¿DE DONDE VIENEN NUESTROS PENSAMIENTOS?

¿Quién los genera, nos pertenecen?

Seguramente te has visto en innumerables ocasiones atascado en un determinado pensamiento. Te pasas horas y horas dándole vueltas a algo que te preocupa que pase o a algo que ya ha pasado y acabas teniendo un gran malestar.

Habrás hecho todo lo posible por distraerte y pensar en otras cosas: ponerte a ver una película, quedar con amigos o incluso dormir. Sin embargo, eso que está en tu cabeza sigue ahí, no se va y no puedes disfrutar de lo que ocurre en tu día a día.

Estamos acostumbrados a creer que los pensamientos nos pertenecen, que los poseemos. Pero no todo es tan simple. El hombre está conectado, en cuanto a conciencia y a nivel de energía, con otros seres, y su mente interpreta diversas conexiones.
LAS ALMAS humanas que no encuentran paz pueden penetrar en nuestra aura, aparte de esas estructuras energéticas que generamos para nosotros con nuestras emociones y miedos…
Nuestra verdadera esencia avanzará cada vez más lejos, y dejará de ejecutar el verdadero programa de la vida.
La verdad es que todo empieza en la infancia, cuando nos enseñan a pensar y hacer, y nos imponen clichés. El control de los pensamientos comienza allí, el condicionamiento ocurre, se crea el canal de conexión con la sociedad que llama las reglas. Así, lentamente, sin querer, construimos un sistema de explotación de nuestra mente: no es una decadencia intelectual sino la pérdida de la propia esencia, de esa energía que se nos da para vivir.
Así es como se hace nuestra civilización, donde los límites aparentes de la libertad para tomar decisiones y la libertad son cada vez más estrechos. Toda la información, todas las opiniones, y todo juicio parecen venir de fuentes originales, en las que, sin embargo, los conceptos son fácilmente reemplazados, los datos se alteran, se proponen propósitos ficticios, se reescribe la historia…
Cuando surge un problema personal disputas familiares, enfermedad, depresión…
No es muy difícil revisa tus conexiones mentales, solo presta atención y pregúntate “¿Cómo puede afectarme todo esto a mí y a mi vida? “Al hacer esta simple pregunta, puedes rechazar muchos pensamientos extranjeros.

 Mi mente piensa lo que no quiero pensar

¿Por qué pensamos una y otra vez en cosas que no queremos pensar? Seguramente tienes muchos pensamientos que te angustian, temores sobre situaciones que pueden pasar o sobre situaciones ya pasadas. Nuestra mente las repasa una y otra vez. ¿Por qué tenemos pensamientos repetitivos desagradables?

  • En el caso de que esos pensamientos malos involuntarios sean sobre posibles situaciones futuras, significa que nuestra mente se está intentando preparar para la situación, anticipándose a ella.
  • Por su parte, en el caso de que se trate de situaciones que ya han pasado, si han sido muy impactantes es posible que la mente esté intentando asimilar la información poco a poco.

Para dejar de pensar en algo que te obsesiona, acepta que estén esos pensamientos ahí, molestando, pero no les dediques tiempo, ni para bien, ni para mal. Igual que han venido, se irán. Imagina que son arenas movedizas en las que si intentas escapar y salir de ellas te hundes más. Esto es algo parecido, así que deja de intentar luchar contra ellos porque solo haces que se fortalezcan. Deja que sean simplemente como una televisión de fondo.

No intentes darles sentido

¿Cómo eliminar pensamientos negativos de ansiedad? Piensa que son pensamientos irracionales. No intentes darles sentido, no les dediques tiempo. No intentes cambiarlos, simplemente no tienen sentido. Es como discutir con una pared, mejor no molestarte y seguir con tus cosas.

Solemos intentar de forma constante buscar soluciones, buscar sentido a lo que pensamos, evidencias de que es real lo que pensamos. Prueba a no hacerlo, a no hacer caso a esos pensamientos. Si resulta que anticiparon el futuro de forma realista, estupendo, pero al menos no has estado sufriendo de forma adelantada.

Deja de intentar controlar lo incontrolable

No podemos cambiar el pasado, ni podemos controlar lo que harán los demás en el futuro. Deja de plantear mil hipótesis sobre qué se puede hacer y cómo podría alguien cambiar. Lo único que puedes controlar es lo que haces tú. Céntrate en ti, en estar en el momento presente, en dejar que todo lo demás fluya sin tener que intervenir en ello, en relajarte y en dejar de controlar esos pensamientos. Solo ignóralos como cuando un niño tiene una rabieta sin razón alguna.

( Los textos son de autor desconocido, fueron copiados y recontados por Adonis)

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