¿HAY UN ESPÍRITU EN TU CASA?

¿Bueno o malo?

Una creencia dice que los espíritus y entidades no entran en tu casa sin tu permiso:
Se quedan parados en las puertas y ventanas, esperando a ser invitados por los dueños de la casa, de la manera más informal posible.
Un ejemplo es cuando la puerta de tu casa se abre sola, muchas personas hablan en tono de broma:
“Puede entrar” o “Pásale”
Es en este momento cuando las entidades entran y se quedan por allí apoyadas en ti, hasta que se vuelven obsesivas.
Si quieres comprobar que algo entró a tu casa, en la noche enciende una vela frente a alguna puerta que de hacia la calle y siéntate frente a ella, calma tu mente y repite esto en un tono de voz mediano:
“Si quieres entrar, la vela tendrás que apagar”.
Si la vela se apaga la entidad ha confirmado su presencia allí y está lista para entrar, así que no lo invites, si la vela sigue encendida entonces no hay entidad, ahora si la vela cae, la entidad ya está desde hace mucho tiempo dentro de tu casa.

¿Cómo saber si en tu casa hay un espíritu?

Lo primero que notarás es la sensación de que no estás solo, “Sientes que en la casa hay algo más, no puedes identificarlo, según el tipo de energía que habite. Puede haber espíritus que provoquen incomodidad o todo lo contrario, pueden darse diferentes señales: olor a flores, sensación de frío, olor a podrido, los objetos cambian de lugar, bostezos constantes, incomodidad durante el día o al dormir, ruidos sin ningún fenómeno aparente que los cause, dolor de cabeza…”

¿Existe alguna forma de saber si ese espíritu es bueno o malo?

No diría tanto si es bueno o malo, más bien si nos resulta incómodo o no. Hay espíritus de todo tipo: activos, tranquilos, histéricos, pacíficos, alegres, agresivos, abusadores, que les gusta la familia, que no les gusta… tantos tipos como en el caso de las personas. El problema estaría si esa energía que habita nos hace sentir incómodos.

¿Qué opciones tenemos?

Imaginemos que esa presencia nos hace sentir incómodos, “Básicamente tres: irnos de ese lugar, intentar que ese espíritu se marche a otro lugar e incluso ayudarle a su evolución (adaptación/sanación), o aprender a convivir con él”. Y esto, ¿cómo se hace? Pues al igual que con un compañero de piso con el que no haya entente cordial, pactando y negociando, no hay otra: Se debe hacer un altar de bóveda y tener una conversación que debe ser dirigida por una médium profesional, se intenta dar solución al problema, a veces hay espíritus atormentados en un lugar, que no entienden por qué se encuentran en ese sitio o situación y con una conversación es suficiente. Otras hay que tomar medidas más drásticas.

Limpiezas energéticas

– La sal marina: Es un ionizador, saca radicales libres, nos ayudan a limpiarnos a nosotros y los espacios.

– El limón: es cítrico nos ayuda a recoger energías negativas, envidias de la gente, ayuda mucho cuando les hacen brujería porque recoge.

– Canela: Se le conoce como el árbol de la paz, su deidad es afrodita diosa del amor. Se utiliza para limpiar envidias, protegerse, armonizar y traer paz. Su composición química es astringente sirve para desintoxicar, diarreas, la aromática de canela ayuda a eliminar, depurar toxinas y poner duro el estómago. Alivia la parte pulmonar y bronquial (se acumulan tristezas). Nos ayuda a sacar energías negativas.

– Vinagre: Es considerado el segundo limpiador mágico más potente después del agua. Tiene un olor ácido, recoge energías densas.

Dos métodos que no fallan
– Para sacar entidades de la casa queme salvia a manera de sahumerio y drapee la casa con una mezcla de agua y vinagre. Si no puede dormir bien coloque debajo de la cabecera un vaso de vidrio con vinagre más arriba de la mitad del vaso y tres cucharadas de sal marina.

Si ve cambios drásticos en la sal, busque ayuda de profesionales, de lo contrario renueve el contenido cada quince días.

– Compre una libra de sulfato de magnesio, un cuenco de barro (que será solo para este uso) y con alcohol se quema la libra completa en la mitad de la casa, oficina o espacio que quiera limpiar. Luego de que queme entregue el sobrante que quede en el cuenco a la tierra y de gracias por el proceso de limpieza.

Llama amarilla, energía pesada. Azul menos pesada. Blanca, energía limpia. Si está muy amarilla repita el proceso a los ocho días.

( Los textos son de autor desconocido, fueron copiados y recontados por Adonis)

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