MUERTE ESPERADA

Toma tu tiempo

Cuando alguien muere, lo primero que hay que hacer es nada.
No salgas corriendo asustado, no cojas el teléfono, respira hondo y se presente a la magnitud del momento.
Hay una gracia de estar en la cama de alguien que amas mientras hacen su transición fuera de este mundo, en este momento toman su último aliento, hay una sagrada e increíble luz en el espacio, se abre el velo entre los mundos.
Estamos tan desprevenidos y sin entrenamiento en cómo lidiar con la muerte que a veces un tipo de respuesta de pánico entra. ′′Están muertos”
Sabíamos que iban a morir, así que estar muerto no es una sorpresa, no es un problema para resolver, es muy triste, pero no es causa de pánico.
Si acaso, su muerte es causa de respirar profundo, detenerse y estar realmente presente a lo que está sucediendo, si estás en casa, ten calma y haz una taza de té.
Siéntate a la cama y solo hazte presente a la experiencia en la habitación. ¿Qué está pasando para ti? ¿Qué podría estar pasando para ellos? Sintoniza toda la belleza y la magia.
Date cinco minutos o 10 minutos, o 15 minutos solo para ser, nunca volverás a tener ese tiempo de vuelta si no lo tomas ahora.
Después de eso, haz la cosa más pequeña que puedas, llama a la persona que necesita ser llamada, participa con cualquier sistema que necesite estar involucrado, pero haz que se comprometan al nivel más mínimo. Muévete realmente, lentamente, porque este es un período en el que es fácil para el cuerpo y el alma separarse.
Nuestros cuerpos pueden galopar hacia delante, pero a veces nuestras almas no han alcanzado. Si tienes la oportunidad de estar tranquilo y estar presente, tómala.
No tendrás la oportunidad de recuperar el aliento más tarde, tienes que hacerlo ahora.
Estar presente en los momentos después de la muerte es un regalo increíble para ti mismo, es un regalo para las personas con las que estás, y es un regalo para la persona que acaba de morir, solo están a un pelo de distancia, están empezando su nuevo viaje en el mundo sin un cuerpo.
Si mantienes un espacio tranquilo alrededor de su cuerpo, y en la habitación, se lanza de una manera más hermosa.
Es un servicio a ambos lados del velo.

Cuando alguien muere

Cuando alguien muere, no se va solo, se lleva parte de tu alma para confeccionar sus alas, de esta manera logra volar junto a ti.

Cuando alguien muere, no se va solo. Se lleva tu voz y escucha con atención, de esta manera logra guiarse en el camino.

Cuando alguien muere, no se va solo, se lleva los recuerdos, de esta manera se ríe durante el camino para no aburrirse.

Cuando alguien muere, no te deja solo, te deja parte de su alma, de esta manera sabrás que está bien.

Cuando alguien muere, no te deja solo, te deja su voz, de esta manera será tu conciencia.

Cuando alguien muere, no te deja solo, te deja los recuerdos, de esta manera reirás con él.

Cuando alguien muere, sucede algo mágico, un tanto inexplicable. No se quiere alejar.

Cuando se te nubla la vista, es quien pasa frente a ti; cuando te dan escalofríos, es quien te abraza; cuando tienes frío por la noche, es quien te cobija; cuando tropiezas, es quien te mete el pie para reírse un poco; cuando no te puedes peinar, es quien se burla de lo mal que te ves; cuando te ríes de la nada, es quien te cuenta un chiste y ni cuenta te diste.

Cuando alguien muere, no es para que te pongas triste, es difícil de entender pero es verdad: Él o ella está mejor allá, y quien mejor para guiarte, mientras llega el momento que te toca partir, pues espera con ansias ver tu cómico rostro y reírse a carcajadas contigo de nuevo.

Toma tu tiempo y despídelos con amor y gratitud.
( Los textos son de autor desconocido, fueron copiados y recontados por Adonis)

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