Todo cambia, todo se acaba
No mendigues amor a quien no tiene tiempo para ti, a quien solo piensa en sí mismo. No lo hagas nunca. No te merece quien te hace sentir invisible e insignificante con su indiferencia. Te merece quien con su atención te hace sentir importante y presente.
El amor se debe demostrar, pero nunca jamás se debe mendigar. El hecho de tener que hacerlo es el más fiel reflejo de la injusticia emocional, del desequilibrio que vive el sentimiento que cimienta una relación.
Te merece aquel que dice menos pero hace más. No te merece quien solo te busca cuando te necesita sino quien está a tu lado cuando le necesitas y no solo cuando su interés se lo permite. Te merece quien sin esperar nada te lleva dentro, te siente y te hace sentir importante en su vida.
Para decir ”hola”, a la persona correcta.
Debes decir ”adiós”a la persona equivocada,
si en lugar de sumar en tu vida únicamente resta
y te hace sentir totalmente ausente de quien “No te quiere” más en su vida.
Ignoramos a quien real y verdaderamente nos quiere, queremos a quien nos ignora, amamos a quien nos hiere y herimos a quien nos ama.
Quien insista en quedarse, es quien realmente te quiere.
Ama a la persona que te vio cuando eras completamente invisible para el resto de los demás,
y que nunca, jamás les importaste en lo absoluto, ni tampoco en lo más mínimo.
A esas personas aléjalas por completo de tu vida y para siempre.
Ya que no merecen tener un lugar y ocupar un espacio más en tu vida.
“No”, no lo permitas, quiérete aunque sea un poco.
Siempre seremos para alguien, la persona correcta que conocieron en el momento equivocado.
El tiempo te va demostrando quiénes valen la pena y quiénes no.
Quien no te busca, no te llama, no te dedica tiempo y no te extraña…
Simplemente, no te quiere y ya.
No le busques tres pies al gato, así es de claro y punto final, no hay discusión.
No dependas de nadie en este mundo, porque hasta tu propia sombra te abandona cuando estás en la oscuridad.
No te abandones por nada, ni te regales ante la presencia de nadie.
Nada merece la pena, para que tú estés mal,
si ya hiciste todo lo que pudiste y las cosas siguen igual.
Entonces, es hora de aprender a soltar.
Es mejor una compañía tranquila, que una compañía destructiva.
Cuando sueltas a la persona que “No” es para ti, le abres la puerta al amor que “Sí” lo será.
Mientras tanto, aprende a sanar tu corazón roto. Y también, aprende a elaborar tus procesos
Amar por necesidad, es perder por obligación.
Todo cambia, todo se acaba, nada es permanente, ni dura para siempre, no extrañes, ni le llores a una persona que ya no existe para ti
y que es feliz estando al lado de alguien más que no eres tú.
Al final es simple, la persona que te merece es aquella que teniendo la libertad de elegir, se acerca a ti, te aprecia y te dedica tiempo y pensamientos.
( Los textos son de autor desconocido, fueron copiados y recontados por Adonis)