ESTÁ DE MODA PARECER INSENSIBLES

 ¿Pasamos de todo?

Está de moda el no contestar,
Está de moda el “háblame, que te voy a responder dentro de 5 horas”
Está de moda el “háblame y mira cómo me quedo en línea durante largos minutos sin contestarte”
Está de moda el hacerse “el ocupado” cuando en realidad estás tirado en el sofá.
Está de moda complicarse la vida diciendo una y otra vez que “no quieres nada serio”
Está de moda el dejarte en leído porque así soy yo el que “gana”.
Está de moda el callarse y no decir: ” como me gustas…
Está de moda ser borde y querer generar la intensa duda de: “¿por qué me hablara así?” Cuando en realidad no es que seas borde, es que eres cortito.
Está de moda tener miedo a sentir, no sé, será que en pleno siglo XXI con la cantidad de facilidades que hay para todo, el querer asusta.
Está de moda el alejarse cuando una persona te encanta, te puede aportar sensaciones nuevas y puede que incluso sea la persona que buscabas, pero eres tan sumamente egoísta y cobarde que no te quedarás a averiguarlo.

Ya no está de moda tener las cosas claras, hoy en día se lleva el lío, el “ni contigo ni sin ti”, el “tardo horas en contestarte pero si cuando lo hago tú eres quien me deja en leído, no voy a dejar que me olvides y te comentaré en todas tus fotos, tus historias de instagram y te mandaré vídeos de perritos y gatitos”.

Es triste tener que usar tantas comillas (“”) cuando las cosas son fáciles y sencillas. Cuando si alguien te gusta, que te guste, disfrútalo, enhorabuena, has encontrado a alguien que tendrá miles de fallos como tú, pero podrás disfrutar de cervezas compartidas, de sesiones de cine, de paseos  sin saber dónde ir, congelándote de frío, de las primeras veces, sin confianza, torpes pero insaciables de ganas. Podrás compartirte y compartir.
No te asustes tanto, la vida pone en tu camino a las personas que harán de tu vida, algo diferente. Vive, escribe cuando te acuerdes de ella, desconecta el móvil cuando no quieras saber nada de nadie, déjate de estar tanto “en línea” para nada y pon tu vida un poco a raya.

El complejo de superioridad

Se basa en una forma de esconder un sentimiento de inferioridad. Para compensar esta carencia, la persona que lo sufre tiene la necesidad de ponerse por encima del otro.

Su orgullo es débil, y es fácil herirle. Cualquier cosa que roce su dignidad le hunde.

Al fin y al cabo es un complejo de inferioridad no expresado correctamente.

Tienen la necesidad de hacerse notar y de ser el centro de atención.

Quien se comporta de esta manera a menudo critica comportamientos similares a los que él mismo hace, pero cuando los hace otra persona.“Dime de qué presumes y te diré de qué careces”.

(Los textos son de autor desconocido, fueron copiados y recontados por Adonis)

 

LA MUJER QUE AMA A SUS HIJOS

Ser “innecesaria”

Ha llegado la hora de reprimir el impulso natural materno de querer colocar el pichón debajo del ala, protegido de todos los errores, tristezas y peligros.

Es una ardua batalla, lo confieso.

Cuando empiezo a debilitarme en la lucha para controlar la supermadre que todas tenemos dentro, me acuerdo de la frase del título.

Si realicé mi labor de madre correctamente, tengo que volverme innecesaria.

Y antes que alguna madre me acuse de desamor, explico qué es lo que significa eso.

Ser “innecesaria” es no dejar que el amor incondicional de madre, que siempre existirá, provoque vicio y dependencia en los hijos, como si fuera una droga, a tal punto, de que ellos no sean capaces de poder ser autónomos, confiantes e independientes.

Deben estar prontos para trazar su rumbo, hacer sus elecciones, superar sus frustraciones y cometer sus propios errores también.

Con cada fase de la vida, una nueva pérdida es un nuevo logro; para las dos partes: madre e hijo.

El amor es un proceso de liberación permanente, y ese vínculo no deja de transformarse a lo largo de la vida.

Hasta el día en que los hijos se vuelven adultos, constituyen su propia familia y recomienzan el ciclo.

Lo que ellos necesitan es tener la seguridad de que estaremos con ellos, firmes, en el acuerdo o en la divergencia, en el triunfo o en el fracaso, prontas para el mimo, el abrazo apretado, y el consuelo en los momentos difíciles.

Los padres y las madres, solidariamente, crían a sus hijos para que sean libres y no esclavos de nuestros propios miedos.

Es ese el mayor desafío y la principal misión.

Cuando aprendemos a ser “innecesarios”, nos transformamos en un puerto seguro donde ellos puedan atracar.

Hagamos hijos independientes y seguros de sí mismos para que vivan una vida plena y honrada.

Tus hijos no son tus hijos

Tus hijos no son tus hijos,
son hijos e hijas de la vida,
deseosa de sí misma.

No vienen de ti,
sino a través de ti,
y aunque estén contigo,
no te pertenecen.

Puedes darles tu amor,
pero no tus pensamientos,
pues ellos tienen sus propios pensamientos.

Puedes abrigar sus cuerpos,
pero no sus almas,
porque ellos
viven en la casa del mañana,
que no puedes visitar,
ni siquiera en sueños.

Puedes esforzarte en ser como ellos,
pero no procures hacerles semejantes a ti,
porque la vida no retrocede ni se detiene en el ayer.

Tú eres el arco del cual tus hijos,
como flechas vivas,
son lanzados.
Deja que la inclinación,
en tu mano de arquero,
sea para la felicidad.

Confundimos amor con dependencia.

Sentimos erróneamente que si nuestros hijos volasen libres no nos amarán más. Creamos situaciones innecesarias para demostrar que somos imprescindibles. Cuestionamos las situaciones que demandan nuestro consejo y orientación, porque en el fondo lo que necesitamos es sentir que todavía somos amados.

Muchas veces, confundimos el amor con la seguridad. Por exceso de protección cortamos las alas de nuestros hijos. Les impedimos que busquen respuestas propias y vivan sus sueños en vez de los nuestros. Tenemos tanta seguridad de que sabemos más que ellos, que el puerto seguro se convierte en un ancla que les impide navegar por las olas de su propio destino.

Muchas veces, confundimos el amor con apego. Añoramos congelar el tiempo que todo transforma. Nos quedamos pegados en el miedo a perder, evitando así el flujo natural de la vida. Respiramos menos, pues no caben en nuestro cuerpo los vientos de cambio.

Aprendí que el amor nada tiene que ver con apego, seguridad o dependencia, aunque en ocasiones me confunda. No sirve de nada querer que sea diferente: el amor es alado.

Aprendí que la vida está hecha de constantes muertes cotidianas, llenas de sabor agridulce. Cada punto final abre espacio a una nueva frase.

Aprendí que todo pasa menos el movimiento. Es en él que podemos colocar nuestro descanso y nuestra fe, porque él es eterno.

Aprendí que existe un niño en mí que al ver a mis hijos crecidos, se asusta por no saber qué hacer. Pero es mucho mejor ser libre que imprescindible.

Aprendí que es necesario tener coraje para volar y dejar volar, Y no hay camino más bello que ese.

(Los textos son de autor desconocido, fueron copiados y recontados por Adonis)

 

 

 

 

 

 

 

 

DEJA IR A LA GENTE QUE NO ESTÁ LISTA PARA AMARTE

 No eres responsable de salvar a la gente

Es la cosa más difícil que tendrás que hacer en tu vida, y también será la más importante: deja de dar tu amor a aquellos que no están listos para amarte.

Deja de tener conversaciones difíciles con gente que no quiere cambiar. Deja de aparecer para la gente que es indiferente a tu presencia. Deja de amar a la gente que no está lista para amarte.
Sé que tu instinto es hacer todo lo que puedas para ganarte las buenas gracias de todos los que puedas, pero también es el impulso que te robará tu tiempo, tu energía y tu cordura.

Cuando empiezas a aparecer en tu vida completa y completamente, con alegría, interés y compromiso, no todo el mundo va a estar listo para encontrarte allí.
Eso no significa que tengas que cambiar lo que eres. Significa que tienes que dejar de amar a las personas que no están preparadas para amarte.

Si eres excluida, insultada sutilmente, olvidada o fácilmente ignorada por las personas con las que pasas la mayor parte del tiempo, no te estás haciendo un favor al continuar ofreciéndoles tu energía y tu vida.
La verdad es que no eres para todos, y todos no son para ti. Eso es lo que lo hace tan especial cuando encuentras a las pocas personas con las que tienes una amistad, amor o relación genuina: sabrás lo precioso que es porque has experimentado lo que no es.

Pero mientras más tiempo pases tratando de forzar a alguien a amarte cuando no son capaces, más tiempo te estarás privando a ti misma de esa misma conexión. Te está esperando. Hay miles de millones de personas en este planeta, y muchas de ellas se van a encontrar contigo a su nivel, con la vibración de donde están, conectarse con donde están yendo.

… Pero cuanto más tiempo te quedes pequeña, metida en la familiaridad de la gente que te usa como un cojín, una opción de segundo plano, un terapeuta y una estratagema para su trabajo emocional, más tiempo te mantienes fuera de la comunidad que anhelas.

Tal vez si dejas de aparecer, serás menos querida.
Tal vez te olviden por completo.
Tal vez si dejas de intentarlo, la relación cesará.
Tal vez si dejas de enviar mensajes de texto, tu teléfono permanecerá oscuro durante días y semanas.
Tal vez si dejas de amar a alguien, el amor entre ustedes se disolverá.
Eso no significa que hayas arruinado una relación. Significa que lo único que sostenía una relación era la energía que tú y sólo tú ponías en ella. Eso no es amor. Eso es apego.

La cosa más preciosa e importante que tienes en tu vida es tu energía. No es tu tiempo lo que está limitado, es tu energía. Lo que tu das a cada día es lo que creará más y más en tu vida. A lo que le das tu tiempo, es lo que definirá tu existencia.
Cuando te des cuenta de esto, empezarás a entender por qué estás tan ansiosa cuando pasas tu tiempo con gente que no te conviene, y en trabajos o lugares o ciudades que no te convienen.

Comenzarás a darte cuenta de que lo más importante que puedes hacer por tu vida, por ti misma y por todos los que conoces es proteger tu energía más ferozmente que cualquier otra cosa.
Haz de tu vida un refugio seguro en el que sólo se permita a las personas que puedan cuidar, escuchar y conectarse.

Tu no eres responsable de convencerlos de que quieren ser salvados.
No es tu trabajo aparecer por la gente y entregarles tu vida, poco a poco, momento a momento, porque te compadeces de ellos, porque te sientes mal, porque “deberías”, porque estás obligada, porque, en la raíz de todo esto, tienes miedo de que no te devuelvan el favor.

Es tu trabajo darte cuenta de que eres la ama de tu destino, y que estás aceptando el amor que crees que mereces.
Decide que mereces una amistad real, un compromiso verdadero y un amor completo con las personas que están sanas y prósperas.
Entonces espera en la oscuridad, sólo por un momento….
Y mira lo rápido que todo comienza a cambiar.

(Los textos son de autor desconocido, fueron copiados y recontados por Adonis)

¿CREÉIS EN EL MATRIMONIO?

Ventajas y desventajas de casarse

El matrimonio fue concebido en un tiempo y sociedad donde la palabra, el sacrificio y el honor personal importaban algo.

El secreto de las parejas que tienen varios años juntos y conviven felices y de manera estable, está en que han descubierto que cada parte de la pareja necesita su propio tiempo y espacio.

Un buen matrimonio tendrá su parte de conflicto, frustración, aburrimiento, discusiones sin respuesta, portazos y noches en las que uno de los dos duerme en el sofá. La clave es tener las suficientes cosas buenas como para equilibrar lo anterior.

La mayoría de gente no es apta para el matrimonio, al fin y al cabo se trata de elegir a la persona con la que vas a pasar el resto de tu vida, siéndole fiel y amándole hasta el fin de tus días.

A veces entre las personas hay problemas, y en un momento determinado de su vida pueden tomar decisiones precipitadas que a lo mejor luego no es la más idónea.
Como dice una frase : “Es más fácil quedar bien como amante que como marido; porque es más fácil ser oportuno e ingenioso de vez en cuando que todos los días”

Lo triste es que mucha gente se casa por… Inercia, por comodidad, normal que luego fracasen tantos matrimonios.

Hay personas que consideran que el amor que sienten es lo suficientemente fuerte como para comprometer su capital en ello.

Al fin y al cabo, lo único que diferencia una pareja de un matrimonio es que en el segundo caso ponen sus bienes en común.

Otra razón habitual es cuando se tiene hijos y quieren protegerlos económicamente uniendo sus bienes. Pero millones de personas en estas condiciones se han divorciado, o quizás es una patraña de las mujeres para ser mantenidas, o de los hombres para tener control sobre las mujeres.

 Son muchas las razones egoístas para casarse, por eso las mejores parejas son esas que viven en unión libre, estas pelean menos y son mas pareja que aquellas que se unen ante el cura o el juez, cuando hay diferencias las peleas son mas grandes, si existen problemas las separaciones ante las iglesias o ante los hombres son mas complicadas que en unión libre en que si hay necesidad de separarse se separan por una temporada y luego vuelven, en cambio luego de una pelea con alejamiento de dos casados es mas complicada.

Si deseas tener un matrimonio que cumpla con la frase ‘hasta que la muerte los separe’ permite que tu compañero de vida sea la mejor versión de sí mismo. Para ello, obséquiale esos dos regalos preciosos: tiempo y espacio, por el bien tuyo y de ambos.

