No arriesgas no ganas
Si vas a aferrarte a algo, que sea a tus sueños y no a personas. Di no a ese apego insano que corta las alas y conjuga el amor con chantajes. Sé valiente y deja ir lo que es caduco, lo que no funciona para atender las necesidades de tu corazón, ahí donde se inscriben nuestros anhelos, esos para los cuales, siguen pasando nuevos trenes cada día.
Aferrarse a algo, en ocasiones, hace más daño que soltarse. Porque a veces, lo que nos aferra lo hace con tanta fuerza que deja marcas y heridas profundas, hasta el punto de quitarnos el aire, la vida, los sueños…
Resulta curioso pensar como, de algún modo, todos estamos casi obligados a “morir” varias veces para después renacer. Las crisis y los cambios siempre nos producen miedo, porque nos predisponen a tener que desapegarnos de muchas cosas para cancelar así una etapa de nuestras vidas y empezar otras con el corazón ya bien curtido.
En cada cambio y en cada uno de esos ciclos que iniciamos, siempre debe estar inscrito un propósito, un sueño que alcanzar para auto realizarnos un poco más.
Deja de aferrarte a lo que piensen otros sobre tus sueños o anhelos. Ellos no son tú, no viven en tu mente ni sus cuerpos laten con tu corazón.
Hay que luchar por aquello que deseamos.
Ahora bien, por curioso que parezca, son los instantes de crisis cuando surgen los cambios más profundos, a la vez que las mejores oportunidades.
Deja de aferrarte pues a lo monótono y a quien te quiere previsible, dócil, sumiso. Huye de quien te obliga a postergar tus sueños mediante razonamientos como “no es el momento”, “mejor otro día”, o “eso ahora no te conviene”. No lo permitas, recuerda tus sueños de infancia y propicia el cambio. Porque a veces, en esa crisis personal aparece el milagro del aprendizaje y la oportunidad de reinventarte para alcanzar tus sueños…
Y de repente pasa, algo se acciona, y en ese momento sabes que las cosas van a cambiar y han cambiado.
La mente es la única responsable de nuestro bienestar… Y de nuestros pesares. ¿Por qué hay gente que le tiene miedo a todo, y otras no le tienen miedo a nada? ¿Por qué hay personas que se deprimen con cualquier tontería, y otras están alegres y risueñas incluso aunque sufran una enfermedad incurable. Todo está en nuestro cerebro, y si aprendemos a calmarlo y a centrarlo en el ahora, cambiará nuestra forma de ver la vida y de enfrentarnos a las adversidades.
Es necesario arriesgar en esta existencia tan corta que tenemos los seres humanos, salir de los muros y las rejas que nos hemos impuesto por diferentes razones, dedicarnos a ser felices o al menos, buscar esos ratitos de felicidad y goce.
Aquellos que se quedan estáticos, de pie, sin dar un nuevo paso porque tienen temor a las consecuencias o a equivocarse, son personas estancadas que no solo no avanzan, sino que no permiten que los demás lo hagan.
“No tengas miedo de vivir, rómpete la boca, el corazón y el alma, que la vida no se nos dio para regresarla intacta, sino vivida.”
“Lucha contra tus miedos y estarás en un batalla por siempre. Enfréntalos y serás libre toda la vida”
“Todos deberíamos comenzar a vivir antes de hacernos viejos. El miedo es estúpido. Y también los arrepentimientos”,
“Haz la cosa que te dé miedo y síguelo haciendo. Esta es la forma más rápida y segura para vencerlo”
(Los textos son de autor desconocido, fueron copiados y recontados por Adonis)