¿Un amante?
Como seres humanos, necesitamos ese halo de esperanza, ese rayo de ilusión para poder caminar en nuestra vida.
Sin ilusión, todo se hace más pesado y complicado.
La ilusión es lo que nos impulsa, hacia arriba, la que nos ayuda a seguir en nuestro día a día.
Poner nuestras expectativas en un futuro incierto, puede dar un poco de miedo, y aun así, nos ayuda a movilizarnos hacia un presente más llevadero.
Desde que somos adultos descubrimos la vida real y que esta no es tan justa como creíamos de niños. Tenemos el riesgo de perder la ilusión de la infancia, y con ella perdemos la capacidad de disfrutar de cada momento, ya que no tenemos confianza en que podamos conseguir nuestros proyectos y deseos.
Viviremos entonces con el sabor agridulce de las decepciones y los problemas, por lo que perdemos toda esperanza de que pueda haber algo más.
Nuestra ilusión se ha perdido entre la desgana y la decepción…
No necesitamos un antidepresivo; que lo que realmente necesitamos, ¡ES UN AMANTE!
Amante es: “Lo que nos apasiona”. Lo que ocupa nuestro pensamiento antes de quedarnos dormidos y es también quien a veces, no nos deja dormir.
Nuestro amante es lo que nos vuelve distraídos frente al entorno.
Lo que nos deja saber que la vida tiene motivación y sentido.
Muchas personas tienen un amante y otras quisieran tenerlo.
Y también están las que no lo tienen, o las que lo tenían y lo perdieron, sus vidas transcurren de manera monótona y sin expectativas, que trabajan nada más que para subsistir y que no saben en que ocupar su tiempo libre.
En fin, palabras más, palabras menos, están verdaderamente desesperanzadas.
A veces a nuestro amante lo encontramos en nuestra pareja, en otros casos en alguien que no es nuestra pareja, también solemos hallarlo en la investigación científica, en la literatura, en la música, en la política, en el deporte, en el trabajo cuando es vocacional, en la necesidad de trascender espiritualmente, en la amistad, en la buena mesa, en el estudio, o en el obsesivo placer de un hobby…
En fin, es “alguien” o “algo” que nos pone de “novio con la vida” y nos aparta del triste destino de durar.
¿Y que es durar? Durar es tener miedo a vivir.
Es dedicarse a espiar como viven los demás, es tomarse la presión, deambular por consultorios médicos, tomar remedios multicolores, alejarse de las gratificaciones, observar con decepción cada nueva arruga que nos devuelve el espejo, cuidarnos del frío, del calor, de la humedad, del sol y de la lluvia. Durar, es postergar la posibilidad de disfrutar hoy, esgrimiendo el incierto y frágil razonamiento que quizás podamos hacerlo mañana.
Por favor no te empeñes en durar, búscate un amante, sé tu también un amante y un protagonista… De la vida.
Piensa que lo trágico no es morir, al fin y al cabo la muerte tiene buena memoria y nunca se olvidó de nadie.
Lo trágico, es no animarse a vivir; mientras tanto y sin dudar, búscate un amante…
La psicología después de estudiar mucho sobre el tema descubrió algo trascendental:
Para estar contento, activo y sentirse feliz, hay que estar de novio con la vida.
También podemos proponernos volver a ilusionarnos, a vivir cada instante como si fuera único, poniéndole todas nuestras ganas, nuestra alegría, toda la ilusión, porque sabemos que estamos más cerca de conseguir aquello que queremos conseguir.
Mi mayor ilusión es seguir teniendo ilusiones.
(Los textos son de autor desconocido, fueron copiados y recontados por Adonis)