mucho de decepciones, pero las asumen. El propio esfuerzo, y la voluntad por hacer las cosas lo mejor que pueden es su mejor recompensa: es un modo de estar bien con ellas mismas.

La bondad no sabe de pancartas ni se vende. La bondad es discreta, tímida y va vestida de humildad y sencillez, por ello, las buenas personas saben más de actos que de palabras

Las buenas personas son almas llenas de coraje y valentía. Han cuidado de los suyos en los buenos y los malos momentos, han renunciado a muchas cosas por el bien de los demás, y nada, absolutamente nada de ello le pesa o le provoca arrepentimiento o frustración.

El amor marca la diferencia en la vida.

Son personas que brillan sin saberlo, y que siempre deseas tener a tu lado. No saben de incongruencias, su carácter siempre es igual, no hablan el lenguaje del doble sentido ni del egoísmo, y además, saben leerte tus penas sin necesidad de que las traduzcas en palabras.

Si a día de hoy tienes junto a ti a una persona de estas características en forma de amigo/a, de pareja o de familiar, reten su esencia, consérvalo, cuídalo y protégelo entre tus manos como esas mágicas luciérnagas que nos ofrecen esperanzas en noches de oscuridad.

Las personas buenas no dicen todo lo que saben; aprecian a los demás y cuanto hacen, no son avaros ni envidiosos; actúan con serenidad y con decoro; se adaptan a todo y a todos, no hacen chismes, saben callar y no se meten nunca en vidas ajenas; aman a su cónyuge y son fieles; en la prosperidad no se envanecen, y la desgracia no los abate, porque saben hacer la voluntad del Padre.

( Los textos son de autor desconocido, fueron copiados y recontados por Adonis)

NUESTRO VIAJE JUNTOS ES MUY CORTO

No es necesario discutir

Una joven se sentó en un autobús. En la siguiente parada, una anciana fuerte y gruñona vino y se sentó junto a ella. Se apretó en el asiento y la golpeó con sus numerosas bolsas.

La persona sentada al otro lado de la joven se molestó, le preguntó por qué no habló y dijo algo.

La joven respondió con una sonrisa: “No es necesario ser grosero o discutir sobre algo tan insignificante, el viaje juntos es muy corto. Bajaré en la próxima parada.”

Esta respuesta merece ser escrita en letras de oro: “No es necesario discutir sobre algo tan insignificante, nuestro viaje juntos es muy corto”

Si cada uno de nosotros comprendiera que nuestro tiempo aquí es tan corto; Que oscurecerlo con peleas, argumentos inútiles, no perdonar a los demás, el descontento y una actitud de averiguación sería una pérdida de tiempo y energía.

¿Alguien rompió tu corazón? Tranquilízate, el viaje es muy corto.

¿Alguien traicionó, intimidó, engañó o humilló? Tranquilízate, perdona, el viaje es muy corto.

Cualesquiera que sean los problemas que alguien nos traiga, recordemos que nuestro viaje juntos es corto.

Nadie sabe la duración de este viaje. Nadie sabe cuándo llegará su parada. Nuestro viaje juntos es muy corto.

Vamos a apreciar a amigos y familiares. Seamos respetuosos, amables y perdonémonos el uno al otro. Seamos llenos de gratitud y alegría.

Si alguna vez te he lastimado, te pido perdón. Si alguna vez me has herido, ya tienes mi perdón. Después de todo, nuestro viaje juntos es muy corto.

La vida es corta, muévete

Si lo vemos desde la perspectiva del universo, nuestra vida es apenas un suspiro.

Si lo piensas bien, el saber que tu vida es apenas un suspiro es un motivo grande para hacer con ella algo que merezca la pena. Algo que le dé sentido y que te haga sentirte bien contigo mismo.

¿Acaso tienes algo que perder?

La verdad si, y es algo muy valioso, se llama tiempo, lo demás sale sobrando.

El tiempo es algo que no puedes detener, no lo puedes amasar como una fortuna, no lo puedes comprar (pero sí vender). Se puede acelerar y ralentizar, pero, hasta ahora los humanos no tenemos esa capacidad.

Para el universo el tiempo puede parecer infinito, incluso me atrevo a decir que el tiempo no existe. Pero para nosotros como seres vivos si existe. Lo tienes ahora, se va, y no vuelve.

El día de ayer no regresará, ni tampoco aquel día maravilloso que tienes en tus memorias, ni aquel día donde te sentiste pésimo. Ese tiempo ya pasó. Solo te queda el tiempo actual, valóralo como un tesoro… Uno de tus mayores tesoros.

Valorar cada día, cada hora y cada instante, te permitirá dejar de desperdiciar el tiempo que tienes haciendo cosas que no te gustan y dejar de gastar tus horas con personas que no le aportan nada bueno a tu vida ni te ayudan a ser mejor.

Al fin y al cabo el tiempo pasa…

Porque por más grandes que creas que son tus problemas, no tienes que cortarte las venas, ni arrojarte por un puente. Porque esos existen en tu mente, desde tu perspectiva y en tu momento actual. Todo es parte de este juego que comenzaste al nacer y que tarde o temprano tendrá fin. No tienes que apresurarte y tirar la toalla antes, si aún no es tu momento.

Si dejases correr un poco el tiempo podrías ver cómo las cosas cambian, nada permanece. Y lo que hoy pareciera una buena razón para lanzarte por un precipicio, mañana puede ser muy distinto.

El tiempo es un flujo de energía que no se detiene, y cambia la realidad. Tú eres parte de esa energía y también cambiarás junto con tu entorno.

En este punto es cuando debes decidir tomar control y caminar hacia dónde quieres ir sin dejarte llevar por la corriente, porque el cambio jamás se detiene.

Tú tienes capacidad de nadar hacia corrientes deseadas, solo debes moverte. Considera que aún si te quedas quieto, serás arrastrado a cualquier lugar, por cualquier marea. Todo cambia, nada permanece.

(Los textos son de autor desconocido, fueron copiados y recontados por Adonis)

EL VALOR DE LAS TORMENTAS

¡Y Dios se lo concedió! 

Cuentan que un día un campesino le pidió a Dios

le permitiera mandar sobre la naturaleza para que según él

le rindieran mejor sus cosechas.

¡Y Dios se lo concedió! 

Entonces cuando el campesino quería lluvia ligera,

así sucedía; cuando pedía sol, este brillaba en su esplendor;

si necesitaba más agua, llovía más regularmente…

Pero cuando llegó el tiempo de la cosecha, su sorpresa y estupor fueron grandes porque resultó un total fracaso.

Desconcertado y medio molesto le preguntó a Dios por qué salió así la cosa, si él había puesto los climas que creyó convenientes

Pero Dios le contestó:

Tú pediste lo que quisiste, más no lo que de verdad convenía.

Nunca pediste tormentas, y éstas son muy necesarias para limpiar la siembra, ahuyentar aves y animales que la consuman, y purificarla de plagas que la destruyan…

Así nos pasa: queremos que nuestra vida sea puro amor y dulzura, nada de problemas.

El optimista no es aquel que no ve las dificultades, sino aquel que no se asusta ante ellas, no se echa para atrás.

Por eso podemos afirmar que las dificultades son ventajas, las dificultades maduran a las personas, las hacen crecer.

Por eso hace falta una verdadera tormenta en la vida de una persona, para hacerla comprender cuánto se ha preocupado por tonterías, por chubascos pasajeros.

Lo importante no es huir de las tormentas, sino tener fe y confianza en que pronto pasarán y nos dejarán algo bueno en nuestra vida

 Érase una vez…

 Érase una vez una hija que vivía con su padre, y siempre se estaba quejando sobre las dificultades y adversidades que se le presentaban. Estaba cansada de luchar, no sabía cómo salir adelante y quería tirar la toalla.

Un buen día, su padre, que era cocinero, decidió llevarla a su trabajo. Llenó tres ollas de agua y en una añadió una zanahoria, en otra añadió huevos, y en la tercera granos de café. Las puso a hervir sin mediar palabra, ante la mirada atónita de su hija que se preguntaba qué estaba haciendo.

Transcurrido un tiempo, apagó el fuego y sacó los ingredientes. Le preguntó a su hija qué veía, a lo que ella respondió obviamente “una zanahoria, huevos y café”. El padre le pidió que los tocara. Entonces la niña cogió las zanahorias y se dio cuenta de que estaban blandas, mientras que el huevo, al romper su cáscara lo notó duro. Finalmente tomó los granos de café que mantenían su forma y textura y los olió disfrutando de aquel aroma intenso.

Su padre le explicó que los tres ingredientes habían sido sometidos a la misma prueba, el agua en ebullición, y sin embargo cada uno de ellos había reaccionado de forma distinta: la zanahoria que en un principio era dura se había vuelto flácida, débil, mientras que el huevo, cuyo aspecto inicial era delicado se había endurecido. Los granos no habían variado, sino que su fortaleza había hecho cambiar el estado del agua dejándola con más sabor. Finalmente, el padre pidió a su hija que reflexionara con cuál de los tres elementos se sentía identificada frente a un problema.

 MORALEJA:

Ante las dificultades de la vida debes convertirte en ese grano de café que reacciona de forma positiva, que no huye de los problemas ni se deja vencer, sino que gracias a su fortaleza, valentía y coraje consigue que las cosas mejoren.

(Los textos son de autor desconocido, fueron copiados y recontados por Adonis)

EL MILAGRO DE LA VIDA

La felicidad es una conquista

Empieza a hacer lo que quieres hacer ahora. No vivimos en la eternidad. Solo tenemos este momento, brillando como una estrella en nuestra mano y derritiéndose como un copo de nieve.
Tu tiempo es limitado, así que no lo desperdicies viviendo la vida de otra persona. No te dejes atrapar por el dogma, que es vivir con los resultados del pensamiento de otras personas. No dejes que el ruido de las opiniones de otros ahogue tu propia voz interior. Y lo más importante, ten el coraje de seguir tu corazón e intuición. De alguna manera ya saben en lo que realmente quieres convertirte. Todo lo demás es secundario.
¡Tienes esta única vida! ¿Cómo quieres gastarla? ¿Disculpándote? ¿Arrepintiéndote? ¿Cuestionándote? ¿Odiándote a ti mismo(a)? ¿Corriendo tras personas que no te ven? Sé valiente. Cree en ti mismo. Haz lo que se sienta bien. Toma riesgos. Tienes esta única vida. Siéntete orgulloso
El tiempo es gratis, pero es invaluable. No puedes poseerlo, pero puedes usarlo. No puedes quedártelo, pero puedes gastarlo. Una vez que lo has perdido, nunca podrás recuperarlo.
No te dejes engañar por el calendario. Solo hay tantos días en el año como los utilizas. Un hombre obtiene solo el valor de una semana en un año, mientras que otro obtiene el valor de un año completo en una semana.
Solo entendemos el “milagro de la vida” cuando dejamos que suceda lo inesperado.
Todos los días Dios nos da, junto con el sol, un momento en el que es posible cambiar todo lo que nos hizo “infelices”.
Todos los días tratamos de fingir que no percibimos ese momento, que ese momento no existe, que hoy es igual que ayer y será igual que mañana.
Pero quién presta atención a su día, descubre el “instante mágico”, puede estar escondido en cualquier parte.
Ese momento existe: Un momento en el que toda la fuerza de las estrellas pasa a través de nosotros y nos permite hacer milagros.
La “felicidad” es a veces una bendición, pero por lo general es una “conquista”.
El instante mágico del día nos ayuda a cambiar, nos hace ir en busca de nuestros sueños.

