COSECHAS LO QUE PLANTAS

Nadie cambia si tú no cambias

La gente dice:si no te gustan tus circunstancias, cámbialas. Yo digo: Si no te gustan tus circunstancias, cámbiate. Al cambiarte tú, las estarás cambiando a ellas.
Si quieres cambiar tus circunstancias, cambia tú. Si quieres cambiar tu entorno, cambia tú. Si quieres cambiar el mundo, cambia tú.
Sé tú el cambio que buscas. Si tu entorno no te da lo que buscas, cambia tú para provocarlo.

Cada segundo es una oportunidad para cambiar tu vida, porque en cualquier momento puedes cambiar lo que sientes. No importa lo que sintieras antes. No importa qué errores crees que cometiste. ¡Cuando cambias tus sentimientos, pasas a otra frecuencia, y la ley de la atracción te responde al instante! ¡Cuando cambias tus sentimientos, el pasado desaparece! Cuando cambias tus sentimientos, cambia tu vida.

Si reflexionamos un poco, nos daremos cuenta de que, cuando intentamos cambiar a alguien porque tiene una forma de ser que no nos gusta, lejos de obtener lo que queremos, conseguimos el efecto contrario. Sin embargo, cuando, independientemente de la forma de ser alguien, le seguimos tratando con respeto, benevolencia, compasión y firmeza sin dureza, esa persona puede darse cuenta por ella misma de hasta qué punto necesita cambiar ciertos aspectos de su forma de ser.

Las relaciones son sistemas, de manera que si tú cambias, el sistema cambia, o lo que es lo mismo: si tú empiezas a comportarte de manera distinta con tu madre, ella también cambiará su forma de actuar contigo.

Si no te gusta cómo ha hecho algo un amigo, muestra otra forma de hacer las cosas.

Si tú esperas que el otro haga algo, lo único que conseguirás es comprobar cómo el otro está esperando que lo hagas tú y así no habrá nunca forma de mover el puñetero sistema. Como dijo Robert Dilts: “Todo el mundo quiere el cambio, pero nadie quiere cambiar”.

Deja entonces de luchar y pelear para conseguir que otros cambien, entre otras cosas porque a estas alturas ya deberías saber que no es algo que dependa de ti.

Si quieres que tu relación con otra persona cambie, empieza por cambiar tú. La mejor manera de mostrarle a los demás lo que quieres es mostrándote como ejemplo.

Si no te gusta que te griten, aprende a hablar con respeto a los demás sin subir el tono. Si no te gusta que te hagan esperar, sé puntual. Si no te gusta cómo se comporta tu pareja con tu madre, mejora tu relación con tu suegra; si no quieres que tus amigos se olviden de ti, llama más a menudo.

Otra de las cosas que debes recordar si quieres mejorar la relación con alguien es que las personas no leemos mentes: si quieres o necesitas algo, pídelo.

Una de las cosas que más daño hace en las parejas y en las relaciones en general es esa manía que tenemos de esperar que el otro acierte o adivine aquello que tanta ilusión nos hace o las cosas que para nosotros son importantes.

 Las personas hacemos lo que creemos que es lo mejor en cada momento; si hay algo de otra persona que no te gusta o te está haciendo daño, díselo.

La gente cosecha lo que planta y nadie esta libre de esto, todos pasaremos por la tierra que cuidamos de nuestra manera y recogeremos esos frutos generados por nuestras acciones, sean buenas o malas, yo solo no entiendo el porque muchas personas Aún insisten en sembrar el mal, yo solo no entiendo como muchos corazones por ahí aún se dedican a maldad, la frialdad, al desajuste, al desamor, la impiedad. Bueno sería si no fuera así, pero cuando no regamos nuestra semilla con amor, es con el dolor que la gente cosecha, es con las pérdidas que la gente madura, es con la indiferencia que la gente reconoce lo mucho que el otro era importante en la Vida de la gente, o cuánto valdría la pena luchar por un sueño honestamente, sin jugar arena en los proyectos de nadie. Solo lamento decir que el tiempo de Dios llega, que el mundo de la vuelta, y que el precio a la gente paga por la maldad que la gente compra. Para esto no hay prisa, solo tiempo correcto.

(Los textos son de autor desconocido, fueron copiados y recontados por Adonis)

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