La felicidad es una conquista
Empieza a hacer lo que quieres hacer ahora. No vivimos en la eternidad. Solo tenemos este momento, brillando como una estrella en nuestra mano y derritiéndose como un copo de nieve.
Tu tiempo es limitado, así que no lo desperdicies viviendo la vida de otra persona. No te dejes atrapar por el dogma, que es vivir con los resultados del pensamiento de otras personas. No dejes que el ruido de las opiniones de otros ahogue tu propia voz interior. Y lo más importante, ten el coraje de seguir tu corazón e intuición. De alguna manera ya saben en lo que realmente quieres convertirte. Todo lo demás es secundario.
¡Tienes esta única vida! ¿Cómo quieres gastarla? ¿Disculpándote? ¿Arrepintiéndote? ¿Cuestionándote? ¿Odiándote a ti mismo(a)? ¿Corriendo tras personas que no te ven? Sé valiente. Cree en ti mismo. Haz lo que se sienta bien. Toma riesgos. Tienes esta única vida. Siéntete orgulloso
El tiempo es gratis, pero es invaluable. No puedes poseerlo, pero puedes usarlo. No puedes quedártelo, pero puedes gastarlo. Una vez que lo has perdido, nunca podrás recuperarlo.
No te dejes engañar por el calendario. Solo hay tantos días en el año como los utilizas. Un hombre obtiene solo el valor de una semana en un año, mientras que otro obtiene el valor de un año completo en una semana.
Solo entendemos el “milagro de la vida” cuando dejamos que suceda lo inesperado.
Todos los días Dios nos da, junto con el sol, un momento en el que es posible cambiar todo lo que nos hizo “infelices”.
Todos los días tratamos de fingir que no percibimos ese momento, que ese momento no existe, que hoy es igual que ayer y será igual que mañana.
Pero quién presta atención a su día, descubre el “instante mágico”, puede estar escondido en cualquier parte.
Ese momento existe: Un momento en el que toda la fuerza de las estrellas pasa a través de nosotros y nos permite hacer milagros.
La “felicidad” es a veces una bendición, pero por lo general es una “conquista”.
El instante mágico del día nos ayuda a cambiar, nos hace ir en busca de nuestros sueños.
Vamos a sufrir, vamos a tener momentos difíciles, vamos a afrontar muchas desilusiones pero todo es pasajero, y no deja marcas.
Y en el futuro podemos mirar hacia atrás con orgullo y fe.
Pobre del que tiene miedo a correr riesgos.
Porque ese quizás no se decepcione nunca, ni tenga desilusiones, no sufra como los que persiguen un sueño.
Pero al mirar hacia atrás porque siempre miramos hacia atrás- oirá que el corazón le dice: ¿Qué hiciste con los milagros que Dios sembró en tus días? Los enterraste en el fondo de una cueva porque tenías miedo a perderlos, entonces es tu herencia: La certeza de que has desperdiciado tu vida.
A veces no tienes tiempo para darte cuenta,
Las cosas pasan en segundos Todo cambia.
Estás vivo. Estás muerto Y el mundo sigue adelante.
Somos delgadas como papel.
Vivimos en los porcentajes, temporalmente Y eso es lo bueno y lo malo,
El factor tiempo. Y no se puede hacer nada.
Puedes quedarte en la cima de una montaña.
Meditar durante décadas y no cambiará nada.
Puedes cambiarte a ti mismo y acostumbrarte a ello.
Pero tal vez esto también está mal.
Quizá pensemos demasiado.
Sentir más, pensar menos.
La vida es corta, vívela.
El amor es raro, no lo dejes ir.
La ira es mala, deshazte de ella.
El miedo es detestable, enfréntalo.
Los recuerdos son dulces, aprécialos.
El amor es raro, no lo dejes ir.
La ira es mala, deshazte de ella.
El miedo es detestable, enfréntalo.
Los recuerdos son dulces, aprécialos.
La vida es corta. Elimina la negatividad,
olvídate de los chismes, diles adiós a las personas a las que no les importas.
Pasa tiempo con las personas que siempre están ahí para ti.
(Los textos son de autor desconocido, fueron copiados y recontados por Adonis)