DÍA A DÍA

Ya no me veo

Ya no me veo contestando cada insulto que me dan. Simplemente he aprendido que el insulto no es para mí, es para la persona misma que me lo está dando.
Ya no me veo escuchando cada queja de la gente alrededor. He aprendido a respetarme y a decidir no ser el basurero emocional de nadie.
Ya no me veo escuchando a alguien y buscando en mí una historia más trágica, para demostrarle que a mí también me ha pasado lo que a él o a ella. Ahora, solo escucho y limpio memorias. Por alguna razón me lo están compartiendo.
Ya no tomo responsabilidades que no me corresponden, ni explico, el por qué no lo hago.
Ya no discuto con la gente para salvar mi honor o mi nombre. Eso, es solo parte del ego que me ha llevado a equivocarme y que al final, no le ha aportado mucho a mi vida. El que crea que tengo honor que lo crea, y el que no, lo respeto y bendigo su camino.
Ya no me veo angustiado/a por qué alguien deja de hablarme o alguien ya no me quiere en su vida. Es su vida y es su espacio, por lo tanto, respeto la decisión, de todas maneras, si ya no me desea cerca, no creo que tenga mucho para aportarme. Al final son elecciones y está bien.
Ya no me veo preguntando aquí y allá por algo que quiero saber. Si lo quiero saber, voy a la fuente.
Ya no me veo triste, enojado/a, frustrado/a, deprimido/a o cualquier emoción que baje mi vibración. No por qué no vaya a volver a sentirlas, sino por qué desgasto esas emociones tan rápido como puedo y me enfoco en volver a tomar vuelo para ser quien realmente soy.
Hoy, ya no veo cómo antes, ni siquiera como ayer, así que día a día soy mi mayor experimento, mi mayor investigación, mi mayor hallazgo.
Todos los días, me descubro, miro dentro de mí. No es que menosprecie a los demás, es que estoy muy asombrado/a de mí mismo/a y ahí, es donde deseo mi energía para vivir. Para enfocarme en mi Mismo/a.
Ya no me veo caminando por la vida sin luz, sin mí, sin magia, sin amor incondicional. Ya no me veo pensando que la divinidad está afuera de mí y que el cosmos es algo lejano que nunca conoceré.
Hoy, pienso y decido que cada día es necesario evolucionar y conectado/a con mi corazón elijo siempre lo que me hace feliz
Soy una persona con mis propios valores, pensamientos, decisiones y tengo mucho que decir y hacer. Yo digo si soy fuerte. Yo digo lo que quiero hacer y lo que no. Decido sobre mi vida y no permitiré que nadie determine mi historia, únicamente yo lo haré.

Aveces la opinión que los demás tienen de nosotros y de lo que hacemos puede hacerse muy poderosa e influirnos más de lo que debería.

 No intento cambiar para conseguir la aceptación de los demás. Mejoro en aquellas cosas que pueda hacerlo y acepto mis rasgos de personalidad que no puedes cambiar. No es necesario que los demás estén de acuerdo conmigo en todo para que me quieran y respeten. De hecho, yo tampoco necesito estar de acuerdo en todo con el resto para valorarlos como se merecen.Todos tenemos mucho que mejorar, pero también mucho por lo que valorarnos y sentirnos bien.

No me centro en los fracasos o en la vergüenza que siento ante determinadas personas cuando hago algo mal. Toda la vida es un proceso de aprendizaje y hay logros que necesitan más de un intento por nuestra parte. Además, no todos juzgarán cada cosa que hagas. Pienso en positivo y no analizo demasiado las cosas.

No es necesario cambiar mi círculo de amistades. Lo más sano y deseable es conservar a los amigos ‘de siempre’ que realmente quiero y me quieren. Mis nuevos amigos pueden integrarse perfectamente a tu vida con toda naturalidad. Y aquellos otros que continuamente cuestionan lo que hago se irán alejando de forma natural: mi nuevo entorno ayudará a que esto sea lo que ocurra.

En mi vida solo deben permanecer las personas que creen en mí y me muestran su apoyo. Es posible que en ocasiones me sienta sola o no lo suficientemente acompañada. Recuerdo que lo valioso es rodearme de personas que sean buenas para mi, aunque sean pocas.

Vencí mi miedo a lo que los demás piensen de mi hablo con ellos de mis proyectos, de mis sueños o mis planes de futuro. Al conversar con otros podré darle forma a mi pensamientos y ganaré confianza en mi misma. Si emprendo un camino que antes he podido compartir con otras personas, lo haré con una mayor sensación de seguridad. A partir de ahí todo será más sencillo, porque si siento que estoy luchando por aquello que deseo no me afectará tanto lo que los demás opinen. Comprobaré que, cuando desaparezcan mis propias dudas, dejaré de desaprobar lo que hago. En cambio, si me muestro insegura o dubitativa, los demás sentirán que es la ocasión perfecta para opinar sobre mi.

( Los textos son de autor desconocido, fueron copiados y recontados por Adonis)

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *