CERRANDO PUERTAS

Casi todo tiene un final

Hay que saber cuándo una etapa llega a su fin. Cuando insistimos en alargarla más de lo necesario, perdemos la alegría y el sentido de las otras etapas que tenemos que vivir.
Poner fin a un ciclo, cerrar puertas, concluir capítulos… No importa el nombre que le demos, lo importante es dejar en el pasado los momentos de la vida que ya terminaron. ¿Me han despedido del trabajo? ¿Ha terminado una relación? ¿Me he ido de casa de mis padres? ¿Me he ido a vivir a otro país? Esa amistad que tanto tiempo cultivé, ¿ha desaparecido sin más? Puedes pasar mucho tiempo preguntándote por qué ha sucedido algo así. Puedes decirte a ti mismo que no darás un paso más hasta entender por qué motivo esas cosas que eran tan importantes en tu vida se convirtieron de repente en polvo.
Pero una actitud así supondrá un desgaste inmenso para todos: tu país, tu cónyuge, tus amigos, tus hijos, tu hermano; todos ellos estarán cerrando ciclos, pasando página, mirando hacia delante, y todos sufrirán al verte paralizado.

Recuerdos

Nadie puede estar al mismo tiempo en el presente y en el pasado, ni siquiera al intentar entender lo sucedido. El pasado no volverá: no podemos ser eternamente niños, adolescentes tardíos, hijos con sentimientos de culpa o de rencor hacia sus padres, amantes que reviven día y noche su relación con una persona que se fue para no volver. No podemos ser empleados de empresas inexistentes, ni tener vínculos con quien no quiere estar vinculado a nosotros. ¡Los hechos pasan y hay que dejarlos ir! Todo pasa, y lo mejor que podemos hacer es no volver a ello. Por eso es tan importante (¡por muy doloroso que sea!) destruir recuerdos, cambiar de casa, donar cosas a los orfanatos, vender o dar nuestros libros.
Todo en este mundo visible es una manifestación del mundo invisible, de lo que sucede en nuestro corazón. Deshacerse de ciertos recuerdos significa también dejar libre un espacio para que otras cosas ocupen su lugar. Dejar para siempre. Soltar. Desprenderse.
Nadie en esta vida juega con cartas marcadas. Por ello, unas veces ganamos y otras, perdemos. No esperes que te devuelvan lo que has dado, no esperes que reconozcan tu esfuerzo, que descubran tu genio, que entiendan tu amor.
Deja de encender tu televisión emocional y ver siempre el mismo programa, en el que se muestra cómo has sufrido con determinada pérdida: eso no hace sino envenenarte. Nada hay más peligroso que las rupturas amorosas que no aceptamos, las promesas de empleo que no tienen fecha de inicio, las decisiones siempre pospuestas en espera del “momento ideal”.

La vida está para adelante

 Si andas por la vida dejando puertas abiertas “por si acaso”, nunca podrás desprenderte ni vivir lo de hoy con satisfacción. ¿Noviazgos o amistades que no clausuran?, ¿Posibilidades de regresar? (¿a qué?), ¿Necesidad de aclaraciones?, ¿Palabras que no se dijeron?, ¿Silencios que lo invadieron? Si puedes enfrentarlos ya y ahora, hazlo, si no, déjalos ir, cierra capítulos. Dite a ti mismo que no, que no vuelven. Pero no por orgullo ni soberbia, sino, porque tú ya no encajas allí en ese lugar, en ese corazón, en esa habitación, en esa casa, en esa oficina, en ese oficio.
Tú ya no eres el mismo que fuiste hace dos días, hace tres meses, hace un año. Por lo tanto, no hay nada a qué volver. Cierra la puerta, da vuelta a la hoja, cierra el círculo. Ni tú serás el mismo, ni el entorno al que regresas será igual, porque en la vida nada se queda quieto, nada es estático. Es salud mental, amor por ti mismo, desprender lo que ya no está en tu vida.

Dejarlo ir

 Antes de comenzar un nuevo capítulo hay que terminar el anterior: repítete a ti mismo que lo pasado no volverá jamás. Recuerda que hubo una época en que podías vivir sin aquello, sin aquella persona, que no hay nada insustituible, que un hábito no es una necesidad.
Puede parecer obvio, puede que sea difícil, pero es muy importante. Cerrar ciclos. No por orgullo, ni por incapacidad, ni por soberbia, sino porque, sencillamente, aquello ya no encaja en tu vida. Cierra la puerta, cambia el disco, limpia la casa, sacude el polvo.
Deja de ser quien eras, y transfórmate en el que eres…Esa es la vida…
( Los textos son de autor desconocido, fueron copiados y recontados por Adonis)

¿ADICTO A ALGO?

¿QUÉ ES EL APEGO?

El apego es sinónimo de aferrarse, de atarse e incluso de establecer dependencia u obsesión hacia algo o alguien.

Cuando te apegas a un objeto, idea, actividad o persona, acabas generando con ellos fuertes vínculos. Tan fuertes que puedes volverte adicto a ellos.

Y, cuando eres adicto a algo, tu vida acaba por girar entorno a esa adicción. Estás dispuesto a todo para no dejar ir ese objeto, actividad o persona. Haces todo lo que esté en tu mano para seguir a su lado y alimentar los vínculos que os unen.

No tiene nada de malo tejer y alimentar vínculos con personas, ideas, actividades e incluso objetos. El problema de las adicciones es que suelen acabar por limitar tu vida. Y toda limitación acaba por causarte ciertos daños o, si lo prefieres, efectos colaterales

Uno de estos efectos colaterales es la ansiedad, amiga íntima del estrés. Otro efecto colateral es el miedo, que suele ser primo-hermano de la ira y la violencia. También podríamos añadir la frustración, la decepción o la depresión. Y, finalmente, nos encontramos con la enfermedad, consecuencia última de todas las formas de sufrimiento.

El desapego

Es el acto más doloroso y a la vez más elevado de amor Incondicional…
El desapego duele, duele mucho, duele porque hay que soltar lo que amas, dejarlo ir o eso creemos, ese dolor es mental; no es dolor, es sufrimiento, lo que nos hace sufrir es el miedo alimentado por el ego, por la creencia arraigada de la posible pérdida, de una posesión que no existe, que no es real. Ya que no podemos poseer a alguien que no es nuestro, que nunca lo fue y que nunca lo será.
No nos pertenecen nuestros padres, ni nuestros amigos, ni nuestra pareja, ni siquiera nos pertenecen nuestros hijos, son seres libres e independientes, con su propio camino por recorrer, al igual que nosotros, por eso no hay que subyugar la felicidad de unos hacía los otros.
Si no eres feliz tú sólo, no lo serás con nadie.
El apego es el controlador de todos los tiempos, el que te ancla en un presente ausente. Sin embargo, el desapego te mantiene en el aquí y el ahora, es soltar al otro sabiendo que pase lo que pase
“Todo es perfecto.”
Y sí, puede que eso “nos duela mucho”, porque hasta ahora sólo nos enseñaron que éramos alguien sí teníamos posesiones de todo tipo, se olvidaron de decirnos que cuanto más poseemos, más esclavos nos volvemos.
Por eso creo con firmeza que la independencia afectiva, es el mayor regalo que puedes hacerte a ti y a tus seres amados, y cuando lo logras, entonces y sólo entonces puedes gritar al universo que por fin has alcanzado la verdadera y plena libertad.
“Una vez que empiezas a avanzar hacía el desapego ya no existe camino de retorno.”
El desapego es desprenderme de las cosas con facilidad, sabiendo que nada sale de mí vida si no es sustituido por algo mejor, y eso genera abundancia.
( Los textos son de autor desconocido, fueron copiados y recontados por Adonis)

LA VIDA ES UNA MONTAÑA RUSA

La felicidad es una elección

Lo importante es no creerse el centro del universo cuando tenemos éxito, ni el peor del mundo cuando fracasamos. Es mantener el equilibrio y pensar siempre en positivo. De esa manera vas a vivir una mejor vida y vas a sentirte más realizado si tu mente está en constante estado de agradecimiento de los momentos por los que atraviesas ya que, buenos o malos, así es la vida.

Si no te gusta el mundo como es ahora, cámbiate a ti mismo y el mundo cambiará para ti. No te olvides que lo único que puedes controlar en esta vida son tus pensamientos, pero eso basta para cambiarte a ti y a la realidad a tu alrededor.

Seguro que tienes sueños, anhelos y metas. Debo explicarte que los sueños no son nada si no haces tú algo por ellos. Ahora bien, si vas a soñar sueña en grande. Tu imaginación es infinita y como dice el dicho «Si lo puedes imaginar, lo puedes crear».

Recuerda que lo que vale es el esfuerzo. No sueñes pensando en la recompensa, es decir, en el éxito. Para vivir mejor, sueña pensando en el camino.

Pero si vas a soñar, sueña en grande y ponle fecha de realización a tus sueños. Si no luchas por ellos, tus sueños se quedarán solo en eso, en una idea en tu cabeza.

 Diez reglas de oro

1.- SÉ SANO:
Limpia tu cuerpo; aliméntate noblemente; bebe mucha agua; respira hondo y profundamente aire puro, evita los venenos; la enfermedad no te tocará.
2.- SÉ ELEVADO:
Piensa siempre alto; no maldigas; evita a los maldicientes; no contamines ni permitas que te contaminen; la maldad no te tocará.
3.- SÉ FUERTE:
No temas a nada ni a nadie; tu único enemigo eres tu mismo; aleja el pesimismo y la tristeza; no estás solo, ni eres débil; huye de la falsa modestia y la vanidad; la falsa modestia sustrae fuerzas y la vanidad ciega; la debilidad no te tocará.
4.- SÉ BONDADOSO:
Haz todo el bien que puedas sin sentimentalismos; crea energías haciendo el bien a todos; cuídalas no entregándote a nadie; la ingratitud no te tocará.
5.- SÉ SUPERIOR:
Ama a todo y a todos; no odies a nada ni a nadie; todo lo que engendra, engendra su igual; el odio engendra el odio y el amor engendra el amor, lo que des te darán; el odio no te tocará.
6.- SÉ SABIO:
Busca dentro de ti mismo a tu propio maestro; lo encontrarás; él tratará a todos tus problemas; el error no te tocará.
7.- SÉ DISCRETO:
Protégete; guarda absoluto secreto; a nadie hables de lo que tu maestro te haya enseñado; tu tesoro es solo tuyo; el secreto crea; la traición no te tocará.
8. -DEJA DE HACER SUPOSICIONES:
 Comunícate lo suficiente mente claro de manera tal que las personas no tengan que hacer suposiciones respecto a lo que estás queriendo decir
9.- CULTIVAR AMISTADES:
En lugar de tratar ser amigo de todo el mundo: utiliza tu tiempo para mantener personas verdaderas que sumen en tu vida.
10.- APRENDE A VIVIR:
Con lo necesario, deja de comprar cosas que no necesitas y opta por un estilo de vida minimalista donde cada cosa que tienes está justificada.
( Los textos son de autor desconocido, fueron copiados y recontados por Adonis)

¿QUÉ HAS HECHO DE TU VIDA?

 ¿La rutina envuelve tus días?

La mente tiene prioridades, mientras no te sientas en peligro, tengas alimentos y un refugio donde puedas cubrirte de la intemperie, entonces usarás tu mente para ir más allá. Cuestionarás tu propia existencia y buscaras un objetivo más grande que simplemente comer, subir fotos a redes sociales, reproducirte y morir.

Necesitarás algo más para sentir que tu vida tiene un propósito más amplio y tratarás de darle un significado más profundo a lo que eres y lo que haces.

Es increíble, pero lo que hace a muchas personas vivir en una zona cómoda, segura y conocida durante toda su vida, es lo mismo que hace muchas otras, buscarle un sentido mayor a todo lo que hacen.

Tenemos un nivel de razonamiento mayor que las otras especies del planeta. Esto nos impulsa a pensar en grande, tomar consciencia de nosotros mismos y a considerar el futuro y las posibilidades. Esa es la raíz de tu insatisfacción actual.

Tienes una necesidad imperiosa por saber qué hacer con tu vida y trascender en ella. Algo que tenga sentido y te haga levantarte de la cama contento y entusiasmado por el día que te espera.

La mayoría de personas parecen saber exactamente qué hacer con su vida. No obstante, el hecho de que lo parezca no significa que así sea. No todo es lo que parece. Muchos han aprendido a vivir en piloto automático. Viven sin cuestionar sus acciones, sus creencias, ni manera su de vivir. No tienen metas ni objetivos, ni piensan en lo que quieren ahora ni a largo plazo.

Por fortuna tú no eres uno de ellas. Y es que si estás leyéndome en este momento es porque eres diferente. Tienes una sensación de que necesitas algo más para sentirte realmente vivo. Algo que te devuelva la ilusión, el entusiasmo y la motivación que seguramente perdiste hacer algún tiempo atrás.

El no saber qué hacer con tu vida es algo bueno; que te quede muy claro. Es el primer paso hacia grandes y positivos cambios que están por venir. Es como los inicios hacia un renacimiento personal, que te permitirá convertirte en la persona que debes ser, dándole una nueva dirección y sentido a tu vida.

 Te levantas…

 Te levantas, te miras al espejo, los años pasaron y tú piensas: ¿qué he hecho de mi vida?
Qué sueños he cumplido, qué metas he logrado, ¿cuántos objetivos he superado?
Te das cuenta que muchos quedaron en el camino, que por motivos no han llegado…
Pero así mismo vuelves a mirar al espejo y sonríes te sientes viva, a pleno.
Tu vida no solo son sueños o metas sin cumplir, has aprendido la tolerancia y la paciencia. Has comprendido que con el respeto y una sonrisa de la mano todo se logra. Has superado batallas y dificultades y vuelves a renacer siempre.
La vida no es acumular diplomas, cargos o superar meta tras meta.
La vida es aprender a conocer nuestro interior, aprender a ser empático con nuestros semejantes.
La vida es ser felices esos pequeños momentos que nos va regalando cada tanto y así mismo que eso sea el combustible para seguir siendo feliz el día a día con cada obstáculo o dificultad que se puedan presentar.

Si quieres vivir una vida feliz, abundante y satisfactoria, entonces debes olvidarte del dinero, de lo que piense la gente y de tus deseos de comodidad. Recuerda que ser feliz no es lo mismo que estar cómodo.

Es ver siempre el lado positivo aún en los peores panoramas. Es amar y ser amado, así sea por tu mascota.
Es ser agradecido siempre, tengas poco o mucho, y no perder jamás la fe.

( Los textos son de autor desconocido, fueron copiados y recontados por Adonis)

MIEDO A LA MUERTE DE SERES QUERIDOS

En algún momento…

En algún momento de nuestras vidas podemos llegar a plantearnos qué sería de nosotros si alguien importante para nosotros se muriera. Esta pregunta es algo normal, el problema es cuando aparece de forma constante y nos genera una gran carga emocional.