 Texto con moraleja sobre el matrimonio

 Un hombre y una mujer estuvieron casados por más de 60 años. Durante todo ese tiempo habían vivido pacíficamente, hablaban de todo y nunca habían tenido un secreto para el otro. Lo único que no compartían era una caja de zapatos que la viejita tenía en su armario, y que le había pedido a su esposo que nunca la abriera ni le preguntara sobre ella. Durante todos estos años él nunca pensó en la caja.

Un día la viejita se enfermó gravemente. Llamó al doctor y este le dijo que la enfermedad era terminal y ya no se podía hacer mucho por ella.

El viejito tratando de arreglar todas las cosas de su anciana esposa antes de que muriera, abrió el armario donde su esposa guardaba su ropa, los recuerdos…, y al fondo del todo, casi escondido entre la ropa, vio la “caja de zapatos”. La tomó y se la llevó a su esposa a la cama. Ella, incorporándose un poco, le dijo a su esposo que ya era tiempo de que supiera lo que había dentro.¡Abre la caja!, dijo la esposa con débil voz.

Cuando la abrió, encontró dos muñecas de trapo y 95.000 €.

El viejito, sorprendido, le preguntó sobre el contenido de la caja. A lo que ella le respondió: Cuando nos casamos, mi abuela me dijo que el secreto de un buen matrimonio consistía en evitar las discusiones acaloradas. Me insistió en que cada vez que me enojara contigo, yo debería guardar silencio y coser una muñeca de trapo.

El viejito se tuvo que contener para no derramar unas lágrimas, ya que solo había dos muñecas en la caja. Él no se lo podía creer pues solía tener un carácter bastante fuerte. Entonces, el viejito, sumamente conmovido le dijo a su mujer: Mi vida, entendí lo de las muñecas…pero ¿y el dinero? ¿De dónde salió?¡Ah!, le dijo la viejita, ese dinero es lo que gané con todas las muñecas
que vendí durante todos estos años
.

(Los textos son de autor desconocido, fueron copiados y recontados por Adonis)

¿PORQUÉ AÑORAMOS EL PASADO?

La nostalgia, una felicidad triste

La nostalgia puede ser un estado de ánimo reparador aunque los expertos nos repiten incesantemente la necesidad de vivir el presente. Un espejo retrovisor al que mirar cuando el futuro es incierto, una película que nos recuerda todo lo conseguido. La nostalgia no siempre es objetiva, a veces es tramposa y nos devuelve recuerdos maquillados, pero es útil y abriga.

Así que estamos ante un sentimiento tramposo, porque no hay más paraísos que los que se inventa nuestra memoria. Al volver la vista atrás, se olvidan los motivos que llevaron a la ruptura con aquella pareja que tanto se echa de menos, no se recuerda que en la infancia no todo es jugar en el recreo y se omite que los buenos tiempos también tuvieron sus espinas. “La nostalgia se compone de brochazos muy simples que nos impiden ver el pasado con exactitud”

Esta especie de melancolía que impide vivir el presente y encarar el futuro es excesiva porque no nos gusta ni el hoy ni el mañana. “La nostalgia es muy atractiva porque el pasado tiene una pureza y una candidez que ni el presente ni el futuro poseen. El pasado no crea ansiedad. Y el presente y el futuro siempre crean ansiedad; esa es la razón de que aparezca la nostalgia”. Se siente mucha añoranza de un amor cuando en el presente se carece de él. Se siente mucha nostalgia de un pasado libre de preocupaciones cuando las actuales aprietan demasiado. El sentimiento nos asalta al rememorar los viajes de juventud cuando ahora la rutina no tiene compasión. La nostalgia excesiva casi siempre aparece cuando el presente es desagradable y el futuro es amenazante.

No es lo mismo dejarse llevar de vez en cuando por la nostalgia que vivir esclavizado por ella. “El problema es si te anclas en el pasado”. Nadie está libre de sentir nostalgia en alguna ocasión. Pero es muy diferente recordar con añoranza la juventud una tarde de domingo que ser infeliz en la vejez porque se recuerda la juventud como el paraíso que no volverá. Es muy diferente echar de menos el pasado de vez en cuando que vivir instalado en él.

La nostalgia es una felicidad triste. Se recuerda el gozo del pasado, pero duele saber que todas esas experiencias ya no pueden volver. Por eso es el dolor de la memoria. Lo perdido parece inolvidable, único e irrepetible. Se tiene nostalgia por algo que crees que te hizo feliz, que crees que te hacía estar completo, que parece perfecto.

La palabra nostalgia deriva del griego nostos (hogar) y algos (dolor). Fue creada a finales del siglo XVII por el médico suizo Johannes Hofer para describir el estado de ánimo de los soldados suizos que luchaban fuera de su país, que sentían una “tristeza originada por el deseo de volver a su casa”. Hay muchos motivos para la nostalgia: la que siente el emigrante por su tierra de origen; la que se anhela por una infancia que se recuerda maravillosa y libre de problemas; la del vigor y el optimismo de la juventud, cuando todo estaba por hacer; la nostalgia del primer novio o la primera novia, con quien se descubrió el amor y el sexo; la de una forma de vivir que ya no volverá; la nostalgia por los viejos amigos…

(Los textos son de autor desconocido, fueron copiados y recontados por Adonis)

 

NO VIVAS SOLO POR TUS HIJOS

Búscale sentido a la vida

Te lo suplico ¡no vivas solo por tus hijos!
No solo NO lo necesitan, eso les hace daño.
Cuando el niño se convierte en la razón de vivir de sus padres eso es demasiado para él. Es como si lo encerraran en una habitación en la que un día se acabará el aire; aunque al principio puede respirar, llegará el día que empiece a ahogarse. Ahogarse en medio de tanto amor y cuidado.

Por eso te suplico, no vivas solo por tus hijos. Encuéntrale otro significado a la vida, encuéntrale otro sentido al hecho de ser papá o mamá. Para que los niños que nazcan en nuestro planeta no se conviertan en deudores y víctimas de tu caridad y cuidado.

Ama a tu cónyuge. Los niños crecerán y él o ella se quedará contigo. Puedes ser tú quien de ejemplo a los niños acerca de cómo llevar una vida de pareja saludable, para que ellos mismos quieran tener su propia familia, pero también puedes truncar el deseo de tu esposo o esposa si te metes demasiado en los problemas de tus hijos y te olvidas de él o ella.

Ámate. No te olvides de ti mismo cuando luches por la felicidad de tus hijos. No te niegues un vestido o una corbata (por ejemplo) por comprar un nuevo juguete, no cambies tu salón de belleza o tu hobbie por pagar un nuevo profesor particular; si tú no cuidas de ti mismo ¿qué le puedes dar a los demás? ¿qué ejemplo les darás? ¿qué amor?.

Búscale sentido a la vida más allá de lo material. Esta vida no es eterna y así es aunque no quieras pensar en ello. La espiritualidad, la religión, las oraciones (o cual sea tu manera de expresar tu vida espiritual) pueden ser una fuente de energía y deseos de vivir que te ayudarán a no apoyarlo todo sobre los hombros tus hijos.

No vivas solo por tus hijos, te lo suplico. Cuando encuentro niños y adultos cuyos padres lo dieron todo y más por ellos, me duele mucho verlos a los ojos. En muchos de ellos veo mi propio dolor, veo tristezas, corazones rotos, almas vacías. Sus ojos gritan por ayuda, gritan de dolor, de desesperación y de culpa. Ellos, como todos los niños, quieren amar a sus padres, pero si lo hacen seguramente no sobrevivirían a sus cuidados.

Dales a tus hijos la oportunidad de vivir y respirar. Así podrán crecer y desarrollarse en el área que tengan destinada. Nuestro rol como padres es muy sencilla: regar a tiempo pero no ocultar del sol, proteger de las malezas; después el niño, tal como una flor, podrá crecer por su cuenta y mostrar lo mejor de sí.

La clave está en aceptar

No solo es el hecho de dejarlos ir, sino el de quedarnos sin ellos, que son dos cosas distintas, la primera es ley de vida, la segunda es aprender qué hacer con nuestra vida, ambas tareas emocionalmente difíciles.
La clave está en aceptar el pasado, comprometernos con el presente y creer en el futuro, porque todos los días aprendemos algo nuevo en relación a ser padres y aprendemos también que la familia es este lazo sólido, firme y duradero. La familia es eterna aún cuando los niños crecen y se alejan, pues siempre estaremos con ellos y ellos con nosotros. Porque la vida es un viaje con destino a casa.

Se vive de manera diferente cuando llegas a esta etapa sintiéndote plena y en paz, a que si llegas con resentimientos, frustraciones y expectativas; en el primer caso, vas a disfrutarla más que ninguna otra de las que ya has vivido, porque llevas en la maleta la satisfacción de saber que tus hijos tienen una vida propia y se hacen cargo de ella, además aún eres lo suficientemente joven para disfrutar la compañía de tu pareja si la tienes, y de tus amistades, y principalmente, cuentas con todo el tiempo del mundo para hacer lo que tú quieras, trabajar, pintar, ejercitarte, leer, en fin, un sin número de actividades que siempre hiciste con prisa o a medias.

(Los textos son de autor desconocido, fueron copiados y recontados por Adonis)

 

TODOS TENEMOS UNA MISIÓN EN ESTA VIDA

Somos únicos e irreemplazables.

Una nota no hace melodía…, no habría sinfonía.

Una palabra no puede hacer una página…, no habría libro.

 Una piedra no puede levantar una pared…, no habría casa.

Un grano no puede sembrar un campo…, no habría cosecha.

Una gota no puede formar un río…, no habría océano.

Un gesto de amor no puede salvar a la humanidad…, nunca habría, ni paz, ni dignidad, ni felicidad en nuestra tierra.

Una mujer pobre y virgen no puede ser madre…, no habría habido salvación.

Como la sinfonía necesita de cada nota…,

Como el libro necesita de cada palabra…,

Como la casa necesita cada piedra…,

como el océano necesita cada gota de agua…,

Como la cosecha necesita cada grano de trigo…,

La humanidad entera necesita de ti, allí donde estés, único, y por tanto irreemplazable.

La tinaja rota

Hay un cuento Hindú que nos regala una moraleja acerca de esto:

Un cargador de agua de la India tenía dos grandes vasijas que colgaban a los extremos de un palo y que llevaba encima de los hombros.

Una de las vasijas tenía varias grietas, mientras que la otra era perfecta y conservaba toda el agua al final del largo camino a pie, desde el arroyo hasta la casa de su patrón, pero cuando llegaba, la vasija rota solo tenía la mitad del agua. Durante dos años completos esto fue así diariamente. Desde luego, la vasija perfecta estaba muy orgullosa de sus logros, pues se sabía perfecta para los fines para los que fue creada. Pero la pobre vasija agrietada estaba muy avergonzada de su propia imperfección y se sentía miserable porque solo podía hacer la mitad de todo lo que se suponía que era su obligación.

Después de dos años, la tinaja quebrada le habló al aguador diciéndole: “Estoy avergonzada y me quiero disculpar contigo porque debido a mis grietas solo puedes entregar la mitad de mi carga y solo obtienes la mitad del valor que deberías recibir.”

El aguador apesadumbrado, le dijo “Cuando regresemos a la casa quiero que notes las bellas flores que crecen a lo largo del camino.”

Así lo hizo la tinaja. Y en efecto, vio muchísimas flores hermosas a lo largo del trayecto, pero de todos modos se sintió apenada porque al final, solo quedaba dentro de sí la mitad del agua que debía llevar.

El aguador le dijo entonces: “¿Te diste cuenta de que las flores solo crecen en tu lado del camino?Siempre he sabido de tus grietas y quise sacar el lado positivo de ello. Sembré semillas de flores a todo lo largo del camino por donde vas y todos los días las has regado y por dos años yo he podido recoger estas flores para decorar el altar de mi Madre. Si no fueras exactamente como eres, con todo y tus defectos, no hubiera sido posible crear esta belleza.”

Como bien nos hace ver el cuento, cada uno de nosotros tenemos nuestras propias grietas, pero lo bueno de ésto es que nos hace diferentes.

(Los textos son de autor desconocido, fueron copiados y recontados por Adonis)

¿POR QUÉ TE FUI INFIEL?

 Te he sido infiel, lo confieso…

Siempre estuve a tu lado, sin importar los malos momentos. Quise ser la mejor pareja para ti.
Te di todo de mí, mi libertad te la entregué. ¿No fue suficiente? No lo fue.

Me apartaste de vida,
Con gritos me hablabas, ya no eran dulces palabras.
Tus caricias se convirtieron el hielo que pasan por mi piel,
A tus ojos le falta la luz que un día brillaban.
A tu corazón se le apago la llama.

Tú me descuidaste
Tú eres el culpable
Tu me empujaste a encontrar otro amor, alguien que me diera que lo que tu me habías arrebatado.

Corrí hacia otros brazos, llena de esperanzas quise encontrar lo que había perdido contigo.