Vamos a sufrir, vamos a tener momentos difíciles, vamos a afrontar muchas desilusiones pero todo es pasajero, y no deja marcas.

Y en el futuro podemos mirar hacia atrás con orgullo y fe.
Pobre del que tiene miedo a correr riesgos.
Porque ese quizás no se decepcione nunca, ni tenga desilusiones, no sufra como los que persiguen un sueño.
Pero al mirar hacia atrás porque siempre miramos hacia atrás- oirá que el corazón le dice: ¿Qué hiciste con los milagros que Dios sembró en tus días? Los enterraste en el fondo de una cueva porque tenías miedo a perderlos, entonces es tu herencia: La certeza de que has desperdiciado tu vida.
A veces no tienes tiempo para darte cuenta,
Las cosas pasan en segundos Todo cambia.
Estás vivo. Estás muerto Y el mundo sigue adelante.
Somos delgadas como papel.
Vivimos en los porcentajes, temporalmente Y eso es lo bueno y lo malo,
El factor tiempo. Y no se puede hacer nada.
Puedes quedarte en la cima de una montaña.
Meditar durante décadas y no cambiará nada.
Puedes cambiarte a ti mismo y acostumbrarte a ello.
Pero tal vez esto también está mal.
Quizá pensemos demasiado.
Sentir más, pensar menos.
La vida es corta, vívela.
El amor es raro, no lo dejes ir.
La ira es mala, deshazte de ella.
El miedo es detestable, enfréntalo.
Los recuerdos son dulces, aprécialos.
La vida es corta. Elimina la negatividad,
olvídate de los chismes, diles adiós a las personas a las que no les importas.
Pasa tiempo con las personas que siempre están ahí para ti.
(Los textos son de autor desconocido, fueron copiados y recontados por Adonis)

TENERLO TODO Y DEPRIMIRSE

Mira a tu alrededor

Todos nos sentimos melancólicos o tristes, pero estos sentimientos son pasajeros y se superan en poco tiempo pero cuando una persona tiene un trastorno depresivo, este interfiere con la vida diaria y afecta a su vida diaria.

La depresión es una enfermedad común pero grave, y la mayor parte de quienes la padecen necesita tratamiento para mejorar. En el peor de los casos, la depresión puede prolongarse durante años e, incluso, afectar de forma irreversible a la persona que la padece.

La depresión se caracteriza por un estado de ánimo bajo y sentimientos de tristeza, asociados a alteraciones del comportamiento, del grado de actividad y del pensamiento. Puede causar ansiedad, insomnio, pérdida de apetito y falta de interés o placer por realizar diferentes actividades, así como afectar a las actividades laborales, escolares y familiares.

Si te sientes triste…

Si te sientes triste y vacío la mayor parte del día, cada día; si eres incapaz de disfrutar y te sientes insatisfecho; si has perdido o ganado peso; si duermes menos o más de lo habitual; si tienes agitación si te sientes cansado, fatigado y estás perdiendo la energía; si tienes sentimientos de culpa o de inutilidad inapropiados y no justificados; si te cuesta pensar, concentrarte o tomar decisiones y si tienes pensamientos recurrentes de muerte o suicidio; es muy posible que estés deprimido.

La gente cree que una persona deprimida se pasa todo el día llorando, pero lo que no saben es que la mayor parte de personas deprimidas pasan desapercibidas. En algunos casos se les tachan de personas conformistas, en otras ocasiones les dicen que deberían ser más luchadores, que tendrían que esforzarse más, que se han dejado o que deberían dejar de llorar tanto y tendrían que ser más fuertes.

Lo que la gente no sabe

Lo que la gente no sabe es que no es lo mismo estar triste que estar deprimido, lo que tampoco se entiende es que una persona deprimida no elige deprimirse, no desea estar mal, ni tan solo disfruta con la compasión de las personas que le rodean. Una persona deprimida piensa menos y peor, es incapaz de tomar decisiones, sufre delirios acerca de sus capacidades, de su autoestima y de su futuro y además ha de luchar contra su enfermedad

Una persona deprimida pierde la capacidad de motivarse, por lo que tarda mucho tiempo en llegar a consulta, si es que llega. En este tiempo la vida en familia se ha visto afectada, la pareja ha llegado al límite de su paciencia, el rendimiento laboral dista mucho de lo que sería deseable, su aspecto físico se ha visto afectado y su salud está muy perjudicada.

Con este panorama, lo más fácil es darse cuenta de que la vida no tiene sentido. Sin la comprensión de las personas que le rodean, con una visión oscura del futuro y con la sensación de que es imposible darle la vuelta a la situación actual, quedan pocos caminos que recorrer.

Mira a tu alrededor

No conozco a nadie que quiera dejar de vivir. No conozco a nadie que no desee sentir el dulce calor de la primavera, o el sonido del mar, o el abrazo de un niño… Pero si no puedes disfrutar de los pequeños placeres de la vida, si hagas lo que hagas eres incapaz de experimentar una emoción positiva o si una terrible e infame depresión ha tomado el control de tu vida, entonces, dejas de vivir, dejas de tener ganas de levantarte cada mañana y te planteas si quieres seguir así lo que te queda de vida.

 

Mira a tu alrededor, conoces a más personas deprimidas de las que te imaginas. Puedes verlas en tu barrio, en la televisión, por la calle, en el supermercado o en el trabajo. Quizás puedas ayudarles a que no pasen tantos años antes de consultar con un especialista, a no complicarles su dura existencia o a que no se sientan marcados por un dedo acusador.

Y sobre todo no los juzgues como débiles, luchar por levantarte cada mañana requiere de una fuerza de voluntad que la mayoría de personas normales no tenemos

(Los textos son de autor desconocido, fueron copiados y recontados por Adonis)

 

RECUERDA SER FELIZ

Jamás desistas

A veces no tienes tiempo para darte cuenta,
Las cosas pasan en segundos, todo cambia.
Estás vivo, estás muerto y el mundo sigue adelante.
Somos delgadas como papel.
Puedes quedarte en la cima de una montaña.
Meditar durante décadas y no cambiará nada.
Puedes cambiarte a ti mismo y acostumbrarte a ello.
Pero tal vez esto también está mal.
Quizá pensemos demasiado. Sentir más, pensar menos.

Puedes tener defectos, estar ansioso y vivir irritado algunas veces, pero no te olvides que tu vida es la mayor empresa del mundo.
Solo tú puedes evitar que ella vaya en decadencia.
Hay muchos que te aprecian, admiran y te quieren.

Me gustaría que recordaras que ser feliz, no es tener un cielo sin tempestades, camino sin accidentes, trabajos sin cansancio, relaciones sin decepciones.

Ser feliz es encontrar fuerza en el perdón, esperanza en las batallas, seguridad en el palco del miedo, amor en los desencuentros.

Ser feliz no es solo valorizar la sonrisa, sino también reflexionar sobre la tristeza.
No es apenas conmemorar el éxito, sino aprender lecciones en los fracasos.
No es apenas tener alegría con los aplausos, sino tener alegría en el anonimato.

Ser feliz es reconocer que vale la pena vivir la vida, a pesar de todos los desafíos, incomprensiones, y períodos de crisis.

Ser feliz no es una fatalidad del destino, sino una conquista para quien sabe viajar para adentro de su propio ser.

Ser feliz es dejar de ser víctima de los problemas y volverse actor de la propia historia.
Es atravesar desiertos fuera de si, más ser capaz de encontrar un oasis en lo recóndito de nuestra alma.
Es agradecer a Dios cada mañana por el milagro de la vida.

Ser feliz es no tener miedo de los propios sentimientos.
Es saber hablar de si mismo.
Es tener coraje para oír un “no”.

Es tener seguridad para recibir una crítica, aunque sea injusta.
Es besar a los hijos, mimar a los padres, tener momentos poéticos con los amigos, aunque ellos nos hieran.

Ser feliz es dejar vivir a la criatura libre, alegre y simple, que vive dentro de cada uno de nosotros.
Es tener madurez para decir ‘me equivoqué’.
Es tener la osadía para decir ‘perdóname’.
Es tener sensibilidad para expresar ‘te necesito’.
Es tener capacidad de decir ‘te amo’.

Usar las pérdidas para refinar la paciencia.
Usar las fallas para esculpir la serenidad.

Usar el dolor para lapidar el placer.
Usar los obstáculos para abrir las ventanas de la inteligencia.

Jamás desistas de las personas que amas.
Jamás desistas de ser feliz, pues la vida es un espectáculo maravilloso.

Que tu vida se vuelva un jardín de oportunidades para ser feliz…

Que en tus primaveras seas amante de la alegría.

Que en tus inviernos seas amigo de la sabiduría.

Y que cuando te equivoques en el camino, comiences todo de nuevo.

Pues así serás más apasionado por la vida.

Y descubrirás que ser feliz no es tener una vida perfecta.

Sino usar las lágrimas para regar la tolerancia.

(Los textos son de autor desconocido, fueron copiados y recontados por Adonis)

 

EL SABER NO OCUPA LUGAR

He aprendido…

Aprendí que crecer no solo significa hacer el aniversario…
Que el silencio es la mejor respuesta cuando se siente una estupidez…
Que trabajar no solo significa ganar dinero…
Que los amigos se conquistan mostrando quién realmente somos…
Que los verdaderos amigos están con nosotros hasta el final…
Que las cosas peores a menudo se esconden a través de una buena apariencia…
Que la naturaleza es lo más bonito de esta vida…
Que cuando creo que lo sabes todo aún no sé nada…
Que un solo día puede ser más importante de muchos años…
Que se puede conversar con las estrellas…
Que se puede confesar a la luna…
Que se puede viajar en el infinito…
Que es sano escuchar buenas palabras…
Que también a ser amable es bueno para la salud…
Que hay que soñar…
Que se puede ser niños toda la vida…
Que Dios no prohíbe nada en nombre del amor…
Que juzgarse no es importante cuando realmente importa es la paz interior…
Que no se puede morir para aprender a vivir.
Aprendí que la vida son buenas y malas rachas
Que conoces a mil personas pero una te marca
Que mil aciertos se borran y un fallo deja mancha
Que lo que más daño te hace es lo que más te engancha
Que el rencor y la envidia solo es un veneno
Que nunca estarás bien si te lo guardas todo adentro
Que hasta de lo malo puede sacarse algo bueno
Que hay personas que se odian porque un día se quisieron
Que el más listo se coma al fuerte lo aprendí en la calle
Que me lo hacía yo solo o no lo iba hacer nadie
Que si me pasa algo jodido, sufro y me lo callo
Que basta que confíe en alguien para que me falle
Que intento perdonar, no sabes, pero no me sale
Que prometer no vale, que todavía duele
Que me sigo rayando cuando estoy solo
Que engañarse no sirve de nada, nunca se olvida del todo
Aprendí a tirar para adelante cuando las cosas se tuercen
A no rendirme, a ser consecuente
A confiar en mí mismo y a quererme
A que si algo no sale quizás sea por el destino
A perder, pero no a darme por vencido
A que hasta el más fuerte llora.
Con el tiempo aprendí que mi edad no se refleja en mis años
Que estos ojos han visto demasiado
Demasiada rabia y odio acumulado, te dejan tocado
No he nacido fuerte me ha hecho fuerte lo que me ha pasado
Nos hicieron fuertes circunstancias si he tenido problemas
Aprendes cuando pierdes lo que apuestas
Que te acaricie cuando llores
Aprendí que no existe nadie capaz de rellenar este vacío
Que lo siento todo más bajo la lluvia con el frío
Que mi corazón es mío
Que los que callamos el dolor somos los únicos que lo vivimos
Arrasando con lo que se ponga en medio
Cuando has vivido tanto se te olvida el miedo
Aprendimos que todo se va pero antes se te clava
A valorar las cosas cuando ya no estaban
Nuestros familiares, el amor, las ganas
Las cosas más bonitas de esta vida son las que se acaban
Aprendimos que todo se va pero antes se te clava
A valorar las cosas cuando ya no estaban
Nuestros familiares, el amor, las ganas
Las cosas más bonitas de esta vida son las que se acaban.
(Los textos son de autor desconocido, fueron copiados y recontados por Adonis)

TODO DEPENDE DE TI

¿Que es la sabiduría?

