QUÉDATE CONTIGO MISMO

Sentir estar vivo

Quédate sentado quieto, callado, solo, con los ojos cerrados y siéntete. Olvídate del mundo, olvídate de que existes, no te relaciones con nadie ni con nada, con ningún pensamiento.
Quédate quieto y callado por dentro también, no muevas tu mente, no pienses. Solo siente tu propia presencia silenciosa, sé consciente de que eres consciente.
Quédate solo contigo mismo, como empollando a tu propio corazón. No luches con los pensamientos, no luches con nada. Solo vuelve dulcemente la atención una y otra vez hacia la sensación de estar vivo.
Los pensamientos se mueven, pero tú eres quietud. Permanece siendo quietud, espacio ilimitado.
Métete en tu propio vacío, no quieras llenarlo con cosas, experiencias o personas, pues así parecerá siempre un pozo ciego, imposible de llenar.
Métete en el oscuro vacío interior y tarde o temprano se llenará de luz. Esa luz es tu salvación, es todo lo que te falta.
Esa luz infinita eres tú más allá de la persona mortal que te han hecho creer que eres.

Volar sin límites

La capacidad de pensar, sin tener que convencer, ni discutir.
La capacidad de volar sin límites y sin esfuerzo.
La capacidad de caminar sin distraerte y disfrutando de lo que forma parte del camino.
La capacidad de observar con libertad, sin perturbar, ni sentirte perturbado.
La capacidad de oír sin tener que escuchar, ni interrumpir.
La capacidad de ilusionarte, soñar e imaginar sin crear incomodidad.
La capacidad de disfrutar de una flor sin robarle su aroma, ni condenarla a morir.
La verdad de Dios solo se puede conocer en absoluto silencio. Pero no estamos hablando solo del silencio exterior, sino también del silencio interior.
Si al cerrar tus ojos tu mente está en silencio, la puerta está abierta para entender y poder reconocer la realidad que te impulsa a vivir. Pero si no, es porque necesitamos aprender a hacer silencio, a callar todas las voces que nos confunden y desorientan para poder oír Su voz con claridad.
Y por supuesto, solo en profundo silencio podrás comprender lo que significa todo esto que acabas de leer y además, disfrutar de todas esas capacidades que nos ha dado.

Amarse a sí mismo

Alguien escribió que para “poder amar a otros es necesario amarse a sí mismo, pues solo se puede dar a los demás lo que uno mismo tiene”

El amarse a sí mismo implica apreciar su propio valor por encima de todas las cosas.

El amarte a ti mismo  implica el conocimiento de que solo tú puedes ser tú. Si tratas de ser como alguien más quizá te aproximes mucho, pero siempre serás una imitación sin mayor valor; ser uno mismo es lo más sencillo, lo más práctico, lo más satisfactorio, así que tiene mucho sentido el hecho de que únicamente puedas ser para otros lo que eres para ti mismo.

Si te conoces, acepta si te aprecias a ti mismo, así como tu singularidad; permitirás que otros también lo hagan. Si valoras y aprecias el descubrimiento de ti mismo, alentarás a otros a que emprendan esta importante búsqueda. Si reconoces tu necesidad de ser libre para saber quién eres, permitirás que otros también tengan la libertad para hacerlo. Cuando te des cuenta que tú eres lo mejor de ti mismo, aceptarás el hecho de que otros son lo mejor de ellos mismos, aun cuando se entiende que todo empieza contigo.

Un hombre sin defectos sería un ángel y sin cualidades sería un monstruo; todos los seres humanos somos una amalgama de fuerzas y debilidades, y normalmente toda potencialidad conlleva en sí misma una debilidad: por ejemplo, la persona muy sensible tiene la potencialidad de percibir todo su entorno con mayor facilidad que los demás, pero su intensa vivencia le puede hacer sufrir más intensamente.

( Los textos son de autor desconocido, fueron copiados y recontados por Adonis)

TODO TE HACE CRECER

APRENDÍ

 ¿Qué puedo aprender de todas las lecciones de vida que se me han ido poniendo delante? De esta forma, veremos la vida, como una escuela, llena de lecciones, y en cada paso, una dificultad, un examen, una circunstancia que nos pone a prueba.

La vida no es nuestra enemiga, siempre es nuestra amiga. Aunque las lecciones que nos ofrece para aprender siempre tengan una parte muy amarga.

Aprendí que la memoria no borra, esconde.
Aprendí que el tiempo no cierra, pero ayuda a sanar.
Aprendí a no ser vulnerable cuando dejaste de llamar.
Aprendí a escuchar cuando oí tu silencio.
Aprendí a pedir perdón cuando me di cuenta del error.
Aprendí a levantar la cabeza cuando sentí odio y aprendí a llorar cuando me di cuenta de que no valió la pena.
Aprendí a reír cuando soñé con tu sonrisa.
Aprendí a recordar cuando entendí que todo vale la pena.
Aprendí que no termina, que cambia de forma.
Aprendí que no se puede querer eternamente y aprendí que si compito contra el tiempo, siempre pierdo.
Aprendí que nada es tan malo y que me gusta caminar en una carrera.
Aprendí que hay que rodear y llegar al otro lado para darse cuenta de que siempre es lo mismo.
Aprendí que los amores eternos pueden terminar en una noche, que grandes amigos pueden volverse grandes desconocidos.
Aprendí que el amor no tiene la fuerza que imaginé.
Aprendí que nunca conocemos a una persona de verdad, que todavía no inventaron nada mejor que el abrazo de alguien importante.
Aprendí que el nunca más, nunca se cumple y que él para siempre, siempre termina.
Aprendí que el que quiere puede y lo consigue.
Aprendí que a veces el que arriesga no pierde nada y que perdiendo también se gana.
Aprendí que no se puede dar marcha atrás por mucho que se quiera.

Lección de vida

No hay nada mejor que la adversidad. Cada derrota, cada angustia, cada pérdida, contiene su propia semilla, su propia lección sobre cómo mejorar su desempeño la próxima vez.
Las lecciones de aprendizaje son un poco como alcanzar la madurez. No eres repentinamente más feliz, rico o poderoso, pero entiendes mejor el mundo que te rodea, y estás en paz contigo mismo. Las lecciones aprendidas de la vida no son sobre hacer que su vida sea perfecta, sino ver la vida ya como estaba destinada a ser vista.
Realmente creo que todo lo que hacemos y todos los que conocemos son puestos en nuestros caminos por un propósito. No hay accidentes; somos todos profesores – si estamos dispuestos a prestar atención a las lecciones que aprendemos, a confiar en nuestros instintos positivos y a no tener miedo de tomar riesgos o esperar que algún milagro venga golpeando a nuestra puerta.
Yo creo que una lección importante del juego es la cual nos indica que cuando haces un movimiento, no puedes volver atrás. Tienes que medir realmente tus decisiones. Tú piensas mucho. Evalúas tus sus opciones cuidadosamente. No hay ninguna garantía nunca acerca de lo que va a ocurrir una vez que haya tomado una decisión.
( Los textos son de autor desconocido, fueron copiados y recontados por Adonis)

SORBITO DE ALEGRÍA

La copa de la felicidad

La vida es una copa plena de felicidad, pero nunca se te da llena.
Te dan un sorbito que tienes que ir llenando gota a gota todos los días, para sobrevivir.
No te la pases agitando tus desgracias, pronosticando tragedias imaginarias, asustado por posibles males que a lo mejor no llegan nunca.
Nacemos para luchar por la felicidad… Casi para crearla, para hacerla a pesar de la tristeza, los desencantos, los errores, las malas jugadas y los irremediables imprevistos.
La felicidad no se va buscando en bienes y placeres.
Se actúa bien y ella sola se nos va presentando.
La felicidad no es estar añorando y extrañando todo lo que nos falta sino encajar en todo lo que tenemos.
No vendas tu felicidad…¡regálala! No busques para ella fórmulas sencillas ni baratas…
Cuesta trabajo, son caros los ingredientes:
Compartir lo que tienes
Amar sin exigencias
Perdonar sin cicatrices
Aceptar sin perfecciones
Agradecer lo que te dan ¡Y no rendirte nunca!
Todo tiene que ir armonizando…
Del panal, un poquito de miel
Del mar un poquito de sal
De la vida un toquecito de optimismo
De la imaginación, algo de sueño
No somos felices, porque no sabemos como llenar nuestra copa, porque no sabemos dar a la vida un máximo de calidad y rendimiento, porque miramos al mundo como un esclavo, al camino empedrado como un imposible, a la mala suerte como una sombra que nos persigue, al ideal como algo inalcanzable.
No olvides que la más linda manera de ser Feliz es ocuparse de que otros lo sean.
Da mucho de ti mismo y la felicidad llegará sola.

 Decide ser feliz

No hay nada como dar y recibir una gran sonrisa, que te llena de alegría el corazón.
A vivir la vida sin importar los tropiezos,
volver a los sueños que tenías guardado a en algún rincón
A hacer eso que te gusta tanto hacer en la vida, ya sea escribir o simplemente admirar el atardecer o mirar las estrellas, amar los días de lluvias, amar sinceramente los pequeños detalles de la vida.
A vivir la vida con tus propias reglas.
Decir te quiero cuando realmente lo sientas en tu corazón, no callarte y pedir perdón cuando estés equivocado y reírte de ti mismo.
A tratar de comprender a las personas que amas y aceptarlas así como son, con sus defectos y virtudes.
A ser como en realidad eres, una persona amable, a creer en la gente, aunque te desilusione después.
Hoy decide ser feliz…
Tendrás fracasos y logros,
cumplirás tus sueños antes de tu atardecer
¿Porque hoy decides ser feliz?
Porque solo tienes esta vida así de sencillo.

( Los textos son de autor desconocido, fueron copiados y recontados por Adonis)

¿TE ATREVES A SOÑAR?

 Zona de confort

Zona de Confort se llama a ese espacio ambiental, físico y mental donde podemos actuar sin experimentar ningún tipo de riesgo. Es un espacio donde estamos seguros y cómodos porque en él no hay cambios y por lo tanto tampoco imprevistos que no podamos anticipar, ni situaciones que se descontrolen y nos pongan a prueba. Es aquella zona de seguridad en la cual no es necesario crear ni hacer nada nuevo. Esto puede parecer bueno pero en realidad reprime nuestras angustias internas y vivimos en roles permanentes que no nos dejan avanzar ni superar nuestros fantasmas del pasado. Es como decir “mejor lo malo conocido que lo bueno por conocer”. El problema es que si no podemos pasar por nuestros miedos y angustias, no podemos entenderlos ni superarlos.
Para dejar de estar en el mundo por inercia y dejar de quejarte de tu vida y de las cosas malas que te pasan hay que ser un sujeto activo de tu propia existencia.

¿Porqué salir de la zona de confort?

Conocerás la mejor versión de ti mismo

Muchas veces nos creemos etiquetas que nos han puesto a lo largo de nuestra vida, ¡incluso recordamos situaciones que nos confirman esas creencias sobre nosotros mismos! La cuestión es que es muy posible que no solo esas etiquetas estén anticuadas, sino que nunca hayan sido reales (sí, incluso cuando nuestros recuerdos nos dicen lo contrario). Salir de la Zona de Confort te ayuda a cuestionar tu auto concepto, a conocer quién eres en realidad y de lo que eres capaz, pero para eso hay que enfrentarse a situaciones novedosas que te permitan actuar de maneras novedosas.

Ampliarás tu mundo físico, social y mental

Si vives pensando que lo conocido es lo único que existe, sin cuestionar tus rutinas ni la realidad que experimentas cada día, sin cuestionar tus puntos de vista, te pierdes gran parte de la riqueza y variabilidad que el mundo, la naturaleza, La Humanidad y el pensamiento ofrecen. Salir de tu Zona de Confort te abre a experiencias y realidades nuevas, a un mundo que puede llenar tu vida de color, de nuevas oportunidades, de nuevas formas de vivir. ¿Cuál es el beneficio de estoque ganas flexibilidad y adaptación. Recuerda: sobrevive quien mejor se adapta al medio.

Sentirás más control sobre tu vida y tu felicidad

Ahora que te atreves a tomar las riendas de tu vida, a tomar decisiones y a atreverte a buscar y crear tu propio camino, tu vida y tu felicidad no quedan en manos de otras personas o situaciones. Habrá momentos difíciles, siempre los hay, pero si sales de la Zona de Confort al menos serás tú quien decida cómo solucionarlos, cómo quieres vivir tu vida.

Aumentarán tus ganas de vivir

Al salir de la rutina y la monotonía se crean unas renovadas ganas de vivir, de descubrir lo nuevo que la vida te puede presentar, de sentir cosas agradables. En definitiva, el día a día se vuelve más interesante y la vida empieza a ser algo digno de vivir. A parte, se empieza a tener en cuenta el momento presente, la variabilidad nos lleva a darnos cuenta que las cosas cambian y fluyen y es mejor fluir y descubrir lo nuevo que no aceptar el cambio y vivir intentando crear rutinas agotadoras que aten aquello que es imposible mantener quieto. La vida fluye sin que puedas remediarlo, tú decides si luchar contra esto y ser infeliz, o aceptarlo y vivir disfrutando del cambio.

Consejos para salir de tu zona de confort

Motívate con los riesgos en lugar de temerlos

Si quieres crecer como persona, cambia tu visión de ver las piedras en el camino. Siempre las hay, pensar lo contrario sería ingenuo. Pero de ti depende si las quieres ver como limitaciones o como oportunidades. En lugar de ver el riesgo desde el miedo, míralo desde la emoción de vivir cosas nuevas.

Sal de tu rutina y cuestiona tu forma de hacer las cosas

La espontaneidad y el “conflicto” pueden ser caminos para conocer y crear a tu nuevo yo. No tengas miedo a lo desconocido ni al conflicto, cuestiona y experimenta. Puedes empezar con cambios muy pequeños en tu rutina diaria: apuntarte a una actividad que te dé miedo o que nunca pensarías que ibas a hacer porque va en contra de quién eres, leer con mente abierta ese libro que cuestiona tus ideales, juntarte con gente que te genera prejuicios desde el interés sincero por ellos, cambiar el camino por el que vas al trabajo o visitar cafeterías, bibliotecas, parques, ciudades y en definitiva, lugares nuevos. Improvisa y cuestiona, qué mejor forma para salir de tu zona de confort que desmontar poco a poco tu rutina.

Pon en duda tu día a día

No conseguirás algo nuevo si siempre haces lo mismo. Coge boli y papel y divide una hoja en dos columnas. En la izquierda pon tus actividades rutinarias, en la derecha quien quieres llegar a ser. Ahora mira si el camino por el que vas te acerca al sitio donde quieres llegar. Y desde ahí, empieza a buscar pequeños cambios, pasos cortos por los que empezar a caminar… Y hazlo sin pensarlo demasiado.