¿Ya se te olvidó como mendigaba tu amor? Recuerda cuantas veces te pedí un beso y esquivabas mis labios, te abrazaba y te alejabas diciendo que te asfixiaba, y en las noches cuando buscaba tu cuerpo para saciar mis ganas, solo recibía migajas.
No tienes ideas cuantas lagrimas me tragué, cuantas veces lloré en silencio por tu desamor y rechazo, me odié por no ser lo suficiente mujer para ti, rechazaba mi cuerpo marcado por los hijos y los años.
Reconoce mi lucha por salvar lo nuestro, siempre te hablé con la verdad, como ahora, te propuse ir terapia, viajar solos, cumplir tus fantasías, te complacía en todo, olvidándome de mi, solo quería verte feliz y que me quisieras, aunque sea un poco.
Y un día, de la nada, llego él, alguien del pasado, así sin mas, sin planearlo, un mensaje, una charla, y de repente comienzo a despertar su interés; a quien no le importa mis kilos de mas, si mis dientes no están blancos, solo le importa mi compañía, lo que pienso, lo que siento…
Y no fue fácil dar el siguiente paso, porque el tampoco es libre, sin embargo nos dejamos llevar por nuestras emociones de años contenidas…

Si, te he sido infiel

Lo admito, permití que otras manos me desnuden, me acaricien, que otros labios recorran cada rincón de mi ser.
Y de repente me vi desnuda ante el, y no le importó mis estrías, saboreo mis senos flácidos, acaricio mi piel reseca, la misma que te raspaba, como si fuera la mas fina de las sedas, recorrió con sus labios cada centímetro de mi piel haciendo estremecerme y llego a mi sexo, si, esa parte de mi cuerpo que te daba “asco” besar, y lo disfrutó… Y nos perdimos en un torbellino de placer.
Y ahí me di cuenta, que aun puedo gustarle a alguien mas, ser su tentación y la inspiración de sentimientos y deseo así, como soy, sin apariencias, sin falsas pretensiones.
Y lloré, pero esta vez de alivio, entendí que no se puede salvar lo insalvable, que no puedo luchar por dos, que en mi no quedó el esfuerzo que hice por mantenernos a flote, y no lo supiste valorar, te quedaste ahí tranquilo, bajo el disfraz de la comodidad de sentirme segura, pero te falló….

Y aquí estoy; confesándote mi “pecado”, enfrentando tu ira, rabia, insultos, juicio… Por que a pesar de mi traición, para estar en paz tengo que ser honesta con la persona mas importante en mi vida YO.

(Los textos son de autor desconocido, fueron copiados y recontados por Adonis)

 

¿NO TENGO TIEMPO PARA AYUDAR?

Hay tanto por hacer…

Un niño invita a su padre o a su madre a jugar un rato. ¿Respuesta? “No tengo tiempo”. Luego el padre o la madre dedican más de dos horas al chat.

Un joven llama por teléfono a su amigo. Quiere desahogarse, ser escuchado. Después de 5 minutos, del otro lado escucha: “Mira, ahora estoy muy ocupado y no tengo tiempo para seguir. Si quieres, otro día hablamos”. Luego, el amigo “muy ocupado”, se sienta en un sofá para matar la tarde con un video juego.

La esposa le pide al esposo salir de compras. Él le dice que no tiene tiempo. Luego, le llaman sus amigos para ir a jugar golf. Y va.

Las situaciones son muchas. Los motivos para decir “no tengo tiempo” cambian de persona a persona. Unos, realmente válidos, indican que tenemos urgencias inderogables: si hay un familiar enfermo tenemos que ir al hospital y por eso decimos “no tengo tiempo” a quien nos pida algo en este momento. Otros, menos válidos (a veces fútiles) simplemente nacen de nuestras preferencias, gustos, planes personales.

Si preferimos un rato de televisión en vez de escuchar a un anciano que quiere ser atendido, no digamos “no tengo tiempo”. Seamos sinceros, y digamos, al otro y a nosotros mismos, que preferimos descansar en vez de ese gesto hermoso pero a veces difícil de ofrecer oídos, corazón y tiempo a quien nos lo pide.

Solo cuando seamos sinceros y determinemos con claridad dónde se nos escapa el tiempo, qué gustos nos atan a banalidades o a cosas serias pero no imprescindibles, cómo perdemos momentos preciosos de la propia vida en asuntos que satisfacen provisionalmente pero luego nos dejan descontentos y vacíos, podremos tener el valor de reorientar nuestras preferencias.

Si, además, abrimos el corazón a las luces de Dios, si dejamos purificar el alma de avaricias y perezas que nos atan al mundo y a la carne, descubriremos que sí hay tiempo, mucho tiempo, para ayudar, para acompañar, para servir, para amar, sobre todo a quienes viven a nuestro lado.

La actitud de preocuparse de los demás crea una situación que fortalece el carácter y mejora la autoestima por haber podido contribuir al bien de los demás.

Si uno da su tiempo no se queda con menos, al contrario se le multiplica y se enriquece, una regla matemática difícil de explicar. El dar es un acto que carga de energía positiva a las personas además de que trae luz al mundo que vivimos.

Hay personas calladas y precisan de alguien para conversar.

Hay personas tristes que precisan de alguien que las mime.

Hay personas tímidas que precisan de alguien que las ayude a vencer la timidez.

Hay personas solas que precisan de alguien para compartir momentos.

Hay personas con miedo que precisan de alguien para darles una mano.

Hay personas fuertes que precisan de alguien que las hagas pensar en la mejor manera de usar su fuerza.

Hay personas habilidosas que precisan de alguien para ayudar a descubrir la mejor manera de usar su habilidad.

Hay personas que juzgan que no saben hacer nada y precisan de alguien que las ayude a descubrir cuanto saben hacer.

Hay personas apresuradas que precisan de alguien para mostrarle todo lo que no tienen tiempo de ver.

Hay personas impulsivas que precisan de alguien que las ayude a no lastimar a los otros.

Hay personas que se sienten de afuera y precisan de alguien que les muestre el camino de entrada.

Hay personas que dicen que no sirven para nada y precisan de alguien que las ayude a descubrir como son importantes.

Si abrimos el corazón, sí hay tiempo,  para ayudar, para acompañar, para servir, para amar.

(Los textos son de autor desconocido, fueron copiados y recontados por Adonis)

 

NO HAY TIEMPO DE TENER MIEDO

Solo vivimos una vez

Muchas veces tenemos miedo…
Miedo de lo que podríamos no ser capaces de hacer.
Miedo de lo que podrían pensar si lo intentamos.
Dejamos que nuestros temores se apoderen de nuestras esperanzas.
Decimos que no, cuando queremos decir que sí.
Nos callamos cuando queremos gritar y gritamos con todos cuando deberíamos cerrar la boca.

¿Por que? Después de todo solo vivimos una vez.
No hay tiempo de tener miedo.
Entonces basta.

Haz algo que nunca hiciste. Atrévete.
Olvídate que te están mirando.
Intenta la jugada imposible. Corre el riesgo.
No te preocupes por ser aceptado.
No te conformes con ser uno más.
Nadie te ata. Nadie te obliga. Sé tú mismo.
No tienes nada que perder y todo, todo, todo por ganar.
Muchas veces creemos en el destino.
Rezamos, esperamos que las cosas pasen y nos olvidamos de lo más importante. ¡Creer en nosotros mismos!
Nos conformamos en vez de arriesgarnos.
Sin pensar que cada día que pasa nunca volverá.
Nada está escrito. Nada está hecho.
Ni siquiera lo imposible.

Todo depende de nuestra voluntad.
De esa fuerza que nos sale de adentro.
De decir “si puedo” a cada desafío.
Tenemos el poder. Cuando estamos decididos.
Cuando estamos convencidos, cuando de verdad queremos algo, no hay obstáculo capaz de imponerse Si queremos podemos llegar alto, hacer lo que sea…
Solo hay que proponérselo.
Si sueñas con ser el mejor del mundo…
Si sueñas con los aplausos…
Si sueñas con ganar campeonatos…
Despiértate!

Dentro de ti hay 206 huesos y más de 700 músculos esperando.
Solo falta tu decisión. Tus ganas de jugar como nunca.

Enfréntate a tu destino.
No seas solo un espectador.
Pide la pelota y créete su dueño.
Exígete más y más.
Vive sin domingos.
Corre cada día un poco más lejos.
Salta cada día un poco más alto.
Conviértete en tu propio ídolo.
Súmate a dar vuelta el marcador.
Cuando no esperes nada de los demás.
Cuando sientas que cada tanto depende de ti, se fortalecerá tu espíritu.
Y poco a poco, las voces se convertirán en ovación.
Tus respiros se llenarán de logros, y tu vida de sentido.
Están los que usan siempre la misma ropa.
Están los que llevan amuletos, los que hacen promesas, los que imploran mirando al cielo, los que creen en supersticiones.
Y están los que siguen corriendo cuando le tiemblan las piernas.
Los que siguen jugando cuando se les acaba el aire.
Los que siguen luchando cuando todo parece perdido.
Como si cada vez fuera la última.
Convencidos que la vida misma es un desafío. Sufren pero no se quejan.
Porque saben que el dolor pasa. El sudor se seca. El cansancio termina.
Pero hay algo que nunca desaparecerá, la satisfacción de haberlo logrado.
En sus cuerpos corre la misma sangre.
Lo que los hace diferentes es su espíritu.
La determinación de alcanzar la cima.
Una cima a la que no se llega superando a los demás.
Si no superándose a uno mismo.
Tiempo sobra para los mediocres, pero tiempo falta para realizar tus sueños!

(Los textos son de autor desconocido, fueron copiados y recontados por Adonis)

ANTES DE SER INFIEL…

”Alguien mas”

Se puede definir “ser infiel” a aquel comportamiento en el que nos se respetan de manera consciente los valores, normas y compromisos que la pareja ha decidido otorgarse, ya sea de un modo explícito o implícito, y que conllevan respecto y lealtad hacia tu compañero o compañera

A veces se acaban “las mariposas en el estómago”, el vivir en un sueño. Algunas personas tienden a buscar a un tercero con quien sentir todo esto, pero ¿eso es amor? ¿O simplemente son nuestras hormonas que nos están jugando una mala pasada? Pues siento deciros que es lo segundo. Veo muchas parejas que después de uno o dos años de relación deciden poner punto y final porque se apagó la llama, o buscar esas “emociones fuertes” en la infidelidad. Lo que no parecen saber es que eso es lo que tiene que pasar, la inevitable bajada de hormonas del enamoramiento que deja paso a la siguiente fase, el amor de verdad.

En este nuevo período ya no idealizamos a la pareja, sino que la vemos como realmente es. Ahora no depende nuestra vida del otro, sino que podemos crecer como personas a través de nuestra relación pero también a través de otros círculos externos. Y es que cuando acaba el enamoramiento se acaban las mariposas pero empieza lo bueno.

Antes de ser infiel, piensa que estas cambiando tardes y noches enteras por, como mucho, dos horas.

Que estas eligiendo los besos de alguien que te tiene ganas en vez de los de una persona que te ama.

A que estas prefiriendo a una persona para la cual eres ”alguien mas” en vez de la persona que quizás sea la única a la que de verdad le importes.

Que estas prefiriendo a alguien que pensó que estabas ”buena” en vez de alguien que cree que eres la persona mas hermosa del mundo.

Estas optando por alguien que te alimenta el ego en vez de optar por alguien que te llena el corazón .

Que estas apartando de tu lado a una persona que daría la vida por ti por alguien a quien apenas le interesas

Que estas traicionando la confianza de alguien que piensa y se preocupa por ti las 24 horas a cambio de alguien que probablemente te olvide mañana.

Hay que tener presente que la vida en pareja no está hecha para todo el mundo. Cada persona tiene que elegir su camino. Tener una relación supone establecer un compromiso pactado con otra persona, y eso, como otros muchos compromisos en la vida, implica disfrutar de una serie de cosas pero también renunciar a otras. La base es el respeto hacia tu compañero o compañera, la firmeza en los sentimientos y la lealtad.

Da pena arriesgar años de recuerdos y momentos maravillosos, de las luchas que afrontas junto a esa persona, los esfuerzos por salir adelante juntos y sin duda el amor que nunca nadie te entregará tan pleno.

Superar la infidelidad

Para la superación de una infidelidad existen dos objetivos primordiales: La aceptación de lo sucedido, que no el olvido, y la recuperación de la confianza. Deberán darse conjuntamente pues si no, será realmente complicado alcanzar la normalidad en la relación. Aceptar lo sucedido, ser capaz de tolerar la incertidumbre de que pudiera volver a ocurrir, así como manejar los pensamientos negativos que le invaden, será solo el inicio de la reconstrucción de sí mismo/a. A su vez, el infiel deberá ser capaz de pedir perdón y modificar conductas que demuestren poco a poco a su pareja el nuevo camino en el que se encuentran.

