LA LLAVE: LA RESPIRACIÓN

El Vipasana

La meditación es la danza de tu energía, y la respiración es la llave.
La meditación es algo simple,
precisamente debido a su sencillez, parece difícil.
Tu mente está acostumbrada a tratar con problemas difíciles y ha olvidado por completo cómo responder a las cosas simples de la vida.
El Vipassana es la meditación más simple del mundo,
fue cuando Buda se Iluminó, y ha sido mediante el Vipassana, más que ningún otro método, que mucha más gente se ha Iluminado, es el método. Sí, existen otros, pero han ayudado a pocos, ha ayudado a miles de personas, y realmente es muy simple, no es como el Yoga.
¿Qué es lo que es? Sin ejercicios físicos, sin ejercicios de respiración, algo muy sencillo: simplemente observar tu aliento como entra y como sale… Se acabó
Este es el método. Sentado en silencio, observando tu aliento entrar y salir, sin perder su pista. Eso es todo. No has de cambiar tu respiración, no es un ejercicio de respiración en el que has de inhalar, profundamente, exhalar, inhalar. No, sencillamente respira, tal y como lo haces, solamente introduce una nueva cualidad: la atención.
Exhalas; observa. Inhalas; observa, te fijarás: el aliento tocando tus fosas nasales un instante; te darás cuenta, puedes concéntrate ahí: inhalas, sientes el aliento en tus fosas nasales; luego exhalas, lo sientes de nuevo, fija tu atención en la punta de la nariz, no es que tengas que concentrarte en la punta de la nariz; solamente has de permanecer alerta, consciente, observando, no es concentración, no te equivoques, simplemente sigue recordando, al principio te perderás una y otra vez, después regresarás.
Es difícil para ti, para algunos es difícil observarlo, entonces puedes observar la respiración en el vientre, cuando inhalas, el vientre se dilata, cuando exhalas, el vientre baja, sigue observando tu vientre, si tienes un vientre prominente, te ayudará.
Puedes observar o el vientre o la nariz, lo que te parezca o sea más fácil para ti.
Lo que sea más fácil es lo que importa, y simplemente observando el aliento, los milagros suceden.
La meditación no es algo difícil. Es simple. Precisamente debido a su simpleza es por lo que a la vez es difícil, te gustaría hacer muchas cosas y no hay nada que hacer; ese es el problema.
Es un gran problema porque se nos ha enseñado a hacer cosas, preguntamos qué deberíamos hacer y la meditación supone un estado de no hacer, no has de hacer nada, has de dejar de hacer.
Has de estar en un estado de total inactividad, incluso el pensar es hacer; abandónalo también.
El hacer, el sentir, el pensar, todo desaparece; simplemente eres. Esto es ser. Y ser es meditación. Es muy simple.
En el útero de tu madre estabas en el mismo espacio, estarás entrando de nuevo en el mismo espacio. Cuando entres, te sorprendes porque lo conoces, tú lo has conocido antes. Lo reconocerás inmediatamente porque nueve meses en el útero de tu madre estabas en el mismo espacio, y no hacías nada, simplemente eras.
Nunca pienses sobre la meditación en términos de éxito, porque eso está trayendo tu mente ambiciosa hacia ella, la mente egoísta hacia ella, entonces la meditación se convierte en una meta del ego, no pienses en términos de éxito o fracaso, esos términos no son aplicables en el mundo de la meditación. Olvídate de todo eso. Esos son términos de la mente; son comparativos.
Te estarás sintiendo como un tonto estando sentado y observando tu respiración, mirando tu respiración. Debes sentirte muy tonto y que nada está pasando. Nada está pasando porque estás esperando que pase demasiado.
Y al principio, cada nuevo proceso parece difícil. Uno tiene que aprender a saborearlo.
( Los textos son de autor desconocido, fueron copiados y recontados por Adonis)

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