“¿Qué es la sabiduría? El arte de vivir, no el arte de hacer cosas; el arte de vivir… ¿Para qué estamos vivos? Estamos vivos para vivir”.

El arte de vivir. No el arte de hacer cosas, el arte de vivir… Se puede vivir sin hacer muchas cosas, y se puede hacer muchas cosas sin saber vivir. La mayoría de la gente que ahora uno ve por la calle sabe hacer muchas cosas, se mueve todo el día, está agitada todo el día, y no sabe vivir.

Hoy, en gran parte, el hombre de una ciudad civilizada y urbanizada es un servidor del sistema y de las máquinas, porque cuando tiene que ocuparse del coche, de la lavadora, de lo otro y de lo de más allá, se pasa el día alimentando cosas y sosteniendo cosas, cuando sencillamente podría vivir mejor. Porque lo que no está claro son los fines. ¿Cuáles son los fines de la vida?, ¿para qué vivimos?, ¿para qué estamos vivos?

Estamos vivos para vivir para realizarnos, para dar de cada uno de nosotros todo lo que puede dar, porque así tendrá todo lo que pueda recibir. Pero para que esto empiece hace falta libertad. Y para tener libertad, no libertad de expresión, lo que hay que tener es libertad de pensamiento, porque si usted no tiene libertad de pensamiento, da igual que hable o diga lo que quiera.

Nuestra vida es un arte

El gran arte de la vida es hacer de la vida una obra de arte.
Aunque no escribas libros, eres el escritor de tu vida.
Aunque no entiendas de cine, ni de cámaras, tu existencia puede transformarse en un film primoroso con Dios de director.
Aunque cantes desafinado, tu existencia puede ser una linda canción,
Aunque no entiendas de música, tu vida puede ser una magnífica sinfonía
Aunque no hayas estudiado en una escuela de comunicaciones, tu vida puede transformarse en un reportaje modelo.
Aunque no tengas gran cultura, puedes cultivar la sabiduría de la caridad.
Aunque tu trabajo sea humilde, puedes convertir tu día en oración.
Aunque tengas cuarenta, sesenta o setenta años, puedes ser joven de espíritu.
Aunque las arrugas ya marquen tu rostro, vale más tu belleza interior.
Aunque tus pies sangren en los tropiezos y piedras del camino, tu rostro puede sonreír.
Aunque tus manos conserven las cicatrices de los problemas y de las incomprensiones, tus labios pueden agradecer.
Aunque las lágrimas amargas recorran tu rostro, tienes un corazón para amar.
Aunque no seas un santo, ni un ángel, en el cielo tienes reservado un lugar.

Debemos intentar conseguir ver aquello que poseemos, con la misma mirada como lo estaríamos mirando si alguien nos lo quitara; sea lo que sea, posesiones materiales, trabajo, salud, amigos, familia, pareja y/o hijos, la mayoría de las veces solo sentimos su valor después de haberlos perdido o deseándolos, pero jamás ya que se tienen.

Al mirar todo aquello que no tenemos solemos pensar “¿cómo sería si eso fuese mío?”, y de este modo llegamos a sentir la falta. En lugar de ello, ante las cosas que poseemos deberíamos pensar a menudo “¿cómo sería si perdiera esto?”.

Muchas veces pasa algo que se sale de tus planes y parece como si todo se nublara. Debemos pensar, arreglar, disfrutar, sufrir cada cosa en su momento, espacio y en su medida, sin preocuparnos de todo lo demás; tener, por así decirlo, cajones para nuestros pensamientos y emociones donde abrimos uno y cerramos todos los demás. La preocupación por un asunto grande no alterará en todo momento la preocupación por cien asuntos pequeños.

Tú eres dueño de tu cuerpo, de tu cerebro y de los pensamientos que generas a través de él. Si tú decides pensar positivo así será. El humor, por ejemplo es un tiempo de pensamiento y actitud que ayuda a que las circunstancias desfavorables se lleven mejor. Las situaciones no producen nuestra felicidad o nuestra amargura, más bien es nuestra manera de asumirlas lo que genera nuestro estado de ánimo. Para bien y para mal es mucho menos importante lo que le sucede a uno en la vida que la manera en que lo experimentamos. Para la felicidad de nuestra existencia, el estado y la condición de la conciencia es absolutamente lo principal.

(Los textos son de autor desconocido, fueron copiados y recontados por Adonis)

BENDICIONES

Cada día…

Cada momento que pasa, debemos estar contentos con lo que tenemos, pues es lo que Dios nos ha dado, nuestros alcances, valores y metas, además de los sueños y esperanzas que ponemos en ello. Es a partir de los sueños, que forjamos todo nuestro mundo de realidad, dependiendo de nuestras fuerzas y de nuestros pies en la tierra, es que podemos obtener, lo que deseamos con todo el corazón.

Unos tienen más bendiciones que otros, los más afortunados debemos recordar a los menos afortunados, porque nunca sabemos cuando podríamos ser nosotros los menos afortunados.
Comparte un poco de tanto que tienes y serás más rico porque habrás aprendido a valorar más que eres afortunado.
Por eso te invito a llenar tu corazón de agradecimiento a Dios por todo lo que nos ha dado porque las bendiciones las da a quien hace mérito en su corazón para merecerlas.
Nosotros podemos hacer que estas y más bendiciones sean parte de nuestra vida haciendo merito para hacernos acreedores a una vida buena.
Son excelentes las bendiciones que Dios nos ha dado en este momento, nuestra familia, nuestros amigos, nuestra posición económica, social, pero eso sí, para querer aumentar esas riquezas, que ya de por si tenemos, primero, hay que estar consciente que hay que valorarlas con toda nuestra alma, mente y corazón, para que así de lo poco que tengamos podamos tener muchas cosas más, infinitas, que también sepamos valorarlas y tenerlas a nuestro lado, pues el que ama lo poco, también sabe apreciar lo mucho.
Cada día que tenemos vida, es una nueva oportunidad para aprender a valorar lo que tenemos:
Cada día que tenemos a nuestros seres amados a nuestro lado, es una bendición.
Cada día que tenemos comida en nuestra mesa, es una bendición
Cada día que tenemos trabajo, es una bendición.
Cada día que tenemos un techo donde vivir, es una bendición.
Cada día que tenemos una cama donde dormir, es una bendición.
Cada día que tenemos agua para bañarnos, es una bendición.
Cada día que traes ropa limpia, es una bendición.
Cada día que puedes ver lo que te rodea, es una bendición.
Cada día que oyes toda clase de sonidos, es una bendición.
Cada día que tienes brazos y piernas, es una bendición.
Cada día que tienes salud, es una bendición.
Cada día que tienes como cubrirte del frío, es una bendición.
Cada día que tienes como quitarte el calor, es una bendición.
Cada día que tienes agua para quitarte la sed, es una bendición.
Cada día que tienes quien se preocupe de ti, es una bendición Cada día que tienes amigos, es una bendición.

La vida es dura pero muy bella
Abre los ojos mira las estrellas
Sueña cada día y cumple tus metas

Y no lo cura una inyección
Ni una pociones de la vida
Dentro de tu corazón
Porque la magia vive muy dentro de ti
La vida es bella
Para ti y para mi

(Los textos son de autor desconocido, fueron copiados y recontados por Adonis)

NADA ES CASUALIDAD

Las casualidades no existen

 El azar no decide sobre qué o quién llega a tu vida, en qué momento o de qué modo. Ni la suerte. Ni ningún tipo de bendición, excusa o capricho al que te quieras aferrar. Que no hay ningún destino escrito ni varitas mágicas para ocasiones especiales que te saquen de un aprieto o te den aquello que más quieres.

Que hay quienes llegan y entran por la puerta grande. O por la trasera. Con fuegos artificiales. O apenas de puntillas. Que, quienes han de llegar, llegan. Que no hubieran podido llegar de ninguna otra manera. Ni en ningún otro momento. Que hay cosas que no se pueden jamás anticipar o prever.

Durante muchos años he pensado que las cosas me pasaban por casualidad. Que me encontraba a la gente, que me surgía un trabajo, que conocía a alguien…

Todo pasa por algo y ESE ALGO te hace crecer. Gracias a ESE ALGO que llamamos casualidad somos quienes somos.

Podríamos hablar de causalidad, porque cuando algo pasa el universo está moviendo sus hilos para que eso suceda. Y tiene sus motivos, unos motivos que nosotros desconocemos y lo vemos como casualidad, cuando en realidad es que tenía que ser así. Suceden porque algo hemos hecho para que ocurran, todo tiene una causa.

A nuestro alrededor pasan muchas cosas de las que no nos damos cuenta porque nuestro foco quizá no esté ahí o porque aún no estamos preparados para verlas. Cuando estamos preparados el maestro aparece y pensamos que eso es casualidad.

Aprovecha lo que te ofrece la vida, porque si te lo está ofreciendo será por algo.

En ocasiones, llega lo que más falta te hace. Lo que más puede ayudarte. Lo que puede sacarte del pozo, de casa, de un mar repleto de dudas. Cuando sientes que no sabes por dónde salir, hacia dónde mirar o por dónde empezar. Cuando toca mover ficha, cambiarte de zapatos o decidir entre dos salidas.

Si alguien te busca

Si alguien te busca con frío…Es porque tienes abrigo. Si alguien te busca con alegría…Es porque tienes una sonrisa. Si alguien te busca con lágrimas…Es porque das consuelo. Si alguien te busca con versos….Es porque tienes música. Si alguien te busca con dolor….Es porque tienes el remedio. Si alguien te busca con palabras…Es porque sabes escuchar. Si alguien te busca con hambre…Es porque tienes con que alimentar. Si alguien te busca con besos….Es porque tienes miel. Si alguien te busca con dudas…Es porque sabes el camino. Si alguien te busca con orquesta…Es porque tienes la fiesta. Si alguien te busca con fantasías…Es porque tienes la realidad. Si alguien te busca con desespero…Es porque tienes serenidad. SI alguien te busca con entusiasmo…Es porque tienes fe. Si alguien te busca con secretos…Es porque inspiras confianza. Si alguien te busca con sed…Es porque tienes agua. Si alguien te busca con miedo….Es porque tienes amor. Si alguien te pide oración…Es porque tienes a Dios. Nada llega por casualidad.