(Los textos son de autor desconocido, fueron copiados y recontados por Adonis)

 

 

 

LA VIDA PASA…

El viaje es corto

Una anciana se subió a un autobús y tomó su asiento. En la siguiente parada, una joven mujer, fuerte y gruñona subió y se sentó bruscamente junto a la anciana, golpeándola con sus numerosas bolsas.
Al ver que la anciana se mantenía en silencio la joven le preguntó por qué no se había quejado cuando la golpeó con sus bolsas?
La anciana respondió con una sonrisa:
“No es necesario ser mal educada o discutir sobre algo tan insignificante, ya que mi viaje a tu lado es tan corto porque me bajaré en la próxima parada.”
Esta respuesta merece ser escrita en letras de oro:
“No es necesario discutir sobre algo tan insignificante, porque nuestro viaje juntas es muy corto”
Cada uno de nosotros debe comprender que nuestro tiempo en este mundo es tan corto que oscurecerlo con peleas, argumentos inútiles, celos, no perdonar a los demás, el descontento y una actitud de averiguación constante es una ridícula pérdida de tiempo y energía.
¿Alguien rompió tu corazón? Tranquilízate. El viaje es muy corto.
¿Alguien te traicionó, intimidó, engañó o humilló? Tranquilízate. Perdona. El viaje es muy corto.
Alguien te insultó sin razón? Tranquilízate. Ignora. El viaje es muy corto.
Algún vecino hizo un comentario en el chat que no fue de tu agrado? Tranquilízate. Ignóralo. Perdónalo. El viaje es muy corto.
Cualesquiera que sean los problemas que alguien nos traiga, recordemos que nuestro viaje juntos es muy corto.
Nadie sabe la duración de este viaje. Nadie sabe cuándo llegará su parada. Nuestro viaje juntos es muy corto.
Vamos a apreciar a amigos y familiares. Seamos respetuosos, amables y perdonemos los unos a los otros. Vivamos llenos de gratitud y alegría. Después de todo, nuestro viaje juntos es muy corto!
Deseo que tengas un viaje agradable por este mundo y que tus sueños se cumplan, tus éxitos se multipliquen y que disfrutes plenamente con quien te toca y quieras viajar. Y cuando nos veamos en alguna estación, me dará mucho gusto saludarte y darte un abrazo. Sonríe que “El viaje es muy corto!”

Al fin y al cabo el tiempo pasa…

Valorar cada día, cada hora y cada instante, te permitirá dejar de desperdiciar el tiempo que tienes haciendo cosas que no te gustan y dejar de gastar tus horas con personas que no le aportan nada bueno a tu vida ni te ayudan a ser mejor.

Porque por más grandes que creas que son tus problemas, no tienes que cortarte las venas, ni arrojarte por un puente. Porque esos existen en tu mente, desde tu perspectiva y en tu momento actual. Todo es parte de este juego que comenzaste al nacer y que tarde o temprano tendrá fin.

Por eso hablando un poco de la tradición de llevar flores al panteón de nuestros familiares y amigos que ya han fallecido, es mejor que cuando estén vivos seamos buenos y justos, demostremos nuestros sentimientos, cuidemos y honremos antes de su partida. Las flores es mejor darlas en vida y además el amor se demuestra más con obras, que con palabras, para que cuando nuestros seres queridos partan a ese viaje sin retorno, nuestro corazón esté lleno de satisfacción por haber demostrado nuestros sentimientos. Cambie de actitud, porque la vida no da nuevas oportunidades todos los días.
Para el universo el tiempo puede parecer infinito, incluso me atrevo a decir que el tiempo no existe. Pero para nosotros como seres vivos si existe. Lo tienes ahora, se va y no vuelve.
(Los textos son de autor desconocido, fueron copiados y recontados por Adonis)

 

SABIDURÍA DE VIEJA

Sabios consejos

Mira, mija, para que dejes de andar quejándote, te voy a dar unas cuantas sugerencias para que vivas bien, y  no sobrevivas…
¡Mírame a mí, estoy en la flor de la vida y me sigo riendo !

1.- Agradece por todo

2.- Cuando puedas comer… Come,
cuando puedas dormir… Duerme,
cuando puedas disfrutar… Disfruta,
cuando puedas trabajar ….Trabaja,
y si aún puedes, juega con los hijos, haz el amor o ponte a silbar, a cantar en la ducha, y darle gracias a Dios porque tienes Salud.
No te la pases quejando,

¡¡ayyy si hubieraaaa!, …¡ayyy si tuviera… ¡cuánto sacrificio!, ¡no mijita, altas y bajas siempre han habido y siempre habrá!

3.- Si en la noche no puedes dormir,
sí estás vuelta y vuelta en la cama,
pues párate y ponte a hacer algo, arregla un cajón, plancha tu blusa para mañana, ponte a leer, porque si te quedas acostada con los ojos abiertos…
¡vas pensar puras huevadas!
Y lo peor es que te paras y las haces…
Ya de por sí……

4.- Los problemas grandotes, esos que son del mundo, y que se oyen en la televisión, que sí se está calentando el planeta, que sí a tal país ya se le llevaron los dineros, ¿esos mija?, Ni caso…¡No los vas a arreglar tú!

Luego ni les entiendes,
¡no te hagas bolas!
Deja que los que pueden, los arreglen.
Pero tú… Ocúpate de los que se ven más chiquitos, esos que sí están en tus manos.
Despabila, aunque sea a ratos, atiende esos, los demás
¡¡Que cada cual arregle los suyos!!

5.- Si te dan… Agarra todo lo que te den.
Agárralo, aprovéchalo, así sea un beso, porque uno vive pensando, que las cosas las genera uno, pero no sabes de qué forma te llegan…
¡así que tú agarra y no te acorbades!

6.- ¡Ahhh! pero eso si…
¡No agarres lo que no es tuyo!
ni la bicicleta, ni la bolsa, ni el dinero, ni al marido o amante de otra, lo ajeno respétalo, es de otra, cada quien tiene lo suyo, ¡lo que se gana y lo que se merece!

7.- Lo que hagas
hazlo con ganas, con muchas ganas y mucho gusto, y hazlo bien o no lo hagas y déjate de pendejadas, olvídate de las envidias tú …a lo tuyo porque no sabes cuánto vales…

8.- Cuídate de las envidiosas y aléjate gente con paranoyas y negatividad, fíjate bien como son ….porque ¡hay malvadas!
y nunca seas como ellas…

Ayuda y escucha a tus amigas,
no hables mal de la gente,
sé orgullosa, pero no seas arrogante ni prepotente.

Sé humilde, no agachada;
sé valiente, no imprudente.
Cuando ganes, sonríe, cuando pierdas, no armes un escándalo, y si te da la gana… Llora.

9.- Nunca te preocupes por lo que no tienes, por lo que no puedes comprar.
Cuántas personas que tienen todo el dinero del mundo están en la cárcel, enfermas de la cabeza, o guardadas en un hospital, asustadas e inseguras, o tienen un marido pendejo, no son felices, no saben comunicarse, no tienen una familia como la tuya.

Tú tienes algo más valioso que es ….Tu gente y tu salud.

10.- Manda a la mierda la Muerte
que sea ella la que se preocupe por no poderte llevar, y no seas tú la que se preocupe porque ya te va a llevar.

¿Así ?, ¿o más claro?

(Los textos son de autor desconocido, fueron copiados y recontados por Adonis)

 

EL MAL Y EL BIEN HABITA EN TODAS LAS PERSONAS

Más se consigue lamiendo que mordiendo

Ofrece algo de amabilidad a las personas que ofrecen enojo e ira, agradéceles los consejos que te dan cuando te dicen algo hiriente. Cuando se den cuenta que no te hacen enojar, ya no serán malos contigo

Si te preguntas si eres buena o mala persona es que eres consciente que puedes actuar mal y hacer daño, por lo tanto, eres una buena persona o estás en el camino correcto para serlo. Igual que un adicto necesita aceptar su adicción antes de poder superarla, preguntarse acerca de la propia moral nos revela la existencia de la misma.

No hay nadie que sea bueno, bueno, ni malo, malo.
No existe la perfección, del mismo modo que las cosas nunca son o blancas o negras, en medio hay toda una gama de matices que pocas veces tenemos en cuenta.

La persona no piensa antes de actuar.
La verdad duele una vez, pero la mentira la recordamos siempre. 
No hay ni ganadores ni perdedores, solo la batalla.
Y es que aunque duela, esa es la vida.
Te caes y te levantas, las personas mueren para que otras puedan nacer, hay personas que tienen mucho y otras que no tienen de nada.
Hay románticas y personas que se suicida por no conocer el amor.
Hay personas obesas y personas anoréxicas.
Hay avariciosas y generosas.
Hay divorciadas y parejas felizmente casadas.
Hay maltratadores y personas maltratadas, existen los asesinas y las personas que hace justicia.
Hay gays, lesbianas y heteros, las hay valientes y cobardes.
Hay tolerantes e intolerantes.
Hay personas que se van y personas que se queda…

Hay miles de contrariedades en esta vida que pueden hacer que no sea justa, que hacen, que lo que tenemos delante no nos guste.
¿Vas a estar lamentándote de la vida?
La vida siempre será maravillosa la mires desde el punto de vista que mires.

Cada persona vive una situación de vida, forma de ser… Porque así tiene que ser, para su evolución interior.
Muchas veces no nos damos cuenta de eso y preferimos quejarnos de la vida antes de superarnos.

Hay una línea delgada entre el altruismo, la solidaridad y ser la persona de quien todo el mundo se aprovecha. Aprender a decir que no es básico para poder vivir en armonía con uno mismo. Marcar unos límites sobre lo que estás dispuesto a hacer no es ser una mala persona, si hacer algo tiene que ir en contra de lo que tu quieres no va en contra de tu bondad, sino a favor de tu felicidad.

Las malas personas existen, por supuesto, pero no son la mayoría. La mayoría solo somos personas imperfectas que tomamos decisiones según nuestras nuestras creencias, miedos, ideas, inseguridades, valores y es triste ver que a veces nos llevemos por delante a personas que no se lo merezcan, pero así es la vida y así son las relaciones. Un círculo entre acciones y consecuencias.

Un viejo indio hablando con su nieto le decía:

” Me siento como si hubiera dos lobos peleando en mi corazón. Uno de los lobos es un lobo enojado, violento y vengador. El otro está lleno de amor y compasión”.
El nieto preguntó:

-Abuelo, ¿ dime cual de los dos lobos ganará la pelea en tu corazón ?
El abuelo contestó:

” Aquel que yo alimente.”

(Los textos son de autor desconocido, fueron copiados y recontados por Adonis)

PUEDES SER JOVEN Y SIN EMBARGO ESTAR VIEJO

 Tú decides ser viejo

 Seguramente, llegará cierto momento en tu vida en el que aún conservarás suficientes capacidades psíquicas para darte cuenta de que ya no eres quien eras, de que todo a tu alrededor está cambiando y de que nadie te avisó ni a qué hora ni en qué momento los demás decidieron que dejabas de ser útil para la mayoría. Y lo peor será que, de eso, vas a darte cuenta.
Te darás cuenta cuando las canas se adueñen del color de tu pelo, cuando tu piel inspire más ternura que deseo, cuando no sepas decidirte sobre qué dolor quejarte y cuando tu habitación, parezca la nueva farmacia del barrio.
Sabrás que algo ha cambiado cuando quieras excitarte y no puedas, cuando duermas todas las horas nocturnas necesarias en horas de siesta y cuando la mayoría de las madrugadas suenes tú antes que el despertador.
Sabrás que algo en ti está cambiando cuando no comprendas de qué hablan los jóvenes “de hoy en día”, cuando expliques las memorias de tu vida y los demás sientan por esas palabras la misma fascinación y sorpresa que las que sienten con una película de ciencia ficción. Cuando, en lugar de cuidar de tus nietos, sean ellos los que te cuiden a ti.
Y, así, empezarán a amontonarse los días. Y, así, empezarás a dirigirte hacia una involución que volverá a limitarte las funciones para dejarte con las mismas que tenías cuando eras niño. Con la diferencia de que, antes, aún te quedaba una vida entera por vivir y, hoy, te queda una vida entera de recuerdos. Y eso, en el mejor de los casos, si es que los recuerdas.
Y es que vives para morir.
Vives para llevarte a la tumba lo mejor de la vida. Para aprovechar cada emoción que puedas sentir durante el camino. Y, sobre todo, vives para que aprendan de ti. Para que sepan cómo continuar sin tu presencia sólo con el hecho de recordarte. Vives para sentir melancolía al recordar un pasado que no pudo ser mejor. Para sufrir las pérdidas ajenas y cerciorarte, entonces, de que amaste.
Vives para disfrutar de cada oportunidad que te permita ser feliz. Para saltar, bailar, hacer el amor. Sí. Porque vives para hacer, mientras puedas hacerlo, todas aquellas cosas que después sólo podrás revivir en tus recuerdos. Y es que recordarás cada una de tus aventuras pasadas aun a riesgo de tener Alzheimer, ya que lo último que se pierde en esta enfermedad, es la memoria a largo plazo. Es decir, tus recuerdos más lejanos van a ser tu refugio aún a riesgo de padecer una demencia semejante.
Por lo tanto, vive tan apasionada la vida como puedas. Porque a pesar de que repitas las frases, de no recordar el nombre de tus nietos, de creer que tus hijos son tus padres, de haber olvidado cómo se sumaba, de pedir la merienda cinco minutos después de haberla comido, de no saber en qué mes estás, de creer estar en el año 1970, de no recordar el nombre de ciertas palabras… A pesar de todo esto –y de mucho más- mientras seas capaz de recordar cómo te llamas, aún serás capaz de recordar gran parte de la historia de tu vida.
Por eso, jovenzuelo, más te vale que, ahora mismo, estés construyendo un presente que valga la pena recordar.
Porque, en los recuerdos, es donde permanecerá tu identidad. Y es que, lo que hayas sido, te perseguirá hasta la última etapa de tu vida.
Tú decides qué tipo de recuerdos quieres tener mañana.
Y, amigo, todo depende de los momentos que construyas hoy.

