HAGAN TODO CON AMOR

Nada es casualidad

Si un día al despertar, encontraras al lado de tu cama, un lindo paquete envuelto con sumo esmero, probablemente lo abrirías, aún antes de lavarte el rostro, curioso de ver qué hay dentro.

Tal vez hubiese allí algo que no te guste mucho, entonces lo guardarías qué hacer con aquel regalo, aparentemente “inútil”.

Pero, si al día siguiente recibes otra caja, una vez más la abrirías corriendo y si esta vez encontraras algo que te guste mucho…Un recuerdo de alguien distante… Un lindo traje…

Un exquisito perfume… O simplemente un ramo de flores de alguien que se acordó de ti…

Y eso que ocurre todos los días no lo percibimos… Todos los días cuando despertamos ahí está, frente a nosotros, una caja de regalo enviada por Dios: Un día entero para usar de la mejor manera posible.

A veces viene lleno de problemas, cosas que no conseguimos resolver: tristezas, decepciones, lágrimas… Pero otras veces viene lleno de sorpresas, alegrías, victorias y conquistas.

Lo más importante es que, todos los días, Dios envuelve, con todo cariño para nosotros, mientras dormimos, nuestro regalo: “EL DÍA SIGUIENTE”.

No siempre Él nos regala lo que esperamos o queremos, pero siempre nos manda lo mejor, lo que precisamos; que es más de lo que merecemos. Abre tu regalo todos los días, agradeciendo primero a quien te lo envió, sin importar lo que viene dentro de la caja.

Sin duda El no se engaña en la remesa de los paquetes.

Si no vino hoy lo que esperabas, espera… ábrelo mañana con más cariño pues en cualquier momento, los sueños y planes de Dios, llegarán para ti envueltos en un regalo.

“Dios no atiende nuestras voluntades… pero si nuestras necesidades… ¡Que Dios te colme de Bendiciones!”

* Si haces las cosas con amor, todo lo que venga será soportado.

* Si haces las cosas con amor, perseverarás sin importar las dificultades.

Y lo más importante de todo…

* Si haces todo con amor, estarás haciendo todo con Dios, porque Dios es amor.

La vida tiene muchos retos

La vida tiene muchos retos, dificultades y problemas de los cuáles ni nosotros mismos sabemos. Son parte de nuestro caminar por el mundo, y tendremos que cumplir con nuestras labores del trabajo, el hogar y la familia.

Te quiero pedir que inclines tu rostro y levantes tu corazón al cielo y le pidas al Dios de amor que todo lo que hagas puedas hacerlo con amor y cariño.

Donde te encuentres pide esa capacidad de atender a las personas con cariño tratando de hacer el bien por ellos.

Pide a Dios que te de la capacidad de levantarte temprano y alistar a los niños para que puedan ir a la escuela y ser personas de bien. Que tengas el amor por tu trabajo cualquiera que sea, porque es valioso para otras personas.

El mundo está lleno de gente que trabajará mañana, que mañana se compondrá, que retornará a Dios mañana, que mañana… Pero no hoy.

En el fondo no existen deseos de superarse ni de mejorar. Entonces, está uno muriendo y de prisa. La vida es desarrollo, crecimiento, la vida se alimenta de esperanza, de metas que se persiguen, de insatisfacción con lo alcanzado y de lucha por mejorar las marcas.

La muerte comienza cuando se pierde la ilusión y el anhelo de crecer. Nadie está tan cerca de morir como el que ha perdido toda esperanza. Si sientes deseos de superarte como ser humano, como cristiano, estás vivo.

Nunca es tarde para empezar de nuevo. Es tarde cuando pasan los días, y nada se hace. Es la mediocridad que abunda tanto, porque nada cuesta ser mediocre. Consiste en las medianías.

Las grandes realizaciones no las logran los mediocres. El mundo debe muy poco a los perezosos. Si quieres que el mundo te recuerde y esté agradecido contigo, debes luchar y trabajar por mejorarlo.

( Los textos son de autor desconocido, fueron copiados y recontados por Adonis)

¿DÓNDE ENCONTRAR ALEGRÍA?

Todo en la vida tiene su sitio

Un pequeño niño reclamó que los zapatos nuevos estaban machucando sus pies. Su tía, mirando para bajo, le dijo: “No es de admirar que esté doliendo. ¡Ellos están cambiados!”

Colocó el zapato derecho en el pie izquierdo y el zapato izquierdo en el pie derecho. Ella lo ayudó a colocar los zapatos correctamente y, desde aquel momento, el niño pasó a brincar alegremente como los demás.

A veces nuestras vidas parecen amargas y secas. Nosotros culpamos a todos que nos cercan por nuestras angustias. Pero, debemos parar un poco y mirar para nuestros pies. Si estuviésemos calzando los zapatos correctamente, estaríamos andando tranquilos y llenos de gozo y felicidad.

¡Muchos problemas podríamos evitar si nuestros zapatos no estuviesen cambiados! ¡Muchos dolores dejaríamos de sentir si nuestros zapatos no estuviesen cambiados! ¡Mucha alegría ya estaríamos gozando si nuestros zapatos no estuviesen cambiados!

Los zapatos cambiados nos llevan para direcciones equivocadas, retiran nuestra paz y no permiten que disfrutemos los verdaderos placeres de la vida. Si no son usados correctamente, corremos el riesgo de pasar los días con mal humor, de no percibir el brillo del sol y la belleza de la creación de Dios. No habrá alegría en el corazón si insistimos en andar con los zapatos calzados incorrectamente.

Si sus zapatos están cambiados, no se adelante murmurar y culpar los otros. Que usted necesita es acertarlos. Tome la decisión cierta, no dé más ni un paso sin ajustarlos.

Deje Jesús entrar en su corazón y nunca más sus zapatos serán cambiados. Sus pies no van más doler y todo su camino será pleno de alegría y felicidad.

La felicidad está en nosotros

Un hombre desahogaba con su esposa, que lo oía en silencio. Dijo él en determinado momento: “Hay personas que buscan empleo, hay otras que buscan el par ideal para casarse, hay otras que buscan riquezas. Yo he buscado, con insistencia, la alegría. Y confieso que no la encuentro en lugar alguno” La esposa, que hasta aquel instante estaba callada, dijo: “No adelanta buscar alegría en otros lugares. Usted solo podrá encontrarla adentro de sí mismo.”

¡Es verdad! Si la alegría está en nuestros corazones, estaremos alegres con o sin empleo, acompañados o solos, siendo ricos o pobres. La alegría es el combustible para todo cuanto vivimos o buscamos vivir en ese mundo.

Mejor que buscar alegría en un buen empleo es buscar un buen empleo con alegría. Mejor que intentar la felicidad encontrando la persona cierta para el casamiento es ser feliz y así encontrar la persona amada para tornarnos aún más felices. Mejor que buscar tesoros para una felicidad plena es ser plenamente feliz para vivir las riquezas de una vida con Dios.

¿Quiere encontrar alegría? Deje que la felicidad more en su corazón, convidando Jesús para ser el Señor de su vida. No más necesitará buscar alegría.

Piensa como si fuera un jardín.

Para empezar, un jardín es un trozo de tierra. Puede que en él haya muchas zarzas de odio a uno mismo y piedras de desesperación, rabia y preocupación. Hay un viejo árbol llamado miedo que necesita una buena poda o que lo corten. Una vez hayas limpiado bien el terreno y abonado la tierra, siembra algunas semillas de alegría y prosperidad. El sol brilla sobre tu jardín, y tú lo riegas, lo abonas y lo cuidas amorosamente.

( Los textos son de autor desconocido, fueron copiados y recontados por Adonis)

 

¿CUÁL ES MI SITIO?

Tus manos ayudan

A veces no encuentro el lugar exacto…
Veo que todos los sitios están ya ocupados y ¿el mío?…
Las mesas están completas…
Los teatros llenos…
Y mi sitio, ¿cuál es mi sitio?

Me quedo en meditación y escucho claramente:
Tu sitio está en todo aquel que conozca la soledad
y puedas hacerle llegar un poco de bondad…
Está en aquel que sufre,
está en todo el lugar donde exista el temor,
en donde puedas una sonrisa esbozar…

Tu sitio está en donde puedes un rostro transformar
con la ternura de una broma o un mimo;
Tu lugar esta ahí…, en donde tú sabes…
En ese corazón que te ama de verdad…
Dale ratos agradables, es lo más que puedes dar…
Ratos alegres, de amor…
Esto es lo que puedes aportar al mundo, en tu vivir…

Tu lugar está en el hogar en donde no se aman…
Y puedes hablar de amor…
En el hogar donde todo es materia.
Te han saturado todo con cosas temporales…
Ve y diles que todo es vanidad…

Tu lugar está en hacer seres felices…
En darte un poco a todos y así tu vida llenar…
En vestirte en el que sufre…
En el pobre…, en el anciano…, en el enfermo…,
En el que pierde un ser querido…
Ahí esta tu sitio.

Te sientes inseguro sin encontrar tu sitio…
Eres un ser como todos…
Que debes consolar en tu dolor al que sufre…
Y da alegría sin igual,
vete a ocupar tu sitio…
Con aquel solitario…, con aquella niña enferma,
con el que sufre a solas, con el que finge alegría…
Anda, ahí esta tu sitio.

Nunca más preguntes cuál es tu sitio…
Pues cada día hay frente a ti.
Muchas almas a quien amar y
eres tú quien las debe consolar…
Anda pues a ocupar, tu sitio…

Ayudar a los demás

Tu puedes ser diferente. No esperes a que te pidan ayuda para extender la mano, o dar palabras de ánimo, recuerda que tú tienes el poder y la responsabilidad de hacer la diferencia y de ayudar.

  •  Estar atento y actuar antes de que te lo pidan
  •  Tener empatía de lo que sienten las personas que sufren
  •   Dar humildad, compañía y compasión
  •  Actitud positiva, compasión y agrado
  • Cariño y entrega por tu vida y la de los demás.
  1. Ayudar a los demás ayuda a sentirte bien. Al ayudar a otros, aprendes a superar los desafíos propios, proporcionando herramientas para que puedan solucionar sus problemas. Cuando uno vive para servir desarrolla sensibilidad, bondad y sus atenciones son más acertadas.
  2. Dar y ayudar es la mejor manera de sentir gratitud. Uno es más generoso cuando siente que tiene la posibilidad o la capacidad de hacerlo, por lo que tiende a buscar oportunidades para expresar su gratitud, al hacerlo le afloran mayores sentimientos de agradecimiento y satisfacción.
  3. Cuando ayudas a los demás, más feliz te sientes; Cuando se da de corazón y sin esperar nada a cambio. El universo se achica y las oportunidades se multiplican.

( Los textos son de autor desconocido, fueron copiados y recontados por Adonis)

 

 

EL AMOR NO SE ALIMENTA DE AIRE

La otra cara del amor

El mundo es un lugar de ecos si arrojamos ira, ira es lo que nos vuelve; si damos amor, amor es lo que recibimos.

El amor no debería ser exigente; de lo contrario, pierde sus alas, no puede volar. Se enraíza en la tierra y se vuelve muy terrenal; entonces es lujuria y proporciona mucha desdicha y gran sufrimiento. El amor no debería ser condicional, no habría que esperar nada de él. El mismo debería ser su razón de ser, no una recompensa o resultado. Repito, si tiene algún motivo ulterior, vuestro amor no puede convertirse en un cielo abierto. Se ve confinado ese motivo; el motivo se convierte en su definición, en su límite. El amor carece de limites: es puro júbilo, exuberancia, es la fragancia del corazón. Y que no haya deseo de conseguir ningún resultado, no significa que estos no tengan lugar; acontecen, y multiplicados por mil, porque aquello que le damos al mundo, nos vuelve rebotado a nosotros. El mundo es un lugar de ecos: si arrojamos ira, ira es lo que nos vuelve; si damos amor, amor es lo que recibimos. Pero ese es un fenómeno natural, no hace falta pensar en ello. Se puede confiar: acontece por su cuenta. Esta es la ley del karma: se recoge aquello que se siembra; lo que se da es lo que se recibe. Así que no hay, necesidad de pensar en ello, es algo automático. Odiad, y os odiarán. Amad, y os amarán.

SI te hace daño, no es verdad que no puedes vivir sin él, la realidad es que no puedes vivir contigo misma a solas No puedes enfrentarte a tus miedos, a tus anhelos, a tu soledad.: el miedo a perder el control, el deseo de oír su voz de nuevo…

Sabes que es irracional y, sin embargo no puedes dejar de pensar en él. El sentir de forma tan dolorosa te lleva a no aceptar que la relación es imposible, mientras tengas una mínima esperanza, un gesto que interpretes, algo a lo que aferrarte, te engañas pensando que te quiere y que tú vas a ser esa persona que va a cambiarlo.
En tu interior sabes que las cosas no cambiaran y que hasta que no tomes conciencia de ello, darás círculos sin salida. Una persona que tiene autoestima no soportará que un hombre la quiera mal y si lo hace, luchará por deshacerse de esta adicción que solo traerá destrucción en su alma y en su propia valía. 

“Amar o depender”

Cuando damos lo mejor de nosotros mismos a otra persona, cuando decidimos compartir la vida, cuando abrimos nuestro corazón de par en par y desnudamos el alma hasta el último rincón, cuando perdemos la vergüenza, cuando los secretos dejan de serlo, al menos merecemos comprensión.

Que se menosprecie, ignore o desconozca fríamente el amor que regalamos a manos llenas es desconsideración o, en el mejor de los casos, ligereza. Cuando amamos a alguien que además de no correspondernos desprecia nuestro amor y nos lastima con su indiferencia, estamos en el lugar equivocado. Esa persona no se hace merecedora del afecto que le prodigamos. La cosa es clara: si no me siento bien recibido en el corazón de alguien, empaco y me voy.

Nadie se quedaría tratando de agradar y disculpándose por no ser como les gustaría que fuera. No hay vuelta de hoja. En cualquier relación de pareja que tengas, no te merece quien no te ame ni te comprenda, y menos aún, quién te lastime. Y si alguien te hiere reiteradamente sin mala intención, puede que te merezca, pero no te conviene…

( Los textos son de autor desconocido, fueron copiados y recontados por Adonis)

 

EL AMOR Y SUS COSAS

Cuando uno se enamora…

La flor más bella no es la que arrancamos ,sino la que llega a nuestras manos elevada por el viento.

Aunque parezca un contrasentido, cuando mejor se está en pareja es cuando no se tiene necesidad de ella. Para que una relación sea saludable, cada uno de los miembros debe bastarse a si mismo. De este modo, la unión con otra persona añade valor a la vida sin ir en detrimento de la propia identidad.
Muchas parejas se forman básicamente por la incapacidad de los individuos para estar solos. Estas personas tienden a precipitarse en la elección del compañero y una vez establecida la relación adoptan posiciones rígidas que se traducen en celos, posesión e inseguridad. Esto se debe a que no buscan a alguien con quien compartir la existencia, sino un parche emocional.
Aquel que esté lleno de heridas, debería sanarlas antes de ponerse en camino. Lo que uno n o resuelva por si mismo no lo hará a través de una relación sentimental.
Si temes la soledad, pregúntate que es lo que te hace sentir incomodo contigo mismo.
El amor es efectivamente un hecho extraordinario. Por eso es esencial que sirva para elevar nuestra vida y no para suplir una carencia.