Detecta tus excusas

No te engañes pensando que no lo harás porque te las vas a poner sí o sí. Tu mente está acostumbrada a hacer las cosas con el piloto automático y una parte de ti no quiere cambiar, es la parte que tiene miedo o pereza. Habla con esa parte, protégela no desde la monotonía, sino desde el hacerle comprender que has madurado y tú puedes protegerla aunque pruebes cosas nuevas. Cuando esa parte hable no la evites, si no comprende que tiene miedo pero que tú harás que lo supere enfrentándote a cosas novedosas.

Que tu entorno se sume al cambio

Es probable que algunas personas de tu entorno no acepten que quieras cambiar, salir del sistema de roles que hay en tu vida (y que también influye en la suya) pero anímales a ayudarte en este proceso, dales un rol importante, te será más fácil buscar tu camino si te sientes apoyado/a. Y si no lo hacen recuerda: es tu vida, ellos deciden cómo han querido vivir la suya así que tú tienes derecho a decidir cómo vivir la tuya.

Por eso, empieza a lidiar con el fracaso como si fuera tu mejor maestro. ¿Qué aprendiste de la experiencia? ¿Cómo puedes extrapolar esa lección a tu próxima aventura para aumentar tus posibilidades de éxito con tu capital? Muchas personas de gran éxito fracasaron muchas veces antes de ser exitosas.

Es importante que no intentes dar un salto fuera de tu zona de confort, pues es probable que te sientas abrumado y vuelvas a entrar en ella de inmediato.

Al principio parecerá realmente aterrador salir de tu zona de confort. Sin embargo, no es necesario que lo hagas de golpe. Puede ser de forma gradual. Esto hará que te sientas cada vez más a gusto con las cosas nuevas que te parecían peligrosas.

Aprende a reirte de ti mismo cuando cometas errores y eso te ayudará a sortear esas zonas de confort y manejarte con más optimismo con tus finanzas personales. La toma de riesgos inevitablemente implicará fracasos y contratiempos. Pero hay que sentirse positivo al soportar los golpes cuando otros se burlan.

Lo peor de todo no es que no suceda nada, lo verdaderamente grave es que si lo hubiéramos intentado, si hubiéramos tomado alguna iniciativa más allá de permanecer en la eterna espera, seguro que las cosas serían diferentes.

“Solo una cosa vuelve un sueño imposible: el miedo a fracasar”
(Paulo Coello)

( Los textos son de autor desconocido, fueron copiados y recontados por Adonis)

SOLO SE VIVE UNA VEZ

Cuando el sol no brille

“Solo se vive una vez…” ¡No! Se vive todos los días… Sólo se muere una vez… ¡Cuánto me gusta esta reflexión!

Que no les hagan creer eso de que “solo se vive una vez”… ¡Qué va! ¡Se vive todos y cada uno de los días! Esa es nuestra suerte… Al levantarnos cada mañana, tenemos por delante un montón de minutos por vivir: un montón de posibilidades, de experiencias, de sonrisas, de abrazos… Un montón de buenas palabras que ofrecer y un montón de gestos bonitos para regalar… Infinidad de razones que hacen de cada día algo especial.

No son necesarias las grandes experiencias: solo necesitamos pararnos un momento a sentir, para apreciar que ese día es único y que en tu mano está el darte una razón para disfrutarlo.

Hay tristezas que son como el cauce de los ríos, se deslizan suaves y bajan por tu vida sin detenerse ante los obstáculos, para luego desembocar en las playas de tu futura alegría.
Cuando notas que tu mirada pierde el brillo como el atardecer, recuerda que al llegar la mañana, el sol hará que tu hoy sea el inicio de algo totalmente nuevo. Espera el mañana con la cabeza bien erguida.
Continúa simpatizando con la vida aun cuando el sol no brille.
Todos los sinsabores que pudiste percibir en la vida, tienen como finalidad que recuerdes que aún te queda el sentido del gusto para diferenciar lo bueno de lo malo.
Solo se vive un día a la vez, por eso, por mucha prisa que tengas tendrás que esperar 24 horas para ver el mañana.
¡Cuánto amor hay en el cielo para ti!
La vida es un lujo, es el gusto de lo exquisito por mantener un pie frente al otro. Sí, la vida es un lujo; lujo para amar, para respirar, para soñar y para ser feliz. Por eso no te la guardes solo para ti, gástala como si fueras millonario.
Que tu sonrisa sea parecida a la de los niños cuando se saben amados, y que logres ver en este día que naciste para recibir una caricia en cada uno de tus latidos, que te des el gusto de perfumar tu boca con palabras llenas del aroma de tu interior, y que la paz que rodea el paternal corazón de Dios sea la que te mantenga saturado de tranquilidad en este tu único día que te corresponde vivir hoy.
“Estar vivo es uno de los regalos más hermosos que podrás mantener tanto en tu espíritu como en tu alma. Por eso, manifiesta tu viveza en todo lo que haces, ríe como si fuera la última vez, sueña como los niños y haz de ti un ser que vive para hacer feliz a los demás”

Baila bajo la lluvia

 Grita desde el monte más alto su nombre, salta en todos los charcos hasta calarte entero y levantarte a la mañana siguiente con gripe, grita de emoción, llora de alegría, sonríe a lo malo, búrlate de lo vulgar de aquellos que intentan interponerse en tu camino de la vida, busca aquello que amas, lucha por lo que quieres, llora cuando sea necesario, disfruta de los pequeños detalles, aprecia cada amanecer y cada anochecer, finge desinterés por algo por lo que realmente estás entusiasmado, baila toda la noche, emborráchate sin fin y levántate con una enorme resaca, y disfrútalo. Enamórate, contempla las estrellas una noche lluviosa y fría sentado tú solo en un banco, pasa una noche en vela paseando por tu ciudad.
Asusta por la calle a la gente, llama a los timbres de las casas, pasea perros, ayuda a ancianos a cruzar la calle, grita en medio de la calle como una loca, corre por los supermercados empujando los carritos, sonríele a aquel chico tan guapo o aquella chica tan bonita que te tiene tan loca o loco, contempla la naturaleza, respirar el adorable y fuerte olor de las mañanas, camina por la playa, roza con los dedos de los pies la arena y el agua, juega con las olas, haz castillos de arena, sáltate las clases, no vayas a trabajar, cógele de la mano y corre junto a él sin principio ni fin, súbete a ese coche que va sin rumbo fijo, coge ese tren que te lleva a una ciudad alejada de Roma, haz malabares por la calle, toca la guitarra, haz el camino de Santiago, viaja a Grecia, admira cada rincón de este maravilloso mundo.
TAN SOLO SE VIVE UNA VEZ, TÚ ERES EL RESPONSABLE DE DEFINIR EL RUMBO DEL CAMINO DE TU VIDA, SOLO TÚ ERES EL RESPONSABLE Y NADIE MÁS, SÁCALE PARTIDO.
( Los textos son de autor desconocido, fueron copiados y recontados por Adonis)

EN LA VIDA TODO LLEGA

Todo pasa y todo cambia

Al principio somos como niños ansiosos. Queremos que todo llegue lo antes posible, soñamos con devorar experiencias, con exprimir la vida. Más tarde llegan los triunfos, las desilusiones, las piedras en el camino… No obstante, de eso trata la vida, de avanzar, de asumir cambios y ser humildes en todo ese maravilloso trayecto vital.

Admitir que nuestra vida discurre un poco más cada día y que avanza con un tic-tac que nadie puede detener, es sin duda algo que nos asusta y que nos obliga a reflexionar. No obstante, no hay que tener miedo a ese camino, a ese avanzar.

En un año, te sentarás en este mismo lugar y te darás cuenta de que, eso que parecía que jamás pasaría, pasó. Pero hay veces en las que el desconsuelo es tan grande, que no hay forma de escuchar, ni a nosotros mismos ni a los demás. Solo se siente un agudo e insoportable dolor. En ese momento, pensé que sí que es posible que doliera el alma, que ese dolor que sentía en el pecho no podían ser simples nervios y noches sin dormir…

Supongo que hay un momento en el que el dolor se calma, o quizás te acostumbras a él. Puede ser que el cuerpo y la mente ya no puedan más y se tomen un respiro, para volver a la carga con recuerdos, preguntas y más dudas, tiempo después. Para eso siempre hay tiempo. Y, al final, llega el silencio, un insoportable y sosegado silencio. Las lágrimas se acaban, y me di cuenta de que ya no había marcha atrás, que el dolor estaba hecho, que tenía que aceptarlo tal y como ha venido para quedarse. Pensé que el olvido llega, tarde o temprano, y que el tiempo, aunque en ese momento pareciera imposible, todo lo cura.

Y llegaron días muy largos y muy grises. Sentía el frío dentro de mí, como si me encontrara flotando en la penumbra, caminando cerca del abismo. Pero el sol, por suerte, siempre acaba saliendo. Te lo juro. Siempre acaba saliendo. No importa de qué se trate, siempre termina de una forma u otra. Aunque parezca incluso injusto, que sientas que hay cosas que nunca deberías superar, al final siempre logramos reinventarnos, encontramos porqués por los que seguir adelante y nuevos motivos por los que sonreír. Lo necesitamos, para seguir respirando, para ser quienes somos.

Y así fue. Llegaron días muy soleados, y cuando estuve en mí mejor momento, cuando había olvidado los días grises, cuando todo parecía tan lejano, lo pensé de nuevo: todo pasa. No solo lo malo, también lo bueno. Y me desviví y, aún lo sigo haciendo, por disfrutar al máximo de todo lo que me rodeaba. Porque la vida cambia y nos cambia en un segundo. Y hoy estás aquí y mañana, ¿quién sabe?

Todos somos breves inquilinos es este mundo imperfecto lleno de cosas maravillosas. No hay que tenerle miedo a los años, sino a la vida no vivida, a los años vacíos huecos de emociones, de triunfos y por qué no, también de fracasos nunca experimentados. Esos de los que tanto aprendemos.

( Los textos son de autor desconocido, fueron copiados y recontados por Adonis)

LA GUERRA CONTRA EL TIEMPO

La juventud se escapa

Nuestra juventud se nos escapa del cuerpo y la gravedad fuerte y descarada se toma todo aquello que cuidadosamente nos hemos esforzado por mantener en su lugar..
Ya no hay cremas ni pomadas que borren las marcas de tantas risas, penas, trasnochos y enojos de nuestro semblante…
Tomamos vitaminas, colágeno, limón, gengibre, vinagre de manzana, miel y omega 3 y cuanta fórmula hechicera se nos atraviese…
Comemos menos para llenarnos de hambre…
Sudamos cuando hace frío y el sueño nos desvela…
Un día nos damos cuenta de que no hay tacón cómodo, que no vemos sin gafas y las raíces de nuestras canas crecen sin piedad…
Que nuestra cintura se va emparejando y nuestras rodillas se van redondeando…
Un día, nos cansamos de imitar en el espejo, a aquella joven que fuimos…
Nos miramos de frente, sin luz cálida ni sombras y por fin aceptamos que hemos vivido más vida de la que nos queda…
Y que bello que ha sido…
Haberlo vivido y sentido..
Haber dado tanto amor, como haberlo recibido…
Adquirir la experiencia y aprender de paciencia…
Que importa si ganó la gravedad,
que perdimos la guerra contra las arrugas..
Que nos cansamos de hundir el estómago… De sacar el pecho y las pompas…
Que importa si la belleza ya sale del alma..
Si, esa belleza es infinita y llenita de amor y perdón…
Que importa que vamos pa viejas…
Que las hay más jóvenes y más bellas.
Que importa si tenemos la vida y cada experiencia nos pinta de sabiduría..
Que honor haber sido y continuar siendo madres, esposas, novias,amantes hermanas, abuelas y amigas..
Que aún nos queda mucho amor por vivir y llega sin exigir ni pedir…
Que maravillosa es esta etapa de ser como somos, de amarnos tal cual.
Que lindo es seguir adelante con todo lo vivido y aprendido…

Aceptar el paso del tiempo

Llegados a este punto quiero decirte que no hay que confundir aceptación con conformismo, resignación o abandono.

Aceptar es comprender la situación, verla con claridad, acogerla con amor y tranquilidad. A partir de ahí, podrás escoger desde el sosiego y el razonamiento las acciones que mejor irán para viajar a través de ese cambio.

Aceptar que mi cuerpo y mi piel están sufriendo cambios con el paso del tiempo no es decir “me abandono y no hago nada porque, total, voy a envejecer de igual modo”. Si es eso lo que sientes y está alineado con tus principios, perfecto.

Pero, si no es el caso, simplemente debes tratar de aceptar la nueva realidad a la que te enfrentas y, una vez lo hayas comprendido, podrás empezar a realizar una serie de cosas que te harán sentir mejor y que harán que esa transición por el tiempo sea más placentera, sin intentar luchar contra corriente, sino yendo de la mano con ese paso del tiempo: haz deporte, sal a pasear, cuídate la piel con productos adecuados, aliméntate de una manera saludable, arréglate para salir, socializa…

 Aceptación del paso del tiempo

Acepta esa situación

El punto de partida es aceptar que esa situación te causa sufrimiento, dolor o malestar. No niegues tu emoción.

Puedes decirte algo como por ejemplo: “Sí, reconozco que no me gusta esta situación y esto produce en mi tristeza, dolor e impotencia.” Piensa que no eres el único al que le suceden este tipo de cosas.

Focalízate en lo que tienes

Focalízate en todo aquello que tienes y no en lo que dejas de tener, céntrate en todo lo positivo que te ha traído el paso del tiempo, en todos los aprendizajes y en todo lo vivido. Deja la nostalgia a un lado.

Mindfulness

La práctica del mindfulness, también llamada plena conciencia, te ayudará a observar cuáles son realmente los sentimientos que te provoca ese paso del tiempo (miedo, angustia, tristeza…).

Muchas veces nos sentimos mal pero no sabemos por qué y eso hace que luchemos contra nosotros mismos, y actuemos y nos relacionemos de forma reactiva.

Esta práctica te hará ser consciente de cuáles son exactamente las emociones que habitan en ti y de los motivos que las ocasionan. Al ser consciente, las acogerás, entenderás tu comportamiento y podrás actuar de una forma mucho más reflexiva y empezarás a relativizar en cada una de las esferas de tu vida.

Toma conciencia

Sé consciente de que, para empezar a aceptar los cambios que nos trae el paso del tiempo, primero deberás aceptarte a ti mismo tal cual eres, con tus virtudes y tus defectos.

Solo así podrás empezar a aceptar otro tipo de situaciones, pensamientos o sentimientos.

Recuerda, si quieres vivir en serenidad y plenitud, debes de ser capaz de aceptar tus acciones, tus pensamientos y tus emociones. Aceptarte en tu totalidad y, para ello, te dejo algunos consejos para centrarse en uno mismo y dejar de compararse.

Ese es uno de los caminos para vivir con sosiego y mejorar nuestra relación con nosotros mismos y con los demás y, como dijimos en otro artículo: ¡Un brindis por cada error, por favor!

Aceptar el envejecimiento

Biológicamente, empezamos a envejecer a partir de los 22 años. Nuestras células ya no seguirán creciendo y desarrollándose, sino que comienza el deterioro, el cual, notaremos al paso de los años, ya que se trata de una evolución lenta, y depende mucho del trato y cuidados que nos demos a nosotros mismos.

