AGRADECER

Abre los ojos al mundo

Muchas veces vivimos la vida sin prestar atención a las pequeñas buenas cosas que nos suceden porque las más “espectaculares” son más evidentes y llaman más la atención.

Sin embargo, si piensas un poco, verás la cantidad de cosas positivas que hay en tu vida. Es fundamental reeducarnos para aprender a pensar en positivo y ver todo lo bueno que vivimos cada día.

En momentos difíciles, o cuando pierdes a alguien, es muy importante ser agradecido con lo que todavía tienes y por las oportunidades que aún se te presentan.Se trata de no enfocarse solo en lo que consideramos malo y buscar lo positivo de cada situación. Porque siempre hay algo favorable, aunque en un principio nos cueste descubrirlo.

Gracias…

A todos los que conocimos y olvidamos,
a los que nos conocieron y nos olvidaron,
a los que recordamos y nos recuerdan,
a los que amamos y ya no,
a los que aún nos saludan cuando los vemos,
aunque ya no nos hablemos.
“Gracias” es una de esas maravillosas palabras que siempre la guardamos para nosotros.
Muchas veces cuando las personas hacen algo por una damos por hecho que ya agradecimos lo que han hecho por nosotros, pero no es así, es importante dar las gracias por cada gesto de bondad que recibimos.
Debemos estar agradecidos cuando alguien nos llama por teléfono para preguntarnos cómo estamos. ¿Quién obliga a una persona llamar a otra? Nadie, solo lo hacen porque nos quieren y nos aprecian.
No seamos personas ingratas y sepamos dar las gracias a cualquier persona que haga algo por nosotros.
Un ejemplo muy claro es que cuando vamos a un salón a tomar un té pagamos la cuenta, rara vez dando las gracias a quien nos estuvo atendiendo lo mejor que pudo.
Yo siempre agradezco, hasta a la persona que trabaja en el supermercado y nos muestra el producto, es un gesto amable y hay que agradecer.
Cuando nos despertamos y abrimos los ojos ¿damos las gracias a Dios por el solo hecho de respirar? Bueno, eso que cada cual lo responda en su interior.
Debemos dar las gracias a los amigos que hemos conocido por Internet, que muchas veces son mejores amigos que los que tenemos a nuestro lado, siempre ofreciéndonos su apoyo.
Cuando vas por la calle, alguien te reconoce, y se acerca para hablar contigo; da las gracias por el hecho de que te hable y sea tu amigo.
Esa palabra tan maravillosa
“Gracias”
Es muy corta pero poco usada.
Siempre demos las gracias.
No lo olvidemos, no cuesta nada dar las gracias.
Al contrario, te hace más grande.
Nunca des las cosas por sentadas, di con palabras lo que sientes, muchas veces por perezosas no llamamos a la casa o a nuestros amigos y cuando llamas ya es tarde pues esa persona ya no está y lo peor es que ya no volverá, como cuando alguien que amamos se va de este mundo y no pudimos hablarle.
No dejemos nada para mañana, muchas veces puede ser demasiado tarde, hoy mismo agradece todo lo que han hecho por ti y empieza por decirle a Dios “muchas gracias Señor por darme un día más para enmendar mis errores” y después, a todas esas personas que hemos dejado de lado…

 Esta debe ser una de las primeras palabras que muchos padres le enseñen a decir a sus hijos. Es una cuestión de modales y todo el mundo parece estar de acuerdo en seguir la costumbre de fomentarla. Cuando nos dan el recibo después de echar gasolina, nos dicen buen provecho o ‘salud’ después de estornudar.

Nos gusta mucho que nos agradezcan, incluso cuando hacemos cosas que nos corresponde hacer. Sentirnos apreciados nos motiva. Por eso es importante hacerle saber a los demás cuando nos gustaría que se nos reconozca lo que hacemos y así no correr el riesgo de sentirnos menospreciados.

(Los textos son de autor desconocido, fueron copiados y recontados por Adonis)

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