NO VALE LA PENA

Pensar en exceso

No vale la pena compararse con nadie, eso te hace parar. Cada uno tiene su historia, sus baches y sus ases en la manga. No te compares, jamás, no vale la pena.
No vale la pena chocarse contra el mismo muro una y otra vez, solo te romperás la cabeza y luego el alma.
No vale la pena tropezar con la misma piedra, no tocarás el cielo solo el suelo. Elige otro camino que no tenga minas que te hagan explotar.
No vale la pena quedarse donde no te valoran. Ten valor y vuela a otros cielos.
No vale la pena discutir con quien no sabe ni quiere escuchar. No vale la pena, de verdad, meterán su dedo en tu llaga. Y no veas cómo duele.
Ganarás la guerra abandonando la batalla. Aire a todos los que quieren abanicarse con tus ganas y tu esfuerzo. No mueras de calor por darle el gusto a otros. No vale la pena.
No vale la pena preocuparse por lo que aún no ha llegado, no adelantes acontecimientos, no te adelantes a la vida. Pasará lo que tenga que pasar. Pensar en exceso es una tortura de este siglo.
No vale la pena seguir tendencias ni copiar dictados que no van contigo. No vale la pena que vayas a una fiesta si no te apetece bailar. Dios, ¿cuántas cosas hacemos que no queremos? ¿Cuántas veces decimos que sí cuando queremos decir que no? Eso merma, eso quema… De verdad, a estas alturas de la película, no vale la pena.

Ya pasará…

Quiero decirte qué ese dolor qué no le cuentas a nadie, va a pasar. Qué un día volverás a bailar y a reír sin temor a romperte en el proceso.
Quiero qué sepas que los días malos no duran para siempre, qué al final vuelve a salir el sol y tú vuelves a florecer.
Quiero decirte qué la herida cerrará, solo observa dónde te duele.
Si quieres llorar hazlo, hasta secarte y luego ve al mar a llenarte el alma de olas y atardeceres.
Quiero decirte qué siempre habrá amor, siempre te tendrás y eso es lo más importante.
Regalate las flores, comprate ese chocolate, invitate ese helado. Ponte el vestido corto, las medias de red, el labial rojo.
Porque todo pasa, no dolerá para siempre.
Date oportunidad de sentir que no puedes más y luego sorprendete al darte cuenta de que lo lograste.

 Y de pronto…

 Y de pronto ves el cielo más azul.
Te percatas de lo hermoso del amanecer.
Disfrutas que el viento te despeine.
No haces drama ya por cualquier tontería,
Incluso de vez en cuando te gusta vestirte de nostalgia,
Abrazas tu libertad y te atreves a enfrentar el hoy, si tropiezas con la misma piedra sonríes, te sacudes y prosigues tu camino.
Los problemas se convierten en retos, y las decepciones en experiencia.
Dejaste de tomar las cosas personales, intentas soltar las expectativas.
Tu lema ahora es solo por hoy, porque por fin entendiste que es lo único que existe, y saboreas cada instante como nunca y hasta siempre.
Te ríes a carcajadas y te descubres más a menudo sonriéndote contigo.
Ya superaste la etapa de sentirte el ombligo del mundo, eres más compasiva, la empatía y la resiliencia, ahora son tus mejores amigas.
El ego te coquetea continuamente, pero ahora sabes hacerte del rogar y no decirle siempre sí.
… ¡POR FIN, LO ENTENDISTE!
… Por fin eres esencia, presencia, existencia…
¡Ahora sabes perfecto de lo que la vida va!
( Los textos son de autor desconocido, fueron copiados y recontados por Adonis)

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