Esto significa que más de la mitad de la vida, la pasamos envejeciendo, o lo que es lo mismo, madurando, aprendiendo de las etapas anteriores y de los retos superados o fracasados. Si aceptamos esto, descubrimos que nuestra biología nos prepara en cada etapa para lo que necesitamos en ella. Y sin duda, la actividad de la infancia, no es necesaria en la edad adulta, y la capacidad de trabajo no es necesaria en la vejez.

( Los textos son de autor desconocido, fueron copiados y recontados por Adonis)

 

ERES TU MAYOR TESORO

Cuanto más te ames…

 Cuanto más te ames, menos amor necesitarás.
Por lo tanto, al no necesitarlo, no construirás ni sostendrás relaciones conflictivas. Solo vendrán a tu vida personas de luz y sabiduría, y si no fuera así, se marcharán rápidamente.
Al no necesitar amor te expresarás siempre como deseas y seguirás a tu corazón todo el tiempo, ya que no tendrás miedo al rechazo, ni al juicio, ni a la soledad, ni a la carencia o al abandono.
Sentirás que el mundo está dentro de ti y no tú dentro de él. Todo lo disfrutarás en su justa medida. Saldrás al cine, a cenar, harás deporte y otras actividades, pero nada, absolutamente nada, te dará un placer mayor que cuando cierras los ojos y sientes ese amor en tu corazón; ese amor que te ganaste tras años de sanar y aceptar tus heridas; tras años de permanecer en silencio; tras años de hacer lo que viniste a hacer a este mundo sin distraerte: evolucionar.
Si te distraes, procura siempre que sea a plena conciencia. Elige la distracción pero nunca permitas distraerte inconscientemente y engañarte con que la felicidad está afuera. Usa al mundo pero no permitas que te use a ti. Disfruta de todo pero no necesites nada.
Tienes que lograr vivir de tal manera que puedas prescindir de las personas y de los objetos. Esa será la prueba de que has recuperado el contacto con tu alma.

Nada más poderoso que tu mismo

 Deja las excusas a un lado y dedícate a quererte, a disfrutar de lo que te rodea y a vivir en plenitud. Es el momento de que te quieras con tu mente, tu espíritu y tu cuerpo. AHORA es el momento de que te quieras mucho. LA FELICIDAD NO SUCEDE, NO VIENE Y VA. ¡LA FELICIDAD SE CREA!

Quererse a uno mismo está muy ligado a saber darse la oportunidad de sacar la mejor versión de cada uno, descubriendo el potencial que tenemos a todos los niveles: afectivo, romántico, espiritual… Quererse a uno mismo también significa ser honestos con nosotros mismos y con los demás, y comprometernos con la vida y el bienestar propio y ajeno.

Además, quererse a uno mismo también implica estar atento a nuestras necesidades vitales y aceptarnos, respetarnos y amarnos por ser quienes somos.

Quererse a uno mismo también pasa por dejar de exigirnos más de lo que realmente somos. Aspirar a mejorar en la vida y como personas es un proyecto noble, pero no debe llevarnos a la ansiedad y a infravalorar cómo somos actualmente. Debemos aprender a romper con las falsas creencias que condicionan nuestro presente y nuestro futuro, además de perdernos cosas valiosas de nuestra vida actual y de nuestra personalidad.

Aprender a querernos a nosotros mismos nos va a reportar una mayor capacidad para amar a otras personas. ¿Por qué? Cuando cuidamos nuestro bienestar psicológico, estamos labrando una larga lista de buenos hábitos y actitudes que afectan a favor de cómo nos enfrentamos al mundo, podemos entablar relaciones saludables que nos permiten relacionarnos desde la sinceridad y poder crecer y madurar juntos.

Amarse a uno mismo es también abrirse y liberarse de ciertos condicionamientos y expectativas que otros han depositado en nosotros. No podemos permitir que nuestra vida transcurra en una especie de burbuja, debemos tratar de superar las ataduras, comprender que solo están en nuestra mente y empezar a conectar con personas o aficiones que no nos habíamos dado la oportunidad de conocer.

( Los textos son de autor desconocido, fueron copiados y recontados por Adonis)

 

ERES UN SER HUMANO ÚNICO

No pierdas tiempo

Existen muchas situaciones que pueden poner freno a nuestra autoestima, sin embargo, todo cambia cuando tomas conciencia de que eres un ser único e irrepetible, es decir, no existe nadie igual a ti en todo el universo. Tus talentos y virtudes son tu mejor marca personal, te definen en esencia como una persona con una infinita capacidad de superación. No pierdas la capacidad de recordarte a ti mismo que eres alguien único e irrepetible. No esperes a que lleguen momentos de dificultad para decirte este mensaje que puedes darte también en las alegrías e ilusiones. ¿Qué es lo que te hace diferente a los demás? ¿Cuál es tu vocación profesional y vital?

Los humanos cometemos con frecuencia el error de no expresar sentimientos que sentimos hacia los demás, ya sea por pudor o incluso, por el miedo de que el otro no sienta lo mismo. Sin embargo, ser más libre a la hora de expresar los afectos te permite sentirte mejor contigo mismo y recordar que eres un ser único e irrepetible.

Tu presencia aporta luz a la vida de otras personas que te quieren. Ser consciente de ello aporta amor propio y confianza. Tu presencia deja huella en la vida de otras personas que se alegran por los momentos que comparten a tu lado. Es decir, tu compañía es un regalo.

¿No crees que sería bueno hacer un inventario de los bienes que has recibido, para así vivir con mayor alegría y optimismo?
¿Por qué llorar mientras voy andando, si otros ríen y no tienen pies?
¿Por qué vivir pensando en el 10 % de las cosas que nos hacen sufrir, y no recordar el 90 % que nos hacen felices?
En tu cuerpo hay 800 mil millones de células trabajando continuamente en perfecta armonía y coordinación en tu favor…
En tu cerebro tienes 13 mil millones de neuronas trabajando tan sabiamente, que si las quisieras reemplazar por la computadora más perfecta del mundo, ocuparía el sitio de un edificio de setenta pisos de alto…
Tienes un corazón, que es una maravilla de la naturaleza. Bombea hora tras hora, 36 millones de latidos, año tras año, despierto o dormido, impulsando la sangre a través de 100 mil kilómetros de venas y arterias, que llevan… Más de 2 millones de litros de sangre al año…
Te puedes mover, pasear, correr, bailar o hacer deporte. Para ello, tienes 500 músculos, 200 huesos y 7.000 nervios, sincronizados para obedecerte y llevarte a donde quieras…
En tus oídos hay 24 mil millones de filamentos que vibran con el viento, el reír de los niños, la suave música, con el trepidar de las aguas espumantes y al escuchar las palabras amables de las personas que aprecias…
En tus ojos, Dios ha depositado 100 millones de receptores que te permiten gozar de la magia de los colores, la luz, la simpatía de las personas y la majestad de la naturaleza…
Tus pulmones son los mejores filtros del mundo. A través de 600 millones de alvéolos, purifican el aire que reciben y liberan a tu cuerpo de desperdicios dañinos.
Eres un ser humano único, capaz de crear, descubrir, inventar, pensar, soñar, imaginar, comunicarte, hablar, tranquilizar, animar, estimular, inspirar, perdonar… Capaz de sentir, disfrutar, recibir amor y decir… Te amo.
Tu sangre es un formidable tesoro. Son apenas 4 litros pero allí hay 22 millones de células sanguíneas. En cada célula hay muchas moléculas y en cada molécula hay un átomo que oscila más de 10 millones de veces por segundo…
Cada día mueren 2 millones de tus células y son reemplazadas por 2 millones más, en una resurrección que ha continuado desde el día que naciste…
En tu cerebro hay 4 millones de estructuras sensibles al dolor, 500 mil detectores táctiles, y 200 mil detectores de temperatura…
¿Crees que vale la pena tu vida?
Dedicamos mucho tiempo pensando en lo que nos hace falta y casi nunca nos detenemos a recordar y agradecer a Dios lo que nos regala día a día…
No te entristezcas por lo que no pudiste ser, agradece por los dones que Dios puso en tu vida, tu familia, tus amistades y las oportunidades de ser alguien importante…
Cada persona tiene un camino distinto, anímate a recorrer el tuyo con la sabiduría que te da la experiencia del propio vivir.
Cuenta tus bienes y tus alegrías. No pierdas tiempo en “pensamientos pesimistas” y “recuerdos tristes”
¿Y sabes por qué? ¡Porque vales mucho! para Dios no tienes precio.
( Los textos son de autor desconocido, fueron copiados y recontados por Adonis)

LA ANSIEDAD TE HABLA

¡HOLA! SOY YO

Soy la ansiedad, no te asustes…
No estoy aquí para hacerte daño, cada vez que llego a tu cuerpo, hago un relajo y te asusto, pero al final del día… No te he matado, no te has vuelto loco.
La verdad es que aparezco y te hago sentir todo eso porque no había logrado encontrar otra manera de hacerme escuchar por ti, estabas tan ocupado tratando de ser exitoso, productivo y de demostrarle a los demás que eres digno de ser amado… Que no escuchabas mis pequeñas señales.
¿Recuerdas esa vez que te dio un dolor de cabeza? ¿O cuando tuviste insomnio por muchas horas? ¿O qué tal esa vez que sin razón aparente te soltaste a llorar?
Bueno, pues todas esas veces era yo tratando de que me escucharas, pero no lo hiciste, seguiste con tu ritmo de vida, seguiste con tu misma manera de pensar… Entonces intenté algo más fuerte, hice que te temblara el ojo, que se te taparan los oídos y que te sudaran las manos… Pero tampoco me quisiste escuchar.
Muchas veces me evitas y te distraes mirando horas la televisión, viviendo las vidas de otras personas que ni conoces para no enfrentar que la tuya no te gusta.
O qué tal, de esas veces que con un par de alcohol lograbas adormecer tus nervios e inquietud; y ni qué decir de esas otras substancias que más allá de adormecerte, te fugan de esta realidad que no quieres enfrentar.
Necesitas crear cambios muy profundos dentro de ti, pues por alguna razón, en realidad no estás disfrutando de tu vida y no te sientes pleno. Por eso yo estoy aquí, para ayudarte a recuperar esa plenitud que vive dentro de ti.
Cada vez que yo aparezca en tu vida, será porque tú mismo no te has dado cuenta que no estás siendo pleno y feliz, así es que si vuelvo a aparecer, no te asustes… Mejor agradéceme que llegué y escúchame.
Y si realmente me escuchas, no tardarás en hacer los cambios que necesitas hacer en tu vida, los harás de inmediato. Y sé que sí quieres, pero a la vez quieres seguir en tu confort y en tu comodidad por vivir con “lo conocido”, aunque eso te haga daño.
Prefieres seguir buscando la aprobación y aceptación de los demás, haciendo hasta lo imposible por llamar su atención; buscando seguridad en otras personas menos en ti; prefieres que los demás sean responsables de tu personal y claro, te entiendo, todos quisiéramos regresar a la panza de nuestra mamá y despreocuparnos de todo.

Mientras tanto…

Necesitas asumir que eres responsable de ti y que solamente tú me podrás escuchar, y cuando me escuches y yo vea que ya me hiciste caso, créeme que me iré. Solamente tú puedes hacer que me vaya.
Necesitas de mí para modificar tu manera de interpretar tu realidad, la cual déjame decirte que está un poco distorsionada. Necesitas deshacerte de creencias que no te ayudan y que nada más te limitan; necesitas perdonar todo ese enojo que guardas a tus seres queridos y recuperar tu libertad interior.
Y sobre todo, necesitas de mí para hacer lo que te gusta de la vida, para ser tú mismo, y perder el miedo al rechazo o abandono de los demás.
Necesitas de mí para ponerle límites a las personas que te lastiman; para que te agarres de valor y aprendas a decir que “no”; para que dejes de mendigar amor con quien no te merece; para que dejes de depender de la existencia de tu pareja para ser feliz; para que de una vez por todas… ¡cuides tu cuerpo!
Necesitas cuidar tu cuerpo, darle el alimento que necesita, dejar de criticar tu físico y agradecerle por lo que te da; haz que sude y que se mueva, ten tus hormonas al día y duerme las horas que necesitas.
El único control que puedes tomar es el de ti mismo, pero para recuperarlo, tendrás que aceptar que lo has perdido, y que dejes que yo me exprese, que salga a decirte con todos esos síntomas tan horribles que me inventé para decirte algo muy claro, pero si me reprimes y te distraes cada vez que llego… No podré hablarte y vendré más fuerte.
Así es que la próxima vez que me sientas llegar, haz un alto, cierra los ojos… Déjate sentir todo lo que te estoy diciendo, apaga tu mente racional por un momento, déjate llevar… Y entiéndeme. Después, empieza el cambio en tu vida con acciones claras y específicas, y en menos de que te des cuenta, me iré.
Y ya para terminar, ojalá que puedas verme como lo que soy: tu esencia.
Soy tú mismo gritándote con desesperación que me escuches por favor. Soy tú, hablándote desde el fondo de tu corazón, desesperado tocándolo para que me pongas atención, lo que sientes no es taquicardia, soy yo, tu esencia, que quiere salir de ahí.
Con cariño, tu esencia disfrazada de ansiedad.
( Los textos son de autor desconocido, fueron copiados y recontados por Adonis)

NO TE ENOJES

Convivir con las emociones

¡No te enojes!
¡No tengas miedo!
¡No estés triste!
Son frases, que la cultura popular ha introducido en nuestra vida cotidiana, por la mal información emocional que impera hoy en día.
Estas frases se dicen a la ligera como si de verdad pudiéramos evitar EMOCIONARNOS ante las diversas situaciones que nos presenta la vida.
Las emociones, no las elegimos y no se pueden controlar, (ni se debería) pues surgen como reacciones a los estímulos del ambiente y las circunstancias.
Su principal función es orientarnos ante la diversidad de sucesos para calibrarlos en relación a nuestras necesidades y valores.
Las emociones nos organizan para tomar acción y nos informan de lo que es importante.
La cultura popular de hoy, ha acordado “mantener la paz” a toda costa. Esta tendencia de supresión surge a partir de la revolución industrial y las grandes guerras, donde el ser humano se consideraba una pieza de la maquinaria de producción.
Para ser un pieza valiosa de la gran maquinaria, había que ser constante en lugar de fluctuante, casi autómata, para no afectar la cadena de producción, básicamente, no tener necesidades ni emociones, fue a partir de esa época que estas se consideraron problemáticas y un estorbo.
¡Pero qué paradoja! Si lo que nos hace humanos son nuestras necesidades y emociones. Este experimento de robotizarnos (desde la infancia, cállate y siéntate) ha desencadenado una des-conexión con nosotros mismos y con la naturaleza y la epidemia de depresión más grande que hayamos visto.
Hemos perdido la costumbre de convivir con emociones autenticas y es por esto que muchos se sienten incomodos frente a otra persona que esta teniendo un sentimiento disonante.
Cuando dicen no te enojes es egoísta porque, quién lo dice, no está entendiendo y menos respetando la necesidad del otro de sacar de su sistema lo que le disgusta y expresarse auténticamente, eso los pone nerviosos, los pone de malas, los asusta… Y lo que piden es que el otro se suprima … Para no incomodarles.
Sin embargo, sería más fácil convivir con estas emociones disonantes y ser empáticos y comprensivos con los demás y saber qué hacer en estas situaciones si conociéramos mejor las funciones de nuestro cuerpo emocional. Aquí algunos puntos:
Las emociones agradables nos indican que las cosas van bien.
Las emociones disonantes (ojo, que no son negativas) nos indican que tenemos que hacer un cambio.
Las emociones hablan el lenguaje de las necesidades, toda necesidad insatisfecha, desencadena una emoción disonante.
El enojo, pide establecer límites.
El miedo, pide protección y hacer una pausa para considerar una amenaza.
La tristeza, nos invita a interiorizar, para nutrirnos de alguna experiencia, para vivir un duelo y limpiarnos con lágrimas para empezar desde un punto nuevo.
Para poder convivir con el dolor de otros es necesario tocar nuestro propio dolor, lo cual para muchos no es nada grato y por ello, prefieren descartar estas emociones antes que sentirlas.
Por otro lado…
Recordemos que lo que para uno puede ser insignificante, para otro puede ser importante.
Acompañar saludablemente a otro es honrar su autenticidad y escuchar con amor sus necesidades no satisfechas.
( Los textos son de autor desconocido, fueron copiados y recontados por Adonis)

LA ESPIRITUALIDAD

Energía del Tiempo

La espiritualidad humana es definida como la conciencia de una parte de nosotros que no se manifiesta materialmente y que está ligada a algo superior a todos los seres vivos

La Espiritualidad es un aspecto esencial del ser humano. Es una vida interior, algo que no es mente y cuerpo sino espíritu. Es algo más amplio que una religión, un proceso dinámico mediante el cual las personas encontramos trascendencia, un sentido final a la vida a nuestro ser interior.

