Trabaja en ti
Nunca te quejes de nadie, ni de nada, porque fundamentalmente tú has hecho lo que querías en tu vida. Acepta la dificultad de edificarte a ti mismo y el valor de empezar a corregirte. El triunfo del verdadero hombre surge de las cenizas de su error.
Nunca te quejes de tu soledad o de tu suerte, enfréntala con valor y acéptala. De una manera u otra es el resultado de tus actos y prueba que tú siempre has de ganar.
Nadie es absoluto responsable de la guerra que llevamos en nuestra contra.
Muchas veces, estamos en guerra contra nosotros mismos y tratamos de llevar esa guerra a otros,
buscamos hacerlos sentir mal y en ocasiones, generamos ataques a otros como si fueran responsables, de nuestras propias batallas internas. “No”, no va por ahí. Tener malestar con nosotros mismos; “NO” nos da absolutamente y por ningún motivo, el más mínimo derecho de ser generadores de malestar en otros.
Pensar que todo está en tu contra, o que la vida se ensaña contra ti no te da ningún derecho, de tratar a los demás como quieras.
Que no sientas tranquilidad no te da el poder de destruir a nadie.
Trabaja en ti, en tu persona y en lo que tienes adentro. Porque si no, siempre vas a pensar; que la culpa es del amor no correspondido y de los demás, menos de ti. Cuando quizás eres tú y sólo tú mismo, quien no ha sabido estar a la altura, cuando han llegado con las mejores intenciones y te han querido hasta los huesos.
“Tienes que hacerte responsable de lo que piensas, de lo que dices y de lo que haces. No le eches la culpa a los demás, de lo que te pasa. Todo surge de tus propias decisiones”.
La persona afectada por la depresión; se encierra en sí misma. Y se siente, totalmente incomprendida por todos.
La falta de energía, impotencia y desesperanza. Se convierten en enojo y tristeza. No saben expresar lo que sienten. Y en ocasiones, descargan lo negativo hacia su pareja y seres queridos más allegados. Sin medir las consecuencias de sus propios actos.
Y por ende, afecta su misma conducta y/o comportamiento hacia los demás.
Levántate y mira el sol por las mañanas y respira la luz del amanecer.
Tú eres parte de la fuerza de tu vida, ahora despiértate, lucha, camina, decídete y triunfarás en la vida; nunca pienses en la suerte, porque la suerte es: el pretexto de los fracasados.
( Los textos son de autor desconocido, fueron copiados y recontados por Adonis)