HABÍA UN TIEMPO…

Tenemos todo, menos tiempo

 Había un tiempo donde el cielo brillaba más y era la luna, la que nos mandaba a dormir y las horas de silencio durante el día, era la de la siesta. Había un tiempo que el sol blanqueaba las sábanas, tiempo donde se iba andando o en bicicletas a los sitios y por las noches, las aceras se llenaban de sillas ocupadas por familias enteras, tomando el poco aíre que corriera y viendo a sus hijos jugar y al cuidado de que no se cayeran o riñeran con algún otro niño. Hubo un tiempo, que si llovía, las mujeres sacaban los cubos para llenarlos de agua de lluvia… Porque decían que era muy buena para “todo”. Había un tiempo que nuestro despertador era nuestra madre o el canto de los pájaros o del gallo, tiempos de merendilla de mortadela, de coleccionar cromos, de vestir a las muñecas de cartón. Era un tiempo donde no sobraba nada, excepto el tiempo, que teníamos mucho, para estar con la familia, los amigos y disfrutar de los pequeños detalles de la vida. Ese era realmente el tiempo de 24 horas al día, donde eras tú, la que manejabas las agujas del reloj y ahora… “El tiempo”, nos echa de menos, porque tenemos de todo, menos tiempo.

Tengo una rutina para la mañana y otra para la noche, mantengo presente que grandes mañanas es igual a grandes días y si uno esos grandes días terminaré con una vida realmente grandiosa. Tener una rutina matutina es importante porque marca el tono para todo el día.

Entonces, hablemos de algunas maneras simples en que puedes hacer que tus mañanas sean increíbles. Simplemente programando algunas tareas rápidas y fáciles cada mañana, puede mejorar tu perspectiva, productividad y felicidad en general. Programa un tiempo cada mañana para hacer algunas cosas pequeñas que mejorarán tu día y te traerán alegría, incluye algunas cosas a las que siempre has querido dedicar más tiempo en tu vida, pero en realidad nunca le has encontrado el momento, eso si recuerda que tu rutina también debe ser realista.

Sabiendo seguro que nuestra mente nos llamará al orden por ese tiempo precioso que estamos perdiendo. Aunque, si lo midiéramos con exactitud, nos daríamos cuenta de dos cosas. La primera es que el tiempo perdido es insignificante. La segunda es que disminuir el estrés nos hace ganar en sensación de tiempo aprovechado

Yo me apunto a cambiar mi experiencia del tiempo desde el que parece ser su verdadero origen: mi mente.

(Los textos son de autor desconocido, fueron copiados y recontados por Adonis)

VIVIR MEJOR

Atraer la alegría

La sensación de paz, el encuentro tranquilo con la vida, es un buen ingrediente para empezar a construir proyectos que salgan bien. Ahora, ¿cómo lograrlo?

La primera clave para vivir más tranquilo es aprender a discriminar lo que es realmente importante de lo que no lo es. En principio, lo fundamental es que identifiques las pequeñas cosas que te molestan y las coloques en el lugar en el que en realidad están: fuera. Hay tonterías molestas que quitan energía y ocuparte de ellas no vale la pena.

La rigidez no es una buena consejera. En cambio, ampliar tu visión y estar abierto a todo, en particular a los cambios, es algo que te va a ayudar significativamente a vivir más tranquilo.

Buena parte de las preocupaciones provienen de todo aquello que no ha ocurrido y quizás nunca ocurra. Pensar en el peor escenario y dibujarlo como más probable en tu cabeza va a desgastarte inútilmente.

Busca todos los medios para simplificar cualquier aspecto de la vida, si quieres vivir más tranquilo. Obsequia lo que no uses, deshazte de aquello que no sea necesario, busca métodos para hacer más en menos tiempo. En suma: vuelve a lo simple.

Si tienes una gran preocupación o hay muchas cosas bailando en tu cabeza, una buena opción es destinar un par de horas en el día para ocuparte de ello. La condición es que fuera de ese lapso también quede fuera de tu mente. Si no te obsesionas, vas a ver las cosas con mayor claridad y todo fluirá de una manera más natural.

A veces pensamos demasiado y actuamos poco. Si bien razonar es muy necesario en algunos momentos, también es importante dejarte ser.

Diez consejos

1.- DOMINA tu lengua. Di siempre menos de lo que piensas.
2.- PIENSA antes de hacer una promesa y luego no la rompas, no importa cuánto te cueste cumplirla ni el tiempo que tardes, pero cúmplela.
3.- NUNCA dejes pasar la oportunidad de decir algo alentador a una persona, o algo bueno acerca de ella, siempre es agradable escuchar palabras estimulantes.
4.- TEN interés por las personas que te rodean, por sus familias, sus hogares, sus sueños. Acompaña a los que ríen sanamente y conforta a los que lloran; ellos necesitan de ti.
5.- SÉ alegre. Ríete de las buenas historias y aprende a contarlas. Trasmitir alegría es un don que todos podemos tener, solo tienes que poner atención en ti mismo para lograrlo.
6.- CONSERVA una mente abierta para todas las cosas. Recuerda que no hay verdades absolutas. Y que es una virtud poder discrepar y conservar la amistad del oponente.
7.- DEJA que tus virtudes hablen por si mismas y rehúsa hablar de las flaquezas y faltas de los otros. Condena las murmuraciones, en especial las malintencionadas, hacen mucho daño a todas las personas.
8.- TEN cuidado con los sentimientos de los demás. Es más fácil herir que reparar luego.
9.- NO hagas caso de habladurías sobre tu persona. Vive de forma que nadie pueda darles crédito y acabarán por olvidarlas, cuando una persona destaca entre las demás por su nobleza, eso puede crear envidias, así que, solo sé tu mismo.
10.- NO seas excesivamente celoso de tus derechos. Trabaja, ten paciencia, conserva la calma, cree en ti mismo, ten firmeza y recibirás tu recompensa, ya que cerca de ti tendrás a esa persona que sabrá decirte lo que tú eres para ella.
Estas pequeñas técnicas para vivir más tranquilo no te exigen tanto, pero a cambio sí te aportan mucho. Sin paz interior es muy difícil disfrutar de todo lo bueno que hay en tu vida o que llega a tu vida. Construye la paz y ella te acercará a la felicidad.
El paso del tiempo debe ser una conquista y no una pérdida, así que vive la vida segundo a segundo porque es lo que hoy puedes tener.
(Los textos son de autor desconocido, fueron copiados y recontados por Adonis)

LA VIDA

El tren de la vida

La vida se asemeja a un viaje en tren. Con sus estaciones y cambios de vía, algunos accidentes, sorpresas agradables en algunos casos y profundas tristezas en otros…

Al nacer, nos subimos al tren y nos encontramos con nuestros padres, creemos que siempre viajarán a nuestro lado…Pero en alguna estación ellos se bajarán dejándonos seguir el viaje, de pronto nos encontraremos sin su compañía y su amor irreemplazable…

No obstante, muchas otras personas que nos serán muy especiales y significativas se irán subiendo al tren de nuestra vida… Nuestros hermanos, amigos y, en algún momento, el amor de nuestra vida…

Algunos tomarán el tren para realizar un simple paseo. Otros, durante su viaje, pasarán por momentos de oscuridad y tristeza. Y siempre encontraremos quienes estén dispuestos ayudar a los más necesitados… Muchos, al bajar, dejan un vacío permanente, otros pasan tan desapercibidos que ni nos damos cuenta que desocuparon sus asientos.

Es curioso ver como algunos pasajeros, aún los seres queridos, se acomodan en coches distintos al nuestro. Durante todo el trayecto están separados, sin que exista ninguna comunicación.

Pero en realidad, nada nos impide que nos acerquemos a ellos si existe buena voluntad de nuestra parte.  De lo contrario, puede ser tarde y encontraremos a otra persona en su lugar.

El gran misterio para todos, es que no sabremos jamás en qué estación nos toca bajar. Como tampoco dónde bajarán nuestros compañeros de viaje, ni siquiera el que está sentado a nuestro lado.

La vida no se mide

La vida no se mide anotando puntos, como en un juego.
por el número de amigos que tienes, ni por cómo te aceptan los otros, según los planes que tienes para el fin de semana o por si te quedas en casa solo.
Según con quién sales, con quién solías salir, ni por el número de personas con quienes has salido, por las personas que has besado.
por la fama de tu familia, por el dinero que tienes, por la marca de coche que manejas, ni por el lugar donde estudias o trabajas.
por lo guapo o por lo feo que eres, por la marca de ropa que llevas, ni por los zapatos, ni por el tipo que música que te gusta.

La vida se mide según:

A quienes amas y a quienes dañas.
La felicidad o la tristeza que proporcionas a otros.
Los compromisos que cumples y las confianzas que traicionas.
Lo que dices y lo que haces y de lo que quieres decir o hacer, sea dañino o benéfico, los juicios que haces, porqué los haces y a quién o contra quién los comentas.

A quién ignoras a propósito.

Los celos, el miedo, la ignorancia y la venganza que albergas.
El amor, el respeto o el odio que llevas dentro de ti, cómo lo cultivas y cómo lo riegas.
Cómo usas tu vida para alimentar el corazón de otros.
Tú y solo tú escoges la manera en que vas a afectar a otros.
La vida se mide por esas decisiones.

“Vivamos de manera que cuando llegue el momento de desembarcar, nuestro asiento vacío deje bonitos recuerdos a los que continúan viajando en el Tren de la Vida”

(Los textos son de autor desconocido, fueron copiados y recontados por Adonis)

¿QUÉ ES EL TIEMPO?

DEJA QUE CAMBIE…

El tiempo pasa y nunca vuelve atrás. Vivimos en constante cambio, en constante evolución, sumidos en rutinas estresantes, viendo cómo el tiempo se nos escapa de las manos sin que seamos plenamente conscientes de ello.

El tiempo es la divisa de tu vida. Es la única divisa que tienes, y solo tú puedes determinar cómo será gastada. Sé cuidadoso y no permitas que otras personas la gasten por ti

¿Qué es el tiempo? Si nadie me lo pregunta, lo sé. Pero si tuviese que explicárselo a alguien no sabría como hacerlo

Deja que cambie el tiempo, con los años aumenta la sabiduría. Deja que cambie tu rutina, así la vida será más interesante. Deja que puedas equivocarte, así podrás elegir mejor en el futuro, ábrete a nuevas amistades, puede ser que te enseñen algo nuevo. Deja que tu voz se oiga, es la única forma de hacer valer tus opiniones. Deja que cambien tus sueños, quizás sean más intensos y verdaderos los que tienes ahora. Toma los cambios de tu vida como parte tuya, como parte de tu evolución. A veces los cambios cuestan ser asimilados, pero cada uno de ellos significa un nuevo crecimiento que fortalece nuestro espíritu. Deja que cambien tus pensamientos, es la única manera de crecer.
No es el tiempo el que pasa, pasamos todos nosotros.
No perdáis el tiempo ni en llorar el pasado ni en llorar el porvenir. Vivid vuestras horas, vuestros minutos. Las alegrías son como las flores que la lluvia mancha y el viento deshoja.