El miedo a la muerte de un ser querido nos acompaña toda la vida pero hay que aprender a vivir con esa posibilidad. Una vez nacemos, nos exponemos a nuestra propia muerte y a la de las personas que están en nuestro entorno.

¿Cómo afrontarlo?

Estos miedos nos llevan a conductas que nos pueden provocar problemas con nosotros mismos (ansiedad por ejemplo) o problemas relacionales como problemas de pareja, laborales o dar una educación diferente a la que tenías pensado para tus hijos.

  1. Aceptar la muerte como opción: Muchas veces la gente dice que no tiene miedo a la propia muerte sino a la de un ser querido por la dificultad que supondría para la propia existencia aprender a vivir sin esa persona. No podemos luchar contra lo inevitable y de nada sirve estar todo el día pensando en si hoy será el día. Aceptar que puede pasar, pero no tiene porqué pasar es lo que puede hacer que no le demos tantas vueltas a la opción de la muerte.
  2. Disfruta la vida con esa persona: A veces va bien tener en cuenta que la muerte puede estar ahí en cualquier momento para aprender a vivir la vida más intensamente con la gente que quieres. Disfruta de los momentos con tus seres queridos y aprovéchalos, pero no des por hecho que la muerte va a llegar porque entonces no lo disfrutarás. Piensa que cada día vivido es un regalo y puedes seguir disfrutando de muchos más.
  3. Aprende a ser más independiente y mejora tu autoestima: Muchas veces el miedo a que mueran seres queridos se produce porque dependes demasiado de esas personas para vivir. Trata de fomentar tu autonomía y autoestima e intenta no necesitar tanto de los demás para llevar tu rutina diaria.
  4. Piensa y actúa con lo que puedes controlar y mejora tu vida: A veces nos enfocamos tanto en problemas que aún no han aparecido y que no sabemos si aparecerán que nos olvidamos de las circunstancias reales. Que un ser querido muera es algo que tú no puedes controlar ni hacer nada. Lo que sí que puedes controlar es la relación que tienes con los demás y cómo es la vida que llevas. Quizás pensar en el miedo a la muerte descentra tu atención de tus insatisfacciones reales (por ejemplo el no tener trabajo o llevar una vida aburrida junto a tu pareja). Soluciona los problemas actuales en lugar de pensar en los hipotéticos.
  5. Piensa de forma optimista y confía en tus recursos: Si llegara el momento en el que perdieras a un ser querido, lo pasarías mal, como todo el mundo, pero no sería tu fin. Necesitarías un tiempo de afrontamiento de la pérdida y elaboración del duelo pero lo superarías y aprenderías a vivir con la pérdida. Recuérdate que ese día no ha llegado y disfruta de lo que tienes pensando que si algún día llega ese momento, lo afrontarás.
  6. Busca unas metas vitales y céntrate en conseguirlas: Deja de vivir con el miedo a lo que no ha pasado y céntrate en hacer que tu vida valga la pena. Busca objetivos o metas para ti y también para tus relaciones sociales junto a esas personas que tanto quieres. Además, trata de no perjudicarte ni dejar de vivir tu vida por ese miedo. En el ejemplo que os he puesto del hombre con miedo a la muerte de la madre, este hombre deja el trabajo para cuidar de la madre y así se pasa años, llegando a una situación económica precaria que le impide llevar una estabilidad social y personal. No permitas que cosas así sucedan, trabaja en tus objetivos personales para que el miedo no te invada.

Es igual de negativo pensar en lo que pasó y darle vueltas al pasado como pensar demasiado en el futuro incierto que no ha llegado y no sabemos si llegará algún día. Vive el presente que es lo que sí que puedes cambiar hoy y confía en tus recursos de afrontamiento y en tus habilidades de resolución.

( Los textos son de autor desconocido, fueron copiados y recontados por Adonis)

SEÑOR AYÚDAME

La existencia humana es un soplo

Señor ayúdame a decir la verdad delante de los fuertes, y no decir mentiras por el aplauso de los débiles.
Si me das fortuna, no me quites la felicidad.
Si me das fuerza, no me quites la razón.
Si me das éxito, no me quites la humildad.
Si me das humildad, no me quites la dignidad.
Ayúdame a ver con bondad el otro lado de la medalla.
Enséñame a respetar a mis hermanos como a mi mismo.
No me dejes engañar en el orgullo soberbio si triunfo.
Ni en la desesperación loca, si toca a mi puerta el fracaso.
Hazme ver que el fracaso, puede ser la antesala del triunfo.
Enséñame que perdonar; es lo más grande del fuerte y que la venganza, envidia y rencor es la reacción del pobre de espíritu.
Si me quitas la fuerza, déjame mantener la esperanza.
Si me quitas hoy el éxito, ayúdame a superar el fracaso.
Si yo faltara a la gente, dame el valor para disculparme.
Y si alguien me faltara, dame el valor para perdonarlo.
Ayúdame a creer en mis hermanos y que sus sentimientos son puros.
Señor Si me olvido de ti. Por favor tú no te olvides de mí y ayúdame a Ser feliz…

Ayúdame, Señor, a obtener el fruto espiritual
Que Tú pretendes con esta enfermedad que me has enviado.

Señor Jesús, dame un espíritu fuerte que esté siempre puesto a ayudar, que nunca se canse de darse a los demás y que a ejemplo tuyo sepa siempre consolar y ayudar a quien lo necesite.

Amado Dios

Señor, lleno de confianza en Ti, que sois la misma verdad, me postro a tus pies con un corazón lleno de esperanza, que en este instante eleva una oración con una solicitud muy especial: por favor tómame de la mano y ayúdame a superar mis problemas.

En ocasiones se presentan ante nosotros algunas situaciones difíciles, que ponen a prueba nuestro carácter y nuestra valentía, pero sé que detrás de lo que hoy parece una gran dificultad, pronto se asomará una enorme bendición.

Por mi parte…

 Aunque no comprenda muy bien lo que está pasando en mi vida, en este momento cierro los ojos, respiro hondo y te digo: Amado Dios, sé que todo lo que está sucediendo es parte de tu plan, solo te pido, Dios omnipotente, que me des las herramientas, la sabiduría y la capacidad para salir adelante, en tu poderoso nombre.

 Aunque algún día las cosas no hayan salido como yo esperaba, nunca abandonaré mi fe, pues confío en tu promesa de que siempre habrá un nuevo amanecer lleno de esperanza, que mi victoria puede estar más cerca de lo que imagino y que debo seguir adelante con ilusión, pues las mejores cosas de la vida requieren un esfuerzo.
 Yo seguiré cada día trabajando con amor y con voluntad, haciendo siempre lo mejor que pueda hacer y plantando las semillas de aquella que pronto será mi hermosa cosecha. Porque Tú escuchas mi oración y porque serás Tú quien cuide de mí y me dé la victoria, Amén.
Señor, ayúdame a comprender lo corto que será mi tiempo en la tierra. Ayúdame a comprender que mis días están contados y que mi vida se me escapa de las manos. Muy breve es mi vida. Toda entera no es más que un momento para ti. ¡La existencia humana es como un soplo!
( Los textos son de autor desconocido, fueron copiados y recontados por Adonis)

SI HUBIESE UN HOMBRE ASÍ…

 Hacer feliz a una mujer

Había una mujer que tenia una hija que cuando llego a la edad de la adolescencia le pregunta.
Madre, que cualidades debe tener un hombre para considerarlo digno de ser ese alguien especial para toda la vida?
La madre al cabo de un instante de meditación le dice, de acuerdo a mi amarga experiencia con tu padre y mi humilde opinión, creo que debe ser un hombre muy alegre.
Si un hombre sabe reír te hará feliz todo el tiempo.
Si llegas tarde a la cita de amor, el lo tomara como que le estas dando tiempo para componerte un poema y lo hará.
Si la comida no esta lista a la hora en punto, él creerá que le estas poniendo el ingrediente más importante al final y esperara pacientemente.
Si quedan solos en medio del desierto y nadie los rescata, él creerá que solo ustedes dos habitan el mundo y caminara contando los pasos con placidez porque nada es más importante que tu compañía y al cabo de un tiempo sin darte cuenta estarán en un nuevo terreno volviendo a la realidad.
Si se termina el agua, no le importa si tiene tus besos y puede imaginarse mil sabores.
Si el sol es eclipsado que más le da, si tiene el brillo de tus ojos y pueden recorrer distancias enormes con tu luz.
No le importa que haga frío en plena primavera, no necesita correr por un abrigo de invierno sabe que de su brazo vas y solo tiene que abrazarte para sentir calor.
Hija mía si tu padre hubiese tomado una solas de estas cosas con humor yo hubiese sido más feliz, pero el ya no esta y reír ahora que tontería.

El hombre enamorado

Un hombre enamorado lo da todo. Es capaz de entregarte el mundo y su propio corazón, por lo mismo, no juegues con eso y no lo lastimes. Si te dice que te ama y que ante todo estará contigo, es porque siempre lo hará, es un punto para tener una relación sólida. Debes estar consciente que te cuidará, te protegerá, que te respeta ante todo y que es capaz de hacer por ti mucho más que por cualquier otra persona.
Para un hombre un buen físico atrae, pero no enamora. Ten presente que lo primero que le conquistó de ti, fue el cómo eras con él y cómo él fue contigo, toda tu esencia y tus actitudes frente al mundo que él fue capaz de percibir y que lo hizo enamorarse finalmente de ti. Ten siempre presente que para un hombre es mucho más importante que disfrutes al máximo con él, que 3 kilos menos.

Si te busca…

Si te llama para saber simplemente cómo estás, o te pregunta sobre algo que le preocupa queriendo saber tu opinión, esto es algo que él valora. Tus sentimientos y tus pensamientos son importantes para él y por lo mismo debes mostrarte generosa ante sus consultas. Incluso si crea debates o discusiones es porque desea adentrar en lo más profundo de tu ser para conocerte aún mejor.
Una cosa que les sobra a las mujeres y que les falta a los hombres es la señora paciencia. Sí, somos capaces de esperar eternamente por amor, pero el hombre no, y si lo hace es porque realmente le importa el motivo de espera. Si contigo es paciente, ufff, agradece que lo sea, y ésto es porque ¡te ama! Es posible que se enoje contigo y dejar el orgullo de lado intentando buscarte y arreglar las cosas, mientras tú lo esperas.
Este es el último y el más romántico punto, con el cual él estará contigo para siempre. Si un hombre se siente vacío sin ti y te busca, es porque no piensa en separarse nunca más de ti. Te buscará de cualquier manera para decirte que eres la mujer que le ha quitado el sueño, esa chica perfecta para tenerla a su lado y querer compartir la vida juntos. ¡Despierta que él está aquí, es real!
( Los textos son de autor desconocido, fueron copiados y recontados por Adonis)

SER FELIZ

La vida es una sola

Si estás pasando por dificultades quiero recordarte que ser feliz, no es tener un cielo sin tempestades.
Ser feliz es reconocer que vale la pena vivir la vida, a pesar de todos los desafíos, incomprensiones, y períodos de crisis. Ser feliz no es una fatalidad del destino, sino una conquista para quien sabe viajar para adentro de su propio ser. Ser feliz es dejar de ser víctima de los problemas y volverse actor de la propia historia.
Es atravesar desiertos fuera de sí, ser capaz de encontrar un oasis en lo recóndito de nuestra alma.
Es agradecer a Dios cada mañana por el milagro de la vida. Ser feliz es no tener miedo de los propios sentimientos.
Es saber hablar de si mismo. Es tener coraje para oír un “no”. Es tener seguridad para recibir una crítica, aunque sea injusta.
Es besar a los hijos, mimar a los padres, tener momentos poéticos con los amigos, aunque ellos nos hieran. Ser feliz es dejar vivir a la criatura libre, alegre y simple, que vive dentro de cada uno de nosotros.
Es tener madurez para decir: me equivoqué. Es tener la osadía para decir perdóname. Es tener sensibilidad para expresar te necesito. Es tener capacidad de decir te amo.
Ser feliz no es tener una vida perfecta.
Si no usar las lágrimas para regar la tolerancia.
Usar las pérdidas para refinar la paciencia.
Usar las fallas para esculpir la serenidad.
Usar el dolor para lapidar el placer.
Usar los obstáculos para abrir las ventanas de la inteligencia.
Jamás desistas…Jamás desistas de las personas que amas.
Jamás desistas de ser feliz, pues la vida es ¡un espectáculo imperdible!

La vida es una sola y demasiado corta para que esperemos ingenuamente ese momento perfecto, en el cual creemos que la felicidad bajará de algún cielo, e ingresará a nuestra vida en forma de dinero, oportunidad, persona, etc. Y que simplemente con abrazar ese instante, juntaremos la fuerza para: ¡empezar a ser feliz!.No. La felicidad es un viaje mucho más largo que ese, más profundo, y más reconfortante, por cierto

Buscar constantemente como ser feliz, puede generar angustia. Esto sucede cuando quienes la buscan, lo hacen pensando en que todo lo que se sugiere realizar para alcanzar la felicidad, debe de hecho hacerlos felices, y no saben lidiar con la frustración, si los resultados no aparecen en tiempo y forma.

Salir de tu zona de confort, para dejar viejas costumbres y pensamientos atrás, y ahora mismo empieza a realizar simples modificaciones, que irán aportando esa sensación de bienestar y plenitud, que te permitirán ser más feliz.

Busca gente que te lleve más lejos como persona, que te desafíe, que te permita avanzar en la vida, en todos los aspectos. Sé generoso con tu tiempo, con tu espacio, con un gesto. No sabes lo que un simple acto, puede generar en el otro.

El pasado no está, ya no cuentas con el ayer, menos aún con el futuro. Lo que tenemos es el presente, y es lo que debemos aprender a vivir.

Uno de los factores más relevantes para la felicidad, es estar enfocado en el hoy, abrazar el momento presente, tener conciencia de lo que nos rodea, y de cada sensación que vamos atravesando ahora, ya, en este instante.

El acto de agradecer, es también una correlación de estar focalizado, de vivir el ahora, es un acto del presente, de estar viviendo tu vida hoy, porque está tu conciencia en cada una de las cosas que te están sucediendo, y en lo que tienes.

La verdad, es que la felicidad, no es producto de hacer una cosa, sino de un cambio en el estilo de vida, y no siempre se lo consigue por arte de magia.

Deja de buscar la felicidad, y empezar a vivir la felicidad

( Los textos son de autor desconocido, fueron copiados y recontados por Adonis)

 

BENDICIONES PARA TI

Desear buenas cosas

Desear buenas cosas para los demás es la más poderosa energía que puede transmitir un ser humano, ya que alimenta tu espíritu y atrae bendiciones

A pesar de que las bendiciones se han regido solo en el área espiritual y las creencias religiosas, también tienen bastante importancia desde el factor humano, ya que representan energías positivas que se trasladan de una persona a otra.

