Agotamiento mental
La hora de la preocupación
Cuando la ansiedad se instala en tu ser, uno de los signos más comunes es tener una mente hiperactiva con pensamientos repetitivos y constantes preocupaciones sobre hechos pasados o futuros.
Esta constante agitación e inquietud mental te mantiene en un círculo vicioso donde no puedes parar o desconectar en ningún momento.
Tener la mente en blanco o relajada se convierte en toda una odisea y el pensar claramente es prácticamente imposible.
Esta agitación también te lleva a experimentar un agotamiento mental bastante grande que puede llegar a afectar tu productividad y calidad de vida.
Analizando la preocupación:
Escoge un lugar y una hora para preocuparte, (el mismo lugar y la misma hora todos los días), Dedica 30 minutos a pensar en las cosas que te preocupan y lo que puedes hacer, intenta no pensar en lo que “podría ocurrir”. Céntrate en lo que en realidad está sucediendo. Luego deja de preocuparte y sigue con tus actividades diarias.
Piensa en las dos últimas semanas y haz una lista.
Apunta las veces que has exagerado lo negativo. Las que has generalizado (usando palabras como todo/ todos, nunca, siempre, cada vez que…). Cuando tienes pensamientos de todo o nada.
Escribe o reflexiona si crees que las cosas están relacionadas contigo habitualmente aunque seguramente no tienen nada que ver.
Piensa en cada preocupación y escríbela. ¿De qué me preocupo, se puede hacer algo al respecto? Revisa indicaciones anteriores, y si la respuesta es NO, no importa cuánto te preocupes, nada va a cambiar. Intenta distraer la atención, si la respuesta es si, pasa al siguiente paso, escribe una lista de cosas que podrías hacer para resolver tus preocupaciones, si hay algo que podrías hacer de inmediato, hazlo. Si no hay nada, haz un plan de cuándo, dónde y cómo abordar el problema.
Cuando hayas hecho esto di en voz alta: “He hecho lo que podía hacer, ya está” y continúa con tu vida.
( Los textos son de autor desconocido, fueron copiados y recontados por Adonis)