PERDÓNATE Y ÁMATE

Sufrir es una pérdida de tiempo

Hay tantas cosas para gozar y nuestro paso por la Tierra es tan corto, que sufrir es una pérdida de tiempo. Además. Cada mañana es una buena noticia. Cada niño que nace es una buena noticia, cada cantor es una buena noticia, porque cada cantor es un soldado menos, por eso hay que cuidarse del que no canta porque algo esconde.

Aprendí que nunca es tarde, que siempre se puede empezar de nuevo, ahora mismo, le puedes decir basta a la mujer (o al hombre) que ya no amas, al trabajo que odias, a las cosas que te encadenan a la tarjeta de crédito, a los noticieros que te envenenan desde la mañana, a los que quieren dirigir tu vida, ahora mismo le puedes decir “basta” al miedo que heredaste, porque la vida es aquí y ahora mismo. Que nada te distraiga de ti mismo, debes estar atento porque todavía no gozaste la más grande alegría ni sufriste el más grande dolor.

Vacía la copa cada noche para que Dios te la llene de agua nueva en el nuevo día. Vive de instante en instante porque eso es la vida.Se gana y se pierde, se sube y se baja, se nace y se muere. Y si la historia es tan simple, ¿por qué te preocupas tanto?.

No te sientas aparte y olvidado, todos somos la sal de la Tierra. En la tranquilidad hay salud, como plenitud dentro de uno. Perdónate, acéptate, reconócete y ámate, recuerda que tienes que vivir contigo mismo por la eternidad.

Borra el pasado para no repetirlo, para no abandonar como tu padre, para no desanimarte como tu madre, para no tratarte como te trataron ellos, pero no los culpes porque nadie puede enseñar lo que no sabe, perdónalos y te liberarás de esas cadenas. Si estás atento al presente, el pasado no te distraerá, entonces serás siempre nuevo.

Tienes el poder para ser libre en este mismo momento, el poder está siempre en el presente porque toda la vida está en cada instante, pero no digas “no puedo” ni en broma porque el inconsciente no tiene sentido de humor, lo tomará en serio y te lo recordará cada vez que lo intentes.

Si quieres recuperar la salud abandona la crítica, el resentimiento y la culpa, responsables de nuestras enfermedades. Perdona a todos y perdónate, no hay liberación más grande que el perdón, no hay nada como vivir sin enemigos. Nada peor para la cabeza y por lo tanto Para el cuerpo, que el miedo, la culpa, el resentimiento y la crítica que te hace juez (agotadora y vana tarea) y cómplice de lo que te disgusta.

Culpar a los demás es no aceptar la responsabilidad de nuestra vida, es distraerse de ella. El bien y el mal viven dentro de ti, alimenta más al bien para que sea el vencedor cada vez que tengan que enfrentarse.

Lo que llamamos problemas son lecciones, por eso nada de lo que nos sucede es en vano. No te quejes, recuerda que naciste desnudo, entonces ese pantalón y esa camisa que llevas ya son ganancia. Cuida el presente porque en él vivirás el resto de tu vida. Libérate de la ansiedad, piensa que lo que debe ser, será, y sucederá naturalmente.

Quiérete mucho y cuando lo estés haciendo, quiérete aún más. Nunca será suficiente. No es egocentrismo, es amor propio, es mucho más. El mundo está dispuesto a sacarnos mil defectos, a criticar nuestras actitudes, nuestro físico, a decir cosas que no son. No te permitas mal vivir, la vida es muy bonita como para perderla en cosas tan insignificantes.
Hace poco me dijeron que las críticas te llegan cuando estás dónde muchos quisieran estar y desde entonces, es una de mis frases favoritas. Aplicable a cualquier situación, a cualquier momento o instante. Envidiarán lo que tienes, lo que eres o como eres, te criticarán por ser una persona abierta o por ser un amante de la soledad, por lo que llevas, por lo que tienes y por lo que no, te llamaran delgado, gordo, feo… Y nunca será suficiente.

(Los textos son de autor desconocido, fueron copiados y recontados por Adonis)

AGRADECER

Abre los ojos al mundo

Muchas veces vivimos la vida sin prestar atención a las pequeñas buenas cosas que nos suceden porque las más “espectaculares” son más evidentes y llaman más la atención.

Sin embargo, si piensas un poco, verás la cantidad de cosas positivas que hay en tu vida. Es fundamental reeducarnos para aprender a pensar en positivo y ver todo lo bueno que vivimos cada día.

En momentos difíciles, o cuando pierdes a alguien, es muy importante ser agradecido con lo que todavía tienes y por las oportunidades que aún se te presentan.Se trata de no enfocarse solo en lo que consideramos malo y buscar lo positivo de cada situación. Porque siempre hay algo favorable, aunque en un principio nos cueste descubrirlo.

Gracias…

A todos los que conocimos y olvidamos,
a los que nos conocieron y nos olvidaron,
a los que recordamos y nos recuerdan,
a los que amamos y ya no,
a los que aún nos saludan cuando los vemos,
aunque ya no nos hablemos.
“Gracias” es una de esas maravillosas palabras que siempre la guardamos para nosotros.
Muchas veces cuando las personas hacen algo por una damos por hecho que ya agradecimos lo que han hecho por nosotros, pero no es así, es importante dar las gracias por cada gesto de bondad que recibimos.
Debemos estar agradecidos cuando alguien nos llama por teléfono para preguntarnos cómo estamos. ¿Quién obliga a una persona llamar a otra? Nadie, solo lo hacen porque nos quieren y nos aprecian.
No seamos personas ingratas y sepamos dar las gracias a cualquier persona que haga algo por nosotros.
Un ejemplo muy claro es que cuando vamos a un salón a tomar un té pagamos la cuenta, rara vez dando las gracias a quien nos estuvo atendiendo lo mejor que pudo.
Yo siempre agradezco, hasta a la persona que trabaja en el supermercado y nos muestra el producto, es un gesto amable y hay que agradecer.
Cuando nos despertamos y abrimos los ojos ¿damos las gracias a Dios por el solo hecho de respirar? Bueno, eso que cada cual lo responda en su interior.
Debemos dar las gracias a los amigos que hemos conocido por Internet, que muchas veces son mejores amigos que los que tenemos a nuestro lado, siempre ofreciéndonos su apoyo.
Cuando vas por la calle, alguien te reconoce, y se acerca para hablar contigo; da las gracias por el hecho de que te hable y sea tu amigo.
Esa palabra tan maravillosa
“Gracias”
Es muy corta pero poco usada.
Siempre demos las gracias.
No lo olvidemos, no cuesta nada dar las gracias.
Al contrario, te hace más grande.
Nunca des las cosas por sentadas, di con palabras lo que sientes, muchas veces por perezosas no llamamos a la casa o a nuestros amigos y cuando llamas ya es tarde pues esa persona ya no está y lo peor es que ya no volverá, como cuando alguien que amamos se va de este mundo y no pudimos hablarle.
No dejemos nada para mañana, muchas veces puede ser demasiado tarde, hoy mismo agradece todo lo que han hecho por ti y empieza por decirle a Dios “muchas gracias Señor por darme un día más para enmendar mis errores” y después, a todas esas personas que hemos dejado de lado…

 Esta debe ser una de las primeras palabras que muchos padres le enseñen a decir a sus hijos. Es una cuestión de modales y todo el mundo parece estar de acuerdo en seguir la costumbre de fomentarla. Cuando nos dan el recibo después de echar gasolina, nos dicen buen provecho o ‘salud’ después de estornudar.

Nos gusta mucho que nos agradezcan, incluso cuando hacemos cosas que nos corresponde hacer. Sentirnos apreciados nos motiva. Por eso es importante hacerle saber a los demás cuando nos gustaría que se nos reconozca lo que hacemos y así no correr el riesgo de sentirnos menospreciados.

(Los textos son de autor desconocido, fueron copiados y recontados por Adonis)

MI VERDAD, TU VERDAD Y LA VERDAD.

SABIAS…

Que siempre existen tres enfoques en cada historia: mi verdad, tu verdad y la verdad.
Que toma mucho tiempo llegar a ser la persona que deseas ser.
Que es más fácil reaccionar que pensar.
Que podemos hacer mucho más cosas de las que creemos poder hacer.
Que no importan nuestras circunstancias, lo importante es cómo interpretamos nuestras circunstancias.
Que no podemos forzar a una persona a amarnos, únicamente podemos ser alguien que ama. El resto depende de los demás.
Que requiere años desarrollar la confianza y un segundo destruirla.
Que dos personas pueden observar la misma cosa, y ver algo totalmente diferente.
Que las personas honestas tienen más éxito al paso del tiempo.
Que podemos escribir o hablar de nuestros sentimientos, para aliviar mucho dolor.
Que no importa qué tan lejos he estado de DIOS, siempre me vuelve a recibir.
Que todos somos responsables de nuestros actos.
Que existen personas que me quieren mucho, pero no saben expresarlo.
Que a veces las personas que menos esperamos, son las primeras en apoyarte en los momentos más difíciles.
Que la madurez tiene que ver más con la experiencia que hemos vivido, y no tanto con los años que hemos cumplido.
Que hay dos días de la semana por los que no debemos de preocuparnos: ayer y mañana, el único momento valioso es ahora.
Que aunque quiera mucho a la gente, algunas personas no me devolverán ese amor.
Que no debemos competir contra lo mejor de otros, sino competir con lo mejor de nosotros mismos.
Que puedo hacer algo por impulso y arrepentirme el resto de mi vida.
Que la pasión de un sentimiento desaparece rápidamente.
Que si no controlo mi actitud, mi actitud me controlara a mí.
Que es más importante que me perdone a mí mismo a que otros me perdonen.
Que no importa si mi corazón está herido, el mundo sigue girando.
Que la violencia atrae más violencia.
Que decir una verdad a medias es peor que una mentira.
Que las personas que critican a los demás, también me criticarán cuando tengan la oportunidad.
Que es difícil ser positivo cuando estoy cansado.
Que hay mucha diferencia entre la perfección y la excelencia.
Que los políticos hablan igual en todos los idiomas.
Que es mucho mejor expresar mis sentimientos, que guardarlos dentro de mí.

Cada persona capta la realidad desde su propia realidad individual y desde su manera personal de construir su visión de la vida y del mundo. Y en esta captación y construcción de la realidad hay que tener en cuenta, como mínimo, la cultura donde hemos nacido, si tenemos alguna limitación física, psíquica o sensorial, si eres niño, joven, adulto o anciano, si eres hombre o mujer, si eres rico o pobre, si donde vives hay guerra o paz.

Nuestra verdad no es la verdad de los demás aunque haya aspectos en común e incluso podamos compartir verdades muy parecidas. Nuestra verdad es el resultado de nuestra propia experiencia y de nuestra manera concreta de acercarnos a la realidad de las cosas, situaciones y personas. Cada persona vive la vida a su medida, saca sus propias conclusiones y a partir de aquí concibe la verdad como algo seguro y concreto.

