EL ENOJO

Dependiendo de la persona, incluso de su edad. Hay personas a las que es muy difícil desconectarlo de su enojo, incluso intentando con un acercamiento dulce, tomarle la mano o darle un abrazo lo podrían rechazar.

Pero en casos fáciles, se puede hacer eso, cambiarle de ambiente, invitarle a salir a tomar aire, acompañar en silencio hasta que decida hablar más calmado.

Lo más importante es que acceda a respirar hondo, pausadamente, estirar sus brazos y piernas, aliviar la carga en su cuello, un masaje suave en la espalda y orejas, etc.

Poner bajo el volumen de los dispositivos, hablar suave y pausado, para no agregar combustible a la situación. Muévete suavemente para no agitar su mente.

Expresar sus sentimientos de enojo con firmeza, pero sin agresividad es la manera más sana de expresar el enojo. Para hacerlo, debe aprender cómo dejar en claro cuáles son sus necesidades y cómo realizarlas sin lastimar a otros. Ser firme no significa ser prepotente ni exigente; significa respetarse a sí mismo y a los demás.

Otra manera de abordar esta reacción consiste en reprimir el enojo y después convertirlo o redirigirlo. Esto sucede cuando usted contiene su enojo, deja de pensar en ello y en cambio se concentra en hacer algo positivo. El objetivo es inhibir o reprimir su enojo y convertirlo en una conducta mucho más constructiva. El peligro en este tipo de respuesta es que no le permite exteriorizar su enojo, pudiendo quedarse en su fuero interno.

( Los textos son de autor desconocido, fueron copiados y recontados por Adonis)

 

 

 

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