ALGUIEN MUERE…

Sigue cerca de ti

Cuando alguien muere, no se va solo. Se lleva parte de tu alma para confeccionar sus alas, de esta manera logra volar junto a ti. No se va solo. Se lleva tu voz y escucha con atención, de esta manera logra guiarse en el camino.
Se lleva los recuerdos, de esta manera se ríe durante el camino para no aburrirse.
Cuando alguien muere, no te deja solo, te deja parte de su alma, de esta manera sabrás que está bien. No te deja solo, te deja su voz, de esta manera será tu conciencia. No te deja solo, te deja los recuerdos, de esta manera reirás con él.

Cuando alguien muere, sucede algo mágico, un tanto inexplicable, no se quiere alejar, entonces cambia de cuerpo para estar contigo. Busca en los demás un fragmento de él, busca bien y lo encontrarás; hay mucha gente que falta por conocer, muchos de ellos tendrán parte de él, ábrete a gente nueva, haz más amigos, llénalos de amor, llora y ríe con ellos, que sean dos cuerpos y una sola mente.

Cuando alguien muere, no se quiere alejar. Cuando se te nubla la vista, es él que pasa frente a ti; cuando te dan escalofríos, es él que te abraza; cuando tienes frío por la noche, es él quien toma la cobija; cuando te tropiezas, es él quien te mete el pie para reírse un poco; cuando no te puedes peinar, es él quien se burla de lo mal que te ves; cuando te ríes de la nada, es él quien te cuenta un chiste y ni cuenta te diste.

Cuando alguien muere, no es para que te pongas triste, es difícil de entender pero es verdad: Él está mejor allá y quien mejor que él para guiarte mientras llega el momento que te toca partir, pues espera con ansias ver tu rostro y reírse a carcajadas contigo de nuevo…

¿A dónde va la gente cuando muere?

Mucha gente cree que, cuando alguien muere, lo único que muere es su cuerpo. Es como cuando una botella llena de agua se rompe y pierde toda utilidad. El recipiente se ha hecho trizas, pero lo que había dentro el agua perdura. La parte de la persona que perdura tras la muerte del cuerpo a menudo se denomina “alma” o “espíritu”. Algunas personas creen que el alma es la parte del ser humano que ama, siente y crea; es la parte que nos convierte en quienes somos.

¿Qué es el duelo?

Cuando perdemos a un ser querido, lo pasamos mal. Nos entristece pensar que esa persona dejará de estar a nuestro alrededor, que no podremos hablar con ella ni pasárnoslo bien juntos. Esa ausencia deja un profundo hueco en nuestras vidas. Tal vez tenías una mascota en casa que murió. ¿Te acuerdas de las primeras veces que entraste en casa tras la muerte de tu gato o de tu perro? Te extrañó no encontrarlo allí y lo echaste de menos. Si lloraste, está bien. Necesitamos expresar la tristeza y lamentar la pérdida de los animales u otros seres queridos cuando les llega la muerte.

Pero, como cuando te pelas la rodilla, el intenso dolor inicial desparecerá con el tiempo. La herida tardará un tiempo en curarse, pero te irá doliendo un poco menos cada día. Cuando alguien muere, ocurre lo mismo. Eso no significa que olvidemos o dejemos de echar en falta a la gente que ha muerto. Al cabo de un tiempo, podemos proseguir con nuestra vida, sin dejar por ello de querer al fallecido y recordándolo siempre.

Recordar a las personas fallecidas que queremos es una forma de mantenerlas vivas en nuestro recuerdo. Las fotos nos ayudan a hacerlo. Mirar un álbum de fotos puede ayudarnos a recordar los momentos felices que compartimos con esas personas. Muchas familias entierran los cuerpos de sus seres queridos en un cementerio. Luego pueden ir a visitar sus tumbas. No es que crean que las personas muertas están allí; solo se trata de un lugar especial para ir a pensar en lo mucho que significaron esas personas para ellos.

Cada persona marca su propio ritmo para sentir que ha despedido como merece a quien ya no está. Los actos pueden quedarse cortos por lo que la forma en la que cada cual gestione su duelo y tome su tiempo para despedirse deben ser respetados.

La mejor forma de acompañar el duelo es el respeto, la cercanía y la comprensión

(Los textos son de autor desconocido, fueron copiados y recontados por Adonis)

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