Tu actitud y positivismo define tu edad

Anciano es quien tiene mucha edad; viejo el que perdió la jovialidad.
La edad causa degeneración de las células; la vejez degeneración del espíritu.
Usted es anciano, cuando se pregunta si vale la pena; usted es viejo cuando sin pensar, responde que no.
Usted es anciano cuando sueña, usted es viejo cuando apenas duerme.
Usted es anciano cuando todavía aprende; usted es viejo cuando ya no enseña.
Usted es anciano cuando se ejercita; usted es viejo cuando solamente descansa.
Usted es anciano cuando todavía siente amor; usted es viejo cuando solamente siente celos.
Usted es anciano cuando el día de hoy es el primero del resto de su vida; usted es viejo cuando todos los días parecen ser el último de su larga vida.
Usted es anciano cuando su calendario tiene “mañanas”; usted es viejo cuando solamente tiene “ayeres”.
El anciano se renueva cada día que termina, porque mientras el anciano tiene sus ojos puestos en el horizonte, por donde el sol despunta e ilumina la esperanza, el viejo tiene su miopía mirando hacia las sombras del pasado.
El anciano tiene planes; el viejo tiene nostalgias.
El anciano lucha lo que le resta de vida; el viejo sufre lo que le falta hasta la muerte.
El anciano lleva una vida activa, llena de proyectos y plena de esperanzas.

Para él el tiempo pasa más rápido, y la vejez nunca llega. Para el viejo, sus horas se arrastran, destruidas de todo sentido.
Las arrugas del anciano son más bonitas, porque fueron marcadas por la sonrisa; las arrugas del viejo son feas, porque fueron marcadas por la amargura.
En definitiva, el anciano y el viejo pueden tener la misma edad en el calendario, pero edades diferentes en el corazón.
Que usted, anciano, viva una larga vida, pero nunca se ponga viejo.

(Los textos son de autor desconocido, fueron copiados y recontados por Adonis)

 

AGRADECER LO BUENO

Agradecer más, quejarnos menos

Por la vida pasan muchas personas, que van, que vienen. Personas que hacen de todo, y otras que no hacen nada, ni por ellas mismas ni por nadie. Hay tantos tipos de personas en el mundo; tan diferentes, tan semejantes. Si nos detenemos a observar por tan solo un instante, nos daremos cuenta de tantas cosas, que nos amargaríamos durante la vida entera y nos aferraríamos a la idea de morir de un trancazo, y alejarnos de todo este sufrimiento, de esta cruel existencia.

En mi vida he conocido a muchas personas, personas que te quitan y te ponen, que te suman y te restan. Y me he dicho tantas veces a mí mismo que, es mucho mejor tener un solo buen amigo, que cientos de mal agradecidos. Es preferible, a final de cuentas, contar con una sola persona, que creer que cuentas con muchos; y al final, después de todo, no tener números para contar.

El ser humano tiene muchas virtudes y defectos, cosas buenas y cosas malas, y se supone que debe uno querer a su semejante con todo esto, pero ¿hasta qué punto, hasta cuando aguantar a otra persona?Hasta cuando poner la mejilla, y después de que te golpeen, poner la otra, y que continúen haciéndolo durante una eternidad. Hasta cuando…

¿Hasta cuando? Hasta que yo me canse, hasta que yo abra mis cegados ojos y me de cuenta de que a mi lado hay otro mal agradecido más de la extensa lista.

A conveniencia, así es la cosa en esta jodida vida. Hoy te necesito, hoy te busco, hoy eres bueno, pero mañana ya no. De todos los defectos que tiene el ser humano, a mi entender, este es uno de los más irritantes y abominables. No hay nada más lamentable que una persona mal agradecida, nada más detestable y maldito que eso.

Ser agradecidos no sólo nos llena de energía positiva a nosotros y nos hace más felices, sino que tiene la capacidad de hacer más felices a otros. En primer lugar porque te da la capacidad de contagiar ese positivismo a otras personas, y además, porque es realmente gratificante para quien sea, escuchar las palabras de agradecimiento de otros.

Cuando nos dan las gracias por cualquier cosa que hayamos hecho, nos sentimos apreciados, importantes y que nuestro esfuerzo ha sido valorado, así que si practicas tu agradecimiento con los demás, probablemente los harás sentir de la misma forma.

Esto además fortalece los vínculos con las personas que quieres, aprecias o están a tu alrededor, porque te hace una persona amable y feliz con la que muchos quisieran estar, para contagiarse un poco de esa felicidad y positivismo.

Además, cuando somos agradecidos tenemos la capacidad de abrir nuestros ojos al mundo, y observar cosas que quizás antes pasaban desapercibidas. Te brinda la oportunidad de apreciar los pequeños detalles, y cuando lo hacemos, nuestra actitud cambia, y cuando eso pasa, todo a nuestro alrededor cambia. ¿No has notado como cuando dejamos de preocuparnos, tenemos una actitud más positiva y dejamos que las cosas fluyan, todo comienza a suceder como esperamos? O incluso si no sucede como esperamos, sucede mejor. Ser agradecidos es parte de eso proceso.

Es por ello que es tan importante comenzar a agradecer más y quejarnos menos, seguramente como todos tienes problemas importantes que necesitan solución, sin embargo, seguramente también en el mundo hay alguien que la está pasando peor que tú. Así que enfócate en eso que sí tienes, en los recursos con los que cuentas y cómo puedes utilizarlos para mejorar tu vida, agradece y verás como poco a poco las cosas comienzan a mejorar.

(Los textos son de autor desconocido, fueron copiados y recontados por Adonis)

 

DESCANSA DE TUS PROBLEMAS

Deja tu carga

Un hombre iba por un camino con un pesado costal de papas sobre sus espaldas.
Caminaba lenta y sufridamente.
Dios, que lo veía, le preguntó: “¿Hacia dónde vas con ese costal de papas?”.
El hombre miró hacia el cielo y le respondió insolentemente:
“¿Por qué me preguntas si tú lo sabes todo?”. Y siguió su camino.

En otro lugar, alejado de allí, otro hombre iba cargando una carretilla llena de ladrillos. Dios, que lo veía le preguntó:
“¿Hacia dónde vas con esa carretilla?”.
El hombre respondió: “Voy al pueblo”.
Dios le dijo:
“¿Quieres que te ayude con esa carga?”.
El hombre le contestó: “Puedo solo”…

En otro lugar, un hombre iba cargando un montón de leña atada con una cuerda. Dios, que lo veía, le dijo:
“¿Hacia dónde vas con esa leña?”
El hombre respondió: “La llevo a mi casa al otro lado de ese cerro”.

Dios le dijo:¿quieres que te ayude?”.
El hombre, accedió y Dios tomó la cuerda y cargó la leña.
Poco habían caminado, cuando el hombre le quitó la leña a Dios y la volvió a cargar él mismo.

Dios siguió caminando a su lado y un kilómetro más adelante, el hombre se la volvió a entregar para que Él la cargara. Pero, más adelante, el hombre se la volvió a quitar y la cargó nuevamente y así siguió a lo largo del camino…

En otro lugar, muy lejos de allí, otro hombre iba por un camino llevando un pesado costal de arena.
Dios, que lo veía, le dijo: “¿Hacia dónde vas con ese costal de arena?”.
El hombre respondió: “Tengo que llevárselo a mi patrón, que vive a 5 Km.. de aquí”.

Le dijo Dios: “¿Quieres que te ayude?
El hombre sonrió y le dijo: “¡Oh sí Señor, yo ya no puedo con esta carga!” y se la entregó.
Siguieron caminando y el hombre le iba contando a Dios alegremente de su vida, de su familia y de su trabajo. Le hacía preguntas, le pedía opiniones, en fin, el hombre y Dios, conversando y conversando, llegaron a destino. El hombre ya no se había acordado más de su carga. El Señor mismo cumplió la encomienda de entregársela al patrón de aquel hombre.

El hombre agradeció mucho la ayuda y el Señor le dijo: No te dejaré ni te desampararé, siempre que me necesites, estaré contigo.

¿Con cuál de estos cuatro hombres te identificas?

¿Eres como el primero que cuando tienes problemas, no tomas en cuenta a Dios?…O ¿eres como el segundo hombre, orgulloso y soberbio, que no acepta la ayuda de nadie?… O ¿eres como el tercer hombre, que entrega su carga a Dios, pero en realidad su fe es escasa y decide volverla a cargar él mismo? O ¿eres como el cuarto hombre, que mantiene una buena relación con Dios y humildemente y con alegría, acepta Su ayuda y se olvida de su carga hasta el final del camino, porque confía en que Él tiene el poder para librarlo de esa carga, al punto de que él ya no tiene que preocuparse más por ella?…

Quizá cuando estás en problemas acudes a Dios, le pides, le lloras, pero no sueltas tu carga. Sigues soportando y sufriendo, en constante afán.
Solo cuando voluntariamente le entregues esa carga, Él la tomará y la cargará sobre Sus hombros.

Sigue el ejemplo del cuarto hombre, mantén una buena relación con Dios, deja que Él te ayude con toda tu carga y descansa en Él, esto quiere decir que ya no vas a seguir angustiado, porque tu problema está en Sus manos.

Ya no vas a sentir su peso, ¡porque ese peso lo está llevando el Señor!
¿Cuál es tu carga?…

¿Decepción, traición, resentimiento, abuso, abandono, soledad, tristeza, baja autoestima, adicciones…?

Cualquiera que sea tu carga, no importa el tiempo que la llevas sobre tu espalda, Jesús te dice:

“Vengan a mí todos ustedes que están cansados y agobiados, y yo les daré descanso”

No te inquietes por nada; más bien, en toda ocasión, con oración y ruego, presenta tus peticiones a Dios y dale gracias.  Recuerda: ¡Dios es más grande que tus problemas!

(Los textos son de autor desconocido, fueron copiados y recontados por Adonis)

NO LE DEMOS SITIO A LO NEGATIVO

El peso de un vaso de agua

Un psicólogo estaba desarrollando una sesión grupal cuando, de repente, levantó un vaso de agua. Todos esperaban la típica pregunta: “¿Está medio lleno o medio vacío?”

Sin embargo, preguntó:

– ¿Cuánto pesa este vaso?

Las respuestas variaron entre 200 y 250 gramos. El psicólogo les respondió:

– El peso absoluto no es importante. Depende de cuánto tiempo lo sostengo. Si lo sostengo un minuto, no representará un problema, pero si lo sostengo durante una hora, me dolerá el brazo. Si lo sostengo un día, mi brazo se entumecerá y paralizará. El peso del vaso no ha cambiado, siempre es el mismo. Pero cuanto más tiempo lo sujeto, más pesado y más difícil de soportar se vuelve.

Moraleja:

Este cuento psicológico nos recuerda que las preocupaciones, los pensamientos negativos, los rencores y el resentimiento son como ese vaso de agua. Si pensamos en ellos un rato, no pasa nada. Si pensamos en ellos todo el día, empiezan a doler. Y si pensamos en ellos durante toda la semana, acabaremos sintiéndonos paralizados e incapaces de hacer nada. Por eso, debemos aprender a dejar ir todo aquello que puede dañarnos.

Pensar con frecuencia en todo lo malo que nos ha sucedido o nos está sucediendo, no nos hace nada bien porque poco a poco nos vamos debilitando nosotros mismos y perdemos la capacidad de reaccionar después.

“El único modo de quitar de nuestra mente lo que nos hace mal es a través de un acto voluntario, consciente y elegido por nosotros” “De lo contrario, los pensamientos que tenemos nos acompañarán el tiempo que decidamos conservarlos. Una persona puede mantener un pensamiento que le hace daño durante toda su vida y dejarlo ahí, sin hacer nada con ello”.

 Perdona por tu propio bienestar

Esto apunta a que el sufrimiento y la insatisfacción que sostenemos y soportamos son profundamente dañinos para el cuerpo y, de alguna manera u otra, la redención de todas las cosas que nos aquejan es sanadora. “Hagamos el trabajo. Nadie lo hará por nosotros. Liberemos de nuestra mente aquello que nos intoxica; de lo contrario, mantendremos vigente lo que nos hace daño”, concluye la especialista. ¿Qué es lo más importante que podemos recordar respecto de nuestra basura mental? Que somos la única persona que puede eliminar la basura mental que tiene nuestra mente.

Un minuto de calma

Cuando tu mente está corriendo a mil por hora puede ser difícil mantener la calma. De este modo es más complicado controlar los pensamientos, en especial los negativos. Un minuto de calma a menudo es suficiente. Puede ser muy útil la meditación, y debes pensar en ello como un reinicio. Una vez que la mente está vacía, se puede llenar con algo más positivo.

Mi psicólogo me dice que no hay mejor medicina que un buen abrazo, una caricia, una mirada o una sonrisa y, así es, porque esas personas que nos quieren tanto, nos van haciendo felices y nos ayudan a construir, paliando nuestras heridas.

Para sentirte seguro debes abrir tu postura y sonreír más. Corrige tu lenguaje corporal y te sentirás mucho mejor. Podría ser justo lo que necesitas para borrar esos pensamientos negativos.

( Los textos son de autor desconocido, fueron copiados y recontados por Adonis)

LA VIDA VALE LA PENA

 Cada espina, cada rosa, cada lágrima

Muchos seres humanos no encuentran razones válidas para vivir. Su vida es como una larga noche sin amanecer. Otros, al no creer en Dios, viven como ciegos que no quieren ver las maravillas de Dios y su vida solo tiene valor para gozarla y disfrutarla, aprovechando al máximo los deleites del mundo y los placeres de la vida. Otros viven como si Dios no existiera, aunque digan que creen en Él, y su vida es estéril, pues solo piensan en sí mismos. Son como desiertos sin agua, que no producen más que espinas

Hay momentos que sentimos que todo está mal, que nuestras vidas se hunden en un abismo tan profundo, que no se alcanza a ver ni un pequeño resquicio por el que pase la luz.

