Tu vida es tuya
Cerrar puertas es fundamental cuando nuestro presente no avanza. El estancamiento siempre se produce cuando nos aferramos a un pasado doloroso que nos atrapa. Si las puertas quedan abiertas, las heridas también lo harán, y por tanto no podremos avanzar.
Puedes superar los pensamientos negativos cerrando puertas. Tenemos que ser conscientes que lo que ocurriera en el pasado no tiene por qué determinar nuestro futuro. Del pasado solo se pueden sacar lecciones, pero no se puede vivir de él.
No podemos detenernos en nuestro camino, por muchas espinas que nos encontremos. Si nos caemos, tenemos que levantarnos todas las veces que haga falta. Vuelve a ser una persona positiva y plena, dejando atrás todo ese sufrimiento, y abre las puertas a nuevas experiencias. Cierra etapas para dar la bienvenida a todo lo nuevo y bueno que está por llegar.
Al hablar de cerrar puertas nos referimos a finalizar procesos o etapas de la vida, que empiezan, se desarrollan y finalizan. No podemos estar pendientes de algo que ha acabado, por ese debemos pasar página y continuar nuestro camino.
Si una etapa no se cierra, ello interfiere con nuestro avance personal, ya que nos atrapa y no dejar que evolucionemos. Para seguir el camino debemos desprendernos de aquello que ya no nos sirve, y supone una carga, como es el propio pasado.
Existe un miedo en nosotros que hace que nos resistamos a los cambios, pero no podemos siempre permanecer inmóviles. Debemos aprender a cerrar puertas para que podamos avanzar, y vivir nuevas experiencias.
Dejar ir
Para poder cerrar las puertas de un modo sano debemos desprendernos de las emociones negativas, como puede ser el renco, la culpabilidad, o la ira. Ello se consigue diciendo adiós, bajo el respeto y el cariño.
Hay que dejar a un lado el daño sufrido. No significa que tengas que perdonar a quien te dañó, sino que cierres la puerta con la mayor paz interior posible. Y para ello lo mejor es dejar a un lado lo ocurrido y mirar al futuro sin esa carga tan pesada.
Tenemos que aprender a cerrar puertas, y concluir las etapas finalizadas de la mejor forma posible. Hay muchas cosas que vivir, y relaciones satisfactorias que tener. Tu futuro es tuyo, y vívelo como quieras, y con quien quieras.
Acepta los cambios
La vida es cambio, y no podemos quedarnos inmóviles. Deja tu zona de confort donde nada pasa, y apuesta por los cambios que te permitan ser feliz. Los riesgos dan miedo, pero debemos tener la iniciativa de buscar nuestra propia felicidad.
Nunca te detengas. Te encontrarás miles de obstáculos en el camino, pero debes superarlos todos. Si te caes, tienes la obligación de levantarte, y volver a respirar. Cierra las estepas que ya pasaron, y abre las puertas a un futuro que solo te pertenece a ti. Sé feliz.
Cuando somos incapaces de centrarnos en el presente y disfrutar de nuestro ahora, es hora de cerrar etapas o ciclos. No podemos mantener todas las puertas abiertas para avanzar. Para que haya un nuevo comienzo se necesita un final. Y es por ello que debemos aprender a cerrar puertas.
Vuelve a soñar
Al cerrar puertas hay inevitablemente, nuevos comienzos. De ese modo aprende de nuevo a tener sueños y esperanzas. Céntrate en ellos, y haz todo aquello que te haga feliz y te permita evolucionar. Tienes el derecho a cuidarte y a mirar por ti.
El pasado a menudo nos retiene. Nos hace revivir todo ese dolor, haciéndonos creer, de ese modo minimizaremos ese sufrimiento. Pero no es real. Nada de lo que ha ocurrido se puede cambiar ya. Así que céntrate en todo lo nuevo que está por llegar. Tienes un futuro lleno de esperanza en tus manos.
Los problemas no se solucionan solos, ni las decisiones se toman solas. Tenemos que responsabilizarnos por nosotros mismos y nuestro futuro. Así que, si no eres feliz con algo o con alguien, debes tomar la decisión de cerrar esas puertas y abrir aquellas que nos llenan de plenitud. Al final son decisiones que tenemos que tomar.
Al final solo uno es capaz de superar sus propios problemas. Así que no dejes que nadie tome decisiones que repercutan en tu vida, y toma el control. Tu vida es tuya, y tú eliges el cómo y él con quien vivirla.
( Los textos son de autor desconocido, fueron copiados y recontados por Adonis)