Nada es casualidad
Si un día al despertar, encontraras al lado de tu cama, un lindo paquete envuelto con sumo esmero, probablemente lo abrirías, aún antes de lavarte el rostro, curioso de ver qué hay dentro.
Tal vez hubiese allí algo que no te guste mucho, entonces lo guardarías qué hacer con aquel regalo, aparentemente “inútil”.
Pero, si al día siguiente recibes otra caja, una vez más la abrirías corriendo y si esta vez encontraras algo que te guste mucho…Un recuerdo de alguien distante… Un lindo traje…
Un exquisito perfume… O simplemente un ramo de flores de alguien que se acordó de ti…
Y eso que ocurre todos los días no lo percibimos… Todos los días cuando despertamos ahí está, frente a nosotros, una caja de regalo enviada por Dios: Un día entero para usar de la mejor manera posible.
A veces viene lleno de problemas, cosas que no conseguimos resolver: tristezas, decepciones, lágrimas… Pero otras veces viene lleno de sorpresas, alegrías, victorias y conquistas.
Lo más importante es que, todos los días, Dios envuelve, con todo cariño para nosotros, mientras dormimos, nuestro regalo: “EL DÍA SIGUIENTE”.
No siempre Él nos regala lo que esperamos o queremos, pero siempre nos manda lo mejor, lo que precisamos; que es más de lo que merecemos. Abre tu regalo todos los días, agradeciendo primero a quien te lo envió, sin importar lo que viene dentro de la caja.
Sin duda El no se engaña en la remesa de los paquetes.
Si no vino hoy lo que esperabas, espera… ábrelo mañana con más cariño pues en cualquier momento, los sueños y planes de Dios, llegarán para ti envueltos en un regalo.
“Dios no atiende nuestras voluntades… pero si nuestras necesidades… ¡Que Dios te colme de Bendiciones!”
* Si haces las cosas con amor, todo lo que venga será soportado.
* Si haces las cosas con amor, perseverarás sin importar las dificultades.
Y lo más importante de todo…
* Si haces todo con amor, estarás haciendo todo con Dios, porque Dios es amor.
La vida tiene muchos retos
La vida tiene muchos retos, dificultades y problemas de los cuáles ni nosotros mismos sabemos. Son parte de nuestro caminar por el mundo, y tendremos que cumplir con nuestras labores del trabajo, el hogar y la familia.
Te quiero pedir que inclines tu rostro y levantes tu corazón al cielo y le pidas al Dios de amor que todo lo que hagas puedas hacerlo con amor y cariño.
Donde te encuentres pide esa capacidad de atender a las personas con cariño tratando de hacer el bien por ellos.
Pide a Dios que te de la capacidad de levantarte temprano y alistar a los niños para que puedan ir a la escuela y ser personas de bien. Que tengas el amor por tu trabajo cualquiera que sea, porque es valioso para otras personas.
El mundo está lleno de gente que trabajará mañana, que mañana se compondrá, que retornará a Dios mañana, que mañana… Pero no hoy.
En el fondo no existen deseos de superarse ni de mejorar. Entonces, está uno muriendo y de prisa. La vida es desarrollo, crecimiento, la vida se alimenta de esperanza, de metas que se persiguen, de insatisfacción con lo alcanzado y de lucha por mejorar las marcas.
La muerte comienza cuando se pierde la ilusión y el anhelo de crecer. Nadie está tan cerca de morir como el que ha perdido toda esperanza. Si sientes deseos de superarte como ser humano, como cristiano, estás vivo.
Nunca es tarde para empezar de nuevo. Es tarde cuando pasan los días, y nada se hace. Es la mediocridad que abunda tanto, porque nada cuesta ser mediocre. Consiste en las medianías.
Las grandes realizaciones no las logran los mediocres. El mundo debe muy poco a los perezosos. Si quieres que el mundo te recuerde y esté agradecido contigo, debes luchar y trabajar por mejorarlo.
( Los textos son de autor desconocido, fueron copiados y recontados por Adonis)