En esos momentos debemos tomar todo nuestro amor, nuestro coraje, nuestros sentimientos, nuestra fuerza y luchar por salir adelante.

Muchas veces nos hemos preguntado si vale la pena entusiasmarnos de nuevo, y solo puedo contestar una cosa:

¡Hagamos que nuestra vida valga la pena!

Vale la pena sufrir, porque he aprendido a amar con todo el corazón.

Vale la pena entregar todo, porque cada sonrisa y lágrima son sinceras.

Vale la pena agachar la cabeza y bajar las manos, porque al levantarlas seré más fuerte de corazón.

Vale la pena una lágrima, porque es el filtro de mis sentimientos, a través de ella me reconozco frágil y me muestro tal cual soy.

Vale la pena cometer errores, porque me da mayor experiencia y objetividad.

Vale la pena acordarme de todas las cosas malas que me han pasado, porque ellas forjaron lo que soy el día de hoy.

Vale la pena voltear hacia atrás, porque así sé que he dejado huellas en los demás.

Vale la pena vivir, porque cada minuto que pasa es una oportunidad de volver a empezar.

Si crees que no vale la pena vivir, voltea a ver a la gente que muere de hambre y pregúntate si ¿crees que ellos merecer vivir su vida así? y haz algo para cambiarlo. Quizá para eso si valga la pena que vivas.

Hay gente que no parece ser humana, solo piensan en ser cada vez mas que los demás, pisotean a quien se ponga en su camino. Pero estos son una minoría .
La gran mayoría tenemos sentimientos y eso es lo que importa.
No nos dejemos vencer tan fácilmente por esa ruidosa minoría y busquemos e imitemos a esos que dan su vida por amor en condiciones extremas.
Nuestro pensamiento tiene un gran poder , seremos lo que queramos ser y cambiemos el mundo.
Arriba el animo a todas y buscar a la persona en el interior de cada ser.

¿Qué es la vida? La vida es el camino de un peregrino que, apenas llegado a la meta, se le abren las puertas, abandona sus vestidos de viaje y su bastón de peregrino, y entra en su casa.
( Los textos son de autor desconocido, fueron copiados y recontados por Adonis)

PERDER VIDA

LA VIDA SE GASTA

Nos acostumbramos a vivir en departamentos y a no tener otra vista que no sea las ventanas de alrededor.

Y porque no tiene vista, luego nos acostumbramos a no mirar para afuera.

Y porque no miramos para afuera, luego nos acostumbramos a no abrir del todo las cortinas.

Y porque no abrimos del todo las cortinas luego nos acostumbramos a encender mas temprano la luz.

Y a medida que nos acostumbramos, olvidamos el sol, olvidamos el aire, olvidamos la amplitud.

Nos acostumbramos a despertar sobresaltados porque se nos hizo tarde.

A tomar café corriendo porque estamos atrasados.

A leer el diario en el ómnibus porque no podemos perder tiempo.

A comer un sándwich porque no da tiempo para almorzar.

A salir del trabajo porque ya es la noche.

A dormir en el ómnibus porque estamos cansados.

A cenar rápido y dormir pesados sin haber vivido el día.

Nos acostumbramos a esperar el día entero y oír en el teléfono: “hoy no puedo ir”. “A ver cuando nos vemos” “La semana que viene nos juntamos”.

A sonreír a las personas sin recibir una sonrisa de vuelta.

A ser ignorados cuando precisábamos tanto ser vistos.

Si el cine esta lleno nos sentamos en la primera fila y torcemos un poco el cuello.

Si el trabajo esta complicado, nos consolamos pensando en el fin de semana.

Y si el fin de semana no hay mucho que hacer, o andamos cortos de guita, nos vamos a dormir temprano y

listo, porque siempre tenemos sueño atrasado.

Nos acostumbramos a ahorrar vida.

Que, de a poco, igual se gasta y que una vez gastada, por estar acostumbrados, nos perdimos de vivir.

Disfrutemos…

“El industrial y el pescador”

Un rico industrial del norte se molestó al encontrar a un pescador del sur tranquilamente recostado en su barca y fumando en pipa.
-¿Por qué no has salido a pescar? –preguntó el industrial.
-Porque ya he pescado bastante por hoy –respondió el pescador.
-¿Y por qué no pescas más? –insistió el industrial.
-¿Y qué iba a hacer con los peces? –preguntó a su vez el pescador.
-Ganarás más dinero –fue la respuesta-. De ese modo podrías poner un motor a tu barca. Entonces podrías ir a aguas más profundas y pescar más peces. Entonces ganarías lo suficiente para comprar unas redes de nailon. Pronto ganarías para tener dos barcas… Y hasta una verdadera flota. Entonces serías rico como yo.
-¿Y qué podría hacer entonces? –preguntó de nuevo el pescador.
-Podrías sentarte y disfrutar de la vida –respondió el industrial.
-¿Y qué estoy haciendo en este preciso momento? –respondió satisfecho el pescador.

( Los textos son de autor desconocido, fueron copiados y recontados por Adonis)

¿PODEMOS VIVIR MAS DESPACIO?

Vivir la vida con calma

El ser humano, sea este un monje, forastero, comerciante, vendedor, un viajero, un niño o un viejo, no se enfrenta a otra misión que no sea la de escuchar, observar, sentir y participar de la vida.

El mejor secreto para vivir despacio y al mismo tiempo obtener resultados concretos de la vida es vivirla de manera auténtica, siendo nosotros mismos y dando a conocer a los demás nuestra participación cotidiana en el mundo que habitamos.

Por culpa del apuro no nos detenemos a pensar sobre nosotros mismos, la gente va corriendo a todas partes y a menudo no tiene tiempo ni siquiera para plantearse a dónde va tan rápido. A veces no lo quieren, pero las circunstancias de lo que les rodea les lleva a esa actitud nerviosa propia de quien está acelerado.

El apuro desmedido lo va ocupando todo y no deja tiempo para concretar lo que realmente deseamos. Los tiempos que vivimos nos dejan muy poco tiempo para la reflexión de las cosas, la comunicación electrónica, la sobrecarga de información, la locura del tráfico, las colas, los mensajes de texto, las llamadas telefónicas, los problemas personales, los estudios, el trabajo, las compras, las cuentas por pagar y las cuentas ya pagadas y un largo etcétera de cosas que hacer en este mundo que nos ha tocado vivir.

El apuro, además, genera violencia, el afán de tener cada vez más cosas nos lleva a la prisa porque el tiempo disponible es limitado, el reloj no deja de andar y las oportunidades pasan y se marchitan. Para tener mucho hay que correr desde el principio: Elegir bien la opción del bachillerato, la carrera más rentable, la posibilidad laboral que no se debe dejar pasar al precio que sea, la pareja conveniente, los cálculos debidos para poder disfrutar con intensidad de la vida y de las cosas. Por esos motivos, el apuro provoca impaciencia, y ansiedad. La prisa o el apuro es un deseo impaciente que trastoca el valor del amor (quiere ser satisfecho sin importar el estado de ánimo de la otra persona), que no conoce la piedad y no cede espacio para débiles, enfermos o fracasados, que exige tenerlo todo ahora o nunca, es el deseo impaciente que no sabe nada de reflexiones sobre la vida y sus detalles.

La prisa o el apuro se opone a la ternura, no hay ternura apresurada, a la persona amada no se le pueden dedicar apenas unos pocos minutos, y no caben las caricias convertidas también en gestiones (girando la muñeca inadvertidamente para ver qué hora es, con el teléfono celular conectado porque se espera una llamada importante, incluso más importante que ese encuentro amoroso). Tampoco resulta posible educar a un hijo a golpe de cronómetro, sin tiempo para esas preguntas sobre los temas trascendentales que importan a cualquier niño, y con cara de estar siendo interrumpido constantemente. El apresurado cree descubrir su derecho a ser el centro del universo, a ser servido, y se queja por tonterías, por la comida que se retrasa, aumentando la soledad en la que habita. Quien tiene prisa difícilmente tendrá estilo, caerá con frecuencia en la falta de educación, en cambio, un individuo educado cede el paso, excusan una conversación excesivamente pragmática cuando el contexto no es el conveniente; no corren detrás de un autobús que se les escapa, sino que prefieren esperar al siguiente, ni se juegan la vida (y la de otros) adelantándose, no se molestan por tonterías.

Vivir en la necesidad de la recompensa inmediata es hacerlo subordinado a esta misma recompensa, de modo que ese sujeto será esclavo de su propia necesidad de bienestar, estará dispuesto a cualquier servicio por conseguirlo, obedeciendo a quien tenga el poder de distribuir los placeres, vivirá una vida centrada en sí mismo como sujeto de disfrute, pero ciego ante el dolor o la necesidad ajena. No querer conocer el dolor, no aventurarse a lo difícil, no atreverse a mirar hacia la muerte, supone desconocer la realidad y renunciar al desarrollo de la inteligencia son características de un individuo en apuros. Depender del grado presente de placeres es carecer de un comportamiento realmente libre, porque significa vivir subordinado. La inteligencia y la libertad van de la mano, y se enfrentan juntas contra la prisa por lograr la recompensa.

La vida del hombre acelerado es, en fin, una existencia egoísta, empequeñecida en sus posibilidades de crecer espiritualmente, amante del pan y circo, a la larga, solitaria y desesperada, porque la sombra del final de los placeres es una amenaza constante.

De esta forma, te sugiero que no te apures, no vivas la vida con tanta prisa, es mucho mejor vivir la vida con calma para disfrutarla lentamente, pero con intensidad. Descansa sobre el paso firme de tu constancia.

( Los textos son de autor desconocido, fueron copiados y recontados por Adonis)

CUIDA SIEMPRE TU ALMA

las cuatro esposas

Un rey que tenía cuatro esposas.
Él amaba a su cuarta esposa más que a las demás y la adornaba con ricas vestiduras y la complacía con las delicadezas más finas.
Solo le daba lo mejor.

También amaba mucho a su tercera esposa y siempre la exhibía en los reinos vecinos.
Sin embargo, temía que algún día ella se fuera con otro.

También amaba a su segunda esposa.
Ella era su confidente y siempre se mostraba bondadosa, considerada y paciente con él.
Cada vez que el rey tenía un problema, confiaba en ella para ayudarle a salir de los tiempos difíciles.

La primera esposa del rey era una compañera muy leal y había hecho grandes contribuciones para mantener tanto la riqueza como el reino del monarca.

Sin embargo, él no amaba a su primera esposa y aunque ella le amaba profundamente, apenas si él se fijaba en ella.

Un día, el rey enfermó y se dio cuenta de que le quedaba poco tiempo. Pensó acerca de su vida de lujo y caviló:

“Ahora tengo cuatro esposas conmigo pero, cuando muera, estaré solo”

Así que le preguntó a su cuarta esposa:
“Te he amado más que a las demás, te he dotado con las mejores vestimentas y te he cuidado con esmero.
Ahora que estoy muriendo, ¿estarías dispuesta a seguirme y ser mi compañía?”
“¡Ni pensarlo!”, Contestó la cuarta esposa y se alejó sin decir más palabras.
Su respuesta penetró en su corazón como un cuchillo filoso.

El entristecido monarca le preguntó a su tercera esposa:
Te he amado toda mi vida.
Ahora que estoy muriendo, ¿estarías dispuesta a seguirme y ser mi compañía?”
“¡No!”, Contestó su tercera esposa.
“¡La vida es demasiado buena!
¡Cuándo mueras, pienso volver a casarme!”
Su corazón experimentó una fuerte sacudida y se puso frío.

Entonces preguntó a su segunda esposa:
“Siempre he venido a ti por ayuda y siempre has estado allí para mí. Cuando muera, ¿estarías dispuesta a seguirme y ser mi compañía?” “¡Lo siento, no puedo ayudarte esta vez!”, contestó la segunda esposa.
“Lo más que puedo hacer por ti es enterrarte”.
Su respuesta vino como un relámpago estruendoso que devastó al rey

Entonces escuchó una voz:
“Me iré contigo y te seguiré donde quiera que tu vayas”

El rey dirigió la mirada en dirección de la voz y allí estaba su primera esposa.
Sé veía tan delgaducha, sufría de desnutrición.
Profundamente afectado, el monarca dijo:
“¡Debí haberte atendido mejor cuando tuve la oportunidad de hacerlo!”

En realidad, todos tenemos cuatro esposas en nuestras vidas.

Nuestra cuarta esposa es nuestro cuerpo.
No importa cuanto tiempo y esfuerzo invirtamos en hacerlo lucir bien, nos dejará cuando muramos.

Nuestra tercera esposa es nuestras posesiones, condición social y riqueza. Cuando muramos, irán a parar a otros.

Nuestra segunda esposa es nuestra familia y amigos.
No importa cuanto nos hayan sido de apoyo a nosotros aquí, lo más que podrán hacer es acompañarnos hasta el sepulcro.

Y nuestra primera esposa es nuestra alma, frecuentemente ignorada en la búsqueda de la fortuna, el poder y los placeres del ego.
Sin embargo, nuestra alma es la única que nos acompañará a donde quiera que vayamos.

¡Así que, cultívala, fortalécela y cuídala ahora!
Es el más grande regalo que puedes ofrecerle al mundo.
¡Déjala brillar!

(Los textos son de autor desconocido, fueron copiados y recontados por Adonis)

NOSOTROS SOMOS DUEÑOS DE NUESTRA VIDA

El paraíso

Una vez un hombre estaba viajando y entró al paraíso por error.
En el concepto indio del paraíso, hay árboles que conceden los deseos.
Simplemente te sientas bajo uno de estos árboles, deseas cualquier cosa e inmediatamente se cumple no hay espacio alguno entre el deseo y su cumplimiento.

