Desear buenas cosas
Desear buenas cosas para los demás es la más poderosa energía que puede transmitir un ser humano, ya que alimenta tu espíritu y atrae bendiciones
A pesar de que las bendiciones se han regido solo en el área espiritual y las creencias religiosas, también tienen bastante importancia desde el factor humano, ya que representan energías positivas que se trasladan de una persona a otra.
De este modo, es momento de arroparte de maravillosos anhelos hacia todas las personas que conoces, ya que no hay nada más confortable que sentirse bendecido al bendecir a los demás.
Cuando le decimos a alguien de forma sincera “Que Dios te bendiga”, no solo le estamos deseando lo mejor, sino que también atraemos el favor de Dios hacia nosotros.
Lo que deseas para otro en la vida, lo pides también para ti.
Que tus pies te mantengan equilibrado y te lleven por el camino correcto; que bailen en la alegría y sean firmes en la adversidad.
Que siempre tengas un hombro en donde apoyar tu cabeza y un oído que recoja tus palabras; un abrazo que consuele y un beso de quien te ama.
Que no falte techo sobre tu cabeza ni cama para tu descanso; alimento para tu cuerpo; inspiración para tu alma y un beso amoroso para tu cara.
Que la noche sea cuna para tus sueños, cama para tu cansado cuerpo, refugio para tus preocupaciones y dosel para tu imaginación.
Que tus ojos reconozcan la belleza en la fealdad, la armonía en el caos, la esperanza en la tristeza y la luz en la oscuridad.
Que tus manos conozcan la dulzura de la caricia y la aspereza del trabajo; la unión de la oración y la satisfacción de la creación.
Que cada amanecer sea tierra fértil para tus ambiciones; que cada nuevo día te regale resolución, aspiración e inspiración; que cada rayo de sol te recuerda que tú también eres de luz.
Que hoy recibas por cada lucha una victoria, por cada problema una solución, por cada desaliento mucha fortaleza y por cada necesidad, una hermosa bendición. Confía, Dios está contigo y este será un gran día
Te deseo de corazón que mientras duermas, Dios te susurre al oído lo que tanto necesitas escuchar y que al despertar, tu corazón se encuentre en paz.
Que Dios te dé por cada tormenta un arco iris. Por cada lágrima una sonrisa. Por cada ayuda una bendición. Por cada problema en tu vida una amistad sincera para compartirlo. Por cada suspiro una dulce canción… y que encuentres una respuesta en cada oración.
Que Dios te de todo lo que necesites, todo lo que mereces y todo lo que te haga feliz. Un alma noble como la tuya llena de amor por los demás, es una bendición del Señor, para los que te rodeamos y conocemos.
Te deseo que una lluvia de amor te sorprenda sin paraguas y casi te ahogues de felicidad.
( Los textos son de autor desconocido, fueron copiados y recontados por Adonis)