Tenemos todo, menos tiempo
“No tengo tiempo para nada” o “No me alcanza el día para todo lo que tengo que hacer” son frases que emitimos y escuchamos continuamente. Estar ocupados nos hace sentir extrañamente orgullosos, como si el mundo no pudiera seguir girando si salimos un poco más temprano de la oficina. Qué idea retorcida de éxito debemos tener que lo confundimos con no poder parar dos segundos para hacer algo que realmente queremos con alguien que amamos. No hay nada de noble u honorable en presumir cómo nuestros trabajos y múltiples ocupaciones nos esclavizan. Sin embargo, lo hacemos. ¿Por qué?
Tiempo perdido
El primer error en el que caemos es creer que estar sobrecargados de trabajo es lo mismo que ser importantes esto es absolutamente falso. Las personas realmente importantes son las que han aprendido ser importantes primero para sí mismas.
El más grave es el de no respetar nuestras prioridades, por ejemplo, ¿quién es más importante para ti? ¿tu mejor amigo o un compañero de trabajo que acabas de conocer? Seguro respondiste que tu mejor amigo, pero, a uno le contestas los mensajes de inmediato y al otro llevas meses sin verlo. ¿De verdad eres congruente con tus prioridades?
Dejemos de alegrarnos de que nuestro tiempo esté ocupado y comencemos a ocupar el tiempo en alegrarnos.
Para la organización de las tareas descubrí lo maravillosas que son las rutinas, mi primera rutina es escribir, porque a veces lo que no se escribe se olvida, si hago la lista mental puede que la mañana siguiente me levante con la mitad de la lista de pendientes en el olvido.
Tengo una rutina para la mañana y otra para la noche, mantengo presente que grandes mañanas es igual a grandes días y si uno esos grandes días terminaré con una vida realmente grandiosa. Tener una rutina matutina es importante porque marca el tono para todo el día.
Entonces, hablemos de algunas maneras simples en que puedes hacer que tus mañanas sean increíbles. Simplemente programando algunas tareas rápidas y fáciles cada mañana, puede mejorar tu perspectiva, productividad y felicidad en general. Programa un tiempo cada mañana para hacer algunas cosas pequeñas que mejorarán tu día y te traerán alegría, incluye algunas cosas a las que siempre has querido dedicar más tiempo en tu vida, pero en realidad nunca le has encontrado el momento, eso si recuerda que tu rutina también debe ser realista.
Sabiendo seguro que nuestra mente nos llamará al orden por ese tiempo precioso que estamos perdiendo. Aunque, si lo midiéramos con exactitud, nos daríamos cuenta de dos cosas. La primera es que el tiempo perdido es insignificante. La segunda es que disminuir el estrés nos hace ganar en sensación de tiempo aprovechado
Yo me apunto a cambiar mi experiencia del tiempo desde el que parece ser su verdadero origen: mi mente.
(Los textos son de autor desconocido, fueron copiados y recontados por Adonis)