De este modo, es momento de arroparte de maravillosos anhelos hacia todas las personas que conoces, ya que no hay nada más confortable que sentirse bendecido al bendecir a los demás.

Cuando le decimos a alguien de forma sincera “Que Dios te bendiga”, no solo le estamos deseando lo mejor, sino que también atraemos el favor de Dios hacia nosotros.
Lo que deseas para otro en la vida, lo pides también para ti.

 Que tus pies te mantengan equilibrado y te lleven por el camino correcto; que bailen en la alegría y sean firmes en la adversidad.
 Que siempre tengas un hombro en donde apoyar tu cabeza y un oído que recoja tus palabras; un abrazo que consuele y un beso de quien te ama.
 Que no falte techo sobre tu cabeza ni cama para tu descanso; alimento para tu cuerpo; inspiración para tu alma y un beso amoroso para tu cara.
 Que la noche sea cuna para tus sueños, cama para tu cansado cuerpo, refugio para tus preocupaciones y dosel para tu imaginación.
 Que tus ojos reconozcan la belleza en la fealdad, la armonía en el caos, la esperanza en la tristeza y la luz en la oscuridad.
Que tus manos conozcan la dulzura de la caricia y la aspereza del trabajo; la unión de la oración y la satisfacción de la creación.
 Que cada amanecer sea tierra fértil para tus ambiciones; que cada nuevo día te regale resolución, aspiración e inspiración; que cada rayo de sol te recuerda que tú también eres de luz.
Que hoy recibas por cada lucha una victoria, por cada problema una solución, por cada desaliento mucha fortaleza y por cada necesidad, una hermosa bendición. Confía, Dios está contigo y este será un gran día
Te deseo de corazón que mientras duermas, Dios te susurre al oído lo que tanto necesitas escuchar y que al despertar, tu corazón se encuentre en paz.
Que Dios te dé por cada tormenta un arco iris. Por cada lágrima una sonrisa. Por cada ayuda una bendición. Por cada problema en tu vida una amistad sincera para compartirlo. Por cada suspiro una dulce canción… y que encuentres una respuesta en cada oración.
Que Dios te de todo lo que necesites, todo lo que mereces y todo lo que te haga feliz. Un alma noble como la tuya llena de amor por los demás, es una bendición del Señor, para los que te rodeamos y conocemos.
Te deseo que una lluvia de amor te sorprenda sin paraguas y casi te ahogues de felicidad.
( Los textos son de autor desconocido, fueron copiados y recontados por Adonis)

LA GENTE HABLA DE TI…

¿Tu estado de ánimo depende de otros?

Lo que otras personas piensen de ti es su realidad, no la tuya. Ellos saben tu nombre, pero no tu historia, no han vivido en tu piel, ni han calzado tus zapatos. Lo único que los demás saben de ti es lo que tú les has contado o lo que han podido intuir, pero no conocen ni a tus ángeles ni a tus demonios.

Con frecuencia nos cuesta entendernos a nosotros mismos pero nos aventuramos valientes a descifrar el código del sentir ajeno. No se puede tener ningún tipo de certeza de lo que otros sienten. De la misma forma, no podemos saber lo que han vivido y lo que han aprendido o no.

Por lo tanto, no deberíamos darle importancia a lo que los demás dicen de nosotros, pues sus palabras obedecen a una realidad ilusoria que su mente ha creado con el afán de saberlo todo sobre nuestra vida…

Hay personas que dan su opinión sobre ti, sobre tu vida y sobre tus decisiones aunque nadie se la ha pedido. Suelen ser opiniones malintencionadas o carentes de todo criterio cuyo único objetivo es hacer daño, menospreciar y disfrutar del pesar ajeno.

Si vivimos conforme a lo que los demás piensen de nosotros, perderemos nuestro estilo y nuestra personalidad. Nos veremos obligados a colocarnos una máscara y nuestra imagen en el espejo solo reflejará nuestra inseguridad y la inexistencia de una autoestima saludable.

Para sanar las heridas emocionales que nos causa la crítica, debemos de tener claro, en primer lugar, que somos personas únicas y excepcionales. Conforme a esto, debemos perderle el miedo a sentir y a pensar por nosotros mismos.

Son los demás los que están juzgando y criticando, no tú. La crítica no constructiva lleva consigo gran pobreza emocional en el mundo interno de quien la realiza. Por lo tanto, si la persona no se deja enriquecer, en estas ocasiones te conviene ser emocionalmente egoísta y “que cada palo aguante su vela”.

Puedes escuchar la opinión de los demás, pero esta nunca debería tener un impacto tan elevado en tus emociones. Si esto ocurre, estás dejando que tu estado interno dependa de otras personas sobre las que no tienes control.

Tus decisiones no son tuyas

La forma en que tomamos decisiones dice mucho acerca de nuestra necesidad de aprobación. Si te sientes inseguro e incapaz de decidir por ti mismo, si requieres en exceso consejos y perspectivas de otros, necesitas trabajar tu autoestima.

Finalmente, la vida es tuya. Eres tú quien va a vivirla y a acarrear con las consecuencias. Por tanto, no decidas en base a lo que los demás esperan o quieren para ti. No dirijas tu rumbo con la intención de contentar a otros. Escúchate a ti y ámate lo suficiente para tomar tus propias decisiones y buscar tu felicidad.

Aumenta la seguridad en ti mismo

Sé tu mismo y no intentes cambiar para conseguir la aceptación de los demás. Mejora en aquellas cosas que puedas hacerlo y acepta tus rasgos de personalidad que no puedes cambiar. No es necesario que los demás estén de acuerdo contigo en todo para que te quieran y respeten. De hecho, tú tampoco necesitas estar de acuerdo en todo con el resto para valorarlos como se merecen.Todos tenemos mucho que mejorar, pero también mucho por lo que valorarnos y sentirnos bien.

No te centres en los fracasos o en la vergüenza que sientes ante determinadas personas cuando haces algo mal. Márcate objetivos asumibles y visualízate realizándolos con éxito. Si no obtienes el resultado que querías, aprende de ello en lugar de sentirte mal. Toda la vida es un proceso de aprendizaje y hay logros que necesitan más de un intento por nuestra parte. Además, no todos juzgarán cada cosa que hagas. Piensa en positivo y no analices demasiado las cosas: en ocasiones podemos malinterpretar los comentarios de los demás

En tu vida solo deben permanecer las personas que creen en ti y te muestran su apoyo. Es posible que en ocasiones te sientas solo o no lo suficientemente acompañadoTranquilo, recuerda que lo valioso es rodearte de personas que sean buenas para ti, aunque sean pocas.

Las personas más infelices en este mundo son las personas que se preocupan demasiado por lo que piensen los demás.

Porque eres como eres…

Porque eres como eres, la gente habla de ti…
Si eres una rosa …te critican las espinas.
Si eres un rayo de sol …te critican el calor.
Si eres un poco de lluvia …te critican que los mojes.
Si eres un camino …te critican las piedras.
Si eres el viento …te critican las tormentas.
Si eres un árbol …te critican las hojas secas.
Si eres una playa …te critican la sal.
En fin, siempre te critican.
Por eso hagan lo que hagan,
y digan lo que digan,
sigue siendo rosa y espina,
sigue siendo rayo y calor.
Pero además de todo eso …sigue siendo tu.
( Los textos son de autor desconocido, fueron copiados y recontados por Adonis)

DIFERENCIA ENTRE EXISTIR O VIVIR

VIVE

Cuando se calcula la esperanza de vida no se tienen en cuenta los momentos que vivimos a medio gas. De ser así, sería mucho más corta. Es la diferencia entre existir o vivir, entre hacer de la vida un viaje llevadero o hacer de la vida un viaje espectacular.

En una cultura que confunde tener y ser y que al confort llama felicidad, no es de extrañar que se haya interiorizado que el éxito es la ausencia de errores en lugar de saber que el verdadero fracaso es la ausencia de intentos.

Esto no es una invitación a ser un temerario o a actuar como un pollo sin cabeza. Es un recordatorio de que el éxito no depende de factores externos, resultados o medallas, sino del desarrollo pleno de las capacidades internas. Dicho de otra forma, el éxito no es ganar la carrera, es correr todo lo que puedas.

Dalo todo y no pierdas el tiempo con lo que no está en tu mano. Por ti que no haya sido. Y ya sea con una pareja, con tus amigos, en un viaje o en un compromiso que no te apetecía nada, intenta exprimir cada momento. Que donde estés, estés, pues estar en un sitio con la cabeza en otro lado es no estar en ninguna parte. Si cabeza cuerpo y corazón no se alinean, no es presencia sino ausencia. La vida no es una bandeja que hay que picotear, es un plato que hay que rebañar.

Unas veces tendremos que irnos nosotros y otras se irán ellos (momentos y personas), pero si algo es seguro es que no se puede disfrutar aquello que no estamos dispuestos a perder.En el precio de crecer está incluido salir de la zona segura, soltar, moverse. Y una vez empiezas a moverte ya no dejas de decir adiós. Crecer es un continuo echar de menos.

Se trata de un auténtico pacto de valientes: por cada adiós, un saludo; por cada saludo un adiós. Hasta saldar un día las cuentas entre el mayor de los saludos, nacer, y el mayor de los despidos: morir.

Hagas lo que hagas, entrégate

Dalo todo y allá los demás; salta sin temor a esas experiencias donde las pasiones arden y los corazones ensanchan; cumple tu parte y no racanees a la vida con una versión de ti más baja de lo que puedes dar, porque son esos pequeños ahorros de entrega los que poco a poco van quitando brillo a nuestra historia y van dejando a nuestro paso un rastro de aventuras deslucidas.

Si te dejas algo en el tintero puede que te evites algún borrón, pero también puede que te pierdas uno de los mejores párrafos de tu historia.

Mientras que las garantías son los avales de las existencias pobres, darlo todo es el refugio y el consuelo de las vidas excelentes. Es en el coraje de exponerse ante el mundo sin reservas, a sabiendas de que puede no irnos bien, donde la entrega se convierte en el corsé que mantiene las cabezas altas.

Vive de forma que te duela marcharte

¿Y si no te llama? Vive
¿Y si no te contesta? Vive
¿Y si no le gustas? Vive
¿Y si no hay de tu talla? Vive
¿Y si estás flaca? Vive
¿Y si hablan de ti? Vive
¿Y si te tropiezas? Vive
¿Y si te decepcionan? Vive
¿Y si te mienten? Vive
¿Y si el agobio un día te puede? Vive
¿Y si un examen sale mal? Vive
¿Y si ya no le quieres? Vive
¿Y si te equivocas? Vive
Vive y nunca dejes que tu vida dependa de alguien. Y si no sale como esperabas, sigue esforzándote, sigue soñando, sigue buscando las opciones para cumplir esos sueños.
No renuncies a enamorarte porque un amor se acabó.
No rechaces a todo el mundo porque alguien te falló.
No martirices tu futuro por haber cometido un error.
Aprende a pedir perdón.
No te pares, no dejes que te paren.
No te aferres a nadie por ese miedo estúpido a lo que vendrá.
No dudes de tus capacidades, no hagas lo que no te gustaría que te hicieran.
Y no pierdas energía y tiempo en quien actúa con maldad.
Ponte la sonrisa y saca pecho de tus cicatrices. Aprovecha cada momento y bésate.
Y mientras todo eso pasa, sigue viviendo.
( Los textos son de autor desconocido, fueron copiados y recontados por Adonis)

VUELTA DE PAGINA

soltar

 ¿Porqué nos cuesta tanto dar vuelta la página? ¿será miedo a lo desconocido?
Siempre es preciso saber cuándo se acaba una etapa de la vida. Si insistes en permanecer en ella más allá del tiempo necesario, pierdes la alegría y el sentido del resto. Cerrando círculos, o cerrando puertas, o cerrando capítulos, como quieras llamarlo. Lo importante es poder cerrarlos, y dejar ir momentos de la vida que se van clausurando.
¿Terminó tu trabajo?, ¿Se acabó tu relación?, ¿Ya no vives más en esa casa?, ¿Debes irte de viaje?, ¿La relación se acabó? El desgaste va a ser infinito, porque en la vida, tú, yo, tu amigo, tus hijos, tus hermanos, todos y todas estamos encaminados hacia ir cerrando capítulos, ir dando vuelta a la hoja, a terminar con etapas, o con momentos de la vida y seguir adelante.
No podemos estar en el presente añorando el pasado. Ni siquiera preguntándonos por qué. Lo que sucedió, sucedió, y hay que soltarlo, hay que desprenderse. No podemos ser niños eternos, ni adolescentes tardíos, ni empleados de empresas inexistentes, ni tener vínculos con quien no quiere estar vinculado a nosotros. ¡Los hechos pasan y hay que dejarlos ir!
Por eso, a veces es tan importante destruir recuerdos, regalar presentes, cambiar de casa, romper papeles, tirar documentos, y vender o regalar libros.
Los cambios externos pueden simbolizar procesos interiores de superación.
Dejar ir, soltar, desprenderse. En la vida nadie juega con las cartas marcadas, y hay que aprender a perder y a ganar. Hay que dejar ir, hay que dar vuelta a la hoja, hay que vivir solo lo que tenemos en el presente…

El pasado ya pasó

No esperes que te lo devuelvan, no esperes que te reconozcan, no esperes que alguna vez se den cuenta de quién eres tú… Suelta el resentimiento. El prender “tu televisor personal” para darle y darle al asunto, lo único que consigue es dañarte lentamente, envenenarte y amargarte.
La vida está para adelante, nunca para atrás. Si andas por la vida dejando “puertas abiertas” por si acaso, nunca podrás desprenderte ni vivir lo de hoy con satisfacción. ¿Noviazgos o amistades que no clausuran?, ¿Posibilidades de regresar? (¿a qué?), ¿Necesidad de aclaraciones,palabras que no se dijeron?, ¿Silencios que lo invadieron? Si puedes enfrentarlos ya y ahora, hazlo, si no, déjalos ir, cierra capítulos. Dite a ti mismo que no, que no vuelven. Pero no por orgullo ni soberbia, sino, porque tú ya no encajas allí en ese lugar, en ese corazón, en esa habitación, en esa casa, en esa oficina, en ese oficio.

