MENTE SANA

 Vivir el aquí y ahora

Eres soltero y te falta compañía.
Estás en pareja y te falta libertad.
Trabajas y te falta tiempo.
Tienes demasiado tiempo libre y te gustaría trabajar.
Eres joven y quieres crecer para hacer las cosas de los adultos.
Eres adulto y te gustaría hacer las cosas de los jóvenes.
Estás en tu ciudad pero te gustaría vivir en otro lugar.
Estás en otro lugar pero te gustaría volver a tu ciudad…
Tal vez es hora de dejar de mirar siempre a lo que nos falta y empezar a vivir en el presente, realmente apreciando lo que tenemos.
Disfruta el aroma de tu hogar antes de abrir la puerta y salir a buscar los perfumes del mundo.
Porque nada se da por sentado, y todo es un regalo.
Dale valor…

Solo fracasan quienes no lo intentan. Intentar vivir el presente, hacerlo con nuevas experiencias, cambiar la forma de pensar y, en definitiva, poner el foco de atención en lo que vemos, oímos, sentimos y hacemos, es la clave de la felicidad.

El ahora es el momento en el que podemos hacer cambios en nuestra vida, no el pasado. Es ahora que podemos elegir cómo sentirnos, cómo pensar, y cómo actuar. El presente es lo que existe y podemos controlarlo. El pasado y el futuro son cosas que no están, que no existen.

Cuando somos capaces de focalizar nuestra atención en el presente, nuestra mente se ve liberada de pensamientos negativos pasados o futuros. Cuando la concepción de lo que somos se basa en los recuerdos malos, cosas que, ojalá, no hubiéramos vivido, vivimos en un sufrimiento continuado. Por ese motivo debemos aceptar nuestro pasado como un aprendizaje, no como un determinante de nuestro presente.

Pienso que la felicidad es una actitud, que se puede aprender y entrenar. Que no depende de mi entorno, ni de lo que tengo o de lo que me pasa, que depende más de cómo gestiono yo todo eso.

La felicidad es individual

 Cada uno posee el secreto de su propia felicidad, no a todos nos hace feliz lo mismo. No reside en obtener cosas o cosechar éxitos, es decir, no es la meta lo que me hace feliz, es el camino. 

La felicidad es un estado de bienestar psicológico, una sensación de sentirse bien con uno mismo y con lo que tiene, sin importar lo que falta o lo que tiene el otro. Es llenarse de momentos agradables y saberlos disfrutar, sean breves o largos, requieran un esfuerzo o no. Es un estado de satisfacción plena conmigo y con mi vida.

Si buscas felicidad en el diccionario te saldrá algo parecido a esto:“Estado de ánimo de la persona que se siente plenamente satisfecha por gozar de lo que desea o por disfrutar de algo bueno.”

Al final todo es transitorio en la vida, todo está de paso, nada perdura inmóvil. Unas cosas vienen y otras se van y yo debo aprender a aceptar todo esto sin aferrarme a las cosas ni a las personas, sabiendo que todo pasará, tanto lo bueno como lo malo, nada perdura para siempre

Cuando pases un mal momento en tu vida recuerda: esto también pasará. Pero cuando estés pasando por uno bueno piensa: esto también pasará. El primero te servirá para relativizar el dolor, el segundo para no aferrarte a las cosas.

Puedo aprender a ser feliz y además solo depende de mí. No depende de lo que tengo o de quién me rodea, solo de mí. Así que voy a empezar a hacerme responsable de mi felicidad desde hoy.

Pues para tener una mente sana y sentir ese bienestar que da la felicidad también toca trabajar:

Hay que atreverse a sacar partido a tu energía sin que esta tenga que tener un plazo idílico para aparecer. Piensa que solo explorando la que ya tenemos encontraremos nuevas fuentes para cargarnos de ella. La vida se va componiendo de etapas y todas tienen un encanto especial que muchas veces solo apreciamos cuando las vemos en retrospectiva.

(Los textos son de autor desconocido, fueron copiados y recontados por Adonis)

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