Cuando uno se enamora en realidad no ve al otro en su totalidad, sino que el otro funciona como una pantalla donde el enamorado proyecta sus aspectos idealizados.
Los sentimientos, a diferencia de las pasiones, son más duraderos y están anclados a la percepción de la realidad externa. La construcción del amor empieza cuando puedo ver al que tengo enfrente, cuando descubro al otro.
Es allí cuando el amor reemplaza al enamoramiento.
Pasado ese momento inicial comienzan a salir a la luz las peores partes mías que también proyecto en él. Amar a alguien es el desafío de deshacer aquellas proyecciones para relacionarse verdaderamente con el otro. Este proceso no es fácil, pero es una de las cosas más hermosas que ocurren o que ayudamos a que ocurran.
Hablamos del amor en el sentido de “que nos importa el bienestar del otro”.
Nada más y nada menos. El amor como el bienestar que invade cuerpo y alma y que se afianza cuando puedo ver al otro sin querer cambiarlo.
Más importante que la manera de ser del otro, importa el bienestar que siento a su lado y su bienestar al lado mío. El placer de estar con alguien que se ocupa de que uno esté bien, que percibe lo que necesitamos y disfruta al dárnoslo, eso hace al amor.

Una pareja es más que una decisión, es algo que ocurre cuando nos sentimos unidos a otro de una manera diferente. Podría decir que desde el placer de estar con otro tomamos la decisión de compartir gran parte de nuestra vida con esa persona y descubrimos el gusto de estar juntos. Aunque es necesario saber que encontrar un compañero de ruta no es suficiente; también hace falta que esa persona sea capaz de nutrirnos, como ya dijimos, que de hecho sea una eficaz ayuda en nuestro crecimiento personal.
(extracto: “amar con los ojos abiertos”)

No penséis que el amor es eterno. Es muy frágil. Es tan frágil como una rosa. Por la mañana está ahí, y por la noche se ha ido. Cualquier cosa pequeña puede destruirlo. De hecho, cuanto más elevada es una cosa, más frágil es. Ha de ser protegida. Una piedra permanecerá, pero una flor desaparecerá. Si arrojáis una piedra contra una flor, la primera no saldrá dañada, pero la segunda será destruida.

( Los textos son de autor desconocido, fueron copiados y recontados por Adonis)

 

 

EL HOMBRE PERFECTO

Solo espero un caballero

Estamos tan acostumbradas a que nos digan que merecemos al hombre perfecto, que literal tomamos esa frase como parte crucial de nuestra vida.

Es una irresponsabilidad que te digan eso desde tu infancia porque la realidad es que no sólo no hay hombres perfectos, sino que mujeres tampoco.

El hombre ideal también te lastimará y te hará llorar, y no por eso deja de ser el hombre ideal.

Recuerda, tu príncipe no tiene que llegar montado en caballo blanco pero si quieres que te traten como a una princesa, él debe tener estas  cualidades:

  1.  Seguro de sí mismo: Cuando un hombre es seguro, confía en ti, te permite crecer y no se siente intimidado por tus éxitos, más bien te apoya para que puedas alcanzar tus metas. Mientras que un hombre inseguro, te demostrará celos constantemente y tratará de controlarte en todo lo que haces.
  2.  Visionario: Tiene un espíritu emprendedor. Quiere crecer y superarse en la vida. Tal vez no ha alcanzado grandes logros todavía, pero proyecta un buen futuro porque tiene grandes metas y está trabajando fuerte para cumplirlas. Por el contrario, un hombre conformista no tiene ambiciones, ni sueña con construir un futuro. No planifica su vida, y vive el “día a día”. Un hombre visionario significa progreso para los dos como pareja.
  3.  Equilibrado: Tiene sus prioridades claras y en orden. No permite que el exceso de trabajo, gastos o placeres, afecte su relación amorosa porque conoce sus límites. Por ejemplo, no va a gastar el dinero de la renta en unas vacaciones o en la compra de unas llantas lujosas para su auto, ni va a dejar de acompañarte a un evento familiar porque su trabajo es más importante que tú. Él sabe crear un balance en su vida.
  4.  Detallista Que te llame sin previo aviso, enamora  que te despierte con un mensaje cada mañana, eso es amor que pase a buscarte para su cita y que al llegar te sorprenda con un ramo de flores, es perfecto el hombre ideal es aquel que no tiene ojos para nadie más si te ama, hará todo lo posible porque nunca derrames una lágrima si te hace reír, vale la pena.

    Y tú , ya encontraste a tu hombre ? Mi búsqueda no es sencilla. He encontrado a mi paso amigos, enemigos, intelectuales, conocidos, pero aún continuo mi búsqueda: UN HOMBRE.

    Un hombre tan seguro de si mismo que no tema a mi plena realización como mujer, que jamás me considere su rival en ningún aspecto, sino que sea para mi como yo para él: “Eternos compañeros”.

    Un hombre que no tema la ternura, que se atreva a ser débil cuando necesite detenerse a recobrar fuerzas para la lucha diaria, que no piense que amarme lo derroto o que al amarlo me aniquila.

    Un hombre que me proteja de los demás y de mi misma. Que conozca mis errores, los acepte y me ayude a corregirlos. Un hombre que con cada amanecer alimente nuestro amor con delicadeza, que sepa que par ami una flor entregada con un beso tiene más valor que una joya entregada con un mensajero.

    Un hombre con quien pueda hablar, que jamás corte el puente de comunicación, ante quien me atreva a decir todo lo que pienso, sin temor a que me ofenda, que sea capaz de decírmelo todo, incluso que no me ama. Un hombre que tenga siempre brazos extendidos para que yo me refugie en ellos cuando me sienta amenazada o insegura, que conozca mi fortaleza y mi debilidad pero que jamas se aproveche de ella.

    Un hombre que no sea egoísta, que no pida lo que aún no se ha merecido, pero que siempre haga esfuerzos por tener lo mejor porque se lo ha ganado, un hombre que goce dando y que sepa recibir.

    Un hombre que no tenga miedo de amara ni se envanezca porque es amado, que goce cada minuto de amor como si fuera el último, que no viva desesperado por el mañana porque tal vez el mañana nunca llegue.

    Cuando lo encuentre, LO AMARÉ INTENSAMENTE.

    ( Los textos son de autor desconocido, fueron copiados y recontados por Adonis)

     

     

     

CIERRA LOS OJOS DEL ALMA Y CONFIA

Una carta de Jesús para ti:

En los momentos Sobrios, yo seré tu Luz. En los momentos de Tristeza, seré tu Alegría. En los momentos de Lucha, seré tu Liberación. En los momentos de Debilidad, te infundiré Fuerza. En los momentos de Incertidumbre, yo seré tu Explicación.

En momentos de Dudas, seré Fe para ti. Y algo más importante todavía: Soy Amor para Ti Te Amo y Te Perdono.

No te Desanimes, pues; no te Descorazones. No mires atrás. No sientas remordimiento por errores o pecados cometidos. Lo pasado ya paso. He cubierto esos errores y pecados. Lo que era como la grana será emblanquecido como la nieve. Como esta lejos el oriente del occidente hice alejar a ti tus pecados.

Desde el primer momento en que imploras mi perdón, desde el preciso instante en que clamas a mí, te concedo mi perdón. Por tanto, no hay ya motivo para que sigas preocupándote, temiendo y llevando la carga tu mismo.

Acude a mí ahora y contempla mi rostro.¿Qué ves? 

Mira atenta y detenidamente. ¿Ves en mi mirada condenación o enojo? No. Mis ojos no reflejan sino amor, ternura y perdón para ti.

En las manos que te extiendo, ¿Notas alguna intención de colocar sobre ti peso de culpa, condenación, remordimiento?, ¿Es eso lo que te traigo en mis manos?En modo alguno. Mira bien, mis manos fueron traspasadas por clavos. Lo que traigo en ellas es perdón, pues yo pague por ti. Ya cargue con todos tus pecados: los pasados y futuros. Ya tome sobre mí tus pecados. Desde este momento levanto de ti el peso de la culpa, el remordimiento y la condenación.

En este momento levanto esta carga de tu pecho y coloco en su lugar una blanca paloma de perdón. Sustituyo esa carga por el bálsamo de mi amor y comprensión. La sustituyo por la sangre que derrame por ti en el calvario cuando entregue la vida para que hallaras perdón, libertad y paz interior y te libraras de la carga que supondría tener que expiar tu misma tus pecados.

Te ruego que aceptes esta blanca paloma de perdón, el bálsamo de mi amor y el poder curativo de la sangre que derrame por ti. ¿No comprendes que desde ese mismo momento hay paz para ti?

Tuyo para siempre, Jesús

¿Por qué te confundes y te agitas ante los problemas de la vida?

Déjame el cuidado de todas tus cosas y todo te ira mejor. Cuando te abandones a mí, todo se resolverá con tranquilidad según mis designios. No te desesperes, no me dirijas una oración agitada, como si quisieras exigirme el cumplimiento de tus deseos. Cierra los ojos del alma y dime con calma. Jesús yo en ti Confió… Si Señor en ti Confió…

Evita las preocupaciones y angustias y los pensamientos sobre lo que pueda suceder después. No estropees mis planes, queriéndome imponer tus ideas. Déjame ser Dios y actuar con Libertad. Abandónate confiadamente en mí. Reposa en mí y deja en mis manos tu futuro. Dime frecuentemente: Jesús yo en ti confió. Lo que más daño te hace es tu razonamiento y tus propias ideas y querer resolver las cosas tu manera. Cuando me dices: Jesús, yo en ti confió, no seas como el paciente que le pide al medico que lo cure, pero le sugiere el modo de hacerlo. Déjate llevar en mis brazos divinos, no tengas miedo, yo te amo.

Si crees que las cosas empeoran o se complican a pesar de tu oración sigue confiando. Cierra los ojos del alma y confía.

Continua diciéndote a toda hora: Jesús yo confió en ti.

Necesito las manos libres para poder obrar. No me ates con tus preocupaciones inútiles, Satanás quiere eso: angustiarte y quitarte paz. Confía solo en mí, abandónate en mí. Así que no te preocupes, hecha en mí todas tus angustias y duerme tranquilamente. Dime siempre: Jesús, yo confió en ti y veras grandes milagros. Te lo prometo por mi amor…bendiciones que hay en mi corazón.

Son muy pocos lo que han dejado caer sobre sus vidas y sus bienes todos los tesoros que hay dentro de mi corazón. No tengas miedo yo soy quien te hizo y sé lo que necesitas, no estas sola (o), yo estoy contigo.

Te invito hoy mismo para que te acerques a mi Corazón creyendo que en mí, encontraras la paz, la solución a todos tus problemas, cree en mi promesa que dice:“El que tenga sed, que venga a mi. Pues el que cree en mí tendrá de beber. Lo dice la escritura, de el saldrán ríos de agua viva” Juan 7, 37-38

Quisiera hacer un pacto contigo ¿No quisieras tu hacerla conmigo? Si lo haces no serás jamás perdedor, siempre vencerás en todo“No temas ni te asustes porque contigo esta tu dios a dondequiera que vayas”Consagrate a mi corazón para que siempre estés protegido a toda influencia del mal y entonces te ira bien en todo lo que emprendas, serás bendición y no maldición; todo lo que hagas prosperara. Evitare que te vaya mal en cualquier plan que emprendas, la bendición te perseguirá.

( Los textos son de autor desconocido, fueron copiados y recontados por Adonis)

 

DAR Y RECIBIR AMOR

No miremos atrás

Cuando la vida te presente razones para llorar, demuéstrale que tienes mil y una razones para reír. No te la pases agitando tus desgracias, pronosticando tragedias imaginarias, asustado por posibles males que a lo mejor no llegan nunca. Nacemos para luchar por la vida y la felicidad… casi para crearla, para hacerla a pesar de la tristeza, los desencantos, los errores, las malas jugadas y los irremediables imprevistos.

Necesitamos concentrarnos en amar, expulsar del corazón y de la mente cualquier pensamiento, sentimiento o emoción relativa al odio, como: resentimientos, rencores, deseos de venganza o desquite, repulsión o desprecio, porque todos ellos son el primer motivo de todos nuestros problemas, son la principal causa de errores y fracasos, son como un cáncer que nos corroe el alma. Si logramos crecer, superarnos, perdonar y amar veremos cómo nos florece y se nos enriquece la vida. La felicidad es una elección que podemos hacer en cualquier momento y lugar. Los pensamientos son los que nos hacen sentir felices o desgraciados, no las circunstancias.

La vida es una copa colmada de felicidad, lo que nunca se nos da llena sino de sorbito en sorbito, todos los días, para sobrevivir. No podemos buscar la felicidad en bienes y placeres solamente, si actuamos bien ella sola se nos va presentando. No podemos estar todo el tiempo añorando y extrañando lo que nos falta, lo que necesitamos es valorar lo que tenemos y enfrentar la vida con alegría y optimismo. Muchas veces a nuestro alrededor están todos los ingredientes para ser felices y sin embargo no lo somos porque no sabemos dar a la vida un máximo de calidad y rendimiento, y miramos al mundo como un esclavo, al camino empedrado como un imposible, a la mala suerte como una sombra que nos persigue, al ideal como algo inalcanzable.

La felicidad no está en los años, meses, semanas, ni siquiera en los días. Solo se encuentra en los momentos y la vida siempre tiene derecho a sorprendernos. ¿Saben cuál es la diferencia entre un sueño y una meta? Una meta es un sueño con fecha concreta para convertirse en realidad y un sueño es algo que está fuera de la realidad pero necesitamos soñar y tratar de que esos sueños se hagan realidad. Y si nos ponemos una meta difícil o creemos que tenemos un sueño imposible, entonces tenemos que pensar que el éxito es sólo la recompensa, pero lo que vale es el esfuerzo. Por eso como decía alguien “Apunta hacia la Luna, pues aunque te equivoques, llegarás a las estrellas”.

Muy pocos de nosotros disfrutamos plenamente de algo. A muchas personas es muy pequeño el júbilo que les despierta la visión de una puesta de sol, o ver una persona atractiva, o a un pájaro en vuelo, o un árbol hermoso, o una bella danza. No disfrutan verdaderamente de nada. En muchas ocasiones miramos algo que nos entretiene o nos excita, y sentimos esa sensación que llamamos gozo. Pero el disfrute pleno de algo es mucho más profundo.

La esencia de la vida es ir hacia delante porque no se puede dar marcha atrás. La vida, en realidad, es una calle de sentido único donde estar preparado es importante, saber esperar lo es aún más, pero aprovechar el momento adecuado es la clave. Nunca es tarde para vivir porque el tiempo es tan intemporal como nosotros, ni tarde para amar porque el corazón no tiene edad para sentir. Simplemente hagamos el camino dejando que la vida nos toque, que nos acaricie el viento, que la luna ilumine la silueta intemporal de nuestras vivencias… no miremos atrás porque eso hará que perdamos instantes que nos esperan siempre en la próxima esquina del camino.

No busquemos fórmulas sencillas ni baratas para encontrar la felicidad, solo tenemos que ir armonizando con todo, por ejemplo: tomar del panal un poquito de miel, del mar un poquito de sal, de la vida un toque de optimismo, de la imaginación algo de sueño y del dolor algo de raíz… y cuando seamos capaces de preocuparnos por la felicidad de los otros, entonces la nuestra llegará sola.

( Los textos son de autor desconocido, fueron copiados y recontados por Adonis)

 

 

TE AMO

Soy feliz de amarte

Alguien me dijo una vez: “el día que una persona te haga temblar sabrás lo que es el amor, porque amor no es aquello que queremos sentir, sino aquello que sentimos sin querer”. Me pareció ilógico y me dije ¿cómo voy a sentir amor por alguien si yo no quiero?, era muy joven y desde siempre me creí dueño absoluto de mi destino y por tanto de que mis sentimientos se moverían y surgirían según mi voluntad y no la de nadie más. Los años y la vida me enseñaron que no es así, los sentimientos verdaderos son espontáneos, surgen sin que lo esperes, no se pueden planificar como una compra o un paseo. Simplemente cuando menos lo esperas, en el lugar y momento más inesperado te golpean de pronto como una ola en medio del mar.