Tú ya no eres el mismo

 No hay nada a qué volver. Cierra la puerta, da vuelta a la hoja, cierra el círculo. Ni tú serás el mismo, ni el entorno al que regresas será igual, porque en la vida nada se queda quieto, nada es estático. Es salud mental, amor por ti mismo, desprender lo que ya no está en tu vida.
Recuerda que nada ni nadie es indispensable. Ni una persona, ni un lugar, ni un trabajo. Nada es vital para vivir porque cuando tú viniste a este mundo, llegaste sin ese adhesivo. Por lo tanto, es costumbre vivir pegado a él, y es un trabajo personal aprender a vivir sin él, sin el adhesivo humano o físico que hoy te duele dejar ir.
Es un proceso de aprender a desprenderse y, humanamente se puede lograr, porque te repito: nada ni nadie nos es indispensable. Solo es costumbre, apego, necesidad. Por eso cierra, clausura, limpia, tira, oxigena, despréndete, sacúdete, suéltate.
Hay muchas palabras para significar salud mental y cualquiera que sea la que escojas, te ayudará definitivamente a seguir para adelante con tranquilidad. ¡Esa es la vida!
( Los textos son de autor desconocido, fueron copiados y recontados por Adonis)

APRENDÍ

Lección de vida

Aprendí que la memoria no borra, esconde.
Aprendí que el tiempo no cierra, pero ayuda a sanar.
Aprendí a no ser vulnerable cuando dejaste de llamar.
Aprendí a escuchar cuando oí tu silencio.
Aprendí a pedir perdón cuando me di cuenta del error.
Aprendí a levantar la cabeza cuando sentí odio y aprendí a llorar cuando me di cuenta de que no valió la pena.
Aprendí a reír cuando soñé con tu sonrisa.
Aprendí a recordar cuando entendí que todo vale la pena.
Aprendí que no termina, que cambia de forma.
Aprendí que no se puede querer eternamente y aprendí que si compito contra el tiempo, siempre pierdo.
Aprendí que nada es tan malo y que me gusta caminar en una carrera.
Aprendí que hay que rodear y llegar al otro lado para darse cuenta de que siempre es lo mismo.
Aprendí que los amores eternos pueden terminar en una noche, que grandes amigos pueden volverse grandes desconocidos.
Aprendí que el amor no tiene la fuerza que imaginé.
Aprendí que nunca conocemos a una persona de verdad, que todavía no inventaron nada mejor que el abrazo de alguien importante.
Aprendí que el nunca más, nunca se cumple y que él para siempre, siempre termina.
Aprendí que el que quiere puede y lo consigue.
Aprendí que a veces el que arriesga no pierde nada y que perdiendo también se gana.
Aprendí que no se puede dar marcha atrás por mucho que se quiera.
Aprendí que la vida son buenas y malas rachas
Que conoces a mil personas pero una te marca
Que mil aciertos se borran y un fallo deja mancha
Que lo que más daño te hace es lo que más te engancha
Que el rencor y la envidia solo es un veneno
Que nunca estarás bien si te lo guardas todo adentro
Que hasta de lo malo puede sacarse algo bueno
Que hay personas que se odian porque un día se quisieron
Que si me pasa algo jodido, sufro y me lo callo
Que basta que confíe en alguien para que me falle
Que intento perdonar, no sabes, pero no me sale
Que prometer no vale, que todavía duele
Que me sigo rayando cuando estoy solo
Que engañarse no sirve de nada, nunca se olvida del todo
Aprendí a tirar adelante cuando las cosas se tuercen
A no rendirme, a ser consecuente
A confiar en mí mismo y a quererme
A que si algo no sale quizás sea por el destino
A no dejar que nadie nunca joda con lo mío
A perder, pero no a darme por vencido
A que hasta el más fuerte llora, cuando está jodido
Con el tiempo aprendí que mi edad no se refleja en mis años
Que estos ojos han visto demasiado
Demasiada rabia y odio acumulado, te dejan tocado
No he nacido fuerte me ha hecho fuerte lo que me ha pasado
Nos hicieron fuertes circunstancias si he tenido problemas
Aprendí que no existe nadie capaz de rellenar este vacío
Que lo siento todo más bajo la lluvia con el frío
Que mi corazón es mío
Que los que callamos el dolor somos los únicos que lo vivimos
Arrasando con lo que se ponga en medio
Cuando has vivido tanto se te olvida el miedo
Aprendimos que todo se va pero antes se te clava
A valorar las cosas cuando ya no estaban
Nuestros familiares, el amor, las ganas
Aprendimos que todo se va pero antes se te clava
A valorar las cosas cuando ya no estaban
Nuestros familiares, el amor, las ganas
Las cosas más bonitas de esta vida son las que se acaban.
( Los textos son de autor desconocido, fueron copiados y recontados por Adonis)

GRADOS DE SENSIBILIDAD

Personas altamente sensibles (PAS)

Sentir la tristeza o la alegría con mayor intensidad, sentir el sufrimiento ajeno, ser muy intuitivos ya desde nuestra infancia, disfrutar de la soledad, ser muy sensibles al dolor, a la luz o sonidos intensos... Todos ellos son rasgos que suelen definir a las personas altamente sensibles, las cuales, no suelen saber que lo son hasta que son adultos. Hasta que la vida, les ha hecho ver que parecían ir siempre a “contracorriente”.

Tú sabes leer en los gestos, atiendes cada aspecto, te preocupas por cada palabra y cada movimiento… Sin embargo, tu pareja parece ser ciega a esos múltiples detalles. ¿Significa esto que te quiera menos? En absoluto.

El amor no se experimenta siempre de la misma forma, pero ello no quiere decir que no nos amen. Lo hacen, pero a su manera y tú a la tuya.

Cuando una persona altamente sensible sufre una desilusión, cuando experimenta una ruptura, una traición o una mentira, su sufrimiento puede llevarle a la indefensión, y a una depresión. Si la felicidad y el amor se vive de una forma realmente intensa, el fracaso se experimenta de igual forma. Y la caída interior puede ser muy grave.

No lo permitas, acepta desde muy temprano la adversidad, la existencia del fracaso, el conocimiento de la tristeza… Entiende que la vida tiene estos agujeros negros en los que nunca deberás dejarte arrastrar.

Si hay un aspecto en el cual, tienes ventaja, es en tu sabiduría de la soledad. Eres de esas personas que encuentran un gran placer estando solas, creando, leyendo, escuchando música… Tienes un conocimiento interior muy vasto, sabes escucharte y atenderte. Sabes hilar el conocimiento de la soledad, porque en ella, te encuentras bien. Eres tú mismo en toda tu grandeza.

El amor es una aventura que siempre merece la pena vivirse, y si es al lado de las personas altamente sensibles, puede ser tan increíble como bella.

Tú aportas esa sinceridad que nace del corazón, que intuye y complace, que sabe afinar la felicidad al máximo y que no sabe de mentiras… No cierres las puertas de tu corazón por haber vivido algún fracaso. Una vida que se experimenta desde el corazón tiene mucho que ofrecer al mundo.

¿Qué hacer cuando una persona es muy sensible?

Evita que se sienta incomprendida y no le aísles ni te enfades por el hecho de sentir de una forma distinta a ti. Háblale de forma suave: cuando estés con ella, intenta mantener un tono de voz suave y recuerda la alta sensibilidad que estas personas tienen ante los ruidos intensos y fuertes.

No presiones. Las personas altamente sensibles piensan demasiado y pueden sentirse abrumados por sus propios pensamientos. Si sales a tomar unas copas con este tipo de personas notarás que poco a poco se van liberando pero, a la vez, se inundará su cabeza de pensamientos, preocupaciones o sensaciones. Es mejor dejarles su espacio sin hacer presión para saber qué les ocurre. Por sí solos, ellos te lo contarán.

Su extrema sensibilidad les hace, en determinados momentos, intolerantes al ruido o a las multitudes y notarás cómo, en ocasiones, buscan un momento de paz, un oasis, en esos momentos de estrés y caos. Si sientes que se quedan callados o están ausentes durante unos minutos, déjales su espacio, es importante para ellos reordenarse con un poco de tiempo y sin presión. Por otro lado, es necesario entender que también desaparezcan durante unos días, necesitan disfrutar de sus propias vidas y dedicarse tiempo a ellos mismos.

Si algo caracteriza a las personas altamente sensibles es su poder de observación, su intuición y su sentido crítico. No les juzgues ya que, aunque ellos analicen o hagan alguna crítica a tu persona, jamás lo harán con maldad, sino como un cumplido, por el afán de ayudarte a mejorar. Recuerda que los PAS tienen una capacidad nerviosa, sensitiva e intelectual muy desarrollada. No les subestimes.

Sinceridad. Para una persona altamente sensible será fundamental saber qué sientes: si estás enfadado, si estás decepcionado, si no te ha gustado algo en particular de su persona… Para ellos es básico que la persona que les acompaña no se ponga una máscara por miedo a herir sus sentimientos o su sensibilidad. La honestidad es un gran valor para ellos.

Una persona altamente sensible se lo tomará todo a nivel personal. Te aconsejamos que midas tus palabras, que busques la mejor manera de llamar su atención, sin que eso les suponga una preocupación mayor. Es importante entenderlos y aceptar su sensibilidad.

¿Qué les hace diferentes?

Las personas sensibles siempre tienen el corazón despeinado, el alma al revés, los ojos abiertos, una lágrima lista para bajar, una sonrisa colgando de los labios listos para explotar. Viven en las alegrías y los dolores de la vida. No son perfectas, bien al contrario porque respiran las emociones a flor de piel viven a mil minutos de la hora. Las personas sensibles saben sonreír por poco, llorar por un nada, sonreír a un gato, mirar hacia el mar saboreando el infinito de paz y tormento.
Ellas saben transformar la arena en polvo de estrellas encender un sueño en la oscuridad. Las personas sensibles están aquí, están sentadas allí lejos esperando el momento adecuado para darte ese abrazo que esperabas, en grades amigas porque son cuando te ven deprimido saben ver más allá de la apariencia, al más allá de una sonrisa, viven de corazón…
( Los textos son de autor desconocido, fueron copiados y recontados por Adonis)

¿DE QUÉ TE QUEJAS?

Cada día sale el sol

¿Quién no se ha quejado alguna vez cuando suena el despertador y desea seguir durmiendo un ratito más? ¿quién no se ha quejado porque el agua de la ducha tarda más de la cuenta en salir caliente, porque nos sirven un café que está demasiado frío o demasiado caliente? ¿quién no protesta cuando conduce tras otro coche que circula muy despacio o porque los semáforos se ponen en rojo cuando más prisa tenemos?, ¿y que me dices de la temperatura, alguien sabe cual es la temperatura ideal de una sala?, sea cual sea, siempre habrá alguien a quien no le parecerá bien.

 Ciertamente, si queremos, tenemos millones de motivos para quejarnos, y si nosotros no lo hacemos seguro que conocemos personas de nuestro entorno que viven situados en la queja constante.

La pregunta es ¿son o somos más felices cuando nos quejamos?, ¿contribuye ello a cambiar la situación que genera la queja?, en ambos casos la respuesta es un rotundo NO.

La pregunta inmediata que se plantea es ¿entonces por qué nos quejamos?, básicamente por dos motivos:

El primero es porque con la queja desviamos nuestra atención sobre lo que sucede y eludimos pensar en nuestra responsabilidad y en lo que podemos hacer nosotros para que ello cambie.

La segunda razón es porque, inconscientemente, la persona que vive en la queja desea obtener la atención de los demás, ni que sea desde la compasión o la lástima.

El precio a pagar por quejarse es que nos incapacita para hacernos cargo de nuestra propia vida y nos genera dependencia de los demás, sin entrar ya en lo desagradable que resulta para los otros la compañía de una persona que vive en la queja constante.

Un ejercicio muy útil para cambiar todo ello, es fijarse cuántas veces al día nos quejamos, sobre qué o quién lo hacemos y cuántas de esas quejas son gratuitas y nos las podríamos haber ahorrado. Un siguiente paso del ejercicio consiste en comprometernos con nosotros mismos a no quejarnos y retarnos a estar 21 días seguidos sin queja.

Cuando son las personas de nuestro entorno las que se quejan de forma constante, ciertamente nosotros no podemos actuar por ellos, pero sí podemos decidir cómo nos afectan sus quejas y cómo actuamos ante ellas. En vez de hacernos cómplices compadeciéndonos y reforzando su papel de víctima podemos optar por hacer la “técnica del espejo” y mediante sencillas preguntas del tipo “¿qué se te ocurre para cambiar eso?” desviar su atención hacia su propia responsabilidad o, como mínimo, evitar que se queje ante nosotros.

 Dejar de quejarse

Dejar de quejarnos, empezar a comunicarnos de otra manera, nos aporta muchas ventajas:

  • Favorecemos un estado de ánimo más adecuado y más salud.
  • Estamos activos, en disposición de resolver las dificultades habituales en nuestro trabajo y nuestra vida.
  • La familia, amigos o compañeros de trabajo, disfrutarán más con nuestra compañía.
  • Disminuimos la aparición de emociones negativas tales como celos, envidia, malestar, nerviosismo o tristeza.
  • Favorece que aceptemos y entendamos lo que tenemos que cambiar ya que en vez de quejarnos, podemos buscar soluciones.
  • Fomenta que nos responsabilicemos de las cosas que decimos o hacemos, en vez de culpabilizar a los demás

“Hay millones de motivos para quejarse y millones de motivos para no hacerlo. Optar por una opción o por otra depende de ti”.

Ante la posibilidad de quejarse o no hacerlo, a partir de ahora ¿con qué opción te quedas tú?

( Los textos son de autor desconocido, fueron copiados y recontados por Adonis)

QUÉDATE CONTIGO MISMO

Sentir estar vivo

Quédate sentado quieto, callado, solo, con los ojos cerrados y siéntete. Olvídate del mundo, olvídate de que existes, no te relaciones con nadie ni con nada, con ningún pensamiento.
Quédate quieto y callado por dentro también, no muevas tu mente, no pienses. Solo siente tu propia presencia silenciosa, sé consciente de que eres consciente.
Quédate solo contigo mismo, como empollando a tu propio corazón. No luches con los pensamientos, no luches con nada. Solo vuelve dulcemente la atención una y otra vez hacia la sensación de estar vivo.
Los pensamientos se mueven, pero tú eres quietud. Permanece siendo quietud, espacio ilimitado.
Métete en tu propio vacío, no quieras llenarlo con cosas, experiencias o personas, pues así parecerá siempre un pozo ciego, imposible de llenar.
Métete en el oscuro vacío interior y tarde o temprano se llenará de luz. Esa luz es tu salvación, es todo lo que te falta.
Esa luz infinita eres tú más allá de la persona mortal que te han hecho creer que eres.

Volar sin límites

La capacidad de pensar, sin tener que convencer, ni discutir.
La capacidad de volar sin límites y sin esfuerzo.
La capacidad de caminar sin distraerte y disfrutando de lo que forma parte del camino.
La capacidad de observar con libertad, sin perturbar, ni sentirte perturbado.
La capacidad de oír sin tener que escuchar, ni interrumpir.
La capacidad de ilusionarte, soñar e imaginar sin crear incomodidad.
La capacidad de disfrutar de una flor sin robarle su aroma, ni condenarla a morir.
La verdad de Dios solo se puede conocer en absoluto silencio. Pero no estamos hablando solo del silencio exterior, sino también del silencio interior.
Si al cerrar tus ojos tu mente está en silencio, la puerta está abierta para entender y poder reconocer la realidad que te impulsa a vivir. Pero si no, es porque necesitamos aprender a hacer silencio, a callar todas las voces que nos confunden y desorientan para poder oír Su voz con claridad.
Y por supuesto, solo en profundo silencio podrás comprender lo que significa todo esto que acabas de leer y además, disfrutar de todas esas capacidades que nos ha dado.

