Aprender a vivir
Para aprender a vivir no hay un manual de instrucciones. Por eso, se madura a base de tropiezos, errores y equivocaciones, mientras se trata de adquirir nuevas enseñanzas por el camino. Sin embargo, muchas veces esto puede resultar muy complicado. Los golpes duelen, las heridas escuecen y, en ocasiones, se tiene miedo de volver a intentarlo.
No hay que dejar que el pánico se adueñe de las elecciones vitales. Quedarse en la zona de confort por miedo a salir herido es una equivocación que, a la larga, provocará una gran frustración en la persona. Por eso, a continuación vamos a brindarte 3 reglas básicas para ayudarte, dentro de lo posible, a conseguir esa meta.
Las decepciones también son necesarias. Te enseñan a valorarte y a tenerte en cuenta, por un lado, y a identificar a las personas adecuadas, por el otro. Descubrirás quienes son tus verdaderos amigos y quienes estaban, simplemente, ocupando un lugar inservible en tu corazón.
Hay que ser conscientes de que la vida no siempre será luminosa y llena de alegría, sino que también tendrá sus momentos de oscuridad. Eso sí, aprender a vivir implica saber darle a cada cosa su justa importancia.
Trata de disfrutar cada pequeño momento, ya sea en soledad o con la gente que quieres. Estos recuerdos quedarán almacenados en tu memoria y, cuando los necesites en épocas más tristes, estarán a tu disposición.
Deja de pensar en lo que quiere el mundo de ti, y suéltate un poco el pelo. Atrévete a ser feliz sin importarte lo que puedan pensar otros. Esto no quiere decir que dejes de lado tus obligaciones, sino que procures dedicarte cada día un momento para ti, por pequeño que sea. Notarás como te sientes mucho mejor y cómo tus ánimos se disparan.
Consejos sabios
1. Las personas son temporales en nuestras vidas. Todos.
Y todos se van en el momento exacto en que deberían haberse ido.
No tiene sentido llorar o quejarse, si ya es hora de que se vayan, se irán.
2. Madurar a menudo significa sentirse solo.
3. Las personas que tienes a tu alrededor tienen un impacto directo en cómo te sientes. Si no te están haciendo bien, ¿por qué apoyarlos?
4. Personas que nunca imaginarías que se irían de tu vida, la mayoría lo hacen. Y eso está bien con eso.
5. Tu felicidad siempre debe ser lo primero.
6. Ayudar a otros te hace crecer.
7. Nunca conoces a alguien tan bien como crees que conoces. Y saberlo es el primer paso para no estar decepcionado.
8. Los problemas del mundo no son tuyos para seguir adelante. Las injusticias del mundo no son tu culpa. Trabaja para mejorarlos, pero no te culpes si no tienes éxito.
9. A veces extrañarás a las personas que te hicieron daño. Está bien. Eso significa que eran importantes en tu vida y sabías que los amabas.
10. Aprende a perdonar.
11. Crecerás y te distanciarás de la persona que una vez fuiste. Asegúrate de distanciarte en la dirección correcta.
12. Luchar por lo que crees te traerá muchos dolores de cabeza y decepción, pero es extremadamente necesario. No te rindas.
13. No te rindas. Siempre hay alguien que te inspira.
14. No te compares con los demás. La vida no debería ser una gran competencia entre quien es más exitoso, hermoso o popular. Cada persona tiene su propio brillo. El éxito de una persona no significa su fracaso.
15. Gasta el dinero que ganas en experiencias, no en cosas materiales.
16. No pongas tu felicidad en manos de otras personas. Lo van a quitar. Siempre lo bajan.
17. Aprende a admitir que estás equivocado, cuando te equivocas.
18. Trata de no preocuparte por lo que otros piensan de ti.
19. Es imposible. No toleres faltas de respeto y no tengas miedo de decir lo que piensas.
20. Aprende a elegir batallas. Hay cosas que simplemente no valen la pena.
Haz cosas que te gusten y que te hagan sentirte bien. Mímate, cuídate y trátate con el mismo amor y la misma gentileza con la que sueles tratar a los demás.
Para aprender a vivir bien es saber disfrutar del momento y valorar todas las cosas buenas que hay en tu vida. El tiempo pasa rápido, así que no desperdicies tus días en gente que no merece la pena o en problemas imaginarios.
No temas equivocarte, porque de las equivocaciones surgen las grandes enseñanzas. Cada tropiezo te hará más sabio y te enseñará a enfocarte en las cosas que realmente merecen la pena.
( Los textos son de autor desconocido, fueron copiados y recontados por Adonis)