PUEDES SER JOVEN Y SIN EMBARGO ESTAR VIEJO

 Tú decides ser viejo

 Seguramente, llegará cierto momento en tu vida en el que aún conservarás suficientes capacidades psíquicas para darte cuenta de que ya no eres quien eras, de que todo a tu alrededor está cambiando y de que nadie te avisó ni a qué hora ni en qué momento los demás decidieron que dejabas de ser útil para la mayoría. Y lo peor será que, de eso, vas a darte cuenta.
Te darás cuenta cuando las canas se adueñen del color de tu pelo, cuando tu piel inspire más ternura que deseo, cuando no sepas decidirte sobre qué dolor quejarte y cuando tu habitación, parezca la nueva farmacia del barrio.
Sabrás que algo ha cambiado cuando quieras excitarte y no puedas, cuando duermas todas las horas nocturnas necesarias en horas de siesta y cuando la mayoría de las madrugadas suenes tú antes que el despertador.
Sabrás que algo en ti está cambiando cuando no comprendas de qué hablan los jóvenes “de hoy en día”, cuando expliques las memorias de tu vida y los demás sientan por esas palabras la misma fascinación y sorpresa que las que sienten con una película de ciencia ficción. Cuando, en lugar de cuidar de tus nietos, sean ellos los que te cuiden a ti.
Y, así, empezarán a amontonarse los días. Y, así, empezarás a dirigirte hacia una involución que volverá a limitarte las funciones para dejarte con las mismas que tenías cuando eras niño. Con la diferencia de que, antes, aún te quedaba una vida entera por vivir y, hoy, te queda una vida entera de recuerdos. Y eso, en el mejor de los casos, si es que los recuerdas.
Y es que vives para morir.
Vives para llevarte a la tumba lo mejor de la vida. Para aprovechar cada emoción que puedas sentir durante el camino. Y, sobre todo, vives para que aprendan de ti. Para que sepan cómo continuar sin tu presencia sólo con el hecho de recordarte. Vives para sentir melancolía al recordar un pasado que no pudo ser mejor. Para sufrir las pérdidas ajenas y cerciorarte, entonces, de que amaste.
Vives para disfrutar de cada oportunidad que te permita ser feliz. Para saltar, bailar, hacer el amor. Sí. Porque vives para hacer, mientras puedas hacerlo, todas aquellas cosas que después sólo podrás revivir en tus recuerdos. Y es que recordarás cada una de tus aventuras pasadas aun a riesgo de tener Alzheimer, ya que lo último que se pierde en esta enfermedad, es la memoria a largo plazo. Es decir, tus recuerdos más lejanos van a ser tu refugio aún a riesgo de padecer una demencia semejante.
Por lo tanto, vive tan apasionada la vida como puedas. Porque a pesar de que repitas las frases, de no recordar el nombre de tus nietos, de creer que tus hijos son tus padres, de haber olvidado cómo se sumaba, de pedir la merienda cinco minutos después de haberla comido, de no saber en qué mes estás, de creer estar en el año 1970, de no recordar el nombre de ciertas palabras… A pesar de todo esto –y de mucho más- mientras seas capaz de recordar cómo te llamas, aún serás capaz de recordar gran parte de la historia de tu vida.
Por eso, jovenzuelo, más te vale que, ahora mismo, estés construyendo un presente que valga la pena recordar.
Porque, en los recuerdos, es donde permanecerá tu identidad. Y es que, lo que hayas sido, te perseguirá hasta la última etapa de tu vida.
Tú decides qué tipo de recuerdos quieres tener mañana.
Y, amigo, todo depende de los momentos que construyas hoy.

Tu actitud y positivismo define tu edad

Anciano es quien tiene mucha edad; viejo el que perdió la jovialidad.
La edad causa degeneración de las células; la vejez degeneración del espíritu.
Usted es anciano, cuando se pregunta si vale la pena; usted es viejo cuando sin pensar, responde que no.
Usted es anciano cuando sueña, usted es viejo cuando apenas duerme.
Usted es anciano cuando todavía aprende; usted es viejo cuando ya no enseña.
Usted es anciano cuando se ejercita; usted es viejo cuando solamente descansa.
Usted es anciano cuando todavía siente amor; usted es viejo cuando solamente siente celos.
Usted es anciano cuando el día de hoy es el primero del resto de su vida; usted es viejo cuando todos los días parecen ser el último de su larga vida.
Usted es anciano cuando su calendario tiene “mañanas”; usted es viejo cuando solamente tiene “ayeres”.
El anciano se renueva cada día que termina, porque mientras el anciano tiene sus ojos puestos en el horizonte, por donde el sol despunta e ilumina la esperanza, el viejo tiene su miopía mirando hacia las sombras del pasado.
El anciano tiene planes; el viejo tiene nostalgias.
El anciano lucha lo que le resta de vida; el viejo sufre lo que le falta hasta la muerte.
El anciano lleva una vida activa, llena de proyectos y plena de esperanzas.

Para él el tiempo pasa más rápido, y la vejez nunca llega. Para el viejo, sus horas se arrastran, destruidas de todo sentido.
Las arrugas del anciano son más bonitas, porque fueron marcadas por la sonrisa; las arrugas del viejo son feas, porque fueron marcadas por la amargura.
En definitiva, el anciano y el viejo pueden tener la misma edad en el calendario, pero edades diferentes en el corazón.
Que usted, anciano, viva una larga vida, pero nunca se ponga viejo.

(Los textos son de autor desconocido, fueron copiados y recontados por Adonis)

 

AGRADECER LO BUENO

Agradecer más, quejarnos menos

Por la vida pasan muchas personas, que van, que vienen. Personas que hacen de todo, y otras que no hacen nada, ni por ellas mismas ni por nadie. Hay tantos tipos de personas en el mundo; tan diferentes, tan semejantes. Si nos detenemos a observar por tan solo un instante, nos daremos cuenta de tantas cosas, que nos amargaríamos durante la vida entera y nos aferraríamos a la idea de morir de un trancazo, y alejarnos de todo este sufrimiento, de esta cruel existencia.

En mi vida he conocido a muchas personas, personas que te quitan y te ponen, que te suman y te restan. Y me he dicho tantas veces a mí mismo que, es mucho mejor tener un solo buen amigo, que cientos de mal agradecidos. Es preferible, a final de cuentas, contar con una sola persona, que creer que cuentas con muchos; y al final, después de todo, no tener números para contar.

El ser humano tiene muchas virtudes y defectos, cosas buenas y cosas malas, y se supone que debe uno querer a su semejante con todo esto, pero ¿hasta qué punto, hasta cuando aguantar a otra persona?Hasta cuando poner la mejilla, y después de que te golpeen, poner la otra, y que continúen haciéndolo durante una eternidad. Hasta cuando…

¿Hasta cuando? Hasta que yo me canse, hasta que yo abra mis cegados ojos y me de cuenta de que a mi lado hay otro mal agradecido más de la extensa lista.

A conveniencia, así es la cosa en esta jodida vida. Hoy te necesito, hoy te busco, hoy eres bueno, pero mañana ya no. De todos los defectos que tiene el ser humano, a mi entender, este es uno de los más irritantes y abominables. No hay nada más lamentable que una persona mal agradecida, nada más detestable y maldito que eso.

Ser agradecidos no sólo nos llena de energía positiva a nosotros y nos hace más felices, sino que tiene la capacidad de hacer más felices a otros. En primer lugar porque te da la capacidad de contagiar ese positivismo a otras personas, y además, porque es realmente gratificante para quien sea, escuchar las palabras de agradecimiento de otros.

Cuando nos dan las gracias por cualquier cosa que hayamos hecho, nos sentimos apreciados, importantes y que nuestro esfuerzo ha sido valorado, así que si practicas tu agradecimiento con los demás, probablemente los harás sentir de la misma forma.

Esto además fortalece los vínculos con las personas que quieres, aprecias o están a tu alrededor, porque te hace una persona amable y feliz con la que muchos quisieran estar, para contagiarse un poco de esa felicidad y positivismo.

Además, cuando somos agradecidos tenemos la capacidad de abrir nuestros ojos al mundo, y observar cosas que quizás antes pasaban desapercibidas. Te brinda la oportunidad de apreciar los pequeños detalles, y cuando lo hacemos, nuestra actitud cambia, y cuando eso pasa, todo a nuestro alrededor cambia. ¿No has notado como cuando dejamos de preocuparnos, tenemos una actitud más positiva y dejamos que las cosas fluyan, todo comienza a suceder como esperamos? O incluso si no sucede como esperamos, sucede mejor. Ser agradecidos es parte de eso proceso.

Es por ello que es tan importante comenzar a agradecer más y quejarnos menos, seguramente como todos tienes problemas importantes que necesitan solución, sin embargo, seguramente también en el mundo hay alguien que la está pasando peor que tú. Así que enfócate en eso que sí tienes, en los recursos con los que cuentas y cómo puedes utilizarlos para mejorar tu vida, agradece y verás como poco a poco las cosas comienzan a mejorar.

(Los textos son de autor desconocido, fueron copiados y recontados por Adonis)

 

DESCANSA DE TUS PROBLEMAS

Deja tu carga

Un hombre iba por un camino con un pesado costal de papas sobre sus espaldas.
Caminaba lenta y sufridamente.
Dios, que lo veía, le preguntó: “¿Hacia dónde vas con ese costal de papas?”.
El hombre miró hacia el cielo y le respondió insolentemente:
“¿Por qué me preguntas si tú lo sabes todo?”. Y siguió su camino.

En otro lugar, alejado de allí, otro hombre iba cargando una carretilla llena de ladrillos. Dios, que lo veía le preguntó:
“¿Hacia dónde vas con esa carretilla?”.
El hombre respondió: “Voy al pueblo”.
Dios le dijo:
“¿Quieres que te ayude con esa carga?”.
El hombre le contestó: “Puedo solo”…

En otro lugar, un hombre iba cargando un montón de leña atada con una cuerda. Dios, que lo veía, le dijo:
“¿Hacia dónde vas con esa leña?”
El hombre respondió: “La llevo a mi casa al otro lado de ese cerro”.

Dios le dijo:¿quieres que te ayude?”.
El hombre, accedió y Dios tomó la cuerda y cargó la leña.
Poco habían caminado, cuando el hombre le quitó la leña a Dios y la volvió a cargar él mismo.

Dios siguió caminando a su lado y un kilómetro más adelante, el hombre se la volvió a entregar para que Él la cargara. Pero, más adelante, el hombre se la volvió a quitar y la cargó nuevamente y así siguió a lo largo del camino…

En otro lugar, muy lejos de allí, otro hombre iba por un camino llevando un pesado costal de arena.
Dios, que lo veía, le dijo: “¿Hacia dónde vas con ese costal de arena?”.
El hombre respondió: “Tengo que llevárselo a mi patrón, que vive a 5 Km.. de aquí”.

Le dijo Dios: “¿Quieres que te ayude?
El hombre sonrió y le dijo: “¡Oh sí Señor, yo ya no puedo con esta carga!” y se la entregó.
Siguieron caminando y el hombre le iba contando a Dios alegremente de su vida, de su familia y de su trabajo. Le hacía preguntas, le pedía opiniones, en fin, el hombre y Dios, conversando y conversando, llegaron a destino. El hombre ya no se había acordado más de su carga. El Señor mismo cumplió la encomienda de entregársela al patrón de aquel hombre.

El hombre agradeció mucho la ayuda y el Señor le dijo: No te dejaré ni te desampararé, siempre que me necesites, estaré contigo.

¿Con cuál de estos cuatro hombres te identificas?

¿Eres como el primero que cuando tienes problemas, no tomas en cuenta a Dios?…O ¿eres como el segundo hombre, orgulloso y soberbio, que no acepta la ayuda de nadie?… O ¿eres como el tercer hombre, que entrega su carga a Dios, pero en realidad su fe es escasa y decide volverla a cargar él mismo? O ¿eres como el cuarto hombre, que mantiene una buena relación con Dios y humildemente y con alegría, acepta Su ayuda y se olvida de su carga hasta el final del camino, porque confía en que Él tiene el poder para librarlo de esa carga, al punto de que él ya no tiene que preocuparse más por ella?…

Quizá cuando estás en problemas acudes a Dios, le pides, le lloras, pero no sueltas tu carga. Sigues soportando y sufriendo, en constante afán.
Solo cuando voluntariamente le entregues esa carga, Él la tomará y la cargará sobre Sus hombros.

Sigue el ejemplo del cuarto hombre, mantén una buena relación con Dios, deja que Él te ayude con toda tu carga y descansa en Él, esto quiere decir que ya no vas a seguir angustiado, porque tu problema está en Sus manos.

Ya no vas a sentir su peso, ¡porque ese peso lo está llevando el Señor!
¿Cuál es tu carga?…

¿Decepción, traición, resentimiento, abuso, abandono, soledad, tristeza, baja autoestima, adicciones…?

Cualquiera que sea tu carga, no importa el tiempo que la llevas sobre tu espalda, Jesús te dice:

“Vengan a mí todos ustedes que están cansados y agobiados, y yo les daré descanso”

No te inquietes por nada; más bien, en toda ocasión, con oración y ruego, presenta tus peticiones a Dios y dale gracias.  Recuerda: ¡Dios es más grande que tus problemas!

(Los textos son de autor desconocido, fueron copiados y recontados por Adonis)

NO LE DEMOS SITIO A LO NEGATIVO

El peso de un vaso de agua

Un psicólogo estaba desarrollando una sesión grupal cuando, de repente, levantó un vaso de agua. Todos esperaban la típica pregunta: “¿Está medio lleno o medio vacío?”

Sin embargo, preguntó:

– ¿Cuánto pesa este vaso?

Las respuestas variaron entre 200 y 250 gramos. El psicólogo les respondió:

– El peso absoluto no es importante. Depende de cuánto tiempo lo sostengo. Si lo sostengo un minuto, no representará un problema, pero si lo sostengo durante una hora, me dolerá el brazo. Si lo sostengo un día, mi brazo se entumecerá y paralizará. El peso del vaso no ha cambiado, siempre es el mismo. Pero cuanto más tiempo lo sujeto, más pesado y más difícil de soportar se vuelve.

Moraleja:

Este cuento psicológico nos recuerda que las preocupaciones, los pensamientos negativos, los rencores y el resentimiento son como ese vaso de agua. Si pensamos en ellos un rato, no pasa nada. Si pensamos en ellos todo el día, empiezan a doler. Y si pensamos en ellos durante toda la semana, acabaremos sintiéndonos paralizados e incapaces de hacer nada. Por eso, debemos aprender a dejar ir todo aquello que puede dañarnos.

Pensar con frecuencia en todo lo malo que nos ha sucedido o nos está sucediendo, no nos hace nada bien porque poco a poco nos vamos debilitando nosotros mismos y perdemos la capacidad de reaccionar después.

“El único modo de quitar de nuestra mente lo que nos hace mal es a través de un acto voluntario, consciente y elegido por nosotros” “De lo contrario, los pensamientos que tenemos nos acompañarán el tiempo que decidamos conservarlos. Una persona puede mantener un pensamiento que le hace daño durante toda su vida y dejarlo ahí, sin hacer nada con ello”.

 Perdona por tu propio bienestar

Esto apunta a que el sufrimiento y la insatisfacción que sostenemos y soportamos son profundamente dañinos para el cuerpo y, de alguna manera u otra, la redención de todas las cosas que nos aquejan es sanadora. “Hagamos el trabajo. Nadie lo hará por nosotros. Liberemos de nuestra mente aquello que nos intoxica; de lo contrario, mantendremos vigente lo que nos hace daño”, concluye la especialista. ¿Qué es lo más importante que podemos recordar respecto de nuestra basura mental? Que somos la única persona que puede eliminar la basura mental que tiene nuestra mente.

Un minuto de calma

Cuando tu mente está corriendo a mil por hora puede ser difícil mantener la calma. De este modo es más complicado controlar los pensamientos, en especial los negativos. Un minuto de calma a menudo es suficiente. Puede ser muy útil la meditación, y debes pensar en ello como un reinicio. Una vez que la mente está vacía, se puede llenar con algo más positivo.

Mi psicólogo me dice que no hay mejor medicina que un buen abrazo, una caricia, una mirada o una sonrisa y, así es, porque esas personas que nos quieren tanto, nos van haciendo felices y nos ayudan a construir, paliando nuestras heridas.

Para sentirte seguro debes abrir tu postura y sonreír más. Corrige tu lenguaje corporal y te sentirás mucho mejor. Podría ser justo lo que necesitas para borrar esos pensamientos negativos.

( Los textos son de autor desconocido, fueron copiados y recontados por Adonis)

LA VIDA VALE LA PENA

Espina, rosa, lagrima…

Muchos seres humanos no encuentran razones válidas para vivir, su vida es como una larga noche sin amanecer.

Otros, al no creer en Dios, viven como ciegos que no quieren ver las maravillas de Dios y su vida solo tiene valor para gozarla y disfrutarla, aprovechando al máximo los deleites del mundo y los placeres de la vida.

Otros viven como si Dios no existiera, aunque digan que creen en Él, y su vida es estéril, pues solo piensan en sí mismos, son como desiertos sin agua, que no producen más que espinas.

Hay momentos que sentimos que todo está mal, que nuestras vidas se hunden en un abismo tan profundo, que no se alcanza a ver ni un pequeño resquicio por el que pase la luz.

En esos momentos debemos tomar todo nuestro amor, nuestro coraje, nuestros sentimientos, nuestra fuerza y luchar por salir adelante.

Muchas veces nos hemos preguntado si vale la pena entusiasmarnos de nuevo, y solo puedo contestar una cosa:

¡Hagamos que nuestra vida valga la pena!

Vale la pena sufrir, porque he aprendido a amar con todo el corazón.

Vale la pena entregar todo, porque cada sonrisa y lágrima son sinceras.

Vale la pena agachar la cabeza y bajar las manos, porque al levantarlas seré más fuerte de corazón.

Vale la pena una lágrima, porque es el filtro de mis sentimientos, a través de ella me reconozco frágil y me muestro tal cual soy.

Vale la pena cometer errores, porque me da mayor experiencia y objetividad.

Vale la pena acordarme de todas las cosas malas que me han pasado, porque ellas forjaron lo que soy el día de hoy.

Vale la pena voltear hacia atrás, porque así sé que he dejado huellas en los demás.

Vale la pena vivir, porque cada minuto que pasa es una oportunidad de volver a empezar.

Si crees que no vale la pena vivir, voltea a ver a la gente que muere de hambre y pregúntate si ¿crees que ellos merecer vivir su vida así? y haz algo para cambiarlo. Quizá para eso si valga la pena que vivas.

Hay gente que no parece ser humana, solo piensan en ser cada vez mas que los demás, pisotean a quien se ponga en su camino, pero estos son una minoría.
La gran mayoría tenemos sentimientos y eso es lo que importa.
No nos dejemos vencer tan fácilmente por esa ruidosa minoría y busquemos e imitemos a esos que dan su vida por amor en condiciones extremas.
Nuestro pensamiento tiene un gran poder, seremos lo que queramos ser y cambiemos el mundo.
Arriba el animo a todas y buscar a la persona en el interior de cada ser.

( Los textos son de autor desconocido, fueron copiados y recontados por Adonis)

PERDER VIDA

LA VIDA SE GASTA

Nos acostumbramos a vivir en departamentos y a no tener otra vista que no sea las ventanas de alrededor.

Y porque no tiene vista, luego nos acostumbramos a no mirar para afuera.

Y porque no miramos para afuera, luego nos acostumbramos a no abrir del todo las cortinas.

Y porque no abrimos del todo las cortinas luego nos acostumbramos a encender mas temprano la luz.

Y a medida que nos acostumbramos, olvidamos el sol, olvidamos el aire, olvidamos la amplitud.

Nos acostumbramos a despertar sobresaltados porque se nos hizo tarde.

A tomar café corriendo porque estamos atrasados.

A leer el diario en el ómnibus porque no podemos perder tiempo.

A comer un sándwich porque no da tiempo para almorzar.

A salir del trabajo porque ya es la noche.

A dormir en el ómnibus porque estamos cansados.

A cenar rápido y dormir pesados sin haber vivido el día.

Nos acostumbramos a esperar el día entero y oír en el teléfono: “hoy no puedo ir”. “A ver cuando nos vemos” “La semana que viene nos juntamos”.

A sonreír a las personas sin recibir una sonrisa de vuelta.

A ser ignorados cuando precisábamos tanto ser vistos.

Si el cine esta lleno nos sentamos en la primera fila y torcemos un poco el cuello.

Si el trabajo esta complicado, nos consolamos pensando en el fin de semana.

Y si el fin de semana no hay mucho que hacer, o andamos cortos de guita, nos vamos a dormir temprano y

listo, porque siempre tenemos sueño atrasado.

Nos acostumbramos a ahorrar vida.

Que, de a poco, igual se gasta y que una vez gastada, por estar acostumbrados, nos perdimos de vivir.

Disfrutemos…

“El industrial y el pescador”

Un rico industrial del norte se molestó al encontrar a un pescador del sur tranquilamente recostado en su barca y fumando en pipa.
-¿Por qué no has salido a pescar? –preguntó el industrial.
-Porque ya he pescado bastante por hoy –respondió el pescador.
-¿Y por qué no pescas más? –insistió el industrial.
-¿Y qué iba a hacer con los peces? –preguntó a su vez el pescador.
-Ganarás más dinero –fue la respuesta-. De ese modo podrías poner un motor a tu barca. Entonces podrías ir a aguas más profundas y pescar más peces. Entonces ganarías lo suficiente para comprar unas redes de nailon. Pronto ganarías para tener dos barcas… Y hasta una verdadera flota. Entonces serías rico como yo.
-¿Y qué podría hacer entonces? –preguntó de nuevo el pescador.
-Podrías sentarte y disfrutar de la vida –respondió el industrial.
-¿Y qué estoy haciendo en este preciso momento? –respondió satisfecho el pescador.

( Los textos son de autor desconocido, fueron copiados y recontados por Adonis)

¿PODEMOS VIVIR MAS DESPACIO?

Vivir la vida con calma

El ser humano, sea este un monje, forastero, comerciante, vendedor, un viajero, un niño o un viejo, no se enfrenta a otra misión que no sea la de escuchar, observar, sentir y participar de la vida.

El mejor secreto para vivir despacio y al mismo tiempo obtener resultados concretos de la vida es vivirla de manera auténtica, siendo nosotros mismos y dando a conocer a los demás nuestra participación cotidiana en el mundo que habitamos.

Por culpa del apuro no nos detenemos a pensar sobre nosotros mismos, la gente va corriendo a todas partes y a menudo no tiene tiempo ni siquiera para plantearse a dónde va tan rápido. A veces no lo quieren, pero las circunstancias de lo que les rodea les lleva a esa actitud nerviosa propia de quien está acelerado.

El apuro desmedido lo va ocupando todo y no deja tiempo para concretar lo que realmente deseamos. Los tiempos que vivimos nos dejan muy poco tiempo para la reflexión de las cosas, la comunicación electrónica, la sobrecarga de información, la locura del tráfico, las colas, los mensajes de texto, las llamadas telefónicas, los problemas personales, los estudios, el trabajo, las compras, las cuentas por pagar y las cuentas ya pagadas y un largo etcétera de cosas que hacer en este mundo que nos ha tocado vivir.

El apuro, además, genera violencia, el afán de tener cada vez más cosas nos lleva a la prisa porque el tiempo disponible es limitado, el reloj no deja de andar y las oportunidades pasan y se marchitan. Para tener mucho hay que correr desde el principio: Elegir bien la opción del bachillerato, la carrera más rentable, la posibilidad laboral que no se debe dejar pasar al precio que sea, la pareja conveniente, los cálculos debidos para poder disfrutar con intensidad de la vida y de las cosas. Por esos motivos, el apuro provoca impaciencia, y ansiedad. La prisa o el apuro es un deseo impaciente que trastoca el valor del amor (quiere ser satisfecho sin importar el estado de ánimo de la otra persona), que no conoce la piedad y no cede espacio para débiles, enfermos o fracasados, que exige tenerlo todo ahora o nunca, es el deseo impaciente que no sabe nada de reflexiones sobre la vida y sus detalles.

La prisa o el apuro se opone a la ternura, no hay ternura apresurada, a la persona amada no se le pueden dedicar apenas unos pocos minutos, y no caben las caricias convertidas también en gestiones (girando la muñeca inadvertidamente para ver qué hora es, con el teléfono celular conectado porque se espera una llamada importante, incluso más importante que ese encuentro amoroso). Tampoco resulta posible educar a un hijo a golpe de cronómetro, sin tiempo para esas preguntas sobre los temas trascendentales que importan a cualquier niño, y con cara de estar siendo interrumpido constantemente. El apresurado cree descubrir su derecho a ser el centro del universo, a ser servido, y se queja por tonterías, por la comida que se retrasa, aumentando la soledad en la que habita. Quien tiene prisa difícilmente tendrá estilo, caerá con frecuencia en la falta de educación, en cambio, un individuo educado cede el paso, excusan una conversación excesivamente pragmática cuando el contexto no es el conveniente; no corren detrás de un autobús que se les escapa, sino que prefieren esperar al siguiente, ni se juegan la vida (y la de otros) adelantándose, no se molestan por tonterías.

Vivir en la necesidad de la recompensa inmediata es hacerlo subordinado a esta misma recompensa, de modo que ese sujeto será esclavo de su propia necesidad de bienestar, estará dispuesto a cualquier servicio por conseguirlo, obedeciendo a quien tenga el poder de distribuir los placeres, vivirá una vida centrada en sí mismo como sujeto de disfrute, pero ciego ante el dolor o la necesidad ajena. No querer conocer el dolor, no aventurarse a lo difícil, no atreverse a mirar hacia la muerte, supone desconocer la realidad y renunciar al desarrollo de la inteligencia son características de un individuo en apuros. Depender del grado presente de placeres es carecer de un comportamiento realmente libre, porque significa vivir subordinado. La inteligencia y la libertad van de la mano, y se enfrentan juntas contra la prisa por lograr la recompensa.

La vida del hombre acelerado es, en fin, una existencia egoísta, empequeñecida en sus posibilidades de crecer espiritualmente, amante del pan y circo, a la larga, solitaria y desesperada, porque la sombra del final de los placeres es una amenaza constante.

De esta forma, te sugiero que no te apures, no vivas la vida con tanta prisa, es mucho mejor vivir la vida con calma para disfrutarla lentamente, pero con intensidad. Descansa sobre el paso firme de tu constancia.

( Los textos son de autor desconocido, fueron copiados y recontados por Adonis)

CUIDA SIEMPRE TU ALMA

las cuatro esposas

Un rey que tenía cuatro esposas.
Él amaba a su cuarta esposa más que a las demás y la adornaba con ricas vestiduras y la complacía con las delicadezas más finas.
Solo le daba lo mejor.

También amaba mucho a su tercera esposa y siempre la exhibía en los reinos vecinos.
Sin embargo, temía que algún día ella se fuera con otro.

También amaba a su segunda esposa.
Ella era su confidente y siempre se mostraba bondadosa, considerada y paciente con él.
Cada vez que el rey tenía un problema, confiaba en ella para ayudarle a salir de los tiempos difíciles.

La primera esposa del rey era una compañera muy leal y había hecho grandes contribuciones para mantener tanto la riqueza como el reino del monarca.

Sin embargo, él no amaba a su primera esposa y aunque ella le amaba profundamente, apenas si él se fijaba en ella.

Un día, el rey enfermó y se dio cuenta de que le quedaba poco tiempo. Pensó acerca de su vida de lujo y caviló:

“Ahora tengo cuatro esposas conmigo pero, cuando muera, estaré solo”

Así que le preguntó a su cuarta esposa:
“Te he amado más que a las demás, te he dotado con las mejores vestimentas y te he cuidado con esmero.
Ahora que estoy muriendo, ¿estarías dispuesta a seguirme y ser mi compañía?”
“¡Ni pensarlo!”, Contestó la cuarta esposa y se alejó sin decir más palabras.
Su respuesta penetró en su corazón como un cuchillo filoso.

El entristecido monarca le preguntó a su tercera esposa:
Te he amado toda mi vida.
Ahora que estoy muriendo, ¿estarías dispuesta a seguirme y ser mi compañía?”
“¡No!”, Contestó su tercera esposa.
“¡La vida es demasiado buena!
¡Cuándo mueras, pienso volver a casarme!”
Su corazón experimentó una fuerte sacudida y se puso frío.

Entonces preguntó a su segunda esposa:
“Siempre he venido a ti por ayuda y siempre has estado allí para mí. Cuando muera, ¿estarías dispuesta a seguirme y ser mi compañía?” “¡Lo siento, no puedo ayudarte esta vez!”, contestó la segunda esposa.
“Lo más que puedo hacer por ti es enterrarte”.
Su respuesta vino como un relámpago estruendoso que devastó al rey

Entonces escuchó una voz:
“Me iré contigo y te seguiré donde quiera que tu vayas”

El rey dirigió la mirada en dirección de la voz y allí estaba su primera esposa.
Sé veía tan delgaducha, sufría de desnutrición.
Profundamente afectado, el monarca dijo:
“¡Debí haberte atendido mejor cuando tuve la oportunidad de hacerlo!”

En realidad, todos tenemos cuatro esposas en nuestras vidas.

Nuestra cuarta esposa es nuestro cuerpo.
No importa cuanto tiempo y esfuerzo invirtamos en hacerlo lucir bien, nos dejará cuando muramos.

Nuestra tercera esposa es nuestras posesiones, condición social y riqueza. Cuando muramos, irán a parar a otros.

Nuestra segunda esposa es nuestra familia y amigos.
No importa cuanto nos hayan sido de apoyo a nosotros aquí, lo más que podrán hacer es acompañarnos hasta el sepulcro.

Y nuestra primera esposa es nuestra alma, frecuentemente ignorada en la búsqueda de la fortuna, el poder y los placeres del ego.
Sin embargo, nuestra alma es la única que nos acompañará a donde quiera que vayamos.

¡Así que, cultívala, fortalécela y cuídala ahora!
Es el más grande regalo que puedes ofrecerle al mundo.
¡Déjala brillar!

(Los textos son de autor desconocido, fueron copiados y recontados por Adonis)

NOSOTROS SOMOS DUEÑOS DE NUESTRA VIDA

El paraíso

Una vez un hombre estaba viajando y entró al paraíso por error.
En el concepto indio del paraíso, hay árboles que conceden los deseos.
Simplemente te sientas bajo uno de estos árboles, deseas cualquier cosa e inmediatamente se cumple no hay espacio alguno entre el deseo y su cumplimiento.

El hombre estaba cansado, así que se durmió bajo un árbol dador de deseos.
Cuando despertó, tenía hambre, entonces dijo:
¡Tengo tanta hambre!
Ojalá pudiera tener algo de comida.
E inmediatamente apareció la comida de la nada simplemente flotando en el aire, una comida deliciosa.

Tenía tanta hambre que no prestó atención de dónde había venido la comida. Cuando tienes hambre, no estás para filosofías.

Inmediatamente empezó a comer y la comida estaba deliciosa

Una vez que su hambre estuvo saciada, miró a su alrededor.

Ahora se sentía satisfecho.
Otro pensamiento surgió en él:
“Si tan sólo pudiera tomar algo
Y por ahora no hay ninguna prohibición en el paraíso, de modo que de inmediato apareció un vino estupendo.

Mientras bebía este vino tranquilamente y soplaba una suave y fresca brisa bajo la sombra del árbol, comenzó a preguntarse:
¿Qué está pasando?
¿Estoy soñando o hay fantasmas que están jugándome una broma? Y aparecieron fantasmas feroces, horribles
Comenzó a temblar y pensó:
Seguro que me matan
Y lo mataron.

Esta es una antigua parábola, de inmensa significación.
Tu mente es un árbol dador de deseos: pienses lo que pienses, tarde o temprano se verá cumplido.
A veces, la brecha es tan grande que te olvidas por completo que lo deseaste, de modo que no puedes reconocer la fuente.
Pero si observas profundamente, hallarás que todos tus pensamientos te están creando a ti y a tu vida.
Crean tu infierno, crean tu cielo.
Crean tu desgracia y tu alegría, lo negativo y lo positivo…

Cada uno es aquí un mago.
Cada uno está hilando y tejiendo un mundo mágico en torno de sí mismo… y luego es atrapado.
La araña misma es atrapada en su propia tela.

No hay nadie que te torture excepto tú mismo.
Y cuando se comprende esto, las cosas comienzan a cambiar. Entonces puedes modificar, transformar tu infierno en cielo; sólo se trata de pintarlo con una visión diferente…
Toda la responsabilidad es tuya.

Y entonces surge una nueva posibilidad:puedes dejar de crear el mundo.
No hay necesidad de crear ni en el cielo ni en el infierno,no hay ninguna necesidad de crear nada.
El creador puede descansar, jubilarse.
Y la jubilación de la mente es la meditación.

(Los textos son de autor desconocido, fueron copiados y recontados por Adonis)

DESCANSAR EL ALMA

Paz y amor para curarse

Cuando un coche se avería y nos deja tirados en la carretera, por lo regular el culpable es el conductor que no ha hecho un mantenimiento adecuado o que ha conducido mal, no ha respetado las leyes del tránsito o, peor todavía, ¡ha abusado del alcohol! Entonces, ¿por qué cuando nos ponemos enfermos solemos buscar fuera de nosotros la causa de nuestro malestar?

Toda enfermedad, está manifestando una desarmonía de tu alma.
El cuerpo y la mente son el instrumento por donde manifestamos el alma y si esta sufre y el ego se resiste a aceptarlo tu cuerpo o tu mente enfermarán.
Pero… ¿Qué es una enfermedad del alma?
Aunque no lo crean, en la actualidad es la más común de las enfermedades ya que la sociedad nos obliga a comportarnos de un determinado modo y no nos deja SER y tenemos ahí apretujada la alma dentro del cuerpo y al espíritu dentro del corazón, pero silenciados…
El alma quiere salir ya que necesita ser libre, saltar, correr descalza la ciudad y sin mirar el reloj…
El alma está ansiosa por vivir y tú no la dejas…
Tu alma es la que adquirió un contrato al venir a esta vida para vivir intensamente y con ello permitirle la evolución a tu espíritu…
El alma pertenece a la naturaleza y al no poder entregarse a la experiencia se entristece profundamente y hace que tu cuerpo pierda vitalidad y lo manifiesta como una dolencia…
Esas profundas depresiones que vivimos son cuando el alma enferma de tristeza al ser prisionera de nuestro ego que no le permite expresarse a través del corazón…
Vivimos ocultando nuestros sentimientos por temor a parecer ridículos, anticuados, o fuera de lugar. Y así es como nos “tragamos” el miedo, la pena, el amor y el desamor, la rabia, los celos y vamos escondiendo tanto las emociones negativas como positivas…
El miedo es una enfermedad del alma, la culpa, la soledad, la obsesión…
Son todas enfermedades de tu alma que tu cuerpo manifiesta como,  ansiedad, rabietas o depresión.
La medicina tradicional acostumbra a calmar los síntomas de la enfermedad dolor, angustia, fiebre, tos ,etc..con medicamentos, más que buscar las razones por las que se originó esa des armonía manifestada en el cuerpo.
Calmando el dolor la persona olvida lo que su alma reclama a través del cuerpo y es así como se van acumulando las quejas del alma hasta que el cuerpo ya no da más y lanza un alarido estrepitoso para que le prestemos atención…
Nuestro cuerpo es muy sabio y nos habla constantemente pero no sabemos escucharlo.
Una enfermedad es una oportunidad para detenernos, hacer un stop en la vida y tomar un descanso que lleve a reflexionar:
¿Estamos bien encaminad@s?
¿Hacia dónde estoy conduciendo mi vida, es esta la vida que yo soñé?
Siempre, siempre estás en posibilidad de volver a empezar…
Nunca, nunca hemos fracasado…
No enfermes a tu cuerpo…
Libera a tu alma y saca a tu espíritu del closet, no temas decir:soy espiritual, pero sobre todo no temas a ser espiritual de verdad y vivir la vida intensamente porque en la evolución del alma nunca menos es más…
Todo suma y cada experiencia adquirida le agrega unidades de luz al espíritu…
Y a mayor luminosidad mayor es nuestra capacidad de amar, de disfrutar la vida y de mantenernos sanos.

( Los textos son de autor desconocido, fueron copiados y recontados por Adonis)

CAMBIAR EL MUNDO

Tarde o temprano

Tarde o temprano, nuestra vida se merece un cambio, nosotros mismos nos merecemos un cambio. Como quien va acomodando y cambiando de sitio los muebles de casa, el armario de la ropa, tirando lo que no se usa y haciendo espacio para algo nuevo. Si podemos realizar esa tarea para tener más ordenada nuestra casa, ¿por qué no lo hacemos en nuestra vida?

Nuestros momentos de más lucidez suelen tener lugar cuando nos sentimos profundamente incómodos, infelices o insatisfechos. Pues es en estos momentos, empujados por nuestra insatisfacción, cuando salimos del camino trillado y empezamos a explorar maneras diferentes de hacer algo, o respuestas más certeras.

Tú que reclamas lo que no recibes;
¿ya pensaste en lo que no das?

Tú que te lamentas porque sufres;
¿ya pensaste en cuanto haces sufrir?

Tú que acusas a la ignorancia;
¿ya evaluaste tus conocimientos?

Tú que condenas el error;
¿ya percibiste cuanto has errado?

Tú que te dices amigo sincero;
¿ya te analizaste con sinceridad?

Tú que te quejas de penurias,
¿ya viste cuanto posees más que los otros?

Tú que criticas el mundo;
¿ya hiciste algo para mejorarlo?

Tú que sueñas con el cielo,
¿que has hecho para extinguir el infierno?

Tu, que te dices modesto;
¿te sientes orgulloso de parecer humilde?

Tú que condenas el mal;
¿has procurado difundir el bien?

Tú que te afliges con la pobreza;
¿has usado bien tus riquezas?

Tú a quien le duelen las espinas,
¿has cultivado rosas?

Tú que tanto lamentas las tinieblas,
¿has esparcido luz?

Tú que te ocupas de ti mismo,
¿te has preocupado de los otros?

Tú que te sientes tan pequeñito;
¿has procurado crecer?

Tú que te quejas de soledad;
¿has brindado tu compañía a un amigo?

Tú que te indignas contra la enfermedad;
¿que has hecho por tu salud?

Tú que anhelas la concordia;
¿has combatido la discordia?

La mente es un lugar de gran almacenaje y es allí donde deben comenzar los cambios, donde hay que desterrar y arrancar todos aquellos conceptos que lastiman tu vida, te hacen sufrir y permanecer herido. Todo comienza en tu cabeza.

La gente dice: “si no te gustan tus circunstancias, cámbialas”. Yo digo: “si no te gustan tus circunstancias, cámbiate”. Al cambiarte tú, las estarás cambiando a ellas.
Si quieres cambiar tus circunstancias, cambia tú. Si quieres cambiar tu entorno, cambia tú. Si quieres cambiar el mundo, cambia tú.
Sé tú el cambio que buscas. Si tu entorno no te da lo que buscas, cambia tú para provocarlo.

Pocas cosas resultan tan tristes como observar a alguien que está firmemente convencido/a de que no necesita cambiar. No hay mayor insensatez que creer que ya está todo aprendido. No se trata de volvernos del revés; se trata de evolucionar y seguir creciendo; se trata, en suma, de madurar.

Si tú esperas que el otro haga algo, lo único que conseguirás es comprobar cómo el otro está esperando que lo hagas tú y así no habrá nunca forma de mover el puñetero sistema.

“Todo el mundo quiere el cambio, pero nadie quiere cambiar”.

( Los textos son de autor desconocido, fueron copiados y recontados por Adonis)

 

LA VIDA NO ES FÁCIL

Avanzar en medio de la lluvia

 Estaba viendo por una ventana una hormiga que con mucho esfuerzo llevaba una hoja a cuestas. Para variar grandes gotas, de ésas que duelen, empezaron a caer y a complicar el panorama. La pequeña hormiga no se amedrentó y continuaba su camino. La incesante lluvia arreciaba y para complicar las cosas aún mas, un tronco se interpuso en el camino y aquel pequeño insecto luchaba por cargar la gran hoja y pasarla por encima de ese obstáculo.

Extrañamente otras hormigas pasaban a su lado sin siquiera inmutarse por las penurias que su amiga, su hermana estaba pasando. Varias veces la hoja se le cayó y la muy testaruda la levantaba, hasta que en medio de aquella lluvia y esas gotas, que para estos insectos son verdaderas bombas mortales, la hormiga logró sacar a cuestas su tarea y llevar le valiosa carga al hormiguero, esa carga que sería alimento para muchos.

¿Acaso es Dios malo mis hermanas y hermanos? ¿Acaso Dios es cruel y se deleita en ver como las criaturas deben esforzarse tanto? No. Simplemente la respuesta radica en que siempre y bajo todas las circunstancias debemos entregar todo, a pesar de las incesantes luchas, los golpes, las necesidades, no podemos simplemente echarnos a morir o esperar a que alguien nos saque de nuestro apuro.

No imagino a estas hormigas reclamando a Dios por lo “difícil” de la tarea. No imagino a las hormigas en rebeldía contra Dios solo por no hacerles la vida más fácil. Quien quiera seguirme que tome su cruz y me siga dijo el mismo Señor Jesús. Sin embargo vivimos en una época donde se nos quiere decir que si cuesta, si es difícil, si no es cómodo, si no hacemos el mínimo esfuerzo se están aprovechando de nosotros.

Ciertamente la vida puede tener comodidades, pero la fe es un camino empedrado lleno de dificultades y obstáculos. La buena batalla la llamó San Pablo. Así que recordemos que si una hormiga que trabaja incesante y sin temor puede hacerlo, cuanto más nosotros, hechos a imagen y semejanza de Dios.

Un día, que puede parecer cualquiera, podrá terminar por ser el primero. El primero del resto de tu vida. Un día llegará la muerte o el amor. Un día llegará la lluvia y va a ser algo más que lluvia, llegará la lluvia y será romance o tristeza.

Nadie dice que sea fácil, es tan solo que es hermosa. Pero hay veces que no parece. Que la luz se oculta entre las nubes y luego esas nubes parecen rocas grises. Que el viento se detiene y ya no mece las hojas y el mar se aquieta, como su hubiese perecido. Parece que todo se ha detenido y no volverá a andar.

Hasta que un día vuelve la llovizna, el cielo grisáceo acaricia las copas de los árboles y vuelve mojando la tierra. Amanece, las aves vuelven a cantar, la luz que se filtra entre las hojas te toca. La luz descubre un camino en medio de la desesperanza.

Porque la vida está plagada de caminos, todos van al mismo lugar y sin embargo, parecen muy distintos. Caminos y caminantes son uno mismo, siempre son lo mismo. 

La vida y los caminos se entremezclan y solo es real la vida cuando se siente el pie hundiéndose en la tierra, cuando se tiene dirección y sentido y se vive con el compromiso de seguir el camino de la vida.

En la vida solo hay que cuidarse de quienes roban vida, quienes juzgan caminos y niegan caminantes. Tan solo son mentiras. Es que la mentira entre los humanos hay veces que se apodera de la vida. Pero nada es, ni nada son. Cada vida es un camino donde se debe conocer cada paso, el recorrido y el fin de la marcha.

La vida da, solo da y no pide sino ser vivida. Ahí está su valor y costo: en vivir.

La vida no es fácil; es compleja. La vida resulta de lo que se hace de ella. De ahí nace su riqueza. La vida es única, unicidad, inconfundible, inalienable. La vida es plena, es la verdad manifiesta. La vida es lo propio, como el respirar, como la mirada, como el escuchar y la palabra. La vida toca y acaricia los sentidos, la vida se plasma entre las venas, entre las manos, en el rostro, se dibuja en la mirada que toca el alma.

La vida se contiene, es una gran esfera donde se hace a sí misma, se hace perfecta porque perfecta es su creación. La vida es perfecta en sus diferentes tonalidades, sabores, gustos. La vida es una multitud de colores que no dejan de ser uno color cuando se sabe que sólo hay una vida, después de todo.

( Los textos son de autor desconocido, fueron copiados y recontados por Adonis)

 

LAS MADRES NO PUEDEN CON TODO

UNA MUJER FELIZ

Mama tenía muchos problemas. No dormía y se sentía agotada. Era irritable, gruñona y amargada. Siempre estaba enferma, hasta que un día, de pronto, ella cambió.

La situación estaba igual, pero ella era distinta.

Cierto día, mi papa le dijo:

– Amor, llevo tres meses buscando empleo y no he encontrado nada, voy a tomarme unas cervecitas con los amigos.

Mi mama le contestó:
– Está bien.

Mi hermano le dijo:
– Mamá, voy mal en todas las materias de la Universidad…

Mi mama le contestó:
– Está bien, ya te recuperarás, y si no lo haces, pues repites el semestre, pero tú pagas la matrícula.

Mi hermana le dijo:
– Mamá, choqué el carro.

Mi mama le contestó:
– Está bien hija, llévalo al taller, busca cómo pagar y mientras lo arreglan, movilízate en autobús o en el metro.

Su nuera le dijo:
– Suegra, vengo a pasar unos meses con ustedes.

Mi mama le contestó:
– Está bien, acomódate en el sillón de la sala y busca unas cobijas en el clóset.

Todos en casa de mi mamá nos reunimos preocupados al ver estas reacciones.

Sospechábamos que hubiese ido al médico y que le recetara unas pastillas de “me importa un carajo de 1000 mg”

Seguramente también estaría ingiriendo una sobredosis.

Propusimos entonces hacerle una “intervención” a mi mamá para alejarla de cualquier posible adicción que tuviera hacia algún medicamento anti-berrinches

Pero cuál no fue la sorpresa, cuando todos nos reunimos en torno a ella y mi mamá nos explicó:

“Me tomó mucho tiempo darme cuenta de que cada quien es responsable de su vida, me tomó años descubrir que mi angustia, mi mortificación, mi depresión, mi coraje, mi insomnio y mi estrés, no resolvían sus problemas sino que agravaban los míos.

Yo, no soy responsable de las acciones de los demás, pero sí soy responsable de las reacciones que yo exprese ante eso.

Por lo tanto, llegué a la conclusión de que mi deber para conmigo misma, es mantener la calma y dejar que cada quien resuelva lo que le corresponde.

He tomado cursos de yoga, de meditación, de milagros, de desarrollo humano, de higiene mental, de vibración y de programación neurolingüística, y en todos ellos, encontré un común denominador: finalmente todos conducen al mismo punto.

Y, es que yo solo puedo tener injerencia sobre mí misma, ustedes tienen todos los recursos necesarios para resolver sus propias vidas.

Yo solo podré darles mi consejo si acaso me lo piden y, de ustedes depende seguirlo o no.

Así que, de hoy en adelante, yo dejo de ser: el receptáculo de sus responsabilidades, el costal de sus culpas, la lavandera de sus remordimientos, la abogada de sus faltas, el muro de sus lamentos, la depositaria de sus deberes, quien resuelve sus problemas ó su llanta de repuesto para cumplir sus responsabilidades.
A partir de ahora, los declaro a todos adultos independientes y autosuficientes.

Todos en casa de mi mamá se quedaron mudos.

Desde ese día la familia comenzó a funcionar mejor, porque todos en la casa saben exactamente lo que les corresponde hacer.

¿Y tú, eres una mujer feliz? 

¿O estas agobiada porque eres el receptáculo de las responsabilidades, el costal de las culpas, la lavandera de los remordimientos, la abogada de sus faltas, el muro de los lamentos, la depositaria de los deberes, quien resuelve sus problemas o quien se pone al frente para cumplir las responsabilidades de otros?.

¡Aduéñate de tu vida…, de la tuya!

Y permite que los demás se adueñen de la de ellos.

( Los textos son de autor desconocido, fueron copiados y recontados por Adonis)

 

 

MEDIANA EDAD

Tenemos una vida 

Los años me han enseñado a dar pasos firmes, seducir con la mirada, saber que eso de los celos y los berrinches es para chiquillos.

Disfruto de momentos con calma, tomo tiempo para acariciar, conocer el terreno y saber qué hacer, no me apena decir cómo quiero que me toquen, ni de qué forma deseo que me hablen, me entrego sin prisa, ahora se que el placer soy yo y que no necesito un cuerpo perfecto para lograrlo, los efectos del tiempo ya no me detienen. 

Disfruto del sexo tanto como del amor, reconocer la diferencia y decidir hasta dónde me permito llegar, ya nada me espanta, ya ame con locura y fui amado, ya me rompieron el corazón y rompí corazones también, me levante de los escombros de un matrimonio destruido y la traición como paga, sí, las experiencias de la vida han hecho bien su trabajo y es por eso que se tomar decisiones, en mi no cabe el arrepentimiento, sí aceptó abrir los brazos a alguien es porque antes ya lo pensó mil veces.

Mis temas de conversación son interesantes, mi manera de ver la vida es inteligente, ya no me dejo llevar por banalidades, se que el cuerpo ideal se deteriora al paso de los años, no idealizo a personas perfectas, me doy sin apariencia y ofrezco más compañía que sueños.

El tiempo me ha enseñado a disfrutar mi soledad y olvidar las lágrimas, encuentro placer en la sencillez de mis libros, de un café, de mi casa, de mi música, de mis hijos, estoy lleno de misterios que no cualquiera puede conocer, me visto de elegancia, nostalgia y serenidad, y hace tiempo deje de morir e hice las paces con la vida.

( Los textos son de autor desconocido, fueron copiados y recontados por Adonis)

 

EL DINERO NO DA LA FELICIDAD

 Ser pobre o sentirte pobre

Hoy voy a hablaros del concepto de ser pobre. Por supuesto, no me refiero a las personas que realmente no tienen nada en la vida, y no pueden comer, asearse, vivir bajo un techo, educarse. Me refiero a esas personas que se consideran pobres por no poder permitirse su último capricho.

No hay duda que el dinero no puede comprar la felicidad, pero es una herramienta que puede darnos seguridad y una sensación de control sobre la vida y eso no lo duda nadie.

La clave para ser feliz está en las actividades que hagamos durante nuestro día a día.

Hay una relación casi directa entre el número de actividades agradables que realizamos y los niveles de bienestar.

Por ello es de vital importancia que dediquemos tiempo diario a aquello que nos gusta.

En lugar de comprar una casa más grande o un coche más bonito, si utilizas tu dinero para compartir experiencias con los demás, ese dinero te reportará más felicidad.

Recuerdo un estudio que medía la felicidad en distintas partes del mundo, y que terminaba diciendo que las personas felices son aquellas que viven más en contacto con los demás y con el medio, y no tanto con lo material.

Curiosamente, las personas más felices tenían menos, pero sentían más.

Por todo ello, no puedes basar tu concepto de pobreza o riqueza en lo que tienes, sino en lo que eres.

Si te sientes pobre, quizá necesites revisar tus prioridades, dando importancia a lo que de verdad importa.

Tus relaciones, tu salud, tu familia, tus recuerdos, tus sentimientos y tus momentos de felicidad.

Esa es tu verdadera riqueza. Y si no crees tenerla, empieza a cambiar tus hábitos por otros que te acerquen más a tu esencia como persona.

La sensación de riqueza vendrá sola.

Quizás nos estemos equivocando y el dinero no sea la solución a todos (ni siquiera a la mayoría) de nuestros problemas.Incluso, quizás, tener mucho dinero, puede hacernos más vulnerables a los golpes emocionales, ya que nos acostumbramos a tener todo aquello que queremos y no desarrollamos las habilidades necesarias para afrontar aquellas situaciones en las que las cosas no son como nos gustaría, y estás situaciones tarde o temprano acaban llegando, ya que no todo puede comprarse con dinero. De echo las mejores cosas de la vida son gratis

Las pequeñas cosas y las pequeñas experiencias son las que realmente dan la felicidad, y no cuestan dinero: un beso, un abrazo, un gesto cariñoso, el abrazo de tus hijos, el amor de tus familiares, pasar tiempo con las personas que más quieres, etc.

Estas cosas son gratis y son las que realmente te harán sentir feliz.

Si tienes puestas tus esperanzas en el dinero para solucionar tu infelicidad quizás debas revisar tus preferencias

( Los textos son de autor desconocido, fueron copiados y recontados por Adonis)

 

DATE UNA VUELTA POR TU VIDA

Dedícate momentos

Espera un momento tranquilo al final de día y siéntate de manera relajada. Puedes cerrar los ojos; apunta mentalmente o escribe todo aquello que hayas realizado hoy siguiendo tus instintos, tus pasiones, tus ideales y tus valores. Piensa cuál ha sido el resultado de esas acciones, si han salido bien o mal, si son positivas para tu futuro o el de los que te rodean y trabajan contigo. Apunta también todo aquello que no has hecho o no has dicho, y piensa el motivo por el que esas cosas han quedado sin resolver. Piensa cómo te gustaría solucionar esas cosas la próxima vez que tengas que enfrentarte a ellas. Medita sobre posibles alternativas a tus acciones del día, y piensa si habría sido mejor seguir otro camino que el que tú has decidido elegir.

Un factor muy importante en todo esto es apuntar tus sentimientos en cada una de las situaciones que has vivido hoy. ¿Cómo te has sentido en aquellas en las que has seguido tu intuición? ¿qué sentimiento ha hecho que no dieras un paso adelante en otras situaciones de tu día? ¿Cuál ha sido la mejor sensación del día? ¿Y la peor?

No olvides recrearte un poquito en aquellas cosas que hayas hecho de manera maravillosa. Siéntete la persona más orgullosa de sí misma por haber gestionado esa situación de una manera magistral. ¡Te lo mereces, adelante! Piensa en tu mejor jugada del día, siente orgullo de ser protagonista de la misma.

Todo esto no debería llevarte más de media hora, suficiente para meditar sobre muchas cosas importantes de tu presente, que influirán en tu futuro. Estos minutos harán que mañana tomes tus decisiones de forma más consciente, y que te decidas por fin a hacer aquello que llevas olvidando tanto tiempo. Haber pensado en las consecuencias de unos actos distintos, hará que seas mucho más consciente de tus decisiones. Parece mentira poder mejorar y aprender tanto sobre ti mismo/a en solo unos minutos, ¿verdad? Haz la prueba, verás como te sientes mejor con tu día, y consigues que esa sensación te acompañe al día siguiente, cuando tengas que tomar decisiones parecidas.

Para poder avanzar necesitas soltar lastre. Comienza por eliminar todo aquello que soportas día a día, todas esas molestias que toleras, pequeñas pero muy fastidiosas. Por ejemplo, tu mesa llena de papeles, una puerta que no cierra bien, un botón colgando en tu abrigo, el agujero en esos calcetines. Cualquier cosa que te moleste a diario, restando energía y vitalidad

Por tanto, manos a la obra, apunta todo aquello que te molesta por mínimo que te parezca. Cuando hice este ejercicio por primera vez, aparecieron muchas “tonterías” que me molestaban a diario, en las que no había reparado siquiera. Siempre pensaba “tengo que arreglarlo”, o “tengo que cambiarlo”, pero no lo hacía. No me daba cuenta de cuánto afectaba eso a mi humor

No desesperes si avanzas despacio,es poco probable que puedas tachar todo lo que hayas escrito en un solo día. De hecho si lo haces, significa que no has sido lo suficientemente concreto en tu lista; vuelve a darte una vuelta por tu vida para detectar más cosas o situaciones que te molestan. Poco a poco y siempre que puedas, intenta tachar un elemento de tu lista, verás que sienta muy bien.

Soltar lastre es una actitud

Conociéndonos más y mejor llega un momento que encontramos personas, situaciones y cosas que han dejado de tener sentido para nosotros a las que estamos amarrados, hemos de tomar la decisión de reconocer que ya no nos sirven porque difuminan nuestra visión y entorpecen nuestra visión. Llegados a este punto nos puede dar la sensación de que estamos en un momento “insostenible”, estamos hechos un lío y un destello de lucidez nos indica que ha llegado el momento de soltar el lastre.

No es una tarea fácil porque a pesar de la evidencias nos aferramos   a lo que tenemos para que nada cambie, nos dispersamos en buscar justificaciones  inútiles y en buscar culpables. De dar el paso y soltar o no soltar el lastre depende el avanzar o el quedar anclado en el suelo, ganar o perder la batalla contra nuestra falta de lucidez significa la vida o la muerte y no me refiero a nuestra desaparición física sino a estas pequeñas muertes que nos hacen más pequeños, más viles más alejados de nuestro objetivo.

Soltar lastre es una actitud, es un proceso y forma parte de la huella que dejamos porque sin movimiento no hay huella y con lastre no hay marca. Como toda actitud viene de nuestro interior y es un acto de libertad que implica el cambiar nuestros hábitos, nuestra manera de hacer.

( Los textos son de autor desconocido, fueron copiados y recontados por Adonis)

 

 

AMA HOY

¿Ayer?…¡Eso hace tiempo!
¿Mañana?…

Mañana puede ser muy tarde…
Para decir que amas, para decir que perdonas, para decir que disculpas, para decir que quieres intentar nuevamente…

Mañana puede ser muy tarde…
Para pedir perdón, para decir: ¡Discúlpame, el error fue mío…!

Tu amor, mañana, puede ser inútil;
Tu perdón, mañana, puede no ser preciso; Tu regreso, mañana, puede que no sea esperado;
Tu carta, mañana, puede no ser leída; Tu cariño, mañana, puede no
ser más necesario; Tu abrazo, mañana, puede no encontrar otros brazos…

No dejes para mañana para decir: ¡Te amo! ¡Te extraño!, ¡Perdóname!,
¡Discúlpame! ¡Esta flor es para ti!, ¡Te encuentras muy bien!

No dejes para mañana
Tu sonrisa, Tu abrazo, Tu cariño, Tu trabajo, Tu sueño, Tu ayuda…

No dejes para mañana para preguntar:
¿Puedo ayudarte? ¿Por qué estás triste? ¿Qué te pasa? ¡Oye!…ven aquí, vamos a conversar.
¿Dónde está tu sonrisa? ¿Aún me das la oportunidad? ¿Por qué no
empezamos nuevamente? Estoy contigo. ¿Sabes que puedes contar conmigo?
¿Dónde están tus sueños?

Recuerda: ¡Mañana puede ser tarde…muy tarde! ¡Busca!, ¡Pide!, ¡Insiste!,
¡Intenta una vez más! ¡Solamente el “hoy” es definitivo! ¡Mañana puede ser tarde…muy tarde!

El inventario de las cosas perdidas

Muchas veces nos arrepentimos no solo por lo que hacemos sino también por lo que no hacemos, damos por supuesto que las personas que queremos lo saben y no nos molestamos en decírselo dando muchas cosas por sentado, acércate a las personas importantes para ti y diles lo mucho que las quieres. Se sentirán bien ellas y se sentirá bien tu alma.
A mi abuelo aquel día lo vi distinto. Tenía la mirada enfocada en lo distante. Casi ausente. Pienso ahora que tal vez presentía que era el último día de su vida. Me aproximé y le dije: “¡Buenos días, abuelo!”. Y él extendió su mano en silencio. Me senté junto a su sillón y después de unos instantes un tanto misteriosos, exclamó: “¡Hoy es día de inventario, hijo!”. “¿Inventario?”, pregunté sorprendido. “Sí. ¡El inventario de tantas cosas perdidas! Siempre tuve deseos de hacer muchas cosas que luego nunca hice, por no tener la voluntad suficiente para sobreponerme a mi pereza. Recuerdo también aquella chica que amé en silencio por cuatro años, hasta que un día se marchó del pueblo sin yo saberlo. También estuve a punto de estudiar ingeniería, pero no me atreví. Recuerdo tantos momentos en que he hecho daño a otros por no tener el valor necesario para hablar, para decir lo que pensaba. Y otras veces en que me faltó valentía para ser leal. Y las pocas veces que le he dicho a tu abuela que la quiero, y la quiero con locura. ¡Tantas cosas no concluidas, tantos amores no declarados, tantas oportunidades perdidas!”.Luego, su mirada se hundió aun más en el vacío y se le humedecieron sus ojos, y continuó: “Este es mi inventario de cosas perdidas, la revisión de mi vida. A mi ya no me sirve. A ti sí. Te lo dejo como regalo para que puedas hacer tu inventario a tiempo”. Luego, con cierta alegría en el rostro, continuó: “¿Sabes qué he descubierto en estos días? ¿Sabes cuál es el pecado mas grave en la vida de un hombre?”. La pregunta me sorprendió y solo atiné a decir, con inseguridad: “No lo había pensado. Supongo que matar a otros seres humanos, odiar al prójimo y desearle el mal…”. Me miró con afecto y me dijo: “Pienso que el pecado más grave en la vida de un ser humano es el pecado por omisión. Y lo más doloroso es descubrir las cosas perdidas sin tener tiempo para encontrar y recuperar.”
Al día siguiente, regresé temprano a casa, después del entierro del abuelo, para hacer con calma mi propio “inventario” de las cosas perdidas, de las cosas no dichas, del afecto no manifestado.

( Los textos son de autor desconocido, fueron copiados y recontados por Adonis)

 

VIVIMOS PARA MORIR

Tu decides tus recuerdos

Llegará cierto momento en tu vida en el que aún conservarás suficientes capacidades psíquicas para darte cuenta de que ya no eres quien eras, de que todo a tu alrededor está cambiando y de que nadie te avisó ni a qué hora ni en qué momento los demás decidieron que dejabas de ser útil para la mayoría. Y lo peor será que, de eso, vas a darte cuenta.
Te darás cuenta cuando las canas se adueñen del color de tu pelo, cuando tu piel inspire más ternura que deseo, cuando no sepas decidirte sobre qué dolor quejarte y cuando tu habitación, parezca la nueva farmacia del barrio.
Sabrás que algo ha cambiado cuando quieras excitarte y no puedas, cuando duermas todas las horas nocturnas necesarias en horas de siesta y cuando la mayoría de las madrugadas suenes tú antes que el despertador.

Sabrás que algo en ti está cambiando cuando no comprendas de qué hablan los jóvenes “de hoy en día”, cuando expliques las memorias de tu vida y los demás sientan por esas palabras la misma fascinación y sorpresa que las que sienten con una película de ciencia ficción. Cuando, en lugar de cuidar de tus nietos, sean ellos los que te cuiden a ti.
Y, así, empezarán a amontonarse los días. Y, así, empezarás a dirigirte hacia una involución que volverá a limitarte las funciones para dejarte con las mismas que tenías cuando eras niño. Con la diferencia de que, antes, aún te quedaba una vida entera por vivir y, hoy, te queda una vida entera de recuerdos. Y eso, en el mejor de los casos, si es que los recuerdas.

Vives para llevarte a la tumba lo mejor de la vida. Para aprovechar cada emoción que puedas sentir durante el camino. Y, sobre todo, vives para que aprendan de ti. Para que sepan cómo continuar sin tu presencia sólo con el hecho de recordarte. Vives para sentir melancolía al recordar un pasado que no pudo ser mejor. Para sufrir las pérdidas ajenas y cerciorarte, entonces, de que amaste.
Vives para disfrutar de cada oportunidad que te permita ser feliz. Para saltar, bailar, hacer el amor. Sí. Porque vives para hacer, mientras puedas hacerlo, todas aquellas cosas que después sólo podrás revivir en tus recuerdos. Y es que recordarás cada una de tus aventuras pasadas aun a riesgo de tener Alzheimer, ya que lo último que se pierde en esta enfermedad, es la memoria a largo plazo. Es decir, tus recuerdos más lejanos van a ser tu refugio aún a riesgo de padecer una demencia semejante.

Por lo tanto, vive tan apasionada la vida como puedas. Porque a pesar de que repitas las frases, de no recordar el nombre de tus nietos, de creer que tus hijos son tus padres, de haber olvidado cómo se sumaba, de pedir la merienda cinco minutos después de haberla comido, de no saber en qué mes estás, de no recordar el nombre de ciertas palabras… A pesar de todo esto –y de mucho más- mientras seas capaz de recordar cómo te llamas, aún serás capaz de recordar gran parte de la historia de tu vida.

Por eso, más te vale que, ahora mismo, estés construyendo un presente que valga la pena recordar.
Porque, en los recuerdos, es donde permanecerá tu identidad. Y es que, lo que hayas sido, te perseguirá hasta la última etapa de tu vida.
Tú decides qué tipo de recuerdos quieres tener mañana.
Y, amigo, todo depende de los momentos que construyas hoy.

( Los textos son de autor desconocido, fueron copiados y recontados por Adonis)

 

¿EXISTE EL CIELO Y EL INFIERNO?

El hombre curioso y el infierno

Un hombre murió y fue llevado al cielo. En la puerta lo esperaba San Pedro que lo recibió con gran alegría, pero notó en su rostro un gesto de preocupación.

– ¿Qué te ocurre?, ¿no estás contento de haber llegado al cielo?

– Claro que sí-respondió- cómo no voy a estarlo, pero tengo un ligero problema.

– Tu dirás

– Verás- prosiguió el hombre- yo soy una persona muy curiosa, y si entro al cielo para toda la eternidad siempre me quedaré con ganas de saber cómo es el infierno

– No te preocupes- contestó San Pedro- eso tiene solución. Ahora mismo le digo a uno de los ángeles que te acompañe al infierno, echas un vistazo y regresas aquí.

El ángel acompañó al hombre curioso hasta el infierno. En la puerta había un demonio al que le dijo

Ojo, este hombre solo viene a echar un vistazo pero después se vuelve conmigo.

El hombre entró en el infierno y vio una enorme, inmensa sala blanca, con una multitud de puertas blancas a los lados y en el centro una enorme mesa blanca rectangular de la que no se distinguía dónde acababa en la que había unas enormes fuentes blancas con un arroz chino de una pinta y aroma deliciosos y junto a ellas un montón de enormes palillos chinos blancos de más de un metro y medio de longitud cada uno. De pronto sonó una campanilla y de las puertas comenzó a salir una enorme cantidad de personas. Todos ellos estaban muy delgados y demacrados, con los ojos llorosos y arrastraban sus pies sin apenas fuerzas.

Se dispusieron a ambos lados de la mesa, tomaron sus palillos con los que cogieron la comida, pero al ser tan largos, por más que intentaban llevarse la comida a la boca echando los brazos hacia atrás no alcanzaban. Y así pasaban la eternidad, penando con su hambre sin poder saciarse de aquella comida tan deliciosa.

El hombre curioso salió muy impresionado de aquella visión del infierno y regresó con el ángel. Al llegar de nuevo al cielo pasó dentro con él y aún se impresionó más. Estaba en la misma enorme, inmensa sala blanca, con la misma multitud de puertas blancas a los lados y en el centro la misma enorme mesa blanca rectangular de la que no se distinguía dónde acababa en la que había las mismas enormes fuentes blancas con el mismo arroz chino de una pinta y aroma deliciosos y junto a ellas el mismo montón de enormes palillos chinos blancos de más de un metro y medio de longitud cada uno.

-¿Pero qué es esto?- preguntó el hombre asombrado- me has vuelto a traer al infierno.

– No- contestó el ángel- estamos en el cielo

-¿Qué me dices?¿No ves que estamos de nuevo en el infierno con todo igual?

– Te digo que esto es el cielo, si lo sabré yo…

De pronto sonó la misma campanilla y de las puertas comenzó a salir una enorme cantidad de personas. Todos ellos eran muy guapos y se les veía rebosantes de salud y caminaban muy contentos cantado, bailando, saltando y dándose besos y abrazos unos a otros.

Se dispusieron a ambos lados de la mesa, tomaron sus palillos con los que cogieron la comida y al ser tan largos… cada uno daba de comer al que tenía enfrente. Y así pasaban la eternidad, felices compartiendo la alegría, el amor y aquella comida tan deliciosa.

Moraleja: el cielo y el infierno, en esta vida y en la otra, es una consecuencia de que vivas de forma egoísta para ti o de manera generosa sirviendo a los demás.

En el viaje obligado  hacia la eternidad que todos debemos

Hacer un buen  día, hay dos sitios de llegada:

  1. A)  Uno  que te dará la felicidad.
  1. B)    Otro que será de tristeza y sufrimiento  eterno.

Pues  bien: desde ahora todos estamos   construyendo nuestra morada  futura. Esto es lo que  recuerda este “sueño” misterioso de una dama  para dicha suya,  logró  arribar al sitio de la felicidad, y  por misericordia de Dios  tuvo que devolverse, después de aprender una dura lección

“NO SE PUEDE VIVIR EN EL PECADO  EN ESTA VIDA, Y DESPUÉS GOZAR DE DIOS EN LA OTRA” .  

VIVIR EN GRACIA DE DIOS, CON GENEROSIDAD CON LOS NECESITADOS BONDAD  EN EL TRATO  CON LOS DEMÁS; 

PREOCUPACIÓN POR ENSEÑAR A OTROS EL CAMINO DEL BIEN A IMITACIÓN DE JESÚS  Y DE LA SANTÍSIMA VIRGEN.

¡Empieza desde hoy  consignar en  el cielo su cuota inicial para la eternidad según tu deseo de la mansión que quieras encontrar allí!

( Los textos son de autor desconocido, fueron copiados y recontados por Adonis)

 

 

 

ALEGRÍA DE VIVIR

Retomar la vida con entusiasmo

“Los integrantes de una humilde familia hacían lo posible por ser felices, pero como eran tiempos duros, a veces resultaba difícil. Bastaba con ver la fachada de su casa para darse cuenta de que algo no iba bien. Ya no se preocupaban por limpiar las ventanas, ni cuidar el pequeño jardín que tenían al frente. La cerca estaba totalmente desbaratada y la puerta principal ya no tenía pintura.

Un día, el hijo mayor fue al mercado y mientras estaba allí, observaba con curiosidad a la gente entusiasta que compraba. Le llamó poderosamente la atención un bello jarrón, en un pequeño puesto donde vendían artículos de segunda mano. Al verlo, entusiasmado, buscó las pocas monedas que tenía en el bolsillo; era lo justo que se requería para comprarlo, pero hacerlo significaba que se quedarían sin dinero. Pensó que no estaban para derroches, pero era tan especial… Además, a su mamá le encantaría.

El vendedor, mientras se lo envolvía, le dijo: ‘Disfrútalo y cuídalo mucho, porque este jarrón es mágico’.

Y en efecto, toda la familia se entusiasmó con su compra, y nadie le reprochó que se hubiera gastado sus últimas monedas en él.

Un día, al observar la belleza del jarrón, el padre se dio cuenta de lo arruinada y descuidada que estaba la sala. Así que sin pensarlo, entusiasta, buscó la brocha y un poco de pintura que quedaba y en pocas horas dejó la habitación como nueva.

Cuando el segundo hijo vio lo bien que quedó la sala, tomó un cubo con agua y jabón y lavó todas las ventanas. Cuando el tercer hijo miró a través de estas, notó el terrible estado en el que estaba el jardín, así que cortó el césped, quitó las malas hierbas y removió la tierra.

El cuarto hijo, al ver la tierra limpia, plantó semillas. Cuando llegó el verano, la hija menor salió al jardín y notó que habían florecido las margaritas; cortó algunas y se las llevó a su madre para que las pusiera en el jarrón”.

Cuando perdemos la motivación, el entusiasmo y la alegría, caemos fácilmente en un estado de abandono y apatía que se refleja en todas las áreas de nuestra vida.

La mayoría de las veces nos quedamos esperando a que alguien tome la iniciativa o que pase un evento con la suficiente fuerza como para cambiar y mejorar nuestra condición de vida, sin que tengamos que hacer algo para conseguirlo.

Nuestra felicidad no depende de lo que tenemos o de lo que todavía no hemos podido conseguir. La felicidad depende básicamente de nuestra actitud y de la forma de asumir e interpretar la vida; no se experimenta afuera, sino adentro y cada uno de nosotros puede recuperar la motivación y el entusiasmo necesarios para construir su propia felicidad.

Cuando nos sentimos a gusto con nosotros mismos, disfrutamos cada cosa que hacemos, y aceptamos y resaltamos los elementos positivos que tiene el lugar donde estamos, experimentamos la felicidad, que no es otra cosa que ese sentimiento de plenitud y de alegría interior. Cuando abrigamos sueños y trabajamos por la realización de los mismos; cuando tenemos metas, aunque estas sean pequeñas y cumplimos con ellas, atesoramos la satisfacción silenciosa de haberlas alcanzado a pesar de tantos obstáculos superados.

Muchas veces elegimos ser infelices por causa de situaciones pequeñas e intrascendentes a las que prestamos demasiada atención, permitiendo que nos afecten profundamente y que nos hagan perder el equilibrio y la felicidad que teníamos.

Dejemos de prestarle atención a todo aquello que se presenta en forma negativa o diferente a lo que esperábamos, tomemos la decisión de atender y mostrarle interés sólo a todo lo bueno y lo grato que nos suceda cada día, aunque sea muy pequeño; de esta manera podremos extender el bienestar y la alegría que nos permitirán superar los momentos difíciles, y disfrutar más de la vida.

Claves para retomar la vida con entusiasmo:

-Realiza tus tareas con alegría. Cuando hacemos nuestro trabajo con calidad, pasión, amor y entrega, podemos proyectar lo mejor de nosotros y conseguir los mejores resultados.

-Cambia las viejas fórmulas. Si te repites una y otra vez los mismos pensamientos negativos, si te dejas manipular creyendo que la felicidad consiste en comprar y acumular, te alejarás cada vez más de la felicidad verdadera.

-Involúcrate en nuevos proyectos. Es preciso renovar nuestra vida, llenarla de emociones y de proyectos nuevos. Siempre que te encuentres decaído y desanimado, haz algo que esté fuera de la rutina y renueva tu estado de ánimo.