(Los textos son de autor desconocido, fueron copiados y recontados por Adonis)

 

LA LUZ DEL MUNDO

Brilla para dar brillo

Cierto día, el fósforo le dijo a la vela:

• Hoy te encenderé.
• ¡Oh no!, dijo la vela, tú no te das cuenta que, si me enciendes, mis días estarán contados; no me hagas una maldad de esas.
• ¿Entonces tú quieres permanecer así toda tu vida? ¿Dura, fría y sin haber brillado nunca? preguntó el fósforo.
• ¿Pero tienes que quemarme? Eso duele y además consume todas mis fuerzas, murmuró la vela.
Entonces respondió el fósforo:
• ¡Tienes toda la razón!. Pero esa es nuestra misión. Tú y yo fuimos hechos para ser luz y lo que yo como fósforo puedo hacer es muy poco, mi llama es pequeña y mi tiempo es corto. Pero si te paso mi llama, habré cumplido con el propósito de mi vida; yo fui hecho justamente para eso, para comenzar el fuego.
Ahora, tú eres una vela y tu misión es brillar. Todo tu dolor y energía se transformará en luz y calor por un buen tiempo.
Oyendo eso, la vela miró al fósforo que ya estaba en el final de su llama y le dijo:
• ¡Por favor, enciéndeme!
Y así produjo una linda y brillante llama.

Así como la vela, a veces, es necesario pasar por experiencias duras, experimentar el dolor y sufrimiento para que lo mejor que tenemos surja, sea compartido y podamos ser luz.
Recuerda que “mar calmado no hace buenos marineros”, los mejores son revelados en las aguas agitadas.
Entonces, si tuvieras que pasar por la experiencia de la vela, recuerda que servir y compartir el amor es el combustible que nos mantiene vivos.

¡Eres la luz del mundo y tu misión es irradiar esa luz!

Nunca olvides que siempre debemos ser luz. Una luz que guíe, no que opaque o ciegue.

Ser luz significa comprometerse con el hermano, convivir, perdonar, servir, hacer que la vida en familia sea un oasis de alegría y apoyo recíproco.

El perfume de una vida plena es la humildad. Hay gente que encandila pero no mira a nadie porque solo quiere brillar ella. Otra gente tiene luz interior y la contagia con su actitud y atrae a los demás. El magnetismo de una persona se basa en su humildad. De nada sirve ser luz si no vas a iluminar el camino de los demás.

Toda la oscuridad del mundo no puede apagar una vela.

A la oscuridad no se la combate con guerras, sino con la luz que podamos aportar desde nuestro interior.

Y por eso hay que mirar dentro de uno mismo. Cuando estoy en mi centro, tengo vivencias y elijo el poder del amor y sé compartir; cuando salgo a la periferia sólo sobrevivo y opto por el amor al poder, a querer controlar todo y competir.

En la medida en que trabajemos sobre nosotros, mejoraremos nuestros vínculos con los demás.

La humildad es  el valor clave y que se antepone a todos los demás.

Y la humildad lleva al agradecimiento. Como agrado del ser, no como cortesía. O soy agradecido o no soy agradecido. O se es agradecido o se vive instalado en la queja. Dime cuanto agradeces y te diré cuanto aprendiste a vivir. Si vives agradeciendo, las personas se te acercarán. Si vives en la queja, se alejarán

Los regalos auténticos de la vida no vienen envueltos con lacitos. Por eso cuesta tanto reconocerlos. El agradecimiento es la memoria del corazón

El amor y el entusiasmo con que las personas hacen su trabajo no se puede comprar.

(Los textos son de autor desconocido, fueron copiados y recontados por Adonis)

 

MENTE SANA

 Vivir el aquí y ahora

Eres soltero y te falta compañía.
Estás en pareja y te falta libertad.
Trabajas y te falta tiempo.
Tienes demasiado tiempo libre y te gustaría trabajar.
Eres joven y quieres crecer para hacer las cosas de los adultos.
Eres adulto y te gustaría hacer las cosas de los jóvenes.
Estás en tu ciudad pero te gustaría vivir en otro lugar.
Estás en otro lugar pero te gustaría volver a tu ciudad…
Tal vez es hora de dejar de mirar siempre a lo que nos falta y empezar a vivir en el presente, realmente apreciando lo que tenemos.
Disfruta el aroma de tu hogar antes de abrir la puerta y salir a buscar los perfumes del mundo.
Porque nada se da por sentado, y todo es un regalo.
Dale valor…

Solo fracasan quienes no lo intentan. Intentar vivir el presente, hacerlo con nuevas experiencias, cambiar la forma de pensar y, en definitiva, poner el foco de atención en lo que vemos, oímos, sentimos y hacemos, es la clave de la felicidad.

El ahora es el momento en el que podemos hacer cambios en nuestra vida, no el pasado. Es ahora que podemos elegir cómo sentirnos, cómo pensar, y cómo actuar. El presente es lo que existe y podemos controlarlo. El pasado y el futuro son cosas que no están, que no existen.

Cuando somos capaces de focalizar nuestra atención en el presente, nuestra mente se ve liberada de pensamientos negativos pasados o futuros. Cuando la concepción de lo que somos se basa en los recuerdos malos, cosas que, ojalá, no hubiéramos vivido, vivimos en un sufrimiento continuado. Por ese motivo debemos aceptar nuestro pasado como un aprendizaje, no como un determinante de nuestro presente.

Pienso que la felicidad es una actitud, que se puede aprender y entrenar. Que no depende de mi entorno, ni de lo que tengo o de lo que me pasa, que depende más de cómo gestiono yo todo eso.

la felicidad es individual

 Cada uno posee el secreto de su propia felicidad, no a todos nos hace feliz lo mismo. No reside en obtener cosas o cosechar éxitos, es decir, no es la meta lo que me hace feliz, es el camino. 

La felicidad es un estado de bienestar psicológico, una sensación de sentirse bien con uno mismo y con lo que tiene, sin importar lo que falta o lo que tiene el otro. Es llenarse de momentos agradables y saberlos disfrutar, sean breves o largos, requieran un esfuerzo o no. Es un estado de satisfacción plena conmigo y con mi vida.

Si buscas felicidad en el diccionario te saldrá algo parecido a esto:“Estado de ánimo de la persona que se siente plenamente satisfecha por gozar de lo que desea o por disfrutar de algo bueno.”

Al final todo es transitorio en la vida, todo está de paso, nada perdura inmóvil. Unas cosas vienen y otras se van y yo debo aprender a aceptar todo esto sin aferrarme a las cosas ni a las personas, sabiendo que todo pasará, tanto lo bueno como lo malo, nada perdura para siempre

Cuando pases un mal momento en tu vida recuerda: esto también pasará. Pero cuando estés pasando por uno bueno piensa: esto también pasará. El primero te servirá para relativizar el dolor, el segundo para no aferrarte a las cosas.

Puedo aprender a ser feliz y además solo depende de mí. No depende de lo que tengo o de quién me rodea, solo de mí. Así que voy a empezar a hacerme responsable de mi felicidad desde hoy.

Pues para tener una mente sana y sentir ese bienestar que da la felicidad también toca trabajar:

Hay que atreverse a sacar partido a tu energía sin que esta tenga que tener un plazo idílico para aparecer. Piensa que solo explorando la que ya tenemos encontraremos nuevas fuentes para cargarnos de ella. La vida se va componiendo de etapas y todas tienen un encanto especial que muchas veces solo apreciamos cuando las vemos en retrospectiva.

(Los textos son de autor desconocido, fueron copiados y recontados por Adonis)

APRENDE A VIVIR

No te culpes

Nunca enseñes nada a nadie. Aunque sepas con certeza que tendrás razón. Recuerda cuánto te molestó una vez. Y tú mismo…¿Seguiste el consejo de tus mayores?
No trates de ayudar si no se te pide. No le impongas a nadie. No trates de proteger a tus seres queridos de todas las desgracias del mundo. Solo ámalos.
¡No te quejes! De tu salud, de tus vecinos, del gobierno, de tu fondo de pensiones. No te conviertas en una vieja pelea en el banco en la entrada.
No esperes gratitud de los niños. Recuerda: no hay hijos desagradecidos, hay padres estúpidos que esperan gratitud de sus hijos.
No digas frases como: Yo a tu edad.. Te he dado los mejores años…′ Soy mayor, así que lo sé mejor… Esto es insoportable.
No desperdicies tu último dinero en tratamientos anti edad. Es inútil. Mejor gastarlo en un viaje.
No te mires al espejo y no te maquilles en una habitación oscura. No te adueñes a ti misma. Y trata de lucir lo más elegante posible. Precisamente elegante, no juvenil. Créeme, es mejor así.
Cuida a tu pareja, aunque se convierta en rugoso, indefenso y gruñón. No olvides que una vez fue joven, fuerte y alegre. Recuerda que una vez fue joven, flaco, guapo. Y tal vez sea el único que realmente te necesita ahora…
No trates de mantenerte al día a toda costa: para entender las nuevas tecnologías, para seguir las noticias de forma obsesiva, para estudiar constantemente algo nuevo, para no quedarte atrás con los tiempos. Esto es divertido. Haz lo que quieras.
¡Cuanto logras!
No te culpes por nada. Lo que sea que haya pasado con tu vida o con la vida de tus hijos, hiciste todo lo posible.
Haz lo mejor que puedas, esto es muy importante. Y recuerda, si sigues viva, alguien te necesita.

Lo que sirve para unos no sirve para otros. Pero, imagínate esta situación…imagina que, vas caminando por la calle, dando un paseo con un amigo tuyo. Pero, empiezan a molestarte los zapatos. Son nuevos y te hacen rozaduras por varias partes del pie. Cada vez te molestan más, y cada vez necesitas caminar más despacio porque te hacen daño y cojeas.

Se lo dices a tu amigo y este, que lleva dos tallas menos de zapato que tu, te dice. “Toma, ponte los míos, yo tengo otro par en mi mochila. Póntelos, son muy cómodos, yo los tengo hace tiempo y nunca me han molestado. Caminarás perfectamente con ellos”.

Bien pues, esto exactamente es lo que ocurre con los consejos que damos o que recibimos. Lo que sirve para una persona, cabe la posibilidad de que no sirva para otra.