Amarse a sí mismo

Alguien escribió que para “poder amar a otros es necesario amarse a sí mismo, pues solo se puede dar a los demás lo que uno mismo tiene”

El amarse a sí mismo implica apreciar su propio valor por encima de todas las cosas.

El amarte a ti mismo  implica el conocimiento de que solo tú puedes ser tú. Si tratas de ser como alguien más quizá te aproximes mucho, pero siempre serás una imitación sin mayor valor; ser uno mismo es lo más sencillo, lo más práctico, lo más satisfactorio, así que tiene mucho sentido el hecho de que únicamente puedas ser para otros lo que eres para ti mismo.

Si te conoces, acepta si te aprecias a ti mismo, así como tu singularidad; permitirás que otros también lo hagan. Si valoras y aprecias el descubrimiento de ti mismo, alentarás a otros a que emprendan esta importante búsqueda. Si reconoces tu necesidad de ser libre para saber quién eres, permitirás que otros también tengan la libertad para hacerlo. Cuando te des cuenta que tú eres lo mejor de ti mismo, aceptarás el hecho de que otros son lo mejor de ellos mismos, aun cuando se entiende que todo empieza contigo.

Un hombre sin defectos sería un ángel y sin cualidades sería un monstruo; todos los seres humanos somos una amalgama de fuerzas y debilidades, y normalmente toda potencialidad conlleva en sí misma una debilidad: por ejemplo, la persona muy sensible tiene la potencialidad de percibir todo su entorno con mayor facilidad que los demás, pero su intensa vivencia le puede hacer sufrir más intensamente.

( Los textos son de autor desconocido, fueron copiados y recontados por Adonis)

TODO TE HACE CRECER

APRENDÍ

 ¿Qué puedo aprender de todas las lecciones de vida que se me han ido poniendo delante? De esta forma, veremos la vida, como una escuela, llena de lecciones, y en cada paso, una dificultad, un examen, una circunstancia que nos pone a prueba.

La vida no es nuestra enemiga, siempre es nuestra amiga. Aunque las lecciones que nos ofrece para aprender siempre tengan una parte muy amarga.

Aprendí que la memoria no borra, esconde.
Aprendí que el tiempo no cierra, pero ayuda a sanar.
Aprendí a no ser vulnerable cuando dejaste de llamar.
Aprendí a escuchar cuando oí tu silencio.
Aprendí a pedir perdón cuando me di cuenta del error.
Aprendí a levantar la cabeza cuando sentí odio y aprendí a llorar cuando me di cuenta de que no valió la pena.
Aprendí a reír cuando soñé con tu sonrisa.
Aprendí a recordar cuando entendí que todo vale la pena.
Aprendí que no termina, que cambia de forma.
Aprendí que no se puede querer eternamente y aprendí que si compito contra el tiempo, siempre pierdo.
Aprendí que nada es tan malo y que me gusta caminar en una carrera.
Aprendí que hay que rodear y llegar al otro lado para darse cuenta de que siempre es lo mismo.
Aprendí que los amores eternos pueden terminar en una noche, que grandes amigos pueden volverse grandes desconocidos.
Aprendí que el amor no tiene la fuerza que imaginé.
Aprendí que nunca conocemos a una persona de verdad, que todavía no inventaron nada mejor que el abrazo de alguien importante.
Aprendí que el nunca más, nunca se cumple y que él para siempre, siempre termina.
Aprendí que el que quiere puede y lo consigue.
Aprendí que a veces el que arriesga no pierde nada y que perdiendo también se gana.
Aprendí que no se puede dar marcha atrás por mucho que se quiera.

Lección de vida

No hay nada mejor que la adversidad. Cada derrota, cada angustia, cada pérdida, contiene su propia semilla, su propia lección sobre cómo mejorar su desempeño la próxima vez.
Las lecciones de aprendizaje son un poco como alcanzar la madurez. No eres repentinamente más feliz, rico o poderoso, pero entiendes mejor el mundo que te rodea, y estás en paz contigo mismo. Las lecciones aprendidas de la vida no son sobre hacer que su vida sea perfecta, sino ver la vida ya como estaba destinada a ser vista.
Realmente creo que todo lo que hacemos y todos los que conocemos son puestos en nuestros caminos por un propósito. No hay accidentes; somos todos profesores – si estamos dispuestos a prestar atención a las lecciones que aprendemos, a confiar en nuestros instintos positivos y a no tener miedo de tomar riesgos o esperar que algún milagro venga golpeando a nuestra puerta.
Yo creo que una lección importante del juego es la cual nos indica que cuando haces un movimiento, no puedes volver atrás. Tienes que medir realmente tus decisiones. Tú piensas mucho. Evalúas tus sus opciones cuidadosamente. No hay ninguna garantía nunca acerca de lo que va a ocurrir una vez que haya tomado una decisión.
( Los textos son de autor desconocido, fueron copiados y recontados por Adonis)

SORBITO DE ALEGRÍA

La copa de la felicidad

La vida es una copa plena de felicidad, pero nunca se te da llena.
Te dan un sorbito que tienes que ir llenando gota a gota todos los días, para sobrevivir.
No te la pases agitando tus desgracias, pronosticando tragedias imaginarias, asustado por posibles males que a lo mejor no llegan nunca.
Nacemos para luchar por la felicidad… Casi para crearla, para hacerla a pesar de la tristeza, los desencantos, los errores, las malas jugadas y los irremediables imprevistos.
La felicidad no se va buscando en bienes y placeres.
Se actúa bien y ella sola se nos va presentando.
La felicidad no es estar añorando y extrañando todo lo que nos falta sino encajar en todo lo que tenemos.
No vendas tu felicidad…¡regálala! No busques para ella fórmulas sencillas ni baratas…
Cuesta trabajo, son caros los ingredientes:
Compartir lo que tienes
Amar sin exigencias
Perdonar sin cicatrices
Aceptar sin perfecciones
Agradecer lo que te dan ¡Y no rendirte nunca!
Todo tiene que ir armonizando…
Del panal, un poquito de miel
Del mar un poquito de sal
De la vida un toquecito de optimismo
De la imaginación, algo de sueño
No somos felices, porque no sabemos como llenar nuestra copa, porque no sabemos dar a la vida un máximo de calidad y rendimiento, porque miramos al mundo como un esclavo, al camino empedrado como un imposible, a la mala suerte como una sombra que nos persigue, al ideal como algo inalcanzable.
No olvides que la más linda manera de ser Feliz es ocuparse de que otros lo sean.
Da mucho de ti mismo y la felicidad llegará sola.

 Decide ser feliz

No hay nada como dar y recibir una gran sonrisa, que te llena de alegría el corazón.
A vivir la vida sin importar los tropiezos,
volver a los sueños que tenías guardado a en algún rincón
A hacer eso que te gusta tanto hacer en la vida, ya sea escribir o simplemente admirar el atardecer o mirar las estrellas, amar los días de lluvias, amar sinceramente los pequeños detalles de la vida.
A vivir la vida con tus propias reglas.
Decir te quiero cuando realmente lo sientas en tu corazón, no callarte y pedir perdón cuando estés equivocado y reírte de ti mismo.
A tratar de comprender a las personas que amas y aceptarlas así como son, con sus defectos y virtudes.
A ser como en realidad eres, una persona amable, a creer en la gente, aunque te desilusione después.
Hoy decide ser feliz…
Tendrás fracasos y logros,
cumplirás tus sueños antes de tu atardecer
¿Porque hoy decides ser feliz?
Porque solo tienes esta vida así de sencillo.

( Los textos son de autor desconocido, fueron copiados y recontados por Adonis)

¿TE ATREVES A SOÑAR?

 Zona de confort

Zona de Confort se llama a ese espacio ambiental, físico y mental donde podemos actuar sin experimentar ningún tipo de riesgo. Es un espacio donde estamos seguros y cómodos porque en él no hay cambios y por lo tanto tampoco imprevistos que no podamos anticipar, ni situaciones que se descontrolen y nos pongan a prueba. Es aquella zona de seguridad en la cual no es necesario crear ni hacer nada nuevo. Esto puede parecer bueno pero en realidad reprime nuestras angustias internas y vivimos en roles permanentes que no nos dejan avanzar ni superar nuestros fantasmas del pasado. Es como decir “mejor lo malo conocido que lo bueno por conocer”. El problema es que si no podemos pasar por nuestros miedos y angustias, no podemos entenderlos ni superarlos.
Para dejar de estar en el mundo por inercia y dejar de quejarte de tu vida y de las cosas malas que te pasan hay que ser un sujeto activo de tu propia existencia.

¿Porqué salir de la zona de confort?

Conocerás la mejor versión de ti mismo

Muchas veces nos creemos etiquetas que nos han puesto a lo largo de nuestra vida, ¡incluso recordamos situaciones que nos confirman esas creencias sobre nosotros mismos! La cuestión es que es muy posible que no solo esas etiquetas estén anticuadas, sino que nunca hayan sido reales (sí, incluso cuando nuestros recuerdos nos dicen lo contrario). Salir de la Zona de Confort te ayuda a cuestionar tu auto concepto, a conocer quién eres en realidad y de lo que eres capaz, pero para eso hay que enfrentarse a situaciones novedosas que te permitan actuar de maneras novedosas.

Ampliarás tu mundo físico, social y mental

Si vives pensando que lo conocido es lo único que existe, sin cuestionar tus rutinas ni la realidad que experimentas cada día, sin cuestionar tus puntos de vista, te pierdes gran parte de la riqueza y variabilidad que el mundo, la naturaleza, La Humanidad y el pensamiento ofrecen. Salir de tu Zona de Confort te abre a experiencias y realidades nuevas, a un mundo que puede llenar tu vida de color, de nuevas oportunidades, de nuevas formas de vivir. ¿Cuál es el beneficio de estoque ganas flexibilidad y adaptación. Recuerda: sobrevive quien mejor se adapta al medio.

Sentirás más control sobre tu vida y tu felicidad

Ahora que te atreves a tomar las riendas de tu vida, a tomar decisiones y a atreverte a buscar y crear tu propio camino, tu vida y tu felicidad no quedan en manos de otras personas o situaciones. Habrá momentos difíciles, siempre los hay, pero si sales de la Zona de Confort al menos serás tú quien decida cómo solucionarlos, cómo quieres vivir tu vida.

Aumentarán tus ganas de vivir

Al salir de la rutina y la monotonía se crean unas renovadas ganas de vivir, de descubrir lo nuevo que la vida te puede presentar, de sentir cosas agradables. En definitiva, el día a día se vuelve más interesante y la vida empieza a ser algo digno de vivir. A parte, se empieza a tener en cuenta el momento presente, la variabilidad nos lleva a darnos cuenta que las cosas cambian y fluyen y es mejor fluir y descubrir lo nuevo que no aceptar el cambio y vivir intentando crear rutinas agotadoras que aten aquello que es imposible mantener quieto. La vida fluye sin que puedas remediarlo, tú decides si luchar contra esto y ser infeliz, o aceptarlo y vivir disfrutando del cambio.

Consejos para salir de tu zona de confort

Motívate con los riesgos en lugar de temerlos

Si quieres crecer como persona, cambia tu visión de ver las piedras en el camino. Siempre las hay, pensar lo contrario sería ingenuo. Pero de ti depende si las quieres ver como limitaciones o como oportunidades. En lugar de ver el riesgo desde el miedo, míralo desde la emoción de vivir cosas nuevas.

Sal de tu rutina y cuestiona tu forma de hacer las cosas

La espontaneidad y el “conflicto” pueden ser caminos para conocer y crear a tu nuevo yo. No tengas miedo a lo desconocido ni al conflicto, cuestiona y experimenta. Puedes empezar con cambios muy pequeños en tu rutina diaria: apuntarte a una actividad que te dé miedo o que nunca pensarías que ibas a hacer porque va en contra de quién eres, leer con mente abierta ese libro que cuestiona tus ideales, juntarte con gente que te genera prejuicios desde el interés sincero por ellos, cambiar el camino por el que vas al trabajo o visitar cafeterías, bibliotecas, parques, ciudades y en definitiva, lugares nuevos. Improvisa y cuestiona, qué mejor forma para salir de tu zona de confort que desmontar poco a poco tu rutina.

Pon en duda tu día a día

No conseguirás algo nuevo si siempre haces lo mismo. Coge boli y papel y divide una hoja en dos columnas. En la izquierda pon tus actividades rutinarias, en la derecha quien quieres llegar a ser. Ahora mira si el camino por el que vas te acerca al sitio donde quieres llegar. Y desde ahí, empieza a buscar pequeños cambios, pasos cortos por los que empezar a caminar… Y hazlo sin pensarlo demasiado.

Detecta tus excusas

No te engañes pensando que no lo harás porque te las vas a poner sí o sí. Tu mente está acostumbrada a hacer las cosas con el piloto automático y una parte de ti no quiere cambiar, es la parte que tiene miedo o pereza. Habla con esa parte, protégela no desde la monotonía, sino desde el hacerle comprender que has madurado y tú puedes protegerla aunque pruebes cosas nuevas. Cuando esa parte hable no la evites, si no comprende que tiene miedo pero que tú harás que lo supere enfrentándote a cosas novedosas.

Que tu entorno se sume al cambio

Es probable que algunas personas de tu entorno no acepten que quieras cambiar, salir del sistema de roles que hay en tu vida (y que también influye en la suya) pero anímales a ayudarte en este proceso, dales un rol importante, te será más fácil buscar tu camino si te sientes apoyado/a. Y si no lo hacen recuerda: es tu vida, ellos deciden cómo han querido vivir la suya así que tú tienes derecho a decidir cómo vivir la tuya.

Por eso, empieza a lidiar con el fracaso como si fuera tu mejor maestro. ¿Qué aprendiste de la experiencia? ¿Cómo puedes extrapolar esa lección a tu próxima aventura para aumentar tus posibilidades de éxito con tu capital? Muchas personas de gran éxito fracasaron muchas veces antes de ser exitosas.

Es importante que no intentes dar un salto fuera de tu zona de confort, pues es probable que te sientas abrumado y vuelvas a entrar en ella de inmediato.

Al principio parecerá realmente aterrador salir de tu zona de confort. Sin embargo, no es necesario que lo hagas de golpe. Puede ser de forma gradual. Esto hará que te sientas cada vez más a gusto con las cosas nuevas que te parecían peligrosas.

Aprende a reirte de ti mismo cuando cometas errores y eso te ayudará a sortear esas zonas de confort y manejarte con más optimismo con tus finanzas personales. La toma de riesgos inevitablemente implicará fracasos y contratiempos. Pero hay que sentirse positivo al soportar los golpes cuando otros se burlan.

Lo peor de todo no es que no suceda nada, lo verdaderamente grave es que si lo hubiéramos intentado, si hubiéramos tomado alguna iniciativa más allá de permanecer en la eterna espera, seguro que las cosas serían diferentes.

“Solo una cosa vuelve un sueño imposible: el miedo a fracasar”
(Paulo Coello)

( Los textos son de autor desconocido, fueron copiados y recontados por Adonis)

SOLO SE VIVE UNA VEZ

Cuando el sol no brille

“Solo se vive una vez…” ¡No! Se vive todos los días… Sólo se muere una vez… ¡Cuánto me gusta esta reflexión!

Que no les hagan creer eso de que “solo se vive una vez”… ¡Qué va! ¡Se vive todos y cada uno de los días! Esa es nuestra suerte… Al levantarnos cada mañana, tenemos por delante un montón de minutos por vivir: un montón de posibilidades, de experiencias, de sonrisas, de abrazos… Un montón de buenas palabras que ofrecer y un montón de gestos bonitos para regalar… Infinidad de razones que hacen de cada día algo especial.

No son necesarias las grandes experiencias: solo necesitamos pararnos un momento a sentir, para apreciar que ese día es único y que en tu mano está el darte una razón para disfrutarlo.

Hay tristezas que son como el cauce de los ríos, se deslizan suaves y bajan por tu vida sin detenerse ante los obstáculos, para luego desembocar en las playas de tu futura alegría.
Cuando notas que tu mirada pierde el brillo como el atardecer, recuerda que al llegar la mañana, el sol hará que tu hoy sea el inicio de algo totalmente nuevo. Espera el mañana con la cabeza bien erguida.
Continúa simpatizando con la vida aun cuando el sol no brille.
Todos los sinsabores que pudiste percibir en la vida, tienen como finalidad que recuerdes que aún te queda el sentido del gusto para diferenciar lo bueno de lo malo.
Solo se vive un día a la vez, por eso, por mucha prisa que tengas tendrás que esperar 24 horas para ver el mañana.
¡Cuánto amor hay en el cielo para ti!
La vida es un lujo, es el gusto de lo exquisito por mantener un pie frente al otro. Sí, la vida es un lujo; lujo para amar, para respirar, para soñar y para ser feliz. Por eso no te la guardes solo para ti, gástala como si fueras millonario.
Que tu sonrisa sea parecida a la de los niños cuando se saben amados, y que logres ver en este día que naciste para recibir una caricia en cada uno de tus latidos, que te des el gusto de perfumar tu boca con palabras llenas del aroma de tu interior, y que la paz que rodea el paternal corazón de Dios sea la que te mantenga saturado de tranquilidad en este tu único día que te corresponde vivir hoy.
“Estar vivo es uno de los regalos más hermosos que podrás mantener tanto en tu espíritu como en tu alma. Por eso, manifiesta tu viveza en todo lo que haces, ríe como si fuera la última vez, sueña como los niños y haz de ti un ser que vive para hacer feliz a los demás”

Baila bajo la lluvia

 Grita desde el monte más alto su nombre, salta en todos los charcos hasta calarte entero y levantarte a la mañana siguiente con gripe, grita de emoción, llora de alegría, sonríe a lo malo, búrlate de lo vulgar de aquellos que intentan interponerse en tu camino de la vida, busca aquello que amas, lucha por lo que quieres, llora cuando sea necesario, disfruta de los pequeños detalles, aprecia cada amanecer y cada anochecer, finge desinterés por algo por lo que realmente estás entusiasmado, baila toda la noche, emborráchate sin fin y levántate con una enorme resaca, y disfrútalo. Enamórate, contempla las estrellas una noche lluviosa y fría sentado tú solo en un banco, pasa una noche en vela paseando por tu ciudad.
Asusta por la calle a la gente, llama a los timbres de las casas, pasea perros, ayuda a ancianos a cruzar la calle, grita en medio de la calle como una loca, corre por los supermercados empujando los carritos, sonríele a aquel chico tan guapo o aquella chica tan bonita que te tiene tan loca o loco, contempla la naturaleza, respirar el adorable y fuerte olor de las mañanas, camina por la playa, roza con los dedos de los pies la arena y el agua, juega con las olas, haz castillos de arena, sáltate las clases, no vayas a trabajar, cógele de la mano y corre junto a él sin principio ni fin, súbete a ese coche que va sin rumbo fijo, coge ese tren que te lleva a una ciudad alejada de Roma, haz malabares por la calle, toca la guitarra, haz el camino de Santiago, viaja a Grecia, admira cada rincón de este maravilloso mundo.
TAN SOLO SE VIVE UNA VEZ, TÚ ERES EL RESPONSABLE DE DEFINIR EL RUMBO DEL CAMINO DE TU VIDA, SOLO TÚ ERES EL RESPONSABLE Y NADIE MÁS, SÁCALE PARTIDO.
( Los textos son de autor desconocido, fueron copiados y recontados por Adonis)

EN LA VIDA TODO LLEGA

Todo pasa y todo cambia

Al principio somos como niños ansiosos. Queremos que todo llegue lo antes posible, soñamos con devorar experiencias, con exprimir la vida. Más tarde llegan los triunfos, las desilusiones, las piedras en el camino… No obstante, de eso trata la vida, de avanzar, de asumir cambios y ser humildes en todo ese maravilloso trayecto vital.

Admitir que nuestra vida discurre un poco más cada día y que avanza con un tic-tac que nadie puede detener, es sin duda algo que nos asusta y que nos obliga a reflexionar. No obstante, no hay que tener miedo a ese camino, a ese avanzar.

En un año, te sentarás en este mismo lugar y te darás cuenta de que, eso que parecía que jamás pasaría, pasó. Pero hay veces en las que el desconsuelo es tan grande, que no hay forma de escuchar, ni a nosotros mismos ni a los demás. Solo se siente un agudo e insoportable dolor. En ese momento, pensé que sí que es posible que doliera el alma, que ese dolor que sentía en el pecho no podían ser simples nervios y noches sin dormir…

Supongo que hay un momento en el que el dolor se calma, o quizás te acostumbras a él. Puede ser que el cuerpo y la mente ya no puedan más y se tomen un respiro, para volver a la carga con recuerdos, preguntas y más dudas, tiempo después. Para eso siempre hay tiempo. Y, al final, llega el silencio, un insoportable y sosegado silencio. Las lágrimas se acaban, y me di cuenta de que ya no había marcha atrás, que el dolor estaba hecho, que tenía que aceptarlo tal y como ha venido para quedarse. Pensé que el olvido llega, tarde o temprano, y que el tiempo, aunque en ese momento pareciera imposible, todo lo cura.

Y llegaron días muy largos y muy grises. Sentía el frío dentro de mí, como si me encontrara flotando en la penumbra, caminando cerca del abismo. Pero el sol, por suerte, siempre acaba saliendo. Te lo juro. Siempre acaba saliendo. No importa de qué se trate, siempre termina de una forma u otra. Aunque parezca incluso injusto, que sientas que hay cosas que nunca deberías superar, al final siempre logramos reinventarnos, encontramos porqués por los que seguir adelante y nuevos motivos por los que sonreír. Lo necesitamos, para seguir respirando, para ser quienes somos.

Y así fue. Llegaron días muy soleados, y cuando estuve en mí mejor momento, cuando había olvidado los días grises, cuando todo parecía tan lejano, lo pensé de nuevo: todo pasa. No solo lo malo, también lo bueno. Y me desviví y, aún lo sigo haciendo, por disfrutar al máximo de todo lo que me rodeaba. Porque la vida cambia y nos cambia en un segundo. Y hoy estás aquí y mañana, ¿quién sabe?

Todos somos breves inquilinos es este mundo imperfecto lleno de cosas maravillosas. No hay que tenerle miedo a los años, sino a la vida no vivida, a los años vacíos huecos de emociones, de triunfos y por qué no, también de fracasos nunca experimentados. Esos de los que tanto aprendemos.

( Los textos son de autor desconocido, fueron copiados y recontados por Adonis)

LA GUERRA CONTRA EL TIEMPO

La juventud se escapa

Nuestra juventud se nos escapa del cuerpo y la gravedad fuerte y descarada se toma todo aquello que cuidadosamente nos hemos esforzado por mantener en su lugar..
Ya no hay cremas ni pomadas que borren las marcas de tantas risas, penas, trasnochos y enojos de nuestro semblante…
Tomamos vitaminas, colágeno, limón, gengibre, vinagre de manzana, miel y omega 3 y cuanta fórmula hechicera se nos atraviese…
Comemos menos para llenarnos de hambre…
Sudamos cuando hace frío y el sueño nos desvela…
Un día nos damos cuenta de que no hay tacón cómodo, que no vemos sin gafas y las raíces de nuestras canas crecen sin piedad…
Que nuestra cintura se va emparejando y nuestras rodillas se van redondeando…
Un día, nos cansamos de imitar en el espejo, a aquella joven que fuimos…
Nos miramos de frente, sin luz cálida ni sombras y por fin aceptamos que hemos vivido más vida de la que nos queda…
Y que bello que ha sido…
Haberlo vivido y sentido..
Haber dado tanto amor, como haberlo recibido…
Adquirir la experiencia y aprender de paciencia…
Que importa si ganó la gravedad,
que perdimos la guerra contra las arrugas..
Que nos cansamos de hundir el estómago… De sacar el pecho y las pompas…
Que importa si la belleza ya sale del alma..
Si, esa belleza es infinita y llenita de amor y perdón…
Que importa que vamos pa viejas…
Que las hay más jóvenes y más bellas.
Que importa si tenemos la vida y cada experiencia nos pinta de sabiduría..
Que honor haber sido y continuar siendo madres, esposas, novias,amantes hermanas, abuelas y amigas..
Que aún nos queda mucho amor por vivir y llega sin exigir ni pedir…
Que maravillosa es esta etapa de ser como somos, de amarnos tal cual.
Que lindo es seguir adelante con todo lo vivido y aprendido…

Aceptar el paso del tiempo

Llegados a este punto quiero decirte que no hay que confundir aceptación con conformismo, resignación o abandono.

Aceptar es comprender la situación, verla con claridad, acogerla con amor y tranquilidad. A partir de ahí, podrás escoger desde el sosiego y el razonamiento las acciones que mejor irán para viajar a través de ese cambio.

Aceptar que mi cuerpo y mi piel están sufriendo cambios con el paso del tiempo no es decir “me abandono y no hago nada porque, total, voy a envejecer de igual modo”. Si es eso lo que sientes y está alineado con tus principios, perfecto.

Pero, si no es el caso, simplemente debes tratar de aceptar la nueva realidad a la que te enfrentas y, una vez lo hayas comprendido, podrás empezar a realizar una serie de cosas que te harán sentir mejor y que harán que esa transición por el tiempo sea más placentera, sin intentar luchar contra corriente, sino yendo de la mano con ese paso del tiempo: haz deporte, sal a pasear, cuídate la piel con productos adecuados, aliméntate de una manera saludable, arréglate para salir, socializa…

¿trabajar la aceptación del paso del tiempo?

Acepta esa situación

El punto de partida es aceptar que esa situación te causa sufrimiento, dolor o malestar. No niegues tu emoción.

Puedes decirte algo como por ejemplo: “Sí, reconozco que no me gusta esta situación y esto produce en mi tristeza, dolor e impotencia.” Piensa que no eres el único al que le suceden este tipo de cosas.

Focalízate en lo que tienes

Focalízate en todo aquello que tienes y no en lo que dejas de tener, céntrate en todo lo positivo que te ha traído el paso del tiempo, en todos los aprendizajes y en todo lo vivido. Deja la nostalgia a un lado.

Mindfulness

La práctica del mindfulness, también llamada plena conciencia, te ayudará a observar cuáles son realmente los sentimientos que te provoca ese paso del tiempo (miedo, angustia, tristeza…).

Muchas veces nos sentimos mal pero no sabemos por qué y eso hace que luchemos contra nosotros mismos, y actuemos y nos relacionemos de forma reactiva.

Esta práctica te hará ser consciente de cuáles son exactamente las emociones que habitan en ti y de los motivos que las ocasionan. Al ser consciente, las acogerás, entenderás tu comportamiento y podrás actuar de una forma mucho más reflexiva y empezarás a relativizar en cada una de las esferas de tu vida.

Toma conciencia

Sé consciente de que, para empezar a aceptar los cambios que nos trae el paso del tiempo, primero deberás aceptarte a ti mismo tal cual eres, con tus virtudes y tus defectos.

Solo así podrás empezar a aceptar otro tipo de situaciones, pensamientos o sentimientos.

Recuerda, si quieres vivir en serenidad y plenitud, debes de ser capaz de aceptar tus acciones, tus pensamientos y tus emociones. Aceptarte en tu totalidad y, para ello, te dejo algunos consejos para centrarse en uno mismo y dejar de compararse.

Ese es uno de los caminos para vivir con sosiego y mejorar nuestra relación con nosotros mismos y con los demás y, como dijimos en otro artículo: ¡Un brindis por cada error, por favor!

Aceptar el envejecimiento

Biológicamente, empezamos a envejecer a partir de los 22 años. Nuestras células ya no seguirán creciendo y desarrollándose, sino que comienza el deterioro, el cual, notaremos al paso de los años, ya que se trata de una evolución lenta, y depende mucho del trato y cuidados que nos demos a nosotros mismos.

Esto significa que más de la mitad de la vida, la pasamos envejeciendo, o lo que es lo mismo, madurando, aprendiendo de las etapas anteriores y de los retos superados o fracasados. Si aceptamos esto, descubrimos que nuestra biología nos prepara en cada etapa para lo que necesitamos en ella. Y sin duda, la actividad de la infancia, no es necesaria en la edad adulta, y la capacidad de trabajo no es necesaria en la vejez.

( Los textos son de autor desconocido, fueron copiados y recontados por Adonis)

 

ERES TU MAYOR TESORO

Cuanto más te ames…

 Cuanto más te ames, menos amor necesitarás.
Por lo tanto, al no necesitarlo, no construirás ni sostendrás relaciones conflictivas. Solo vendrán a tu vida personas de luz y sabiduría, y si no fuera así, se marcharán rápidamente.
Al no necesitar amor te expresarás siempre como deseas y seguirás a tu corazón todo el tiempo, ya que no tendrás miedo al rechazo, ni al juicio, ni a la soledad, ni a la carencia o al abandono.
Sentirás que el mundo está dentro de ti y no tú dentro de él. Todo lo disfrutarás en su justa medida. Saldrás al cine, a cenar, harás deporte y otras actividades, pero nada, absolutamente nada, te dará un placer mayor que cuando cierras los ojos y sientes ese amor en tu corazón; ese amor que te ganaste tras años de sanar y aceptar tus heridas; tras años de permanecer en silencio; tras años de hacer lo que viniste a hacer a este mundo sin distraerte: evolucionar.
Si te distraes, procura siempre que sea a plena conciencia. Elige la distracción pero nunca permitas distraerte inconscientemente y engañarte con que la felicidad está afuera. Usa al mundo pero no permitas que te use a ti. Disfruta de todo pero no necesites nada.
Tienes que lograr vivir de tal manera que puedas prescindir de las personas y de los objetos. Esa será la prueba de que has recuperado el contacto con tu alma.