-Todo, absolutamente todo puede convertirse en una actividad gratificante cuando se realiza con una actitud apropiada y el deseo de ser felices.

¡Suelta el pasado, deja de preocuparte por el futuro, vive el presente, la vida es maravillosa, todo va a estar muy bien!

(Los textos son de autor desconocido, fueron copiados y recontados por Adonis)

 

 

MIEDO A LA MUERTE

 Gracias a la muerte te das cuenta de que estás vivo

Lo importante ahora es que tú mismo definas qué punto tiene tu vida, cuál es el propósito de tu propia vida, para qué sí quieres tu vivir.

El miedo a la muerte tiene algunos componentes en común: el miedo a lo desconocido, el miedo a no tener el control . A no saber cómo será ese momento, el miedo al dolor, el miedo a dejar a nuestros seres queridos y, sobre todo, el miedo a dejar de existir.

Aunque el ciclo de la vida indica que la muerte forma parte de la misma, lo difícil es aceptarlo. Y, entonces aparece el miedo, el sufrimiento e incluso la negación ante una realidad tan indiscutible.

Nos podríamos preguntar el porqué y nos deberíamos responder que el ser humano es la única especie viva que dedica una gran parte de su tiempo a reflexionar, no tan solo sobre la muerte, que es indiscutible e incuestionable sino qué hay detrás de ella.

Si vamos a morir, ¿cuál es el sentido de la vida? Si, realmente, era la pregunta que te estabas haciendo, quizás, no le estas dando un significado adecuado a tu vida actual, no la llenas de luz y vives el aquí y el ahora.

Solemos tener miedo a la muerte en la medida en que nos identificamos con este cuerpo físico. El cuerpo físico sí que pertenece a “algo que nació”, por tanto, debe morir. “Lo que nació debe morir”. Pero somos más que un cuerpo: el YO más profundo, el YO con mayúsculas, lo que en esencia somos.

 Un pequeño cuento con un gran mensaje.

En el vientre de una mujer embarazada se encontraban dos bebés.
El primero pregunta al otro:
-¿Tú crees en la vida después del nacimiento?
-Claro que sí. Algo debe existir después del nacimiento. Tal vez estamos aquí porque necesitamos prepararnos para lo que seremos más tarde.
-¡Tonterías! No hay vida después del nacimiento. ¿Cómo sería realmente esa vida?
-No lo sé exactamente, pero seguramente habrá más luz que aquí. Tal vez caminemos con nuestros propios pies y nos alimentemos por la boca.
-¡Esto es absurdo! Caminar es imposible. ¿Y comer con la boca? ¡Eso es totalmente ridículo! El cordón umbilical es por dónde nos alimentamos. Yo te digo solamente una cosa: la vida después del nacimiento está excluida. El cordón umbilical es demasiado corto.
-Yo creo que seguramente hay algo. Tal vez sea sólo un poco distinto a lo que estamos acostumbrados a tener aquí.
-Pero nadie nunca ha vuelto de allá, después del nacimiento. El parto apenas encierra la vida. Y al final de cuentas, la vida no es nada más que la angustia prolongada en la oscuridad.
-Bueno, no sé exactamente cómo será después del nacimiento, pero seguro veremos a la mamá y ella nos cuidará.
-¿Mamá? ¿Tú crees en mamá? ¿Y dónde crees tú que ella esté?
-¿Dónde? ¡En todo nuestro alrededor! En ella y a través de ella es que vivimos. Sin ella todo esto no existiría.
-¡Yo no creo! Nunca he visto ninguna mamá, por lo tanto es lógico que no exista ninguna.
-Bueno, pero a veces cuando estamos en silencio, tú puedes oírla cantando, o sentir como acaricia nuestro mundo. Sabes, yo pienso que hay una vida real que nos espera y que ahora solamente estamos preparándonos para ella…

 (Los textos son de autor desconocido, fueron copiados y recontados por Adonis)

 

 

¿SE PUEDE QUERER A UNA PAREJA SIN DESEARLA?

Todo llega, pasa, y enseña.

Te invitamos a una charla distendida y calmada sobre el deseo y la pareja. Las preguntas que todos nos hacemos sobre la sexualidad en pareja, y que no siempre tienen fácil respuesta.

¿Es normal dejar de desear a la persona que amas?

-Puede resultar contradictorio, pero lo cierto es que el amor en pareja y desear a la pareja no siempre van de la mano. No obstante, hay que aclarar que la queja de “bajo nivel de deseo” a veces se confunde con “desajustes del deseo sexual”, es decir, tenemos menos relaciones eróticas de las que nos gustaría tener.

¿Por qué es importante desear a la pareja y sentirse deseado?

-Lo que diferencia a una pareja de amigos de una pareja de amantes es el deseo. Cuando dejas de desear a tu pareja o te sientes no deseado se pone en cuestión la esencia de nuestra vinculación, que es el amor. Te haces interiormente una doble reflexión: “quizá no me quiere o quizá ya no le atraigo”.

¿Es inevitable un descenso del deseo sexual en el marco de una relación estable y amorosa de larga duración?

-Es un hecho que el deseo presenta dos vertientes: una vertiente biológica y/o química, activada por el atractivo físico, la novedad y lo misterioso; y una vertiente amorosa, activada por el amor, sentimiento y los cuidados. Lo cierto es que con los años de convivencia se pierde novedad, misterio…y se gana complicidad y con ello, afortunadamente, las parejas se sienten más libres, incluso para no tener que desear.

¿Pero podemos en pareja permitirnos no tener deseo?

-La realidad es que NO. Si quien está leyendo estas líneas tiene pareja, convive con ella, tiene buena salud, un estilo de vida razonable y además es joven….que se pregunte: ¿me puedo permitir no tener deseo? La respuesta será no. Esta es una de las claves para darse cuenta de que “tener que tener deseo” es un motivo para no tenerlo; y es que la obligación y el deseo son difícilmente compatibles.

Has mencionado que el factor misterio y novedad disminuyen con la convivencia, ¿ello presupone que si cambiásemos de pareja aumentaría el deseo?

-Inicialmente aumentaría el deseo sexual, pero a las pocas semanas el factor novedad desaparecería y surgirían los reproches; en cambio con tu pareja sentimental el deseo es menos explosivo pero más estable porque no depende de la química sino del sentimiento.

¿Es posible “querer” a tu pareja y “no desearla”?

-Según mi idea de pareja diría que no. No obstante, los conceptos de “querer” y de “desear” puede uno adaptarlos a su historia de vida y quizá pueda darse otra respuesta.

El amor no tiene edad, ¿el deseo no tiene edad?

-El deseo sexual / erótico no tiene edad, pero sí tiene edades. El deseo es un proceso de madurez que evoluciona de la ilusión y el entusiasmo juvenil hasta el deseo en estado noble. Un deseo de calidad requiere años y vivencias. Por ello en parejas de largo recorrido la intimidad erótica evoluciona de más a mejor.

¿Cómo es posible desear a otra persona a la que no amas y dejar de desear a tu pareja amorosa?

-En un marco de relación de pareja, el deseo requiere el soporte del amor, pero cuando no hay exigencia amorosa por ser “el otro” alguien “no significativo”, el deseo responde a factores más biológicos y externos (atracción, novedad, misterio…). Es decir, puedo no desear a mi maravillosa pareja porque siento no me trata con amor y sí puedo desear a otra porque no le exijo amor. Y todo para que el amor no nos separe del deseo y que su ausencia no nos separe del amor.

¿Es posible, en cualquier caso, el sexo sin amor?

-El debate del “sexo con amor o sin amor” es un discurso estéril. No es posible un encuentro íntimo sin vinculación afectiva de ningún tipo; el debate debería centrarse en torno a la idea de “vinculación afectiva”, qué entendemos, qué parámetros, qué márgenes y qué variables la definen. Y es que toda relación erótica/sexual es una relación de amor.

¿Pero el amor tiene un principio y un final?

-La realidad del amor, al igual que la elaboración de un vino, tiene un recorrido vital, pero no tengo claro que tenga un final inevitable, aunque es cierto que hay relaciones conflictivas y maneras de conservar el vino que hacen cierta la frase: “hasta que la muerte del amor os separe”.

( Los textos son de autor desconocido, fueron copiados y recontados por Adonis)

 

TE DESEO DE LO BUENO, LO MEJOR

TE DESEO FELICIDAD

Te deseo primero que ames,
y que amando, también seas amado.
Y que, de no ser así, seas breve en olvidar
y que después de olvidar, no guardes rencores.
Deseo, pues, que no sea así, pero que sí es,
sepas ser sin desesperar.

Te deseo también que tengas amigos,
y que, incluso malos e inconsecuentes
sean valientes y fieles, y que por lo menos
haya uno en quien confiar sin dudar

Y porque la vida es así,
te deseo también que tengas enemigos.
Ni muchos ni pocos, en la medida exacta,
para que, algunas veces, te cuestiones
tus propias certezas. Y que entre ellos,
haya por lo menos uno que sea justo,
para que no te sientas demasiado seguro

Te deseo además que seas útil,
más no insustituible.
Y que en los momentos malos,
cuando no quede más nada,
esa utilidad sea suficiente
para mantenerte en pie.

Igualmente, te deseo que seas tolerante,
no con los que se equivocan poco,
porque eso es fácil, sino con los que
se equivocan mucho e irremediablemente,
y que haciendo buen uso de esa tolerancia,
sirvas de ejemplo a otros.

Te deseo que siendo joven no
madures demasiado de prisa,
y que ya maduro, no insistas en rejuvenecer,
y que siendo viejo no te dediques al desespero.
Porque cada edad tiene su placer
y su dolor y es necesario dejar
que fluyan entre nosotros.

Te deseo de paso que seas triste.
No todo el año, sino apenas un día.
Pero que en ese día descubras
que la risa diaria es buena, que la risa
habitual es sosa y la risa constante es malsana.

Te deseo que descubras,
con urgencia máxima, por encima
y a pesar de todo, que existen,
y que te rodean, seres oprimidos,
tratados con injusticia y personas infelices.

Te deseo que acaricies un perro,
alimentes a un pájaro y oigas a un jilguero
erguir triunfante su canto matinal,
porque de esta manera,
sentirás bien por nada.

Deseo también que plantes una semilla,
por más minúscula que sea, y la
acompañes en su crecimiento,
para que descubras de cuantas vidas
está hecho un árbol.

Te deseo, además, que tengas dinero,
porque es necesario ser práctico,
Y que por lo menos una vez
por año pongas algo de ese dinero

frente a ti y digas: “Esto es mío”.
sólo para que quede claro
quién es el dueño de quién.

Te deseo también que ninguno
de tus defectos muera, pero que si
muere alguno, puedas llorar
sin lamentarte y sufrir sin sentirte culpable.

Te deseo por fin que, siendo hombre,
tengas una buena mujer, y que siendo
mujer, tengas un buen hombre,
mañana y al día siguiente, y que cuando
estén exhaustos y sonrientes,
hablen sobre amor para recomenzar.

Si todas estas cosas llegaran a pasar,
no tengo más nada que desearte.

La vida no se mide por cosas materiales, si te basas en ese principio tu entorno estará rodeado de gente con ese mismo principio, gente de paso e interesadas. Vivir no trata de las apariencias, ni siquiera de las físicas. La vida se mide por la forma en como vives… A quién amas, a quién dañas, por los compromisos que cumples o no cumples, por como usas las amistad, por los juicios que formulas, por lo que dices, por lo que haces ó lo que hiciste. La verdad es que tu vida la medirán los demás en un juicio breve que resumirá la huella que dejaste en ellos.

Son tres “muchos” y tres “pocos” los que destruyen a las personas:
– Mucho gastar y poco tener
– Mucho hablar y poco saber
– Mucho presumir y poco valer

( Los textos son de autor desconocido, fueron copiados y recontados por Adonis)

 

MI SOLEDAD Y YO

La soledad no es que no haya nadie.

La soledad es ir acompañado por la calle, ver algo que nos llama la atención y saber que uno no puede comentarlo, porque al que viene al lado no le importa, o no escucha, o se encoge de hombros, o mira y ni siquiera se encoge de hombros.

La soledad es que él haya regresado a casa, y en vez de quedarse contigo en la cocina mientras haces la comida, se vaya a leer el diario o a mirar el noticiero de T.V.

Y es que se olvide de que antes de irse a trabajar, a la mañana, quedaron en ir al cine por la noche y al llegar por la noche se quite los zapatos, la corbata y el saco y no mencione ni por casualidad la invitación.

La soledad es estar esperando, aunque el que esperemos esté junto a nosotros… Junto, al lado… Pero no CON NOSOTROS.

Oyéndonos, no escuchándonos.
Mirándonos, pero no viéndonos.
Estando… No acompañando, ni participando, ni tratando de entender.

La soledad es querer gritar que aquí, dentro del pecho, se revuelve un dolor formado por silencios, llantos disimulados, preguntas sin respuesta.

Es que no podamos decir que nos va mal, pero que tampoco podamos decir que hay una luz de entusiasmo y de ganas en nuestra vida.

ES RESIGNARSE que los demás lo vean a uno como apacible y dulce. Que piensen que esa apariencia es producto de una maravillosa paz interior, de una sabiduría que los años han ido dejando lujosamente en nuestro ser.

La soledad es empezar a decir: “Me da lo mismo”, o : “No te preocupes…”, cuando quisiéramos gritar:

“DEBE SER HOY Y AHORA”, “QUIERO IR… QUIERO HACER… QUIERO VER… QUIERO HABLAR”:
“Dios mío, quiero hablar.”

Hablar y hablar hasta decirlo todo, hasta sacarnos de adentro todas las palabras que el miedo y la tristeza y el desgano han ido amontonando y mutilando y nos pesan como si fueran bloques de granito…

La soledad es saber que la piedad de los demás no existe, que la infelicidad les causa espanto y miedo porque temen que sea contagiosa…Es saber que para estar acompañados hay que bañarse, hay que peinarse bien, vestirse cuidadosamente y parecer totalmente despreocupados y dichosos, sin necesidades apremiantes, sin problemas… Y sin que nadie, nadie sé de cuenta que estás solo.

Supe que era mi soledad

Llegué a mi casa, abrí la puerta, encendí la luz y no la vi… Con cierta risa burlona me dijo “aquí estoy, jamás me quedo, siempre te acompaño” y supe que era mi soledad… Vaya, dije, sí que te sabes esconder, ¿y cómo estás? le pregunte. Y me dijo bien y dispuesta a conversar, así que quien mejor que yo que te conoce para despejar unas dudas.

¿Cómo es que me conoces tan bien? le pregunté. ¡Aah! -Replicó, es que siempre estoy; ya son muchos años juntos y te escucho hablar, reír, te veo llorar y siempre termino por enterarme de ti.

¿Será posible que algún día puedas dejarme? Le pregunté, “no lo sé” me respondió; “Pero si te dejo ya no estaré más y estarás sin soledad y quizá te sientas peor que hoy, ahora te veo solo, y cada día más solo que nunca… pero no sé si algún día me iré.