La espiritualidad es mirar a tu vecino y comprender que su mal humor es causa de su dolor, y no sentirte ofendido. Espiritualidad es que las cosas no salgan como tú deseas y aceptar que así ha de ser para tu aprendizaje.
Espiritualidad es hacerte responsable de tus circunstancias, es no creerte la víctima, es no culpar a nadie de lo que te sucede.
Espiritualidad es vivir en la alegría, o en el silencio, o en el bullicio, o en la tormenta, o en la luz, o en la oscuridad, vivir lo que la vida te propone, sin pretender que sea otra cosa.
Espiritualidad es comprender que si te enfermas, no solo hay que atender los síntomas físicos, sino también ver que emociones no estás gestionando, y atender que lo que hace tu cuerpo es mandarte un mensaje.
Espiritualidad es caminar disfrutando de cada paso del camino, independientemente de lo que te suceda. Es atender las emociones sin identificarte con ellas. Es cuidar tus pensamientos y tus palabras. Es ser coherente y mantener la autenticidad en todos los ambientes y en todas las circunstancias.
Espiritualidad es abrazarlo todo. Es amar el mundo tal y como es, con todo lo que contiene. Sin juzgarlo, sin quejarte, sin poseer.
Espiritualidad es compartir, es estar en paz. Es dejar que cada uno viva como le plazca. Es comprender que nada es real y que a la vez, hay que ser impecables a la hora de jugar la partida de la vida.
Y no hablo de religión, no hablo de dogmas, no hablo de pecados, no hablo de creencias, no hablo del bien y del mal, no hablo de iglesias, ni de maestros, ni de normas.
Hablo de lo que late cuando consigues parar y mirar hacia dentro, y te das cuenta de que no tendría sentido la vida, si solo fuéramos materia. Si solo estuviéramos aquí para pasar el rato. Si solo fuéramos un puñado de carne, de vísceras, de arterias. Si solo fuéramos un deseo atrapado en un cuerpo, sin un alma que anhela sentir de nuevo, el amor del que sin duda forma parte.

La espiritualidad tiene muchos beneficios para aliviar el estrés y la salud mental en general. Te puede ayudar a:

  • Sentir que tienes un propósito. Cultivar tu espiritualidad puede ayudarte a descubrir qué es más significativo en tu vida. Si tienes claro lo que es más importante, puedes enfocarte menos en las cosas sin importancia y eliminar el estrés.
  • Conéctate con el mundo. Entre más sientas que tienes un propósito en el mundo, te podrás sentir menos solitario — incluso cuando estás solo. Esto puede hacer que tengas una valiosa paz interior en tiempos difíciles.
  • Suelta el control. Cuando te sientes parte de un todo más grande, te puedes dar cuenta de que no eres responsable de todo lo que pasa en la vida. Puedes compartir la carga de los tiempos difíciles así como las alegrías de las bendiciones de la vida con los que te rodean.
  • Amplía tu red de apoyo. Ya sea que encuentres la espiritualidad en la iglesia, una mezquita o sinagoga, en tu familia, o en las caminatas en la naturaleza con un amigo, este intercambio de expresión espiritual puede ayudarte a construir relaciones.
  • Lleva una vida más saludable. Las personas que se consideran espirituales pueden ser mejores para lidiar con el estrés y pueden experimentar beneficios en la salud.

( Los textos son de autor desconocido, fueron copiados y recontados por Adonis)

VIDA Y ESPERANZA

Creer en el destino

Esperanza viene del latín “sperare”, que significa esperar. Tener esperanza es esperar soluciones. Entre las fortalezas humanas que nos permiten estar fuertes frente a la debilidad emocional, se encuentran el optimismo, las habilidades sociales, la honestidad, la ética, valores como la perseverancia, la capacidad de disfrutar y fluir y la esperanza.

Tener esperanza es creer que el destino puede cambiar. Es confiar en que se va a tener suerte. Es estar convencido de que hay soluciones. Es un sentimiento positivo relacionado con la espera. Tener esperanza impide que caigamos en el desánimo, en la depresión y que demos algo por perdido. Cuando la pierdes, dejas de involucrarte con tu objetivo, pierdes el interés y no inviertes el esfuerzo, el trabajo ni la creatividad que requiere la situación.

Esperanza es una de esas palabras que todos amamos en secreto, a pesar de no entender del todo su sentido. Nos gusta pensar que siempre habrá una puerta que se abrirá en el último momento y nos salvará del dolor o el infortunio.

La desesperación, una situación angustiosa para quien la padece, es simplemente falta de esperanza.

“El ser humano no vive más que por lo que espera”. La vida es a menudo una sucesión de esperas: las madres aguardan el nacimiento de sus hijos, los niños anhelan hacerse mayores, los jóvenes encontrar su lugar en la vida y las promesas del amor, las personas maduras ver crecer a sus hijos o a sus proyectos y los ancianos una vida tranquila, antesala de un más allá.

Hay dos posibles acercamientos a lo que la esperanza significa. Una es racional, se trata de un estado de ánimo en el que vemos como posible aquello que deseamos. Es decir, hacemos un cálculo de probabilidades y se nos presenta como verosímil aprobar el examen para el que nos hemos preparado con empeño, o que nos casaremos con la pareja que nos ama y comprende.

Pero en otras ocasiones la esperanza es una opción mágica. Así sucede cuando pensamos que acertaremos la quiniela que nos hará ricos o deseamos que algún milagro salve al familiar desahuciado por la medicina. En todo caso, se trata de un bien social, “Vive mejor el pobre dotado de esperanza que el rico sin ella”.

La esperanza tiene que ver con un acto de confianza o adhesión a la vida. Confiamos en que el sol amanecerá mañana, como hace cada día, sin que la posibilidad de que no sea así nos intranquilice. Y, cuando de niños nuestro padre nos subía de repente a sus hombros, no sentíamos miedo. Desde esa altura casi vertiginosa contemplábamos el mundo admirados y divertidos.

Nos gusta vivir esperanzados, porque así lo bueno que nos sucede adquiere mayor relevancia, lo degustamos con mayor fruición pensando que nunca se acabará, imaginamos que lo malo no durará siempre y pronto se tornará en algo agradable.

También tiene que ver con la capacidad de optimismo que tenemos. Aunque es cierto que, según el carácter, algunas personas están más abiertas que otras a la esperanza. Piensa el pesimista que el optimista exagera en su visión amable del mundo, y cree el optimista que el pesimista solo ve el lado sombrío de las cosas creyéndose bien informado.

Lo mejor es cultivar un optimismo moderado pero constante respecto al aprecio por el mundo y sus habitantes. O, si se prefiere, un ligero pesimismo esperanzado: las cosas no están en el fondo tan mal como parece.

HAZ QUE OCURRA …

Un padre de familia le pedía ayuda a Dios de la siguiente manera: “Señor, sabes que estamos necesitados y pasamos penurias. Por favor, haz que me toque la lotería”. Pero eso no sucedía, a pesar de lo cual el hombre no dejaba de implorar una y otra vez el ansiado premio. Hasta que un día, en medio de su plegaria, oyó una voz profunda que le dijo: “Por favor, compra algún número de lotería”.

Hay ocasiones en que se cumple misteriosamente alguno de nuestros deseos más íntimos, sin que entendamos por qué ha sido tan fácil. Mientras que otros deseos parece que no vayan a realizarse nunca. Según el pensamiento oriental, todo lo que sucede depende básicamente del karma consecuente a nuestras acciones precedentes. Se recoge lo que se planta. Decía Buda: “Si quieres saber cómo será tu vida futura, fíjate en cómo te comportas en esta, y si quieres saber cómo era tu vida anterior, ve sus consecuencias en lo que te sucede actualmente”.

La esperanza es de algún modo la intuición de que son muchas las buenas posibilidades que se abren ante nosotros a cada momento y que podemos actualizar en nuestras vidas si obramos con inteligencia, sensibilidad y buena voluntad.

Pero también llamamos esperanza a la secreta convicción de que si nos equivocamos en la elección o no trabajamos lo suficiente para lograr nuestro objetivo, no por ello se cierran todas las puertas. El futuro puede darnos otras oportunidades y lo que parece un fracaso es un aprendizaje necesario para lograr después algo valioso, sea de tipo material o intangible.

La esperanza es el mejor médico que conozco. Hace que agite el náufrago sus brazos en medio de las aguas, aun cuando no vea tierra por ningún lado… El hombre se descubre cuando se mide con el obstáculo.

( Los textos son de autor desconocido, fueron copiados y recontados por Adonis)

 

PASA TIEMPO CONTIGO

La importancia del amor propio

Uno de los grandes problemas que tenemos y que hacen que no sepamos estar solos se debe precisamente a nuestra falta de amor propio. Necesitamos que alguien nos confirme que valemos, que alguien apueste por nosotros, que alguien crea precisamente, en aquello que nosotros no creemos. Así, es nuestra falta de amor propio lo que nos hace saltar de una relación a otra, cuando lo que deberíamos hacer aprender a estar solo antes de dar otro paso hacia otra relación después de una ruptura dolorosa.

No queremos estar solos porque nos acompañamos bien. No nos queremos como deberíamos querernos y sabemos cuidar a los demás pero no a nosotros mismos. Por eso, es importante que cada uno cultive su amor propio para que aprenda a estar solo, valorar esos momentos y aprender a acompañarse a sí mismo. Porque en el momento que consiga esto, nunca más volverá a sentirse solo.

Consejos para tener paz  contigo mismo:

Quédate solo.
Empieza a divertirte solo.
Amate a ti mismo.
 Sé tan auténticamente feliz que te sientas lleno, expansivo, desbordado.
Nada ni nadie te hace falta.
Estás en casa, contigo.
Si alguien viene, todo bien, si no, también.
Mostrándote como un ser digno, no como un mendigo.
Lo semejante atrae lo semejante…
La persona que ha vivido su soledad felizmente, se sentirá siempre atraída por otra persona que está viviendo su soledad también alegremente, porque como regla “lo semejante vibra ante lo semejante”, como lo explica la ley de la atracción.
Cuando dos maestros se encuentran, maestros de su propio desarrollo personal, de su soledad, la felicidad se multiplica.
Se vuelve un tremendo fenómeno de celebración.
Y ellos no se examinan uno al otro, ellos se comparten no se están completando en las carencias del otro.
No utilizan al otro.
En su lugar, por el contrario, ambos se vuelven uno y disfrutan de toda la existencia que les rodea.
En conjunto somos distintos.
En una pareja son 3, tú, yo, y la relación. La relación se convierte en un ser por sí misma. Un ser que no tiene por qué invadir los caminos y mundos propios de cada individuo que la integra. Una pareja sana respeta mutuamente el espacio del otro.
Mi espacio interior es sagrado, tan sagrado como el tuyo.
Yo soy, satisfecha conmigo misma, tú eres satisfecho contigo mismo.
 Con el tiempo deja de dialogar con los que no te escuchan y con los que siempre quieren tener razón.
También deja de buscar a la gente que nunca te busca, de pensar en aquellos que nunca piensan en ti.
Comienza a hacer lo que te hace bien, sin exceso, pero con pasión.
Comienza a confiar en tu intuición para todo, para cada elección, para cada persona.
Empieza a evitar la gente negativa y comienza a frecuentar a las pocas personas positivas.
 Aprende a respetar y comienza a ponerte primero.
Porque creo que te lo mereces.
( Los textos son de autor desconocido, fueron copiados y recontados por Adonis)

CUESTIÓN DE TIEMPO

Va a ser verdad

Pues tenían razón. ¿Quiénes? Todos. Los que te dijeron que con los años lo olvidarías, los que te dijeron que son etapas, los que te aconsejaron que esperaras. Va a ser verdad, y todo es cuestión de tiempo. Aquello que un día tanto me dolía hoy no significa nada . Qué miedo. ¿Algún día las personas que hoy son importantes para mí dejarán de serlo? Supongo que eso solo depende de mí, de cómo las cuide y de cómo me cuiden ellas.

No entendía por qué los mayores decían que el tiempo cada vez pasa más rápido, y ahora, cuando quiero darme cuenta es verano, y luego invierno, y luego verano otra vez. Cuando pienso en algo que sucederá en unos meses y me digo que aún falta mucho, un día de repente me despierto y ya no falta nada. Teníais razón, cuando creces el tiempo pasa más rápido. Ojalá pudiéramos pararlo. En los buenos momentos, al menos.

Pienso que el tiempo ya no pasa igual. Que me pongo a hablar de la universidad, de la última vez que vi a alguien, de la última vez que vi aquella película o leí aquel libro y, cuando me pongo a pensar, me doy cuenta de que fue hace años y yo hubiera jurado que había sido ayer. Que hay momentos y personas que recuerdo con detalle e intensidad y, sin embargo, si pienso en lo que hice ayer casi ni me acuerdo. La memoria, con el tiempo, se vuelve selectiva. Y menos mal.