El hombre estaba cansado, así que se durmió bajo un árbol dador de deseos.
Cuando despertó, tenía hambre, entonces dijo:
¡Tengo tanta hambre!
Ojalá pudiera tener algo de comida.
E inmediatamente apareció la comida de la nada simplemente flotando en el aire, una comida deliciosa.

Tenía tanta hambre que no prestó atención de dónde había venido la comida. Cuando tienes hambre, no estás para filosofías.

Inmediatamente empezó a comer y la comida estaba deliciosa

Una vez que su hambre estuvo saciada, miró a su alrededor.

Ahora se sentía satisfecho.
Otro pensamiento surgió en él:
“Si tan sólo pudiera tomar algo
Y por ahora no hay ninguna prohibición en el paraíso, de modo que de inmediato apareció un vino estupendo.

Mientras bebía este vino tranquilamente y soplaba una suave y fresca brisa bajo la sombra del árbol, comenzó a preguntarse:
¿Qué está pasando?
¿Estoy soñando o hay fantasmas que están jugándome una broma? Y aparecieron fantasmas feroces, horribles
Comenzó a temblar y pensó:
Seguro que me matan
Y lo mataron.

Esta es una antigua parábola, de inmensa significación.
Tu mente es un árbol dador de deseos: pienses lo que pienses, tarde o temprano se verá cumplido.
A veces, la brecha es tan grande que te olvidas por completo que lo deseaste, de modo que no puedes reconocer la fuente.
Pero si observas profundamente, hallarás que todos tus pensamientos te están creando a ti y a tu vida.
Crean tu infierno, crean tu cielo.
Crean tu desgracia y tu alegría, lo negativo y lo positivo…

Cada uno es aquí un mago.
Cada uno está hilando y tejiendo un mundo mágico en torno de sí mismo… y luego es atrapado.
La araña misma es atrapada en su propia tela.

No hay nadie que te torture excepto tú mismo.
Y cuando se comprende esto, las cosas comienzan a cambiar. Entonces puedes modificar, transformar tu infierno en cielo; sólo se trata de pintarlo con una visión diferente…
Toda la responsabilidad es tuya.

Y entonces surge una nueva posibilidad:puedes dejar de crear el mundo.
No hay necesidad de crear ni en el cielo ni en el infierno,no hay ninguna necesidad de crear nada.
El creador puede descansar, jubilarse.
Y la jubilación de la mente es la meditación.

(Los textos son de autor desconocido, fueron copiados y recontados por Adonis)

DESCANSAR EL ALMA

Paz y amor para curarse

Cuando un coche se avería y nos deja tirados en la carretera, por lo regular el culpable es el conductor que no ha hecho un mantenimiento adecuado o que ha conducido mal, no ha respetado las leyes del tránsito o, peor todavía, ¡ha abusado del alcohol! Entonces, ¿por qué cuando nos ponemos enfermos solemos buscar fuera de nosotros la causa de nuestro malestar?

Toda enfermedad, está manifestando una desarmonía de tu alma.
El cuerpo y la mente son el instrumento por donde manifestamos el alma y si esta sufre y el ego se resiste a aceptarlo tu cuerpo o tu mente enfermarán.
Pero… ¿Qué es una enfermedad del alma?
Aunque no lo crean, en la actualidad es la más común de las enfermedades ya que la sociedad nos obliga a comportarnos de un determinado modo y no nos deja SER y tenemos ahí apretujada la alma dentro del cuerpo y al espíritu dentro del corazón, pero silenciados…
El alma quiere salir ya que necesita ser libre, saltar, correr descalza la ciudad y sin mirar el reloj…
El alma está ansiosa por vivir y tú no la dejas…
Tu alma es la que adquirió un contrato al venir a esta vida para vivir intensamente y con ello permitirle la evolución a tu espíritu…
El alma pertenece a la naturaleza y al no poder entregarse a la experiencia se entristece profundamente y hace que tu cuerpo pierda vitalidad y lo manifiesta como una dolencia…
Esas profundas depresiones que vivimos son cuando el alma enferma de tristeza al ser prisionera de nuestro ego que no le permite expresarse a través del corazón…
Vivimos ocultando nuestros sentimientos por temor a parecer ridículos, anticuados, o fuera de lugar. Y así es como nos “tragamos” el miedo, la pena, el amor y el desamor, la rabia, los celos y vamos escondiendo tanto las emociones negativas como positivas…
El miedo es una enfermedad del alma, la culpa, la soledad, la obsesión…
Son todas enfermedades de tu alma que tu cuerpo manifiesta como,  ansiedad, rabietas o depresión.
La medicina tradicional acostumbra a calmar los síntomas de la enfermedad dolor, angustia, fiebre, tos ,etc..con medicamentos, más que buscar las razones por las que se originó esa des armonía manifestada en el cuerpo.
Calmando el dolor la persona olvida lo que su alma reclama a través del cuerpo y es así como se van acumulando las quejas del alma hasta que el cuerpo ya no da más y lanza un alarido estrepitoso para que le prestemos atención…
Nuestro cuerpo es muy sabio y nos habla constantemente pero no sabemos escucharlo.
Una enfermedad es una oportunidad para detenernos, hacer un stop en la vida y tomar un descanso que lleve a reflexionar:
¿Estamos bien encaminad@s?
¿Hacia dónde estoy conduciendo mi vida, es esta la vida que yo soñé?
Siempre, siempre estás en posibilidad de volver a empezar…
Nunca, nunca hemos fracasado…
No enfermes a tu cuerpo…
Libera a tu alma y saca a tu espíritu del closet, no temas decir:soy espiritual, pero sobre todo no temas a ser espiritual de verdad y vivir la vida intensamente porque en la evolución del alma nunca menos es más…
Todo suma y cada experiencia adquirida le agrega unidades de luz al espíritu…
Y a mayor luminosidad mayor es nuestra capacidad de amar, de disfrutar la vida y de mantenernos sanos.

( Los textos son de autor desconocido, fueron copiados y recontados por Adonis)

NO BASTA CON QUEJARSE PARA CAMBIAR EL MUNDO

Tarde o temprano

Tarde o temprano, nuestra vida se merece un cambio, nosotros mismos nos merecemos un cambio. Como quien va acomodando y cambiando de sitio los muebles de casa, el armario de la ropa, tirando lo que no se usa y haciendo espacio para algo nuevo. Si podemos realizar esa tarea para tener más ordenada nuestra casa, ¿por qué no lo hacemos en nuestra vida?

Nuestros momentos de más lucidez suelen tener lugar cuando nos sentimos profundamente incómodos, infelices o insatisfechos. Pues es en estos momentos, empujados por nuestra insatisfacción, cuando salimos del camino trillado y empezamos a explorar maneras diferentes de hacer algo, o respuestas más certeras.

Tú que reclamas lo que no recibes;
¿ya pensaste en lo que no das?

Tú que te lamentas porque sufres;
¿ya pensaste en cuanto haces sufrir?

Tú que acusas a la ignorancia;
¿ya evaluaste tus conocimientos?

Tú que condenas el error;
¿ya percibiste cuanto has errado?

Tú que te dices amigo sincero;
¿ya te analizaste con sinceridad?

Tú que te quejas de penurias,
¿ya viste cuanto posees más que los otros?

Tú que criticas el mundo;
¿ya hiciste algo para mejorarlo?

Tú que sueñas con el cielo,
¿que has hecho para extinguir el infierno?

Tu, que te dices modesto;
¿te sientes orgulloso de parecer humilde?

Tú que condenas el mal;
¿has procurado difundir el bien?

Tú que te afliges con la pobreza;
¿has usado bien tus riquezas?

Tú a quien le duelen las espinas,
¿has cultivado rosas?

Tú que tanto lamentas las tinieblas,
¿has esparcido luz?

Tú que te ocupas de ti mismo,
¿te has preocupado de los otros?

Tú que te sientes tan pequeñito;
¿has procurado crecer?

Tú que te quejas de soledad;
¿has brindado tu compañía a un amigo?

Tú que te indignas contra la enfermedad;
¿que has hecho por tu salud?

Tú que anhelas la concordia;
¿has combatido la discordia?

La mente es un lugar de gran almacenaje y es allí donde deben comenzar los cambios, donde hay que desterrar y arrancar todos aquellos conceptos que lastiman tu vida, te hacen sufrir y permanecer herido. Todo comienza en tu cabeza.

La gente dice: “si no te gustan tus circunstancias, cámbialas”. Yo digo: “si no te gustan tus circunstancias, cámbiate”. Al cambiarte tú, las estarás cambiando a ellas.
Si quieres cambiar tus circunstancias, cambia tú. Si quieres cambiar tu entorno, cambia tú. Si quieres cambiar el mundo, cambia tú.
Sé tú el cambio que buscas. Si tu entorno no te da lo que buscas, cambia tú para provocarlo.

Pocas cosas resultan tan tristes como observar a alguien que está firmemente convencido/a de que no necesita cambiar. No hay mayor insensatez que creer que ya está todo aprendido. No se trata de volvernos del revés; se trata de evolucionar y seguir creciendo; se trata, en suma, de madurar.

Si tú esperas que el otro haga algo, lo único que conseguirás es comprobar cómo el otro está esperando que lo hagas tú y así no habrá nunca forma de mover el puñetero sistema.

“Todo el mundo quiere el cambio, pero nadie quiere cambiar”.

( Los textos son de autor desconocido, fueron copiados y recontados por Adonis)

 

LA VIDA NO ES FÁCIL

Avanzar en medio de la lluvia

 Estaba viendo por una ventana una hormiga que con mucho esfuerzo llevaba una hoja a cuestas. Para variar grandes gotas, de ésas que duelen, empezaron a caer y a complicar el panorama. La pequeña hormiga no se amedrentó y continuaba su camino. La incesante lluvia arreciaba y para complicar las cosas aún mas, un tronco se interpuso en el camino y aquel pequeño insecto luchaba por cargar la gran hoja y pasarla por encima de ese obstáculo.

Extrañamente otras hormigas pasaban a su lado sin siquiera inmutarse por las penurias que su amiga, su hermana estaba pasando. Varias veces la hoja se le cayó y la muy testaruda la levantaba, hasta que en medio de aquella lluvia y esas gotas, que para estos insectos son verdaderas bombas mortales, la hormiga logró sacar a cuestas su tarea y llevar le valiosa carga al hormiguero, esa carga que sería alimento para muchos.

¿Acaso es Dios malo mis hermanas y hermanos? ¿Acaso Dios es cruel y se deleita en ver como las criaturas deben esforzarse tanto? No. Simplemente la respuesta radica en que siempre y bajo todas las circunstancias debemos entregar todo, a pesar de las incesantes luchas, los golpes, las necesidades, no podemos simplemente echarnos a morir o esperar a que alguien nos saque de nuestro apuro.

No imagino a estas hormigas reclamando a Dios por lo “difícil” de la tarea. No imagino a las hormigas en rebeldía contra Dios solo por no hacerles la vida más fácil. Quien quiera seguirme que tome su cruz y me siga dijo el mismo Señor Jesús. Sin embargo vivimos en una época donde se nos quiere decir que si cuesta, si es difícil, si no es cómodo, si no hacemos el mínimo esfuerzo se están aprovechando de nosotros.

Ciertamente la vida puede tener comodidades, pero la fe es un camino empedrado lleno de dificultades y obstáculos. La buena batalla la llamó San Pablo. Así que recordemos que si una hormiga que trabaja incesante y sin temor puede hacerlo, cuanto más nosotros, hechos a imagen y semejanza de Dios.

Un día, que puede parecer cualquiera, podrá terminar por ser el primero. El primero del resto de tu vida. Un día llegará la muerte o el amor. Un día llegará la lluvia y va a ser algo más que lluvia, llegará la lluvia y será romance o tristeza.

Nadie dice que sea fácil, es tan solo que es hermosa. Pero hay veces que no parece. Que la luz se oculta entre las nubes y luego esas nubes parecen rocas grises. Que el viento se detiene y ya no mece las hojas y el mar se aquieta, como su hubiese perecido. Parece que todo se ha detenido y no volverá a andar.

Hasta que un día vuelve la llovizna, el cielo grisáceo acaricia las copas de los árboles y vuelve mojando la tierra. Amanece, las aves vuelven a cantar, la luz que se filtra entre las hojas te toca. La luz descubre un camino en medio de la desesperanza.

Porque la vida está plagada de caminos, todos van al mismo lugar y sin embargo, parecen muy distintos. Caminos y caminantes son uno mismo, siempre son lo mismo. 

La vida y los caminos se entremezclan y solo es real la vida cuando se siente el pie hundiéndose en la tierra, cuando se tiene dirección y sentido y se vive con el compromiso de seguir el camino de la vida.

En la vida solo hay que cuidarse de quienes roban vida, quienes juzgan caminos y niegan caminantes. Tan solo son mentiras. Es que la mentira entre los humanos hay veces que se apodera de la vida. Pero nada es, ni nada son. Cada vida es un camino donde se debe conocer cada paso, el recorrido y el fin de la marcha.

La vida da, solo da y no pide sino ser vivida. Ahí está su valor y costo: en vivir.

La vida no es fácil; es compleja. La vida resulta de lo que se hace de ella. De ahí nace su riqueza. La vida es única, unicidad, inconfundible, inalienable. La vida es plena, es la verdad manifiesta. La vida es lo propio, como el respirar, como la mirada, como el escuchar y la palabra. La vida toca y acaricia los sentidos, la vida se plasma entre las venas, entre las manos, en el rostro, se dibuja en la mirada que toca el alma.

La vida se contiene, es una gran esfera donde se hace a sí misma, se hace perfecta porque perfecta es su creación. La vida es perfecta en sus diferentes tonalidades, sabores, gustos. La vida es una multitud de colores que no dejan de ser uno color cuando se sabe que sólo hay una vida, después de todo.

( Los textos son de autor desconocido, fueron copiados y recontados por Adonis)

 

LAS MADRES NO PUEDEN CON TODO

UNA MUJER FELIZ

Mama tenía muchos problemas. No dormía y se sentía agotada. Era irritable, gruñona y amargada. Siempre estaba enferma, hasta que un día, de pronto, ella cambió.

La situación estaba igual, pero ella era distinta.

Cierto día, mi papa le dijo:

– Amor, llevo tres meses buscando empleo y no he encontrado nada, voy a tomarme unas cervecitas con los amigos.

Mi mama le contestó:
– Está bien.

Mi hermano le dijo:
– Mamá, voy mal en todas las materias de la Universidad…

Mi mama le contestó:
– Está bien, ya te recuperarás, y si no lo haces, pues repites el semestre, pero tú pagas la matrícula.

Mi hermana le dijo:
– Mamá, choqué el carro.

Mi mama le contestó:
– Está bien hija, llévalo al taller, busca cómo pagar y mientras lo arreglan, movilízate en autobús o en el metro.

Su nuera le dijo:
– Suegra, vengo a pasar unos meses con ustedes.

Mi mama le contestó:
– Está bien, acomódate en el sillón de la sala y busca unas cobijas en el clóset.

Todos en casa de mi mamá nos reunimos preocupados al ver estas reacciones.

Sospechábamos que hubiese ido al médico y que le recetara unas pastillas de “me importa un carajo de 1000 mg”

Seguramente también estaría ingiriendo una sobredosis.

Propusimos entonces hacerle una “intervención” a mi mamá para alejarla de cualquier posible adicción que tuviera hacia algún medicamento anti-berrinches

Pero cuál no fue la sorpresa, cuando todos nos reunimos en torno a ella y mi mamá nos explicó:

“Me tomó mucho tiempo darme cuenta de que cada quien es responsable de su vida, me tomó años descubrir que mi angustia, mi mortificación, mi depresión, mi coraje, mi insomnio y mi estrés, no resolvían sus problemas sino que agravaban los míos.

Yo, no soy responsable de las acciones de los demás, pero sí soy responsable de las reacciones que yo exprese ante eso.

Por lo tanto, llegué a la conclusión de que mi deber para conmigo misma, es mantener la calma y dejar que cada quien resuelva lo que le corresponde.

He tomado cursos de yoga, de meditación, de milagros, de desarrollo humano, de higiene mental, de vibración y de programación neurolingüística, y en todos ellos, encontré un común denominador: finalmente todos conducen al mismo punto.

Y, es que yo solo puedo tener injerencia sobre mí misma, ustedes tienen todos los recursos necesarios para resolver sus propias vidas.

Yo solo podré darles mi consejo si acaso me lo piden y, de ustedes depende seguirlo o no.

Así que, de hoy en adelante, yo dejo de ser: el receptáculo de sus responsabilidades, el costal de sus culpas, la lavandera de sus remordimientos, la abogada de sus faltas, el muro de sus lamentos, la depositaria de sus deberes, quien resuelve sus problemas ó su llanta de repuesto para cumplir sus responsabilidades.
A partir de ahora, los declaro a todos adultos independientes y autosuficientes.

Todos en casa de mi mamá se quedaron mudos.

Desde ese día la familia comenzó a funcionar mejor, porque todos en la casa saben exactamente lo que les corresponde hacer.

¿Y tú, eres una mujer feliz? 

¿O estas agobiada porque eres el receptáculo de las responsabilidades, el costal de las culpas, la lavandera de los remordimientos, la abogada de sus faltas, el muro de los lamentos, la depositaria de los deberes, quien resuelve sus problemas o quien se pone al frente para cumplir las responsabilidades de otros?.

¡Aduéñate de tu vida…, de la tuya!

Y permite que los demás se adueñen de la de ellos.

( Los textos son de autor desconocido, fueron copiados y recontados por Adonis)

 

 

MEDIANA EDAD

Tenemos una vida 

Los años me han enseñado a dar pasos firmes, seducir con la mirada, saber que eso de los celos y los berrinches es para chiquillos.

Disfruto de momentos con calma, tomo tiempo para acariciar, conocer el terreno y saber qué hacer, no me apena decir cómo quiero que me toquen, ni de qué forma deseo que me hablen, me entrego sin prisa, ahora se que el placer soy yo y que no necesito un cuerpo perfecto para lograrlo, los efectos del tiempo ya no me detienen. 

Disfruto del sexo tanto como del amor, reconocer la diferencia y decidir hasta dónde me permito llegar, ya nada me espanta, ya ame con locura y fui amado, ya me rompieron el corazón y rompí corazones también, me levante de los escombros de un matrimonio destruido y la traición como paga, sí, las experiencias de la vida han hecho bien su trabajo y es por eso que se tomar decisiones, en mi no cabe el arrepentimiento, sí aceptó abrir los brazos a alguien es porque antes ya lo pensó mil veces.

Mis temas de conversación son interesantes, mi manera de ver la vida es inteligente, ya no me dejo llevar por banalidades, se que el cuerpo ideal se deteriora al paso de los años, no idealizo a personas perfectas, me doy sin apariencia y ofrezco más compañía que sueños.

El tiempo me ha enseñado a disfrutar mi soledad y olvidar las lágrimas, encuentro placer en la sencillez de mis libros, de un café, de mi casa, de mi música, de mis hijos, estoy lleno de misterios que no cualquiera puede conocer, me visto de elegancia, nostalgia y serenidad, y hace tiempo deje de morir e hice las paces con la vida.

( Los textos son de autor desconocido, fueron copiados y recontados por Adonis)

 

DON DINERO NO REGALA LA FELICIDAD

No es lo mismo ser pobre que sentirte pobre

Hoy voy a hablaros del concepto de ser pobre. Por supuesto, no me refiero a las personas que realmente no tienen nada en la vida, y no pueden comer, asearse, vivir bajo un techo, educarse. Me refiero a esas personas que se consideran pobres por no poder permitirse su último capricho.

Todo surge de una conversación con una muy buena amiga, que me comentó una frase que había leído durante un curso de inglés. Decía algo así: “nunca he sido pobre. He estado sin dinero, sí, pero nunca he sido pobre”. El concepto venía a decir que la pobreza no tiene que ver con lo material (el dinero, las cosas de valor) sino con un sentimiento o estado mental.

Buscando por la red, he encontrado la frase completa, atribuida a Mike Todd, productor de cine estadounidense. Su frase decía:

“Nunca he sido pobre, solo he estado sin dinero. Ser pobre es un estado mental mientras que no tener dinero es un estado temporal”

La magia de la frase radica en la importancia que le damos al dinero y los objetos de valor que poseemos. Seguro que a lo largo de tu vida has conocido personas felices y contentas de lo que son y lo que tienen, aunque tuvieran muy poco. Quizá precisamente por eso lo eran.

La clave para ser feliz está en las actividades que hagamos durante nuestro día a día. Hay una relación casi directa entre el número de actividades agradables que realizamos y los niveles de bienestar. Por ello es de vital importancia que dediquemos tiempo diario a aquello que nos gusta.

Recuerdo un estudio que medía la felicidad en distintas partes del mundo, y que terminaba diciendo que las personas felices son aquellas que viven más en contacto con los demás y con el medio, y no tanto con lo material. Curiosamente, las personas más felices tenían menos, pero sentían más.

Por todo ello, no puedes basar tu concepto de pobreza o riqueza en lo que tienes, sino en lo que eres. Si te sientes pobre, quizá necesites revisar tus prioridades, dando importancia a lo que de verdad importa. Tus relaciones, tu salud, tu familia, tus recuerdos, tus sentimientos y tus momentos de felicidad. Esa es tu verdadera riqueza. Y si no crees tenerla, empieza a cambiar tus hábitos por otros que te acerquen más a tu esencia como persona. La sensación de riqueza vendrá sola.

Las pequeñas cosas y las pequeñas experiencias son las que realmente dan la felicidad, y no cuestan dinero: un beso, un abrazo, un gesto cariñoso, el abrazo de tus hijos, el amor de tus familiares, pasar tiempo con las personas que más quieres, etc. Estas cosas son gratis y son las que realmente te harán sentir feliz.

Si tienes puestas tus esperanzas en el dinero para solucionar tu infelicidad quizás debas revisar tus preferencias

( Los textos son de autor desconocido, fueron copiados y recontados por Adonis)

 

DATE UNA VUELTA POR TU VIDA

Dedícate momentos

Espera un momento tranquilo al final de día y siéntate de manera relajada. Puedes cerrar los ojos; apunta mentalmente o escribe todo aquello que hayas realizado hoy siguiendo tus instintos, tus pasiones, tus ideales y tus valores. Piensa cuál ha sido el resultado de esas acciones, si han salido bien o mal, si son positivas para tu futuro o el de los que te rodean y trabajan contigo. Apunta también todo aquello que no has hecho o no has dicho, y piensa el motivo por el que esas cosas han quedado sin resolver. Piensa cómo te gustaría solucionar esas cosas la próxima vez que tengas que enfrentarte a ellas. Medita sobre posibles alternativas a tus acciones del día, y piensa si habría sido mejor seguir otro camino que el que tú has decidido elegir.

Un factor muy importante en todo esto es apuntar tus sentimientos en cada una de las situaciones que has vivido hoy. ¿Cómo te has sentido en aquellas en las que has seguido tu intuición? ¿qué sentimiento ha hecho que no dieras un paso adelante en otras situaciones de tu día? ¿Cuál ha sido la mejor sensación del día? ¿Y la peor?

No olvides recrearte un poquito en aquellas cosas que hayas hecho de manera maravillosa. Siéntete la persona más orgullosa de sí misma por haber gestionado esa situación de una manera magistral. ¡Te lo mereces, adelante! Piensa en tu mejor jugada del día, siente orgullo de ser protagonista de la misma.

Todo esto no debería llevarte más de media hora, suficiente para meditar sobre muchas cosas importantes de tu presente, que influirán en tu futuro. Estos minutos harán que mañana tomes tus decisiones de forma más consciente, y que te decidas por fin a hacer aquello que llevas olvidando tanto tiempo. Haber pensado en las consecuencias de unos actos distintos, hará que seas mucho más consciente de tus decisiones. Parece mentira poder mejorar y aprender tanto sobre ti mismo/a en solo unos minutos, ¿verdad? Haz la prueba, verás como te sientes mejor con tu día, y consigues que esa sensación te acompañe al día siguiente, cuando tengas que tomar decisiones parecidas.

Para poder avanzar necesitas soltar lastre. Comienza por eliminar todo aquello que soportas día a día, todas esas molestias que toleras, pequeñas pero muy fastidiosas. Por ejemplo, tu mesa llena de papeles, una puerta que no cierra bien, un botón colgando en tu abrigo, el agujero en esos calcetines. Cualquier cosa que te moleste a diario, restando energía y vitalidad

Por tanto, manos a la obra, apunta todo aquello que te molesta por mínimo que te parezca. Cuando hice este ejercicio por primera vez, aparecieron muchas “tonterías” que me molestaban a diario, en las que no había reparado siquiera. Siempre pensaba “tengo que arreglarlo”, o “tengo que cambiarlo”, pero no lo hacía. No me daba cuenta de cuánto afectaba eso a mi humor

No desesperes si avanzas despacio,es poco probable que puedas tachar todo lo que hayas escrito en un solo día. De hecho si lo haces, significa que no has sido lo suficientemente concreto en tu lista; vuelve a darte una vuelta por tu vida para detectar más cosas o situaciones que te molestan. Poco a poco y siempre que puedas, intenta tachar un elemento de tu lista, verás que sienta muy bien.

Soltar lastre es una actitud

Conociéndonos más y mejor llega un momento que encontramos personas, situaciones y cosas que han dejado de tener sentido para nosotros a las que estamos amarrados, hemos de tomar la decisión de reconocer que ya no nos sirven porque difuminan nuestra visión y entorpecen nuestra visión. Llegados a este punto nos puede dar la sensación de que estamos en un momento “insostenible”, estamos hechos un lío y un destello de lucidez nos indica que ha llegado el momento de soltar el lastre.

No es una tarea fácil porque a pesar de la evidencias nos aferramos   a lo que tenemos para que nada cambie, nos dispersamos en buscar justificaciones  inútiles y en buscar culpables. De dar el paso y soltar o no soltar el lastre depende el avanzar o el quedar anclado en el suelo, ganar o perder la batalla contra nuestra falta de lucidez significa la vida o la muerte y no me refiero a nuestra desaparición física sino a estas pequeñas muertes que nos hacen más pequeños, más viles más alejados de nuestro objetivo.

Soltar lastre es una actitud, es un proceso y forma parte de la huella que dejamos porque sin movimiento no hay huella y con lastre no hay marca. Como toda actitud viene de nuestro interior y es un acto de libertad que implica el cambiar nuestros hábitos, nuestra manera de hacer.

( Los textos son de autor desconocido, fueron copiados y recontados por Adonis)