¿Qué tengo que hacer para que me dejes? Le dije a manera de conversación, ya que estoy cansado de estar siempre solo.

Pues no lo sé, -Respondió certeramente diciéndome “solo tú reconocerás el momento y sabrás que me fui, pero en el hoy me encargaron secar tus lágrimas y quizá un día lo añores, porque si encuentras a alguien que seque tus lagrimas mejor que yo, solo lo sabrás tú.”

Me doy la vuelta y miro la habitación, sola y vacía, la luz de la luna se cuela por la ventana y ello te invita a escribir y a escucharte a ti mismo. Mientras volteo me doy cuenta que la noche está terminando y el día comienza a rayar, el canto de las aves se deja escuchar y la luz de la ciudad se apaga, pienso y digo “mis ojos deben estar hinchados de tantas lágrimas y mi soledad aquí conmigo”, como siempre me invita a descansar un rato, “hay mucho trabajo para hoy y si tienes más dudas siempre estaré aquí” -Me dice, “aunque por momentos me olvides sabes que al terminar el día estaré aquí para seguir secando tus lágrimas”.

Bueno soledad es muy grato saber que estas aquí, aunque cansado de estar solo me encuentro no me queda más que soñar que el día llegará y vendrás a disipar y terminar con mi soledad.

 No es algo…. Es alguien.

• Es mejor estar solo, que con alguien que tiene el corazón más duro que una piedra.
• Duele tener una persona en tu corazón y no poderla tener entre tus brazos.
• A veces las sonrisas por fuera, indican batallas por dentro.
• Algunas personas por fuera parece que somos de hierro, pero por dentro somos de cristal.
• A veces buscas algo y aunque no lo encuentres, sigues buscando y buscando como si fuese a aparecer. Así mismo pasa con el corazón.

• El problema con los amores imposibles, es que nos lleva toda la vida olvidar.
• ¡Qué ironía, después de un adiós no lloramos por los malos recuerdos, sino por los buenos!
• Ahora que te fuiste tengo que aprender a llevarte en el corazón y no de la mano como antes.
• Faltas tú y todo lo demás sobra en mi vida.
• Lo difícil no es decir adiós, lo difícil es aprender a no volver.
• Siembra distancia y cosecharás olvido.
• El problema es que a veces decimos adiós y dejamos la puerta abierta…
• Duele sentirse ignorado por la persona que más te importa

• Se puede fingir todo lo que uno quiera, pero una mirada siempre lo confesará todo.
• La herida que más cuesta sanar, siempre viene de quien dijo que nunca la iba a causar.
• Un recuerdo es una fotografía tomada por el corazón, para que un momento especial dure para siempre.
• Prefiero una soledad sincera a una pareja que me llene la vida de mentiras.
• Aprende a demostrar que no pasa nada, aunque de verdad pase…
• Soy cinta negra en romper mi corazón. Por cinturas que no he rodeado, abrazos que no he dado y labios que no he mordido.
• Hay personas que no demostramos nuestros sentimientos aunque estamos llenos de ellos. Sufrimos en silencio, amamos con miradas y hablamos con sonrisas.
• Él no sabía amar, yo quizás… Demasiado.
• Hay gente como yo que grita, llora, ríe, sufre, extraña, ama y odia. Todo en silencio…
• No hay lugar más triste que ese donde te recuerdas feliz.
• No ser amado es una simple desventura. La verdadera desgracia es no saber amar.

( Los textos son de autor desconocido, fueron copiados y recontados por Adonis)

 

APRENDER A SER FELIZ CON POCO

Reflexión sobre la humanidad

Un periodista le hizo una entrevista al Dalai Lama, al entrar en la habitación le preguntó:
– ¿Qué es lo que más le sorprende de la humanidad?A lo que él respondió:
Que se aburren de ser niños y quieren crecer rápido, para después desear ser niños otra vez.
Que desperdician la salud para hacer dinero y luego pierden el dinero para recuperar la salud.
Que ansían el futuro y olvidan el presente y así no viven ni el presente ni el futuro.
Que viven como si nunca fuesen a morir y mueren como si nunca hubieran vivido…

Quedé en silencio un rato y le dije:
– Pero, ¿cuáles son las lecciones de vida que debemos aprender?

Y con una sonrisa respondió:
Que no pueden hacer que nadie los ame, sino dejarse amar,
que lo más valioso en la vida no es lo que tenemos, sino a quien tenemos,
que una persona rica no es quien tiene más, sino quien necesita menos
y que el dinero puede comprar todo menos la felicidad…

Que el Físico atrae pero la personalidad enamora.
Que quien no valora lo que tiene, algún día se lamentará por haberlo perdido,
Y que quien hace mal algún día recibirá su merecido.
Si quieres ser feliz, haz feliz a alguien.
Si quieres recibir, da un poco de ti, rodéate de buenas personas y sé una de ellas.
Recuerda, a veces a quien menos esperas es quien te hará vivir buenas experiencias
Nunca arruines tu presente por un pasado que no tiene futuro.

Una persona fuerte sabe cómo mantener en orden su vida.
Aún con lágrimas en los ojos, se las arregla para decir con una sonrisa: ‘Estoy bien”

Busca siempre dentro de ti

Una tarde, Rabiya —una famosa mística sufí— estaba buscando algo en la calle, junto a su pequeña choza. Se estaba poniendo el sol y la oscuridad descendía poco a poco. La gente fue congregándose, y le preguntaron:
—¿Qué haces? ¿Qué se te ha perdido? ¿Qué estás buscando?
Ella contestó:—Se me ha perdido la aguja.
La gente dijo:
—Se está poniendo el sol y va a resultar muy difícil encontrar la aguja, pero vamos a ayudarte. ¿Dónde se te ha caído exactamente? Porque la calle es grande y la aguja pequeña. Si sabemos exactamente dónde se ha caído resultará más fácil encontrarla.
Rabiya contestó:
—Más vale que no me preguntéis eso, porque en realidad no se ha caído en la calle, sino en mi casa.
La gente se echó a reír y dijo:
—¡Ya sabíamos que estabas un poco loca! Si la aguja se ha caído en tu casa, ¿por qué la estamos buscando en la calle?
Rabiya replicó:
—Por una razón tan sencilla como lógica: en la casa no hay luz y en la calle aún queda un poco de luz.
La gente volvió a reírse y se dispersaron. Rabiya los llamó y dijo:
—¡Escuchadme! Eso es lo que hacéis vosotros. Yo me limitaba a seguir vuestro ejemplo. Os empeñáis en buscar la dicha en el mundo exterior sin plantear la pregunta fundamental: «¿Dónde la has perdido?». Y yo os digo que la habéis perdido dentro. La buscáis fuera por la sencilla y lógica razón de que vuestros sentidos están abiertos hacia el exterior: hay un poco más de luz. Vuestros ojos miran hacia fuera, vuestros oídos escuchan hacia fuera, vuestras manos se tienden hacia fuera; por eso estáis buscando fuera. Por lo demás os aseguro que no la habéis perdido ahí, y lo digo por experiencia propia. Yo también he buscado fuera durante muchas, muchas vidas, y el día que miré dentro me llevé una sorpresa. No hacía falta buscar y registrar; siempre había estado dentro.
Lo que posees en este mundo lo posees a costa de alguien, a costa del placer de otro. No hay otra manera. Si de verdad no deseas enemistarte con nadie en el mundo, debes abandonar la idea de la posesión. Utiliza lo que tengas a tu lado en el momento, pero no seas posesivo. No intentes reclamar que es tuyo. No hay nada que sea tuyo; todo pertenece a la existencia.
Ser pobre es un estado mental mientras que no tener dinero es un estado temporal.

( Los textos son de autor desconocido, fueron copiados y recontados por Adonis)

 

¿ESTE MUNDO OS VIENE GRANDE?

¿Demasiado sensible?

No entiendo entre miles de cosas, la comunicación en la actualidad de padre e hijos que solo se hablan para regañar en caso de los padres o para pedir favores en caso de los hijos, estamos volviéndonos poco empáticos y nada humanos.

Las familias se desvivían unos de otros donde una madre o un padre era lo más importante, donde el respeto era la bandera de la vida

Hoy puedo decir que echo de menos mi niñez donde todavía esperaba que mi madurez iba a estar cargada de personas llenas de amor desinteresado.

Basta con poner atención, para descubrir que estamos rodeados por la injusticia social: niños en los semáforos haciendo malabares con limones a cambio de centavos; adultos mayores que seguramente tendrán que trabajar hasta el último de sus días porque no tienen una pensión; jóvenes asesinados o tomando la decisión de ir a buscar un futuro lejos de sus familias; supuestos eruditos promoviendo actividades como la minería porque lo importante es el crecimiento económico, qué más da que contaminen; empresarios mediocres pidiendo privilegios porque es la única forma en la que dicen poder ser competitivos; y funcionarios que ven la transparencia y rendición de cuentas como persecución política.

Siento que no pertenezco a este mundo, que estoy en el lugar equivocado, me cuesta mucho a veces adaptarme al mundo y a las personas que habitan en él, veo y siento tantas sensaciones feas entre las personas que me hace querer no estar aquí.

No quiero que se piense que me siento superior o inferior a los demás, solo diferente.

Pienso que igual no soy importante para nadie como yo creo y siento, me puedo ir de este mundo y la mayor parte de las personas no se darían cuenta ni me extrañarían. Puedo tener personas a mi alrededor y saber que nada en su vida cambiaría si faltase. A veces hago la prueba y no me comunico con alguien para ver si me busca y muchas veces confirma mi creencia, estoy solo, si no te acercas a otros ellos no lo harán.

Hay momentos complicados, momentos que me siento muy mal, como si todo se nublara, como si el cansancio se acumulara. Hay temporadas en que me vuelvo crítico con las personas, me enfundo en una coraza y me canso de dar y dar sin recibir.

Me siento fuera de lugar, a veces tengo ganas de desaparecer de este cuadro que no sé quién lo ha pintado y me ha incluido ahí sin encajar y sin pedirlo.

La sensibilidad no es un defecto

Ventajas y desventajas de ser sensibles:
 Se conecta con los demás y ayuda a comprender el mundo de un modo más profundo. Aunque también se sufre mucho más.

Se siente con intensidad todas las emociones: Angustia, miedo, felicidad. Cualquier emoción la amplifica más que los demás. Pero no solo las de la persona, también afectan los problemas de los demás.

Se vive en un plano más profundo, se reflexiona y analiza cualquier dato o emoción que llega tanto de fuera como de dentro.

Se es muy observador, le gustan los detalles, observar tanto a las personas como lo que ocurre a su alrededor. Por ejemplo, puedo quedarse embobadas por las hojas cayendo de un árbol o la carcajada de un bebé.

Suelen ser muy educadas y les gusta agradecer o pedir por favor las cosas. Detectan y sienten incomodidad cuando otras no lo son. También muestran mucha empatía con los problemas de los demás

Son también indecisas, les gusta reflexionar, analizar y no molestar a los demás, tomar cualquier decisión me cuesta un mundo.

Se abruman con facilidad, no llevan bien el estrés o los ambientes muy estresantes y los evitan siempre que pueden. Si se ven inmersas en algún problema, tratan de buscar un momento y un lugar de paz y tranquilidad donde mi soledad me dará respuestas y tranquilidad

Un profesor de meditación me contó una vez la historia de un hombre que no quería tener nada que ver con el estrés de la vida, por lo que se retiró a una cueva para meditar día y noche para el resto de su vida. No llevaba ni un día en su cueva cuando terminó saliendo llevado a la angustia. Estaba desesperado por el sonido del goteo de agua en su cueva. La moraleja es que, al menos hasta cierto punto, las tensiones siempre estarán ahí.

( Los textos son de autor desconocido, fueron copiados y recontados por Adonis)

 

 

 

 

LA VERDAD ASOMA…

Que duro ser padre

El padre entro a la habitación de su hija y encontró una carta sobre la cama. Con la peor de las premoniciones la leyó mientras temblaban las manos:

“Queridos papa y mama, con gran pena y dolor os digo que me he escapado con mi nuevo novio. He encontrado el amor verdadero y es fantástico.

Me encantan sus piercings, cicatrices, tatuajes y su gran moto. Pero no es solo eso: estoy embarazada y Jonatan dijo que seremos muy felices en su poblado. Quiere tener muchos mas niños conmigo y ese es uno de mis sueños.

He aprendido que la marihuana no daña a nadie y la vamos a cultivar para nosotros y nuestros amigos. Ellos nos proporcionan toda la cocaína y pasta base que queremos.

Entretanto rezaremos para que la ciencia encuentre una cura para el SIDA, para que Jonatan se mejore. Se lo merece.

No te preocupes por el dinero: el Yony lo ha arreglado para que participe en las películas que sus amigos Rayan y Miquel ruedan en su sótano.

Por lo visto puedo ganar 50 dólares por escena, 50 mas si hay mas de tres hombres en la escena y 50 mas si participa un caballo.

No te preocupes mama. Ya tengo 15 años y se como cuidar de mi misma…

Algún día os visitare para que podáis conocer a vuestros nietos.

Con cariño, vuestra querida hija.

P.D.:
Papi, es una broma. Estoy viendo la tele en la casa de la vecina.
Solo quería mostrarte que hay cosas peores en la vida que mis notas, que te adjunto a la presente.

Respuesta del padre a su hija.

“Le he dado a leer la nota a tu madre. Le ha dado un infarto del susto y hemos tenido que ingresarla en el hospital. Los médicos temen por su vida.

Al decirle a los abogados lo que ha pasado me han recomendado que haga uso de la figura del repudio, por lo que ya no eres nuestra hija, así que te hemos quitado del testamento.

Hemos tirado a la basura todas tus cosas y hemos habilitado tu habitación como despacho.

También hemos cambiado la cerradura de casa por lo que tendrás que buscarte un alojamiento, pero no intentes pagar con tarjeta, porque la hemos anulado, y hemos cancelado tu cuenta en el banco (el dinero que había allí, lo vamos a utilizar para el tratamiento de tu madre).

Por cierto, no intentes llamarnos para pedirnos dinero, porque hemos anulado el contrato de tu teléfono móvil y hemos dado de baja tu número.

Las joyas que tenias guardadas, tu equipo de música, y la colección de CDS y películas, las hemos vendido al vecino del quinto (ese que te cae tan mal y que dices que te vigila por la ventana cuando te cambias de ropa…)

¡Ah!! Por cierto, tendrás que buscar también un trabajo, porque ya no te vamos a pagar los estudios ni las clases de música.

Para el caso de que no puedas conseguir ni trabajo ni alojamiento, te recomiendo al “Perico”. Es un tío que conocí en la mili, y no se muy bien a que se dedica, pero le he mandado una foto tuya y me ha dicho que una chica como tu no tendría problemas para vivir en ciertos países del Mundo que el conoce.

En fin espero que en tu nueva vida todo te vaya bonito y que seas muy feliz.

P.D.:
Hija, es una broma. Estoy viendo la tele en casa con tu madre, que esta perfectamente y riéndose a carcajadas.

Solo quería mostrarte que hay cosas peores en la vida que pasarte las próximas tres semanas castigada sin salir de casa, por las notas, y sin ver la tele, por la bromita.

( Los textos son de autor desconocido, fueron copiados y recontados por Adonis)

 

¿ESTAREMOS LOCOS?

No da tiempo ni de estar sanos

Dicen que todos los días tenemos que comer una manzana por el hierro y un plátano, por el potasio. También una naranja, para la vitamina C, medio melón para mejorar la digestión y una taza de té verde sin azúcar, para prevenir la diabetes.

Todos los días hay que tomar dos litros de agua (sí, y luego mearlos, que lleva como el doble del tiempo que llevó tomárselos).

Todos los días hay que tomarse un Activia o un Yogurt para tener ‘L. Cassei Defensis’, que nadie sabe qué mierda es, pero parece que si no te tomas un millón y medio todos los días, empiezas a ver a la gente como borrosa…

Cada día una aspirina, para prevenir los infartos, más un vaso de vino tinto, para lo mismo. Y otro de blanco, para el sistema nervioso. Y uno de cerveza, que ya no me acuerdo para qué era. Si te lo tomas todo junto, por más que te dé un derrame ahí mismo, no te preocupes pues probablemente ni te enteres.

Todos los días hay que comer fibra. Mucha, muchísima fibra, hasta que logres defecar un sweater. Hay que hacer entre cuatro y seis comidas diarias, livianas, sin olvidarte de masticar cien veces cada bocado. Haciendo un pequeño cálculo, solo en comer se te van como cinco horitas.

Ah, después de cada comida hay que lavarse los dientes, o sea: después del Activia y la fibra los dientes, después de la manzana los dientes, después del plátano los dientes… Y así mientras tengas dientes, sin olvidar pasarte el hilo dental, masajeador de encías, buche con Plax…

Mejor amplía el baño y mete el equipo de música, porque entre el agua, la fibra y los dientes, te vas a pasar varias horas por día ahí adentro.

Hay que dormir ocho horas y trabajar otras ocho, más las cinco que empleamos en comer, veintiuno. Te quedan tres, siempre que no te agarre algún imprevisto. Según las estadísticas, vemos tres horas diarias de televisión. Bueno, ya no puedes porque todos los días hay que caminar por lo menos media hora (dato por experiencia: a los 15 minutos regresa, si no la media hora se te hace una).

Y hay que cuidar las amistades porque son como una planta: hay que regarlas a diario. Y cuando te vas de vacaciones también, supongo. Además, hay que estar bien informado, así que hay que leer por lo menos dos diarios y algún artículo de revista, para contrastar la información. ¡Ah!, hay que tener sexo todos los días, pero sin caer en la rutina: hay que ser innovador, creativo, renovar la seducción. Eso lleva su tiempo. ¡Y ni qué hablar si es sexo tártrico! (al respecto te recuerdo: después de cada comida hay que cepillarse los dientes!).

También hay que hacer tiempo para barrer, lavar la ropa, los platos, y no te digo si tienes perro u otra mascota… ¿hijos?!

En fin, a mí la cuenta me da unas 29 horas diarias. La única posibilidad que se me ocurre es hacer varias de estas cosas a la vez, por ejemplo: Te duchas con agua fría y con la boca abierta así te tragas los 2 litros de agua.

Mientras sales del baño con el cepillo de dientes en la boca le vas haciendo el amor (tártrico) parado a tu pareja, que de paso mira la TV y te cuenta, mientras barres. ¿Te quedó una mano libre? Llama a tus amigos. ¡Y a tus padres!! Tómate el vino (después de llamar a tus padres te va a hacer falta). El Yakult con la manzana te lo puede dar tu pareja mientras se come el plátano con el Activia, y mañana cambian.

( Los textos son de autor desconocido, fueron copiados y recontados por Adonis)

 

UNA FLOR SE RIEGA POCO MUERE

Tener un amigo es como cuidar una flor

Voy a decir algo que con seguridad va a molestar a muchos, pero que cuando se los explique les va a molestar más, y es que a veces cuidamos más lo que tenemos seguro, que lo inseguro.

Me explico: yo siempre digo, “no cuides tanto a tu familia, cuida a tu pareja” y la gente se sorprende por ello.

— “¿Pero cómo que no voy a cuidar mucho a mi familia? ¡Es mi familia!” — Y no, tu familia, que es tu familia, está segura, es tu familia, nunca se pierde.

¿Ustedes han oído decir a alguien
“por ahí va mi ex hijo, o mi ex padre”?

No, ¿verdad?
Pero han oído mucho,
“allí va mi ex pareja”.
Los padres, los hijos, los hermanos y la familia es lo más seguro que se tiene, no hay ex.

Ellos están ahí, y por muchos años que duren sin verse, por mucho tiempo que tarden en escribirse o en hablarse, ellos están siempre ahí.

Usted no puede decir “aquella señora que va pasando por allí fue mi madre por 35 años”.
Una madre siempre es madre, es segura.

Y es más, les voy a decir otra cosa, de todos los amores, que es tender lazos, de todos los puentes, el amor más débil que existe es el de pareja. En una pareja no hay nada. Por eso hay que darlo todo, para quedarse con algo.
Tener una pareja es como cuidar una flor.

Si una flor no se riega, se muere,
y si se riega mucho, también.
Hay que ser un artista para cuidar una flor.

Eso que llamamos amor eterno se da en papá, en mamá, en un hijo, y en los amigos, que también puede ser un amor eterno. Pero en una pareja es un amor diario, tiene que cuidarse todos los días.

La familia no siempre es de sangre. 
La familia son las personas en tu vida que te quieren en la suya. 
 Son aquellos que te aceptan por quien eres. 
Aquellos que harían cualquier cosa por verte sonreír 
y aquellos que te aman sin importar nada.

Hay personas que llegan y se convierten en todo

Definitivamente hay personas con las que una se conecta sin siquiera conocerse bien. Es como diseñados para estar juntos
Uno veces se cruza en el camino con personas a las que dices “yo definitivamente me siento bien contigo”. Es como un flash
De la misma forma, sin querer te encuentras con gente que hace cosas maravillosas por ti, solo por el hecho de hacer el bien
A mí no deja de impresionarme como existen personas con las que te conectas de tal forma que luego ya no sabes estar sin ella
De hecho, uno se tropieza a veces con personas que de una sabes que serán inolvidables en tu vida
No hablo del amor a primera vista, hablo más bien de conexión inclusive sin vista. Es como que sabes que esa persona llego y no se ira
También ocurre que una persona que se considera “poca cosa” uno la considera “lo más grande que ha parido la tierra”
Es impresionante como cambia la visión dependiendo del sujeto. Alguien se ve fea en el espejo y uno la ve como poesía echa cuerpo
No es inusual pero no deja de ser extraño que encuentres personas empeñadas en mostrarte lo feo de ellas y tu vez solo bello
Muchas veces te enamoras sin querer, o deseas con mucha fuerza a alguien que no se considera digna de amor o indeseable
De hecho, no me cabe duda que a veces te encuentras con alguien a quien consideras tu amigo y al final terminan en amantes
Es sin duda emocionante cuando al sexo le llegas desde la amistad. Es como un juego inocente que de repente se volvió divinamente morboso
En el amor no hay garantías, pero a veces nos encontramos con personas a quien amaremos sin decirle nunca que la amamos
Es para mí milagroso cuando sucede que encuentras a alguien que constantemente escriben a la vez, las mismas oraciones. Es magia
No sé a qué se debe, pero si se que a veces encuentras personas en tu vida que te enseñan que la vida es bella solo porque ellas están allí
En mi experiencia, no tienes que ver a una persona para conocerla. Solo por como se conduce ya puedes inclusive hasta desearla
Hay accidentes en la vida, sobre todo cuando conoces gente que te hace daño. Pero hay milagros, sobre todo cuando conoces a esa persona especial
A veces son las acciones, los gestos, el alma de una persona la que hace que quieras enterrarte en su piel y resulta que su cuerpo ni interesa
Se de buena fuente que puedes desear a alguien a morir solo por ver su foto, conocer sus acciones y nunca haberla visto en persona
El deseo no tiene que ver con el cuerpo, tiene que ver con la actitud
Un cuerpo bello se compra, un alma buena ni se vende ni se negocia
Hay personas con las que peleas, deseas, te enamoras, vives y mueres por ellas y resulta que no la conoces en persona. Es real y mágico
A muchos nos ha pasado que nos encontramos con personas a las que sabemos de inmediato que no cesaras hasta explorar el último milímetro de su piel.

( Los textos son de autor desconocido, fueron copiados y recontados por Adonis)

 

LA VIDA ES MÁS SIMPLE DE LO QUE CREEMOS

¿Qué nos pasa?

Hay una enfermedad que se está propagando por todos lados, pero es mucho más letal porque nadie se da cuenta de ella hasta el momento en que se encuentra en la ruina emocional incluso cuando ha alcanzado mucha fama y éxito material. Y esa enfermedad se llama: Vacío emocional.

Hay personas que toda su vida han sufrido rechazo social y para llenar ese vacío quieren vestirse como las grandes celebridades, por esa razón tienen que comprarse cada nueva ropa que ellos usan, tienen que comprarse la ropa que ha salido de moda, tienen que estar bien vestidos como ellos para que las demás personas los acepten en esta sociedad tan superficial. Al final, esa persona no consigue lo que quería pero SÍ los medios de comunicación y los grandes empresarios: Tu dinero.

Alguien que siente un vacío emocional como la falta de amor y cariño, haría lo que sea con tal de recibir eso. Y los medios de comunicación te darán la solución “ideal”: Comprar regalos costosos a la novia, usar demasiado maquillaje para llamar la atención de los hombres y así poder tener más posibilidades de encontrar al amor de su vida.

Complicarse la vida solamente hará que vengan más y más complicaciones. Tú y tus vacíos emocionales estarán acechándote en todo momento creyendo que gastar tu dinero es la solución, creyendo que comprar la ropa mejor cotizada te dará el valor social que tanto esperabas, creyendo que comprar el mejor regalo hará que tu novia se enamore más de ti. Algunas cosas son más o menos ciertas pero la gran mayoría son mentiras.

Si bien es cierto hay cosas que necesitas comprar porque tienes que cubrir tus necesidades básicas pero hay cosas que deseas porque crees que lo necesitas para cubrir y llenar tu vacío emocional.

Pero la realidad es que para llenar un vacío emocional tienes que usar las mismas emociones que le faltan y no algo externo.

Hay personas que sienten una depresión muy grande (quizás no tienen trabajo, quizás la mujer o el hombre de su vida le ha roto el corazón, quizás un pariente ha muerto) y para cubrir su vacío emocional recurren al alcohol, llevándolos momentáneamente a un mundo “feliz” pero cuando vuelven a la realidad siguen sintiéndose mal, es más, se sienten peor que antes. Y el círculo vicioso continúa hasta que tocan fondo.

No sé tú pero yo desde hace mucho tiempo he decidido no complicarme la vida. La gente tiende a complicarse la vida porque sigue a la mayoría. Yo, sin embargo, he seguido mi propio camino.

He decidido emprender mi propio negocio y no matarme trabajando en algo que no me haría feliz.

He decidido hacer muchos amigos y conocer personas del sexo opuesto para experimentar la variedad y no me he resignado a estar con las personas que me han hecho sentir mal. Y también evito el hecho de sufrir por una mujer porque definitivamente quien sufre por amor es porque no es consciente de la gran cantidad de personas disponibles para una relación en este mundo.

Me he salido muchas veces de mi zona de confort para hacer lo que siempre se me ha venido en mente.

Por ahora no gano mucho dinero. Vivo a las justas pero qué mejor satisfacción el saber que tengo una vida simple que se puede mejorar poco a poco.

Y eso es lo que me gustaría que hicieras a partir de hoy: Haz tu vida más simple y persigue lo que tanto has deseado pero persíguelo y disfrútalo mientras lo haces y dejarás de preguntarte: ¿Por qué nos complicamos la vida?

No te pongas a pensar que serás feliz el día que logres cumplir determinada meta, no te pongas a pensar que serás feliz y vivirás mejor cuando ganes 5000 dólares mensuales o una suma lo suficientemente deliciosa como para darte la gran vida. No, nada de eso.

No te digo que en todo momento lo pasarás genial, no te prometo que todos los días vivirás feliz, pero lo que sí te puedo decir es que, a medida que progreses, sentirás cada vez más satisfacción personal. Y eso, mi querido amigo y amiga, es lo que se necesita para tapar la gran mayoría de nuestros vacíos emocionales.

La satisfacción personal es una gran cura para todos nuestros vacíos emocionales y si es que no lo tienes ahora mismo ya sabes por dónde empezar para que tu vida sea dichosa y alegre y no te la compliques como las demás personas.

“La vida es más sencilla de lo que creemos, nosotros mismos no nos entendemos y te das cuenta al final del camino que ni te perdí, ni me perdiste, nos perdimos; y si nos vimos no nos conocemos y si nos saludamos es por educación. Porque fingimos tanto si tanto nos queremos, podemos disimular pero la orden la da el corazón”

 Lo que realmente importa en la vida

Un hombre chino verdaderamente rico envió a su hijo a la zona rural para que experimentara la pobreza. Su hijo vivió con una familia durante 3 días y cuando regresó a casa tuvo la siguiente conversación con su padre.

El padre preguntó: “Entonces, ¿cómo fue?”

A lo que el niño le respondió: “Creo que muy bien”

“¿Y encontraste alguna diferencia entre su casa y nuestra casa?”, preguntó el padre.
“Guay!, un montón”, dijo emocionado el niño. Y siguió, “Nosotros tenemos un perro, pero ellos tienen cuatro”.

“Nosotros saneamos el agua de nuestra piscina pero ellos tienen un gran estanque con agua fresca y clara, ¡donde viven incluso peces!”.

“Tenemos bombillas en el jardín mientras que la luna y las estrellas iluminan sus campos por la noche”.

“Nuestro jardín está limitado por vallas, pero el suyo es ilimitado. Se extiende desde el horizonte hasta el cielo”.

“Nosotros escuchamos los CD’s de música de vuelta a casa. Ellos sin embargo escuchan el canto de los pájaros y otros sonidos de la naturaleza”.

“Nuestra casa está rodeada de muros, pero ellos siempre reciben a sus amigos porque sus puertas siempre están abiertas”.

“En la ciudad, los teléfonos móviles y los ordenadores nos conectan. Allí, la gente está estrechamente conectada con la naturaleza y sus familias”.

El padre no podía creer lo que su hijo estaba diciendo. “Papá, gracias por dejarme saber lo pobres que somos en realidad”, dijo el hijo.

“Hay gente tan pobre que solo tiene dinero”

( Los textos son de autor desconocido, fueron copiados y recontados por Adonis)