Pero ahora, tras el paso de los años, sé que por mucho que pase el tiempo todo será, más o menos, igual. Sé que seguiré brindando por lo mismo, aunque sean otras personas las que sostengan la copa. Qué algunos se han ido y otros han llegado, y por el camino he compartido penas y alegrías, y aun así no cambiaría nada. Y ahora que ha pasado el tiempo, puedo asegurar que yo sigo siendo la misma. Que seguiré siendo fiel a los que han izado mi bandera. Que he luchado y he sufrido, que he alcanzado sueños y otros se han perdido entre mi lista de cosas pendientes, pero seguiré intentándolo cada día, siempre que me quede tiempo, para no arrepentirme de algo que no llegué a hacer.

Y por eso es tan importante valorar el paso del tiempo. Por eso debemos sentirnos inmensamente felices cuando cumplamos años, cuando nos salga la primera arruga, la primera cana. Y no digo que aprovechemos cada momento y que vivamos cada día como si fuera el último porque, sinceramente, yo lo he intentado y me ha sido imposible. Simplemente escribo este texto para decirte, a ti, que no te preocupes, que todo llega, que todo pasa, que vendrán muchas cosas buenas y, por desgracia, otro montón de cosas malas. Que no te sientas desdichado sin motivo, que no te obsesiones en disimular el paso del tiempo, porque eso significa que has vivido y que sigues ahí, de pie, para vivir mucho. Más. Mejor.

( Los textos son de autor desconocido, fueron copiados y recontados por Adonis)

 

EL AQUÍ Y AHORA

Desconéctate

Los seres humanos tenemos un  gran desafío y es que en muchas oportunidades nos pasamos gran parte de nuestro tiempo pensando en situaciones negativas que nos ocurrieron cuando éramos niños o adolescentes o pensando en situaciones que pudieran ocurrir en el futuro  generándonos ansiedad.

Muchas veces solemos vivir  con nuestra mente «viajando», pero lo que realmente tenemos que vivir y disfrutar no lo hacemos por dejar que nuestros pensamientos se vayan al ayer o al mañana. Perdiéndose la oportunidad  de estar  en “el aquí y el ahora”

Si nos las pasamos pensando permanentemente en el pasado y el  futuro, seguramente nos perdemos oportunidades que están ocurriendo por nuestra vida en el  tiempo presente. Por ejemplo, dejamos de disfrutar nuestra familia,  (mamá, papá, esposo, hijos, otros familiares y amigos) esos momentos de intercambio afectivo, de escucharnos o de simplemente compartir  un paseo, una comida o momentos juntos.

Hay quienes desearían tener a ese familiar y amigo con vida en este momento y no lo tienen.  Los que tenemos la dicha de tenerlos vivos ahora, no perdamos la oportunidad de compartir, expresarle lo mucho que los amamos y lo que significan para nosotros. No queremos lamentarnos luego de lo que no pudimos compartir teniendo la oportunidad.

Recuerda que el agua hay que dejarla correr… Deja que las cosas tomen su curso. Hay cosas que no podemos cambiar, lo que es para ti, lo será y lo que no, es por alguna razón. Tiempo al tiempo.
Deja que las cosas se rompan, deja de esforzarte por tenerlas pegadas.
Deja que la gente se enoje.
Deja que te critiquen, su reacción no es tu problema.
Deja que todo se derrumbe y no te preocupes por él después.
¿A dónde iré, qué haré…?
Nunca nadie se perdió por la calle, nadie se quedó sin refugio.
Lo que está destinado a irse se irá de todos modos.
Lo que tenga que quedar, aun así quedará.
Demasiado esfuerzo, nunca es buena señal, demasiado esfuerzo es señal de conflicto con el universo.
Entrega todo a la Tierra y al Cielo, riega cuando puedas, reza y danza, pero luego deja que florezca lo que debe y que las hojas secas se desprendan solas.
Lo que se va, siempre deja espacio para algo nuevo: son las leyes universales.
Y nunca pienses que ya no hay nada bonito para ti, solo que tienes que dejar de aguantar lo que hay que dejar ir.
Solo cuando tu viaje haya terminado, entonces terminarán las posibilidades, pero hasta ese momento, deja que todo se derrumbe, suelta

Disfruta y vive intensamente la ilusión que provoca el amor, sea pasajero o permanente, no pienses demasiado, solo siente.

Construir la felicidad

Trata de disfrutar con todos los sentidos el momento que estás viviendo. Al hablar escucha atentamente, si mientras te hablan piensas en qué vas a responder, ya dejas de prestar atención, dejas de vivir el momento para viajar al futuro. Vive, experimenta, siente con toda la atención posible.

Si te concientizas, puedes darte cuenta cuando estés con tus pensamientos en el pasado, entonces podrás llamarte la atención y regresar al presente. El pasado no lo podemos modificar. Revivirlo constantemente no te permite vivir plenamente, te roba momentos que deben ser más importantes para ti, porque es lo único real, pues es lo que está sucediendo y lo que si puedes modificar.

Tener recuerdos del pasado es adecuado para  aprender de las experiencias negativas y positivas,  aprender a perdonar y reconocer cuánto hemos madurado. Tener pensamientos sobre el futuro también es adecuado para soñar, visualizar, proponernos metas y proyectos y evaluar cómo vamos en el logro de dichas metas. Lo inadecuado es perdernos de vivir el  presente, por estar siempre en cualquiera de los dos extremos.

Es bueno planificar nuestra vida, ponernos metas y objetivos, sin embargo vivir viajando al futuro no es la mejor forma de lograrlo, para lograrlo debemos vivir el proceso, disfrutar cada paso que damos para lograr lo propuesto.

Siente la emoción presente

Si en el aquí y el ahora estás pasando por un momento difícil, doloroso, triste o de cualquier índole negativa, no lo evites, vívelo y siéntelo aunque  te parezca difícil. Si bloqueas la emoción  no terminas de vivir o procesar la situación, debes vivirla para que lo puedas asimilar y trascender, de lo contrario nunca terminarás de cerrar ciclos lo cual puede afectar tu bienestar emocional, generando  secuelas como la depresión.

Concéntrate en las cosas positivas del hoy. El día de mañana tendrá sus propias angustias. ¿Amaneciste vivo hoy? ¿Te alimentaste? ¿Tuviste dónde dormir? ¿Esa persona que quieres está viva hoy? ¿Por qué torturarnos por el pasado que no podemos cambiar o angustiarnos por el mañana que no ha llegado?

Agradece

Agradece lo que tienes y no te frustres con lo que no tienes. Centrarnos en las cosas buenas que están ocurriendo en este momento en nuestra vida, nos  genera tranquilidad y nos ayuda  a disminuir los niveles de estrés en este mundo tan convulsionado.

No nos angustiemos por el mañana, porque mañana tendrá sus propias inquietudes. Estoy feliz de tener la oportunidad de compartir este tema con ustedes en el aquí y el ahora de mi vida. Un abrazo para todos y muy agradecida. Si a pesar aplicar estas recomendaciones, persiste la sensación de miedo o ansiedad por el futuro o rabia, frustración y/o depresión por tu pasado  te invito a contactarme

Mientras el ser humano se sienta atraído exclusivamente por cosas tan efímeras como la belleza, el mundo estará lleno de insatisfechos.

  • ( Los textos son de autor desconocido, fueron copiados y recontados por Adonis)

 

 

 

¿TE CONOCES?

 Detrás de la máscara

Observa durante unos instantes tu reflejo ante el espejo…¿eres capaz de decir a quién ves?
Más allá de tu sexo, tu edad o el color de tu piel.. Más allá de la profesión que ocupes, de los roles que desempeñes, de tu estatus social y las muchas o pocas posesiones que tengas,  ¿quién es en realidad esa persona a la que ves? Las personas somos como cebollas, para llegar al centro debemos despojarnos de las capas que nos envuelven.

La mayor parte de nuestro tiempo dirigimos nuestra mirada hacia el resto. Al cabo de los años podemos llegar a conocer muy bien a nuestra pareja, nuestros hijos, a amigos incluso a compañeros de trabajo…Pero ¿llegamos a conocernos con la misma profundidad a nosotros mismos? La respuesta acostumbra a ser no.

Llegar a conocerse a sí mismo significa saber cuáles son los valores, los deseos y las motivaciones reales que rigen nuestra vida, pero también ser conscientes de las creencias que nos condicionan y las debilidades que nos limitan, y explorar en esta dirección no siempre resulta ni fácil ni agradable. Entonces, ¿por qué es importante el autoconocimiento?

6 RAZONES PARA CONOCERSE A UNO MISMO

  1. Vas a vivir contigo el resto de tu vida. Muchas personas entrarán y saldrán de tu vida, pero lo que es seguro es que tú siempre estarás contigo, así que si vas a vivir contigo el resto de tu vida, ¿qué mejor motivo para conocerte?
  2. Tomar tus propias decisiones. Si no te conoces a ti mismo, es más fácil que otros decidan por ti y que acabes viviendo una vida que responda a las expectativas  de los demás y no a las tuyas propias.
  3. Relativizar la opinión de los demás. Cuando no te conoces, la opinión de los demás sobre ti adquiere protagonismo porque a través de ella ocupas el vacío del desconocimiento. Si te conoces a ti mismo tu confianza se refuerza y lo que opinen los demás pierde peso.
  4. Aprovechar el tiempo. Si sabes quien eres te resultará más fácil saber lo que quieres y cuáles son las prioridades de tu vida y, por lo tanto, en que cosas debes invertir realmente tu tiempo y cuáles son esfuerzos innecesarios.
  5. Refuerza tu autoestima: No se puede amar aquello que no se conoce, por ese motivo las personas que no se conocen a sí mismas suelen tener problemas de autoestima y se valoran a sí mismas en función de la valoración que reciben de los demás.
  6. Mejora el bienestar. Conocerse a uno mismo es liberador porque nos ahorra el esfuerzo de ser alguien que no somos y nos permite romper con falsas ataduras.

MANERAS DE CONOCERSE MEJOR

Conocerse a uno mismo más que un destino es un viaje. Un viaje apasionante que dura toda la vida pues siempre tendremos cosas que descubrir y aspectos a mejorar. En  este viaje es importante hacerse dos pregunta:

¿Quién soy?

  •  Identificar tus valores. Las personas somos el resultado de la genética, pero también de la educación que hemos recibido y de las experiencias que hemos vivido. Identificar cuáles son los valores que priorizas en tu vida te acercará a conocerte más.
  •  Observar cómo te comportas. Date cuenta de la manera en como te relacionas con los demás, en como reaccionas y cuál es la intención positiva que hay tras ello. Si por ejemplo siempre quieres ayudar a los demás quizás pienses que eres una buena persona. Seguramente es cierto, pero también puede ser porque necesites sentirte querido por los demás. Indagar en cuál es la intención positiva que hay detrás de nuestros comportamientos nos ayuda a conocernos mejor.
  • Silencio. Si eres de los que enciendes la tele o la radio nada más llegar a casa, cambia de hábito. Conocerse a uno mismo requiere momentos de silencio y tranquilidad, lejos de estímulos externos como el móvil. Basta con regalarte 10 minutos al día para estar contigo a solas, ya sea paseando por el parque o tumbado en el sofá, lo importante es que no hagas nada que evite fluir tus pensamientos libremente y cuanto estos aparezcan, no te quedes atrapado en ninguno de ellos, simplemente observa que pensamientos vienen a ti, a que le estás dando importancia y que te dices a ti mismo cuando piensas en ello.
  • A través de las personas que nos rodean también podemos conocernos más. No tanto por lo que ellas digan de nosotros sino más bien por el reflejo de nosotros que vemos en ellas. Por ejemplo, cuando algo me molesta de alguien, ¿de qué me doy cuenta, por qué me molesta, a qué le estoy dando importancia para que eso me moleste, quién quiero ser?
    Conocerse a uno mismo no tiene sentido si no va acompañado de la voluntad de mejora. Resignarnos a ser como somos, aunque no nos guste, es mantenerse en la zona de confort y resignarse a no estar mejor, ni siquiera intentarlo.
    Si identificamos en alguien esa cualidad o comportamiento que nos gustaría desarrollar en nosotros podemos modelar, es decir, prestar atención a qué y cómo hace esa persona para conseguir ese resultado que nos gusta. Por ejemplo. Si nos gustaría hablar como determinada persona, podemos fijarnos en el tono de voz utiliza,  la gesticulación que acompaña a las palabras… no se trata de imitar a la persona, sino de aprender de los demás aquello que nos gustaría desarrollar en nosotros.
  • ( Los textos son de autor desconocido, fueron copiados y recontados por Adonis)

VIVIR DEPRISA

No puede controlarse todo

Vivir de prisa casi es no vivir. El contacto que tienes con cada experiencia es mínimo, casi como si no la vivieras. Apenas te queda tiempo para saborear cada vivencia. La rapidez más bien te lleva a eludir, a pasar por una situación sin realmente pasar
Cuando vives a alta velocidad, difícilmente encuentras tiempo para pensar. No hay lugar para que te detengas a reflexionar sobre lo que estás haciendo o en la que estás viviendo. Simplemente tienes que pedalear más rápido, tratando de alcanzar ese segundo inmediato, para que no se pierda.
Tienes que detenerte de vez en cuando.
Y si no puedes… Tal vez nunca sea fácil
Darse un descanso, baja la velocidad.
Cierra los ojos, toma aliento del viento.
Mira hacia atrás…no para lamentar
 solo para darte cuenta de todo el camino que has recorrido.
Tienes que detenerte de vez en cuando.
Olvidarte de todo y de todos.
Tienes que parar de vez en cuando
y retomar el sueño de donde lo habías dejado.
O tal vez abandonado o perdido.
Empieza de nuevo allí.
Anda con el alma despeinada.
Tómate el tiempo que necesites
Y, ya que estás ahí…
Toma también un poco de felicidad
y ponla delante de los ojos.
Mira lo que te estabas perdiendo.
Ten la certeza de existir y de saber escucharte
Amándote en voz baja.
Paseos por dentro donde otros no saben llegar.
Agárrate fuerte.
No hay nadie capaz de enseñarte eso.
No hay nadie mejor que tú a saber hacer eso.

Nos cuesta aprender la lección

Necesitamos de vez en cuando, o durante periodos más largos, encontrar un ambiente donde predomine la calma para que nuestro organismo descanse y se renueve. Hay también un apaciguamiento psicológico, un estado que evita o mantiene a raya la agitación mental que impide a la postre pensar con claridad.

Nos cuesta aprender la lección de que tras la noche llega el alba y nos aferramos al miedo ante lo desconocido, a lo que el futuro pueda depararnos. Y esa inquietud impide justamente vivir y disfrutar el presente.

El miedo reside en la imaginación. Como cuando éramos niños y en la oscuridad de la habitación creíamos escuchar ruidos misteriosos o vislumbrar sombras fantasmales en la ventana.

No puede controlarse todo; lo pretendemos, porque así creemos eliminar lo azaroso de la vida, pero resulta imposible: es una lección que debemos aprender. Por eso vivimos en una casa que nos protege de las inclemencias del tiempo, sin estar pensando que algún huracán o terremoto la puede destruir.

Hay que prevenir posibles acontecimientos, pero al mismo tiempo vivir con cierta despreocupación. Solo hay que temer al miedo.

Cada noche, antes de adentrarnos en el sueño reparador, podemos rememorar los buenos momentos pasados durante la jornada, pedir que se nos perdone lo que quizá hicimos mal respecto a otras personas y desear que mañana sea un buen día para todos.

Es una manera de tener presente lo bueno de cada día, no dejarse llevar por lo negativo y extender los buenos deseos a los demás.

( Los textos son de autor desconocido, fueron copiados y recontados por Adonis)

¿TE SIENTES SOLO?

Soledad

Hay una epidemia que se extiende como la pólvora y que no se cura con pastillas. Hay un sentimiento que encoge el alma, que quita las ganas, que nos sume en la tristeza, y que no es fácil de combatir. Cada vez la veo más y en personas más jóvenes. No sé si son las redes sociales, por eso de que a veces damos más importancia a un like que un abrazo, o a hacer una foto bonita más que a disfrutar el momento. No sé si serán estas ciudades de cemento y dinero, que enfrían las relaciones y las complican, que nos tienen con prisas y sin tiempo. Que, a veces, nos hacen olvidar lo importante, nos cambian las prioridades.

Así que lo primero que quiero decirte a ti, si te sientes solo es que te comprendo y que no eres el único. Hemos sido o somos tantos los que nos sentimos así, que en esa soledad, por extraño que te parezca, no estás tan solo. Y, desde aquí, espero que sientas el apoyo de todas las personas que se están sintiendo identificadas leyendo estas letras, como tú. No va a hacer que te sientas genial, pero es un comienzo. Desde ahora, tu comienzo.

 Para unos, la soledad se asocia con sentimientos de aislamiento, aburrimiento, tristeza, desilusión, dolor… Para otros, en cambio, la soledad se relaciona con tranquilidad, conexión con el entorno o con uno mismo, reflexión… Del mismo modo que el mismo alimento entusiasma a unos y desagrada a otros, 

¿Cómo estar solo y sentirse bien?

Mejor estar solo que mal acompañado dice el refrán… La realidad es completamente al revés, muchas veces preferimos estar mal acompañados que estar solos. ¿Qué ocurre con esto de estar solo? Hay gente que le da miedo estar solo, en su casa, por ejemplo. A otros quizás les da miedo estar solos a nivel de pareja, tienen miedo a envejecer solos sin alguien a su lado que les acompañe durante el camino. Incluso hay personas que aún estando acompañadas se sienten solas. Una cosa es vivir la soledad cuando nos apetece, y la otra es encontrarse cara a cara con la soledad y no poder sostenerla.

Hay que diferenciar entre la soledad física y la emocional, ambas pueden ser incómodas pero son diferentes.
La soledad física, la mayoría de veces la huimos no queremos estar solos, ocupamos nuestra agenda y nuestra actividad diaria de muchas cosas para no tener que quedarnos sin compañía  o para no sentir ese sentimiento de soledad. La soledad emocional se puede dar mientras estás en el centro de la ciudad rodeada de gente, es una vivencia interior. Cuando no tenemos más remedio que afrontar la soledad incómoda, nos podemos cuestionar si no es perder el tiempo, esto de estar solo. ¿Qué es lo que tanto incomoda de la soledad? Esta incomodidad puede ser señal del miedo a encontrarnos con nosotros mismos, miedo de escuchar la voz interior, miedo de enfrentarnos con la propia verdad. Preferimos seguir deslizándonos por la superficie de la existencia, no ir a fondo para no comprometernos, no sea que después no pudiéramos echar marcha atrás. No podemos escapar de nuestra soledad, porque va implícita con nosotros. Bueno sí, en cierta forma sí que podemos, y de hecho lo hacemos cuando ocupamos nuestro tiempo, ponemos la tele para sentirnos acompañados o escuchamos música para sentir que no estamos solos. El ruido, la interacción, las muchas imágenes nos dispersan y nos evitan pensar en aquello que realmente nos puede hacer sufrir.

La soledad que apetece

Hay momentos que nos apetece estar solos y no encontramos el momento ni lugar. Pero cuando lo conseguimos, es un instante de goce y disfrute, como si algo se pudiera calmar en nuestro interior. Si escogemos pasar un momento de soledad, está bien poder aprender de ella, vivirla con toda su plenitud, si la vivimos de esta manera, nos permite tomar distancia, pensar, observar y reflexionar sobre nosotros mismos y sobre nuestra vida. ¿Quién no ha buscado un lugar tranquilo para pasear, una playa desierta para poder reflexionar consigo mismo y relajarse? Si podemos gozar de la soledad, luego será mucho más fácil disfrutar también de la compañía. Podemos buscar momentos del día, íntimos, donde podamos hacer un paréntesis,  momentos para nosotros mismos que nos permitan darnos cuenta de la vida que llevamos, de qué necesitamos, de qué cosas queremos y qué cosas estoy evitando o rechazando sin darme cuenta.

Recuerda que hay que aprender a estar solos de vez en cuando. A estar cómodos con nuestro silencio, a saber cuándo tenemos que dedicarnos tiempo y estar en soledad. Hay momentos que lo único que necesitamos es estar en nuestro mundo, así que vete a él de vez en cuando.

( Los textos son de autor desconocido, fueron copiados y recontados por Adonis)

CONTRA EL PESIMISMO

BOFETÓN DE ESPERANZA.

Guarda toda esa fuerza que tienes dentro para luchar contra las adversidades, no contra las personas. No malgastes tu optimismo con quien nunca estuvo preparado para recibirlo. Y es que seguramente se les olvidará advertirte de que no lo saben utilizar. Así que reserva un espacio en tu burbuja de alegría para quien sepa entrar en ella alimentándola de esperanzas, y no de frustraciones.

Quien te diga que algo en lo que crees es imposible, que te diga si alguna vez tuvo sueños, y pregúntale dónde perdió su fuerza de voluntad. Recuérdale que no existe un manual de la vida, que el libro de instrucciones lo escribe cada uno, y que seguramente nunca vaya a salir a la venta, porque con cada experiencia nuestro libro se va reeditando.

Pregúntale en qué momento decidió dejar de ser un niño, en qué momento se transformó en la falsa imagen de un viejo sabio que ni siquiera sabe dónde empiezan ni dónde terminan sus lecciones de moral. Pregúntale dónde perdió la personalidad y quién se la hizo perder, porque todos hemos tenido sueños, y quienes nos los niegan no hacen más que ponernos constantemente a prueba.

Demuéstrale que tu inteligencia vive de esos sueños, de los que te hacen avanzar hacia adelante y a lo que algún día te dijeron que no podrías hacer. Recuérdale que cuando sus teorías pesimistas se lavan la cara, solo dejan un puñado de miedo entre las manos. Amenázale con un bofetón de esperanza si vuelve a intentar que tu ilusión acabe en sus zapatos, pues no debes permitirle ni siquiera por un segundo, que te hagan dudar de ti mismo por culpa de sus propias inseguridades.

No des tantas oportunidades al que te falló en una segunda oportunidad. La primera vez será por su culpa, la segunda será por la tuya. No mantengas a tu lado a aquellas personas que te hagan daño. Si lo estás haciendo actualmente pregúntate… ¿Qué consejos te darías a ti mismo si no fueras tú mismo? Pues empieza a aplicártelos uno por uno. Quiérete como si fueras tu mejor amigo, porque de hecho, serás la única persona con la que tendrás que vivir toda tu vida. Y si alguien te acusa de ser un poco egoísta por pensar de este modo, acúsale tú de ser muy poco inteligente.

¿En qué momento habremos decidido alejarnos de nosotros mismos? ¿En qué momento nos habrán convencido de tener menos derechos de los que tenemos? ¿En qué momento nos habremos quedado ciegos? Existen muchos más motivos por los que sonreír cada día que por los que lamentarse. Y no, querido amigo, esto no son tan solo frases, son formas de pensar, y así es como uno empieza a cambiar el mundo, su mundo.

Siente pasión en cada cosa que hagas, sé sincero contigo mismo y con las personas que te hayan demostrado que merecen la mejor parte de ti. Y si quieres ir por buen camino, empieza a hacer substituciones. En lugar de frustración, esperanza. En lugar de tristeza, alegría. En lugar de lágrimas, sonrisas. En lugar de pesimismo, optimismo. En lugar de pasividad, iniciativa. En lugar de competitividad, superación de uno mismo. En lugar de retos, objetivos. En lugar de odio, indiferencia.

¿Y en el lugar del miedo? ¿Qué se te ocurre?

La felicidad está al alcance de todos y de todas las circunstancias. Tú eliges el papel que quieres en la película de tu vida, tú eliges si ser el protagonista y el principal responsable de tu felicidad o el actor secundario que depende del resto. Tú decides si eres una víctima o un héroe.

Por lo tanto, no tienes excusas compañero, solo depende de ti. Desde este momento te darás cuenta de que existen dos tipos de personas: las que se plantean el «SI…» condicional como posible reto (si hago esto, puede que me acerque más a mi objetivo. Por lo tanto, lo hago), y las que lo usan para esconderse constantemente entre sus límites y miedos (si lo hago, puedo fracasar).

Así que yo digo… En lugar de miedo, sueños.

( Los textos son de autor desconocido, fueron copiados y recontados por Adonis)

LAS BUENAS PERSONAS

 Personas que brillan

Las personas buenas saben madrugar con el sol, saludan con amor cada amanecer; están alegres, activas y optimistas; hablan poco y con sencillez; no hablan mal de nadie; elogian, estimulan y sirven sin interés, tienen para los demás un buen deseo; no hablan de sí mismos, saben perdonar, no maldicen, no mienten, no engañan, no exageran, ni tergiversan.

Las personas buenas procuran ser pacientes y humildes; hacen algo por la felicidad de otros, conceden la razón y no disputan; reconocen sus errores y sus limitaciones; no se creen sabios ni poderosos, ni mejores que los demás; no humillan, ni acusan, ni subestiman, ni censuran la moral ajena.

Las personas buenas son sinceras, leales y agradecidos; no revelan secretos ni propios ni ajenos; no ridiculizan, ni maltratan; saben mirar y sonreír como los niños; no ponen acechanzas ni subyugan, no gritan ni amenazan; saben usar sus manos solo para aliviar, enseñar y bendecir.

Las personas buenas tienen la capacidad de compartir su vida con los demás. Son gente honesta, tanto en las palabras como en los hechos; son sinceros y compasivos, y siempre se aseguran de que el amor forme parte de todas las cosas que hacen.

Las personas buenas tienen la capacidad de brindarse a los demás y ayudarlos frente a los cambios que enfrentan en la vida.

No temen mostrarse vulnerables; creen en su singularidad y están orgullosos de ser lo que son. Las personas buenas se permiten el placer de acercarse a los demás y preocuparse por su felicidad.

Nunca esperan nada a cambio ni ven en sus actos obligación alguna. En ocasiones, hay quien dice de ellos o ellas que son algo ingenuos, que dan demasiado de sí mismos y que cualquier día, les pagarán con una decepción.

Las buenas personas en realidad saben mucho de decepciones, pero las asumen. El propio esfuerzo, y la voluntad por hacer las cosas lo mejor que pueden es su mejor recompensa: es un modo de estar bien con ellas mismas.

La bondad no sabe de pancartas ni se vende. La bondad es discreta, tímida y va vestida de humildad y sencillez, por ello, las buenas personas saben más de actos que de palabras

Las buenas personas son almas llenas de coraje y valentía. Han cuidado de los suyos en los buenos y los malos momentos, han renunciado a muchas cosas por el bien de los demás, y nada, absolutamente nada de ello le pesa o le provoca arrepentimiento o frustración.

El amor marca la diferencia en la vida.

Son personas que brillan sin saberlo, y que siempre deseas tener a tu lado. No saben de incongruencias, su carácter siempre es igual, no hablan el lenguaje del doble sentido ni del egoísmo, y además, saben leerte tus penas sin necesidad de que las traduzcas en palabras.

Si a día de hoy tienes junto a ti a una persona de estas características en forma de amigo/a, de pareja o de familiar, reten su esencia, consérvalo, cuídalo y protégelo entre tus manos como esas mágicas luciérnagas que nos ofrecen esperanzas en noches de oscuridad.

Las personas buenas no dicen todo lo que saben; aprecian a los demás y cuanto hacen, no son avaros ni envidiosos; actúan con serenidad y con decoro; se adaptan a todo y a todos, no hacen chismes, saben callar y no se meten nunca en vidas ajenas; aman a su cónyuge y son fieles; en la prosperidad no se envanecen, y la desgracia no los abate, porque saben hacer la voluntad del Padre.

( Los textos son de autor desconocido, fueron copiados y recontados por Adonis)

NUESTRO VIAJE JUNTOS ES MUY CORTO

No es necesario discutir

Una joven se sentó en un autobús. En la siguiente parada, una anciana fuerte y gruñona vino y se sentó junto a ella. Se apretó en el asiento y la golpeó con sus numerosas bolsas.

La persona sentada al otro lado de la joven se molestó, le preguntó por qué no habló y dijo algo.

La joven respondió con una sonrisa: “No es necesario ser grosero o discutir sobre algo tan insignificante, el viaje juntos es muy corto. Bajaré en la próxima parada.”

Esta respuesta merece ser escrita en letras de oro: “No es necesario discutir sobre algo tan insignificante, nuestro viaje juntos es muy corto”

Si cada uno de nosotros comprendiera que nuestro tiempo aquí es tan corto; Que oscurecerlo con peleas, argumentos inútiles, no perdonar a los demás, el descontento y una actitud de averiguación sería una pérdida de tiempo y energía.

¿Alguien rompió tu corazón? Tranquilízate, el viaje es muy corto.

¿Alguien traicionó, intimidó, engañó o humilló? Tranquilízate, perdona, el viaje es muy corto.

Cualesquiera que sean los problemas que alguien nos traiga, recordemos que nuestro viaje juntos es corto.

Nadie sabe la duración de este viaje. Nadie sabe cuándo llegará su parada. Nuestro viaje juntos es muy corto.

Vamos a apreciar a amigos y familiares. Seamos respetuosos, amables y perdonémonos el uno al otro. Seamos llenos de gratitud y alegría.

Si alguna vez te he lastimado, te pido perdón. Si alguna vez me has herido, ya tienes mi perdón. Después de todo, nuestro viaje juntos es muy corto.

La vida es corta, muévete

Si lo vemos desde la perspectiva del universo, nuestra vida es apenas un suspiro.

Si lo piensas bien, el saber que tu vida es apenas un suspiro es un motivo grande para hacer con ella algo que merezca la pena. Algo que le dé sentido y que te haga sentirte bien contigo mismo.

¿Acaso tienes algo que perder?

La verdad si, y es algo muy valioso, se llama tiempo, lo demás sale sobrando.

El tiempo es algo que no puedes detener, no lo puedes amasar como una fortuna, no lo puedes comprar (pero sí vender). Se puede acelerar y ralentizar, pero, hasta ahora los humanos no tenemos esa capacidad.

Para el universo el tiempo puede parecer infinito, incluso me atrevo a decir que el tiempo no existe. Pero para nosotros como seres vivos si existe. Lo tienes ahora, se va, y no vuelve.

El día de ayer no regresará, ni tampoco aquel día maravilloso que tienes en tus memorias, ni aquel día donde te sentiste pésimo. Ese tiempo ya pasó. Solo te queda el tiempo actual, valóralo como un tesoro… Uno de tus mayores tesoros.

Valorar cada día, cada hora y cada instante, te permitirá dejar de desperdiciar el tiempo que tienes haciendo cosas que no te gustan y dejar de gastar tus horas con personas que no le aportan nada bueno a tu vida ni te ayudan a ser mejor.

Al fin y al cabo el tiempo pasa…

Porque por más grandes que creas que son tus problemas, no tienes que cortarte las venas, ni arrojarte por un puente. Porque esos existen en tu mente, desde tu perspectiva y en tu momento actual. Todo es parte de este juego que comenzaste al nacer y que tarde o temprano tendrá fin. No tienes que apresurarte y tirar la toalla antes, si aún no es tu momento.

Si dejases correr un poco el tiempo podrías ver cómo las cosas cambian, nada permanece. Y lo que hoy pareciera una buena razón para lanzarte por un precipicio, mañana puede ser muy distinto.

El tiempo es un flujo de energía que no se detiene, y cambia la realidad. Tú eres parte de esa energía y también cambiarás junto con tu entorno.

En este punto es cuando debes decidir tomar control y caminar hacia dónde quieres ir sin dejarte llevar por la corriente, porque el cambio jamás se detiene.

Tú tienes capacidad de nadar hacia corrientes deseadas, solo debes moverte. Considera que aún si te quedas quieto, serás arrastrado a cualquier lugar, por cualquier marea. Todo cambia, nada permanece.

(Los textos son de autor desconocido, fueron copiados y recontados por Adonis)

EL VALOR DE LAS TORMENTAS

¡Y Dios se lo concedió! 

Cuentan que un día un campesino le pidió a Dios

le permitiera mandar sobre la naturaleza para que según él

le rindieran mejor sus cosechas.

¡Y Dios se lo concedió! 

Entonces cuando el campesino quería lluvia ligera,

así sucedía; cuando pedía sol, este brillaba en su esplendor;

si necesitaba más agua, llovía más regularmente…

Pero cuando llegó el tiempo de la cosecha, su sorpresa y estupor fueron grandes porque resultó un total fracaso.

Desconcertado y medio molesto le preguntó a Dios por qué salió así la cosa, si él había puesto los climas que creyó convenientes

Pero Dios le contestó:

Tú pediste lo que quisiste, más no lo que de verdad convenía.

Nunca pediste tormentas, y éstas son muy necesarias para limpiar la siembra, ahuyentar aves y animales que la consuman, y purificarla de plagas que la destruyan…

Así nos pasa: queremos que nuestra vida sea puro amor y dulzura, nada de problemas.

El optimista no es aquel que no ve las dificultades, sino aquel que no se asusta ante ellas, no se echa para atrás.

Por eso podemos afirmar que las dificultades son ventajas, las dificultades maduran a las personas, las hacen crecer.

Por eso hace falta una verdadera tormenta en la vida de una persona, para hacerla comprender cuánto se ha preocupado por tonterías, por chubascos pasajeros.

Lo importante no es huir de las tormentas, sino tener fe y confianza en que pronto pasarán y nos dejarán algo bueno en nuestra vida

 Érase una vez…

 Érase una vez una hija que vivía con su padre, y siempre se estaba quejando sobre las dificultades y adversidades que se le presentaban. Estaba cansada de luchar, no sabía cómo salir adelante y quería tirar la toalla.

Un buen día, su padre, que era cocinero, decidió llevarla a su trabajo. Llenó tres ollas de agua y en una añadió una zanahoria, en otra añadió huevos, y en la tercera granos de café. Las puso a hervir sin mediar palabra, ante la mirada atónita de su hija que se preguntaba qué estaba haciendo.

Transcurrido un tiempo, apagó el fuego y sacó los ingredientes. Le preguntó a su hija qué veía, a lo que ella respondió obviamente “una zanahoria, huevos y café”. El padre le pidió que los tocara. Entonces la niña cogió las zanahorias y se dio cuenta de que estaban blandas, mientras que el huevo, al romper su cáscara lo notó duro. Finalmente tomó los granos de café que mantenían su forma y textura y los olió disfrutando de aquel aroma intenso.

Su padre le explicó que los tres ingredientes habían sido sometidos a la misma prueba, el agua en ebullición, y sin embargo cada uno de ellos había reaccionado de forma distinta: la zanahoria que en un principio era dura se había vuelto flácida, débil, mientras que el huevo, cuyo aspecto inicial era delicado se había endurecido. Los granos no habían variado, sino que su fortaleza había hecho cambiar el estado del agua dejándola con más sabor. Finalmente, el padre pidió a su hija que reflexionara con cuál de los tres elementos se sentía identificada frente a un problema.

 MORALEJA:

Ante las dificultades de la vida debes convertirte en ese grano de café que reacciona de forma positiva, que no huye de los problemas ni se deja vencer, sino que gracias a su fortaleza, valentía y coraje consigue que las cosas mejoren.

(Los textos son de autor desconocido, fueron copiados y recontados por Adonis)

EL MILAGRO DE LA VIDA

La felicidad es una conquista

Empieza a hacer lo que quieres hacer ahora. No vivimos en la eternidad. Solo tenemos este momento, brillando como una estrella en nuestra mano y derritiéndose como un copo de nieve.
Tu tiempo es limitado, así que no lo desperdicies viviendo la vida de otra persona. No te dejes atrapar por el dogma, que es vivir con los resultados del pensamiento de otras personas. No dejes que el ruido de las opiniones de otros ahogue tu propia voz interior. Y lo más importante, ten el coraje de seguir tu corazón e intuición. De alguna manera ya saben en lo que realmente quieres convertirte. Todo lo demás es secundario.
¡Tienes esta única vida! ¿Cómo quieres gastarla? ¿Disculpándote? ¿Arrepintiéndote? ¿Cuestionándote? ¿Odiándote a ti mismo(a)? ¿Corriendo tras personas que no te ven? Sé valiente. Cree en ti mismo. Haz lo que se sienta bien. Toma riesgos. Tienes esta única vida. Siéntete orgulloso
El tiempo es gratis, pero es invaluable. No puedes poseerlo, pero puedes usarlo. No puedes quedártelo, pero puedes gastarlo. Una vez que lo has perdido, nunca podrás recuperarlo.
No te dejes engañar por el calendario. Solo hay tantos días en el año como los utilizas. Un hombre obtiene solo el valor de una semana en un año, mientras que otro obtiene el valor de un año completo en una semana.
Solo entendemos el “milagro de la vida” cuando dejamos que suceda lo inesperado.
Todos los días Dios nos da, junto con el sol, un momento en el que es posible cambiar todo lo que nos hizo “infelices”.
Todos los días tratamos de fingir que no percibimos ese momento, que ese momento no existe, que hoy es igual que ayer y será igual que mañana.
Pero quién presta atención a su día, descubre el “instante mágico”, puede estar escondido en cualquier parte.
Ese momento existe: Un momento en el que toda la fuerza de las estrellas pasa a través de nosotros y nos permite hacer milagros.
La “felicidad” es a veces una bendición, pero por lo general es una “conquista”.
El instante mágico del día nos ayuda a cambiar, nos hace ir en busca de nuestros sueños.

Vamos a sufrir, vamos a tener momentos difíciles, vamos a afrontar muchas desilusiones pero todo es pasajero, y no deja marcas.

Y en el futuro podemos mirar hacia atrás con orgullo y fe.
Pobre del que tiene miedo a correr riesgos.
Porque ese quizás no se decepcione nunca, ni tenga desilusiones, no sufra como los que persiguen un sueño.
Pero al mirar hacia atrás porque siempre miramos hacia atrás- oirá que el corazón le dice: ¿Qué hiciste con los milagros que Dios sembró en tus días? Los enterraste en el fondo de una cueva porque tenías miedo a perderlos, entonces es tu herencia: La certeza de que has desperdiciado tu vida.
A veces no tienes tiempo para darte cuenta,
Las cosas pasan en segundos Todo cambia.
Estás vivo. Estás muerto Y el mundo sigue adelante.
Somos delgadas como papel.
Vivimos en los porcentajes, temporalmente Y eso es lo bueno y lo malo,
El factor tiempo. Y no se puede hacer nada.
Puedes quedarte en la cima de una montaña.
Meditar durante décadas y no cambiará nada.
Puedes cambiarte a ti mismo y acostumbrarte a ello.
Pero tal vez esto también está mal.
Quizá pensemos demasiado.
Sentir más, pensar menos.
La vida es corta, vívela.
El amor es raro, no lo dejes ir.
La ira es mala, deshazte de ella.
El miedo es detestable, enfréntalo.
Los recuerdos son dulces, aprécialos.
La vida es corta. Elimina la negatividad,
olvídate de los chismes, diles adiós a las personas a las que no les importas.
Pasa tiempo con las personas que siempre están ahí para ti.
(Los textos son de autor desconocido, fueron copiados y recontados por Adonis)

TENERLO TODO Y DEPRIMIRSE

Mira a tu alrededor

Todos nos sentimos melancólicos o tristes, pero estos sentimientos son pasajeros y se superan en poco tiempo pero cuando una persona tiene un trastorno depresivo, este interfiere con la vida diaria y afecta a su vida diaria.

La depresión es una enfermedad común pero grave, y la mayor parte de quienes la padecen necesita tratamiento para mejorar. En el peor de los casos, la depresión puede prolongarse durante años e, incluso, afectar de forma irreversible a la persona que la padece.

La depresión se caracteriza por un estado de ánimo bajo y sentimientos de tristeza, asociados a alteraciones del comportamiento, del grado de actividad y del pensamiento. Puede causar ansiedad, insomnio, pérdida de apetito y falta de interés o placer por realizar diferentes actividades, así como afectar a las actividades laborales, escolares y familiares.

Si te sientes triste…

Si te sientes triste y vacío la mayor parte del día, cada día; si eres incapaz de disfrutar y te sientes insatisfecho; si has perdido o ganado peso; si duermes menos o más de lo habitual; si tienes agitación si te sientes cansado, fatigado y estás perdiendo la energía; si tienes sentimientos de culpa o de inutilidad inapropiados y no justificados; si te cuesta pensar, concentrarte o tomar decisiones y si tienes pensamientos recurrentes de muerte o suicidio; es muy posible que estés deprimido.

La gente cree que una persona deprimida se pasa todo el día llorando, pero lo que no saben es que la mayor parte de personas deprimidas pasan desapercibidas. En algunos casos se les tachan de personas conformistas, en otras ocasiones les dicen que deberían ser más luchadores, que tendrían que esforzarse más, que se han dejado o que deberían dejar de llorar tanto y tendrían que ser más fuertes.

Lo que la gente no sabe…

Lo que la gente no sabe es que no es lo mismo estar triste que estar deprimido, lo que tampoco se entiende es que una persona deprimida no elige deprimirse, no desea estar mal, ni tan solo disfruta con la compasión de las personas que le rodean. Una persona deprimida piensa menos y peor, es incapaz de tomar decisiones, sufre delirios acerca de sus capacidades, de su autoestima y de su futuro y además ha de luchar contra su enfermedad

Una persona deprimida pierde la capacidad de motivarse, por lo que tarda mucho tiempo en llegar a consulta, si es que llega. En este tiempo la vida en familia se ha visto afectada, la pareja ha llegado al límite de su paciencia, el rendimiento laboral dista mucho de lo que sería deseable, su aspecto físico se ha visto afectado y su salud está muy perjudicada.

Con este panorama, lo más fácil es darse cuenta de que la vida no tiene sentido. Sin la comprensión de las personas que le rodean, con una visión oscura del futuro y con la sensación de que es imposible darle la vuelta a la situación actual, quedan pocos caminos que recorrer.

Mira a tu alrededor

No conozco a nadie que quiera dejar de vivir. No conozco a nadie que no desee sentir el dulce calor de la primavera, o el sonido del mar, o el abrazo de un niño… Pero si no puedes disfrutar de los pequeños placeres de la vida, si hagas lo que hagas eres incapaz de experimentar una emoción positiva o si una terrible e infame depresión ha tomado el control de tu vida, entonces, dejas de vivir, dejas de tener ganas de levantarte cada mañana y te planteas si quieres seguir así lo que te queda de vida.

 

Mira a tu alrededor, conoces a más personas deprimidas de las que te imaginas. Puedes verlas en tu barrio, en la televisión, por la calle, en el supermercado o en el trabajo. Quizás puedas ayudarles a que no pasen tantos años antes de consultar con un especialista, a no complicarles su dura existencia o a que no se sientan marcados por un dedo acusador.

Y sobre todo no los juzgues como débiles, luchar por levantarte cada mañana requiere de una fuerza de voluntad que la mayoría de personas normales no tenemos.

(Los textos son de autor desconocido, fueron copiados y recontados por Adonis)

 

RECUERDA SER FELIZ

Jamás desistas

A veces no tienes tiempo para darte cuenta,
Las cosas pasan en segundos, todo cambia.
Estás vivo, estás muerto y el mundo sigue adelante.
Somos delgadas como papel.
Puedes quedarte en la cima de una montaña.
Meditar durante décadas y no cambiará nada.
Puedes cambiarte a ti mismo y acostumbrarte a ello.
Pero tal vez esto también está mal.
Quizá pensemos demasiado. Sentir más, pensar menos.

Puedes tener defectos, estar ansioso y vivir irritado algunas veces, pero no te olvides que tu vida es la mayor empresa del mundo.
Solo tú puedes evitar que ella vaya en decadencia.
Hay muchos que te aprecian, admiran y te quieren.

Me gustaría que recordaras que ser feliz, no es tener un cielo sin tempestades, camino sin accidentes, trabajos sin cansancio, relaciones sin decepciones.

Ser feliz es encontrar fuerza en el perdón, esperanza en las batallas, seguridad en el palco del miedo, amor en los desencuentros.

Ser feliz no es solo valorizar la sonrisa, sino también reflexionar sobre la tristeza.
No es apenas conmemorar el éxito, sino aprender lecciones en los fracasos.
No es apenas tener alegría con los aplausos, sino tener alegría en el anonimato.

Ser feliz es reconocer que vale la pena vivir la vida, a pesar de todos los desafíos, incomprensiones, y períodos de crisis.

Ser feliz no es una fatalidad del destino, sino una conquista para quien sabe viajar para adentro de su propio ser.

Ser feliz es dejar de ser víctima de los problemas y volverse actor de la propia historia.
Es atravesar desiertos fuera de si, más ser capaz de encontrar un oasis en lo recóndito de nuestra alma.
Es agradecer a Dios cada mañana por el milagro de la vida.