Filosofía de vida

— La mejor filosofía para vivir en la vida, es vivir con amor… Con amor por nosotros mismos y por los demás, a pesar de todo lo que suceda.
— Acepta a cada quien como es y no permitas que nadie cambie tu esencia, tu estado de ánimo, ni tus valores.
— No hay venganza como el olvido.
— Ama siempre un poco más a quien lo merece, porque quien te ama, te cuida, te protege, está allí para hacer tu vida, más armónica y placentera. Está contigo para apoyarte, para hacerte reír, para recordarte que la vida es bella.
— Entrega todo lo que puedas, pero no esperes nada de nadie. Mejor deja que te sorprendan y no que te decepcionen.
— No te sientas culpable por hacer lo que te haga feliz, si con eso no haces daño a otra persona.
— Tu felicidad no depende de la aprobación de nadie, solo depende de ti.
— Trata de hacer el bien, pero si no puedes hacerlo, por lo menos no hagas daño. Nunca te adaptes a lo que no te hace feliz, la vida siempre te tendrá algo diferente.
— Lo que tu corazón te dice a gritos, no trates de ignorarlo por miedo o por temor.
— No necesitas competir con nadie, porque la única competencia es contigo mismo.
— Si te preocupa lo que otros piensan de ti, siempre serás su prisionero. Odiar es gastar energía en alguien que no merece ni ser recordado. No tienes que herir para enseñar y no tienes que ser herido para aprender.
— El perdón es la llave que abre la puerta del resentimiento y las esposas del odio. Es un poder que rompe las cadenas de la amargura y abre los candados del egoísmo.
— Ser una buena persona no depende de tu estatus, tu religión, tu raza, el color de tu piel, ni de tus ideas políticas. Mucho menos de tu cultura o tu educación. Ser una buena persona depende de si tratas bien a los demás.
— Serás verdaderamente valioso, cuando no necesites defender tu importancia. El fracaso es parte de la vida; si no fracasas no aprendes y si no aprendes, no cambias.
— Cuando vuelvas a pensar que te pides demasiado, vuelve a considerar cuanto te mereces.
— Si no trabajas para cumplir tus sueños, alguien te contratara para que trabajes por los suyos.
— Mientras te preocupes por lo que otros piensen de ti les perteneces.
— Hay personas que alegran la piel, otras los oídos o la vista, pero muy pocas alegran el corazón.
— Inteligencia es guardar silencio, cuando el ignorante hace ruido.
— La gente inteligente habla de ideas, la gente común habla de cosas, la gente mediocre habla de gente.
— Para entender el corazón y la mente de una persona, no te fijes en lo que ha hecho no te fijes en lo que ha logrado sino en lo que aspira a hacer.
— No puedes obligarte a ti mismo a sentir algo que no sientes, pero si puedes obligarte a hacer el bien, a pesar de lo que sientes.
— Saca de tu vida todo aquello que te envenena el alma, los sentimientos más negativos que no aportan la luz que deseamos sumar a nuestra existencia.
— Un hombre se puede equivocar muchas veces, pero no se convierte en un fracaso hasta que empiece a culpar a otros por sus propios errores.
— Si piensas que el silencio no es una respuesta… Aún te falta mucho por aprender.
— Con una mentira suele irse muy lejos, pero sin esperanzas de volver. Proverbio judío.
— Sé valiente y aprende a darle a tu vida las ausencias que necesitas, porque resultan un verdadero triunfo.
— El silencio es el único amigo que jamás traiciona.
— El perdón no es un regalo que demos a otro, nos lo ofrecemos a nosotros mismos.
— Dominar a otros es fortaleza, dominarnos a nosotros mismos es el verdadero poder. La mayor de las batallas es con nosotros mismos, con nuestros temores y debilidades.
— Cuando las expectativas de uno se reducen a cero, uno aprecia realmente todo lo que tiene.
— Es preferible agitarse en la duda, que descansar en el error.
— Los únicos límites de nuestros logros del mañana, son nuestras dudas de hoy.
— Tu mente es una casa de tesoros que debes abastecer bien y es la única parte de ti donde el mundo no puede intervenir.
— El que tiene salud tiene esperanza, y el que tiene esperanza es dueño de todo.
— El primer síntoma de que estamos matando nuestros sueños, es la falta de tiempo.
— La única cosa que compramos y nos hace más ricos, es viajar.
— Hay dos formas de ver la vida: una es creer que no existen milagros, la otra es creer que todo es un milagro.

No está la felicidad en vivir, sino en saber vivir. Ni vive más el que más vive, sino el que mejor vive.

(Los textos son de autor desconocido, fueron copiados y recontados por Adonis)

SI VOLVIERA A VIVIR…

¿Cambiaría alguna cosa?

Si pudiera vivir nuevamente mi vida.
En la próxima trataría de cometer más errores.
No intentaría ser tan perfecto, me relajaría más.
Tomaría muy pocas cosas con seriedad.
Sería menos higiénico

Correría más riesgos, haría más viajes, contemplaría
más atardeceres, subiría más montañas, nadaría más ríos.
Iría a más lugares adonde nunca he ido, comería
más helados y menos habas, tendría más problemas
reales y menos imaginarios.
Por si no lo saben, de eso está hecha la vida, solo de momentos;
no te pierdas el ahora.

Yo era uno de esos que nunca iban a ninguna parte sin termómetro,
una bolsa de agua caliente, un paraguas y un paracaídas;
Si pudiera volver a vivir, viajaría más liviano.

Si pudiera volver a vivir comenzaría a andar descalzo a principios
de la primavera y seguiría así hasta concluir el otoño.

Si tuviera mi vida para volver a vivir, hubiera querido menos y escuchado más.

Me habría sentado con las patas de cruz en el césped con mis hijos y nunca me había preocupado por las manchas de hierba.

Yo hubiera llorado y reído menos mientras veo la televisión. Y más mientras ves la vida real.

Yo hubiera comido menos queso de casa y más helado

Si volviera a vivir escucharía más para saber la verdadera intención de los demás en vez de hablar como un loro sin parar.

Si volviera a vivir prestaría más atención a lo que dice mi corazón que suele tener la razón en vez de seguir con lo que dicen los demás.

Si volviera a vivir jugaría con cada objeto y cada idea que pasa por mi vida para sacar provecho de todo en vez de experimentar muy poco.

Si volviera a vivir amaría con más intensidad arriesgándome al ridículo de parecer muy bobo en vez de solo querer sentirme seguro.

Si volviera a vivir cometería más errores tomando el camino menos transitado en vez de aquello que está más pisado.

Si volviera a vivir disfrutaría más de cada instante viendo la maravilla de cada cosa en vez de vivir con tanta cotidianidad.

Si volviera a vivir prestaría más atención al ciclo mágico de la vida que nos envuelve en vez de tomar todo por dado.

Si volviera a vivir seguiría las verdades que naturalmente ofrece la vida en vez de moldear y crear la verdad solo de mi propia verdad.

Si volviera a vivir expresaría mi amor a aquellos que amo con más frecuencia en vez de esperar aquél día cuando sería solo un añorar.

Si volviera a vivir respiraría con más intención sintiendo le energía de la vida en vez de succionar aire a diario sin prestar ninguna atención.

Si volviera a vivir estaría más consciente de generar buenas preguntas sobre mis dudas en vez de generar solo respuestas a cada pregunta.

Si volviera a vivir utilizaría más tiempo para pensar y contemplar en vez de llenar mi mente con tanto bombardeo del mercadeo y de los medios.

Si volviera a vivir tomaría más en cuenta los ancianos escuchando sus cuentos y su sabiduría en vez de echarles a un lado para seguir mi camino.

Si volviera a vivir me rodearía con aquellas personas que se centran en la paz y la armonía en vez de aquellas que son ruidosas y fanfarronas.

Si volviera a vivir estaría pendiente de cada amanecer y cada atardecer que crean una obra de arte en vez de andar sin estar consciente del ambiente.

Si volviera a vivir iría a vacaciones imaginarías a los lugares más mágicos de mi mente con más frecuencia en vez de esperar sólo ir en físico.

Si volviera a vivir llamaría a más amigos y conocidos para expresar mi amor en vez de dejar de llamarlos para otro día que tal vez jamás venga.

Si volviera a vivir tendría más plantas y mascotas que representan una parte importante del ciclo de la vida en vez de vivir en un ambiente infecundo y estéril.

Lo más maravilloso de todo eso es que ahora me he dado cuenta que he vuelto a vivir porque cada día es un nuevo nacer que me da la oportunidad de volver a vivir…

(Los textos son de autor desconocido, fueron copiados y recontados por Adonis)

QUÉDATE CON TU TENEDOR

Lo mejor está por venir

¡Después de escuchar esta historia, nunca volveré a mirar un tenedor de la misma manera!

¡Quédate con tu tenedor!
Había una mujer joven a la que le habían diagnosticado una enfermedad terminal y le habían dado tres meses de vida. Así que mientras estaba poniendo sus cosas ‘en orden’, se puso en contacto con su pastor y le pidió que fuera a su casa para discutir ciertos aspectos de sus deseos finales.

Ella le dijo qué canciones quería que se cantaran en el servicio, qué escrituras le gustaría leer y con qué atuendo quería ser enterrada. Todo estaba en orden y el pastor se estaba preparando para irse cuando la joven de repente recordó algo muy importante para ella.

“Hay una cosa más”, dijo emocionada.
“¿Que es eso?” fue la respuesta del Pastor.
“Esto es muy importante”, continuó la joven. “Quiero que me entierren con un tenedor en la mano derecha”.

El pastor se quedó mirando a la joven, sin saber muy bien qué decir.
“Eso te sorprende, ¿no?” preguntó la joven.
“Bueno, para ser honesto, estoy desconcertado por la solicitud”, dijo el pastor.

Explicó la joven. “Mi abuela me contó una vez esta historia, y desde ese momento siempre he tratado de transmitir su mensaje a los que amo y a los que necesitan aliento. En todos mis años de asistir a eventos sociales y cenas, siempre recuerdo que cuando los platos del plato principal estaban siendo retirados, alguien inevitablemente se inclinaba y decía: “Quédate con tu tenedor”. Era mi parte favorita porque sabía que vendría algo mejor … Como un pastel de chocolate aterciopelado o un plato hondo con tarta de manzana. ¡Algo maravilloso y con sustancia! ”

“Entonces, solo quiero que la gente me vea allí en ese ataúd con un tenedor en la mano y quiero que se pregunten …” ¿Qué pasa con el tenedor? “Entonces quiero que les digas:” Quédate con tu tenedor … Lo mejor está por venir.”

Los ojos del pastor se llenaron de lágrimas de alegría mientras abrazó a la joven y se despidió. Sabía que esta sería una de las últimas veces que la vería antes de su muerte. Pero también sabía que la joven tenía una mejor comprensión del cielo que él. Tenía una mejor comprensión de cómo sería el cielo que muchas personas que le doblaban la edad, con el doble de experiencia y conocimiento. Sabía que se avecinaba algo mejor.

En el funeral la gente pasaba junto al ataúd de la joven y vieron el manto que vestía y el tenedor colocado en su mano derecha. Una y otra vez, el pastor escuchó la pregunta: “¿Qué pasa con el tenedor?” Y una y otra vez sonrió.

Durante su mensaje, el pastor le contó a la gente sobre la conversación que tuvo con la joven poco antes de su muerte. También les habló del tenedor y de lo que simbolizaba para ella. Le dijo a la gente que no podía dejar de pensar en el tenedor y les dijo que probablemente tampoco podrían dejar de pensar en él.
Él estaba en lo correcto. Así que la próxima vez que alargues la mano para coger el tenedor, deja que te recuerde, muy suavemente, que lo mejor está por llegar. Los amigos son una joya muy rara, de hecho. Te hacen sonreír y te animan a triunfar. Aprecia el tiempo que tienes y los recuerdos que compartes. Ser amigo de alguien no es una oportunidad, sino una dulce responsabilidad.
Comparte esto con todos los que consideres AMIGOS … y apuesto a que será un mensaje que recordarán cada vez que tomen un tenedor.

Y recuerda … ¡quédate con el tenedor!