Nada más poderoso que tu mismo

 Deja las excusas a un lado y dedícate a quererte, a disfrutar de lo que te rodea y a vivir en plenitud. Es el momento de que te quieras con tu mente, tu espíritu y tu cuerpo. AHORA es el momento de que te quieras mucho. LA FELICIDAD NO SUCEDE, NO VIENE Y VA. ¡LA FELICIDAD SE CREA!

Quererse a uno mismo está muy ligado a saber darse la oportunidad de sacar la mejor versión de cada uno, descubriendo el potencial que tenemos a todos los niveles: afectivo, romántico, espiritual… Quererse a uno mismo también significa ser honestos con nosotros mismos y con los demás, y comprometernos con la vida y el bienestar propio y ajeno.

Además, quererse a uno mismo también implica estar atento a nuestras necesidades vitales y aceptarnos, respetarnos y amarnos por ser quienes somos.

Quererse a uno mismo también pasa por dejar de exigirnos más de lo que realmente somos. Aspirar a mejorar en la vida y como personas es un proyecto noble, pero no debe llevarnos a la ansiedad y a infravalorar cómo somos actualmente. Debemos aprender a romper con las falsas creencias que condicionan nuestro presente y nuestro futuro, además de perdernos cosas valiosas de nuestra vida actual y de nuestra personalidad.

Aprender a querernos a nosotros mismos nos va a reportar una mayor capacidad para amar a otras personas. ¿Por qué? Cuando cuidamos nuestro bienestar psicológico, estamos labrando una larga lista de buenos hábitos y actitudes que afectan a favor de cómo nos enfrentamos al mundo, podemos entablar relaciones saludables que nos permiten relacionarnos desde la sinceridad y poder crecer y madurar juntos.

Amarse a uno mismo es también abrirse y liberarse de ciertos condicionamientos y expectativas que otros han depositado en nosotros. No podemos permitir que nuestra vida transcurra en una especie de burbuja, debemos tratar de superar las ataduras, comprender que solo están en nuestra mente y empezar a conectar con personas o aficiones que no nos habíamos dado la oportunidad de conocer.

( Los textos son de autor desconocido, fueron copiados y recontados por Adonis)

 

ERES UN SER HUMANO ÚNICO

No pierdas tiempo

Existen muchas situaciones que pueden poner freno a nuestra autoestima, sin embargo, todo cambia cuando tomas conciencia de que eres un ser único e irrepetible, es decir, no existe nadie igual a ti en todo el universo. Tus talentos y virtudes son tu mejor marca personal, te definen en esencia como una persona con una infinita capacidad de superación. No pierdas la capacidad de recordarte a ti mismo que eres alguien único e irrepetible. No esperes a que lleguen momentos de dificultad para decirte este mensaje que puedes darte también en las alegrías e ilusiones. ¿Qué es lo que te hace diferente a los demás? ¿Cuál es tu vocación profesional y vital?

Los humanos cometemos con frecuencia el error de no expresar sentimientos que sentimos hacia los demás, ya sea por pudor o incluso, por el miedo de que el otro no sienta lo mismo. Sin embargo, ser más libre a la hora de expresar los afectos te permite sentirte mejor contigo mismo y recordar que eres un ser único e irrepetible.

Tu presencia aporta luz a la vida de otras personas que te quieren. Ser consciente de ello aporta amor propio y confianza. Tu presencia deja huella en la vida de otras personas que se alegran por los momentos que comparten a tu lado. Es decir, tu compañía es un regalo.

¿No crees que sería bueno hacer un inventario de los bienes que has recibido, para así vivir con mayor alegría y optimismo?
¿Por qué llorar mientras voy andando, si otros ríen y no tienen pies?
¿Por qué vivir pensando en el 10 % de las cosas que nos hacen sufrir, y no recordar el 90 % que nos hacen felices?
En tu cuerpo hay 800 mil millones de células trabajando continuamente en perfecta armonía y coordinación en tu favor…
En tu cerebro tienes 13 mil millones de neuronas trabajando tan sabiamente, que si las quisieras reemplazar por la computadora más perfecta del mundo, ocuparía el sitio de un edificio de setenta pisos de alto…
Tienes un corazón, que es una maravilla de la naturaleza. Bombea hora tras hora, 36 millones de latidos, año tras año, despierto o dormido, impulsando la sangre a través de 100 mil kilómetros de venas y arterias, que llevan… Más de 2 millones de litros de sangre al año…
Te puedes mover, pasear, correr, bailar o hacer deporte. Para ello, tienes 500 músculos, 200 huesos y 7.000 nervios, sincronizados para obedecerte y llevarte a donde quieras…
En tus oídos hay 24 mil millones de filamentos que vibran con el viento, el reír de los niños, la suave música, con el trepidar de las aguas espumantes y al escuchar las palabras amables de las personas que aprecias…
En tus ojos, Dios ha depositado 100 millones de receptores que te permiten gozar de la magia de los colores, la luz, la simpatía de las personas y la majestad de la naturaleza…
Tus pulmones son los mejores filtros del mundo. A través de 600 millones de alvéolos, purifican el aire que reciben y liberan a tu cuerpo de desperdicios dañinos.
Eres un ser humano único, capaz de crear, descubrir, inventar, pensar, soñar, imaginar, comunicarte, hablar, tranquilizar, animar, estimular, inspirar, perdonar… Capaz de sentir, disfrutar, recibir amor y decir… Te amo.
Tu sangre es un formidable tesoro. Son apenas 4 litros pero allí hay 22 millones de células sanguíneas. En cada célula hay muchas moléculas y en cada molécula hay un átomo que oscila más de 10 millones de veces por segundo…
Cada día mueren 2 millones de tus células y son reemplazadas por 2 millones más, en una resurrección que ha continuado desde el día que naciste…
En tu cerebro hay 4 millones de estructuras sensibles al dolor, 500 mil detectores táctiles, y 200 mil detectores de temperatura…
¿Crees que vale la pena tu vida?
Dedicamos mucho tiempo pensando en lo que nos hace falta y casi nunca nos detenemos a recordar y agradecer a Dios lo que nos regala día a día…
No te entristezcas por lo que no pudiste ser, agradece por los dones que Dios puso en tu vida, tu familia, tus amistades y las oportunidades de ser alguien importante…
Cada persona tiene un camino distinto, anímate a recorrer el tuyo con la sabiduría que te da la experiencia del propio vivir.
Cuenta tus bienes y tus alegrías. No pierdas tiempo en “pensamientos pesimistas” y “recuerdos tristes”
¿Y sabes por qué? ¡Porque vales mucho! para Dios no tienes precio.
( Los textos son de autor desconocido, fueron copiados y recontados por Adonis)

LA ANSIEDAD TE HABLA

¡HOLA! SOY YO

Soy la ansiedad, no te asustes…
No estoy aquí para hacerte daño, cada vez que llego a tu cuerpo, hago un relajo y te asusto, pero al final del día… No te he matado, no te has vuelto loco.
La verdad es que aparezco y te hago sentir todo eso porque no había logrado encontrar otra manera de hacerme escuchar por ti, estabas tan ocupado tratando de ser exitoso, productivo y de demostrarle a los demás que eres digno de ser amado… Que no escuchabas mis pequeñas señales.
¿Recuerdas esa vez que te dio un dolor de cabeza? ¿O cuando tuviste insomnio por muchas horas? ¿O qué tal esa vez que sin razón aparente te soltaste a llorar?
Bueno, pues todas esas veces era yo tratando de que me escucharas, pero no lo hiciste, seguiste con tu ritmo de vida, seguiste con tu misma manera de pensar… Entonces intenté algo más fuerte, hice que te temblara el ojo, que se te taparan los oídos y que te sudaran las manos… Pero tampoco me quisiste escuchar.
Muchas veces me evitas y te distraes mirando horas la televisión, viviendo las vidas de otras personas que ni conoces para no enfrentar que la tuya no te gusta.
O qué tal, de esas veces que con un par de alcohol lograbas adormecer tus nervios e inquietud; y ni qué decir de esas otras substancias que más allá de adormecerte, te fugan de esta realidad que no quieres enfrentar.
Necesitas crear cambios muy profundos dentro de ti, pues por alguna razón, en realidad no estás disfrutando de tu vida y no te sientes pleno. Por eso yo estoy aquí, para ayudarte a recuperar esa plenitud que vive dentro de ti.
Cada vez que yo aparezca en tu vida, será porque tú mismo no te has dado cuenta que no estás siendo pleno y feliz, así es que si vuelvo a aparecer, no te asustes… Mejor agradéceme que llegué y escúchame.
Y si realmente me escuchas, no tardarás en hacer los cambios que necesitas hacer en tu vida, los harás de inmediato. Y sé que sí quieres, pero a la vez quieres seguir en tu confort y en tu comodidad por vivir con “lo conocido”, aunque eso te haga daño.
Prefieres seguir buscando la aprobación y aceptación de los demás, haciendo hasta lo imposible por llamar su atención; buscando seguridad en otras personas menos en ti; prefieres que los demás sean responsables de tu personal y claro, te entiendo, todos quisiéramos regresar a la panza de nuestra mamá y despreocuparnos de todo.

Mientras tanto…

Necesitas asumir que eres responsable de ti y que solamente tú me podrás escuchar, y cuando me escuches y yo vea que ya me hiciste caso, créeme que me iré. Solamente tú puedes hacer que me vaya.
Necesitas de mí para modificar tu manera de interpretar tu realidad, la cual déjame decirte que está un poco distorsionada. Necesitas deshacerte de creencias que no te ayudan y que nada más te limitan; necesitas perdonar todo ese enojo que guardas a tus seres queridos y recuperar tu libertad interior.
Y sobre todo, necesitas de mí para hacer lo que te gusta de la vida, para ser tú mismo, y perder el miedo al rechazo o abandono de los demás.
Necesitas de mí para ponerle límites a las personas que te lastiman; para que te agarres de valor y aprendas a decir que “no”; para que dejes de mendigar amor con quien no te merece; para que dejes de depender de la existencia de tu pareja para ser feliz; para que de una vez por todas… ¡cuides tu cuerpo!
Necesitas cuidar tu cuerpo, darle el alimento que necesita, dejar de criticar tu físico y agradecerle por lo que te da; haz que sude y que se mueva, ten tus hormonas al día y duerme las horas que necesitas.
El único control que puedes tomar es el de ti mismo, pero para recuperarlo, tendrás que aceptar que lo has perdido, y que dejes que yo me exprese, que salga a decirte con todos esos síntomas tan horribles que me inventé para decirte algo muy claro, pero si me reprimes y te distraes cada vez que llego… No podré hablarte y vendré más fuerte.
Así es que la próxima vez que me sientas llegar, haz un alto, cierra los ojos… Déjate sentir todo lo que te estoy diciendo, apaga tu mente racional por un momento, déjate llevar… Y entiéndeme. Después, empieza el cambio en tu vida con acciones claras y específicas, y en menos de que te des cuenta, me iré.
Y ya para terminar, ojalá que puedas verme como lo que soy: tu esencia.
Soy tú mismo gritándote con desesperación que me escuches por favor. Soy tú, hablándote desde el fondo de tu corazón, desesperado tocándolo para que me pongas atención, lo que sientes no es taquicardia, soy yo, tu esencia, que quiere salir de ahí.
Con cariño, tu esencia disfrazada de ansiedad.
( Los textos son de autor desconocido, fueron copiados y recontados por Adonis)

NO TE ENOJES

Convivir con las emociones

¡No te enojes!
¡No tengas miedo!
¡No estés triste!
Son frases, que la cultura popular ha introducido en nuestra vida cotidiana, por la mal información emocional que impera hoy en día.
Estas frases se dicen a la ligera como si de verdad pudiéramos evitar EMOCIONARNOS ante las diversas situaciones que nos presenta la vida.
Las emociones, no las elegimos y no se pueden controlar, (ni se debería) pues surgen como reacciones a los estímulos del ambiente y las circunstancias.
Su principal función es orientarnos ante la diversidad de sucesos para calibrarlos en relación a nuestras necesidades y valores.
Las emociones nos organizan para tomar acción y nos informan de lo que es importante.
La cultura popular de hoy, ha acordado “mantener la paz” a toda costa. Esta tendencia de supresión surge a partir de la revolución industrial y las grandes guerras, donde el ser humano se consideraba una pieza de la maquinaria de producción.
Para ser un pieza valiosa de la gran maquinaria, había que ser constante en lugar de fluctuante, casi autómata, para no afectar la cadena de producción, básicamente, no tener necesidades ni emociones, fue a partir de esa época que estas se consideraron problemáticas y un estorbo.
¡Pero qué paradoja! Si lo que nos hace humanos son nuestras necesidades y emociones. Este experimento de robotizarnos (desde la infancia, cállate y siéntate) ha desencadenado una des-conexión con nosotros mismos y con la naturaleza y la epidemia de depresión más grande que hayamos visto.
Hemos perdido la costumbre de convivir con emociones autenticas y es por esto que muchos se sienten incomodos frente a otra persona que esta teniendo un sentimiento disonante.
Cuando dicen no te enojes es egoísta porque, quién lo dice, no está entendiendo y menos respetando la necesidad del otro de sacar de su sistema lo que le disgusta y expresarse auténticamente, eso los pone nerviosos, los pone de malas, los asusta… Y lo que piden es que el otro se suprima … Para no incomodarles.
Sin embargo, sería más fácil convivir con estas emociones disonantes y ser empáticos y comprensivos con los demás y saber qué hacer en estas situaciones si conociéramos mejor las funciones de nuestro cuerpo emocional. Aquí algunos puntos:
Las emociones agradables nos indican que las cosas van bien.
Las emociones disonantes (ojo, que no son negativas) nos indican que tenemos que hacer un cambio.
Las emociones hablan el lenguaje de las necesidades, toda necesidad insatisfecha, desencadena una emoción disonante.
El enojo, pide establecer límites.
El miedo, pide protección y hacer una pausa para considerar una amenaza.
La tristeza, nos invita a interiorizar, para nutrirnos de alguna experiencia, para vivir un duelo y limpiarnos con lágrimas para empezar desde un punto nuevo.
Para poder convivir con el dolor de otros es necesario tocar nuestro propio dolor, lo cual para muchos no es nada grato y por ello, prefieren descartar estas emociones antes que sentirlas.
Por otro lado…
Recordemos que lo que para uno puede ser insignificante, para otro puede ser importante.
Acompañar saludablemente a otro es honrar su autenticidad y escuchar con amor sus necesidades no satisfechas.
( Los textos son de autor desconocido, fueron copiados y recontados por Adonis)

LA ESPIRITUALIDAD

Energía del Tiempo

La espiritualidad humana es definida como la conciencia de una parte de nosotros que no se manifiesta materialmente y que está ligada a algo superior a todos los seres vivos

La Espiritualidad es un aspecto esencial del ser humano. Es una vida interior, algo que no es mente y cuerpo sino espíritu. Es algo más amplio que una religión, un proceso dinámico mediante el cual las personas encontramos trascendencia, un sentido final a la vida a nuestro ser interior.

