REZAR TRAE BENDICIONES

¿Por qué rezar el Rosario?

El Rosario es una de las oraciones católicas asociadas con la batalla espiritual contra las fuerzas del mal. “un arma gloriosa contra Satanás”.

Hoy en día, rezar el Rosario se ha convertido en una devoción muy practicada. El mismo Papa Francisco llama a todos los católicos a rezar el rosario todos los días para “proteger a la Iglesia del demonio, que siempre busca separarnos de Dios y de los demás”.

Entonces, ¿Por qué rezar el Rosario? Por protección y por nuestro crecimiento espiritual. Recemos a nuestra abogada más amable, la Santísima Madre, por la paz en todo el mundo y por la paz de nuestra alma.

Por eso, cuando rezamos el rosario, unimos nuestra voluntad a la suya y a la de millones de personas que también rezan el rosario. Se establece una especie de cadena espiritual, que involucra a millones de católicos que se unen en oración, vinculando nuestras voluntades con la voluntad de la Santísima Virgen María, y todos nosotros diciéndole a Dios:

“Hágase tu voluntad”

Rezar el Rosario es una rica costumbre de la piedad popular donde la Santísima Virgen se hace universal y de mucha importancia para los creyentes.

Es el santo rosario el lugar para reconocer a María Virgen como la Madre del Señor Jesús y en el plano de la gracia, Madre de todos nosotros. Es a la vez el reconocimiento de que Dios a través de Ella interviene a favor nuestro.

Rezar el rosario y meditar en los misterios que se nos propone cada día, profundiza nuestra comprensión de la fe católica ,rezar  nos ayuda a reflexionar sobre la vida de Jesús y de María.

Según las tradiciones católicas, Santo Domingo Guzmán recibió el rosario de la Santísima Virgen María en 1214 en el Monasterio de Prouille. Desde entonces, se ha convertido en una de las poderosas herramientas de oración de la Iglesia Católica.

La estructura del rosario, con su conocida y repetitiva oración, no debe confundirse con la repetición sin sentido denunciada por Cristo en el evangelio de Mateo. En cambio, es un formato que cultiva la paz mental y el espacio interior para la meditación en estos momentos en la vida de Cristo que contienen el misterio de la Encarnación, la persona de Cristo y la hermosa relación que se ha construido entre nuestro Dios y su creación.

Nuestra Señora de Fátima, en su milagrosa aparición, pidió a los niños que se tomaran en serio lo de rezar el Rosario todos los días por la paz en el mundo. Entonces, ¿por qué no aprender a rezarlo y meditarlo a profundidad?.

El Rosario es una de las oraciones más poderosas de la Iglesia. Nos dijo San Juan Pablo II:

“La Iglesia siempre ha atribuido una eficacia particular a esta oración, confiando al Rosario, a su recitación y a su práctica constante, los problemas más difíciles. En momentos en que el cristianismo mismo parecía amenazado, su liberación se atribuyó al poder de esta oración”.

Cuentan los antiguos que cuando Santo Domingo de Guzmán empezaba a desanimarse al ver que en los sitios donde predicaba la gente no se convertía y la herejía no se alejaba, le pidió a Nuestra Señora le iluminara algún remedio para conseguir la salvación de aquellas personas y que Ella le dijo en una visión:

“Estos terrenos no producirán frutos de conversión sino reciben abundante lluvia de oración”.

Desde entonces el santo se dedicó a hacer rezar a las personas el Padre Nuestro y el Ave María y a recomendarles que pensaran en los misterios de la Vida, Pasión y Muerte de Jesús.

Muy pronto las conversiones fueron muy numerosas y las gentes de aquellas regiones volvieron a la verdadera religión.

Hoy por hoy, después de la Santa Misa, rezar el Rosario es quizás la devoción más practicada por los fieles.

Rezar el rosario en su oración diaria traerá como resultado abundantes gracias y beneficios espirituales. Solo toma 15 minutos ¡Adelante!

(Los textos son de autor desconocido, fueron copiados y recontados por Adonis)

 

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