Ser feliz es no tener miedo de los propios sentimientos.
Es saber hablar de si mismo.
Es tener coraje para oír un “no”.

Es tener seguridad para recibir una crítica, aunque sea injusta.
Es besar a los hijos, mimar a los padres, tener momentos poéticos con los amigos, aunque ellos nos hieran.

Ser feliz es dejar vivir a la criatura libre, alegre y simple, que vive dentro de cada uno de nosotros.
Es tener madurez para decir ‘me equivoqué’.
Es tener la osadía para decir ‘perdóname’.
Es tener sensibilidad para expresar ‘te necesito’.
Es tener capacidad de decir ‘te amo’.

Usar las pérdidas para refinar la paciencia.
Usar las fallas para esculpir la serenidad.

Usar el dolor para lapidar el placer.
Usar los obstáculos para abrir las ventanas de la inteligencia.

Jamás desistas de las personas que amas.
Jamás desistas de ser feliz, pues la vida es un espectáculo maravilloso.

Que tu vida se vuelva un jardín de oportunidades para ser feliz…

Que en tus primaveras seas amante de la alegría.

Que en tus inviernos seas amigo de la sabiduría.

Y que cuando te equivoques en el camino, comiences todo de nuevo.

Pues así serás más apasionado por la vida.

Y descubrirás que ser feliz no es tener una vida perfecta.

Sino usar las lágrimas para regar la tolerancia.

(Los textos son de autor desconocido, fueron copiados y recontados por Adonis)

 

EL SABER NO OCUPA LUGAR

He aprendido…

Aprendí que crecer no solo significa hacer el aniversario…
Que el silencio es la mejor respuesta cuando se siente una estupidez…
Que trabajar no solo significa ganar dinero…
Que los amigos se conquistan mostrando quién realmente somos…
Que los verdaderos amigos están con nosotros hasta el final…
Que las cosas peores a menudo se esconden a través de una buena apariencia…
Que la naturaleza es lo más bonito de esta vida…
Que cuando creo que lo sabes todo aún no sé nada…
Que un solo día puede ser más importante de muchos años…
Que se puede conversar con las estrellas…
Que se puede confesar a la luna…
Que se puede viajar en el infinito…
Que es sano escuchar buenas palabras…
Que también a ser amable es bueno para la salud…
Que hay que soñar…
Que se puede ser niños toda la vida…
Que Dios no prohíbe nada en nombre del amor…
Que juzgarse no es importante cuando realmente importa es la paz interior…
Que no se puede morir para aprender a vivir.
Aprendí que la vida son buenas y malas rachas
Que conoces a mil personas pero una te marca
Que mil aciertos se borran y un fallo deja mancha
Que lo que más daño te hace es lo que más te engancha
Que el rencor y la envidia solo es un veneno
Que nunca estarás bien si te lo guardas todo adentro
Que hasta de lo malo puede sacarse algo bueno
Que hay personas que se odian porque un día se quisieron
Que el más listo se coma al fuerte lo aprendí en la calle
Que me lo hacía yo solo o no lo iba hacer nadie
Que si me pasa algo jodido, sufro y me lo callo
Que basta que confíe en alguien para que me falle
Que intento perdonar, no sabes, pero no me sale
Que prometer no vale, que todavía duele
Que me sigo rayando cuando estoy solo
Que engañarse no sirve de nada, nunca se olvida del todo
Aprendí a tirar para adelante cuando las cosas se tuercen
A no rendirme, a ser consecuente
A confiar en mí mismo y a quererme
A que si algo no sale quizás sea por el destino
A perder, pero no a darme por vencido
A que hasta el más fuerte llora.
Con el tiempo aprendí que mi edad no se refleja en mis años
Que estos ojos han visto demasiado
Demasiada rabia y odio acumulado, te dejan tocado
No he nacido fuerte me ha hecho fuerte lo que me ha pasado
Nos hicieron fuertes circunstancias si he tenido problemas
Aprendes cuando pierdes lo que apuestas
Que te acaricie cuando llores
Aprendí que no existe nadie capaz de rellenar este vacío
Que lo siento todo más bajo la lluvia con el frío
Que mi corazón es mío
Que los que callamos el dolor somos los únicos que lo vivimos
Arrasando con lo que se ponga en medio
Cuando has vivido tanto se te olvida el miedo
Aprendimos que todo se va pero antes se te clava
A valorar las cosas cuando ya no estaban
Nuestros familiares, el amor, las ganas
Las cosas más bonitas de esta vida son las que se acaban
Aprendimos que todo se va pero antes se te clava
A valorar las cosas cuando ya no estaban
Nuestros familiares, el amor, las ganas
Las cosas más bonitas de esta vida son las que se acaban.
(Los textos son de autor desconocido, fueron copiados y recontados por Adonis)

TODO DEPENDE DE TI

¿Que es la sabiduría?

“¿Qué es la sabiduría? El arte de vivir, no el arte de hacer cosas; el arte de vivir… ¿Para qué estamos vivos? Estamos vivos para vivir”.

El arte de vivir. No el arte de hacer cosas, el arte de vivir… Se puede vivir sin hacer muchas cosas, y se puede hacer muchas cosas sin saber vivir. La mayoría de la gente que ahora uno ve por la calle sabe hacer muchas cosas, se mueve todo el día, está agitada todo el día, y no sabe vivir.

Hoy, en gran parte, el hombre de una ciudad civilizada y urbanizada es un servidor del sistema y de las máquinas, porque cuando tiene que ocuparse del coche, de la lavadora, de lo otro y de lo de más allá, se pasa el día alimentando cosas y sosteniendo cosas, cuando sencillamente podría vivir mejor. Porque lo que no está claro son los fines. ¿Cuáles son los fines de la vida?, ¿para qué vivimos?, ¿para qué estamos vivos?

Estamos vivos para vivir para realizarnos, para dar de cada uno de nosotros todo lo que puede dar, porque así tendrá todo lo que pueda recibir. Pero para que esto empiece hace falta libertad. Y para tener libertad, no libertad de expresión, lo que hay que tener es libertad de pensamiento, porque si usted no tiene libertad de pensamiento, da igual que hable o diga lo que quiera.

Nuestra vida es un arte

El gran arte de la vida es hacer de la vida una obra de arte.
Aunque no escribas libros, eres el escritor de tu vida.
Aunque no entiendas de cine, ni de cámaras, tu existencia puede transformarse en un film primoroso con Dios de director.
Aunque cantes desafinado, tu existencia puede ser una linda canción,
Aunque no entiendas de música, tu vida puede ser una magnífica sinfonía
Aunque no hayas estudiado en una escuela de comunicaciones, tu vida puede transformarse en un reportaje modelo.
Aunque no tengas gran cultura, puedes cultivar la sabiduría de la caridad.
Aunque tu trabajo sea humilde, puedes convertir tu día en oración.
Aunque tengas cuarenta, sesenta o setenta años, puedes ser joven de espíritu.
Aunque las arrugas ya marquen tu rostro, vale más tu belleza interior.
Aunque tus pies sangren en los tropiezos y piedras del camino, tu rostro puede sonreír.
Aunque tus manos conserven las cicatrices de los problemas y de las incomprensiones, tus labios pueden agradecer.
Aunque las lágrimas amargas recorran tu rostro, tienes un corazón para amar.
Aunque no seas un santo, ni un ángel, en el cielo tienes reservado un lugar.

Debemos intentar conseguir ver aquello que poseemos, con la misma mirada como lo estaríamos mirando si alguien nos lo quitara; sea lo que sea, posesiones materiales, trabajo, salud, amigos, familia, pareja y/o hijos, la mayoría de las veces solo sentimos su valor después de haberlos perdido o deseándolos, pero jamás ya que se tienen.

Al mirar todo aquello que no tenemos solemos pensar “¿cómo sería si eso fuese mío?”, y de este modo llegamos a sentir la falta. En lugar de ello, ante las cosas que poseemos deberíamos pensar a menudo “¿cómo sería si perdiera esto?”.

Muchas veces pasa algo que se sale de tus planes y parece como si todo se nublara. Debemos pensar, arreglar, disfrutar, sufrir cada cosa en su momento, espacio y en su medida, sin preocuparnos de todo lo demás; tener, por así decirlo, cajones para nuestros pensamientos y emociones donde abrimos uno y cerramos todos los demás. La preocupación por un asunto grande no alterará en todo momento la preocupación por cien asuntos pequeños.

Tú eres dueño de tu cuerpo, de tu cerebro y de los pensamientos que generas a través de él. Si tú decides pensar positivo así será. El humor, por ejemplo es un tiempo de pensamiento y actitud que ayuda a que las circunstancias desfavorables se lleven mejor. Las situaciones no producen nuestra felicidad o nuestra amargura, más bien es nuestra manera de asumirlas lo que genera nuestro estado de ánimo. Para bien y para mal es mucho menos importante lo que le sucede a uno en la vida que la manera en que lo experimentamos. Para la felicidad de nuestra existencia, el estado y la condición de la conciencia es absolutamente lo principal.

(Los textos son de autor desconocido, fueron copiados y recontados por Adonis)

BENDICIONES

Cada día…

Cada momento que pasa, debemos estar contentos con lo que tenemos, pues es lo que Dios nos ha dado, nuestros alcances, valores y metas, además de los sueños y esperanzas que ponemos en ello. Es a partir de los sueños, que forjamos todo nuestro mundo de realidad, dependiendo de nuestras fuerzas y de nuestros pies en la tierra, es que podemos obtener, lo que deseamos con todo el corazón.

Unos tienen más bendiciones que otros, los más afortunados debemos recordar a los menos afortunados, porque nunca sabemos cuando podríamos ser nosotros los menos afortunados.
Comparte un poco de tanto que tienes y serás más rico porque habrás aprendido a valorar más que eres afortunado.
Por eso te invito a llenar tu corazón de agradecimiento a Dios por todo lo que nos ha dado porque las bendiciones las da a quien hace mérito en su corazón para merecerlas.
Nosotros podemos hacer que estas y más bendiciones sean parte de nuestra vida haciendo merito para hacernos acreedores a una vida buena.
Son excelentes las bendiciones que Dios nos ha dado en este momento, nuestra familia, nuestros amigos, nuestra posición económica, social, pero eso sí, para querer aumentar esas riquezas, que ya de por si tenemos, primero, hay que estar consciente que hay que valorarlas con toda nuestra alma, mente y corazón, para que así de lo poco que tengamos podamos tener muchas cosas más, infinitas, que también sepamos valorarlas y tenerlas a nuestro lado, pues el que ama lo poco, también sabe apreciar lo mucho.
Cada día que tenemos vida, es una nueva oportunidad para aprender a valorar lo que tenemos:
Cada día que tenemos a nuestros seres amados a nuestro lado, es una bendición.
Cada día que tenemos comida en nuestra mesa, es una bendición
Cada día que tenemos trabajo, es una bendición.
Cada día que tenemos un techo donde vivir, es una bendición.
Cada día que tenemos una cama donde dormir, es una bendición.
Cada día que tenemos agua para bañarnos, es una bendición.
Cada día que traes ropa limpia, es una bendición.
Cada día que puedes ver lo que te rodea, es una bendición.
Cada día que oyes toda clase de sonidos, es una bendición.
Cada día que tienes brazos y piernas, es una bendición.
Cada día que tienes salud, es una bendición.
Cada día que tienes como cubrirte del frío, es una bendición.
Cada día que tienes como quitarte el calor, es una bendición.
Cada día que tienes agua para quitarte la sed, es una bendición.
Cada día que tienes quien se preocupe de ti, es una bendición Cada día que tienes amigos, es una bendición.

La vida es dura pero muy bella
Abre los ojos mira las estrellas
Sueña cada día y cumple tus metas

Y no lo cura una inyección
Ni una pociones de la vida
Dentro de tu corazón
Porque la magia vive muy dentro de ti
La vida es bella
Para ti y para mi

(Los textos son de autor desconocido, fueron copiados y recontados por Adonis)

NADA ES CASUALIDAD

Las casualidades no existen

 El azar no decide sobre qué o quién llega a tu vida, en qué momento o de qué modo. Ni la suerte. Ni ningún tipo de bendición, excusa o capricho al que te quieras aferrar. Que no hay ningún destino escrito ni varitas mágicas para ocasiones especiales que te saquen de un aprieto o te den aquello que más quieres.

Que hay quienes llegan y entran por la puerta grande. O por la trasera. Con fuegos artificiales. O apenas de puntillas. Que, quienes han de llegar, llegan. Que no hubieran podido llegar de ninguna otra manera. Ni en ningún otro momento. Que hay cosas que no se pueden jamás anticipar o prever.

Durante muchos años he pensado que las cosas me pasaban por casualidad. Que me encontraba a la gente, que me surgía un trabajo, que conocía a alguien…

Todo pasa por algo y ESE ALGO te hace crecer. Gracias a ESE ALGO que llamamos casualidad somos quienes somos.

Podríamos hablar de causalidad, porque cuando algo pasa el universo está moviendo sus hilos para que eso suceda. Y tiene sus motivos, unos motivos que nosotros desconocemos y lo vemos como casualidad, cuando en realidad es que tenía que ser así. Suceden porque algo hemos hecho para que ocurran, todo tiene una causa.

A nuestro alrededor pasan muchas cosas de las que no nos damos cuenta porque nuestro foco quizá no esté ahí o porque aún no estamos preparados para verlas. Cuando estamos preparados el maestro aparece y pensamos que eso es casualidad.

Aprovecha lo que te ofrece la vida, porque si te lo está ofreciendo será por algo.

En ocasiones, llega lo que más falta te hace. Lo que más puede ayudarte. Lo que puede sacarte del pozo, de casa, de un mar repleto de dudas. Cuando sientes que no sabes por dónde salir, hacia dónde mirar o por dónde empezar. Cuando toca mover ficha, cambiarte de zapatos o decidir entre dos salidas.

Si alguien te busca

Si alguien te busca con frío…Es porque tienes abrigo. Si alguien te busca con alegría…Es porque tienes una sonrisa. Si alguien te busca con lágrimas…Es porque das consuelo. Si alguien te busca con versos….Es porque tienes música. Si alguien te busca con dolor….Es porque tienes el remedio. Si alguien te busca con palabras…Es porque sabes escuchar. Si alguien te busca con hambre…Es porque tienes con que alimentar. Si alguien te busca con besos….Es porque tienes miel. Si alguien te busca con dudas…Es porque sabes el camino. Si alguien te busca con orquesta…Es porque tienes la fiesta. Si alguien te busca con fantasías…Es porque tienes la realidad. Si alguien te busca con desespero…Es porque tienes serenidad. SI alguien te busca con entusiasmo…Es porque tienes fe. Si alguien te busca con secretos…Es porque inspiras confianza. Si alguien te busca con sed…Es porque tienes agua. Si alguien te busca con miedo….Es porque tienes amor. Si alguien te pide oración…Es porque tienes a Dios. Nada llega por casualidad.