FORMA DE VIDA

Tranquilidad

La tranquilidad crea células nuevas, regenera y cicatriza las heridas, equilibra los órganos y cura el cuerpo emocional.
Quizás no podemos tener en un momento dado la paz que deseamos, pero al menos podemos tranquilizarnos.
No hace falta tomar tranquilizantes, tú puedes hacerlo, solo tienes que detenerte un rato y respirar lento.
Busca un jardín, un parque o tu propia habitación y ejerce la tranquilidad.
Pon la espalda erguida y relajada, aprieta y afloja las manos, mueve un poco el cuello y empieza a respirar lento y pausado, mentalmente piensa… “No pasa nada, todo está bien”, “todo se soluciona con el tiempo”.
Solo tienes que tranquilizarte, todo, absolutamente todo tiene solución y se va a solucionar.
Tu tranquilidad atrae la mejora de todo, las soluciones deseadas. Solo confía un rato, ponte en manos de una Inteligente Superior y simplemente disponte a hacer tú parte.
No vas a ser pasivo, pero tampoco excesivo, y angustiarte nunca va a ayudar.
Así que activa la tranquilidad, lo que se hace de forma serena y calmada da mejor resultado y genera mejores semillas para el futuro.
Solo cálmate, cuanto más difícil parezca la situación más tranquilidad se requiere.
Adopta la tranquilidad como forma de vida.
Nadie nace así, debes aprender a ejercerlo. Quítate ya todas esas etiquetas de “yo soy muy nervioso”, “ansioso”. Solo la tranquilidad te ayudará a sacar la mejor versión de ti mismo.
Ser tranquilo es congruente con ser dinámico, efectivo, preciso y vivir mejor.
Tú tienes la decisión, pero hay que trabajarlo.
Si te mueves de forma tranquila. Esa nueva forma de ser se manifestará en ti.

 Mente sana y equilibrada

Una mala salud física daña la mente, de la misma manera que el bienestar emocional protege la salud física. Por tanto, mantener la mente sana pasa, entre otras cosas, por mantener unos hábitos de vida saludables:

  • Mantener la mente activa mediante actividades que estimulen la actividad cerebral como, por ejemplo, leer, escribir, bailar o aprender otro idioma.
  • Fomentar las relaciones sociales y afectivas. Es importante interesarse por las cosas que ocurren alrededor, al participar en actividades de grupo o al colaborar en acciones sociales.
  • Intentar no estresarse y ver la parte positiva de las cosas. La risa es una buena técnica para combatir el estrés.
  • Practicar con regularidad ejercicio físico moderado, en función de las condiciones de salud y la edad.
  • Seguir una dieta equilibrada. Es clave evitar el sobrepeso y para ello la dieta mediterránea tradicional es la más adecuada.
  • Evitar hábitos nocivos, como el consumo de alcohol, tabaco o drogas.
  • Controlar los factores de riesgo cardio y cerebrovasculares, como la tensión arterial, la diabetes, etc.
  • Dormir bien, ya que el sueño mantiene nuestra mente y nuestro cuerpo sano.
( Los textos son de autor desconocido, fueron copiados y recontados por Adonis)

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