La espiritualidad es mirar a tu vecino y comprender que su mal humor es causa de su dolor, y no sentirte ofendido. Espiritualidad es que las cosas no salgan como tú deseas y aceptar que así ha de ser para tu aprendizaje.
Espiritualidad es hacerte responsable de tus circunstancias, es no creerte la víctima, es no culpar a nadie de lo que te sucede.
Espiritualidad es vivir en la alegría, o en el silencio, o en el bullicio, o en la tormenta, o en la luz, o en la oscuridad, vivir lo que la vida te propone, sin pretender que sea otra cosa.
Espiritualidad es comprender que si te enfermas, no solo hay que atender los síntomas físicos, sino también ver que emociones no estás gestionando, y atender que lo que hace tu cuerpo es mandarte un mensaje.
Espiritualidad es caminar disfrutando de cada paso del camino, independientemente de lo que te suceda. Es atender las emociones sin identificarte con ellas. Es cuidar tus pensamientos y tus palabras. Es ser coherente y mantener la autenticidad en todos los ambientes y en todas las circunstancias.
Espiritualidad es abrazarlo todo. Es amar el mundo tal y como es, con todo lo que contiene. Sin juzgarlo, sin quejarte, sin poseer.
Espiritualidad es compartir, es estar en paz. Es dejar que cada uno viva como le plazca. Es comprender que nada es real y que a la vez, hay que ser impecables a la hora de jugar la partida de la vida.
Y no hablo de religión, no hablo de dogmas, no hablo de pecados, no hablo de creencias, no hablo del bien y del mal, no hablo de iglesias, ni de maestros, ni de normas.
Hablo de lo que late cuando consigues parar y mirar hacia dentro, y te das cuenta de que no tendría sentido la vida, si solo fuéramos materia. Si solo estuviéramos aquí para pasar el rato. Si solo fuéramos un puñado de carne, de vísceras, de arterias. Si solo fuéramos un deseo atrapado en un cuerpo, sin un alma que anhela sentir de nuevo, el amor del que sin duda forma parte.

La espiritualidad tiene muchos beneficios para aliviar el estrés y la salud mental en general. Te puede ayudar a:

  • Sentir que tienes un propósito. Cultivar tu espiritualidad puede ayudarte a descubrir qué es más significativo en tu vida. Si tienes claro lo que es más importante, puedes enfocarte menos en las cosas sin importancia y eliminar el estrés.
  • Conéctate con el mundo. Entre más sientas que tienes un propósito en el mundo, te podrás sentir menos solitario — incluso cuando estás solo. Esto puede hacer que tengas una valiosa paz interior en tiempos difíciles.
  • Suelta el control. Cuando te sientes parte de un todo más grande, te puedes dar cuenta de que no eres responsable de todo lo que pasa en la vida. Puedes compartir la carga de los tiempos difíciles así como las alegrías de las bendiciones de la vida con los que te rodean.
  • Amplía tu red de apoyo. Ya sea que encuentres la espiritualidad en la iglesia, una mezquita o sinagoga, en tu familia, o en las caminatas en la naturaleza con un amigo, este intercambio de expresión espiritual puede ayudarte a construir relaciones.
  • Lleva una vida más saludable. Las personas que se consideran espirituales pueden ser mejores para lidiar con el estrés y pueden experimentar beneficios en la salud.

( Los textos son de autor desconocido, fueron copiados y recontados por Adonis)

VIDA Y ESPERANZA

Creer en el destino

Esperanza viene del latín “sperare”, que significa esperar. Tener esperanza es esperar soluciones. Entre las fortalezas humanas que nos permiten estar fuertes frente a la debilidad emocional, se encuentran el optimismo, las habilidades sociales, la honestidad, la ética, valores como la perseverancia, la capacidad de disfrutar y fluir y la esperanza.

Tener esperanza es creer que el destino puede cambiar. Es confiar en que se va a tener suerte. Es estar convencido de que hay soluciones. Es un sentimiento positivo relacionado con la espera. Tener esperanza impide que caigamos en el desánimo, en la depresión y que demos algo por perdido. Cuando la pierdes, dejas de involucrarte con tu objetivo, pierdes el interés y no inviertes el esfuerzo, el trabajo ni la creatividad que requiere la situación.

Esperanza es una de esas palabras que todos amamos en secreto, a pesar de no entender del todo su sentido. Nos gusta pensar que siempre habrá una puerta que se abrirá en el último momento y nos salvará del dolor o el infortunio.

La desesperación, una situación angustiosa para quien la padece, es simplemente falta de esperanza.

“El ser humano no vive más que por lo que espera”. La vida es a menudo una sucesión de esperas: las madres aguardan el nacimiento de sus hijos, los niños anhelan hacerse mayores, los jóvenes encontrar su lugar en la vida y las promesas del amor, las personas maduras ver crecer a sus hijos o a sus proyectos y los ancianos una vida tranquila, antesala de un más allá.

Hay dos posibles acercamientos a lo que la esperanza significa. Una es racional, se trata de un estado de ánimo en el que vemos como posible aquello que deseamos. Es decir, hacemos un cálculo de probabilidades y se nos presenta como verosímil aprobar el examen para el que nos hemos preparado con empeño, o que nos casaremos con la pareja que nos ama y comprende.

Pero en otras ocasiones la esperanza es una opción mágica. Así sucede cuando pensamos que acertaremos la quiniela que nos hará ricos o deseamos que algún milagro salve al familiar desahuciado por la medicina. En todo caso, se trata de un bien social, “Vive mejor el pobre dotado de esperanza que el rico sin ella”.

La esperanza tiene que ver con un acto de confianza o adhesión a la vida. Confiamos en que el sol amanecerá mañana, como hace cada día, sin que la posibilidad de que no sea así nos intranquilice. Y, cuando de niños nuestro padre nos subía de repente a sus hombros, no sentíamos miedo. Desde esa altura casi vertiginosa contemplábamos el mundo admirados y divertidos.

Nos gusta vivir esperanzados, porque así lo bueno que nos sucede adquiere mayor relevancia, lo degustamos con mayor fruición pensando que nunca se acabará, imaginamos que lo malo no durará siempre y pronto se tornará en algo agradable.

También tiene que ver con la capacidad de optimismo que tenemos. Aunque es cierto que, según el carácter, algunas personas están más abiertas que otras a la esperanza. Piensa el pesimista que el optimista exagera en su visión amable del mundo, y cree el optimista que el pesimista solo ve el lado sombrío de las cosas creyéndose bien informado.

Lo mejor es cultivar un optimismo moderado pero constante respecto al aprecio por el mundo y sus habitantes. O, si se prefiere, un ligero pesimismo esperanzado: las cosas no están en el fondo tan mal como parece.

HAZ QUE OCURRA …

Un padre de familia le pedía ayuda a Dios de la siguiente manera: “Señor, sabes que estamos necesitados y pasamos penurias. Por favor, haz que me toque la lotería”. Pero eso no sucedía, a pesar de lo cual el hombre no dejaba de implorar una y otra vez el ansiado premio. Hasta que un día, en medio de su plegaria, oyó una voz profunda que le dijo: “Por favor, compra algún número de lotería”.

Hay ocasiones en que se cumple misteriosamente alguno de nuestros deseos más íntimos, sin que entendamos por qué ha sido tan fácil. Mientras que otros deseos parece que no vayan a realizarse nunca. Según el pensamiento oriental, todo lo que sucede depende básicamente del karma consecuente a nuestras acciones precedentes. Se recoge lo que se planta. Decía Buda: “Si quieres saber cómo será tu vida futura, fíjate en cómo te comportas en esta, y si quieres saber cómo era tu vida anterior, ve sus consecuencias en lo que te sucede actualmente”.

La esperanza es de algún modo la intuición de que son muchas las buenas posibilidades que se abren ante nosotros a cada momento y que podemos actualizar en nuestras vidas si obramos con inteligencia, sensibilidad y buena voluntad.

Pero también llamamos esperanza a la secreta convicción de que si nos equivocamos en la elección o no trabajamos lo suficiente para lograr nuestro objetivo, no por ello se cierran todas las puertas. El futuro puede darnos otras oportunidades y lo que parece un fracaso es un aprendizaje necesario para lograr después algo valioso, sea de tipo material o intangible.

La esperanza es el mejor médico que conozco. Hace que agite el náufrago sus brazos en medio de las aguas, aun cuando no vea tierra por ningún lado… El hombre se descubre cuando se mide con el obstáculo.

( Los textos son de autor desconocido, fueron copiados y recontados por Adonis)

 

PASA TIEMPO CONTIGO

La importancia del amor propio

Uno de los grandes problemas que tenemos y que hacen que no sepamos estar solos se debe precisamente a nuestra falta de amor propio. Necesitamos que alguien nos confirme que valemos, que alguien apueste por nosotros, que alguien crea precisamente, en aquello que nosotros no creemos. Así, es nuestra falta de amor propio lo que nos hace saltar de una relación a otra, cuando lo que deberíamos hacer aprender a estar solo antes de dar otro paso hacia otra relación después de una ruptura dolorosa.

No queremos estar solos porque nos acompañamos bien. No nos queremos como deberíamos querernos y sabemos cuidar a los demás pero no a nosotros mismos. Por eso, es importante que cada uno cultive su amor propio para que aprenda a estar solo, valorar esos momentos y aprender a acompañarse a sí mismo. Porque en el momento que consiga esto, nunca más volverá a sentirse solo.

Consejos para tener paz  contigo mismo:

Quédate solo.
Empieza a divertirte solo.
Amate a ti mismo.
 Sé tan auténticamente feliz que te sientas lleno, expansivo, desbordado.
Nada ni nadie te hace falta.
Estás en casa, contigo.
Si alguien viene, todo bien, si no, también.
Mostrándote como un ser digno, no como un mendigo.
Lo semejante atrae lo semejante…
La persona que ha vivido su soledad felizmente, se sentirá siempre atraída por otra persona que está viviendo su soledad también alegremente, porque como regla “lo semejante vibra ante lo semejante”, como lo explica la ley de la atracción.
Cuando dos maestros se encuentran, maestros de su propio desarrollo personal, de su soledad, la felicidad se multiplica.
Se vuelve un tremendo fenómeno de celebración.
Y ellos no se examinan uno al otro, ellos se comparten no se están completando en las carencias del otro.
No utilizan al otro.
En su lugar, por el contrario, ambos se vuelven uno y disfrutan de toda la existencia que les rodea.
En conjunto somos distintos.
En una pareja son 3, tú, yo, y la relación. La relación se convierte en un ser por sí misma. Un ser que no tiene por qué invadir los caminos y mundos propios de cada individuo que la integra. Una pareja sana respeta mutuamente el espacio del otro.
Mi espacio interior es sagrado, tan sagrado como el tuyo.
Yo soy, satisfecha conmigo misma, tú eres satisfecho contigo mismo.
 Con el tiempo deja de dialogar con los que no te escuchan y con los que siempre quieren tener razón.
También deja de buscar a la gente que nunca te busca, de pensar en aquellos que nunca piensan en ti.
Comienza a hacer lo que te hace bien, sin exceso, pero con pasión.
Comienza a confiar en tu intuición para todo, para cada elección, para cada persona.
Empieza a evitar la gente negativa y comienza a frecuentar a las pocas personas positivas.
 Aprende a respetar y comienza a ponerte primero.
Porque creo que te lo mereces.
( Los textos son de autor desconocido, fueron copiados y recontados por Adonis)

CUESTIÓN DE TIEMPO

Va a ser verdad

Pues tenían razón. ¿Quiénes? Todos. Los que te dijeron que con los años lo olvidarías, los que te dijeron que son etapas, los que te aconsejaron que esperaras. Va a ser verdad, y todo es cuestión de tiempo. Aquello que un día tanto me dolía hoy no significa nada . Qué miedo. ¿Algún día las personas que hoy son importantes para mí dejarán de serlo? Supongo que eso solo depende de mí, de cómo las cuide y de cómo me cuiden ellas.

No entendía por qué los mayores decían que el tiempo cada vez pasa más rápido, y ahora, cuando quiero darme cuenta es verano, y luego invierno, y luego verano otra vez. Cuando pienso en algo que sucederá en unos meses y me digo que aún falta mucho, un día de repente me despierto y ya no falta nada. Teníais razón, cuando creces el tiempo pasa más rápido. Ojalá pudiéramos pararlo. En los buenos momentos, al menos.

Pienso que el tiempo ya no pasa igual. Que me pongo a hablar de la universidad, de la última vez que vi a alguien, de la última vez que vi aquella película o leí aquel libro y, cuando me pongo a pensar, me doy cuenta de que fue hace años y yo hubiera jurado que había sido ayer. Que hay momentos y personas que recuerdo con detalle e intensidad y, sin embargo, si pienso en lo que hice ayer casi ni me acuerdo. La memoria, con el tiempo, se vuelve selectiva. Y menos mal.

Pero ahora, tras el paso de los años, sé que por mucho que pase el tiempo todo será, más o menos, igual. Sé que seguiré brindando por lo mismo, aunque sean otras personas las que sostengan la copa. Qué algunos se han ido y otros han llegado, y por el camino he compartido penas y alegrías, y aun así no cambiaría nada. Y ahora que ha pasado el tiempo, puedo asegurar que yo sigo siendo la misma. Que seguiré siendo fiel a los que han izado mi bandera. Que he luchado y he sufrido, que he alcanzado sueños y otros se han perdido entre mi lista de cosas pendientes, pero seguiré intentándolo cada día, siempre que me quede tiempo, para no arrepentirme de algo que no llegué a hacer.

Y por eso es tan importante valorar el paso del tiempo. Por eso debemos sentirnos inmensamente felices cuando cumplamos años, cuando nos salga la primera arruga, la primera cana. Y no digo que aprovechemos cada momento y que vivamos cada día como si fuera el último porque, sinceramente, yo lo he intentado y me ha sido imposible. Simplemente escribo este texto para decirte, a ti, que no te preocupes, que todo llega, que todo pasa, que vendrán muchas cosas buenas y, por desgracia, otro montón de cosas malas. Que no te sientas desdichado sin motivo, que no te obsesiones en disimular el paso del tiempo, porque eso significa que has vivido y que sigues ahí, de pie, para vivir mucho. Más. Mejor.

( Los textos son de autor desconocido, fueron copiados y recontados por Adonis)