(Los textos son de autor desconocido, fueron copiados y recontados por Adonis)

ALGUIEN MUERE…

Sigue cerca de ti

Cuando alguien muere, no se va solo. Se lleva parte de tu alma para confeccionar sus alas, de esta manera logra volar junto a ti. No se va solo. Se lleva tu voz y escucha con atención, de esta manera logra guiarse en el camino.
Se lleva los recuerdos, de esta manera se ríe durante el camino para no aburrirse.
Cuando alguien muere, no te deja solo, te deja parte de su alma, de esta manera sabrás que está bien. No te deja solo, te deja su voz, de esta manera será tu conciencia. No te deja solo, te deja los recuerdos, de esta manera reirás con él.

Cuando alguien muere, sucede algo mágico, un tanto inexplicable, no se quiere alejar, entonces cambia de cuerpo para estar contigo. Busca en los demás un fragmento de él, busca bien y lo encontrarás; hay mucha gente que falta por conocer, muchos de ellos tendrán parte de él, ábrete a gente nueva, haz más amigos, llénalos de amor, llora y ríe con ellos, que sean dos cuerpos y una sola mente.

Cuando alguien muere, no se quiere alejar. Cuando se te nubla la vista, es él que pasa frente a ti; cuando te dan escalofríos, es él que te abraza; cuando tienes frío por la noche, es él quien toma la cobija; cuando te tropiezas, es él quien te mete el pie para reírse un poco; cuando no te puedes peinar, es él quien se burla de lo mal que te ves; cuando te ríes de la nada, es él quien te cuenta un chiste y ni cuenta te diste.

Cuando alguien muere, no es para que te pongas triste, es difícil de entender pero es verdad: Él está mejor allá y quien mejor que él para guiarte mientras llega el momento que te toca partir, pues espera con ansias ver tu rostro y reírse a carcajadas contigo de nuevo…

¿A dónde va la gente cuando muere?

Mucha gente cree que, cuando alguien muere, lo único que muere es su cuerpo. Es como cuando una botella llena de agua se rompe y pierde toda utilidad. El recipiente se ha hecho trizas, pero lo que había dentro el agua perdura. La parte de la persona que perdura tras la muerte del cuerpo a menudo se denomina “alma” o “espíritu”. Algunas personas creen que el alma es la parte del ser humano que ama, siente y crea; es la parte que nos convierte en quienes somos.

¿Qué es el duelo?

Cuando perdemos a un ser querido, lo pasamos mal. Nos entristece pensar que esa persona dejará de estar a nuestro alrededor, que no podremos hablar con ella ni pasárnoslo bien juntos. Esa ausencia deja un profundo hueco en nuestras vidas. Tal vez tenías una mascota en casa que murió. ¿Te acuerdas de las primeras veces que entraste en casa tras la muerte de tu gato o de tu perro? Te extrañó no encontrarlo allí y lo echaste de menos. Si lloraste, está bien. Necesitamos expresar la tristeza y lamentar la pérdida de los animales u otros seres queridos cuando les llega la muerte.

Pero, como cuando te pelas la rodilla, el intenso dolor inicial desparecerá con el tiempo. La herida tardará un tiempo en curarse, pero te irá doliendo un poco menos cada día. Cuando alguien muere, ocurre lo mismo. Eso no significa que olvidemos o dejemos de echar en falta a la gente que ha muerto. Al cabo de un tiempo, podemos proseguir con nuestra vida, sin dejar por ello de querer al fallecido y recordándolo siempre.

Recordar a las personas fallecidas que queremos es una forma de mantenerlas vivas en nuestro recuerdo. Las fotos nos ayudan a hacerlo. Mirar un álbum de fotos puede ayudarnos a recordar los momentos felices que compartimos con esas personas. Muchas familias entierran los cuerpos de sus seres queridos en un cementerio. Luego pueden ir a visitar sus tumbas. No es que crean que las personas muertas están allí; solo se trata de un lugar especial para ir a pensar en lo mucho que significaron esas personas para ellos.

Cada persona marca su propio ritmo para sentir que ha despedido como merece a quien ya no está. Los actos pueden quedarse cortos por lo que la forma en la que cada cual gestione su duelo y tome su tiempo para despedirse deben ser respetados.

La mejor forma de acompañar el duelo es el respeto, la cercanía y la comprensión

(Los textos son de autor desconocido, fueron copiados y recontados por Adonis)

LA VIDA ES UN REGALO DEL UNIVERSO

Disfruta del paseo de vivir

Ver todo lo que tienes en tu vida podría ayudarte a reconocer que realmente tienes todo lo que necesitas en este momento. Toma un inventario mental de todo en tu vida… Tu familia, amigos, hogar, o trabajo. Si te imaginas que cada una de estas cosas es un regalo del universo, es posible que te sea más fácil ver lo afortunado que eres. Las gracias al universo a lo largo del día podría ayudarte a valorar lo que tienes aún más.
Nuestras vidas son un regalo del universo. A pesar de que puede parecer que todo lo que tenemos es algo por lo que hemos trabajado, es el universo que nos otorga tan buena fortuna. Pensar en las situaciones en las que nos encontramos al azar y las oportunidades que suceden a nuestro camino nos permiten ver la mano del universo en nuestras vidas. Agradeciendo al universo hoy demostrará su comprensión de los tesoros que son las bendiciones en tu vida y te harán apreciar todo lo que tienes

Lo que tienes que hacer es disfrutar del paseo mientras estás en él. Piensa en positivo, sé positivo, y las cosas positivas van a suceder. No estropear lo que tienes al desear lo que no tienes. Disfruta de tus bendiciones ahora mismo. Recuerda que lo que tienes ahora, fue una vez entre las cosas que solo habías esperado. Date cuenta de esto… Trabaja en ser tan agradecido y feliz que cuando los demás te miran, se vuelven un poco más felices también.

Empieza a ser más agradecido. Aprende a centrarse en las cosas que suceden en tu vida que puedes estar dando por sentado. Aprecia a los amigos que tienes, la familia que tienes, los artículos materiales que tienes, la comida que tienes y cualquier otra cosa que tengas. Aprecia todo. Sé agradecido y realmente lo significa. Toma un momento ahora mismo para empezar a apreciar las cosas que te rodean. Hay un montón de cosas a tu alrededor en todo momento por las que puedes estar agradecido. Haz de esto un hábito constante y te vas a sentir genial darte cuenta de todo lo que hay que estar agradecido.

Haz lo mejor de donde estás… Acepta la situación en la que te encuentres y uso como una base sobre la que puedes construir la vida que estás soñando. Pasa más tiempo haciendo las cosas que realmente te gusta hacer, con la gente que aprecias. Valora cada momento de tu vida, apreciar como un regalo precioso y recuerda que nunca sabes cuánto tiempo te queda. No permitas que tu vida sea dominada por el miedo o la preocupación, sino que en cambio ten el valor de ponerse de pie y tomar un riesgo. Aprende a ser feliz con lo que ya tienes, en lugar de hacer que tu felicidad depende de influencias externas, como la riqueza y las cosas materiales. Ten compasión por los demás y mira si puedes dar algo de vuelta, creando un valor para los demás. Deja que tu creatividad fluya, mira a dónde te lleva y nunca permita que las excusas se quede entre tú y la vida que aspirar.

Cada uno andamos diferentes caminos, todos tenemos montañas separadas para escalar. Esa no es la diferencia, sin embargo, la diferencia es lo que hacemos cuando llegamos a la cima. Algunos lo hacen con gracia y amablemente llegar y ayudar a otro. Algunos se vuelven privilegiados y piensan que son mejores que los que están en el fondo, algunos nunca llegan a la cima, pero siempre están en una lucha infinita. Espero que si alguna vez llego a la cima de mi montaña, que tenga la gracia y la bondad en mi corazón para ayudar a alguien a subir el suyo.

(Los textos son de autor desconocido, fueron copiados y recontados por Adonis)

NO EXISTE LAS PAREJAS PERFECTAS

Amores reñidos, amores queridos

Hemos oído desde siempre expresiones como “amores reñidos amores queridos”, o “quien bien te quiere te hará llorar” y son más peligrosas e irracionales de lo que a simple vista parecen. Ya no digo la influencia de las canciones, del cine etc donde se considera amor a sentimientos que muchas veces no tienen que ver con esto. Aun cuando exista el amor no es suficiente si faltan otros ingredientes esenciales como el respeto, la confianza, la pasión, el apoyo … He oído a muchas personas maltratadas tanto físicamente como  expresar “es que le quiero” “es que en el fondo él me quiere” cuanto error y cuantas vidas destrozadas. Si alguien te merece no te hará sufrir. Piensa que eres realmente importante como para poder prescindir de una persona que consciente o inconsciente te haga daño. Que amar excesivamente a alguien que no te hace bien, es quitarte amor hacia ti mismo/a, anularse…Que el amor no implica sufrimiento, cansancio, forzar las cosas. Que el apego y la dependencia no es amor.

Independientemente del amor idealizado que se transmite en los cuentos, y que el final suele ser el principio de la relación, todos los cuentos terminan con el príncipe y la princesa que se casan y son felices y comen perdices, pero nunca es el final del cuento sino el principio. A veces comen perdices y otras veces las perdices se los comen a ellos.

Sentir amor no es suficiente en una pareja, y es la justificación que muchas veces usamos para no romper una situación que nos hace daño. Tal vez han sido demasiadas veces las que has tenido que romper a pesar de los sentimientos, pero cuando eso ocurre es porque realmente la relación poco tiene que ver con el amor.
Es fácil saber cuando una relación se torna en algo irracional, fácil verlo y fácil auto engañarse. No importan los sentimientos si tienes que mendigar por amor, no importan los sentimientos si esa persona consciente o inconscientemente te hace daño.
Además hay que saber que el amor real es el natural, el que suma y no resta, en el que hay un equilibrio por las dos partes, no tiene uno que sacrificarse por el otro, ni faltarse el respeto hacia sí mismo.
Puede que parezca complicado y doloroso alejarse de una persona por la que se tienen sentimientos, pero tiene que prevalecer el más importante que es el amor hacia uno mismo. Si algo te hace daño se hace urgente despertar, y preguntarnos que queremos y si merecemos estar donde no tenemos que estar. Cambia la concepción de lo que es el amor, porque nada tiene que ver con el sufrimiento.
Si esperas a que la persona cambie, es porque esa persona no es realmente la que puede hacerte feliz.Y seguro en algún lugar hay alguien que estaría feliz de estar contigo, Y si la casualidad o la vida no lo ponen a tu vera, más vale una soledad digna que una pareja a medias.

No existen las parejas perfectas, todos somos diferentes y cuando estás conociendo a alguien puede haber muchos aspectos de su personalidad que no te agradan, pero hay ciertas conductas que no se pueden permitir. Los celos infundados son un virus, atacan a la persona y no habrá ninguna explicación que calme a la persona celosa.
Los celos son inseguridad, y ataca a uno de los aspectos más importantes de la pareja la confianza. Si tú decides iniciar una relación de pareja es fundamental la confianza, y asumir que puede ser natural sentir celos pero todo lo que no se vea objetivamente es un invento de la mente.
Si tu pareja sufre de celos y tu sabes bien que no haces nada para que pueda sentirse así, puedes perdonar una vez pero si ves que es constante, lo que querrá decir esa situación es que esa persona no puede tener una relación y que al final acabara anulándose y destrozándose como persona. Huye si estas a tiempo, los celos no son un halago, son un tipo de maltrato.

(Los textos son de autor desconocido, fueron copiados y recontados por Adonis)