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Hoy soy muy consciente de eso, porque sin buscarte llegaste de pronto a mi vida, cuando menos lo esperaba y todo en ti me cautiva, me llena, me agrada… como la luna que hace clara la oscuridad brindando un cielo espléndido a nuestras noches enamoradas. Te juro que si me pidieran cuantificar cuánto te amo no me bastarían los números, ni tampoco las palabras, son tantas las variables que engrandecen su valor, que no se miden ya con cifras sino con latidos del corazón, con suspiros lanzados al aire, imposibles de contar.

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Muchas personas buscan con desespero el amor, y por eso se equivocan una y otra vez en esa búsqueda desenfrenada, porque no es uno quien elige el amor, es el amor el que nos elige a nosotros sin siquiera darnos cuenta. Lo estés buscando o no, cuando llega te estremece de pronto y sientes, hacia esa persona inesperada y muchas veces desconocida, algo inexplicable que te arrastra inexorablemente a ella, su mirada te perturba, su voz eriza tu piel, su contacto te estremece, tu corazón galopa al ritmo de potros salvajes… eso que llaman química que no tiene explicación, es una fuerza poderosa contra la que no se puede luchar, te domina en cuerpo y alma.

Tal es así que tú no puedes imaginar los pensamientos lujuriosos que me invaden, la falta de recato y pudor que se va apoderando de mi cuando me contemplas con tus ojos llenos de deseo, de pasión, haciéndome sentir la reina del mundo y de todo, la dueña del día y la noche, del mar y del sol. Tú me haces sentir que recibirte en mis brazos es un regalo que la vida te ha dado, de esos que ni se esperan ni se imaginan. El destino nos puso un día frente a frente, a mí me bastó sólo la transparente mirada de tus ojos, para darme cuenta que estábamos predestinados, para bien o para mal, y decidida acudí a tu dulce llamado, aprendiendo a conocer contigo la pasión que envenena, que nubla los sentidos y lo mismo te lanza al cielo que al infierno, pero no te importa.

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El amor verdadero todo lo supera, rompe barreras, derrumba murallas, es como un roble que ni con un fuerte temblor desaparece, siempre tiene agallas para defender al ser que ama, no tiene edad, no hay distancia que lo haga malograr, siempre permanece como fiero león defendiendo lo que le pertenece. En el amor es el corazón y no la razón quien te da las respuestas que necesitas. Por ejemplo, cuando extrañas a una persona a todas horas y cuentas los minutos que te faltan para verla, si cada segundo está en tu pensamiento, si una mirada suya, una caricia, un abrazo, un beso… te hacen sentir mariposas en el estómago, si te late el corazón a mil por hora cuando la vez o estás cerca, si cada cosa que ves, escuchas o hueles, te la recuerda, si el tiempo a su lado pasa volando y siempre quieres más, volviéndote adicta a su contacto, no hay dudas de que estás perdidamente enamorada.

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Muchas veces le pregunto a la noche y a la Luna que son testigos de amores nocturnos: ¿Qué hechizo tienen tus labios que me besan y no puedo separarme de ellos, labios turgentes y húmedos como pétalos al rocío que cuando me besan me impiden pensar en nada más? ¿Qué conjuro me hicieron tu voz y tus dulces palabras que de mis pensamientos no puedo quitarlas? ¿Que encantamiento me hicieron tus caricias que mi piel aunque esté húmeda arde entera, cuando con tus manos tiernas el amor inicias? ¿Qué magia tiene tu mirada que me perturba? ¿Qué embrujo tienen tus manos y tu cuerpo que si me tocan y te acercas no puedo alejarme de ti? ¿Que sortilegio de amor es el que me tiene cautiva si mi corazón que era fuerte no palpita si no tengo tus besos?… Les pregunto y quiero que me respondan solo por curiosidad, para que aclaren mis pensamientos… pero que no piensen ni por un segundo que les estoy pidiendo ayuda para que me quiten el encantamiento que feliz estoy disfrutando.

Soy feliz de amarte, no tengo dudas… Te amo de una manera inexplicable, de una forma inconfesable, de un modo contradictorio. Te amo con mis estados de ánimo que son muchos y cambian de humor continuamente, por lo que ya sabes: el tiempo, la vida, la muerte. Te amo con el mundo que no entiendo, con la gente que no comprende, con la ambivalencia de mi alma, con la incoherencia de mis actos, con la fatalidad del destino, con la conspiración del deseo, con la ambigüedad de los hechos. Aun si en algún momento te digo que no te amo, te amo. En el fondo llevo a cabo un plan para amarte… mejor.

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Te amo sin reflexionar, inconscientemente, espontáneamente, involuntariamente, por instinto, por impulsos, irracionalmente en efectos, no tengo argumentos lógicos, ni siquiera improvisados para fundamentar este amor que siento por ti. Que surgió misteriosamente de la nada, que no ha resuelto mágicamente nada, y que milagrosamente, a poco con poco y con nada ha mejorado lo peor de ti y de mi. Te amo con un cuerpo que no piensa, con un corazón que no razona, con una cabeza que no coordina. Te amo incomprensiblemente, sin preguntarme por qué te amo, sin importarme por qué te amo, sin cuestionarme por qué te amo. Te amo sencillamente porque te amo. Y yo misma no sé explicar por qué te amo.

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Me tienes entregado a tu boca que vuelve loca mi razón, a tu piel que envenena la mía de deseo, a tu sexo que me invita imponente a que lo saboree, a tu montura que me ata a tus caderas, a tu forma de poseerme y tenerme…. Entre mis piernas es dónde quiero que calmes tu hambre de sexo, donde busques apagar tu sed de placer, deja ahí tus ganas y tu intención arrancándome gemidos en busca de tu destino, saciando mis deseos de mil maneras, es ahí dónde quiero tenerte, entre mis piernas… dime, amor, ¿se te ocurre un lugar mejor?

( Los textos son de autor desconocido, fueron copiados y recontados por Adonis)

 

¿EXISTE EL AMOR ETERNO?

Un joven guerrero

Un día un joven guerrero se enamoró de una joven muy bella y ambos decidieron casarse tras lograr el permiso de sus padres.

Como se amaban tanto y sabiendo de los peligros de la convivencia, decidieron consultar el brujo de la tribu para que les preparase un conjuro que hiciese su amor y su alianza realmente eterna.

El brujo le dijo al guerrero:

“Ve a las montañas del Norte y sube a la más alta que encuentres; cuando estés en la cima busca el halcón más vigoroso, el más fuerte y más valiente de todos. Debes cazarlo y traerlo vivo aquí.”

Luego, dirigiéndose a la hermosa muchacha le dijo:

“Ve a las montañas del Sur y busca en la cordillera el águila más cazadora, la que vuele más alto y la de mirada más profunda. Tú sólita debes cazarla y traerla viva aquí.”

Tras varios días de andar por las montañas el guerrero y la muchacha consiguieron sus objetivos y volvieron con las hermosas aves junto al brujo.

“¿Qué debemos de hacer con ellas?” le preguntaron.

“Son hermosas y fuertes estas aves ¿Verdad?” les preguntó el brujo.

“Sí” respondieron ellos. “Son las mejores que hay y nos costó mucho capturarlas.”

“¿Las vieron volar muy alto y muy veloces?”, les preguntó de nuevo el brujo.

“Sí. Volaban más alto y rápido que ninguna”, respondieron los dos.

“Muy bien. Ahora quiero que las aten la una a la otra por las patas.”

Los dos jóvenes así lo hicieron y siguiendo las instrucciones del brujo después las soltaron. Las pobres aves intentaban volar pero como estaban atadas la una a la otra se estorbaba y no pudieron hacerlo. Lo único que conseguían era tropezarse la una con la otra y haciéndose daño se revolcaban por los suelos.

“¿Ven lo que les sucede a estas aves?”, les dijo el brujo.

“Atadas la una a la otra ninguna es capaz de volar mientras que solas lo hacían muy alto.”

“Este es el conjunto que les doy para que su amor sea eterno:

  • Que su alianza no sea atadura para ninguno sino fuerza y aliento para crecer y mejorar como personas.
  • Que su amor no les cree dependencias si no que manifieste el cariño y la solidaridad de quienes comparten el mismo pan.
  • Respeten como personas y dejen que cada uno pueda volar libremente para ir aprendiendo a volar juntos por el cielo.
  • Si actúan así su amor será realmente eterno porque nunca será limitación sino un estímulo para que cada uno pueda crecer.
  • Cierto es que todo lo que limita el alma muere tarde o temprano en esta vida porque nuestra ley suprema es la de crecer y evolucionar como personas.
  • Muere un amor desgraciado que atenaza a los amantes y los oprime como personas. Muere con la alegría como quien de repente sale libre de una cárcel donde prisionera estaba su alma.
  • Pero también muere un amor feliz aunque muera con pena, muere cuando reblandece a los amantes y los hace más vulnerables y dependientes como personas.
  • El único amor que nunca muere, el único amor que supera incluso la muerte es ese pacto sagrado de las almas porque ambas se ayudan en su evolución, por las que ambas se respetan para que puedan ser libres ya la vez solidarias entre sí.
  • Si quieres que tu amor sea realmente inmortal no ahogues con tu abrazo la libertad de tu amante y que vuestro pacto sea siempre de mutuo crecimiento.
  • Que su amor les de fuerzas para volar muy alto como las águilas en el cielo, para volar juntos trazando circuitos en el cielo y también para saber volar en solitario sin apegos y sin miedos.
  • Solo así su amor podrá ser realmente eterno porque no solo será alimento y gozo para el cuerpo sino fuerza para su espíritu.

Si me quieres, quiéreme entera 

Si me quieres, quiéreme entera,
no por zonas de luz o sombra…
Si me quieres, quiéreme negra
y blanca, y gris, verde, y rubia,
y morena…
Quiéreme día,
quiéreme noche…
¡Y madrugada en la ventana abierta!…

Si me quieres, no me recortes:
¡Quiéreme toda… O no me quieras!

Te quiero a cada momento

Te quiero con toda mi alma y con todo mi cuerpo
 a veces, en las tardes de lluvia.
Pero a las dos de la tarde, o a las tres, cuando me
pongo a pensar en nosotros dos, y tú piensas en la
comida o en el trabajo diario, o en las diversiones
que no tienes, me pongo a odiarte sordamente, con
la mitad del odio que guardo para mí.
Luego vuelvo a quererte, cuando nos acostamos y
siento que estás hecha para mí, que de algún modo
me lo dicen tu rodilla y tu vientre, que mis manos
me convencen de ello, y que no hay otro lugar en
donde yo me venga, a donde yo vaya, mejor que tu
cuerpo. Tú vienes toda entera a mi encuentro, y
los dos desaparecemos un instante, nos metemos
en la boca de Dios, hasta que yo te digo que tengo
hambre o sueño.

( Los textos son de autor desconocido, fueron copiados y recontados por Adonis)

 

  SI DUDAS, NO ES AMOR

¿Es amor verdadero?

En el amor, si  hay dudas…No es amor, cuando es amor lo sientes, tu sonrisa te delata, tus sentidos te lo dicen, y todo tu cuerpo flota. Piensas en esa persona y sonríes con todo el cuerpo. No hay duda, es amor.

A veces tenemos relaciones que parecen amor y no lo son: pueden ser comodidad, entretenimiento, rutina, facilidad, pero no son amor. Conozco varias personas a mi alrededor que saben de lo que hablo, atrapadas en una relación fácil que no les lleva a nada. Es difícil deshacerse de algo así, porque en realidad nada va mal. El problema es que el amor no es una sucesión de situaciones en las que “no hay nada malo”, o en las que estás cómodo. El amor tiene que ser emoción, torbellino, sentimientos. No vale con que “no haya nada malo”, es que tiene que tener “todo bueno”. No quiero decir con esto que en una relación de verdad no pueda haber enfados o discusiones, o momentos peores, pero deben ser los menos.

Leí el otro día una historia que ilustra bien lo que estoy explicando. En ella contaban que Camila, una chica que vivía en un desierto, nunca en su vida había visto una flor. Se hizo con un catálogo de una tienda de flores y verduras de un pueblo cercano, y lo ojeó decidiendo qué flor encargaría para disfrutar, por fin, de sus colores, aromas y formas preciosas. La flor que más le llamó la atención fue la del cardo, aunque en el catálogo no venía su nombre, por lo que tuvo que describirla por teléfono. El repartidor llegó al día siguiente con una alcachofa. Camila no lo sabía, por supuesto, y pensó que se trataba de su flor de cardo. Respiró su aroma y no le pareció que fuese especial; esperó unos días a que saliera su hermosa flor morada, pero nada de eso ocurrió. En cambio, la alcachofa se puso más y más fea cada día, hasta que Camila tuvo que tirarla antes de que se pudriera por completo. Fue una semana muy triste para Camila, que había encargado una flor con mucha ilusión, y no entendía cómo sus familiares y amigos podían decir que una flor era algo maravilloso.

Después de un tiempo, decidió volver a probar suerte. Esta vez se decantó por una beza decorativa, y de nuevo trató de describirla lo mejor posible por teléfono. El repartidor entendió que se trataba de una coliflor, y eso le entregó al día siguiente. Camila, emocionada, abrió el paquete para observar su flor. No le pareció hermosa, ni pudo describir su aroma como “embriagador”. Estaba perdiendo la esperanza con esto de las flores. Llamó a su hermana para contarle lo sucedido, y su hermana le contestó “no sé qué eran, pero eso que me describes no eran flores. Las flores son hermosas y poseen fragancias maravillosas. Una flor es una flor siempre, no cambia. A menos que no la cuides, claro, entonces se marchita. Pero te lo aseguro: cuando veas una flor de verdad, la reconocerás sin duda”.

Unas semanas después, el repartidor al ver que llevaba días sin hacer pedido, decidió llevarle a Camila un obsequio: una preciosa violeta. Cuando abrió la cajita y observó por primera vez aquella belleza, lo tuvo claro. “Es una flor, estoy segura. Es algo único y conmovedor, su belleza es infinita, y su fragancia embriagadora”. *

Con el amor ocurre lo mismo: es o no es, no hay dudas. Ahora, si crees que lo que estás viviendo es amor, disfruta muchísimo de ello y no dejes que se marchite. Si por el contrario lo que vives no es amor, piensa si te merece la pena vivir una relación a medias, que no te ofrece todo lo que el amor verdadero podría ofrecerte. Es tu decisión, pero está en juego tu felicidad, así que piénsalo.

( Los textos son de autor desconocido, fueron copiados y recontados por Adonis)

 

 

ME SABES QUERER BIEN

 No me necesitas para ser feliz

No te mides ni tengo que calibrar mis palabras ni mis actos porque cumplimos a rajatabla la presunción de inocencia. Tengo la certeza de que cuando me preguntas qué debes hacer es porque quieres mi consejo y no una excusa. Buscas mi opinión y no mi permiso.

Te quiero porque no me necesitas para volar. Eres, has sido y serás esa persona que se come el mundo a grandes dentelladas. De vez en cuando, nos miramos a los ojos con las manos llenas y la sonrisa amplia e intercambiamos los bocados. Me encanta el sabor de tu mundo. Me gusta que caces tus sueños y que me animes a perseguir los míos y, sobre todo, me gusta cuando los compartimos. De esta manera, vivir es un banquete que no acaba.

Tu forma de mirar es radicalmente distinta a la mía.Tenemos tantas semejanzas como diferencias y nos gusta celebrarlas todas. Los nexos de unión nos hacen fuertes y los de desacuerdo, imbatibles. Juntos, tenemos el doble de puntos fuertes.

Te quiero porque eres una naranja entera y, por eso, podemos combinar de mil formas para inventar nuevos sabores. Vivimos el doble porque no somos mitades. Tenemos vocación de infinitud. Y es que contigo adaptarse nunca ha significado restarse ni partirse, sino sumarse. Tienes tu mundo propio y yo tengo el mío y entre los dos hacemos explotar universos. Y aunque los dos miremos a la vez y al mismo punto, vemos cosas diferentes. Contigo aprendo otras formas de llenar mis ojos.

Te quiero porque eres tan grande que nada te gusta más que verme crecer. Porque te gusta mirar mi espalda cuando, en cualquier ámbito, avanzo más rápido que tú. Porque, si me esperas, es porque te apetece caminar conmigo y no porque sientas que te falto. Me demuestras a diario que no me escoges porque te completo sino porque a mi lado estás mejor. Abrimos la puerta cada día y, cada vez, decidimos quedarnos para compartir un rato más.

Todo tu afán es que mi vida conserve todos sus colores. Añades una paleta nueva, pero no manchas mi cuadro con ella. Los dos sabemos que no somos meta sino viaje. No somos el coche, sino el copiloto. Sabíamos que el amor era esto: compartir vida, experiencias, historia. Pero hasta ahora, al menos yo, no lo había entendido bien. Que el amor no es un lazo que ata sino una onda que tiende a la expansión centrífuga. Y, en su loca trayectoria, hace del mundo un lugar mucho más brillante.

Te quiero porque eres libre. Porque nunca me has dicho “te necesito”, “no podría vivir sin ti” ni me has vendido un “siempre” hipócrita que no sabes si cumpliremos. Porque no me idealizas. Sabes que puedo hacerte daño y te da miedo, pero no por ello dejas de estar así de cerca. Decides arriesgarte cada día. Conoces mis defectos tan bien como yo y, sin embargo, apuestas por mí. Yo conozco los tuyos y nunca había tenido tan claro que alguien merecía la pena.

Me gusta que, cuando discutimos, lo hagamos para llegar a conclusiones y nunca para atacarnos, jamás para controlar al otro. Que tu amor sea tan generoso y brillante que no necesites entenderme del todo para respetarme. Que nos reconstruyamos a diario para ser mejores.

Me has enseñado a querer bien y a dejarme querer como merezco. Me has demostrado que, para ser equipo, lo que tengo que hacer es ser yo. Ser yo del todo, completamente, con todos mis claroscuros. Me animas a equivocarme porque sabes que así aprenderé, y sé que me echarás una mano si la pido después del tropezón, pero que vas a dar por hecho que no te necesito para levantarme

Te quiero porque el motivo por el que caminas junto a mí es que te gusta mi ritmo y no porque tengas miedo de la soledad. Porque contigo río y lloro y me enfado y me recuerdas que no siempre tengo que ser fuerte pero que, sin embargo, lo soy. No me das mi fuerza. Me señalas dónde está.

Te quiero porque no me necesitas para ser feliz. Simplemente, compartes tu felicidad conmigo.Porque somos amigos, amantes, colegas, familia y pareja de baile. Porque somos compañeros de manta, mochila y cerveza. Eres brazo, hombro, cerebro, pierna y sonrisa. Eres todas las cosas. Y ninguna es mía (ni quiero que lo sea nunca, no quiero quitarte absolutamente nada), pero todas están conmigo.

( Los textos son de autor desconocido, fueron copiados y recontados por Adonis)

 

 

A VECES NO NECESITAMOS PALABRAS SINO AMOR

Lo que aprendí en la vida

Aprendí que lo que es para siempre son los sentimientos, pero no así las personas.
El amor o el cariño que uno siente por alguien siempre permanece en nuestro corazón, sin embargo no ocurre así con las personas.
En la vida nos cruzamos con seres que adoramos y que esperamos que siempre estén ahí con nosotros y en cierto modo lo estén, pero es a través de nuestro corazón, de ese sentimiento que sentimos, pues aunque no queramos en el algún momento se van, en algún momento ya no podemos ver mas sus rostros, ya no sabemos que paso de ellos, ni porque se enojaron quizás con nosotros o porque dijeron adiós o porque se fueron sin decir ni una palabra.
Es el cariño o el amor que sentimos lo que hacen que jamas los olvidemos, que cuando hacemos un gesto nos o hagamos algo nos acordemos de ellos. Si, es ese sentimiento el que vive y esta por siempre al lado nuestro acompañándonos.

Aprendí que uno puede llegar a perdonar más de lo que uno cree. Cuantas veces hacemos encuestas que dicen ¿perdonarías una infidelidad? ¿perdonarías una traición? ¿perdonarías una mentira? Y por lo general decimos no, o decimos depende ¿de que depende?
Acaso sabemos de que depende? No, la vida me enseño que cuando uno quiere a alguien es capaz de perdonar todo, aun cuando eso que paso te aleje o hagas que te vayas de su lado.
Quizás el orgullo u otros sentimientos hagan hacer eso, el decir todo termino, pero es mentira, dentro de nuestro corazón sigue intacto todo lo que sentimos y si nos alejamos y dejamos de ver esa persona y dejamos entrar otras a nuestras vidas, pero jamas olvidamos y dejamos de querer…

Aprendí que si uno quiere a alguien es muy difícil luego odiarlo.

Aprendí que el silencio es bueno cuando necesitamos estar con nosotros mismos, cuando necesitamos aclarar nuestros sentimientos y pensar en todo lo que paso, pero se convierte en un puñal cuando el otro necesita que le digas que paso, porque te alejas, porque de golpe desapareces. El silencio puede herir en algunas ocasiones más que una mentira.

Aprendí que una verdad puede dolerte y hacerte llorar unos cuantos días, pero que una mentira te marca para siempre.

Aprendí que siempre es mejor hablar a quedarse callado. No se trata simplemente de pelear o de lastimar, sino de hablar, de buscar una solución a todo y salir adelante.

Aprendí que no hay que esperar a que el otro actué, pues jamas sabemos cuando el otro necesita que nosotros lo llamemos o le digamos que estamos ahí.

Aprendí que si quiero que alguien me llame, bueno es mejor que no espere y que lo haga yo, la vida no es tan larga y el vivir ocultando lo que uno desea no es la mejor solución.

Aprendí que una sorpresa con cariño siempre roba una sonrisa. Que jamas se dicen demasiados te quiero, que siempre se necesita oír uno mas y que jamas es tarde para pedir perdón.

Aprendí que aunque yo hoy no tenga sueños, siempre es lindo soñar y soñar despierto, porque la vida en si es un sueño.

Aprendí que no es malo pedir ayuda, ni tampoco mostrar que tenemos miedo, quizás al hacerlo nos sorprendemos y vemos que no somos los únicos que sentimos así.

Aprendí que la mejor voz siempre es la de mi corazón y la de mi alma, que cuando dejo hablar a mi orgullo, a mi soberbia, a mi mente por lo general termino lastimando a alguien y termino lastimándome a mi misma.

Aprendí que siempre hay en nuestro corazón un lugar para alguien nuevo.

Aprendí que es tan sencillo robar una sonrisa pero que no siempre lo hacemos y aún no comprendo porque.

Aprendí que las desilusiones también son necesarias, que son parte de la vida. Que a veces solo a partir de ellas aprendemos a no cometer el mismo error.

Aprendí que los celos si son simples y no obsesivos no son malos, que muchas veces nos muestran que alguien nos quiere.

Aprendí que es lindo tener una ilusión cada día.

Aprendí que no existen imposibles, que es el hombre el que los crea, nosotros ponemos tantas trabas a nuestras vidas, que se nos hace imposible hacer miles de cosas. Nos ponemos horarios, valores, burocracias. Vivimos poniéndonos limites y luego nos quejamos de ellos mismos.

Aprendí que a veces no necesitamos palabras sino amor, que un abrazo fuerte puede darnos más paz y regocijo que miles de palabras.

Aprendí que es bueno a veces mirar a lo lejos y tratar de ver mas allá de lo que nuestros ojos pueden ver. Sentarse en un lugar algo y ver todo desde arriba y luego sentarse bien abajo para poder tener todas las perspectivas posibles. Es increíble lo que uno puede descubrir al mirar algo desde sus distintos lados.

Aprendí que no hay una verdad, sino que está la mía, la tuya y la de él. Que todos desde nuestro punto de vista tenemos razón, que simplemente sentimos y pensamos diferente.

Aprendí que cada ser es un maestro y un aprendiz. Que cada cosa que nos cruzamos en la vida se convierte en nuestro aprendizaje y a su vez nosotros mismos le enseñamos también.

Aprendí que la peor ceguera es la de nuestra alma y no la de nuestros ojos.

Aprendí que aunque niegue mil veces que prefiero no enamorarme, es tan lindo sentirse así.

Aprendí que no me alcanzara esta vida ni la otra para poder seguir aprendiendo y entendiendo porque a veces actuó como lo hago, porque si a veces tan solo quiero decir te quiero, me enojo, porque si necesito a alguien aun me cuesta decírselo.

Aprendí que la memoria no borra, esconde.
Aprendí que el tiempo no cierra, pero ayuda a sanar.
Aprendí a no ser vulnerable cuando dejaste de llamar.
Aprendí a escuchar cuando oí tu silencio.
Aprendí a pedir perdón cuando me di cuenta del error.
Aprendí a levantar la cabeza cuando sentí odio y aprendí a llorar cuando me di cuenta de que no valió la pena.
Aprendí a reír cuando soñé con tu sonrisa.
Aprendí a recordar cuando entendí que todo vale la pena.
Aprendí que no termina, que cambia de forma.
Aprendí que no se puede querer eternamente y aprendí que si compito contra el tiempo, siempre pierdo.
Aprendí que nada es tan malo y que me gusta caminar en una carrera.
Aprendí que hay que rodear y llegar al otro lado para darse cuenta de que siempre es lo mismo.
Aprendí que los amores eternos pueden terminar en una noche, que grandes amigos pueden volverse grandes desconocidos.
Aprendí que el amor no tiene la fuerza que imaginé.
Aprendí que nunca conocemos a una persona de verdad, que todavía no inventaron nada mejor que el abrazo de alguien importante.
Aprendí que el nunca más, nunca se cumple y que él para siempre, siempre termina.
Aprendí que el que quiere puede y lo consigue.
Aprendí que a veces el que arriesga no pierde nada y que perdiendo también se gana.
Aprendí que no se puede dar marcha atrás por mucho que se quiera.

( Los textos son de autor desconocido, fueron copiados y recontados por Adonis)

 

NUNCA MENDIGUES AMOR

Tu valor no depende de cuanto te quieran los demás

Una profesora de secundaria sacó de su cartera un billete de 20 euros y lo enseñó a sus alumnos de entre trece y quince años, a la vez que les preguntó:“¿A quién le gustaría tener este billete?”. Todos los alumnos levantaron la mano.

Entonces la profesora cogió el billete y lo arrugó, haciéndolo una bola. Incluso lo rasgó un poquito en una esquina; y volvió a preguntar:

“¿Quién sigue queriéndolo?” Todos los alumnos volvieron a levantar la mano.

Finalmente, la profesora tiró el billete al suelo y lo pisó repetidamente diciendo:“¿Aún queréis este billete?” Todos los alumnos respondieron que sí.

Entonces la profesora les dijo:“Espero que de aquí aprendáis una lección importante hoy. Aunque he arrugado el billete, lo he pisado y tirado al suelo… Todos habéis querido tener el billete porque su valor no había cambiado, seguían siendo 20 euros. Muchas veces en la vida te ofenden, hay personas que te rechazan y los acontecimientos te sacuden dejándote hecho una bola o tirado en el suelo. Sientes que no vales nada, pero recuerda, tu valor no cambiará NUNCA para la gente que realmente te quiere. Incluso en los días en los que sientas que estás en tu peor momento, tu valor sigue siendo el mismo, por muy arrugado que estés”.

El amor no se ruega

Cuánto dolor hay en esta frase.“¡Te suplico, no me dejes!”. ¿Le has rogado alguna vez a alguien por amor? Si lo hiciste, no te sirvió de nada, solo hizo sentir muy mal.

Si no quieren estar contigo, rogarle solo te hará sentir fatal.

Si te deja de repente, es natural que tras esa desagradable noticia, no quieras dejarlo ir, le dices sobre lo mucho que lo quieres y dices que sin su presencia no podrás vivir.

En un par de días tú te limpias las lágrimas y decides ser fuerte, porque sabes que no puedes obligar a nadie a amar.

Pero hay casos de personas que persiguen a sus ex durante meses o incluso años, reclamando su amor y pidiéndoles que regresen.

Qué pena es ver a esas personas que se humillan, que destruyen su autoestima y su dignidad, que tan fuerte dependen emocionalmente de una pareja que ya les eliminó de su corazón y de su vida…

¿Para qué necesitas estar con una persona que no quiere estar contigo? ¿Por qué quieres castigarte pasando tu vida con la persona que no te ama y perder las posibilidades de conocer a personas que cada noche estaría dispuesto a bajarte la luna?

Piensa que solo tienes una vida, y personas. hay muchas, tantas como peces en el mar. Empieza a amarte, para no rogar por amor al que no te lo puede dar

El amor es un sentimiento que se vive en plena libertad, sin pedir a nadie que lo ame. Sin estar mendigando amor por nadie, va más allá de toda lógica. Lo bonito lo hace cuando crece de igual intensidad por ambas partes.

Esta situación es temporal, en el momento en que pase un tiempo seguro que puedes ver a esa persona con cierta distancia emocional y ahí ya te será más constructivo retomar el contacto con ella. Por ello, no es bueno cerrar las puertas a todo ni siquiera a la amistad ya que tal vez en algún momento te parezca imposible que puedas ser amigo de la otra persona.

Quererte a ti mismo, para que esa persona especial también lo haga.  En el momento menos esperado aparecerá esa persona, que, de repente cambiará tu vida.y vivirás algo maravilloso. Recuerda siempre que, si se hace esperar, es porque será más grandioso de lo que tu mismo esperas.

Recuperándose del rechazo

Ingredientes:

  • 1 pieza de aceptación – reconocer que el amor es una decisión que se regala.
  • 2 pedazos de compasión – entender que la otra persona no ve con claridad.
  • 2 cucharadas de confianza y tolerancia – aceptar que uno es valioso a pesar del rechazo.
  • 1 vaso grande de fortaleza – valor para no caer en el maltrato ni dejarse lastimar.
  • 1 pizca de humor – encontrar una razón para reír y aprender una buena lección.

( Los textos son de autor desconocido, fueron copiados y recontados por Adonis)

 

 

 

DIOS JAMÁS TE DEJARÁ NI TE ABANDONARÁ

Fe y confianza siempre en Dios

¿Te sientes solo o sola en este momento?, ¿Sientes como que si Dios te ha abandonado?

Hay momentos en los que definitivamente nos sentimos totalmente solos, como que pareciera que Dios se ha alejado o desaparecido y es que nuestro mismo estado emocional nos hace creer que hoy si estamos abandonados en medio de esos problemas de la vida.

Y es que la sensación de abandono divino por lo general llega siempre que por alguna razón hemos descuidado nuestra relación personal con Dios. Quizá ya no estás orando, quizá ya ni lees la Biblia, pueda que no te congregues o lo haces pocas veces y ya no regularmente y es allí entonces en donde somos más vulnerables a sentirnos abandonados y solos.

La verdadera realidad es que Dios jamás nos abandona, Él siempre ha estado allí en el mismo lugar de siempre, tan solo al alcance de una oración. Lo que ocurre es que nosotros somos los que optamos por alejarnos poco a poco y cuando venimos a sentir creemos que estamos solos porque volvemos a ver a los lados y no vemos a Dios, pero no lo vemos porque lo hemos dejado, nos hemos separado de Él, poco a poco hemos ido hacia el camino equivocado y es allí en donde solo encontraremos soledad.

Lo bueno de todo es que Dios siempre está dispuesto a recibirnos, lo único que tenemos que hacer es BUSCARLO. Y es que cuando decidimos buscarlo todo el panorama cambia, pareciera que nuestros ojos son abiertos y nos damos cuenta que Él ha estado más cerca de lo que creíamos, que nunca nos abandono, que fuimos nosotros quienes con nuestras decisiones habíamos optado por alejarnos, pero que Él siempre se mantuvo fiel a su Palabra estando allí, tan cerca, tan lleno de amor y misericordia como siempre.

¿Te sientes solo o sola en este momento?, ¿Sientes como que si Dios te ha abandonado?, entonces seguramente necesitas reflexionar sobre que tan cerca de Él estas en este momento, ¿Cómo está tu comunión con Él?, ¿Estás hablando con Él?, ¿Estás leyendo su Palabra?, porque si no lo estás haciendo seguramente es la causa por la que te sientes solo y abandonado.

Hoy quiero animarte a levantar tu cabeza, a buscar a Dios, a ir delante de Él, a rendirte completamente y a permitir que sea Él y nadie más que Él quien te ayude a solucionar esos problemas que posiblemente estés enfrentando.

Nunca te olvides de buscarlo, aun cuando pareciera que nada cambie, debes de confiar, debes de seguir creyendo, debes de ir de la mano con Él, porque cómo dice la Biblia: “Yo soy la vid, vosotros los pámpanos; el que permanece en mí, y yo en él, este lleva mucho fruto; porque separados de mí nada podéis hacer” Juan 15:5.

No permitas que el sentimiento de soledad y abandono te ganen la partida, Dios no quiere que te sientas solo, Dios no quiere que te sientas abandonado, Él es tú Padre, y tú Padre JAMÁS TE ABANDONARÁ.

Toma esta Palabra como tuya:

¡Así que sé fuerte y valiente! No tengas miedo ni sientas pánico frente a ellos, porque el Señor tu Dios, él mismo irá delante de ti. No te fallará ni te abandonará.

¡ÉL NO TE FALLARÁ NI TE ABANDONARÁ!, ¡NUNCA LO OLVIDES!

Autor: Enrique Monterroza (destellodesugloria.org)

Todo depende de Dios

Hijo mío, no emprendas muchas cosas a la vez; si son demasiadas, te perjudicarás: aunque corras no las conseguirás y no podrás librarte más de ellas.

Hay quiénes se fatigan en el trabajo, se agotan y se atormentan y se encuentran más pobres que antes.

Otros son débiles y vulnerables, sin recurso y carentes de todo, pero el Señor los mira con ojos favorables. Los saca de su abatimiento y les hace levantar la cabeza, a tal punto que muchos se maravillan de ello.

Prosperidad y mala suerte, vida y muerte, pobreza y riqueza, todo viene de Dios.

Los que son fieles pueden contar con la generosidad del Señor, su benevolencia los guiará siempre.

Piensa en la suerte de un hombre que se ha enriquecido a fuerza de cálculos y de economías.

A los mejor se dice a sí mismo: “Tengo bien ganado el descanso, ya puedo vivir con lo que he adquirido”.

Pero no sabe el tiempo que le queda, morirá y se lo dejará todo a otros. Se fiel a tu trabajo, consagrale tu vida y continúa con tu labor hasta tus días de ancianidad.

No te escandalices por el éxito de los pecadores; pon tu confianza en el Señor y persevera en tu labor.

Es fácil para el Señor hacer rico al pobre en un instante. La bendición del Señor recompensará a sus fieles: de repente, sin hacerse anunciar, trae sus frutos.

No digas: ¿Qué me falta, qué más podría tener o desear?

No digas: “Tengo todo lo que necesito, ¿Qué desgracia podría ocurrirme ahora?”. En los días buenos se olvida uno de los malos, en los días malos no se acuerda más de los buenos.Aún cuanto esté cerca el fin, es fácil para el Señor darle a cada uno según como has vivido.

La hora de la prueba hace olvidar todos los placeres, al acabarse la vida de un hombre es cuando sus acciones se aprecian. No proclames feliz a nadie, mientras la persona no este muerta: la conocerás solo al final.

                                                 

¿Por qué  te confundes y te amargas ante los problemas de la vida? 

Déjame el cuidado de todas tus cosas y todo te ira mejor. Cuando te abandones a mí, todo se resolverá con tranquilidad según mis designios. No te desesperes, no me dirijas una oración agitada, como si quisieras exigirme el cumplimiento de tus deseos. Cierra los ojos del alma y dime con calma. Jesús yo en ti Confió… Si Señor en ti Confió…

Evita las preocupaciones y angustias y los pensamientos sobre lo que pueda suceder después. No estropees mis planes, queriéndome imponer tus ideas. Déjame ser Dios y actuar con Libertad. Abandónate confiadamente en mí. Reposa en mí y deja en mis manos tu futuro. Dime frecuentemente: Jesús yo en ti confió. Lo que más daño te hace es tu razonamiento y tus propias ideas y querer resolver las cosas tu manera. Cuando me dices: Jesús, yo en ti confió, no seas como el paciente que le pide al medico que lo cure, pero le sugiere el modo de hacerlo. Déjate llevar en mis brazos divinos, no tengas miedo, yo te amo.

Si crees que las cosas empeoran o se complican a pesar de tu oración sigue confiando. Cierra los ojos del alma y confía.

Continúa diciéndote a toda hora: Jesús confió en ti.

Necesito las manos libres para poder obrar. No me ates con tus preocupaciones inútiles, Satanás quiere eso: Agitarte, angustiarte, quitarte paz. Confía solo en mí, abandónate en mí. Así que no te preocupes, hecha en mí todas tus angustias y duerme tranquilamente. Dime siempre: Jesús, confió en ti y veras grandes milagros. Te lo prometo por mi amor…

( Los textos son de autor desconocido, fueron copiados y recontados por Adonis)

 

 

EL AMOR NO SABE DE IDIOMAS

UN NUDO EN LA SÁBANA

En la reunión de padres de familia de una escuela, la directora resaltaba el apoyo que los padres deben darle a los hijos.
Ella entendía que aunque la mayoría de los padres de la comunidad eran trabajadores, debían encontrar un poco de tiempo para dedicar y pasar con los niños.
Sin embargo, la directora se sorprendió cuando uno de los padres se levantó y explicó, que él no tenía tiempo de hablar con su hijo durante la semana.

Cuando salía para trabajar era muy temprano y su hijo todavía estaba durmiendo y cuando regresaba del trabajo era muy tarde y el niño ya estaba acostado.

Explicó además, que tenía que trabajar de esa forma para proveer el sustento de la familia.
Dijo también que el no tener tiempo para su hijo lo angustiaba mucho e intentaba reemplazar esa falta dándole un beso todas las noches cuando llegaba a su casa y para que su hijo supiera que él le había ido a ver mientras dormía, hacía un nudo en la punta de la sábana.
Cuando mi hijo despierta y ve el nudo, sabe que su papá ha estado allí y lo ha besado. El nudo es el medio de comunicación entre nosotros.

La directora se emocionó con aquella singular historia y se sorprendió aún más cuando comprobó que el hijo de aquel hombre era uno de los mejores alumnos de la escuela.

Este hecho nos hace reflexionar sobre las muchas formas en que las personas pueden hacerse presentes y comunicarse con otros.
Aquél padre encontró su forma, una forma simple pero eficiente. Y lo más importante es que su hijo percibía a través del nudo, todo el afecto de su papá.

Algunas veces nos preocupamos tanto con la forma de decir las cosas que olvidamos lo principal que es la comunicación a través del sentimiento.
Simples detalles como un beso y un nudo en la punta de una sábana, significaban para aquél hijo, muchísimo más que un montón de regalos o disculpas vacías.

Es válido que nos preocupemos por las personas, pero lo más importante es que ellas sepan y puedan sentir nuestra preocupación y cariño por ellas.

Para que exista la comunicación, es necesario que las personas “escuchen” el lenguaje de nuestro corazón, ya que los sentimientos siempre hablan más alto que las palabras.
Es por ese motivo que un beso, revestido del más puro afecto, cura el dolor de cabeza, el golpe de la rodilla o el miedo a la oscuridad.
Las personas tal vez no entiendan el significado de muchas palabras, pero saben distinguir un gesto de afecto y amor, aunque ese gesto sea solamente un nudo en la sábana. Un nudo cargado de afecto, ternura y amor.

“Vive de tal manera que cuando tus hijos piensen en justicia, cariño, amor e integridad, piensen en ti”

La vida te devuelve lo que siembras

De repente hijo y su padre estaban caminando en las montañas.ente, el hijo se lastima y grita: “Aaaahhhhhhh!!”. Para su sorpresa, escucha una voz que repite en algún lugar de la montaña: “Aaaahhhhhhh!!”.

Con curiosidad el niño grita: “¿Quién está ahí?”.

Recibe una respuesta: “¿Quién está ahí?”.

Enojado con la respuesta, el niño grita: “Cobarde”.

Y recibe de respuesta: “Cobarde”.

El niño mira a su padre y le pregunta: “¿Qué sucede?”

El padre, sonríe y le dice: “Hijo mío, presta atención”.

Y entonces el padre grita a la montaña: “Te admiro”.

Y la voz le responde: “Te admiro”.

De nuevo, el hombre grita: “Eres un campeón”.

Y la voz le responde: “Eres un campeón”. El niño estaba asombrado, pero no entendía.

Luego, el padre le explica: La gente lo llama eco, pero en realidad es la vida.

Te devuelve todo lo que dices o haces. Nuestra vida es simplemente un reflejo de nuestras acciones.

Si deseas más amor en el mundo, crea más amor a tu alrededor. Si deseas felicidad, da felicidad a los que te rodean.

Si quieres una sonrisa en el alma, da una sonrisa al alma de los que conoces.

Esta relación se aplica a todos los aspectos de la vida.

La vida te dará de regreso, exactamente aquello que tú le has dado. Tu vida, no es una coincidencia, es un reflejo de ti.

Alguien dijo: “Si no te gusta lo que recibes de vuelta, revisa muy bien lo que estás dando”.

Nadie es perfecto en la vida, pero siempre intentemos ser mejores cada día.

Consejos de un padre a su hijo

Observa el amanecer por lo menos una vez al año.

Estrecha la mano con firmeza, y mira a la gente de frente a los ojos.

Ten un buen equipo de música.

Elige a un socio de la misma manera que elegirías a un compañero de tenis: busca que sea fuerte donde tú eres débil y viceversa.

Desconfía de los fanfarrones: nadie alardea de lo que le sobra.

Recuerda los cumpleaños de la gente que te importa.

Evita a las personas negativas; siempre tienen un problema para cada solución.

Conduce automóviles que no sean muy caros, pero date el gusto de tener una buena casa.

Nunca existe una segunda oportunidad para causar una buena primera impresión.

No hagas comentarios sobre el peso de una persona, ni le digas a alguien que está perdiendo el pelo. Ya lo sabe.

Recuerda que se logra más de las personas por medio del estímulo que del reproche (dile al débil que es fuerte y lo verás hacer fuerza).

Anímate a presentarte a alguien que te cae bien simplemente con una sonrisa y diciendo: Mi nombre es fulano de tal; todavía no nos han presentado.

Nunca amenaces si no estás dispuesto a cumplir.

Muestra respeto extra por las personas que hacen el trabajo más pesado.

Haz lo que sea correcto, sin importar lo que otros piensen.

Encomienda tus tareas y decisiones diariamente al Espíritu Santo.

Dale una mano a tu hijo cada vez que tengas la oportunidad. Llegará el momento en que ya no te dejará hacerlo.

Aprende a mirar a la gente desde sus sandalias y no desde las tuyas. Ubica tus pretensiones en el marco de tus posibilidades.

Recuerda el viejo proverbio: Sin deudas, sin peligro.

No hay nada más difícil que responder a las preguntas de los necios.

Aprende a compartir con los demás y descubre la alegría de ser útil a tu prójimo. (El que no vive para servir, no sirve para vivir).

Acude a tus compromisos a tiempo. La puntualidad es el respeto por el tiempo ajeno.

Confía en Dios, pero cierra tu automóvil con llave.

Recuerda que el gran amor y el gran desafío incluyen también el gran riesgo.

Nunca confundas riqueza con éxito.

No pierdas nunca el sentido del humor y aprende a reírte de tus propios defectos.

No esperes que otro sepa lo que quieres si no lo dices.

Aunque tengas una posición holgada, haz que tus hijos paguen parte de sus estudios.

Haz dos copias de las fotos que saques y envíalas a las personas que aparezcan en las fotos.

Trata a tus empleados con el mismo respeto con que tratas a tus clientes.

No olvides que el silencio es a veces la mejor respuesta.

No deseches una buena idea porque no te gusta de quien viene.

Nunca compres un colchón barato: nos pasamos la tercera parte nuestra vida encima de él.

No confundas comfort con felicidad.

Nunca compres nada eléctrico en una feria artesanal.

Escucha el doble de lo que hablas (por eso Dios nos dio dos oídos y una sola boca.

Cuando necesites un consejo profesional, pídelo a profesionales y no a amigos.

Aprende a distinguir quiénes son tus amigos y quiénes son tus enemigos.

El amigo que nunca falla es Jesús. Confía siempre en Él y rézale todos los días.

Nunca envidies: la envidia es el homenaje que la mediocridad le rinde al talento.

Recuerda que la felicidad no es una meta sino un camino: disfruta mientras lo recorres.

Si no quieres sentirte frustrado, no te pongas metas imposibles.

La gente más feliz no necesariamente tiene lo mejor de todo… simplemente disfruta al máximo de todo lo que Dios pone en su camino.

( Los textos son de autor desconocido, fueron copiados y recontados por Adonis)

 

VIVIMOS NECESITADOS DE AMOR

El gusano y la flor

Había una vez un gusano que se había enamorado de una flor.

Era por supuesto, un amor imposible, pero el animalito no quería seducirla ni hacerla su pareja. Ni siquiera quería hablarle de amor. Él solamente soñaba con llegar hasta ella, y darle un beso. Un solo beso.

Cada día, y cada tarde, el gusano miraba a su amada, cada vez más alta, cada vez más lejos. Cada noche soñaba que, finalmente, llegaba a ella y la besaba.

Un día, el animalito decidió que no podía seguir soñando cada noche con la flor y no hacer nada para cumplir su sueño. Así que, valientemente, avisó a sus amigos, los escarabajos, las hormigas y las lombrices, que treparía por el tallo para besar a la flor.

Todos coincidieron en que estaba loco, y la mayoría intentó disuadirlo, pero no hizo caso. El gusano llegó arrastrándose hasta la base del tallo y comenzó la escalada.

Trepó toda la mañana y toda la tarde, pero cuando el sol se ocultó, sus músculos estaban exhaustos.

– “Pasaré la noche agarrado del tallo, y mañana seguiré subiendo. Estoy más cerca que ayer”, pensó, aunque solo había avanzado diez centímetros y la flor estaba a más de un metro y medio de altura.

Sin embargo, lo peor fue que, mientras el gusano dormía, su cuerpo viscoso y húmedo resbaló por el tallo, y por la mañana el gusano amaneció donde había comenzado un día antes.

Miró hacia arriba y pensó que debía redoblar los esfuerzos durante el día y aferrarse mejor durante la noche. De nada sirvieron las buenas intenciones. Cada día, el gusano trepaba, y cada noche, resbalaba otra vez hasta el piso. Sin embargo, cada noche, mientras descendía sin saberlo, seguía soñando con un beso deseado.

Sus amigos le pidieron que renunciara a su sueño, o que soñara otra cosa, pero el gusano sostuvo, con razón, que no podía cambiar lo que soñaba cuando dormía, y que si renunciaba a sus sueños, dejaría de ser quien era.

Todo siguió igual durante días, hasta que una noche que el gusano soñó tan intensamente con su flor, que sus sueños se transformaron en alas… y a la mañana el gusano despertó mariposa, desplegó las alas, voló a la flor… Y la besó. (Jorge Bucay)

Poesía del amor imposible

Esta noche pasaste por mi camino
Y me tembló en el alma no sé qué afán
Pero yo estoy consciente de mi destino
Que es mirarte de lejos y nada más.

No, tú nunca dijiste que hay primavera
En las rosas ocultas de tu rosal.
Ni yo debo mirarte de otra manera
Que mirarte de lejos y nada más.

Y así pasas a veces tranquila y bella,
Así como esta noche te vi pasar.
Más yo debo mirarte como una estrella
Que se mira de lejos y nada más.

Y así pasan las rosas de cada día
Dejando las raíces que no se van.
Y yo con mi secreta melancolía
De mirarte de lejos y nada más.

Y así seguirás siempre, siempre prohibida,
Más allá de la muerte si hay más allá.
Porque en esa vida, si hay otra vida,

La necesidad de ser amado

Eterno tema donde los haya y, sin embargo, ¡cuánta fuente de dolor es amar desde la necesidad!

Cuando nuestro deseo primario es recibir, amamos desde la necesidad. Yo necesito que llenes un hueco de mi interior para colmarme con tu amor. Pero ese hueco no se llena nunca por mucho amor que me des porque mi vacío es mío y sólo se puede llenar desde dentro, con mi propio amor.

Damos con la secreta esperanza de recibir a cambio. Pero como damos desde la carencia, desde el sentir que no tengo suficiente amor en mi interior, convertimos el amor en un juego de “yo te doy, tú me das”, un intercambio mercantil condenado al fracaso.

El que da amor gratuitamente, sin tener la expectativa de cuándo recibiré algo a cambio, siempre recibe amor, aunque sepa que habrá personas que no estarán preparadas para recibir ese amor porque les remueve sus dolores y heridas propias. Pero otros corazones se sentirán movidos a amar también.

Aman porque amar es su forma de ser, el aire que respiran, lo que les constituye y no pueden hacer otra cosa que expresarlo, como el sol no puede hacer otra cosa que dar luz y calor, es su esencia. Y sólo por el hecho de expresar lo que uno es ya va recibiendo por el camino, sin esperarlo.

No puedes pedir a nadie que te ame o te comprenda -puntualmente sí, como actitud no-; es una experiencia espontánea y natural que surge cuando se ha descubierto que se tiene amor dentro de uno para dar y que éste se reparte a los demás como la luz se desparrama en todo el día.

Si das esperando recibir, eres como un mendigo con su cuenco vacío esperando que otro lo llene. No se puede mendigar el cariño y la comprensión porque estás actuando desde tu propia carencia y convirtiendo el amor en una necesidad y no en la expresión de lo que eres.

Sólo se da lo que se tiene y se recibe aquello para lo que se está preparado, y tú no estás preparado para recibir amor si vas de mendigo con tu cuenco vacío. Tienes suficiente amor dentro de ti porque tú eres amor, aunque necesites descubrirlo por ti mismo, y entonces dando amor estarás preparado para recibirlo.

En el mismo acto de dar amor te estás llenando, siempre que des gratuitamente y seas consciente de que tu amor no pretende nada más que seguir siendo tú mismo, sin salir fuera de ti contentando a los demás.

Y entenderás a la gente que no pueda amarte o que rechace tu amor porque, simplemente, tienen que hacer su propio camino para encontrarse con el amor que son. Tienen mucho miedo a toparse con su dolor y se defienden de sentir. Pero a ti te basta con amar porque no puedes hacer otra cosa.

( Los textos son de autor desconocido, fueron copiados y recontados por Adonis)

El AMOR ESTÁ EN PELIGRO

 ¡Maten al amor!

Hubo una vez en la historia del mundo, un día terrible en donde el odio  fue el rey de los malos sentimientos, los defectos y las malas virtudes;
Entonces convocó a una reunión urgente a todos ellos.Todos los malos sentimientos del mundo y los deseos más perversos del corazón humano, llegaron a esta reunión, con la curiosidad por saber cual era el propósito de la misma. Cuando estuvieron todos reunidos habló el odio… y dijo: “Los hemos reunido a todos, porque deseo con todas mis fuerzas matar a alguien”.Los asistentes no se extrañaron mucho pues era el odio el que estaba hablando y él siempre quiere matar a alguien… sin embargo, todos se preguntaban entre sí, quién sería tan difícil de matar para que el odio los necesitara a todos ellos. “QUIERO QUE MATEN AL AMOR“… dijo. Muchos sonrieron, pues más de uno había sentido ganas de hacerlo.El primer voluntario fue el mal carácter, quien dijo: Yo iré y les aseguro que en un año el amor habría muerto. Provocaré tal discordia y rabia que no lo soportará”.
Al cabo de un año se reunieron otra vez y al escuchar el resultado del mal carácter, quedaron muy decepcionados.
Lo siento, lo intenté todo, pero… Cada vez que yo sembraba una discordia, el amor la superaba y salía adelante…”Fue entonces cuando muy diligente se ofreció: La ambición, que haciendo alarde de su poder dijo:
“En vistas que el mal carácter fracasó, iré yo,
Desviaré la atención del amor hacia el deseo por la riqueza y por el poder… Eso nunca lo ignorará…”Y empezó la ambición el ataque hacia su víctima, quien efectivamente cayó herida, pero… Después de luchar por salir adelante renunció a todo deseo desbordado de poder y triunfó de nuevo. El odio, furioso por el fracaso de la ambición, envió a los celos, quienes burlones y perversos, inventaban toda clase de artimañas y situaciones, para despistar al amor y lastimarlo, con dudas y sospechas infundadas.Pero el amor confundido lloró, y pensó que no quería morir… Y con valentía y fortaleza se impuso sobre ellos y venció. Año tras año, el odio, siguió en su lucha enviando a sus más hirientes compañeros; envió a la frialdad, al egoísmo, la indiferencia, la pobreza, la enfermedad, y a muchos otros que fracasaron siempre, porque cuando el amor se sentía desfallecer tomaba de nuevo fuerzas y todo lo superaba.El odio convencido de que el amor era invencible, les dijo a los demás:
“No hay nada que hacer, el amor ha soportado todo, llevamos muchos años insistiendo y no lo logramos”.De pronto, en un rincón del salón se levantó un sentimiento poco conocido; vestía todo de negro, con un sombrero gigante que le caía sobre su rostro y no lo dejaba ver; su aspecto era fúnebre como el de la muerte.”Yo mataré AL AMOR“, dijo con seguridad.Todos se preguntaron quien era ese sentimiento que pretendía hacer él solo, lo que ninguno de ellos había podido hacer.El odio dijo: ¡ve, y hazlo!Tan solo había pasado algún tiempo cuando el odio volvió a llamar a todos los malos sentimientos para comunicarles que después de mucho esperar por fin…EL AMOR había muerto.Todos estaban felices, pero sorprendidos.Entonces el sentimiento del sombrero y traje negro habló:
“Ahí les entrego al amor, totalmente muerto y destrozado”.Y sin decir nada más se marchó.¡¡ Espera !! dijo el odio: En tan poco tiempo lo eliminaste por completo, lo desesperaste y no hizo el menor esfuerzo para vivir? ¿Quién eres?El sentimiento levantó por primera vez su feo rostro y dijo:”Yo soy… LA RUTINA…”

 La caja que estaba llena de besos

Hace ya tiempo, un hombre castigó a su niña pequeña, de 3 años, por desperdiciar un rollo de papel de envoltura dorado.
El dinero era escaso en esos días, por lo que explotó en furia cuando vio a la niña envolviendo una caja para ponerla debajo del árbol de Navidad. Sin embargo, la mañana siguiente la niña le llevó el regalo a su padre y dijo:
– “Esto es para ti, papito”. Él se sintió avergonzado de su reacción de furia, pero volvió a explotar cuando vio que la caja estaba vacía. Le volvió a gritar, diciendo:
– “¿No sabes que cuando das un regalo a alguien se supone que debe haber algo dentro?”.

La pequeña volteó hacia arriba con lágrimas en los ojos y dijo:
– “Oh, papito, no está vacía. Yo soplé besos dentro de la caja… Todos para ti, papi”. El padre se sintió morir; puso sus brazos alrededor de su niña y le suplicó que lo perdonara.

Se dice que el hombre guardó esa caja dorada cerca de su cama por años y siempre que se sentía derrumbado tomaba de la caja un beso imaginario y recordaba el amor que su niña había puesto ahí.

En una forma muy sensible, cada uno de nosotros, humanos, hemos recibido un recipiente dorado, lleno de amor incondicional y besos de nuestros hijos, amigos, pareja, familia o de Dios. Nadie podría tener una propiedad o posesión más hermosa que ésta.

( Los textos son de autor desconocido, fueron copiados y recontados por Adonis)

 

 

 

UN BELLO CORAZÓN

Pasar la vida con el corazón intacto

Un joven estaba en el centro de la ciudad, proclamando tener el corazón más bello de la región. Una multitud lo rodeó y todos admiraron su corazón. No había marcas ni cualquier otro defecto. Todos estuvieron de acuerdo en que aquel era el corazón más bello que hubiesen visto.
El joven estaba muy orgulloso de su bello corazón. De repente, un anciano apareció frente a la multitud y dijo:¿por qué el corazón del joven no es tan bonito como el mío? La multitud y el joven miraron hacia el corazón del anciano, que estaba latiendo con vigor, pero tenía muchas cicatrices. Tenia lugares en que se habían removido pedazos habiéndose colocado otros en su lugar, pero estos no encajaban bien, causando muchas irregularidades. En ciertos puntos del corazón, faltaban pedazos.
El joven al ver el corazón del anciano, dijo: Usted debe estar bromeando… Compare nuestros corazones. El mío está perfecto, ¡y el suyo es una mezcla de cicatrices y agujeros! ¡Así es!, dijo el anciano. Viéndolo, tu corazón parece perfecto, pero yo no cambiaría el mío por el tuyo. Mira, cada cicatriz representa una persona a la cual le di mi amor. Tomé un pedazo de mi corazón y se lo di a cada una de esas personas. Muchas de ellas me dieron un pedazo de su propio corazón para que lo pusiera en el mío, pero, como los pedazos no eran exactamente iguales, posee irregularidades. Pero yo los quiero porque me traen recuerdos del amor que compartimos. Algunas veces di pedazos de mi corazón a quien no me retribuyó. Por eso tiene agujeros. Y duelen. Permanecen abiertos, recordándome el amor que sentí por esas personas…
Espero que un día ellas me correspondan, llenando ese vacío.¿ Que te parece joven? ¿Ahora entiendes en qué consiste la verdadera belleza? El joven se quedó callado y las lágrimas rodaron por su rostro. Se aproximó al anciano. Arrancó un trozo de su perfecto y joven corazón y se lo ofreció al anciano, quien retribuyó el gesto.
El joven miró su propio corazón, que ya no era perfecto como antes, sino más bello que nunca. Los dos se abrazaron y se fueron juntos. Cómo debe ser triste pasar la vida con el corazón intacto. Esta es tu oportunidad de quitarte un pedazo de tu corazón y enviárselo a la persona que quieras, o no hacerlo, y dejar tu corazón intacto… ¡¡¡ Yo me quité un pedacito especialmente para ti !!!

“Examinad el corazón, no las apariencias”

Me quedé viuda muy joven y con tres hijos pequeños. Mi casa estaba ubicaba frente a la entrada de la Clínica Universitaria de Navarra, en Pamplona. Para ayudarme económicamente, alquilaba una habitación a algunos pacientes de la clínica que vivían fuera y buscaban dónde quedarse mientras duraba su tratamiento.

Una tarde de verano mientras preparaba la cena, escuché que llamaban a mi puerta. Abrí y vi a un anciano verdaderamente repugnante.

Es un poco más alto que mi hijo de ocho años.– Pensé mientras miraba su cuerpo pequeño y arrugado. Lo más aterrador era su rostro, deformado a causa de la hinchazón, y las heridas que todavía estaban en carne viva. Sin embargo, su amable y dulce voz contrastó radicalmente el escenario cuando dijo:

—Buenas noches. He venido a ver si usted tiene una habitación disponible tan solo por una noche. He venido esta mañana desde la costa para un tratamiento y no hay ningún autobús de vuelta hasta mañana temprano.

Luego, me comentó que había estado buscando un cuarto por varias horas pero que no había tenido éxito, pues al parecer nadie tenía habitaciones disponibles.

—Debe ser por mi rostro…sé que se ve horrible, pero mi doctor dice que con algunos tratamientos más…

Por un momento vacilé en aceptarlo como huésped, pero sus siguientes palabras me convencieron:

—Puedo dormir en esta mecedora, aquí afuera, en la entrada. Mi autobús sale mañana en la mañana.

Le dije que teníamos una cama preparada, y que pasara a la habitación si lo deseaba. Mientras tanto, entré y terminé de hacer la cena. Cuando estuvo todo listo le pregunté al anciano si le gustaría cenar.

—No, gracias. Tengo suficiente – Y levantó una bolsa de papel marrón, donde según él guardaba una “suculenta” cena que se había preparado la noche anterior. Yo le hice ademán de que pasara al comedor a cenar conmigo y mis hijos; lo cual hizo encantado.

Cuando terminé de lavar los platos, salí al comedor para hablar con él algunos minutos. No era muy difícil darse cuento que este hombre tenía un inmenso corazón. Me dijo que pescaba para mantener a sus seis hijos y a su esposa, quien había quedado inválida por un problema en la columna. No lo contaba para quejarse; de hecho usaba mucho el “gracias a Dios…”. Estaba agradecido de no sentir dolor alguno por su enfermedad, que era aparentemente algún tipo de cáncer de piel. Sobre todo, agradecía mucho a Dios por la fortaleza que le daba para poder seguir adelante.

Después de una larga y amena charla, se despidió y pasó a su dormitorio.

Cuando me levanté en la mañana, vi que la puerta de la habitación estaba abierta, las sábanas estaban perfectamente dobladas y el pequeño hombrecito estaba fuera en la entrada, esperando. No quiso tomar desayuno, pero poco antes de que se fuera, y como si pidiese un gran favor, me preguntó:

—¿Podría quedarme aquí la próxima vez que reciba el tratamiento? No le incomodaré en lo más mínimo. Puedo dormir cómodamente en una silla.

Se detuvo un momento y luego añadió:

—Sus niños me hacen sentir en casa. A los adultos les asusta mi rostro, pero a los niños parece no importarles.

Le dije que sería bienvenido en cualquier ocasión.

En su siguiente visita llegó poco después de las siete de la mañana. Trajo de regalo un gran pescado y unos pulpos gigantescos. Dijo que los había pescado esa misma noche para que estuvieran frescos y deliciosos. Yo sabía que su bus salía a las 4:00 a.m y me preguntaba cuándo habría dormido el pobre hombre.

Durante los años que vino a quedarse con nosotros siempre nos traía pescados o vegetales de su jardín. Sus regalos tenían doble valor sabiendo cuán pobre era el anciano. Cuando recordaba estas cosas, pensaba en un comentario que hizo nuestro vecino después que partió aquella primera mañana.

—¿Alojaste a ese repugnante hombre anoche? ¡Yo lo rechacé! ¡Puedes perder clientela recibiendo tal gente!

Probablemente haya perdido clientela, pero sé que mi familia estará siempre agradecida de haberlo conocido. Aprendimos de él a aceptar sin quejas lo malo y a agradecer a Dios lo bueno.

Recientemente estaba visitando a una amiga que tiene un vivero. Me estaba mostrando sus flores hasta que llegamos a la más bella de todas: un crisantemo dorado floreciendo. Pero para mi sorpresa, estaba creciendo en un viejo bote oxidado y abollado.

Yo pensé,

—Si esta fuera mi planta, la pondría en la mejor maceta que tuviera mi amiga me hizo cambiar de parecer.

—Me quedé sin macetas– me explico- y sabiendo cuán bella sería esta flor, pensé que no importaría que brotara en este viejo bote. Era solo por un corto tiempo hasta que la pudiera poner en el jardín.

Ella se debe haber preguntado por qué sonreí, pero me estaba imaginando esta escena en el cielo:

—Aquí está uno especialmente hermoso, debe haber dicho Dios al encontrarse con el espíritu del viejo pescador. Estoy seguro de que no le importará empezar en este pequeño y deforme cuerpo.

A veces los hombres somos muy injustos a la hora de emitir nuestros juicios. Tendemos a juzgar rápidamente, y además, por las apariencias. ¡Con qué facilidad rechazamos a una persona porque en la primera impresión no nos gustó! ¡Qué sería de nosotros si Dios juzgara con tanta ligereza! Afortunadamente, Dios mira el corazón. Aprendamos también nosotros a hacer lo mismo.

( Los textos son de autor desconocido, fueron copiados y recontados por Adonis)

 

 

EN EL AMOR NO ES TODO FÁCIL

Las pruebas del amor

Una princesa que solo tenía 17 años estaba locamente enamorada de un capitán de su guardia. Deseaba casarse con él, aún a costa de lo que pudiera perder.

Su padre, el Rey, que tenía fama de sabio no cesaba de decirle:
– No estás preparada para recorrer el camino del amor.
– El amor es renuncia y así como regala, crucifica.
– Todavía eres muy joven y a veces caprichosa.
– Si buscas en el amor solo la paz y el placer, no es este el momento de casarte.

La princesa respondía:
– Pero padre, ¡ seré tan feliz junto a él !
– No me separaré ni un solo instante de su lado.
– Compartiremos hasta el más profundo de nuestros sueños.

Entonces el rey reflexionó y se dijo:
– Las prohibiciones hacen crecer el deseo.
– Si le prohíbo que se encontrará con su amado, su deseo por él crecerá desesperado.
– Además los sabios dicen:
Cuando el amor os llegue, seguidlo, aunque sus senderos son arduos y penosos

De modo que al fin el Rey dijo a su hija:
– Hija mía, voy a someter a prueba tu amor por ese joven.
– Vas a ser encerrada con él cuarenta días y cuarenta noches.
– Si al final siguen queriéndose casar es que estás preparada y entonces tendrás mi consentimiento.

La princesa, loca de alegría, aceptó la prueba y le di las gracias a su padre.

Todo marchó perfectamente, pero tras la excitación y la euforia de los primeros días no tardó en presentarse la rutina y el aburrimiento. Lo que al principio era música celestial para la princesa se fue tornando ruido. Comenzó a vivir un ir y venir entre el dolor y el placer, la alegría y la tristeza. Así, antes de que pasaran dos semanas ya estaba deseando tener otro tipo de compañía, llegando a repudiar todo lo dijera o hiciese su amante. A las tres semanas estaba tan harta de aquel hombre que chillaba y aporreaba la puerta de su recinto. Cuando al fin pudo salir de allí, se echó en brazos de su padre agradecida de haberle librado de aquel a quién había llegado a aborrecer.

Al tiempo, cuando la princesa recobró la serenidad perdida, le dijo a su padre:
– Padre, háblame del matrimonio.

Y su padre, el rey, le dijo:
– Escucha lo que dicen los poetas de nuestro reino:

“Dejad que en vuestra unión crezcan los espacios.
Amaos el uno al otro, más no hagáis del amor una prisión.
Llenaos mutuamente las copas, pero no bebáis de la misma.
Compartid vuestro pan, más no comáis del mismo trozo.
Y permaneced juntos, más no demasiados juntos,
pues ni el roble ni el ciprés, crecen uno a la sombra del otro”

El amor es ciego

Cuenta la leyenda que una vez se reunieron en un lugar de la tierra todos los sentimientos y cualidades de los hombres. Cuando el Aburrimiento había bostezado por tercera vez, la Locura, como siempre tan loca, les propuso:

– ¿Jugamos al escondite?

La Intriga se levantó con los ojos fruncidos, y la Curiosidad sin poder contenerse preguntó:

– ¿Al escondite? ¿Y cómo es eso?

Es un juego – explicó la Locura – en el que yo me tapo la cara y comienzo a contar desde uno hasta un millón mientras ustedes se esconden y, cuando yo haya terminado de contar, el primero de ustedes que encuentre, ocupará mi lugar para continuar el juego.

La Alegría dio tantos saltos que terminó por convencer a la Duda, e incluso la Apatía a la que nunca le interesaba nada. Pero no todos quisieron participar. La Verdad prefirió no esconderse; ¿para qué? Si al final siempre le hallaban. La SOBERBIA opinó que era un juego muy tonto (en el fondo, lo que le molestaba era que la idea no había sido suya), y La Cobardía prefirió no arriesgarse.

– Uno, dos, tres…. Comenzó a contar la Locura.

La primera en esconderse fue la Pereza, que como siempre, se dejó caer tras la primera piedra del camino. La Fe subió al cielo y la Envidia se escondió tras la sombra de el Triunfo, que con su propio esfuerzo había logrado subir a la copa del árbol más alto.

La Generosidad, casi no alcanzaba a esconderse; cada sitio que hallaba le parecía maravilloso para alguno de sus amigos: ¿qué si un lago cristalino?¡Es ideal para la Belleza!; ¿Qué si la rendija de un árbol? ¿Perfecto para la Timidez; ¿qué si el vuelo de una mariposa? ¡ Lo mejor para la Voluptuosidad!; ¿qué si una ráfaga de viento? ¡ Magnífico para la Libertad! Así que terminó por ocultarse en un rayo de sol. El Egoísmo, en cambio, encontró un sitio muy bueno desde el principio, ventilado, cómodo… Eso sí, solo para él.

La Mentira se escondió en el fondo de los océanos ¡mentira, en realidad se escondió detrás del arco iris! y La Pasión y el Deseo en el centro de los volcanes, el Olvido …¡se me olvidó donde se escondió!… Pero no es lo importante.

Cuando la Locura contaba 999999, el Amor aún no había encontrado sitio para esconderse, pues todo se encontraba ocupado, hasta que divisó un rosal y, enternecido, decidió esconderse entre sus flores.

– ¡Un millón! – contó la Locura y comenzó a buscar.

La primera en aparecer fue la Pereza, solo a tres pasos de la piedra. Después escuchó a la Fe discutiendo con Dios en el cielo sobre zoología, y a la Pasión y al Deseo los sintió en el vibrar de los volcanes.

En un descuido encontró a la Envidia, y claro, pudo deducir donde estaba el Triunfo. Al Egoísmo no tuvo ni que buscarlo; él solo salió desesperado de su escondite que había resultado ser un nido de avispas.

De tanto caminar sintió sed y al acercarse al algo descubrió a la Belleza. Y con la Duda resultó más fácil todavía pues la encontró sentada sobre una cerca sin decidir aún en que lado esconderse.

Así fue encontrando a todos: el Talento entre la hierba fresca, la Angustia en una oscura cueva, la Mentira detrás del arco iris… (¡Mentira, ella estaba en el fondo del océano!), y hasta el Olvido, al que ya se le había olvidado que estaba jugando al escondite.

Pero solo el Amor no aparecía por ningún sitio.

La Locura buscó detrás de cada árbol, bajo cada arroyo del planeta, en la cima de las montañas y, cuando estaba a punto de darse por vencida, divisó un rosal y las rosas… Y tomó una horquilla y comenzó a mover las ramas, cuando de pronto un doloroso grito se escuchó. Las espinas habían herido en los ojos al Amor y la Locura no sabía que hacer para disculparse; lloró, rogó, pidió perdón, y hasta prometió ser su lazarillo.

Desde entonces, desde que por primera vez se jugó al escondite en la tierra,

El amor es ciego y la locura siempre, siempre le acompaña.

La princesa de fuego

Hubo una vez una princesa increíblemente rica, bella y sabia. Cansada de pretendientes falsos que se acercaban a ella para conseguir sus riquezas, hizo publicar que se casaría con quien le llevase el regalo más valioso, tierno y sincero a la vez. El palacio se llenó de flores y regalos de todos los tipos y colores, de cartas de amor incomparables y de poetas enamorados. Y entre todos aquellos regalos magníficos, descubrió una piedra; una simple y sucia piedra. Intrigada, hizo llamar a quien se la había regalado. A pesar de su curiosidad, mostró estar muy ofendida cuando apareció el joven, y este se explicó diciendo:

– Esa piedra representa lo más valioso que os puedo regalar, princesa: es mi corazón. Y también es sincera, porque aún no es vuestro y es duro como una piedra. Solo cuando se llene de amor se ablandará y será más tierno que ningún otro.

El joven se marchó tranquilamente, dejando a la princesa sorprendida y atrapada. Quedó tan enamorada que llevaba consigo la piedra a todas partes, y durante meses llenó al joven de regalos y atenciones, pero su corazón seguía siendo duro como la piedra en sus manos. Desanimada, terminó por arrojar la piedra al fuego; al momento vio cómo se deshacía la arena, y de aquella piedra tosca surgía una bella figura de oro. Entonces comprendió que ella misma tendría que ser como el fuego, y transformar cuanto tocaba separando lo inútil de lo importante.

Durante los meses siguientes, la princesa se propuso cambiar en el reino, y como con la piedra, dedicó su vida, su sabiduría y sus riquezas a separar lo inútil de lo importante. Acabó con el lujo, las joyas y los excesos, y las gentes del país tuvieron comida y libros. Cuantos trataban con la princesa salían encantados por su carácter y cercanía, y su sola presencia transmitía tal calor humano y pasión por cuanto hacía, que comenzaron a llamarla cariñosamente “La princesa de fuego”.
Y como con la piedra, su fuego deshizo la dura corteza del corazón del joven, que tal y como había prometido, resultó ser tan tierno y justo que hizo feliz a la princesa hasta el fin de sus días

( Los textos son de autor desconocido, fueron copiados y recontados por Adonis)

 

 

VIVA LO ROMÁNTICO Y LAS PERSONAS SENSIBLES

El tiempo y el amor

Había una vez una isla muy linda y de naturaleza indescriptible, en la que vivían todos los sentimientos y valores del hombre; El Buen Humor, la Tristeza, la Sabiduría… Como también, todos los demás, incluso el AMOR.

Un día se anunció a los sentimientos que la isla estaba por hundirse.

Entonces todos prepararon sus barcos y partieron. Únicamente el AMOR quedó esperando solo, pacientemente, hasta el último momento.

Cuando la isla estuvo a punto de hundirse, el AMOR decidió pedir ayuda.

La riqueza pasó cerca del AMOR en una barca lujosa y el AMOR le dijo: “Riqueza… ¿me puedes llevar contigo?” – No puedo porque tengo mucho oro y plata dentro de mi barca y no hay lugar para ti, lo siento, AMOR…

Entonces el Amor decidió pedirle al Orgullo que estaba pasando en una magnifica barca. Orgullo te ruego… ¿puedes llevarme contigo?

No puedo llevarte AMOR… Respondió el Orgullo: – Aquí todo es perfecto, podrías arruinar mi barca y ¿Cómo quedaría mi reputación?

Entonces el AMOR dijo a la Tristeza que se estaba acercando: “Tristeza te lo pido, déjame ir contigo”. – No AMOR… Respondió la Tristeza. – Estoy tan triste que necesito estar sola.

Luego el Buen Humor pasó frente al AMOR, pero estaba tan contento que no sintió que lo estaban llamando.

De repente una voz dijo: “Ven AMOR te llevo conmigo”. El AMOR miró a ver quien le hablaba y vio a un viejo.

El AMOR se sintió tan contento y lleno de gozo que se olvidó de preguntar el nombre del viejo.

Cuando llegó a tierra firme, el viejo se fue. El AMOR se dio cuenta de cuanto le debía y le pregunto al Saber: “Saber, ¿puedes decirme quien era este que me ayudo?”.

-“Ha sido el Tiempo”, respondió el Saber, con voz serena.

-¿El Tiempo?… Se preguntó el AMOR, ¿Por qué será que el tiempo me ha ayudado?

Porque solo el Tiempo es capaz de comprender cuan importante es el AMOR en la vida

La rosa y Juan

Juan se sentía solo, volvía a su departamento, y el silencio era el único que lo esperaba. Juan estaba triste, Juan estaba solo, muy solo. Y Juan tuvo una brillante idea:
– Compañía, eso lo que necesito, compañía. Y alegre se puso a pensar que tipo de compañía.
De chico le habían dicho que lo ideal para compañía era una rosa. También le habían advertido que las rosas tenían espinas y que si uno no era cuidadoso, en vez de disfrutar el placer de mirarlas, tocarlas y oler el perfume que emitían, podían terminar lamentándose todo el día de que la rosa era mala, que cada vez que uno se acercaba lo pinchaba a propósito con sus espinas, y otras tantas advertencias del mismo género.

Pero para Juan el riesgo valía la pena. Quería una rosa y salió a buscarla. Y cuando uno busca mucho siempre encuentra lo que busca.
Así Juan salió decidido a la calle y, oh casualidad, a la vuelta de la oficina donde trabajaba la vio, estaba ahí delante de sus ojos, como había estado ella durante meses esperándolo y mirándolo cada vez que él pasaba, pero nunca se habían cruzado miradas. Pero esta vez Juan estaba decidido a ser feliz y se acerco directamente a ella, tan directamente que la hizo temblar.
Juan la miró, y quedó totalmente embriagado y envuelto por su perfume. Juan estaba enamorado. Luego de un rato de pleno éxtasis Juan se decidió. Dio media vuelta y encaró al padre de la dama.
– ¿Cuánto cuesta?, preguntó con voz firme.
– Veinte pesos, contestó el Vendedor de Flores, sorprendido por la pregunta tan imprevista, pues ni siquiera le había dicho buen día, y agregó ya recompuesto.
– Con diez pesos más se lleva esta maceta hermosa, señalando una roja de cerámica.
A los pocos minutos Juan salía feliz del negocio con María, pues así le había puesto de nombre a la rosa. María salió alegre a la calle, en los brazos de Juan y vestida con su hermoso vestido de maceta roja.

Juan llegó a su casa, puso a María en el mejor lugar, donde podía recibir la luz de la mañana, luego guardó el comprobante de compra de la rosa y finalmente se sentó a su lado. El resto de la tarde se deleitó mirándola y sintiéndola.
Los primeros días fueron realmente una “Luna de Miel”.
A la noche Juan se llevaba a María al dormitorio para tenerla al alcance de su mano.
La luna de miel entre ellos duró poco.
Una noche Juan entre sueños acercó su mano para acariciar a María y de pronto el dolor intenso y una gota de sangre salió de su dedo Índice. María, con sus espinas lo había lastimado. Juan sintió que el dolor pasaba pero volvieron a su mente las advertencias: cuidado con las rosas, cuando tú quieres brindarles amor ellas te lastiman intencionalmente con sus espinas.

Al día siguiente Juan se olvidó de ponerle agua en la maceta a la Rosa, también se olvidó de ponerla al sol, y así hizo los siguientes tres días.
Fue el sábado que Juan al entrar al dormitorio la vio.
María estaba triste, sus pétalos que antes eran hermosos, estaban caídos sobre la mesita de luz.
Su tierra reseca.
Juan sorprendido por la actitud de María, buscó la factura de compra, pues tenía anotado en teléfono del negocio de plantas y llamó para reclamar.
– ¿Qué problema tiene con la planta que le vendí? preguntó el vendedor.
-¿Qué no la riega, ni la pone al sol desde hace tres días? preguntó el vendedor indignado.
Juan cortó, medio disculpándose por su ignorancia y se puso a regar a la rosa, pero no podía evitar recordar con bronca lo que ella le había hecho: lo había lastimado cuando el se acercó, y seguramente lo había hecho con intención.
Y comenzó a regarla hasta inundarla de agua, mientras pensaba…
– Voy a inundarla bien, así no la riego por siete días.
– Voy a dejarla al sol así no necesito moverla.
Y luego Juan se fue a hacer otras cosas, sus cosas, las que eran realmente importantes para él.
Y María siguió perdiendo pétalos. Ya no emitía ningún perfume, ya no sentía la energía y la palabra de Juan, y María se dejaba morir.

Pasaron otros tres días y Juan fue a un cine solo. Durante la película vio una escena que lo conmovió, y de pronto apareció la imagen de María ante sus ojos con sus pétalos caídos. Juan sintió en el fondo de su ser que María se moría de pena, y se dio cuenta que la amaba, que extrañaba sus formas, su tersura, su perfume, y Juan salió a las corridas del cine y volvió a su casa.
Encontró a María desfalleciendo, la tomó entre sus brazos, le sacó el agua en exceso de la maceta, y le habló del amor que le tenía, durante toda la noche. A la mañana la puso al sol, le agregó un poco de fertilizante, y así la cuidó en su convalecencia que duró casi un mes.

Al mes María estaba radiante y enamorada como siempre.
Y ese día Juan tomó el comprobante de compra y rompiéndolo en mil pedacitos le dijo a María
– Alguna vez creí, equivocadamente, que porque te había comprado y puesto el comprobante de compra bajo la maceta podía decirte ” soy tu dueño, y no te riego”.
– Hoy me doy cuenta que nuestra relación se sustenta en cambio en el amor diario que nos podamos dar, en que yo te riegue todos los días con mi amor, mientras tu me llenas con tu hermoso perfume, tu tersura, tu compañía y tu hermoso perfume.
Que todos los cuidados que yo te haya dispensado en el pasado, vivirán siempre como un maravilloso recuerdo, pero que no son suficientes para el día de hoy.
Y que a partir del día de hoy, para poder disfrutar te seguiré regando día tras día.
Y además tendré presente que si me encuentro con tus espinas puede ser, que parte de la culpa sea mía por no saber acercarme a ti.

( Los textos son de autor desconocido, fueron copiados y recontados por Adonis)

 

 

DIOS BENDIGA A NUESTROS HIJOS

Tus hijos no son tus hijos

El amor incondicional es la expresión más pura y sincera del amor. Generalmente se reserva a los hijos.

Es innato, no hay que hacer nada para que ocurra. Simplemente cuando nace un niño sus padres se enamoran de él, independientemente de como sea.

Probablemente ninguna otra persona nos querrá de esta manera: sin condiciones. Sin importar cómo somos, nuestros errores o defectos. Sin tener que hacer nada para que nos amen, simplemente ser nosotros mismos. 

En el pecho de los padres encontrarán todo el calor y alimento que  los hijos necesitan, también de allí surge todo el amor que generan en ellos.

Así es el amor por los hijos, sin condiciones, ni esperan nada más que amar porque con ellos descubren que dar es más satisfactorio que recibir.

Son un milagro ante nuestros ojos la luz la que me invita a levantarnos cada día de la cama, los que dan fuerzas para dar cada día más y mejorar cosas de nosotros, los que invitan a rectificar nuestra personalidad y a estudiar para ser virtuosos y saber dar buenos ejemplos.

El amor de los padres es distinto a los otros amores: No conoce la traición y jamás lastima intencionalmente.

El amor de los padres es universal e inalterable. Puede que haya alguna diferencia en la forma, pero la esencia se mantiene.

El amor de los padres posee la facultad de multiplicarse sin perder fuerza. No baja con el número de hijos, sube, crece, se desparrama y se riega en cada uno de los vástagos.

El amor de los padres no se agota. Puede que se canse de lidiar con la prepotencia infantil, pero el efecto no decae. El sentimiento parece interminable.

El amor de los padres no mide consecuencias. Es incondicional por definición y no espera retribuciones. Darían la vida sin pestañear, y prefieren el dolor propio al de los hijos.

El verdadero amor de los padres nunca deserta; por el contrario, el hijo problema, el necesitado, el preocupado, el enfermo, es al que más se atiende.

El amor de los padres está diseñado para que la vida perdure. Somos la especie que más cuidados necesita para sobrevivir y que más demora en volverse auto suficiente.

Sin duda es la réplica más grande del Amor de Dios que vivimos segundo a segundo de nuestra vida. Y muchas veces no lo reconocemos.

Los niños son pequeños solo una vez en la vida, por ese motivo no desperdicies ese tiempo con quejas, malos modos o estando todo el día fuera de casa. Tus hijos te necesitan, necesitan que estés a su lado, que les quieras, que les abraces, que les digas que les quieres mil veces al día… Necesitan todo esto y mucho más para poder desarrollarse como seres emocionalmente estables. Porque el amor que sienten por ti, cuando es correspondido de la misma forma pura e intensa, les hará sentirse seguros en este mundo caótico. Para un niño, su hogar estará dónde esté el amor de sus padres… Y para cuando crezcan y su amor se convierta en amor maduro hacia ti, les pasará igual.

Enseñarás a volar, pero no volarán tu vuelo
Enseñarás a soñar, pero no soñarán tu sueño
Enseñarás a vivir, pero no vivirán tu vida
Sin embargo…
En cada vuelo, en cada vida, en cada sueño, perdurará siempre la huella del camino enseñado.
( Los textos son de autor desconocido, fueron copiados y recontados por Adonis)

 

El SECRETO DE AMAR BIEN

Dar sin esperar recibir

Cuentan que una bella princesa estaba buscando consorte. Aristócratas y adinerados señores habían llegado de todas partes para ofrecer sus maravillosos regalos. Joyas, tierras, ejércitos y tronos conformaban los obsequios para conquistar a tan especial criatura.
Entre los candidatos se encontraba un joven plebeyo, que no tenía más riquezas que amor y perseverancia. Cuando le llegó el momento de hablar, dijo:
Princesa, te he amado toda mi vida. Como soy un hombre pobre y no tengo tesoros para darte, te ofrezco mi sacrificio como prueba de mi amor. Estaré cien días sentado bajo tu ventana, sin más alimentos que la lluvia y sin más ropas que las que llevo puestas.
Ésa es mi dote…
La princesa, conmovida por semejante gesto de amor, decidió aceptar. Tendrás tu oportunidad: Si pasas la prueba, me desposarás.
Así pasaron las horas y los días. El pretendiente estuvo sentado, soportando los vientos, la nieve, y las noches heladas. Sin pestañear, con la vista fija en el balcón de su amada, el valiente vasallo siguió firme en su empeño, sin desfallecer un momento.
De vez en cuando la cortina de la ventana real dejaba traslucir la esbelta figura de la princesa, la cual, con un noble gesto y una sonrisa, aprobaba la faena.
Todo iba a las mil maravillas. Incluso algunos optimistas habían comenzado a planear los festejos.
Al llegar el día noventa y nueve, los pobladores de la zona habían salido a animar al próximo monarca. Todo era alegría y jolgorio, hasta que de pronto, cuando faltaba una hora para cumplirse el plazo, ante la mirada atónita de los asistentes y la perplejidad de la infanta, el joven se levantó y sin dar explicación alguna, se alejó lentamente del lugar.
Unas semanas después, mientras deambulaba por un solitario camino, un niño de la comarca lo alcanzó y le preguntó a quemarropa:
¿Qué fue lo que te ocurrió? Estabas a un paso de lograr la meta. ¿Por qué perdiste esa oportunidad? ¿Por qué te retiraste?.
Con profunda consternación y algunas lágrimas mal disimuladas, contestó en voz baja:
No me ahorró ni un día de sufrimiento… Ni siquiera una hora…
NO MERECÍA MI AMOR.

Decir que quieres a alguien es muy fácil, demostrarlo ya es otra cosa, para sentir y dar amor del bueno solo hay dos cosas que debes priorizar: Sembrar raíces para que esa persona que quieres se quede y nunca cortar las alas por si decide volar.

 Definir el amor

Te quiero porque no me necesitas para ser feliz. Te quiero porque me quieres bien. No te mides ni tengo que calibrar mis palabras ni mis actos porque cumplimos a rajatabla la presunción de inocencia. Tengo la certeza de que cuando me preguntas qué debes hacer es porque quieres mi consejo y no una excusa. Buscas mi opinión y no mi permiso.

Te quiero porque no me necesitas para volar. Eres, has sido y serás esa persona que se come el mundo a grandes dentelladas. De vez en cuando, nos miramos a los ojos con las manos llenas y la sonrisa amplia e intercambiamos los bocados. Me encanta el sabor de tu mundo. Me gusta que caces tus sueños y que me animes a perseguir los míos y, sobre todo, me gusta cuando los compartimos. De esta manera, vivir es un banquete que no acaba.

Te quiero porque tu forma de mirar es radicalmente distinta a la mía. Tenemos tantas semejanzas como diferencias y nos gusta celebrarlas todas. Los nexos de unión nos hacen fuertes y los de desacuerdo, imbatibles. Juntos, tenemos el doble de puntos fuertes. 


Te quiero porque eres una naranja entera y, por eso, podemos mezclarnos de mil formas para inventar nuevos sabores. Te quiero porque eres tan grande que nada te gusta más que verme crecer… Que el amor no es un lazo que ata sino una onda que tiende a la expansión centrífuga.

Te quiero porque eres libre. Porque nunca me has dicho “te necesito”, “no podría vivir sin ti” ni me has vendido un “siempre” hipócrita que no sabes si cumpliremos. Porque no me idealizas. Sabes que puedo hacerte daño y te da miedo, pero no por ello dejas de estar así de cerca. Decides arriesgarte cada día. Conoces mis defectos tan bien como yo y, sin embargo, apuestas por mí. Yo conozco los tuyos y nunca había tenido tan claro que alguien merecía la pena. Me has enseñado a querer bien y a dejarme querer como merezco.

Te quiero porque no me necesitas para ser feliz. Simplemente, compartes tu felicidad conmigo. Porque somos amigos, amantes, colegas, familia y pareja de baile. Porque somos compañeros de manta, mochila y cerveza. Eres brazo, hombro, cerebro, pierna y sonrisa. Eres todas las cosas. Y ninguna es mía ni quiero que lo sea nunca, no quiero quitarte nada, pero todas están conmigo.

( Los textos son de autor desconocido, fueron copiados y recontados por Adonis)

 

 

 

LA FAMILIA

Cuando alguien te ama…

Cuando alguien te ama es paciente contigo.

Cuando alguien te ama, toma las circunstancias de tu vida y las usa de una forma constructiva para tu crecimiento.

Cuando alguien te ama, está de tu parte; quiere verte madurar y desarrollarte en el amor.

Cuando alguien te ama, no derrama su ira contigo por todos los “errores” que cometes, aunque sean muchos.

Cuando alguien te ama, sufre profundamente cuando ve que te desvías del camino, pero espera confiadamente hasta que puede orientarte a que sigas la senda correcta.

Cuando alguien te ama, sigue confiando en ti cuando ni siquiera tú confías en ti mismo.

Cuando alguien te ama, nunca te dice que eres un caso perdido; más bien trabaja pacientemente contigo y te corrige de tal manera que es posible que te cueste entender la profundidad del cuidado que tiene por ti.

Cuando alguien te ama, nunca te abandona aunque muchos de tus amigos lo hagan.

Cuando alguien te ama, se queda a tu lado cuando llegas al fondo de la desesperación y se pone en evidencia lo que realmente eres. Pero no te juzga, sino que te sigue viendo como una persona hermosa, digna y llena de valor y significado.

La verdadera familia es la que tú formas. Se hace fuerte no por el número de personas que se sientan en la mesa, por los recuerdos que comparten, por el compromiso de tiempo, cariño y amor que muestran entre sí, y por la esperanza para el futuro que tenemos como individuos y como una unidad.

La verdadera alegría que se disfruta en familia no es algo superficial, no viene de las cosas, de solo buenos momentos…La verdadera alegría viene de la armonía profunda entre las personas, que todos experimentan en su corazón y que nos hace sentir la belleza de estar juntos, de sostenerse mutuamente el camino de la vida.

Un hogar no es un edificio, ni una calle ni una ciudad; no tiene nada que ver con cosas tan materiales como los ladrillos y el cemento. Un hogar es donde está tu familia.

La familia de uno es lo más importante en la vida. Yo Lo miro de esta manera: Uno de estos días estaré en un hospital en algún lugar con cuatro paredes a mí alrededor. Y las única personas que estará conmigo, serán mi familia.

Creo que la familia es clave, y si tienes amor por la familia, entonces tienes amor por los demás.

La gente habla de la mayoría de edad. Eso no existe. Cuando uno tiene un hijo, está condenado a ser padre durante toda la vida. Son los hijos los que se apartan de uno. Pero los padres no podemos apartarnos de ellos.

La familia es un tesoro que muy pocas personas la valoran; la familia es una suerte de la que muy pocos somos conscientes. Hay personas que solo conocen lo que tienen cuando lo pierden, no seas esa clase de personas.

La familia puede enfadarte como nadie, pero también es lo que hace que la vida merezca la pena.

Consejos para disfrutar más y crear lazos más afectivos:
  • Intenta hacer por lo menos una comida todos juntos en la mesa sin televisión ni móvil para potenciar el dialogo.
  • Una vez a la semana busca hacer actividades como ir al cine, juegos de mesas, excursiones, paseos.
  •  Una vez al año haga un viaje de vacaciones.
  • Muestre su interés en las actividades, sueños y pasiones de los demás miembros de su familia.
  • Eviten realizar juicios negativos y críticas destructivas a los demás miembros de la familia. Practicad el tacto y haced las críticas siempre movidas por la compasión.
  • Si vives cerca de los abuelos de los pequeños de la casa plantea ir a verles al menos un fin de semana al mes.

    El ser parte de una familia es una gran bendición. Tu familia te puede proporcionar compañía y felicidad, ayudarte a aprender principios correctos en un ambiente de cariño y prepararte para la vida eterna.

    Las familias fuertes requieren esfuerzo. Tu familia será bendecida a medida que hagas tu parte para fortalecerla. Sé alegre, servicial y considerado o considerada con los miembros de tu familia. Muchos de los problemas que surgen en el hogar ocurren cuando los miembros de la familia hablan y actúan de manera egoísta o descortés. Procura ser pacificador en lugar de fastidiar, pelear o discutir. Demuestra amor por los miembros de tu familia todos los días; comparte tu testimonio con tu familia por medio de palabras y acciones. Tu buen ejemplo puede marcar la diferencia en el fortalecimiento de tu familia.

    ( Los textos son de autor desconocido, fueron copiados y recontados por Adonis)